El Círculo de seguridad chino
La seguridad de China simplemente se puede resumir en la conservación de la estabilidad a lo largo de las zonas fronterizas internas y externas, comprendiendo que la desestabilización periférica suele preceder a los disturbios internos. La etnia han es ahora la súper mayoría abrumadora del país, pero ellos y el Partido Comunista de China todavía tienen que lidiar con un puñado de grupos minoritarios potencialmente problemáticos extendidos a lo largo de un gran espacio geográfico, algunos de cuyos miembros son altamente susceptibles a las influencias abusivas desde el exterior. Además, también existe la amenaza a largo plazo de que la memoria histórica de algunas regiones y pueblos pudiera ser manipulada para volver al primer plano de su concienzuda toma de decisiones, lo que en términos prácticos significa que incluso la etnia han o las minorías locales de las zonas anteriormente no afectadas por el sentimiento separatista, podrían verse envueltas en estos problemas. El Círculo de seguridad chino se extiende en un círculo a lo largo de la densamente poblada costa este, que sirve como núcleo del país y de su civilización histórica.
Manchuria:
Comenzando en el noreste, la primera área de preocupación para el futuro es "Manchuria", cuyos habitantes tienen una historia muy conocida por haber gobernado China durante la dinastía Qing. Los manchúes ya no constituyen un porcentaje importante de la población, pero la memoria histórica de la región podría manipularse amenazadoramente en contra de las autoridades para la promoción de una agenda hostil anti-centro (Pekín). Es un escenario lejano y que probablemente nunca tome ninguna forma sustancial pero, no obstante, merece ser mencionado como una vulnerabilidad de la seguridad de China inalterable (aunque poco probable), sobre todo porque los japoneses explotaron esta eventualidad aparentemente imposible en la década de 1930, mediante el establecimiento a la fuerza en la región de su estado títere de "Manchukuo". A pesar de que los tiempos geopolíticos han cambiado de hecho desde entonces, el concepto de una identidad "manchú" diferenciada que podría ser manipulada contra Pekín siempre seguirá siendo un problema, no obstante lo poco probable que pueda ser el retorno de su manifestación física.
Las Coreas:
Millones de coreanos viven en la frontera de Manchuria, cerca de Corea del Norte, y en el caso de que Pyongyang se derrumbe o de que se produzca algo igualmente perturbador, entonces incluso más coreanos se arremolinarán a través de la frontera si no pueden ser detenidos antes de tiempo. Si el Norte y el Sur de Corea alguna vez se reúnen, a continuación, las dos Coreas podrían un día convertirse en lo suficientemente fuertes como para presentarse como un leve competidor de China, siendo entre ellos y Japón más que capaces de manejar sus asuntos entre ambos en su propio beneficio.
Lo más preocupante para Pekín, sin embargo, sería si el personal militar estadounidense permaneciera en el país, lo cual es muy probable, y si el país recién reunido tratara de manipular a la comunidad coreana de la Manchuria China para algún propósito estratégico todavía por definir. En la actualidad, sin embargo, Corea del Sur se está convirtiendo en un problema preocupante para China, debido a la isntalación allí del THAAD, la "defensa antimisiles" de EE.UU., socavando la capacidad de contragolpe nuclear de Pekín.
Mar Oriental de China:
La disputa de las islas con Japón es importante para China, no sólo por razones histórico-normativas, sino porque estos territorios son su puerta de entrada al Pacífico occidental. Desde el punto de vista japonés, por lo tanto, pueden ser utilizados para "contener" a la armada china en una zona "segura" y "manejable” de A2/AD [Anti-access/Area denial: anti-acceso/denegación de zona], lo que explica la urgencia de China en su deseo por salir de este 'cordón sanitario'.
Mar del Sur de China:
La línea de los nueve puntos podría parecer demasiado ambiciosa e históricamente cuestionable, pero partiendo de un sentido estratégico, está sin duda justificada. China no quiere "impedir" el comercio en el Mar del Sur de China como le acusan los órganos de información afiliados a los Estados Unidos, sino salvaguardarlo, porque la mayor parte de las importaciones de energía del país y todo su comercio con Europa, África y Oriente Medio proviene generalmente de esa dirección.
Podría ser controvertido que China esté "construyendo islas" en los territorios que reclama como propios, pero siendo realistas, de no haber tomado China estos movimientos, a continuación, los EE.UU. y/o sus aliados regionales habrían golpeado a Pekín para eso con el fin de que el mundo unipolar hiciera precisamente lo que acusa a China de estar supuestamente haciendo, tratar de "controlar" y "obstaculizar" el comercio.
Debido a las complicaciones que los EE.UU. han creado en el Mar del Sur de China, y a la falta de fiabilidad de esta vía fluvial en caso de guerra o algún otro evento desafortunado, China está trabajando firmemente para construir una serie de rutas de la seda por tierra para garantizar su acceso seguro a alta mar y lejos del cuello de botella fácilmente obstruible del estrecho de Malaca.
