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mercredi, 31 août 2022

Des identitaires occupent le terminal Nordstream: "L'automne chaud est ouvert !"

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Des identitaires occupent le terminal Nordstream: "L'automne chaud est ouvert !"

Source: https://zuerst.de/2022/08/31/identitaere-besetzten-nordstream-terminal-der-heisse-herbst-ist-eroeffnet/

Lubmin. Une action spectaculaire qui a valeur de signal : une poignée d'activistes issus du mouvement des "Identitaires", dont le porte-parole autrichien du mouvement, Martin Sellner, ont symboliquement occupé lundi le terminal du gazoduc russo-allemand Nord Stream 2 en mer Baltique à Lubmin, donnant ainsi du poids à leur revendication d'ouvrir le gazoduc.

Une vidéo publiée sur Twitter montre Sellner devant le terminal. Derrière lui, plusieurs personnes tiennent une pancarte sur laquelle on peut lire "Ouvrir Nord Stream 2".  Sellner avait lui-même publié la vidéo originale sur son canal Telegram.

"Nous exigeons l'ouverture immédiate de Nord Stream 2 et un référendum, une décision populaire sur la politique énergétique et de sanctions de la République fédérale", a déclaré Sellner dans la vidéo. Il a en outre menacé de mettre lui-même le gazoduc en service. "S'ils ne donnent pas de gaz, nous donnerons du gaz. Nous sommes ici aujourd'hui pour ouvrir Nord Stream 2". La vidéo montre que les activistes étaient équipés de fumigènes pyrotechniques et qu'ils étaient encagoulés. La police a arrêté plusieurs activistes, mais la plupart d'entre eux ont réussi à se réfugier dans un bois et à échapper à l'intervention policière.

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Dans une interview, Sellner a souligné que l'action de Lubmin avait permis d'"occuper" un sujet important dans le débat public : "Nous avons ainsi posé la première pierre, nous avons occupé le terrain autour de Nordstream 2 - littéralement et en termes de contenu". Il est en outre décisif que "l'action remplisse son véritable objectif. Elle doit inspirer notre camp et le mobiliser pour les batailles et les défis à venir. Il n'y aura pas de répit ni de sommeil. L'automne chaud est ouvert !" a déclaré Sellner en faisant référence à la situation de crise croissante en Allemagne.

La procédure de certification du gazoduc Nord Stream 2 en mer Baltique a été suspendue par le gouvernement allemand. Toutefois, les appels à la mise en service se font de plus en plus pressants, y compris dans le monde politique. (rk)

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jeudi, 14 novembre 2019

terre et Peuple: grande journée de soutien à l'artisanat et au commerce identitaires

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mercredi, 05 décembre 2018

Entretien avec Pierre Vial, président de Terre et Peuple

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Entretien avec Pierre Vial, président de Terre et Peuple

Propos recueillis pas Daniel Conversano,

novembre 2018

 
J'ai besoin de votre aide pour les frais de déplacements qui me rapprochent d'hommes comme Pierre Vial : https://fr.tipeee.com/vive-l-europe
 
La page facebook de Terre et Peuple est ici : https://www.facebook.com/terreetpeuple/
 
Et le twitter officiel : https://twitter.com/terreetpeuple
 
La vidéo mythique de Salvini au Luxembourg : https://www.youtube.com/watch?v=5AtI6...
 

samedi, 24 février 2018

Reseña del libro “¡Identitarios de Europa, uníos!”

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Reseña del libro “¡Identitarios de Europa, uníos!”

Ex: http://www.posmodernia.com

identitarioslibro00012.jpgTítulo: ¡Identitarios de Europa, uníos!

Autores: Mathilde Forestier, Stéphane François, Robert Steuckers, Emmanuel Casajus, Yannick Cahuzac, Jesús Sebastián Lorente, Eric Dupin.

Editorial: Fides, 2017.

Se trata del primer libro en español que trata monográficamente el tema de los “Identitarios” con el provocativo título “¡Identitarios de Europa, uníos!” (Ediciones Fides), abordándolo de forma multidisciplinar: orígenes, organización, pensamiento, práctica política, simbología, acciones en la calle y en las redes, etc. El libro reúne textos de Mathilde Forestier, Stéphane François, Robert Steuckers, Emmanuel Casajus, Yannick Cahuzac, Jesús Sebastián Lorente, una entrevista a Eric Dupin, así como varios textos internos de los Identitarios suscritos por sus principales dirigentes.

¿Qué significa ser identitario? ¿Qué visión del mundo quieren transmitir? ¿Cómo están organizados? Estas son las cuestiones que intenta responder el libro.

Mathilde Forestier nos ofrece una introducción muy ilustrativa sobre los rasgos generales de este movimiento identitario. El gran especialista en las corrientes alternativas, Stéphane François, describe el ámbito ideológico del movimiento y sus tendencias etnopolíticas y geopolíticas, así como, junto a Yannick Cahuzac, las estrategias comunicativas y propagandísticas de los Identitarios en la prensa, en la calle y en las redes sociales. Robert Steuckers traza un dibujo filosófico del movimiento, situándolo como heredero de la Nouvelle Droite, pero subrayando sus diferencias. Emmanuel Casajus describe su forma de expresarse, de vestirse, en fin, de “distinguirse” como cualquier otra “tribu urbana”. Al final, dos de sus dirigentes, Fabrice Robert y Philippe Vardon, presentan las “algunas cuestiones para conocer mejor a los Identitarios”, en lo que bien podría ser su “programa” frente a la opinión pública.

El Bloc Identitaire (ID), parte integrante del más amplio movimiento identitario surgido en Francia a comienzos del nuevo siglo, se crea en abril 2003. Los medios liberal-libertarios no dudan en calificarlo como un lobby del FN, una estrategia lepenista de “entrismo” en las tupidas redes identitarias europeas. En su seno nació también Génération Identitaire, sección de la juventud identitaria que actúa con autonomía del grupo fundacional. Sus principios, actividades y reflexiones se difunden a través de boletines del grupo como IDentitaires, actualmente ID Magazine.

Con su presidente Fabrice Robert y otros dirigentes como Jean-David Cattin, Philippe Vardon y Guillaume Luyt, los Identitaires, como ahora se denominan oficialmente, se dirigen principalmente a la lucha contra el crecimiento del islam en Europa y contra el multiculturalismo y el inmigracionismo, que consideran desintegradores de la identidad de los pueblos europeos. Favorables a una Francia de las regiones integrada en una Europa de las naciones, una Europa antioccidentalista, no-atlantista, etnista y eurasiática, ponen el acento sobre la constitución de una red de acción social (“ayudar a los nuestros antes que a los otros”) y de activismo militante de agitación ideológica y mediática.

Fundamental en este combate es la inspiración de la tesis del libro Le grand Remplacement (la gran sustitución o gran reemplazo) de Renaud Camus en relación con la “inmigración de repoblación” de los invasores africanos en Europa, motivo por el cual abogan por la “remigración” de las minorías extraeuropeas, cuestión en la que coinciden precisamente con otro conocido, Laurent Ozon, antiguo militante de una Nouvelle Écologie muy próxima a las tesis conservatistas de la Nouvelle Droite, y fundador del Mouvement pour la Remigration (Ozon abandonó la actividad política en mayo de 2016).

identitairesafficheEUR.jpgLos “Identitarios” son herederos de la reflexión sobre la identidad efectuada por los autores de la Nouvelle Droite hasta mediados de los años 80. No así de la reflexión sobre la identidad protagonizada posteriormente por Alain de Benoist, el cual rechaza estas derivas identitarias: este autor ha pasado de «una defensa de la identidad de los “nuestros” a un reconocimiento de la identidad de los “otros”». El propio Benoist toma distancias con la “afirmación étnica” de los Identitarios: «La reivindicación identitaria deviene en pretexto para legitimar la indiferencia, la marginación o la supresión de los “otros”. […] En tal perspectiva, la distinción entre “nosotros” y los “otros”, que es la base de toda identidad colectiva, se plantea en términos de desigualdad y de hostilidad por principio». En definitiva, se trata de una nueva generación identitaria que no ha combatido cultural ni políticamente en las filas de la Nouvelle Droite pero que, sin duda alguna, ha bebido en sus fuentes y ha leído sus publicaciones. Los propios Identitaires incluyen entre sus filiaciones ideológicas a la Nueva Derecha. Stéphane François, incluso, considera que la ideología identitaria es más antigua que la propia ND y que entroncaría con los grupúsculos organizados en torno a Europe-Action.

Robert Steuckers, sin embargo, establece una neta distinción entre la tradición neoderechista y la posmodernidad identitaria: aunque establece un paralelismo entre la cosmovisión antioccidental, antiamericana, filorrusa y proeuropea (en sus niveles imperial, nacional y étnico) de ambas tendencias, como una reacción frente a los “grandes relatos” de la modernidad, Steuckers traza una nítida división entre la “identidad” concebida por los “neoderechistas” (una identidad de reconocimiento de las diferencias, de comunidad, de convivencia hacia el interior), y la “identidad” preconizada por los “Identitarios” (una identidad de civilización, de arraigo, de defensa frente a lo exterior), esto es, una identidad inclusiva frente a una identidad exclusiva.

identitaireslogo.jpgLos militantes de Generación Identiraria se visten de colores amarillo y negro y han tomado como símbolo la letra griega “lambda” (^), que es también una referencia a los espartanos (spartiatas), especialmente a la película “300” realizada por Zack Snyder. El film 300, que es la adaptación del cómic de Frank Miller del mismo nombre, no es sólo una película popular que relata las guerras médicas entre griegos y persas. Este film está cargado de simbolismo para los militantes identitarios: los espartanos (representantes de la civilización europea) repelen la invasión de los persas (civilización no europea, originaria de Oriente Medio, hoy tierra musulmana). La analogía con los objetivos de los Identitarios es total: los europeos rechazan la invasión musulmana. Pero la representación simbólica va todavía más lejos: los espartanos son representados como filósofos y defensores de la democracia frente a los persas, representados como hordas de bárbaros. El hecho de que los espartanos combatieran la invasión de los persas les dotaría de una mayor legitimidad: como el recurso a la fuerza y a la violencia sólo estaría hoy moralmente legitimado para repeler una agresión, los Identitarios se situarían en la escena como víctimas de una invasión islámica –facilitada por la complaciente clase política– frente a la cual ellos deberían defender a su pueblo. Los militantes de GI forman parte plenamente de la llamada “generación 2.0”, lo cual es bastante apreciado por los dirigentes más adultos, porque la generación 2.0 controla las herramientas de internet, el marketing viral y el trabajo en redes.

Ya se trate de jóvenes militantes o de sus mayores veteranos, la idea de base está clara: “alzar el estandarte de la identidad frente a la uniformidad”. Atacan tanto la “americanización” como la “islamización” de Francia, aunque sus acciones están dirigidas principalmente contra la comunidad musulmana. La uniformidad (impuesta por el exterior) pondría, según ellos, la identidad francesa en peligro. Esta noción de identidad reagrupa “las tradiciones populares y orales (el lenguaje), las costumbres y la moral, la aceptación de un pasado común (la historia) y la voluntad de vivir juntos en el futuro”.

La identidad jugaría en tres niveles: la identidad “carnal” que es una identidad regional, la identidad “histórica”, es decir, la identidad francesa, y la identidad “civilizacional”, es decir, la identidad europea.

La noción de identidad a la que se refieren los militantes identitarios es tan problemática como esencialista: según los Identitarios, la identidad se adquiere y se transmite a través de la filiación. Así, nuestra identidad nos sería dada por el nacimiento y no podría cambiar en el curso de una vida. Sería casi parte de nuestra genética. Sin embargo, en las ciencias sociales, la identidad es frecuentemente definida como un proceso que se construye a lo largo del desarrollo individual. No puede ser, entonces, remitida al nacimiento.

Mientras los “pensadores de la tolerancia” pueden imaginar que la aceptación de un pasado común y la voluntad de vivir juntos en el futuro podrían llegar a representar el cimiento de una sociedad multicultural y la superación de las rivalidades étnicas o religiosas, ello parece ser diferente para los Identitarios. La comprensión de la historia por los Identitarios puede resumirse a través de su eslogan, “una tierra, un pueblo” (prestado de Terre et Peuple de Pierre Vial). En la concepción identitaria existen pueblos bien definidos, separados los unos de los otros, de tal forma que no deberían entrar en interacción.

identitrassismus.jpgLos Identitarios reniegan de un Estado jacobino y unitario que viola las identidades locales tanto como los valores de la revolución francesa. En su comprensión de la identidad, los Identitarios se refieren a personajes prerrevolucionarios tales como los espartanos o incluso Charles Martel. Sus referencias hacen abstracción de los últimos siglos de historia de Francia para no recordar sino las referencias guerreras o romantizadas y edulcoradas de los campesinos trabajando la tierra (como puede comprobarse en los motivos medievales y caballerescos de sus carteles de propaganda).

Con el eslogan “100% identidad, 0% racismo”, el movimiento identitario intenta distanciarse de una imagen racista o xenófoba: dado que el movimiento identitario no habla nunca de razas sino de culturas e identidades y que no explicita claramente una jerarquía entre esas culturas, no se puede, desde nuestra definición del racismo, calificar de racista.

Uno de los grandes temores de los Identitarios se llama “uniformización”. «Nosotros diríamos que el enemigo principal es la ideología de lo Mismo, según la cual la igualdad y la uniformidad son las claves del paraíso en la tierra». En este esquema, cualquier movimiento o idea con ambición universal se convierte en una amenaza para los Identitarios. Ellos distinguen cinco grandes amenazas: 1. El jacobinismo y el centralismo, que ha unificado Francia e intenta unificar Europa. 2. El complejo “antirracista” y “etnomasoquista”, que engendra la uniformización por la promoción del mestizaje. 3. El capitalismo ultraliberal, que conduce a la uniformización mundial mediante la promoción del modelo ciudadano-consumidor. 4. La política expansionista de los Estados Unidos, que intenta imponer el “american way of life” por todo el planeta. 5. El Islam que, con una vocación universal, es una “religión conquistadora” que quiere uniformar el mundo “sometiendo a los no-musulmanes a la Sharía”.

De esta forma, los Identitarios abogan por la homogeneidad de los pueblos y la heterogeneidad entre los pueblos. Son adversarios de una uniformización por el exterior, imponiendo en una sociedad multicultural la uniformización por el interior. Rechazan todo lo que puede venir del exterior, sea en la lengua, la alimentación (“ni MacDonald, ni Kebab”), los gustos musicales y todo lo que atraviesa la vida cotidiana. La lucha de los Identitarios contra la “hegemonía islámica” y contra la “islamización de la sociedad francesa” justifica para ellos cualquier acción contra el islam.

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Por otra parte, el programa de los Identitarios tiene una tendencia regionalista, bastante anclada en lo local y en la lucha contra la globalización. Cuatro líneas políticas deben discernirse: 1. Reforzamiento de las identidades locales mediante el paso de un Estado central a un Estado federal. 2. Una construcción social más fuerte, que se dirigiría a los franceses “de origen” (de pura cepa). 3. Reflexiones sobre la protección del medioambiente. 4. Europa: “Una Francia de las regiones en una Europa de las naciones”.

En términos de inmigración, los Identitarios estiman que “la integración no funciona”. La integración habría fracasado y “una buena parte de las poblaciones de origen inmigrante jamás podría integrarse en Francia”. Esta es la razón por la que los Identitarios desearían ver a los inmigrantes retornar a sus países de origen. Contra la lógica integracionista, los Identitarios proponen una política de expulsión en dos tiempos. A corto plazo, los Identitarios desean simplemente expulsar a los clandestinos y a los delincuentes. A medio plazo quieren firmar acuerdos de colaboración con los países de origen para facilitar el retorno de los extranjeros a su país en un plazo de quince años. Según los Identitarios resulta insuficiente impedir la instalación de inmigrantes en Francia, habría que lograr también que los inmigrantes que ya viven en Francia regresen a sus países de origen. Desearían que los inmigrantes recobren un “estatuto de extranjero”, es decir, que ellos vinieran a Europa para formarse y trabajar, retornando posteriormente a su país de origen para hacer fructificar la experiencia adquirida”.

samedi, 01 octobre 2016

Vers un mondialisme identitaire

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Vers un mondialisme identitaire

par Frédéric Villaret, essayiste

Ex: http://www.polemia.com

L’objet de ces lignes est de susciter une pensée identitaire fédératrice… mondialiste pour sortir d’une situation potentiellement conflictuelle. En effet, résumer la sensibilité identitaire par « les bougnoules dehors » est le meilleur moyen d’éloigner d’honnêtes personnes, de toutes origines, potentiellement réceptifs à un discours identitaire.


Face au triomphe de la mondialisation cosmopolite dont les premières victimes sont nos identités historiques, biologiques et sociales, la première réaction est de s’entourer de barrières. Temporairement cela peut aider, mais à long terme, la défaite est garantie (1). Aussi, devons-nous dès à présent consacrer toute notre énergie à envisager une perspective identitaire fédératrice. Or, pour cela, il est nécessaire de comprendre pourquoi les idéologies mondialistes actuelles rencontrent de tels succès. Une de leurs forces est qu’elles promettent un monde meilleur demain. L’identitaire pense le contraire. Pour lui, rompre avec les déterminismes nés de l’Histoire menace tout le monde.

En face des mondialistes cosmopolites, les identitaires sont peu nombreux. Mais surtout, ils ne disposent pas des armes intellectuelles pour affronter leurs adversaires. Au judo, le principe de base est d’utiliser la force de l’adversaire pour le vaincre. Donc, utiliser ce qui fait la force des idéologies mondialistes cosmopolites pour les terrasser serait opportun. Le parti pris de ce texte est que seul un mondialisme identitaire permettra de faire refluer, voire disparaître, ces idéologies dissolvantes nous détruisant.

Le combat décisif, demain, devrait donc opposer des mondialistes cosmopolites à des mondialistes identitaires.

Mondialisme et Modernité

Cette idéologie mondialiste a suscité des centaines de milliers de pages, voire plus. Quelles en sont les composantes principales ? La première est d’éliminer toute singularité locale. Le mondialiste rêve d’un monde unifié par des valeurs communes transcendant tous les particularismes. L’Homme nouveau en est la pierre angulaire. Sa création impose de détruire ce que l’Histoire et l’Evolution ont produit. La finalité est un monde de paix ayant éliminé toutes les contrariétés s’imposant au genre humain, jusqu’à la mort. Les transhumanistes en rêvent.

Etre Moderne aujourd’hui, c’est admettre le bien-fondé d’une des multiples manifestations de cet esprit se réalisant dans une idéologie mondialiste s’auto-entretenant par le développement de la Technè. Tout ceci s’incarne dans l’ambition politique d’un Nouvel Ordre mondial imposant la Mondialisation comme aboutissement de la Modernité. La destruction de la Nature et de l’Histoire comme fondements de l’Etre est le prix à payer pour garantir la réalisation du Paradis perdu identifié comme le monde parfait.

Le mondialisme

Difficile de nier la mondialisation. Sa réalisation est multiforme et chacun d’entre nous, selon les circonstances, y participe dans un monde sur-artificialisé de bientôt dix à onze milliards d’humains.

