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vendredi, 06 mars 2009

El postneoliberalismo y sus bifurcaciones

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El postneoliberalismo y sus bifurcaciones

 

Ana Esther Ceceña
Observatorio Latinoamericano de Geopolítica

 

 

El neoliberalismo tocó fin definitivamente con la crisis estallada en 2008. No hay vuelta atrás. El mercado, por sí mismo, es autodestructivo. Necesita soportes y contenedores. La sociedad capitalista, arbitrada por el mercado, o bien se depreda, o bien se distiende. No tiene perspectivas de largo plazo.

Después de 30 años de neoliberalismo ocurrieron las dos cosas. La voracidad del mercado llevó a límites extremos la apropiación de la naturaleza y la desposesión de los seres humanos. Los territorios fueron desertificados y las poblaciones expulsadas. Los pueblos se levantaron y la catástrofe ecológica, con un altísimo grado de irreversibilidad, comenzó a manifestarse de manera violenta.

Los pueblos se rebelaron contra el avance del capitalismo bloqueando los caminos que lo llevaban a una mayor apropiación. Levantamientos armados cerraron el paso a las selvas; levantamientos civiles impiden la edificación de represas, la minería intensiva, la construcción de carreteras de uso pesado, la privatización de petróleo y gas y la monopolización del agua. El mercado, solo, no podía vencer a quienes ya estaban fuera de su alcance porque habían sido expulsados y desde ahí, desde el no-mercado, luchaban por la vida humana y natural, por los elementos esenciales, por otra relación con la naturaleza, por detener el saqueo.

El fin del neoliberalismo inicia cuando la medida de la desposesión toca la furia de los pueblos y los obliga a irrumpir en la escena.

Los cambios de fase

La sociedad capitalista contemporánea ha alcanzado un grado de complejidad que la vuelve altamente inestable. De la misma manera que ocurre con los sistemas biológicos (Prigogine, 2006), los sistemas sociales complejos tienen una capacidad infinita y en gran medida impredecible de reacción frente a los estímulos o cambios. El abigarramiento con el que se edificó esta sociedad, producto de la subsunción pero no eliminación de sociedades diferentes, con otras cosmovisiones, costumbres e historias, multiplica los comportamientos sociales y las percepciones y prácticas políticas a lo largo y ancho del mundo y abre con ello un espectro inmenso de sentidos de realidad y posibilidades de organización social.

La potencia cohesionadora del capitalismo ha permitido establecer diferentes momentos de lo que los físicos llaman equilibrio, en los que, a pesar de las profundas contradicciones de este sistema y del enorme abigarramiento que conlleva, disminuyen las tendencias disipadoras. No obstante, su duración es limitada. En el paso del equilibrio a la disipación aparecen constantemente las oportunidades de bifurcación que obligan al capitalismo a encontrar los elementos cohesionadores oportunos para construir un nuevo equilibrio o, en otras palabras, para restablecer las condiciones de valorización del capital. Pero siempre está presente el riesgo de ruptura, que apunta hacia posibles dislocamientos epistemológicos y sistémicos.

Los equilibrios internos del sistema, entendidos como patrones de acumulación en una terminología más económica, son modalidades de articulación social sustentadas en torno a un eje dinamizador u ordenador.

Un eje de racionalidad complejo que, de acuerdo con las circunstancias, adopta diferentes figuras: en la fase fordista era claramente la cadena de montaje para la producción en gran escala y el estado en su carácter de organizador social; en el neoliberalismo el mercado; y en el posneoliberalismo es simultáneamente el estado como disciplinador del territorio global, es decir, bajo el comando de su vertiente militar, y las empresas como medio de expresión directa del sistema de poder, subvirtiendo los límites del derecho liberal construido en etapas anteriores del capitalismo.