Yunnan e Indochina:
El más austral territorio continental de China es una mezcla ecléctica de diferentes tribus y grupos étnicos muy estrechamente relacionados con los pueblos de Indochina. La montañosa Yunnan está geográficamente bien defendida de los ataques convencionales, pero es vulnerable a los asimétricos, tales como la penetración de las bandas de tráfico de drogas, las "armas de migración masiva", o infiltrados insurgentes. Vietnam podría suponer comprensiblemente una amenaza real en el caso de que estallaran con él las hostilidades en el Mar del Sur de China, y se pusiera en marcha un ataque terrestre furtivo o de represalia para coger a China con la guardia baja, pero es más probable que Myanmar, y tal vez incluso un día insurgentes de Laos y los refugiados, pudieran desbordarse en la frontera del sur de China y desestabilizar el armonioso equilibrio de identidades en la región más diversa del país.
El "Gran Tíbet":
La región histórico-cultural del Tíbet es mucho más grande que la provincia del mismo nombre, que a su vez representa sólo uno de sus tres regiones, U-Tsang. La parte oriental de esta entidad administrativa y la parte occidental de Sichuan comprenden lo que antes se conocía como Khan, mientras Qinghai corresponde principalmente a Amdo. Aunque poco poblados, estos tres espacios ocupan una vasta región de tierra repleta de valor estratégico insustituible, ya que la Región Autónoma del Tíbet tiene el control sobre siete de las principales vías fluviales de Asia, que suministran colectivamente casi a la mitad de la población mundial aguas abajo. Esta es la verdadera razón por la que los EE.UU. y la India quieren un Tíbet "independiente", lo que consiste en aprovechar los recursos mediante representación y utilizarlos para controlar el resto de China, por no decir nada del sur y sudeste de Asia.
Xinjiang:
Algunas personas en esta región de China habitada por musulmanes túrquicos, han estado luchando por la "autonomía" o la "independencia" de China, respaldados de forma encubierta por Occidente y sus aliados del CCEAG, con el fin de astillar la parte del país lejos de Pekín rica en recursos naturales, y crear un estado salafista acérrimo en la región pivote entre Asia central, Siberia, la China de mayoría han y el Tíbet. Xinjiang también es importante porque es donde China lleva a cabo una gran cantidad de sus vuelos espaciales, por lo que la región ha añadido importancia estratégica además de la geopolítica.
El Estado chino mantiene un estricto control sobre la región a pesar de que las informaciones sobre la "supresión" de la cultura local y de la religión son totalmente exageradas, pero el asunto es que los terroristas no tienen ninguna posibilidad por el momento de recrear las circunstancias al estilo del Daesh, como para forjar su propio califato en el desierto.
En cambio, la mayor parte de su actividad probablemente se mantendrá contenida en las ciudades, a pesar de que eso no la hace de ninguna forma menos eficaz. En una nota relacionada, el escenario del Califato Kush que fue descrito al hablar de Asia Central es muy pertinente aquí, y es por esta razón por la que China avanzó recientemente el Mecanismo de Cooperación y Coordinación cuadrilateral entre Tayikistán, Afganistán, Pakistán y ella misma, con el fin de prever la emergencia de un campo de entrenamiento para terroristas en las inmediaciones de Xinjiang.
Mongolia interior:
No muchas personas viven en el amplio territorio de Mongolia Interior, pero la región sigue siendo muy apreciada por Pekín por dos razones. En primer lugar, es extraordinariamente rica en minerales de tierras raras y carbón, pero en segundo lugar, es una puerta de enlace etno-histórica para movilizar más influencia adecuada hacia Mongolia. China no tiene reivindicaciones territoriales contra su vecino del norte, pero el punto es que la Mongolia Interior puede servir como un cultivador de influencia de poder blando, sobre todo porque hay más mongoles viviendo aquí que en el país del mismo nombre.
La amenaza, sin embargo, sería si estos mongoles (que son alrededor de 1/7 de una población de 24 millones de personas en total), alguna vez llegaran a ser "conscientes" de su nacionalidad a través de una ONG u otra manipulación externa, que a su vez podría poner a toda la China mongola estratégicamentre contra ella. No hay forma práctica de que la Mongolia Interior se “reúna” nunca con Mongolia o de que plantee una seria amenaza para China, pero podría convertirse en una irritante primera plana de menor importancia que, combinada con otras perturbaciones fronterizas simultáneamente en curso, podría contribuir a empujar la situación más allá del punto de inflexión.
Amenazas de desbordamiento
Hay tres países fronterizos cuyas rupturas internas podrían conducir a un derrame de amenazas asimétricas en la propia China. Sin contar el refugio y los campos de entrenamiento terroristas en Afganistán, estos son:
Kirguistán:
El estado de Asia Central propenso a la desestabilización podría contraerse en su totalidad si se somete a una tercera "revolución", haciendo así posible la formación de un “Califato del Kush” transnacional en la región montañosa entre Tayikistán, Afganistán, Pakistán y él mismo. Incluso si esto no sucede en la forma en que se proyecta, el extremismo islámico del valle de Fergana podría encontrar una manera de deslizarse a través de la frontera en Xinjiang, o por el contrario, convertirse en un campo de entrenamiento mucho más cercano, y por lo tanto peligroso, de lo que nunca podría serlo Afganistán (por supuesto siempre que la situación no sea estabilizada por medios domésticos o potencialmente exteriores [la OTSC, posiblemente en operación conjunta con china]).