Ainsi, le tourisme de masse en est une des conséquences les plus manifestes. Cette activité représenterait 9% du PIB mondial. Le temps est passé où l’aviation commerciale était utilisée exclusivement par des buziness-mannes. Aujourd’hui l’essentiel de ce trafic est dû aux déplacements de touristes aux quatre coins du globe. Le nombre de passagers transportés annuellement représente près de la moitié de la population humaine actuelle, soit environ 3 milliards d’individus.

La circulation de l’information est dans la même situation. Avec Internet, désormais, en chaque point du globe, le reste du monde est accessible. A travers les images reçues, le consommateur des pays riches se voit allongé sur une plage immaculée au soleil des Tropiques. Le non-consommateur d’un pays pauvre rêve de faire ses courses dans un supermarché d’un pays septentrional grâce à la manne sociale qu’il aura reçue.

Le monde se connaît maintenant. Il n’y a plus de terra incognita. En outre, ce monde connu est perçu de dimensions finies. C’est le village planétaire porté à notre conscience dans les années 1960-1970. Les photos de la terre prises de l’espace en ont bouleversé notre représentation. Paradoxalement, toutes les idéologies de la Modernité postulent un monde infini. Les économistes mondialistes envisagent, par exemple, un développement économique infini alors même que le plus discret des biologistes sait qu’à un moment ou à un autre toute croissance est confrontée à un facteur limitant. Et ainsi de suite. On ne parlera pas des flux financiers, de la circulation des marchandises, etc., et bien évidemment des mouvements humains. Tout ceci a été initié pendant la seconde moitié du XXe siècle.

Que l’on loue ou déplore la mondialisation, factuellement, elle est incontestable. Dans les années 1990, dans les milieux écologistes, circulait le chiffre de 20.000 individus humains n’ayant jamais eu accès à notre monde. Combien sont-ils aujourd’hui ? Le tourisme « ethnique » les a sans doute débusqués.

Ce constat est-il la conséquence d’une volonté politique ou d’une évolution naturelle ? Chacun a son point de vue, mais nul ne pourra nier cette réalité.

En revanche, combattre les idéologies mondialistes cosmopolites s’impose à quiconque craint que celles-ci ne nous mènent dans une impasse délétère. D’où la nécessité de concilier une réalité – la mondialisation factuelle – et une perspective salutaire. Une alternative fondamentale est à créer. L’une des branches sera cette idéologie mondialiste cosmopolite multifaciale ; l’autre est à inventer. Mais elle ne pourra rompre totalement avec les fondements de la mondialisation portée par toutes les idéologies de la Modernité.

Les composantes structurant cette Modernité animant les idéologies mondialistes sont innombrables. Mais l’une d’entre elles mérite une attention particulière. Il s’agit du credo que demain sera mieux qu’aujourd’hui. Etre moderne, c’est être nouveau, donc mieux.

La Modernité en quelques lignes

Depuis des temps immémoriaux, une des dialectiques fondamentales animant l’intelligentsia oppose les Modernes aux Traditionalistes (ou Anciens, c’est selon). Pour les uns, le mieux est demain ; pour les autres, c’est ainsi et c’est bien. Dans la classification politique contemporaine, les uns sont à gauche, les autres sont à droite. Les contributeurs à ces polémiques sont pléthoriques. Aussi est-il parfois un peu difficile d’envisager une synthèse valable. Nous devrons donc nous contenter de quelques idées-clés pour soutenir le fond de cet article.

Le Traditionaliste envisage l’Etre comme la conséquence de causes incommensurables s’étant réalisées dans le passé ; fruit d’une loi naturelle si vous croyez en Dieu, ou du hasard si vous croyez en Monod (humour) (2). Pour les déistes, cette loi naturelle est l’expression d’une volonté divine. Selon leur déisme, le monde sera parfait ou tel qu’il est. C’est à ce niveau que le Moderne postule que le monde parfait est possible. Les modernes de droite (qualifiés d’extrême droite ou d’ultra-droite par leurs adversaires) l’imaginent dans un passé idéalisé avec lequel renouer ; le moderne de gauche ambitionne de le créer demain à partir de rien. Aujourd’hui, cette ambition d’un monde meilleur est portée par l’idéologie du Développement durable, alors qu’une approche plus réaliste n’envisagerait qu’un monde durable.

Historiens, philosophes, épistémologues situent cette espérance d’un monde parfait dans la Bible. Dans les autres déismes antiques, le monde terrestre était à l’image du monde des dieux. Chez ces derniers, guerres, cocufiages, trahisons, etc., mais aussi, paix, fidélité, courage, honneur, etc., coexistaient. Les hommes étaient à l’image des dieux. Chez les monothéistes en revanche, le monde de Dieu est parfait, alors que le monde des hommes ne l’est pas. Le(s) peuple(s) élu(s) ont donc vocation à réaliser le monde terrestre à l’image du monde de Dieu selon sa volonté. Toutes les manifestations du désordre et du mal auront alors disparu. C’est le monde que la mécanique céleste envisage ; celui d’un ordre terrestre conforme à l’ordre divin dont le mouvement des planètes rend compte. De ce monde sont bannies la maladie, la guerre, la famine, la mort, etc. Cette composante essentielle anime nos contemporains, et avant eux nos aïeux depuis le début de notre civilisation. Elle en est vraiment une composante organique. Toutes les idéologies animant notre noosphère, qu’elles soient d’essence religieuse ou profane, postulent cette ambition théo-téléologique. Ainsi, que ce soit par la domination du Kapital US ou la réalisation de la Oumma musulmane – les deux grandes idéologies mondialistes animant notre temps –, toutes aspirent à la société parfaite. Aujourd’hui, tous les nootypes procèdent de cette noogénèse.

On y distinguera le judaïsme se réalisant en Israël par l’association de types ethniques divers ; le christianisme et ses nuances (catholique, orthodoxe, protestant, etc.) ; l’islam, lui aussi avec ses variétés ; le libéralo-capitalisme, le socialo-communisme, le libéralo-socialisme, etc. Les espaces où se déployèrent ces idéologies furent chronologiquement les USA, l’URSS puis Israël. L’une est tombée ; la Russie de Riourik est revenue. Les deux autres tiennent encore. L’Europe dominée par les USA subit aujourd’hui ce forçage politique.

Pour aller encore plus loin, et au risque d’être perçu comme provocateur, même le nazisme s’envisage(a) comme porteur d’un monde meilleur. Pour ses prosélytes, là où l’esprit aryen avait triomphé, les peuples connurent la prospérité et la félicité. C’est l’idée essentielle d’Alfred Rosenberg dans Le Mythe du XXe siècle.

Rompre avec le suprématisme

Un autre aspect d’un discours identitaire fédérateur serait de rompre avec le discours des Modernes voyant en chaque point du globe l’ « Homme » et non pas des Français, des Russes ou des Papous comme Joseph de Maistre l’envisageait. Rompre avec les idéologies suprématistes s’impose pour des Européens bercés par ces discours depuis des lustres. On rangerait alors Jules Ferry et Léon Blum dans les musées car ces deux personnages, parmi d’autres, voyaient dans la civilisation des Blancs l’aboutissement s’imposant à chaque peuple. Léon Blum n’affirmait-il pas que « Nous admettons qu’il peut y avoir non seulement un droit, mais un devoir de ce qu’on appelle les races supérieures, revendiquant quelquefois pour elles un privilège quelque peu indû, d’attirer à elles les races qui ne sont pas parvenues au même degré de culture et de civilisation » (3). Au nom de ce principe, l’immigrationnisme n’est que le prolongement du colonialisme. L’un et l’autre reviennent finalement à dénier à l’Autre le droit immanent d’être ce qu’il est.

Respecter l’Autre et le territoire l’ayant engendré permettra de trouver des alliés dans cette lutte. Prolongeant en cela le combat des écologistes fondamentalistes, c’est la Vie dans sa diversité qu’il est à respecter. Comme Hans Jonas l’a exprimé en d’autres termes, garantir la vie de l’Autre, car notre Technè permet de la détruire, est désormais notre responsabilité d’Homme postmoderne. Le Papou ou l’ours blanc ont un droit inaliénable à l’existence que les prolifiques hommes modernes, qu’ils soient blancs, bruns ou blonds, noirs foncés ou pâles, jaunes clairs ou bronzâtres, etc., ne doivent amputer à leur profit.

Rompre avec le suprématisme consubstantiel à l’esprit moderne est donc un des préalables pour avoir à nos côtés les ours et les Papous dans le combat identitaire. Donc à la trappe le racisme, l’anthropocentrisme et tous les centrismes suprématistes envisageables. Respecter l’Autre sur le territoire l’ayant engendré serait la loi d’airain d’un mondialisme identitaire à développer. D’autres attributs seraient à envisager. Il appartient à chacun de les identifier et de les intégrer comme armes pour lutter contre le mondialisme cosmopolite dissolvant.

C’est dans cet esprit que le débat sur les composantes principales de notre futur devrait se poser.

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Vers un mondialisme identitaire

Ce mondialisme identitaire est à inventer. Il sera le garant de la diversité de la Vie sur la planète, et pas seulement de la vie des peuples et des civilisations humaines. Mais à la place d’une société uniformisée, fruit du mélange de tout ce qui est mélangeable que promeut le mondialisme anthropocentré cosmopolite, il sera respectueux des identités historiques dans un monde sachant désormais qu’il se connaît. Ce changement de perspective est plus que fondamental. Aucune autre espèce que les humains n’a acquis la conscience de la singularité de son statut sur terre. Aussi, c’est toute notre noosphère à reconstruire selon ces nouvelles ambitions. Les idéologies de la Modernité ont-elles les ressources pour penser ces nouveaux défis ou bien alors doit-on envisager sereinement de s’en débarrasser et de les laisser aux historiens des idées ?

Aucune réponse n’est certaine à ce jour. Il y a tant à faire sur ce thème. En revanche, s’engager à penser un mondialisme identitaire pour contrer ce mondialisme cosmopolite délétère est un devoir pour chacun le craignant. En phase avec le paradigme structurant la pensée moderne, ce mondialisme identitaire devra lui aussi promettre des lendemains qui chantent. Mais, de grâce, interrogeons-nous aussi sur l’issue d’un combat mené, blottis dans des forteresses, en regardant derrière soi. On ne reviendra jamais au temps des moines-soldats qu’admirait Julius Evola. Le monde a changé depuis. Notre avenir est dans le futur.

Frédéric Villaret

Notes :

(1) Forteresse Europe ! Et après ?
(2) Par référence à Le Hasard et la Nécessité, de Jacques Monod.
(3) Léon blum, 9 juillet 1925, débat sur le budget des colonies à la Chambre des députés.

Correspondance Polémia – 29/09/2016

samedi, 09 avril 2016

Laurent Ozon & Pierre Vial à Bourges!

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mercredi, 26 novembre 2014

Identitair Colloquium te Edegem

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Identitair Colloquium te Edegem

door  

We naderen stilaan het congres van Voorpost met de titel ‘Identitair Verzet in Europa’ dat volgende week plaatsvindt in Edegem (vlakbij Antwerpen) met enkele vooraanstaande sprekers. Waaronder zich ook Bert Deckers de hoofdredacteur van deze webstek bevindt. Die behoeft uiteraard geen voorstelling, maar wat betreft de andere sprekers en de keuze voor een congresopzet, toch enkele vragen aan Bart Vanpachtenbeke de voorzitter van Voorpost.

Hoe ziet het programma er precies uit?


Om 14u00 start het colloquium, het eerste panelgesprek draagt de titel ‘Nationalisme in het noorden en zuiden van Europa’. Het panelgesprek wordt geleid door Hilde De Lobel (actief bij de Deltastichting) en zal Fredrik Hagberg uit Zweden en Enric Ravello uit Catalonië enkele vragen onderwerpen. Op deze manier krijgen de mensen een beeld hoe er zowel in het noorden als het zuiden van Europa gewerkt wordt en welke thema’s zij aankaarten. Na het eerste panelgesprek komt er een muziekoptreden door Bart Den Bard die enkele Vlaamse liederen zal brengen die hij zelf geschreven heeft. Het tweede panelgesprek draagt de titel ‘Nationalistische media’. Hier zal Guy Verbelen (voorzitter v/d Deltastichting) enkele vragen stellen aan Padrig Montauzier uit Bretagne, hoofdredacteur van het tijdschrift War Raok en Bert Deckers van Rechts Actueel. Tijdens dit panelgesprek zullen de sprekers een inkijk geven hoe zij de media op hun manier bespelen. De laatste buitenlandse spreker is Tomislav Sunić uit Kroatië die het zal hebben over de wederopbouw van de Europese identiteit. Als afsluiter zal onze oud-voorzitter Johan Vanslambrouck de beginselverklaring bespreken die samen met de buitenlandse sprekers wordt onderschreven. De opzet van dit colloquium is dat er een soort van samenwerkingsakkoord ontstaat die de krachten van verschillende nationalistische organisaties uit Europa bundelt. Voorpost onderhoud al jaren banden met buitenlandse organisaties, het wordt de tijd om deze banden te versterken en het samen op te nemen tegen het bureaucratische en volksvreemde EU-systeem.

Waarom een identitair congres, wat is hier de betekenis van identitair?


De titel van het colloquium is ‘Identitair verzet in Europa’, een titel die brandend actueel is en perfect definieert wat zoveel mensen willen in Europa: in het verzet komen voor onze identiteit. Iets wat Voorpost hoog in het vaandel draagt! Identitair is de perfecte benaming om nationalisten, regionalisten, conservatieven of traditionalisten te verzamelen. Op deze manier maken we duidelijk dat verschillende stromingen in het verzet moeten komen tegen de onderdrukking van onze identiteit.

Waarom in deze congresvorm?


Vorming is één van de belangrijkste pijlers bij Voorpost, via dit colloquium wensen wij zoveel mogelijk mensen te informeren over diverse organisaties en hun manier van werken. Het is essentieel dat mensen weten waarom en op welke manier ze in het verzet kunnen komen. Ook het samenwerkingsakkoord met andere organisaties is hierbij belangrijk, hoe groter deze samenwerking wordt hoe groter het effect wanneer er bv. acties komen tegen het volksvreemde EU-systeem.

Kunt u iets meer vertellen over de sprekers?


Fredrik Hagberg uit Zweden is actief voor de organisatie Nordisk Ungdom en is voor deze organisatie verantwoordelijk voor de internationale relaties. Nordisk Ungdom is een activisten organisatie die je kan vergelijken met Voorpost. Door middel van acties proberen zij het denkpatroon van mensen en de manier waarop ze de wereld waarnemen te veranderen. Fredrik heeft een militaire achtergrond maar is het afgelopen jaar ontslagen bij het Zweedse leger voor zijn steun aan de revolutie in de Oekraïense hoofdstad Kiev.

Enric Ravello uit Catalonië is een politicus die in het verleden verantwoordelijk was voor de buitenlandse relaties voor de rechtse partij ‘Plataforma per Catalunya’ (kort PxC). Toen vorig jaar PxC zich keerde tegen het referendum voor Catalaanse onafhankelijkheid, verlieten veel Catalaanse nationalisten de partij waaronder ook Enric. Samen met deze groep richtte hij de rechtse Catalaanse onafhankelijkheidspartij op SOM (kort voor SOM CATALANS, wij zijn Catalanen).

Padrig Montauzier uit Bretagne is hoofdredacteur van het tijdschrift War Raok dat ontstaan is uit de nationalistische beweging Adsav. In het verleden was Padrig actief in de Bretoense afscheidingsbeweging ‘Front de libération de la Bretagne’ en later medeoprichter en voorzitter van de partij ‘Pobl’ (Parti pour l’organisation de la Bretagne libre). Het tijdschrift War Raok draait ondertussen volledig op zichzelf en bespreekt culturele, maatschappelijke en geschiedkundige thema’s.

Tomislav Sunić uit Kroatië is een Nieuw-Rechtse denker en schrijver die sinds de jaren negentig al reeds een achttal boeken heeft geschreven. Het boek ‘Nieuw Rechts: Voor een andere politieke cultuur’ is vertaald naar het Nederlands en zal in primeur verkocht worden op het colloquium van Voorpost. Tomislav Sunić is zelf geen lid van een politieke partij of beweging maar is wel nauw betrokken bij de nationalistische Kroatische HCSP partij.

Waar en hoe kan ik me aanmelden?


Inschrijven voor het colloquium is verplicht en kan via het nationaal secretariaat van Voorpost:
0477 491762 of
inekecleymans@hotmail.com

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jeudi, 13 novembre 2014

Tours: rencontre avec Philippe Vardon

Philippe Vardon sera l’invité du Cercle Jean Royer le jeudi 20 novembre à 20h30 au Grand Hôtel de Tours.

L’enraciné Niçois présentera son dernier ouvrage baptisé: “MILITANTS” puis débattra autour du thème: “Qu’est ce qu’être militant aujourd’hui?”
 
CJR

Philippe Vardon sera l’invité du Cercle Jean Royer le jeudi 20 novembre à 20h30 au Grand Hôtel de Tours.


L’enraciné Niçois présentera son dernier ouvrage baptisé: “MILITANTS” puis débattra autour du thème: “Qu’est ce qu’être militant aujourd’hui?”
 
CJR

Lucien Cerise: Ingénierie sociale du conflit identitaire

 

Lucien Cerise:

Ingénierie sociale du conflit identitaire

mardi, 08 juillet 2014

D'Excalibur au Graal

00:05 Publié dans Evénement | Lien permanent | Commentaires (0) | Tags : événement, france, identitaires, mouvement identitaire | |  del.icio.us | | Digg! Digg |  Facebook

mardi, 17 juin 2014

Richard Roudier à Cannes

Cannes, jeudi 19 juin,

réunion de Richard Roudier

(Réseau identités)

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jeudi, 20 février 2014

Des mémoires d’avenir enracinés et combattants

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Des mémoires d’avenir enracinés et combattants

par Georges FELTIN-TRACOL

 

Méconnu du plus grand nombre de nos compatriotes, Richard Roudier n’en est pas moins un activiste convaincu. Très tôt adhérent à Europe Action, il conduit aujourd’hui la Ligue du Midi, identitaire et régionaliste, et préside le Réseau Identités. Ce combattant politique – et culturel – a souvent porté le glaive sans pour autant renoncer à la charrue, lui qui s’impliqua fortement auprès des viticulteurs languedociens en tant que syndicaliste agricole.

 

C’est d’ailleurs sous ce titre qui réunit une arme de poing et un instrument agraire que Richard Roudier publie ses mémoires. Mais cet « itinéraire identitaire » ne se veut pas pas que biographique. Résolument tourné vers l’avenir, l’ouvrage estime que « le temps de la réunification a sonné et que le temps des laboratoires devrait s’effacer devant celui de la préparation des conditions de la victoire (p. 10) ».

 

Richard Roudier retrace son parcours. Fils de petits paysans de Béziers, il suit enfant l’effervescence poujadiste. Plus tard, ses premiers émois militants concernent la lutte viticole et son implacable répression policière hexagonale encouragée par un pouvoir parisien centralisateur qui n’a jamais digéré le grand soulèvement fraternel et méridional de 1907 brisé par l’infâme Clemenceau, personnage le plus infect de l’histoire de France avec le retors Adolphe Thiers.