Los posneoliberalismos y las bifurcaciones

La incertidumbre acerca del futuro lleva a caracterizarlo más como negación de una etapa que está siendo rebasada. Si la modalidad capitalista que emana de la crisis de los años setenta, que significó una profunda transformación del modo de producir y de organizar la producción y el mercado, fue denominada por muchos estudiosos como posfordista; hoy ocurre lo mismo con el tránsito del neoliberalismo a algo diferente, que si bien ya se perfila, todavía deja un amplio margen a la imprevisión.

Posfordismo se enuncia desde la perspectiva de los cambios en el proceso de trabajo y en la modalidad de actuación social del estado; neoliberalismo desde la perspectiva del mercado y del relativo abandono de la función socializadora del estado. En cualquiera de los dos casos no tiene nombre propio, o es un pos, y en ese sentido un campo completamente indefinido, o es un neo, que delimita aunque sin mucha creatividad, que hoy están dando paso a otro pos, mucho más sofisticado, que reúne las dos cualidades: posneoliberalismo. Se trata de una categoría con poca vida propia en el sentido heurístico, aunque a la vez polisémica. Su virtud, quizá, es dejar abiertas todas las posibilidades de alternativa al neoliberalismo -desde el neofascismo hasta la bifurcación civilizatoria-, pero son inciertas e insuficientes su fuerza y cualidades explicativas.

En estas circunstancias, para avanzar en la precisión o modificación del concepto es indispensable detenerse en una caracterización de escenarios, entendiendo que el espectro de posibilidades incluye alternativas de reforzamiento del capitalismo -aunque sea un capitalismo con más dificultades de legitimidad-; de construcción de vías de salida del capitalismo a partir de las propias instituciones capitalistas; y de modos colectivos de concebir y llevar a la práctica organizaciones sociales nocapitalistas.

Trabajar todos los niveles de abstracción y de realidad en los que este término ocupa el espacio de una alternativa carente de apelativo propio, o el de alternativas diversas en situación de coexistencia sin hegemonismos, lo que impide que alguna otorgue un contenido específico al proceso superador del neoliberalismo.

El posneoliberalismo del capital

Aun antes del estallido de la crisis actual, ya eran evidentes los límites infranqueables a los que había llegado el neoliberalismo. La bonanza de los años dorados del libre mercado permitió expandir el capitalismo hasta alcanzar, en todos sentidos, la escala planetaria; garantizó enormes ganancias y el fortalecimiento de los grandes capitales, quitó casi todos los diques a la apropiación privada; flexibilizó, precarizó y abarató los mercados de trabajo; y colocó a la naturaleza en situación de indefensión. Pero después de su momento innovador, que impuso nuevos ritmos no sólo a la producción y las comunicaciones sino también a las luchas sociales, empezaron a aparecer sus límites de posibilidad.

Dentro de éstos, es importante destacar por lo menos tres, referidos a las contradicciones inmanentes a la producción capitalista y su expresión específica en este momento de su desarrollo y a las contradicciones correspondientes al proceso de apropiación y a las relaciones sociales que va construyendo:

1. El éxito del neoliberalismo en extender los márgenes de expropiación, lo llevó a corroer los consensos sociales construidos por el llamado estado del bienestar, pero también a acortar los mercados. La baja general en los salarios, o incluso en el costo de reproducción de la fuerza de trabajo en un sentido más amplio, fue expulsándola paulatinamente del consumo más sofisticado que había alcanzado durante el fordismo.

La respuesta capitalista consistió en reincorporar al mercado a esta población, cada vez más abundante, a través de la producción de bienes precarios en gran escala. No obstante, esta reincorporación no logra compensar ni de lejos el aumento en las capacidades de producción generadas con las tecnologías actuales, ni retribuir las ganancias esperadas. El grado de apropiación y concentración, el desarrollo tecnológico, la mundialización tanto de la producción como de la comercialización, es decir, el entramado de poder objetivado construido por el capital no se corresponde con las dimensiones y características de los entramados sociales. Es un poder que empieza a tener problemas serios de interlocución.