Nepal:
El antiguo reino hindú se tambalea ahora cerca de otra guerra civil, ya que los de las tierras altas del norte compiten con los de las tierras bajas del sur sobre la delimitación federal del país. La violencia aquí podría producir no sólo miles de refugiados fluyendo hacia China, sino también un peligroso vacío de desestabilización que podría servir para oscurecer el entrenamiento de terroristas “budistas” destinados al Tíbet, o incluso convertirse en un imán para que algunos viajen al vecino Tíbet. Además, insurgentes tibetanos entrenados en la India podrían utilizar el país como un trampolín para la infiltración en China explotando la falta de ley y orden de Nepal en este momento, con el fin de inyectar un flujo en la República Popular bajo la cobertura de ser “refugiados”.
Myanmar:
A pesar de que los combates en los estados de Shan y Kachin en gran medida han disminuido en comparación con lo que fueron en tiempos anteriores, como se explica en las descripciones de los escenarios de la ASEAN, la lucha podría renovarse en el futuro si las conversaciones de federalización (Panglong 2.0) se descomponen y los insurgentes vuelven al campo. Además, incluso si tienen éxito, podrían dar lugar a una disminución notable de la presencia militar del gobierno central a lo largo de la periferia del país, sobre todo si se incluyen cláusulas que permitan a las entidades federales amplia autonomía en sus asuntos de seguridad. Recordando cómo se ha predicho que el estado de Shan podría ser transferido para formar una inviable “federación dentro de una federación”, es muy posible que suceda otro estallido de conflicto con el tiempo inevitablemente, aunque esta vez complicado por el hecho de que ahora se habrá creado un tablero de ajedrez de pequeños estados sobre el que compiten las grandes potencias. Drogas, insurgentes y "refugiados"/inmigrantes son las mayores amenazas en este escenario.
Una Federación de Megaciudades
El estratega Parag Khanna sostiene en su nuevo libro Connectography cómo China se está convirtiendo rápidamente en una "federación de megaciudades”, procurando un mapa conceptual que ilustra de manera convincente este punto. Siempre que el país siga avanzando en esta dirección, quedará por ver cómo esto va a cambiar práctica y legalmente su estructura de gobierno, así como cuáles son los efectos de la división geográfica del país en una "federación" de megaciudades centro-orientales y cuáles serán los asentamientos periféricos.
Un posible escenario es que el movimiento separatista en Hong Kong (en sí misma un miembro clave de la "federación de megaciudades"), podría servir de pretexto para una futura reacción en cadena de secesionismo entre sus contrapartes costeras del continente, si son capaces de establecer una sólida identidad independiente suficiente, aunque esto, por supuesto, requiere una inversión a largo plazo en apoyo cualificado y coordinado de las ONG en el preacondicionamiento de las masas sobre este punto.
Sobre una tangente relacionada de separación en "megaciudades", la división socio-lingüística existente entre el "norte" y el "sur" de China en dos mitades, mandarín y cantonesa, tendrá que ser monitoreada para detectar signos de regionalismo a lo largo de las líneas de uno de los escenarios que fue previamente predicho para la India.
Las Nuevas rutas de la seda
Oficialmente denominada One Belt One Road [Un cinturón, una ruta], pero coloquialmente conocida en la prensa internacional como las Nuevas rutas de la seda, la estrategia global de China es unirse junto con todos sus socios en un sistema complejo de interdependencia económica mutua que pueda proporcionar una salida sostenible para su exceso de capacidad de producción nacional. También hay más elementos estratégicos en esto, como evitar el estrecho de Malaca y el Mar del Sur de China. En cuanto a las principales rutas peninsulares que China ha explorado, ya sea que sólo hayan estado flotando alrededor, fueran antiguas visiones que no pueden ser satisfechas, o estén siendo actualmente avanzadas en alguna u otra forma tangible, son los siguientes:
La ruta de la seda de la ASEAN:
Laos - Tailandia - Malasia - Singapur.
Ruta de la Seda de Myanmar:
Myanmar.
Corredor BCIM:
Myanmar - India - Bangladesh.
Corredor Económico entre China y Pakistán:
Pakistán.
Ruta de la Seda Asia central-persa:
(No definida, pero es probable que incluya a los siguientes países):
Kazajistán - Uzbekistán - Turkmenistán - Irán
Puente de tierra euroasiático:
Kazajistán - Rusia - Bielorrusia
Ruta de la Seda balcánica:
Grecia - República de Macedonia - Serbia - Hungría (posiblemente a través de Eslovaquia - Polonia - Lituania - Letonia - Estonia - Rusia [San Petersburgo]).