 

Ligue-du-Midi-Logo-281-pixels.jpgLycéen à l’époque de la Guerre d’Algérie, il rejoint les rangs de la F.E.N. (Fédération des étudiants nationalistes) où il rencontre le jeune Pierre Krebs. Ils fondent ensemble un petit journal ronéotypé intitulé Spartiate, et lisent avec passion Europe Action. Souvent, dans le Midi, les distributions de tracts et l’organisation de réunions publiques s’achèvent par des bagarres avec les gauchistes. L’auteur ne cache pas le plaisir qu’il avait de s’y jeter… S’il passe ensuite au M.N.P. (Mouvement nationaliste de progrès), l’héritier politique d’Europe Action, il omet toute éventuelle participation au R.E.L. (Rassemblement européen de la liberté), sa version électoraliste, puis à l’I.E.O. (Institut des études occidentales) de Dominique Venner et de Thierry Maulnier, ne s’engage pas en revanche au G.R.E.C.E. dont le ton très nordiciste l’agace. Richard Roudier suit néanmoins avec intérêt ses recherches et approuve régulièrement les orientations prises par cette centrale d’idées.

 

Dans les années 1970, il préfère se rallier au combat « néo-poujadiste » de Gérard Nicoud en faveur des commerçants et des artisans. Il œuvre aussi en faveur du régionalisme politique, car son épouse et lui parlent occitan. Les décennies 1960 – 1970 voient le Languedoc, vieille terre occitane, connaître un renouveau culturel indéniable. La période est propice pour de multiples initiatives occitanistes, en particulier sous l’impulsion de Robert Lafont et de François Fontan. Mais l’occitanisme politique a le travers de reprendre des thématiques gauchistes qui feront son bref succès après 1968. En réponse à cette gauchisation contestable, Richard Roudier, sa future femme, Maryvonne, et Jean-Louis Lin fondent un mouvement nationaliste-révolutionnaire occitan : Poble d’Oc. On peut regretter que cette formation originale ne soit traitée qu’en quelques pages alors que son histoire intellectuelle mériterait d’être découverte. La gauchisation de l’occitanisme n’ont pas éteint son régionalisme. Bien au contraire. « Être identitaire, c’est vivre chaque jour son enracinement; se dire blanc, occidental, européen, français est vide de sens s’il n’y a pas à la base une identité locale forte. […] Aussi, le combat identitaire n’est pas le combat contre la France, mais contre une certaine France, celle du centralisme jacobin, de l’administration tatillonne, de la réduction des libertés publiques, celle de la bouillie “ métissarde ”, du nihilisme, du nivellement, celle de la décadence et du renoncement (pp. 164 – 165). » Il est indispensable de refaire une France européenne des régions renaissantes.

 

Richard Roudier relate aussi ses « travaux pratiques » en métapolitique. Désireux de déloger les communistes de la mairie de Béziers, il se met au service de notables droitiers d’obédience giscardienne et, une fois les municipales remportées en 1983, applique une « métapo » au quotidien, ce qui lui vaut de devenir un « homme à abattre » et de passer deux semaines en détention préventive, suite à une cabale. « Si la métapolitique recommandée par Alain de Benoist est bien un moyen suprême de combat, je me demande aujourd’hui si c’est le bon moyen de conquérir le pouvoir quand elle est employée seule ? Je me demande si la “ métapo ” n’attend pas plutôt que nous soyons d’abord au pouvoir pour donner tout son rendement en s’appelant alors “ propagande du régime ”, une science aussi vieille que la politique ? (pp. 64 – 65) » La question demeure pertinente. L’action métapolitique entreprise en 1977 – 1979 par le contrôle des rédactions de la presse écrite parisienne (Valeurs actuelles, Le Spectacle du Monde, Le Figaro-Magazine…) a échoué comme ont raté le travail municipal auprès des associations et l’entrisme dans des partis politiques (la droite institutionnelle avec le Club de l’Horloge ou le F.N. pour les grécistes). La solution viendrait-elle d’un « gramscisme technologique, internautique, cybernétique » ? On ne peut l’avancer. Sans des événements exceptionnels ou graves, la circulation des idées reste lente et aléatoire. D’où peut-être l’obligation de mener simultanément actions politiques ponctuelles et réflexions intellectuelles de fond. Or il existe une incompatibilité profonde entre ces deux modes opératoires…

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Vers la fin du XXe siècle, Richard Roudier s’active au sein d’Unité radicale, puis dans le Bloc Identitaire avant de s’en séparer pour cause de divergences majeures. Avec des identitaires bretons et alsaciens, il lance le Réseau Identités qui va présenter des candidats aux législatives de 2012 parce qu’« aucun révolutionnaire ne peut récuser l’électoralisme par principe (p. 110) ». Lors de son passage au sein d’Unité radicale et du Bloc Identitaire, il défendit La nouvelle question juive de Guillaume Faye, fit écarter le slogan « À Paris comme à Gaza : intifada ! » et imposa une ligne neutraliste résumée par la formule lapidaire « Ni keffieh, ni kippa ». Très critique envers des mouvements qui se focalisent totalement sur les relations extérieures, il considère que « l’expression d’une radicalité en politique étrangère est une manière de faire du bruit sans avoir de fond. Depuis quarante ans, je suis averti par expérience que seule l’indigence de réflexion doctrinale sur les problèmes intérieurs et sociétaux amène un mouvement à disserter sans fin sur la géostratégie amenant chacun de ses militants à se transformer en mini-Clauswitz, cela sans se préoccuper de son voisin qui souffre de mille maux (p. 79) ». L’auteur affirme nettement que l’ennemi principal est « le responsable politique ou associatif qui n’a pas empêché le pauvre bougre subsaharien d’entrer ou celui qui l’a encouragé à venir et qui, pour cacher sa veulerie, me vante l’immigration comme une “ chance pour la France ”, alors que la fausseté du propos n’est plus à démontrer. Mon ennemi […] est surtout Français, gauchiste, halluciné, corrompu, jacobin, affairiste, républicain, démagogue, socialiste, libéral, que sais-je encore ? (pp. 81 – 82) ».

 

Richard Roudier évoque aussi la propriété qu’il a acquise en 1989 « dans les premiers contreforts des Cévennes (p. 71) » et qui constitue une véritable B.A.D. (base autonome durable). Il n’est d’ailleurs pas anodin qu’un de ses fils, Olivier, soit « devenu un théoricien passionnant de la décroissance et de la nécessaire reconquête des terres par les néo-ruraux (p. 72) ». Agir métapolitiquement auprès des populations péri-urbaines ne serait-elle pas une réponse adaptée aux enjeux actuels ? Cela suppose au préalable l’élaboration d’une plate-forme programmatique. En effet, « outre qu’il participe de la dynamique initiale d’un groupe, l’esprit de plate-forme élargit le recrutement. En se fixant naturellement en priorité sur des accords déjà majoritairement acquis, il élargit la base de recrutement tout en augmentant la discipline intérieure par l’existence d’un embryon de doctrine écrite faisant loi (p. 125) ». Le Réseau Identités coopère ainsi avec la mouvance solidariste de Serge Ayoub et les royalistes non-conformistes, « militaro-décroissants » et « hyper-français » du Lys noir.

 

Dans les derniers chapitres de son livre, Richard Roudier propose une base commune de collaboration entre les différentes forces dissidentes afin d’alimenter un processus séparatiste latent et de susciter des communautés autochtones, fondements à venir d’une Alter-Europe eurosibérienne, libérée de l’emprise de l’O.T.A.N. Dans l’immédiat, cet Européen qui a voté non lors du référendum entend renouer avec la vision d’une « Europe nationale, libre et indépendante » naguère prônée par Maurice Bardèche. L’auteur en appelle finalement à une « grande conjuration des ruptures (p. 202) ». Mais, bien entendu, pour qu’adviennent ces ruptures nécessaires, « pour renverser un processus de mort, pour renverser la vapeur du déclin, pour renverser des valeurs mutantes et des lois putrides, pour renverser l’ordre des choses, il faut au moins renverser le gouvernement (p. 138) ». L’échec patent de l’opposition au mariage homosexuel témoigne de l’amateurisme petit-bourgeois et du légalisme naïf des organisateurs et de la majorité des manifestants. Préparer les esprits pour déclencher l’étincelle suppose par conséquent une intense formation d’activistes prêts à encadrer des colères surgies de la population. Et si, plutôt que sociétale, l’« insurrection qui vient » était finalement sociale, populaire et locale ?

 

Georges Feltin-Tracol

 

• Richard Roudier, Le Glaive et la Charrue. Itinéraire identitaire, Éditions Identitor (B.P. 1 – 7114, 30 912 Nîmes C.E.D.E.X. 2), 2013, 205 p., 14,50 €.

 


 

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jeudi, 02 janvier 2014

Démondialisation, identités et localisme

Démondialisation, identités et localisme

par Georges FELTIN-TRACOL

 

Contrairement à ce qu’affirment la vulgate officielle et quelques-uns de ses perroquets marginaux affublés du titre complaisant de « dissidents », la mondialisation est réversible et peut être mise en échec. À la condition toutefois de préparer dans les faits, le quotidien et les esprit une véritable alternative culturelle et comportementale.

 

Depuis 2011, IDées est la maison d’éditions du Bloc Identitaire. Après avoir publié cinq ouvrages, voici le sixième : un recueil qui entend bâtir un autre monde… riche en diversité authentique.

 

Anti-mondialiste pro-local se veut un livre de combat à la fois pédagogique et réaliste. Les auteurs partent d’un constat simple : la fin des années 1990 et le début des années 2000 ont vu le triomphe médiatique de la contestation à l’égard de la mondialisation libérale et de son bras armé idéologique, le mondialisme. Mais cette vive opposition, incarnée en France par le syndicaliste paysan José Bové, n’a pas encouragé l’enracinement et les identités bio-culturelles. Bien au contraire ! D’abord  « anti-mondialistes », ses militants, sortis de la gauche radicale, de l’extrême gauche et de l’écologie sociétale, se dénommèrent vite assez rapidement d’« altermondialistes », c’est-à-dire favorables à « un autre mondialisme donc, souligne Arnaud Naudin, se voulant une sorte d’internationalisme bon enfant où toute forme d’affirmation identitaire au sein du combat contre la globalisation serait non seulement mal vue mais surtout combattue. Un internationalisme qui semble proclamer que seuls les peuples du Sud bénéficient de ce fameux droit à disposer d’eux-mêmes (selon la fameuse formule identitaire) (p. 9) ». Dès lors, « ce livre est politique parce qu’il place les partisans de l’altermondialisme face à leurs contradictions en arrimant la relocalisation des activités à la relocalisation des êtres. Pour le dire autrement, en affirmant clairement le lien entre localisme et identité (p. 11) ». D’ailleurs, dans un extrait du programme pré-présidentiel d’Arnaud Gouillon en 2012, on lit que les « altermondialistes […] ne se veulent, comme leur nom l’indique, que des mondialistes alternatifs aux libéraux (p. 15) ». Qu’ils soient ou non militants au Bloc Identitaire, les identitaires dans toutes leurs sensibilités ont compris l’importance de répliquer à la mondialisation par le thème novateur de la démondialisation. On retrouve aussi dans ce volume une recension du bref essai éponyme d’Arnaud Montebourg rédigé au moment des primaires socialistes.

 

Avant même d’être économique, la démondialisation est d’abord politique et culturelle. Est-ce ensuite étonnant que Arnaud Naudin considère que « le politique doit primer sur l’économie (p. 10) » ? Animateur parisien du Projet Apache, Alban Ferrari s’attaque, lui, au multiculturalisme, ce terme mensonger qui désigne en réalité l’indistinction marchande des peuples et des êtres. Il promeut en revanche un véritable polyculturalisme enraciné et rappelle à ce sujet que « la polyphonie des cultures n’est pas antagoniste avec le besoin d’unité, dans le cadre d’une civilisation commune. Dans notre cas, la civilisation européenne (p. 46) ». Ce Francilien défend fort logiquement le maintien et la diffusion des langues vernaculaires européennes qu’il ne faut pas confondre, comme le font les « régionalistes progressistes », avec les langues accompagnant l’immigration allogène de peuplement. « Pratiquer et transmettre une langue régionale à ses enfants est une forme de résistance face à l’uniformisation, écrit Alban Ferrari. […] Relocaliser la culture langagière chez nous c’est défendre à la fois la langue française et les langues françaises (p. 46). »

 

Principale figure du Bloc Identitaire, Philippe Vardon-Raybaud se place volontiers sous l’identité et la liberté afin de contrer l’uniformité et l’égalité. En s’affirmant « Nissart, Français et Européen (p. 27) », il souligne une évidence pour l’instant bien oubliée ces temps-ci : « L’Europe est une réalité géographique, historique, culturelle, spirituelle et… ethnique (p. 28). » Aussi constate-t-il que « si l’identité est un héritage, elle doit aussi être une volonté (p. 29) ». Alban Ferrari traduit ce volontarisme par la nécessité d’innover en puisant dans la riche trame mémorielle, patrimoniale et culturelle ancestrale. « Créativité et audace au service de son identité (p. 49). »

 

Citoyen helvétique, Jean-David Cattin explique le fédéralisme et la démocratie semi-directe en vigueur chez lui. Il en retrace l’histoire, mentionne la courte guerre civile du Sonderbund en 1847 et ne cache pas que les imperfections du système politique suisse subverti par des organismes internationaux comme l’Union soi-disant européenne ou d’États criminels tels les États-Unis d’Amérique, toujours désireux de soumettre les peuples rétifs. Pour lui, « le peuple suisse ne vit donc pas dans un paradis démocratique et n’est pas aussi libre et souverain qu’il pourrait l’être, mais il est évident qu’en comparaison européenne la Suisse est une anomalie qui pourrait peut-être servir de modèle ou en tout cas d’inspiration pour l’Europe de demain (p. 86) ».

 

Mais la partie intellectuelle la plus féconde concerne le localisme, la décroissance et la relocalisation. Cette dernière « est l’application d’autres règles que celles du libre échange international […]. Face à l’uniformité des objets mondiaux jetables et uniformes, elle secrète de l’authenticité, de l’art, de la culture (p. 19) ». Écologique (et véritablement écologiste), la relocalisation s’oppose « au mondialisme, sans tomber dans les travers du nationalisme et de l’étatisme autoritaire, lointain et technocratique (p. 20) ». Sa démarche s’inscrit dans le localisme, cette « pratique saine puisqu’elle consiste, entre autres bienfaits, à redynamiser l’économie d’un territoire (p. 40) ». « Se situant à la jonction de l’écologie et de l’économie, le localisme est à même de façonner un monde apaisé dans ses relations économiques, un monde plus juste (p. 15). » Ainsi découle-t-il la singulière et originale proposition d’« extraire du carcan étatique les solidarités collectives (santé, retraites, etc.) pour les rendre locales et transparentes (p. 21) ».

 

Quant à Julien Langella, il estime que le localisme rejette de manière la « centralisation [qui] est un vampirisme : il saigne le pays et aspire toutes ses forces vives, pillant les provinces comme les pays développés (p. 63) ». Il tient surtout à développer une conception révolutionnaire de la décroissance. Remarquant que « les décroissants actuels, coincés entre leur filiation gauchiste – libertaire et leur apologie du local, ne sont pas très à l’aise avec ces notions d’enracinement et de terroir. Normal : c’est nouveau pour eux. La relocalisation a un “ rôle stratégique ” au sein du projet décroissant : penser global, agir local (p. 59) », il invite les identitaires à combattre la construction de nouvelles lignes à grande vitesse, la diminution inquiétante des surfaces arables (essentielles pour l’indépendance alimentaire) au profit d’espaces bétonnés, le productivisme agricole, l’usage des O.G.M., la privatisation du vivant par les multinationales prédatrices… Il est évident que, pour Julien Langella, « la décroissance est notre avenir obligé : mieux vaut anticiper et choisir de l’accompagner, pour avoir son mot à dire dans l’élaboration de la société qui s’ébauchera par la suite plutôt que subir les affres des restrictions, du rationnement et du chaos social qui en résultera (pp. 57 – 58) ».

 

Comme le relève Arnaud Naudin, « il n’est pas possible de dissocier décroissance, souveraineté alimentaire, ou relocalisation des activités industrielles de la question identitaire. En effet, promouvoir ces trois principes revient à défendre la diversité, mais surtout le terroir, l’enracinement, et donc à un moment ou un autre le substrat ethnoculturel propre à chaque civilisation (p. 10) ». Une planète enfin relocalisée est plus que souhaitable; elle est indispensable. L’anti-mondialisme conséquent, fondamentalement identitaire – car populaire -, a par conséquent un bel avenir devant lui !

 

Georges Feltin-Tracol

 

• Jean-David Cattin, Alban Ferrari, Julien Langella, Arnaud Naudin, Philippe Vardon-Raybaud, Anti-mondialiste pro-local, IDées, Nice, 2013, 89 p., 10 €.

 


 

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vendredi, 10 mai 2013

Première ligne

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jeudi, 12 janvier 2012

Nouvelle livraison du magazine "Terre et Peuple"

 Une nouvelle livraison du magazine "Terre et Peuple" :

 

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Editorial

par Pierre Vial

Président de Terre et peuple

C’est un bien plaisant spectacle que celui offert par les intellos déguisés en prophètes, un Bernard-Henri Lévy en tête (plus sûr de lui et dominateur que jamais, affirmant avoir agi « en juif » en lançant la France dans l’imbroglio libyen), qui annonçaient avec des trémolos la floraison de démocraties dans le monde musulman, grâce à ces révolutions successives baptisées « printemps arabe » et devant imposer la religion des droits de l’homme dans des pays censés rêver d’importer les « valeurs occidentales ».

Patatras. Les charlots sont obligés (sauf Lévy, bien sûr) d’avouer qu’ils avaient tout faux. Ils voulaient Rousseau, Voltaire et Diderot. Ils ont la charia. Alain Frachon, dans Le Monde (9 décembre), bat sa coulpe : «Soyons honnêtes : ces lendemains électoraux de « printemps arabe » nous laissent la gueule de bois. Après le moment lyrico-révolutionnaire, retour au réel : la force dominante dans le monde arabe, ce sont les islamistes (…) Le pouvoir ne revient pas aux gentils utilisateurs de Twitter, de Facebook et autres « réseaux sociaux » ; il se prend à l’ancienne, avec des partis de militants bien organisés comme ceux des islamistes. Les élections ne se décident pas dans les cafés Internet. Quand l’hebdomadaire américain Time dresse pour 2011 sa liste des « cent personnes les plus influentes dans le monde », il installe un Egyptien en haut de classement, Wael Ghonim. Cadre chez Google, Ghonim est ce jeune homme qui organisa sur Facebook la première mobilisation contre Hosni Moubarak. Interrogé cette semaine par Gideon Rachman, du Financial Times, un diplomate américain observe, amer : « Wael Ghonim est peut-être l’une des personnes les plus influentes au monde, mais il semble qu’il n’a guère d’influence en Egypte »… Le premier tour des élections législatives égyptiennes a vu, cette semaine, l’écrasement des partis laïques, les amis de Wael Ghonim, et la victoire des partis islamistes. Ceux-ci l’ont aussi emporté en Tunisie lors d’élections à une Assemblée constituante. Au Caire comme à Tunis, les « Frères », ces tenants d’un islam politique censé avoir réponse à tout, n’ont pourtant pas été à l’origine du « printemps arabe » : ils ont pris le train en marche ». Et Frachon conclut : « Le monde arabe est entré dans une phase de turbulences qui ne fait que commencer. Les Etats-Unis et l’Europe n’ont sur ces événements qu’une capacité d’influence limitée. Mieux vaut s’y faire ».