2. Estas enormes capacidades de transformación de la naturaleza en mercancía, en objeto útil para el capital, y la capacidad acumulada de gestión económica, fortalecida con los cambios de normas de uso del territorio y de concepción de las soberanías, llevaron a una carrera desatada por apropiarse todos los elementos orgánicos e inorgánicos del planeta. Conocer las selvas, doblegarlas, monopolizarlas, aislarlas, separarlas en sus componentes más simples y regresarlas al mundo convertidas en algún tipo de mercancía fue -es- uno de los caminos de afianzamiento de la supremacía económica; la ocupación de territorios para convertirlos en materia de valorización. Paradójicamente, el capitalismo de libre mercado promovió profundos cercamientos y amplias exclusiones. Pero con un peligro: Objetivar la vida es destruirla.

Con la introducción de tecnologías de secuenciación industrial, con el conocimiento detallado de genomas complejos con vistas a su manipulación, con los métodos de nanoexploración y transformación, con la manipulación climática y muchos otros de los desarrollos tecnológicos que se han conocido en los últimos 30 años, se traspasó el umbral de la mayor catástrofe ecológica registrada en el planeta. Esta lucha del capitalismo por dominar a la naturaleza e incluso intentar sustituirla artificialmente, ha terminado por eliminar ya un enorme número de especies, por provocar desequilibrios ecológicos y climáticos mayores y por poner a la propia humanidad, y con ella al capitalismo, en riesgo de extinción.

Pero quizá los límites más evidentes en este sentido se manifiestan en las crisis de escasez de los elementos fundamentales que sostienen el proceso productivo y de generación de valor como el petróleo; o de los que sostienen la producción de la vida, como el agua, en gran medida dilapidada por el mal uso al que ha sido sometida por el propio proceso capitalista. La paradoja, nuevamente, es que para evitar o compensar la escasez, se diseñan estrategias que refuerzan la catástrofe como la transformación de bosques en plantíos de soja o maíz transgénicos para producir biocombustibles, mucho menos rendidores y tan contaminantes y predatorios como el petróleo.

El capitalismo ha demostrado tener una especial habilidad para saltar obstáculos y encontrar nuevos caminos, sin embargo, los niveles de devastación alcanzados y la lógica con que avanza hacia el futuro permiten saber que las soluciones se dirigen hacia un callejón sin salida en el que incluso se van reduciendo las condiciones de valorización del capital.

3. Aunque el neoliberalismo ha sido caracterizado como momento de preponderancia del capital financiero, y eso llevó a hablar de un capitalismo desterritorializado, en verdad el neoliberalismo se caracterizó por una disputa encarnizada por la redefinición del uso y la posesión de los territorios, que ha llevado a redescubrir sociedades ocultas en los refugios de selvas, bosques, desiertos o glaciares que la modernidad no se había interesado en penetrar. La puesta en valor de estos territorios ha provocado una ofensiva de expulsión, desplazamiento o recolonización de estos pueblos, que, evidentemente, se han levantado en contra.

Esto, junto con las protestas y revueltas originadas por las políticas de ajuste estructural o de privatización de recursos, derechos y servicios promovidas por el neoliberalismo, ha marcado la escena política desde los años noventa del siglo pasado. Las condiciones de impunidad en que se generaron los primeros acuerdos de libre comercio, las primeras desregulaciones, los despojos de tierras y tantas otras medidas impulsadas desde la crisis y reorganización capitalista de los años setenta-ochenta, cambiaron a partir de los levantamientos de la década de los noventa en que se produce una inflexión de la dinámica social que empieza a detener las riendas sueltas del neoliberalismo.