Cette lucidité trop tardive et ce fatalisme sont typiques, chez les Occidentaux, d’une abdication mentale qui prépare une abdication physique, devant des gens venus d’ailleurs et qui occupent notre terre. « Ils » sont là, n’est-ce pas, et « ils » ne repartiront pas. Qu’y faire ? Préparons-nous donc à subir leur loi. C’est ce qui est le plus raisonnable. Et le moins risqué.

Un tel état d’esprit décadent, un tel renoncement sont proches parents de la mentalité de tant de nos compatriotes – ceux qui acceptent la loi du Système, la loi de cet argent-roi qui marque au fer rouge une société soumise au capitalisme apatride. Des esclaves qui acceptent l’esclavage comme l’accepte le bétail engraissé de façon intensive, parce qu’il est trop fatiguant et trop dangereux d’essayer de rompre les chaînes.

Mais les âmes fortes ne peuvent accepter un destin de cloportes. Elles choisissent d’être des rebelles, des révoltés ou des révolutionnaires. Le rebelle refuse le Système en place et se met en rupture d’obéissance par rapport à lui. Le révolté agit pour que sa rébellion se manifeste concrètement, se traduise dans les faits. Le révolutionnaire combat pour instaurer un ordre nouveau. Est-il nécessaire de préciser que nous avons fait ce dernier choix ?

La Révolution est un rêve, « immense et rouge », qui a animé tant de nos prédécesseurs aux XIXe et XXe siècles. Un rêve pour certains, un cauchemar pour d’autres, comme dit Merlin l’Enchanteur. Les gens « raisonnables », les modérés (comme disait Abel Bonnard), les bourgeois nous reprochent d’être des rêveurs. Laissons-les à leur platitude, à leur médiocrité. Car nous savons, nous, au plus profond de nous, qu’un jour le rêve deviendra réalité. Si les dieux le veulent. Et si nous aidons les dieux à le vouloir, selon la tradition hyperboréenne. Pour cela, il suffit de se battre.

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Conférence de Pierre VIAL

‘‘Idées reçues sur le moyen âge’’

JEUDI 2 FEVRIER - 19 H 30

Le Local  92 rue de Javel 75015 PARIS

Métro Félix Faure

jeudi, 22 décembre 2011

Eléments pour une contre-culture identitaire

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« Eléments pour une contre-culture identitaire » de Philippe Vardon

Ex: http://www.polemia.com

La guerre culturelle fait rage. L’oligarchie dominante mène une offensive tous azimuts contre la culture française et les humanités. Après les écoles de journalistes et les concours administratifs, Sciences-Po élimine progressivement la culture générale de son cursus d’entrée. Dans la même logique le non-art contemporain s’attaque au patrimoine historique et religieux français : occupation des hauts lieux (Versailles, Le Louvre), tombereaux d’injures sur le sacré chrétien (Piss Christ, Sur le concept du visage du Christ, Golgota Picnic).

En face la résistance s’organise : l’inacceptable n’est plus toujours accepté sans protestations. La dissidence aussi se développe dans une partie de la population française qui transmet à ses enfants la culture traditionnelle en marge de l’Education nationale : à travers des écoles libres ou indépendantes, des manuels alternatifs, des rites anciens, des fêtes enracinées, le scoutisme traditionnel ou la fréquentation des hauts lieux.

Un abécédaire subjectif

C’est dans ce même esprit qu’il faut lire le livre de Philippe Vardon : Eléments pour une contre-culture identitaire. Les Identitaires sont connus pour leurs actions spectaculaires, notamment contre l’islamisation de la France. Mais la démarche identitaire ne se réduit pas à combattre une colonisation étrangère, elle s’attache aussi à la définition d’une identité positive, d’une « contre-culture qui doit s’incarner, s’authentifier dans la vie, dans l’action », selon Philippe Vardon qui évoque « [non pas] un musée de la rébellion, mais bien le ferment d’une contre-société, apte à constituer une alternative solide et à replacer le système malade et suicidaire dans lequel nous tentons de survivre. Notre contre-culture doit être le roc sur lequel bâtir nos îlots de liberté et d’identité (nos « isolats », écrirait Jean Raspail, l’un des grands guides de cet abécédaire à côté d’autres figures incontournables comme Dominique Venner), nos bastions au milieu des ruines. (…) En prenant bien soin de ne jamais se retrouver dans le dernier carré mais d’être toujours à l’avant-garde ».

La forme choisie pour le livre est plaisante : c’est celle d’un abécédaire, évidemment subjectif.

Un abécédaire où on trouve :

  • - Des recettes d’agitprop : l’apéro-saucisson-pinard, ou l’hacktivisme des cochons sauvages, la piraterie politique… et les recettes du pochoir, Ti-Breizh, maison communautaire bretonne, et la CasaPound des alternatifs italiens ; mais aussi Fdesouche et Radio Courtoisie, « exemple de projet alternatif (…) dont la grille s’est rajeunie » ; sans oublier les AMAP, Associations pour le maintien d’une agriculture paysanne, où cohabitent écolos, bobos et identitaires. Et l’attitude recommandée en « GAV » (la garde à vue) : la discrétion…

Héros solaires, hauts lieux et écrivains de race

  • - Un certain imaginaire cinématographique : Au nom du père, Bloody Sunday ou Braveheart mais aussi Fight Club, Audiard, Clint Eastwood et Sean Connery.
  • - Des héros solaires : Hector de Troie et Jean de Brem, Léonidas et Mishima, Catherine Ségurane et Antoine de Saint-Exupéry, Ulysse et le monde merveilleux de Tolkien.
  • - Des écrivains de race : Ernst Junger et Dominique Venner, Jean Raspail et Henri Vincenot, Roger Nimier et Antoine Blondin, Bernanos et Vladimir Volkoff. Kipling aussi dont le « Tu seras un homme, mon fils » continue, de génération en génération, à construire la force d’âme.
  • - Des hauts lieux : Covadonga où commença la Reconquista et la rivière Ibar où résistent les Serbes du Kossovo, Sparte et les Thermopyles, Lépante et Brocéliande.
  • - Des armes d’analyse et de combat intellectuel : l’archéofuturisme, le droit des peuples à demeurer eux-mêmes, la démocratie directe, la démondialisation, dissident 2.0, xénophile (collabo), et même catholique solaire.
  • - Le rock alternatif et la BD : Hôtel Stella, Laïbach et Corto Maltese.
  • - Les fringues : le barbour, le vêtement qui dure, le béret signe d’affirmation identitaire française et les Ray-Ban parce qu’il faut bien frimer un peu.

Bien sûr l’expression d’une vision du monde à travers un abécédaire rencontre ses limites : mettre sur le même plan de l’éternel et de l’éphémère, faire la part belle aux courants contemporains et à leurs travers, allant de l’usage abusif de l’anglais au… tatouage.

Homère et… capitaine Albator

Les pessimistes, ou les esprits grincheux, déploreront qu’Homère se retrouve sur le même plan que Capitaine Albator, le pirate de Manga japonais. Les optimistes, ou les esprits béats, se réjouiront que la longue mémoire européenne se transmette à travers de grands textes mais aussi des images et des chansons d’aujourd’hui.

Philippe Vardon convient volontiers des limites de son exercice et confie : « C’est bien d’ailleurs ma grande honte que de pouvoir écrire plusieurs pages sur les « Ultras » (groupes violents de supporters de foot) ou le corsaire Albator et seulement quelques lignes sur l’illustre Homère. » Né en 1980, Philippe Vardon est évidemment une victime de l’Education nationale, on ne lui en fera pas le reproche. Mais on le remerciera de cette présentation agréable et positive de la culture alternative identitaire, une culture qui véhicule à sa manière la longue mémoire française et européenne. On sera aussi reconnaissant à Philippe Vardon d’avoir choisi la forme traditionnelle du livre pour s’y exprimer et d’avoir ainsi ramené vers la lecture de jeunes hommes et de jeunes femmes qui s’en sont souvent éloignés.

Jean-Yves Le Gallou

Philippe Vardon-Raybaud, Eléments pour une contre-culture identitaire, Nice, IDées, 2011, 304 p., 20 € ; pour se le procurer, cf. le site http://www.contre-culture.com/

Voir aussi :

Un abécédaire contre-culturel par Georges Feltin-Tracol

Correspondance Polémia – 22/12/2011

jeudi, 01 décembre 2011

Entretien avec Enrique Ravello (PxC) sur les élections espagnoles

Entretien avec Enrique Ravello (PxC) sur les élections espagnoles
 
Ex: http://fr.novopress.info/
 
Dimanche, les élections législatives espagnoles ont vu la victoire écrasante des conservateurs sur les socialistes, au pouvoir depuis 2004 (ils avaient à l’époque profité de façon inattendue des attentats du 11 mars 2004).

Outre cette victoire de la droite, le parti identitaire catalan Plataforma per Catalunya (PxC) a confirmé sa laborieuse percée politique, qui s’affirme élection après élection. Cette année, PxC avait présenté des listes dans les quatre provinces de Catalogne (Barcelona, Tarragona, Lérida, Gerona). Les identitaires catalans n’ont pas encore réussi à décrocher un siège de député (il leur aurait fallu obtenir 3% des suffrages dans la province de Barcelone, mais PxC est resté scotché à 2%). Cependant c’est la première fois depuis longtemps qu’une formation identitaire ou nationaliste pouvait espérer décrocher un siège. Et devrait être en mesure de le faire lors des prochains scrutins.

Pour faire le point sur la situation politique en Espagne et l’avenir du mouvement identitaire outre-Pyrénées, nous avons rencontré Enrique Ravello, responsable des affaires extérieures de Plataforma per Catalunya.

 

 

Quel est votre sentiment sur les résultats de votre mouvement aux élections législatives ?

 

Nous obtenons 60.000 voix sur l’ensemble de la Catalogne (59781 pour être précis), dont 52985 dans la province de Barcelone (soit 2,02% des voix à Barcelone). Nous avons beaucoup travaillé et progressé dans la banlieue de Barcelone, mais la capitale catalane nécessite encore du temps pour que nous y progressions de façon suffisante pour obtenir un siège de député dans la province.

 

Nous sommes un mouvement jeune, il nous a donc manqué encore quelques années de travail et un peu de couverture médiatique, mais pour la prochaine fois cela devrait être la bonne !

 

En comparaison, les autres partis espagnols de tendance nationaliste ont obtenu des scores extrêmement faibles, aucun d’entre eux ne rassemblant plus de 10.000 voix sur l’ensemble du territoire espagnol, alors que nous en rassemblons 60.000 sur la seule Catalogne.

 

En conclusion, nous aurions bien évidemment préféré faire un peu plus et entrer au Parlement espagnol, mais ce n’est vraiment pas un mauvais résultat pour nous.

 

Pouvez-vous nous décrire rapidement l’histoire de votre mouvement, ses orientations politiques ? Comment conciliez-vous votre régionalisme catalan avec l’Espagne ?

 

Plataforma per Catalunya a vu le jour en 2001, lorsque Josep Anglada décida de se présenter aux municipales dans sa ville, Vic (ville de 40.000 habitants près de Barcelone), avec pour slogan « pour un meilleur contrôle de l’immigration, améliorons la sécurité de la ville ». En 2001, l’Espagne vivait en pleine démagogie immigrationiste, et autant les conservateurs du Parti Populaire que les socialistes du PSOE clamaient les bienfaits de la légalisation massive des immigrés qui « contribuaient au développement économique du pays » et « s’intégraient très bien dans notre société ». Anglada fut l’un des premiers à remarquer que ce n’était pas le cas, et aujourd’hui ce sont ces mêmes conservateurs et socialistes qui veulent se rapprocher de notre discours anti-immigration devant le chaos généré par la légalisation de millions d’étrangers dans notre pays.

 

En 2002, Plataforma per Catalunya a effectué sa première percée médiatique, après avoir rassemblé de nombreux manifestants contre la construction d’une mosquée à Premia de Mar, que nous avons réussi à stopper.

 

Rappelons qu’en 1996, l’Espagne comptait 1% de population étrangère (quasiment tous venus de l’Europe du nord, vivant ici leur retraite et étant parfaitement acceptés par la population espagnole). Aujourd’hui, nous avons 14% d’étrangers en Espagne, légalisés de nombreuses façons, et provenant de divers pays du Tiers Monde.

 

Aux élections locales de 2003, cinq conseillers municipaux ont été élus et la presse commence à parler de « l’effet Anglada ». En 2007, le nombre de conseillers municipaux s’élève à 17. Cette même année, des délégations du Vlaams Belang et de la Lega Nord participent au 5ème congrès du parti, marquant l’intégration de PxC au réseau des partis identitaires européens.

 

En novembre 2010 ont eu lieu les élections au Parlement catalan : Plataforma per Catalunya a obtenu 2,6% des votes, il ne nous a manqué que quelques milliers de voix pour atteindre les 3% nécessaires pour obtenir une représentation au Parlement catalan. Au printemps suivant, en mai 2011, PxC a rencontré le succès aux élections locales, en obtenant 67 élus.

 

Concernant les relations entre notre défense de la Catalogne au sein de l’Espagne notre position est claire : nous plaidons la défense et la promotion maximales de la langue, de la culture et de l’identité catalanes, par là nous demandons également un maximum d’autonomie, tout en restant au sein de l’Etat espagnol et en faisant preuve de solidarité et de coopération avec les autres populations (basque, castillane, gallique) qui composent notre Etat historique.

 

Il faut savoir que le processus de formation de l’Espagne est assez différent de celui de la France, qui est depuis toujours beaucoup plus centralisée. Durant l’Espagne des rois catholiques, on ne parlait que le catalan en Catalogne, et le castillan ne commença à être introduit qu’à partir de 1714 et Philippe V, premier Bourbon à régner en Espagne. Jusqu’alors, la Catalogne avait gardé sa langue, ses lois et son autonomie et cela ne l’empêche pas de se sentir pleinement espagnole, tout comme la Castille.

 

En ce sens, Plaraforma per Catalunya est pour réactualiser la forme traditionnelle selon laquelle l’Espagne fut organisée durant des siècles, qui n’était pas celle de l’assimilation à un modèle central unique, mais l’intégration harmonieuse de tous les territoires et peuples qui composent l’Espagne dans le plus grand respect et la promotion de ses identités respectives.

 

Les medias parlent de votre projet de créer un parti national, avec d’autres « Plataforma ». Pourriez-vous nous en dire plus ?

 

Lors de notre prochain congrès, nous annoncerons la création de ce parti national avec un nouvel acronyme et avec une action dans tout le territoire espagnol. Ce parti aura des délégations dans chacune des communautés autonomes (régions) espagnoles, où il pourra agir sous un acronyme général et, comme cela est le cas en Catalogne, avec l’acronyme de cette communauté (région). En Catalogne, nous continuerons donc à rester Plataforma per Catalunya.

 

Le parti national continuera à avoir une structure unique d’organisation et de direction, et sera dirigé par l’actuel président et comité exécutif de Plataforma per Catalunya, qui logiquement iront investir des personnes d’autres lieux en Espagne.

 

Nous ferons une présentation médiatique au courant de l’année à venir. Nous sommes totalement assurés que ce parti sera la force identitaire de référence pour tous nos amis européens.

 

 Lors de votre campagne, vous avez reçu le soutien de partis populistes et nationalistes comme le Vlaams Belang, le FPÖ ou la Lega Nord. En France, vous avez des contacts avec plusieurs structures. Quelle est votre stratégie au niveau européen ?

 

Avant toute chose, nous souhaitons exprimer notre gratitude envers le FPÖ et le Vlaams Belang, pour tout l’appui logistique, politique, personnel de toute sorte qu’ils nous ont donné durant ces dernières années.

 

Nous entretenons avec ces deux mouvements d’étroites relations officielles, et ils sont notre référence pour toute alliance et discussions au niveau européen. Nous tenons aussi à signaler que nous avons une relation fluide avec la Lega Nord, dont nous savons qu’elle va être plus étroite encore dans un futur proche.

 

Interview d’Enrique Ravello (PxC) après les élections espagnoles [vidéo]

Représentants de la Lega Nord au dernier congrès de PxC

 

Notre stratégie européenne est simple. Nous pensons que la coordination et la collaboration entre tous les mouvements identitaires européens est une nécessité absolue par ce que nous voulons éviter la déliquescence de notre continent et répondre à la menace mortelle que rencontre notre civilisation millénaire : l’immigration, la mondialisation, l’islamisation, la régression démographique, la colonisation par des millions d’immigrés installés sur notre territoire, la soumission de notre économies aux marchés financiers internationaux sont des dangers d’une telle dimension à laquelle seule une réponse coordonnée de toutes les forces identitaires européennes peuvent faire face.

 

Mais soyons clairs : nous ne pouvons pas subordonner les intérêts de l’Europe au bénéfice des pouvoirs atlantistes pilotés par Washington au nom d’une soi-disant « lutte contre l’Islam », qui est un sophisme de la propagande du système, comme on a pu le constater récemment en Libye.

 

 L’Espagne fait partie des pays en situation délicate en ce qui concerne sa dette publique. Quelles en sont selon vous les causes, et quelles solutions préconisez-vous ? Etes-vous partisan, comme Marine Le Pen, d’une sortie de l’euro ?

 

Le niveau de la dette de l’Espagne est intolérable, comme pour tous les pays de notre environnement (y compris les Etats-Unis), nous sommes arrivés à un niveau de dette que nous ne sommes plus en mesure de dominer.

 

Cette situation est une conséquence d’une des plus grandes erreurs de la classe politique occidentale : penser à court terme et privilégier l’intérêt du parti à celui de la communauté nationale. C’est ainsi que les politiques se sont endettés (ou plus exactement nous ont endetté) de manière irresponsable, uniquement pour obtenir les faveurs de l’électorat et réussir leur réélection, sans se soucier des proportions que prenait la dette.

 

Eh bien, le moment du remboursement arrive désormais, et il n’y a plus d’argent pour le faire. Dans ces circonstances, le pire est que les banques qui ont prêté cet argent ne veulent pas seulement être remboursées mais veulent aussi obtenir la subordination intégrale du pouvoir politique au pouvoir économique, avec pour conséquence le sacrifice de l’Etat-providence pour les intérêts des marchés financiers internationaux. Un désastre, avec des coupables connus : les hommes politiques libéraux et socio-démocrates.

 

Dans ce contexte, à court terme, il faut générer urgemment des excédents budgétaires aptes à réduire progressivement la dette. Mais il faudra pour cela obligatoirement encadrer le paiement des intérêts de la dette, et imposer à l’avenir des limites légales aux conditions d’endettement.

 

Dans le même temps, il faut taxer l’hyper-classe et l’Empire bancaire, notamment les bénéfices bancaires et les transactions financières internationales, et éliminer tous les paradis fiscaux et autres stratégies de défiscalisation (résidences et nationalités de « convenance ») qui sont la base de l’évasion fiscale. Le remboursement de la dette ne peut pas se faire que sur le seul dos de la classe moyenne !

 

Bien que l’Euro ait appauvri l’économie espagnole, une sortie unilatérale ne serait pas possible, et en ce moment cela générerait plus de problèmes que de solutions pour l’Espagne. Le problème de l’Euro, c’est qu’il n’est soumis au contrôle d’aucun pouvoir public, sinon à celui de la Banque Centrale Européenne, une entité financière indépendante et sans responsabilité ni légitimité politique ou démocratique. C’est cet aspect que nous reprochons à l’UE, qui est hélas une institution technocratique et mondialiste, c’est pour cela que nous disons non à l’Europe des banquiers et des technocrates, mais nous dirons toujours oui à l’Europe des peuples et des nations, à cette Europe que nous voulons construire autrement.

 

Par ailleurs, nous sommes en accord avec les déclarations de Marine Le Pen demandant une sortie de la France de l’OTAN, une politique de défense indépendante des Etats-Unis, et un rapprochement stratégique avec la Russie. Cela pourrait modifier l’équilibre international actuel et permettre d’en finir avec l’hégémonie des Etats-Unis sur la scène mondiale.

 

 Comment expliquez-vous qu’en dehors de votre mouvement, les autres partis nationalistes en Espagne réalisent des scores incroyablement faibles ?

 

Il me semble difficile de critiquer le travail des autres partis nationalistes, ce sont eux qui doivent établir une autocritique, qui doit être basée sur un seule mot d’ordre : rénovation et capacité de communication avec les électeurs.

 

Plataforma per Catalunya a réussi parce que nous avons su aborder les problèmes contemporains (immigration, islamisation, mondialisation, finance internationale) et présenter nos solutions sans les interférer avec des considérations passéistes. Beaucoup de partis nationalistes espagnols ont trop de tabous sur les identités régionales et continuent de s’arcbouter sur une conception centraliste de l’Etat espagnol.

 

Je ne suis pas là pour décider à leur place, mais je crois que tant qu’ils ne rompront pas avec les références centralistes du passé, ils ne pourront pas escompter de se développer. C’est d’autant plus regrettable que ces mouvements disposent de personnes de grande valeur.

 

Cependant, nous sommes convaincus que lorsque nous aurons fait l’annonce de notre parti national, nous serons un catalyseur pour tous ceux qui veulent avec nous renouveler et faire avancer les idées identitaires et sociales.

 

 Propos recueillis par Philippe Derricks

samedi, 15 octobre 2011

The Identity Idea

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The Identity Idea

A Report from Sweden

 
 

The third installment of Identitär Idé (Identitarian Idea) took place in Stockholm, Sweden on August 27, 2011. Although attendance was down slightly from our last event, the pleasant atmosphere more than made up for it. Visitors started gathering at noon, and when the doors swung open at one o'clock, everything got underway immediately. The walls of the venue were covered in Soviet-style “artwork” romanticizing labour and socialism, meaning that the venue must have been affiliated with the Swedish Social Democratic Party, which lent the afternoon a surreal backdrop. More than one visitor found this amusing, and a reminder of the strange character of Sweden—a country more or less ruled by a Leftist radicalism that most Americans would only encounter in an academic setting.

In addition to the lectures that had been announced in advance, several cultural activists were also in attendance. Arktos sold books (and, apparently, a lot of them), a recently established T-shirt company called Dixerwear showcased a number of their designs, and the well-known Swedish nationalist weekly Nationell Idag distributed free back issues and subscription information. The artist Marcus Andersson also exhibited some of his paintings—very impressive works of a kind virtually extinct in the contemporary “art” world.

After a short introductory speech, the first lecture began. Swedish dissident author and expat Lars Holger Holm discussed the history and present state of modernism and postmodernism, primarily in art. Holm contended that modernism had gone from a movement which, despite perhaps being destructive, was at least dynamic and creative, especially when compared to the sterile conformism and stagnant repetition of meaningless provocations and forms as we see in postmodernism. He goes on to describe the ongoing dumbing-down of art known as “modern” and the impossibility of any kind of democracy within the domain of art, illustrating his speech with examples known to the attentive crowd who, at the end, burst into applause.

Dr. Alexander Jacob was next, discussing the religious and political views of Richard Wagner. Wagner, he maintained, believed in a specifically Aryan form of Christianity, which emerged as a result of its spread to Europe, as opposed to the forms of religion which go by that name in the modern world, which he believes have returned it to its Judaic roots and resulted in a universalist creed which fosters usury and racial degeneration. He explains how Wagner saw the solution to this problem in the re-emergence of a specifically Germanic form of Christianity, which would reinvigorate the belief in love and union with Nature. At its conclusion, some controversy erupted when it was suggested that Wagner had been merely Nietzsche in cheap clothes. Dr. Jacob replied that Nietzsche was a "completely unoriginal philosopher" who had actually stolen ideas from Wagner, and whose basic notions were simple inversions of Wagner's developed to justify his own endeavours. Mr. Holm protested, and a contentious—though brief and entertaining—discussion ensued. After his presentation, it was certain that a good part of the crowd will delve deeper into the subject on their own.

Following a break, Dr. Tomislav Sunic took the podium. As Dr. Sunic himself said, he has become a sort of household name in the Scandinavian New Right scene, having visited Sweden on several occasions this year alone. As always, Dr. Sunic covered a wide range of topics. One of the most interesting aspects of his speech concerned the double-edged nature of nationalism, which is comprised of both love and hate. Being from Croatia, and having lived through the war, Dr. Sunic is more qualified than most to discuss such a topic. He also discussed not only the consequences but, more importantly, the causes of the immigration invasion into European countries as well as those countries with European roots. It was the occasion for the ex-diplomat to remind us of the role which is played by the globalised hyper-class, as well as by the charity leagues that, for economic reasons or clientélisme religieux, encourage immigration. Tom finished the discourse with a reminder that citizenship, as well as borders, can easily change, a matter of which he is well-versed as a Croatian. He went on to reason that a people’s identity is built upon a foundation that is indifferent to borders and regime changes—race. Being an ethno-differentalist rather than a racial supremacist, however, Tom concluded that race is not the alpha and omega of identity.

When Dr. Sunic had finished and taken a few questions from the audience, it was time for the dinner break. This gave us the opportunity to relax and socialize before the main portion of the event. This was, of course, the Australian Professor Andrew Fraser's first Scandinavian appearance, which began about a half-hour behind schedule (which, considering how events like this typically go, must be seen as a triumph!).

Professor Fraser's many years of working in an academic environment were very much apparent as he presented the main themes of his latest book, The WASP Question, which was recently published by Arktos. The historical, biological and juridical characteristics of the Anglo-Saxon peoples were recounted as Prof. Fraser discussed why and how the British Protestants, who once conquered the world and settled in many regions, have now lost any sense of identity and become unable to defend their own interests in the face of strengthening ethnic consciousness among minorities in their own lands. The “WASP,” according to the Australian author, is the invisible race within the lobbies and civic patriotism of the nations they inhabit.

Professor Fraser reminds us of what Guillaume Faye has tried on several occasions to explain to those who hold an anti-American bias: that the space now known as the United States wasn't born as a rainbow coalition, but was rather founded by a homogeneous ethnic community that has since absorbed newcomers and their descendants from every European nation. The topic might appear to fanatical opponents of everything “American” as irrelevant, but Fraser explained that the Europeans have also developed a general European identity, just as their cousins across the pond have done—an invisible race. He concluded his talk by insisting on the importance of the myth—a concept necessary for the survival of any people who wishes to preserve their identity.

The rest of the evening was less serious and more about socializing and entertainment, as neofolk act Winglord performed some of their songs onstage. While the music appears to have mainly consisted of playback, the massive video projection that accompanied the concert created an interesting and absorbing experience. Later in the evening, Dr. Jacob returned to the subject of Wagner, though now in a musical form as he alternated between brief, spoken explanations of the main story line of Der Ring des Niebelungen and performances of piano transcriptions of selected parts of the opera tetralogy.

Throughout the day, those in attendance had ample opportunity to meet each other and exchange ideas and observations. Everyone involved seems to have been very satisfied with the event, and this writer is no exception. Events were kept to the schedule, all the lectures were interesting, and the general atmosphere was quite pleasant, indeed. The fact that the last of the people to leave did not do so until midnight should speak for it self.

mardi, 27 septembre 2011

Un abécédaire contre-culturel

Un abécédaire contre-culturel

par Georges FELTIN-TRACOL

Bien connu dans le Pays nissard, Philippe Vardon-Raybaud est un jeune trentenaire qui mène de front diverses activités. Ce fondateur de Nissa Rebela et des Jeunesses identitaires dont il fut le porte-parole un quinquennat durant, ce membre éminent du Bloc identitaire, candidat à la mairie de Nice en 2008, vient de publier un abécédaire militant intitulé Éléments pour une contre-culture identitaire. Par le biais d’une introduction, d’un texte d’une conférence placé en annexe et de nombreuses notices, l’ouvrage examine des livres, des événements, des concepts, des films… selon une orientation identitaire clairement revendiquée. L’objectif est limpide : « au long de ces définitions, de ces mots qui peuplent l’univers (et l’imaginaire) des militants identitaires, ce sont bien les contours de cet idéal, et puis avant tout une vision du monde et une attitude face à celui-ci (p. 11) ».

Cette véritable Weltanschuung qui réaffirme en priorité « le droit des peuples à demeurer eux-mêmes […] De l’auto-détermination à l’auto-préservation (p. 91) », célèbre d’abord des écrivains enracinés : Dominique Venner, Vladimir Volkoff, Henri Vincenot, Jean Raspail, mais aussi ce grand penseur méconnu – Éric Werner – dont il faut lire et relire les essais remarquables et prémonitoires. Y figurent l’incontournable Georges Bernanos et, pour la littérature non francophone, Yukio Mishima et J.R.R. Tolkien. Ce n’est pas tout. En bon Nissard, Philippe Vardon-Raybaud ne pouvait pas oublier Monsieur Albert Spaggiari qui concilia avec brio l’action (l’armée, l’O.A.S., le « Casse du siècle ») et la réflexion par trois bons livres. Alors que la « Grasse Presse » et les médias encensent toujours Mesrine et ses acolytes qui ont du sang sur les mains pour mieux dénigrer l’ancien photographe niçois accusé de coupables penchants politiques, il importe de montrer aux plus jeunes d’authentiques héros de notre temps. À côté de « Bert », Philippe Vardon-Raybaud évoque deux autres magnifiques exemples d’honneur, de courage et d’abnégation : Jean de Brem, l’auteur du Testament d’un Européen, et Alain Escoffier, militant solidariste qui s’immole en 1977 devant le siège parisien de l’Aeroflot soviétique.

Philippe Vardon-Raybaud admire en outre le roi d’Araucanie – Patagonie Orélie-Antoine Ier, le baron von Ungern-Sternberg, l’Irlandais Patrick Pearse ou Blanqui l’« Emprisonné » indomptable. Faut-il y adjoindre Clint Eastwood ? Sans aucun doute répond l’auteur qui rappelle les controverses autour de l’inspecteur Harry ou les succès filmographiques, plus récents, de l’ancien maire de Carmel (Gran Torino, Lettres d’Iwo-Jima, Mémoires de nos pères…). On peut ne pas partager ce point de vue. Eastwood a en effet rejoint le moralisme ambiant (Invictus en est une preuve flagrante) et abandonné l’aventurier franc-tireur qu’il jouait dans la trilogie de Sergio Leone ou dans le superbe Josey Wales hors-la-loi, ce véritable hymne à la résistance et à la renaissance des communautés après la catastrophe finale, qu’il réalisa.

Un autre héros à valoriser est Albator, le corsaire de l’espace, ce personnage de dessin animé « tourmenté, souvent sombre et parfois même désespéré par l’humanité (p. 17) » comme d’ailleurs le Batman des films de Christopher Nolan. Oui, Albator vaut bien mieux que l’ineffable Capitaine Flam au service d’un gouvernement mondialiste terrien.

Outre l’absence de notices géopolitiques, on sera plus critique sur la valorisation, infondée à nos yeux, de l’école littéraire appelée « les Hussards » et de Roger Nimier. De son œuvre subsiste difficilement Le Grand d’Espagne. Quant au reste, il s’est mal bonifié… Regrettons en revanche l’oubli de « Maît’Jean » (Jean Mabire), l’« eurorégionaliste » idéal d’après ses détracteurs. Les plus vives réserves concernent principalement la référence à l’English Defence League aux nettes « envolées occidentalistes (p. 96) » qui serait surtout une manœuvre d’officines spéciales britanniques afin d’assécher l’électorat potentiel du British National Parti (B.N.P.) de Nick Griffin et de l’écarter de la scène politique. Comme la formation de Geert Wilders, le Parti du peuple danois ou le Parti du progrès norvégien, l’E.D.L. appartient à cette catégorie de mouvements faussement populistes et vraiment atlantistes qui contribuent à la conservation du Système de domination occidentale moderne sous le prétexte de combattre l’islamisation de l’Europe. « Qui dit que l’ennemi de mon ennemi doit être mon ami ? Souvent, il arrive que l’ennemi de mon ennemi soit même mon pire ennemi, prévient Tomislav Sunic dans Homo americanus. Rejeton de l’ère postmoderne (Akribeia, 2010, p. 112).

Divers groupes musicaux d’origine française, italienne et aussi anglo-saxonne sont mentionnés. Bien mieux que la littérature, la contre-culture revendiquée par Philippe Vardon-Raybaud se transmet par la musique, les films (300, Fight Club, Braveheart), les fringues, la mode, le tatouage… « Aucun de nos choix quotidiens n’est anodin, et […] finalement – via la métapolitique – tout est politique ! La façon dont on porte ses vêtements, et ceux que l’on choisit, notre coupe de cheveux, les motifs que l’on encre dans notre peau, les films auxquels on se réfère, les auteurs que l’on cite, les jouets que l’on offre à nos enfants ou les airs que l’on fredonne; rien n’est anodin, tout est politique (p. 12). » Avec le danger éventuel que le paraître s’impose aux dépens de l’être. La métapolitique au risque d’un néo-dandysme ? Il est dommageable que le jeans se porte encore et toujours chez les jeunes Européens.

Que l’auteur me permette d’exprimer ces quelques divergences, car, si son projet général attire, ma foi, de la sympathie, il me semble néanmoins plus intéressant d’émettre des critiques bienveillantes plutôt qu’énoncer de simples points d’accord. Il est vital que la contre-culture, conséquence de la métapolitique, constitue « une alternative solide, […des] îlots de liberté et d’identité (p. 13) ». Un embryon de société identitaire alternative, pourquoi pas ? Philippe Vardon-Raybaud croît en l’impératif métapolitique, « Métapolitique d’abord ! » proclame-t-il, qui est « une stratégie éminemment politique, car elle a un but très clair : la conquête, et l’exercice, du pouvoir (p. 275) ».

Prenant acte de l’échec dans les années 1970 du « gramscisme intellectuel » (la tentative d’influencer l’opinion publique à partir des organes de presse généraliste tel Le Figaro-Magazine) et utilisant à son tour les vastes ressources du « gramscisme technologique » (Jean-Yves Le Gallou), c’est-à-dire les immenses possibilités du cybermonde et d’Internet, l’auteur envisage la faisabilité d’un « gramscisme du quotidien » grâce à la bande dessinée, à la radio, aux musiques nouvelles, aux activités sportives particulières, au port de vêtements distinctifs et reconnaissables (la reconnaissance par les siens étant un élément déterminant du sens communautaire). « La prise de pouvoir culturel, ce n’est pas que toucher des professeur d’université, mais aussi fournir des sons qui vont accompagner des jeunes de la classe populaire dans leur iPod (p. 278). »

Cet activisme culturel s’accompagne nécessairement de « bases autonomes durables » (pour reprendre l’excellente terminologie de Michel Drac), de foyers contre-culturels (La Barricade à Paris, La Traboule à Lyon, Lou Bastioun à Nice, Ti-Breizh en Bretagne)  émetteurs de codes culturels dissidents. Dans cette perspective de longue haleine, il ne faut pas hésiter comme naguère les situationnistes à détourner et à récupérer slogans publicitaires et affiches de propagande marchande. Plutôt que de marquer sur des maillots de corps les portraits de Nietzsche, de Julius Evola ou de Jünger, pourquoi ne pas imprimer l’effigie de l’ancien candidat identitaire à la présidentielle, Arnaud Gouillon, le symbole des foyers déjà cités ou quelques archétypes animaliers européens ? Que ce soit sur la Toile numérique, sur les murs ou sur des vêtements, l’action exige de réfuter le vocabulaire ennemi, de faire connaître ses idées et de l’imposer dans l’opinion. Face au Big Brother mondialiste et oligarchique, savoir organiser la résistance dans la société anomiée devient une ardente obligation. Ce travail passe par une multiplicité d’initiatives recensés dans Éléments pour une contre-culture identitaire : des A.M.A.P. (associations pour le maintien d’une agriculture paysanne) identitaires à l’agence de presse Novopress, de l’intervention intempestive et bruyante contre les « cercles du silence » xénophiles aux détournements humoristiques de Patrons sans frontières qui singe la collusion réelle entre le patronat mondialiste, l’extrême gauche du Système et les délinquants clandestins. L’agitation n’est pas qu’intellectuelle, médiatique, politique, électorale et internautique; elle enchâsse tout le quotidien. La tâche est considérable et l’émulation indispensable.

S’appuyer sur des films cultes, le pochoir ou la sérigraphie contribuent à ce que le sociologue spécialiste de la post-modernité dionysiaque, Michel Maffesoli, désigne par « infra-culture » (ou sub-culture ou culture urbaine périphérique). Ne verrait-il pas probablement dans le désir de reconnaissance à travers l’habit, la musique, les références cinématographiques et littéraires, la pratique sportive, la genèse, l’ébauche d’une nouvelle tribu post-moderne, celle des « Zids » ? Cela ne serait pas si surprenant à la condition, toutefois, que cette tribu et future communauté parvienne à dépasser son caractère « présentiste », segmenté et postmoderniste afin d’œuvrer en faveur d’une Post-Modernité perçue comme une véritable après-modernité. Oser une contre-culture identitaire signifie contribuer au remplacement définitif des Lumières et de leurs funestes valeurs moderne par le Feu archaïque d’un avenir incandescent…

Georges Feltin-Tracol

Philippe Vardon-Raybaud, Éléments pour une contre-culture identitaire, Nice, IDées, 2011, 304 p., 20 €., pour l’acquérir, cf. le site http://www.contre-culture.com/


Article printed from Europe Maxima: http://www.europemaxima.com

 

éléments pour une contre-culture identitaire

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Cet ouvrage de 300 pages se veut une porte d’entrée vers la contre-culture identitaire telle qu’elle a été forgée par les militants – et en particulier les plus jeunes – de ce courant politique novateur apparu en 2002.