No bastaba con darle todas las libertades al mercado. El mercado funge como disciplinador o cohesionador en tanto mantiene la capacidad desarticuladora y mientras las fuerzas sociales se reorganizan en correspondencia con las nuevas formas y contenidos del proceso de dominación. Tampoco podía ser una alternativa de largo plazo, en la medida que la voracidad del mercado lleva a destruir las condiciones de reproducción de la sociedad.

El propio sistema se vio obligado a trascender el neoliberalismo trasladando su eje ordenador desde la libertad individual (y la propiedad privada) promovida por el mercado hacia el control social y territorial, como medio de restablecer su posibilidad de futuro. La divisa ideológica del "libre mercado" fue sustituida por la "seguridad nacional" y una nueva fase capitalista empezó a abrirse paso con características como las siguientes:

1. Si el neoliberalismo coloca al mercado en situación de usar el planeta para los fines del mantenimiento de la hegemonía capitalista, en este caso comandada por Estados Unidos, en esta nueva fase, que se abre junto con la entrada del milenio, la misión queda a cargo de los mandos militares que emprenden un proceso de reordenamiento interno, organizativo y conceptual, y uno de reordenamiento planetario.

El cambio de situación del anteriormente llamado mundo socialista ya había exigido un cambio de visión geopolítica, que se corresponde con un nuevo diseño estratégico de penetración y control de los territorios, recursos y dinámicas sociales de la región centroasiática. El enorme peso de esta región para definir la supremacía económica interna del sistema impidió, desde el inicio, que ésta fuera dejada solamente en las manos de un mercado que, en las circunstancias confusas y desordenadas que siguieron al derrumbe de la Unión Soviética y del Muro de Berlín, podía hacer buenos negocios pero no condiciones de reordenar la región de acuerdo con los criterios de la hegemonía capitalista estadounidense. En esta región se empieza a perfilar lo que después se convertiría en política global: el comando militarizado del proceso de producción, reproducción y espacialización del capitalismo de los albores del siglo XXI.

2. Esta militarización atiende tanto a la potencial amenaza de otras coaliciones hegemónicas que dentro del capitalismo disputen el liderazgo estadounidense como al riesgo sistémico por cuestionamientos y construcción de alternativas de organización social no capitalistas. Sus propósitos son el mantenimiento de las jerarquías del poder, el aseguramiento de las condiciones que sustentan la hegemonía y la contrainsurgencia. Supone mantener una situación de guerra latente muy cercana a los estados de excepción y una persecución permanente de la disidencia.

Estos rasgos nos llevarían a pensar rápidamente en una vuelta del fascismo, si no fuera porque se combinan con otros que lo contradicen y que estarían indicando las pistas para su caracterización más allá de los "neos" y los "pos".

Las guerras, y la política militar en general, han dejado de ser un asunto público. No solamente porque muchas de las guerras contemporáneas se han enfocado hacia lo que se llama "estados fallidos", y en ese sentido no son entre "estados" sino de un estado contra la sociedad de otra nación, sino porque aunque sea un estado el que las emprende lo hace a través de una estructura externa que una vez contratada se rige por sus propias reglas y no responde a los criterios de la administración pública.

El outsourcing, que se ha vuelto recurrente en el capitalismo de nuestros días, tiene implicaciones muy profundas en el caso que nos ocupa. No se trata simplemente de privatizar una parte de las actividades del estado sino de romper el sentido mismo del estado. La cesión del ejercicio de la violencia de estado a particulares coloca la justicia en manos privadas y anula el estado de derecho. Ni siquiera es un estado de excepción. Se ha vaciado de autoridad y al romper el monopolio de la violencia la ha instalado en la sociedad.

En el fascismo había un estado fuerte capaz de organizar a la sociedad y de construir consensos. El estado centralizaba y disciplinaba. Hoy apelar al derecho y a las normas establecidas colectivamente ha empezado a ser un disparate y la instancia encargada de asegurar su cumplimiento las viola de cara a la sociedad. Ver, si no, los ejemplos de Guantánamo o de la ocupación de Irak.