Tout comme le mouvement identitaire lui-même, cet abécédaire est protéiforme et sensiblement asymétrique. D’une définition à une autre, vous pourrez passer d’un philosophe à un modèle de chaussures ! Car c’est ainsi, une contre-culture est faite de multiples références : lieux, auteurs, films, marques, concepts, images, expressions, chansons, personnages, souvenirs, etc.

L’abécédaire est suivi du texte Métapolitique d’Abord, tiré d’une conférence du même auteur.

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à propos de l’auteur

Philippe Vardon-RaybaudPhilippe Vardon-Raybaud a 31 ans. Marié et père de famille, il est diplômé d’un troisième cycle de sciences politiques.

Engagé depuis son adolescence dans la résistance enracinée, il est depuis dix ans un acteur incontournable du combat identitaire. Il a participé à la fondation des Jeunesses Identitaires en 2002 et en fut le porte-parole pendant cinq ans.

C’est notamment à lui que l’on doit des campagnes telles que « Face à la racaille tu n’es plus seul » ou encore « Ni voilée – ni violée ».

Il s’est ensuite consacré à l’implantation en Pays Niçois à travers le lancement et la direction du mouvement régionaliste Nissa Rebela. En 2008, il a été candidat à la mairie de Nice.

Sur le plan culturel, il a contribué à plusieurs revues (notamment Jeune Résistance et IDmagazine) et a participé à des aventures musicales telles que le groupe Fraction ou le label Alternative-s productions.

Trait d’union entre lutte politique et combat culturel, il était certainement l’un des mieux placés pour nous livrer cet abécédaire.

jeudi, 22 septembre 2011

Philippe MILLIAU: Le localisme face à l'ordre mondial et à la destruction de la terre

Philippe MILLIAU: Le localisme face à l'ordre mondial et à la destruction de la terre

samedi, 28 mai 2011

Un essai italien sur Guillaume Faye

Archives de "Synergies Européennes" (2001)

 

Un essai italien sur Guillaume Faye

 

faye-escritos-por-europa.jpgAmi de Guillaume Faye, Stefano Vaj est un jeune essayiste milanais à ses rares heures libres, que lui laisse un travail quotidien souvent fastidieux. Dans les colonnes de la revue L'Uomo libero (n°51, mai 2001), il vient de faire paraître un texte fort long sur celui qui fut l'espoir de la "Nouvelle Droite" française, mais qui en fut évincé selon des procédés abjects. Dans une préface à la nouvelle édition italienne du premier livre de Guillaume Faye, Le système à tuer les peuples, Robert Steuckers, autre évincé de la "Nouvelle Droite", avait dégagé les lignes de force de la pensée personnelle de Faye, puis expliqué, étape par étape, la procédure infâme de son éviction (éd. franç.: L'apport de Guillaume Faye à la "Nouvelle Droite" et petite histoire de son éviction, disponible gratuitement par voie électronique: robert.steuckers@skynet.be ). Les deux essais concordent sur bien des points, preuve que les errements de la "Nouvelle Droite", et surtout de sa direction, sont désormais objets d'étude et qu'inexorablement, le temps réduira à néant les mensonges et les travestissements, les trahisons et les coups de Jarnac, qui ont émaillé l'histoire de cette mouvance, tout en étant camouflés par des virtuoses de la falsification. J'utilise ici à dessein le terme de "falsification", car c'est celui-là même qu'utilisent la direction de la ND/Canal historique, et les imbéciles qui l'écoutent, pour tenter, vaille que vaille, de barrer la route à l'objectivité, de sauver leurs supercheries de la faillite, d'éloigner le verdict de l'histoire. Les cercles raisonnables qui tentent de rétablir l'objectivité historique à Bruxelles sont dénoncés, par un faux théologien roulant des yeux fous, à la façon des cocaïnomanes, comme étant les "usines bruxelloises de la falsification", voire comme l'expression de la "mafia belge" (... censuré par charité...)  A la suite de l'essai de Vaj, voilà que surgiront sans doute du sol lombard des "usines milanaises de la falsification" et une "mafia padanienne". Et demain, si à Vienne ou à Minsk, ou à Bucarest ou à Amsterdam, d'autres examineront le corps pantelant et moribond de la ND/Canal historique en posant un diagnostic sérieux et objectif, les usines de falsification couvriront le continent tout entier, augmentant proportionnellement les délires paranoïdes et narcissiques de la direction du dit "Canal historique".

 

Egalement disponibles: les trois critiques dextristes du "Cercle Gibelin", qui avait tenté vainement en mai et juin 2000, de replacer l'église au centre du village; le texte de Patrick Canavan intitulé "Du dextrisme"; les questions de Pierre Maugué à la ND; pour avoir gratuitement un dossier complet, envoyer un courriel à: mortimer_davidson@hotmail.com ).

 

En attendant, par souci de transparence, il nous semble que le public français mérite de prendre acte de certains passages judicieux de l'essai de Vaj. Les voici:

 

«A l'époque les interventions critiques [de Faye] sur la question religieuse et sur les positions du GRECE en la matière étaient déjà "fortes".

 

guillaume-faye-cover.jpgC'est une expérience commune [à tous ceux qui ont vécu la ND/Canal historique de près] de constater que, dans le terme "néo-paganisme", le préfixe "néo" en vient à être graduellement oublié, si bien qu'on voit émerger aisément l'obsession pour la "positivité" et la "légitimation".

 

[…] la religion, du point de vue païen, est ce qui "lie ensemble" un peuple, ou ce qui le liait aux origines. Or, à partir du moment, où le paganisme, incontestablement, n'est plus une religion positive, ou s'il a le courage tragique et zarathoustrien de tenter, en toute conscience, de créer des formes originales et de nouvelles "tables de valeurs", certes inspirées du passé qu'il s'est choisi, mais néanmoins distinctes de ce passé, alors la recherche d'une "légitimation" de quelque type que ce soit devient absolument centrale. Raison pour laquelle les traditionalistes évoliens ou guénoniens finissent, à intervalles réguliers, par devenir des ésotéristes ("Les récits secrets", le Roi de la montagne, la tradition occulte, etc.), ensuite par déboucher souvent dans l'Islam, ou dans quelques variétés minoritaires du christianisme catholique ou orthodoxe, ou, pire, par tomber dans des syncrétismes vaguement maçonniques ou relevant du New Age.

 

Pour le GRECE, dès lors, comme avant lui pour le mouvement völkisch des années 30 en Allemagne, une telle recherche de légitimation était, et est, non pas d'ordre métaphysique, mais d'ordre essentiellement "sociologique", et porte à valoriser comme "politiquement" importants ces quelques fossiles de croyance ou ces habitudes populaires pour lesquelles on peut avancer l'hypothèse qu'elles ont une origine autochtone, pré-chrétienne ou simplement a-chrétienne, depuis la "fête du lapin" jusqu'aux "statuettes de la félicité", engageant ainsi le mouvement dans une voie de folklorisation.

 

Face à tout cela, ce fut une nouvelle fois Guillaume Faye qui revendiqua, dans un article important paru dans Eléments, les fondements d'un paganisme laïque, solaire et postmoderne, ouvertement nietzschéen, qui se distinguait nettement des obsessions sur la “nymphe derrière chaque buisson" et des manies du "catholicisme inversé" de bon nombre de composantes de la ND, bien trop conditionnées par la rivalité entre elles et les confessions chrétiennes pour ne pas finir par singer celles-ci.

 

Ce fut un article prophétique, quand on tient compte des "évolutions" ultérieures d'un de Benoist, qui, s'intéressait au départ à l'empirio-criticisme et à l'épistémologie de Russell ou de Popper, pour finir paradoxalement, après son livre Comment peut-être païen? et une parenthèse heideggerienne, dans des débats avec des chrétiens ou des juifs sur une métaphysique ou des valeurs communes, de matrice substantiellement néo-platonicienne ou néo-stoïque; ces débats visent évidemment à attribuer la palme de la supériorité morale tantôt à Sénèque, tantôt à Paul de Tarse, ou, mieux, pour s'opposer de concert à la sécularisation (voir par exemple, L'éclipse du sacré).

 

***

 

Si nos lecteurs souhaitent connaître quelques détails sur la fin du rêve (néo-droitiste), ils doivent lire les pages de la nouvelle et longue introduction de Robert Steuckers  à la deuxième édition italienne du Système à tuer les peuples, introduction qui s'ajoute à la mienne, imprimée dans la première édition.

 

Vers la fin de l'année 1986, la crise [du GRECE et de la ND/Canal historique] annoncée par Giorgio Locchi («Tout ce qui relève de la mode passe de mode…») arrive à maturation. Les animateurs des débuts du GRECE, s'ils n'ont pas été tout simplement récupérés par le système, se sont, d'un côté, enfermés dans une dimension de pur témoignage, ou, d'un autre côté, se sont mis toujours davantage en marge de la vie quotidienne de l'association, en demeurant fidèles à des bureaucrates occupés à récolter de l'argent pour payer un personnel chargé de récolter à son tour des fonds, pour payer un personnel également chargé de récolter de l'argent, et ainsi de suite, dans un processus de dégénérescence du style de l'église de scientologie. D'autres ont décidé de jouer la carte du Front National de Le Pen, qui, en ses temps de vaches maigres, avait été snobé avec rudesse par les néo-droitistes, et qui, depuis ses succès, peut se permettre, à son tour, de snober la ND, qui, en fin de compte, finit par ne plus être perçue comme un sujet animé par un projet historique ou politique, pour ne paraître plus que comme un instance productrice de conférences et de publications aux ambitions limitées.

 

Les thèmes des publications du milieu ND (en substance Eléments, Nouvelle école et son doublon au titre malheureux de Krisis) ont été de moins en moins variés et toujours de plus en plus littéraires. Et de Benoist lui-même, dans une sorte de régression romantique, confessa à Faye, vers le milieu des années 80, de s'intéresser graduellement de plus en plus aux "images" plutôt qu'aux "idées". Faye, dans une conversation privée avec nous, à la même époque, décrivait l'opposition au sein du mouvement comme celle entre "les germanomanes non surhumanistes" et "les surhumanistes non germanomanes".

 

Parmi les conséquences de cette dérive, nous noterons une tendance extrême à se réclamer et à survaloriser les composantes et les secteurs les plus biscornus de la révolution conservatrice, pour autant que ceux-ci puisse se revendiquer d'une certaine dissidence par rapport aux régimes fascistes des années 30. Ensuite, la concentration graduelle des efforts de recherche sur les thèmes de caractère essentiellement historique, littéraire et mythique s'est effectuée au détriment des grands thèmes sociologiques, techniques, scientifiques, politiques et économiques, sur lesquels, quelques années auparavant, le mouvement n'avait pas hésité à prendre des positions très originales et innovatrices.

 

Face à la pression croissante de la censure et de la "pensée unique", le mouvement ND a répondu par une tendance croissante à la compromission sur des thématiques pourtant décisives; tendance paradoxalement accompagnée par une crispation sur des questions secondaires voire par des "fuites en avant", difficilement compréhensibles pour le public de base de cette ND historique, dont notamment les clins d'œil au philo-soviétisme à la Jean Cau, qui furent des onirismes, rapidement liquidés par l'évolution historique de surcroît. Enfin, la capacité à ne pas se laisser enfermer dans les antithèses du débat politique contemporain (nationalisme/cosmopolitisme, libéralisme/socialisme, oui à l'avortement/non à l'avortement, écologisme/anti-écologisme, féminisme/anti-féminisme, impérialisme/anti-colonialisme, communisme/anti-communisme, etc.) pour opposer des catégories propres à la ND et originales, a fait place à une incapacité à prendre position sur les problèmes centraux de notre temps ou à un goût pour les formules brillantes ou pour les slogans qui ne sont que des fins en soi.

 

Passons maintenant au peigne fin les erreurs en politique et en propagande qui ont été commises. Avant toute chose, l'obsession d'être pris pour une sorte d'"Internationale noire", et la mécompréhension totale des potentialités d'une dimension véritablement internationale, alors que cela aurait été parfaitement possible; une telle dimension, par exemple, aurait conféré au mouvement la capacité de dépasser les crises locales contingentes, de réduire la vulnérabilité face à une répression potentielle et face au black-out médiatique; enfin, le mouvement aurait pu se donner la possibilité d'une mobilisation mythique des militants. Deuxièmement, le videment progressif des postes fonctionnels centraux du GRECE a pesé lourd dans la balance (le GRECE est progressivement devenu la proie du micro-léninisme de ses fonctionnaires, décrits plus haut, micro-léninisme toujours plus asphyxiant dans sa tentative de se survivre à lui-même dans le cadre de son improductivité métapolitique). Ce videment et ce refus de l'internationalisation ont empêché la création d'un "courant" ou d'une "communauté", dont les limites et l'identité n'ont nul besoin d'être bornées, car il vaut mieux agir pour créer et maintenir la richesse, la variété et l'organicité typiques des grands mouvements culturels et des lames de fonds civilisationnelles; mais l'internationalisation aurait surtout permis d'éviter les coups de la réaction, de pénétrer plus facilement les centres nerveux du pouvoir culturel et d'éviter, enfin, cette épouvantable "transformation en secte". Finalement, pour beaucoup, cette ambiguïté face aux problèmes de la politique réelle a fini par devenir insupportable, même si la direction de la ND considérait ces problèmes comme inessentiels à juste titre; mais ce désintérêt a fini par conditionner négativement, à cause d'un "angélisme", d'une "neutralité", d'un "maniérisme", toutes les prises de position publiques d'Alain de Benoist qui, pourtant, dans les années 70, n'avait pas hésité, sous les auspices de Maurizio Cabona, à assumer une rubrique dans Candido de Giorgio Pisani, un journal qui ne faisait pas précisément dans l'idyllique.

 

Guillaume Faye ne pouvait pas remédier seul à cette involution. Il animait sans cesse des initiatives toujours plus personnelles et "parallèles": de l'émission radiophonique postmoderne "Avant-Guerre" à la création de structures (éphémères) comme l'"Institut Européen des Arts et des Lettres" ou le "Collectif de Réflexion sur le Monde Contemporain", toutes initiatives que Faye a portées à bout de bras, sans recevoir un sou de salaire, un appui moral ou un financement ponctuel; ces belles initiatives, de grande qualité intellectuelle, ont été regardées d'abord avec indifférence, avec suffisance et puis, progressivement, avec une hostilité croissante par les chefs du mouvement, qui, s'ils ne s'occupaient pas de comptabilité, s'intéressaient en apparence plus aux vicissitudes de l'art moderne, à la poésie des elfes dans la Saxe du 15ième siècle ou aux débats "décisifs" avec Thomas Molnar pour savoir si le divin s'exprime "dans" le monde ou "à travers" le monde.

 

L'abandon final de Faye est devenu ainsi le symbole de la fin d'un cycle  —tout comme le décès de Locchi, qui avait quitté le mouvement depuis plusieurs années déjà, au moment où la ND, apparemment, avait atteint son apogée. Fin d'un cycle mais aussi début d'une période de relative démobilisation dans toute l'Europe, où certains anciens se sont enfermés dans la politique traditionnelle, d'autres se sont retirés dans leur sphère privée ou dans de confortables chapelles locales, avec des contacts de plus en plus réduits avec l'extérieur. Sans animer de scission, sans tenter d'emporter le moindre franc ou la moindre adresse d'un fichier, sans tenter de "se convertir" à la Marco Tarchi, Faye s'est retiré dans l'ombre pendant une dizaine d'années, tandis que le GRECE à continuer à utiliser ses écrits, bien sûr sans lui payer des droits d'auteur, mais en répandant à qui voulait l'entendre des ragots, où Faye était tour à tour devenu fou, avait le cerveau brûlé par la drogue ou avait été recruté par la CIA».

 

Extrait de l'étude de Stefano VAJ, «Per l'autodifesa etnica totale. Riflessioni su "La colonisation de l'Europe" di Guillaume Faye», in: L'Uomo Libero, n°51, Milan, mai 2001.

 

         

samedi, 21 mai 2011

Terre & Peuple n°47: l'enjeu démographique

 

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Terre & Peuple n°47

 

L'enjeu démographique

 

Dans le numéro 47 de TERRE & PEUPLE Magazine, bâti autour du thème ‘L’enjeu démographique’, Pierre Vial accuse de haute trahison ceux qui continuent de débattre du multiculturalisme face au cataclysme du tsunami migratoire. Et il enchaîne sur l’islamophilie d’une certaine extrême-droite, d’Alain Soral à Christian Bouchet en passant par Alain de Benoist.  Il en profite pour exécuter Franco Cardini, catho tradi qui s’efforce d’infiltrer le politiquement correct au moyen d’impostures historiques, sur la nature et l’objet des croisades, sur l’origine de la chevalerie, sur les ordres militaires, sur la fameuse ‘magnanimité’ du Sultan Saladin et sur la prétendue insignifiance de la bataille de Poitiers.

A propos de l’euthanasie, Monique Delcroix s’aventure, à approuver celle-ci en prenant appui sur la certitude qu’on aurait de faire ‘le bien’ lorsqu’on achève un animal blessé. Le bien de l’animal ? Ou le bien de l’homme que l’image dérange ? Ou le bien des vivants unis à tenir ensemble la mort à distance ?

A propos de l’émission de TV ‘Les enfants d’Abraham, Pierre Vial, encore, rappelle que les religions monothéistes retirent à l’homme la liberté de juger de ce qui est bon ou mauvais pour lui.

Jean Leblancmeunier regrette que l’argent corrupteur ‘footbalise’ le rugby, sport viril gâché par le marketing-spectacle. Alors que, en Nouvelle –Zélande, c’est encore l’austère mystique qui règne : « Le ballon qu’on passe au moment de tomber, c’est comme la vie qu’on transmet. »

C’est avec le national socialisme et le communisme que Claude Perrin poursuit son étude des mythes. Pour emporter l’adhésion du peuple, le premier lui propose une Weltanschauung, ‘porte ouverte sur autre chose’. Le Fuhrer, entraîneur, reste une énigme : il se croit prophète, aimant « qui attire l’acier du peuple ».  Le mythe du sang est le principe structurant et c’est le mérite qui définit la nouvelle aristocratie. Le svastika est devenu le symbole national. L’auteur souligne que l’image du nazisme résiste au dépérissement pour entrer de plus en plus vivace dans le mythe. A ce mythe du sang, les communistes opposent celui de la lutte des classes, qui débouche sur l’assassinat de la bourgeoise et sur la dictature d’un seul homme. Mis à part Salvador Allende, ces hommes défendent rarement les armes à la main leurs régimes, lesquels meurent de gangrène. Le mythe égalitaire du suffrage universel n’est qu’un ersatz incapacitant et la concurrence électorale accule à ce qui recueille la popularité facile : la corruption et la décadence. Mais les mythes survivent dans nos rêves, où murmure notre nature. Tout mythe implique une transcendance, appel des temps anciens. La jeunesse actuelle est en manque : on ne lui propose que le Veau d’Or , lequel n’est d’ailleurs réservé en réalité qu’à une super-classe.

Pierre Vial ouvre le dossier de la démographie en soulignant que faire des enfants témoigne de la confiance en soi.

Alain Cagnat assume quatre des six articles du dossier. Il note qu’en moins de trente ans tous les grands dictionnaires ont rompu avec les définitions classiques du concept de race, qu’ils qualifient de ‘scientifiquement aberrantes’, au moment même où des marqueurs génétiques permettent de situer la région d’origine de nos ancêtres, où Cavalli Sforza suggère neuf subdivisions d’homo sapiens et où les génomes permettent de distinguer des races dans l’espèce humaine. Le deuxième article relève que l’antiracisme a pour objet la disparition des Blancs, par la haine de soi érigée en vertu, aux fins d’installer une religion nouvelle : celle de la gouvernance mondiale. Paradoxe apparent, au moment où on protège l’identité des minorités visibles contre le racisme des ‘petits Blancs’, on prône le métissage. C’est contraire à l’opinion de Levy-Strauss dont pourtant les anti-racistes se réclament : celui-ci ne voit en effet de ‘civilisation mondiale que dans une coalition de cultures’ et il avertit avant tout contre l’explosion démographique.  Celle-ci fait le thème du troisième article : jusqu’au XXe siècle, les équilibres démographiques étaient réalisés parce que les taux élevés de mortalité étaient compensés par une grande fécondité (6 à 8 enfant par femme). Mais l’hygiène, la médecine et une meilleure alimentation provoquent une explosion démographique : le délai pour ajouter un milliard d’unités à l’humanité ne cesse de diminuer. Les optimistes croient à une ‘transition démographique’. La richesse des pays industrialisés et la générosité de leurs régime sociaux produit sur les populations misérables du tiers monde l’effet d’une pompe aspirante.  Dans le même temps, les ressources, alimentaires comme énergétiques, se tarissent et la fécondité des Européens ne cesse de baisser, alors que celle de ses envahisseurs ne baisse toujours pas. Le quatrième article dénonce cette invasion ‘pacifique’ comme une stratégie de destruction de l’identité européenne, pôle de déséquilibre d’un mondialisme qui vise un profond métissage.  Le prétexte est qu’il faut remédier au vieillissement de l’Europe, ce qui d’après l’ONU nécessiterait, pour la seule France, une ‘migration de remplacement’ annuelle de 1,5 millions de 2010 à 2025 et de 2,4 millions de 2025 à 2050 ! Ce serait un ras de marée parfaitement inutile au grand patronat demandeur de main d’œuvre peu payée, car les permis de séjour au motif de ‘travail’ ne sont qu’une infime minorité et une fraction croissante d’emplois restent vacants. D’autre part, le métissage est heureusement un échec, car la femme blanche n’a plus la cote et les immigrés s’orientent de plus en plus vers l’endogamie.  Cependant, il est devenu impossible de dissimuler des coûts et des nuisances qui crèvent les yeux.

Pierre Vial, soulignant l’importance primordiale de la démographie, rappelle la mise en place en 1941 du Service national des statistiques sous la direction d’Alexis Carrel. Alfred Sauvy qui lui succède (1945-1962) dénoncera la dénatalité (la ‘peste blanche’ selon Pierre Chaunu) due à la saignée de la première guerre mondiale et il prophétisera l’actuelle invasion sud-nord. Le gouvernement de Vichy avait sacralisé la famille et pratiqué une politique nataliste (aide aux familles nombreuses, forte prime à la première naissance), qui a été continuée par Sauvy, avec comme résultat le baby-boom qui commence en 1942. L’indice de fécondité sera encore de 2,0 enfants par femme en 1964, lorsque se dessine le baby-krach, conséquence de la déruralisation, du chômage des jeunes et de l’individualisme narcissique. Le dossier se clôture sur les réflexions de cinq jeunes ménages de notre communauté qui ont des enfants.

Jean-Patrick Arteault poursuit sa dissection des ‘Racines du mondialisme occidental’ en situant le rôle et l’influence de la Société Fabienne, cénacle sélectif qui servira de caution morale aux décisions souvent cyniques des politiques.  Mais les Fabiens ne sont pas les rêveurs que dénoncent les marxistes. La fameuse ‘ruse fabienne’ consiste à préférer une gradation réaliste de la socialisation, pour amener le peuple au socialisme par des réalisations concrètes, partielles et imparfaites. Car le vulgaire n’est capable de véritablement assimiler la théorie que par la pratique.  Parmi les vulgarisateurs fabiens, il y a pourtant pas mal de grandes pointures :

-         Georges Bernard Shaw, futur Prix Nobel de littérature, qui traite notamment le thème de l’éducation du peuple dans sa pièce Pygmalion. Il est fasciné autant par Mussolini que par Staline.

-         Herbert George Wells : auteur fantastique, très féru d’un ‘nouvel ordre mondial’, une république universelle à gouverner par les savants.

-         Annie Besant : co-auteur des ‘Essais fabiens’, réformatrice de l’enseignement primaire, théosophe et fondatrice de l’obédience maçonnique du Droit Humain.

-         Sydney Webb : grand organisateur de la Société Fabienne. Il est à l’origine du parti travailliste et il a fondé la London School of Economics and Political Sciences, homologue de Science Po qui collabore avec le Groupe Milner. Il découvre dans le stalinisme ‘les idées fabiennes en acte’ et n’en démordra pas jusqu’à sa mort en 1947.

La finalité fabienne est ‘démocratique’ : appropriation des moyens de production par l’Etat, mais le gouvernement doit aller, non pas au peuple, mais à des individualités héroïques. Les capitaines d’industrie et les experts, qui se sont désignés par leur mérite, sont les garants moraux de l’ordre et du progrès. Le peuple ouvrier est incapable de s’abstraire de ses intérêts à court terme. Webb a une conception organique de la société : les individus ne sont pas définis par leur relation avec leur gouvernement, mais par leur coopération au sein de la structure industrielle dans le cadre de l’Etat.  Les Fabiens sont réfractaires au référendum, sauf au niveau municipal pour entretenir la participation de la base. Ils sont opposés au libre-échangisme. La rupture aurait dû être irrémédiable avec les manipulateurs de masse du Groupe Milner, très proches du Bloc de l’aristocratie terrienne, mais ils ont en commun  l’héritage platonicien de John Ruskin : un état gouverné par les philosophes, et qui pilote bien sûr l’économie. La Guerre des Boers va être un révélateur : une forte minorité souhaite la victoire des Boers et une crise consécutive de l’impérialisme ; une minorité plus faible approuve la guerre, par solidarité nationale ; la majorité avec G.B. Shaw, propose une tierce voie plus subtile : l’impérialisme n’est contestable que s’il recherche la puissance par l’exploitation coloniale, pas s’il vise le bénéfice de la communauté mondiale. En attendant que celle-ci se réalise, il faut se satisfaire des fédérations impériales les plus responsables.  Les membres pacifistes et anti-impérialistes quittent alors la société fabienne, laquelle se rapproche au contraire du Groupe Milner, notamment au sein du Coefficents Club, fondé par les Webb pour rapprocher les fabiens et les impérialistes sociaux. L’osmose de la société avec les Américains va se faire par les écrivains Jack London et Upton Sinclair, et par Graham Wallas, l’universitaire du groupe des fondateurs, qui va être invité à enseigner à l’université Harvard, à Cambridge Massachusetts.

mercredi, 09 février 2011

Arnaud Gouillon: la république française est-elle compatible avec l'identité française?

Arnaud Gouillon : la république française est-elle compatible avec l’identité française ?

Tribune libre d’Arnaud Gouillon, candidat identitaire à l’élection présidentielle de 2012 (www.arnaud-gouillon2012.com [1]).

[Tribune libre] Arnaud Gouillon : la république française est-elle compatible avec l’identité française ?La République est un système de gouvernement, une forme d’organisation politique. Notre pays en a connu d’autres : Empire, féodalité, monarchie absolue, monarchie constitutionnelle, consulat… Et il n’est pas exclu que d’autres formes apparaissent demain. La République, elle-même, n’est pas un bloc. Il existe ou a existé dans le monde de nombreuses formes de république. Il en a existé cinq en France, avec des Constitutions parfois très différentes. Cependant, il convient de distinguer la république, système de gouvernement, de la république, concept politique construisant une idéologie à vocation totalitaire. C’est le cas en France où l’idéologie « républicaine » apparue en 1789 n’a de « républicain » que le nom et sert, en fait, à masquer la destruction méthodique, au XIXème siècle des identités régionales, et, depuis 40 ans, de l’identité nationale.

La République n’est donc pas la France et la France ne saurait être réduite à la République. Notre pays (France) et notre peuple (français) existaient avant 1789, existent toujours aujourd’hui alors même que la République a investi la France en lui imposant ses symboles, ses valeurs et son hymne, et existera à l’avenir quoi qu’il advienne de notre système républicain.

La République définit le peuple français comme un « corps d’associés » (Sieyès), une « communauté civique » ouverte « à tous les hommes de la terre » (St Just) liés par des valeurs « universelles ». C’est ce préjugé sur la nature du peuple français qui fait de l’outil républicain une machine à fabriquer des Français de papiers. Car Français de papiers nous le sommes tous ! La République a enlevé la connotation identitaire au mot « Français » pour en faire une catégorie administrative. Dès lors, tout le monde peut se dire « Français ». Or, le nom sert à distinguer les réalités. Ce qui n’est pas distinct n’est pas nommé, et ce qui n’est pas nommé n’existe pas. En perdant notre nom, nous avons perdu notre capacité à nous distinguer et à exister. Le « peuple français » est alors identifié à la communauté civique, somme des administrés par la république.

Nous devons marquer une différence très claire entre la communauté civique et le peuple français. La communauté civique est composée de tous les Français de papiers (c’est-à-dire qui possèdent une carte d’ « identité »), peuple autochtone inclus. Le peuple français est quant à lui composé d’autochtones, c’est-à-dire d’Européens de culture et d’expression française. La communauté civique est donc une société Frankenstein créée à partir de peuples étrangers les uns aux autres, que la République tente vainement de fondre ensemble en invoquant les « valeurs républicaines ». Or, ces valeurs ont été rejetées hier par les peuples colonisés, et le sont aujourd’hui par leurs descendants de cités. Les Identitaires ont conscience que le peuple français est une partie, non la totalité, de cette communauté civique en déliquescence, et ne se résolvent pas à le voir disparaître avec elle.

L’idée de considérer politiquement et juridiquement les citoyens comme des « individus sans particularités » (Debray), est une aberration intellectuelle réductionniste qui ne tient pas devant la réalité et la complexité de l’humain. L’Histoire nous apprend que les Identités et les Appartenances finissent toujours par s’imposer. C’est au politique et au juridique de s’adapter à la réalité et non l’inverse. Nous Identitaires, pensons donc qu’il est indispensable d’anticiper ce mouvement afin de ne pas le subir. Il est nécessaire de faire valoir notre identité propre ainsi que nos spécificités en créant une nouvelle république, débarrassée de l’idéologie républicaine des siècles passés, qui ne sera plus un creuset dans lequel viendront mourir les peuples, et au premier chef le nôtre, mais, au contraire, un cadre politique permettant l’existence et la souveraineté du peuple autochtone.

Arnaud Gouillon
Candidat identitaire à l’élection présidentielle de 2012


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mercredi, 10 novembre 2010

Terre & Peuple Magazine n°45

Terre et Peuple Magazine n°45- Automne 2010

SOMMAIRE

En Bref

-  Nouvelles d’ici et d’ailleurs

Nos traditions

- Les fourneaux d’Epona
 
Nouvelle Droite

- Métapolitique, Oui, mais pour quel projet ?

Entretien

- Racines du mondialisme occidental
 
DOSSIER – Croire et Combattre

Culture

- Notes de lectures

Continent

- L’Afrique sans les Blancs

Notre Communauté

- Patries charnelles

EDITORIAL :

L’ARBRE ROM NE DOIT PAS CACHER LA FORÊT AFRICAINE

Obsédé par l’échéance de 2012, Sarkozy sait qu’il a un besoin vital des suffrages de tous ceux – et ils sont nombreux (voir les sondages) – qui, ayant voté FN ou non, mettent au premier plan de leurs préoccupations la lutte contre l’insécurité. Tout simplement parce qu’ils sont confrontés en permanence, dans leur vie quotidienne, à cette insécurité – à la différence des intellos bobos de droite et de gauche bien à l’abri devant leur ordinateur.

Le principal facteur d’insécurité, tout le monde le sait (même dans les palais ministériels) est la présence sur notre sol de millions d’envahisseurs venus d’Afrique. Du Maghreb, bien sûr, mais aussi de plus en plus d’Afrique subsaharienne. Pour le savoir, pas besoin de savantes études. Un parcours, même rapide, dans les rues et les transports en commun des grandes villes, suffit à faire le constat. Le Blanc (ou a fortiori la Blanche) seul(e) de son espèce dans une rame de métro, un bus ou le wagon d’un train de banlieue, sait de quoi je parle. Il paraît que parler ainsi ce n’est pas bien car c’est du populisme (pouah !). Mais si on s’intéresse au sens des mots, le populisme ne serait-il pas la prise en compte des besoins, des attentes, des souhaits du peuple ?

Alors, va pour populisme. Disons même national-populisme, histoire d’avoir le plaisir d’horrifier les belles consciences et les grandes âmes.

La place naturelle des populations africaines est en Afrique, au nom du principe “Une Terre, un Peuple”. Cette vérité toute simple – trop simple disent les intellos, qui ont horreur de la simplicité – conduit à une conclusion logique : il va falloir que les envahisseurs retournent d’où ils sont venus. C’est là, évidemment, que le bât blesse.

Comment faire ? On nous dit que ce n’est pas possible et qu’il faut donc, n’est-ce pas, accepter la situation (c’est-à dire non seulement la présence de ceux déjà installés chez nous mais l’arrivée permanente, à jet continu, d’envahisseurs supplémentaires). Cette résignation, cette soumission est le fruit de l’ethnomasochisme injecté dans le cerveau des Européens par les maîtres du Système. Dans certains pays d’Afrique et d’Asie, au contraire, on ne se gêne pas pour rejeter du territoire national, sans beaucoup de précautions, ceux dont la présence n’est pas souhaitée. Quand on veut, on peut. Quitte à s’asseoir tranquillement sur les critiques éventuelles.

Sarkozy et son clan, eux, ne veulent pas. Pour diverses raisons mais entre autres parce qu’ils ont peur de se casser les dents sur un trop gros morceau car le retour au pays des Africains ne se fera évidemment pas en douceur. Mais pourtant il faut donner le change, amuser la galerie avec quelques rodomontades. D’où le leurre des Roms. Dont certains prêtent bien sûr le flanc à la critique en pratiquant une mendicité ressemblant furieusement à du harcèlement ou en pratiquant ce que les anars appellent la “récupération individuelle” (c’est-à-dire le vol). D’autant que le Gaulois smicard a de quoi s’interroger lorsqu’il voit circuler les Roms dans de luxueuses caravanes tractées par de non moins luxueuses voitures de grosse cylindrée (Mercédès, BMW, Audi…).

Les Roms, c’est-à-dire les Tziganes, sont présents un peu partout en Europe, sous des noms divers. Jusqu’à date récente, où le politiquement correct a imposé l’expression “gens du voyage”, ils étaient communément appelés en France Bohémiens ou Romanichels, le mot Tziganes étant un mot savant dû à des philologues du XIXe siècle. En Angleterre on parle de Gypsies, en Espagne de Gitanos, en Italie de Zingari, tandis qu’en Europe centrale l’allemand Zigeuner a été très répandu, même si les Tchèques préfèrent parler de Cikan et les Hongrois de Cigany, tandis qu’en Roumanie, lorsqu’elle était dominée par les Turcs, les Tsigani étaient considérés, jusqu’en 1857, comme des esclaves. La langue parlée par les Roms, le romani, est d’origine indoeuropéenne, avec une forte composante néo-persane et un vocabulaire en partie d’origine grecque, dû à une longue présence des Roms, au Moyen Âge, en territoire byzantin.

Le nomadisme des Roms a toujours posé problème : entre 1910 et 1930 tous les États européens ont mis en place un fichage systématique de populations échappant aux cadres habituels liés à une vie sédentaire. En 1907 la Chambre des députés a voté un projet destiné à empêcher les “incursions des bandes de romanichels” et en 1912 a été créé un carnet anthropométrique pour les “vagabonds ethniques”, en vigueur jusqu’en 1969, où il a été remplacé par un carnet de circulation. En 1958 tous les États du bloc communiste ont interdit “le nomadisme” (les grandes consciences de gauche semblent avoir oublié aujourd’hui ce “détail”). Comme on le voit, le problème n’est pas nouveau. Ce n’est pas une raison pour tomber dans le panneau sarkozyste. La question des Roms n’est pas vitale pour l’avenir de l’Europe. L’invasion de notre terre par les masses africaines est, elle, une question vitale puisque c’est la survie d’une Europe européenne qui est en jeu. Ne nous trompons pas d’ennemi.

Pierre Vial

mercredi, 16 juin 2010

Terre & Peuple Magazine n°43

Communiqué de "Terre & Peuple" - Wallonie

 

 

 

tp-43.jpg TERRE & PEUPLE Magazine n°43

 

 

Le numéro 43 de TERRE & PEUPLE Magazine (équinoxe de printemps 2010) est consacré au thème révolutionnaire de l’identité.

 

Pierre Vial, dans son éditorial, souligne que les faits nous donnent raison. Il en veut pour exemple les heurts sanglants entre chrétiens et musulmans qui, depuis des décennies, déchirent le Nigéria. Le conflit n’est pas religieux, mais ethnique, entre les Fulanis et les Beroms. Refusant tout compromis à l’égard de l’utopie criminelle de la société multiethnique, nous choisissons joyeusement le camp des maudits.

 

Jean Le Blancmeunier brûle un cierge au film ‘Avatar’ de l’Américain James Cameron, que le Vatican a jugé bon de stigmatiser à cause de son culte païen de la nature, l’Eglise s’interdisant de considérer celle-ci comme divine. Aux humains qui sont devenus dégénérés et pervers, Cameron oppose les Na’vi, pour qui la nature est le seul bien vraiment précieux. On remarquera qu’ils sont pourvus d’un Uplink, cordon cérébral qui leur permet de se connecter aux animaux et aux arbres de la forêt. Il faut avoir d’abord vu Avatar pour retourner le voir.

 

Jean-Patrick Arteault se laisse questionner sur les racines du mondialisme occidental. Il les discerne dans l’évolution du vocabulaire. Ainsi, le terme gouvernance a été préféré à gouvernement dans le rapport 1975 de la Commission Trilatérale. L’objectif étant à l’évidence de désarmer les gouvernements des Etats, on a substitué à un mot masculin volontariste, qui désigne des acteurs concrets, un mot féminin impersonnel, qui échappe encore mieux au citoyen de base. La notion de gouvernance mondiale remonte à l’essai manqué de la SDN en 1919, qui sera repris et complété en 1945 avec l’ONU. Dans un monde unifié sous un système oligarchique participatif, la gouvernance ramène la politique à l’économie. Le cœur de cette oligarchie est un triptyque : l’ONU, à qui les Etats reconnaissent une priorité, les institutions de régulation (FMI, Banque mondiale, OMC, OMS) et les groupes d’influence et OMG, qui assurent un contrôle culturel et moral. Le système cherche à se justifier par une pastorale de la peur (insécurité, terrorisme, pollution, réchauffement, pénurie d’eau et d’énergie).

 

Le Forum de Davos n’est pas le Club des maîtres, mais un simple rouage du système oligarchique participatif, qui se présente comme un réseau de réseaux. Il a été fondé en 1971 par Klaus Schwab, un obscur économiste de l’université de Genève, comme ‘European Management Forum’, visant à répandre parmi les cadres politiques, militaires et économiques européens la vision messianique américaine (faire des affaires, mais en servant l’humanité). Il devient le Forum Economique Mondial en 2003 et est alors invité par le Groupe de Bilderberg, fer de lance du mondialisme. C’est un vivier où sont sélectionnés les futurs mandarins.

 

Christine Lagarde en est un modèle typique.  En 2005, elle s’est trouvée parachutée ministre du Commerce extérieur, et ensuite des Finances, dans le gouvernement Raffarin et, en 2007, ministre de l’Economie et de l’Emploi de Sarkozy.  Elle ne tombait pas du ciel, mais du cabinet du député républicain US William Cohen qui avait été choisi par le démocrate Clinton pour être secrétaire d’Etat à la Défense.  Elle avait fait carrière depuis 1981 dans le premier cabinet d’avocats d’affaires américain Baker & McKenzie, dont elle était devenue présidente en 1999.  En 1995, elle avait été recrutée par le CICS (Center of Strategic and International Studies) un think tank animé par Kissinger et Brzezinski.  Christine Lagarde, agent d’influence US, a joué un rôle déterminant dans la Commission USA/UE/Pologne, notamment pour l’achat par cette dernière d’avions américains de préférence au Rafale français.

 

Quelque réserve qu’on nourrisse à l’endroit des ‘conspirationnistes’, on ne peut qu’être frappé par l’agressivité à leur égard des adversaires de thèses auxquelles il devrait suffire d’objecter leurs fragilités et leur œillères idéologiques.  Définissant le complot comme ‘la mise en œuvre de moyens d’influence détournés pour que des groupe modifient inconsciemment leurs comportements afin de les affecter à des buts fixés par les maîtres d’œuvre du complot, on distinguera utilement deux familles de conspirations, qui visent toutes deux le bonheur de l’humanité.  L’une est la conjuration planétarienne pour le réalisation de la promesse biblique d’un règne sur les nations et d’une terre sainte. Le sionisme lui a donné une forme agissante.  La seconde est la conspiration mondialiste occidentale anglo-saxonne, qui est à peine moins jalouse que la première à l’égard des critiques, voire de simples révélations indiscrètes.  Héritiers des sectes bibliques puritaines et du poète Milton, les protestants anglais du XIXe siècle considèrent volontiers que Dieu est anglais et que la nation anglaise est devenue la bénéficiaire, depuis la défaite de l’Invincible Armada, de la même élection divine que le peuple hébreux sur le monde.  Saint Empire sur lequel le soleil ne se couche jamais, le Commonwealth semble gratifié de l’approbation divine par son système parlementaire et par la révolution industrielle.  Mais l’indépendance américaine et la concurrence du Continent auront vite fait d’effilocher son avance.  C’est alors que naît un projet de revitalisation, à l’échelle de l’Occident et de la Planète, de l’évident destin privilégié des anglo-saxons, qui va se développer au point de convergence des influences de personnalités parmi lesquelles émergent le poète John Ruskin (1819-1900), Arnold Toynbee (1852-1883), Alfred Milner (1854-1925) et Cecil Rhodes (1853-1902).

 

John Ruskin est leur maître spirituel.  Platonicien, il enseigne à l’université d’Oxford.  Les chrétiens socialistes lui inspirent de ne pas s’en tenir à interpréter le monde, mais de le remodeler à partir d’un code moral.  Dénonçant ‘la rage de devenir riche’, il vise un progrès qui doit être d’avantage spirituel que matériel. Il sélectionne dans cette perspective les meilleurs de ses étudiants pour qu’ils élèvent les masses aux valeurs d’une aristocratie à qui il recommande dès lors la discrétion.  L’aristocratie se doit d’intégrer l’élite plébéienne.

 

Toynbee, Milner et Rhodes sont les plus marquants des étudiants qu’ait influencés Ruskin.  Arnold Toynbee enseigne à Oxford, avec un tel charisme qu’il réunit autour de lui un cercle d’étudiants choisis, parmi lesquels Milner va puiser.  Toynbee leur insuffle trois idées : 1.- que le principe de liberté est à la base de l’Empire britannique et doit en préserver l’unité ; 2.- que le devoir primordial est le service de l’Etat et 3. – que c’est spirituellement qu’il faut élever les classes laborieuses.  Ces trois idées font du monde anglo-saxon le sommet de l’évolution de l’humanité.  Avec Alfred Milner et Cecil Rhodes, cet objectif d’élévation des masses va être étendu à tout l’Empire et bientôt au monde.  Ces impérialistes ne sont toutefois pas des libéraux : l’économie doit être dirigée ‘d’en haut’.  Ils mettent sur pied une organisation d’amis qui, à une notoriété publique personnelle vont préférer un pouvoir discret.

 

Alfred Milner rencontre à Oxford Toynbee, qui l’introduit dans la pépinière de Lord Balfour.  Devenu journaliste au Pall Mall Gazette, il se lie avec le rédacteur en chef, le célèbre William Stead, lui-même un des plus fidèles amis de Cecil Rhodes (qui donnera bientôt son nom à la Rhodésie-Zimbabwé).  L’asthme contraint alors Rhodes de quitter Oxford pour rejoindre son frère sous le climat plus clément de l’Afrique du Sud, où on découvre précisément des gisements de diamant.  Plutôt que de suivre son frère qui a acheté une concession, Rhodes préfère fournir les chercheurs en matériel, équipement et subsistance.  Il fait rapidement fortune et, rachetant les concessions des irréalistes déçus, il fonde avec l’appoint de Lord Rotschild la compagnie De Beers, qui va bientôt contrôler le marché mondial.  Reçu en maçonnerie, le goût des organisations secrètes que lui a inspiré Ruskin l’amène à constituer, sur le modèle de l’ordre des Jésuites, une ‘Société des Elus’. Ceux-ci s’engagent à coopérer dans le secret à l’extension au monde entier de l’idée anglo-saxonne. La Société recherche les hommes de capacité et d’enthousiasme, pour qui la richesse n’est pas un objectif, mais un moyen.  Rhodes affectera son immense fortune à subventionner les ‘boursiers Rhodes’ : Bill et Hilary Clinton en sont deux produits. (à suivre !)

 

Pierre Vial souligne, à propos du livre ‘Au temps des idéologies à la mode’ qu’Alain de Benoist a opportunément dédié à Jean-Claude Valla, le courage de Louis Pauwels qui a permis la belle aventure de ce qu’il a lui-même baptisé la Nouvelle Droite.  Elle a braqué les projecteurs sur nombre de nos fondamentaux : les Indo-Européens, le pouvoir culturel, la pensée de Carl Schmitt, le débat race-intelligence, l’éthologie et la fonction de l’imaginaire.

 

Pierre Vial, encore, ouvre le dossier de la Révolution identitaire.  A la différence des messianismes économistes des frères jumeaux marxisme et libéralisme, elle se fonde sur la réalité.  Il rappelle que c’est en 1988 qu’il fondé, avec notamment Jean-Jacques Mourreau, la revue ‘Identité’, que dans son éditorial du n°1 de la revue Terre & Peuple, en 1995, il appelait au combat identitaire et que, dans l’éditorial du n°2 qui s’intitulait ‘Le mouvement identitaire’, il soulignait que l’identité, « avec son mouvement multipolaire » échappe aux clivages partisans.

 

Jean Haudry fait observer que, chez les Indo-Européens anciens, le vocable ‘identité’ n’apparaît que tardivement, comme si être soi-même allait sans le dire et, comme la religion, ne demandait que d’être vécu. Hors de toute abstraction, l’identité ne s’exprime alors que par les pronoms ‘soi’ et ‘sien’, qui marquent l’appartenance aux communautés de la société des lignages et aux compagnonnages guerriers, les ‘quatre cercles d’appartenance sociale’ d’Emile Benveniste.  Chaque groupe est ‘sien’ pour ses membres et ‘autre’ pour les étrangers. Mais il est à la fois ‘sien’ et ‘autre’ au sein du cercle supérieur, comme des compatriotes sont ‘siens’, même s’ils sont ‘autres’ quand ils ne sont pas de la même famille ou du même clan.  L’autre est un ennemi potentiel, susceptible toutefois d’être reçu comme hôte (hostile, hostellerie).  A l’égard des autres, la guerre est naturelle et la paix n’est qu’un accord formalisé sous la tutelle du dieu de l’hospitalité.  Les royautés historiques vont installer la paix entre les clans, mais pas encore entre les peuples du même sang.  Ils s’affrontent continuellement, mais ils vont s’unir sous l’égide de leur dieux communs contre les barbares, ceux avec qui n’existent que des rapports de force.  Tandis que les guerres entre la Grèce et la Perse sont dites sont dite ‘entre sœurs de même sang’.  D’où l’importance accordée à la ressemblance physique et au type physique idéal et à la ressemblance morale, liée pour partie au physique et pour partie à l’éducation.

 

Jeanne et François Desnoyers retracent le long chemin du théâtre, de la haute antiquité à nos jours comme, étant une expression typiquement européenne.  L’altération de la tragédie en comédie et finalement en pantomime et en démonstrations à effets spectaculaires.  Et le regain dans les drames liturgiques, les miracles et les mystères paraphrasant les textes saints. Et le glissement vers la trivialité des parvis, des baladins des foires, des mascarades des carnavals, jusqu’au coup de barre de la Réforme.  Et puis les grandes traditions théâtrales européennes, espagnole, italienne, anglaise, allemande, française.

F.F. se félicite des affirmations vestimentaires des ‘autres’, qui entendent se discriminer clairement, voire agressivement, par leur vêtement, depuis la bourqa jusqu’à la kippa. Il nous recommande de donner notre réplique.  Mais tout plutôt que les jeans et aussi fréquemment que possible les Tracht et les Dirndl si seyants.

Pierre Gillieth décline une savoureuse carte du film français des bonnes années, avec ses titis éternels, ses rebelles fils du peuple, ses râleurs poétiques, son populisme si cher à nos cœurs, ses légendes et ses rêves filmés, son esprit aristocratique ou plébéien. Mais y a-t-il encore des hommes chez qui trouvent un écho des films tels que ‘La 317e section’, ‘Le Crabe-Tambour’ ou ‘L’Honneur du capitaine’ ?

 

Pierre Vial, toujours, brûle un cierge à l’identité indienne, à l’occasion du film ‘Le dernier Cheyenne’ de Tab Murphy.  Il raconte le repli dans des montagnes d’un clan cheyenne ‘oublié’ que découvre un archéologue, qui décide finalement de rester vivre avec eux.

 

Pélage, citant en exergue Guillaume Faye (« Je n’appelle pas à la guerre, je la vois venir, hélas. »), dresse l’état de l’islamisation de la France, le plus atteint des pays européens.  Les musulmans n’étaient que 500.000 en France, quand De Gaulle a lâché l’Algérie pour s’éviter un ‘Colombey-les-deux Mosquées’. Ils sont aujourd’hui au bas mot sept millions et atteignent 60% de la population de plusieurs villes.  Il y avait en France 23 mosquées en 1974.  Il y en a cent fois plus à présent, dont une cinquantaine de ‘cathédrales’ (jusque 7.000 fidèles).  Les islamistes modérés sont évidemment les plus nombreux, comme avant toute révolution lancée pas les radicaux.  Les Frères musulmans (équivalent des Loups gris et du Milli Görüs des Turcs) sont présents partout et plaisent aux jeunes.  Leurs structures, bien organisées, sont financées par l’Arabie saoudite (30 à 50%) et par le filon halal.  L’Union des Jeunes Musulmans (UJM) et Tariq Ramadan bénéficient du soutien de l’Eglise catholique et de la gauche alter-mondialiste.  Le Tabligh forme des missionnaires zélotes.  Les extrémistes chassés d’Algérie (FIS) alimentent le salafisme, qui prône le retour à la pureté des origines (barbe, djellabaa, repas pris accroupi, polygamie) et est très actif et bien équipé.  Il tient plusieurs centaines de mosquées et n’hésite pas à intimider les imams hésitants.  Les convertis sont le plus souvent des paumés des cités qui, demeurant des ‘gouals’ (suspects), sont incités à la surenchère.  La police connaît parfaitement les ‘terroristes dormants’ sur leurs arsenaux des banlieues, dans l’attente du mot d’ordre. La propagande islamique n’est guère le fait des quelques imams collabos diplômés de l’Institut catholique de Paris, car les jeunes leur préfèrent les purs et durs.  Les sites internet prosélytes sont légion.  La télévision Al-Jazeera (Le Caire), Al-Arabiqya (La Mecque) et Al-Mustaqila (Londres) règne sur tous les foyers, de même que Radio-Orient et Radio-Méditerranée (Mecca-Cola).  Les éditions Le Figuier (Tabligh) et Tawhid diffusent, outre le Coran, des textes sulfureux qui ont déjà valu des condamnations pour antisémitisme.  En dépit de quelques pieuses proclamations républicaines, la charia est solidement installée dans les cités : 60% des jeunes musulmans y sont favorables et 90% respectent le ramadan (contre 60% en 1989) et se chargent d’en faire la police.  La nourriture halal (un marché de 5,5 milliards €) est imposée de fait à l’ensemble des consommateurs, car les musulmans, comme les Juifs d’ailleurs, ne consomment que certains morceaux de l’animal et c’est nous qui écoulons le reste !  Plus de 80% des jeunes déclarent réciter leurs prières quotidiennes et souhaiter des écoles coraniques.  De plus en plus de directeurs des écoles publiques admettent des pauses pour ces prières, des horaires pour le ramadan et des absences pour les fêtes musulmanes.  Une police des mœurs se charge de surveiller la bienséance vestimentaire, rectifiant à l’occasion les putes gauloises.  Comme se font rectifier dans les écoles les professeurs d’histoire, de littérature, de sciences de la vie, notamment par les créationnistes.  Craignant d’être taxées d’islamophobie, nombre d’entreprises veillent à ne pas faire manger les impurs dans les réfectoires des croyants et à servir tout le monde en aliments halal.  La ségrégation est pratiquée de même dans les sports (où la mixité est offensante) et à l’hôpital (où les incidents sont quotidiens). Dans la rue, elle est ostensible dans entraves à la circulation qui sont organisées communément pour la prière.  A l’armée (qui serait encore attachée aux valeurs de la France !), il y aurait (secret Défense) entre 10 et 15% de musulmans (proportion des repas halal) et les aumôneries organisent les pèlerinages à La Mecque.  Dans les prisons, on reconnaît le chiffre de 50% de musulmans et de 80% en région parisienne et dans le Nord.  Les recruteurs salafistes y pratiquent un prosélytisme forcené.  La finance islamique, qui pèse déjà 700 milliards $, est pure dans le respect de la charia, mais n’en est pas moins responsable de la faillite de Dubaï.  L’islamo-business justifie ses trafics contraires au Coran par la bonne cause du pourrissement de l’Occident impie, dans la perspective du grand soir.  Le vêtement islamique sert de drapeau, car du voile, admis à présent par 79% des moins de 30 ans, on passe au niqab et à la bourqa, portés par deux mille femmes (dont 25% de converties) qui forment la pointe de l’iceberg.  La polygammie est déjà le fait de 20 à 50 mille foyers, soit au moins 200.000 personnes qui vivent sous ce régime.  La France est le refuge des musulmans polygames qui n’en ont pas les moyens dans leur pays.  La garantie de virginité a été consacrée par le Tribunal GI de Lille comme cause d’annulation d’un mariage.  En France, les matrones continuent de mutiler les petites filles en pratiquant l’excision de leur bout de chair satanique.

 

Prodrome d’une guerre annoncée, le refus des musulmans d’être nos hôtes marque leur détermination à mettre en place un Etat islamique et à nous islamiser. Que Sarkozy s’aventure à déclarer que le bourqa n’est pas bienvenue en France et on lui promet vengeance. Khaddhafi appelle au jihad contre la Suisse qui refuse les minarets. Occultée ou minimisée par les politiciens et les journalistes, la violence islamique est banalisée. On siffle la Marseillaise et on brûle le drapeau français au nez de gendarmes réduits à la passivité.  Les liesses sportives tournent à la guerilla.  La mosquée de Drancy, modérée, est mise à sac comme la maison de son imam.  On asperge d’essence en plein Paris une comédienne musulmane libérale.  La France semble avoir perdu jusqu’au goût de se défendre et le ministre en charge proclame qu’il n’y a plus de Français de souche, mais une France de métissage.  Sarkozy avoue : « Notre modèle d’intégration ne fonctionne plus, » pour remettre enfin en question la discrimination positive.  La dénonciation du référendum suisse sur les minarets, comme étant une honte fasciste, voire un crime contre l’humanité (Kouchner, Cohn-Bendit, Erdogan) en regard des majorités écrasantes de révoltés que révèlent les sondages mesure le gouffre qui sépare l’oligarchie du peuple réel.  Ce ne sont pas les minarets que celui-ci refuse, mais l’expansion de l’islam.  Face aux affirmations de conquête de celui-ci, il est désormais devenu impossible de faire taire ce peuple.

 

Jean Haudry propose un recension détaillée du numéro 388 de la revue Dossiers d’archéologie, lequel est tout entier consacré aux Indo-Européens.  Il a été constitué sous la direction de l’ineffable Jean-Paul Demoule, ce qui laissait présager une excommunication de plus. Mais il n’en est rien : « La question mérite d’être étudiée  Le numéro réserve même de bonnes surprises, privilégiant l’hypothèse des steppes, de Marija Gimbutas, à l’hypothèse anatolienne de Colin Renfrew et Demoule approuvant enfin l’apport de Dumézil.  Toutefois, le dossier reste muet sur les données significatives que sont le formulaire et l’hydronymie.  Depuis la découverte fortuite, en 1854, de la formule ‘la gloire impérissable’, courante tant en védique qu’en grec, on a pu relever dans les différents parlers indo-européens des centaines de concordances de formules imagées, ce qui a permis à Martin West de publier son livre ‘Indo-european Poetry and Myth’ (Oxford 2007).  Par ailleurs, l’incomparable stabilité, dans les dénominations des lieux de la géographie (toponymie), des appellations qui désignent les voies d’eau (hydronymie) révèle une dispersion de vocables indo-européens à travers l’Europe et l’Asie, avec une concentration dans les régions baltiques. Ce que Demoule écarte, bien sûr, comme étant national-socialiste !