Con la reciente crisis las instituciones capitalistas más importantes se han desfondado. El FMI y el Banco Mundial son repudiados hasta por sus constructores. Estamos entrando a un capitalismo sin derecho, a un capitalismo sin normas colectivas, a un capitalismo con un estado abiertamente faccioso. Al capitalismo mercenario.

El posneoliberalismo nacional alternativo

Otra vertiente de superación del neoliberalismo es la que protagonizan hoy varios estados latinoamericanos que se proclaman socialistas o en transición al socialismo y que han empezado a contravenir, e incluso revertir, la política neoliberal impuesta por el FMI y el Banco Mundial. Todas estas experiencias que iniciaron disputando electoralmente la presidencia, aunque distintas entre sí, comparten y construyen en colaboración algunos caminos para distanciarse de la ortodoxia dominante.

Bolivia, Ecuador y Venezuela, de diferentes maneras y con ritmos propios, impulsan políticas de recuperación de soberanía y de poder participativo, que se ha plasmado en las nuevas Constituciones elaboradas por sus sociedades.

La disputa con el FMI y el Banco Mundial ha determinado un alejamiento relativo de sus políticas y de las propias instituciones, al tiempo que se inicia la creación de una institucionalidad distinta, todavía muy incipiente, a través de instancias como el ALBA, el Banco del Sur, Petrocaribe y otras que, sin embargo, no marcan una pauta anticapitalista en sí mismas sino que apuntan, por el momento, a constituir un espacio de mayor independencia con respecto a la economía mundial, que haga propicia la construcción del socialismo. Considerando que, aun sin tener certeza de los resultados, se trata en estos casos por lo menos de un escenario posneoliberal diferente y confrontado con el que desarrollan las potencias dominantes, es conveniente destacar algunos de sus desafíos y paradojas.

1. Para avanzar en procesos de recuperación de soberanía, indispensable en términos de su relación con los grandes poderes mundiales --ya sea que vengan tras facetas estatales o empresariales--, y para emprender proyectos sociales de gran escala bajo una concepción socialista, requieren un fortalecimiento del estado y de su rectoría. Lo paradójico es que este estado es una institución creada por el propio capitalismo para asegurar la propiedad privada y el control social.

2. Los procesos de nacionalización emprendidos o los límites impuestos al capital transnacional, pasándolo de dueño a prestador de servicios, o a accionista minoritario, marca una diferencia sustancial en la capacidad para disponer de los recursos estratégicos de cada nación. La soberanía, en estos casos, es detentada y ejercida por el estado, pero eso todavía no transforma la concepción del modo de uso de estos recursos, al grado de que se estimulan proyectos de minería intensiva, aunque bajo otras normas de propiedad. Para un "cambio de modelo" esto no es suficiente, es un primer paso de continuidad incierta, si bien representa una reivindicación popular histórica.

3. El reforzamiento del interés nacional frente a los poderes globales o transnacionales va acompañado de una centralización estatal que no resulta fácilmente compatible con la plurinacionalidad postulada por las naciones o pueblos originarios, ni con la idea de una democracia participativa que acerque las instancias de deliberación y resolución a los niveles comunitarios.

4. Las Constituyentes han esbozado las líneas de construcción de una nueva sociedad. En Bolivia y Ecuador se propone cambiar los objetivos del "desarrollo" por los del "buen vivir", marcando una diferencia fundamental entre la carrera hacia delante del desarrollo con la marcha horizontal e incluso circular del buen vivir, que llamaría a recordar la metáfora zapatista de caminar al paso del más lento. La dislocación epistemológica que implica trasladarse al terreno del buen vivir coloca el proceso ya en el camino de una bifurcación societal y, por tanto, la discusión ya no es neoliberalismo o posneoliberalismo sino eso otro que ya no es capitalista y que recoge las experiencias milenarias de los pueblos pero también la crítica radical al capitalismo. Los apelativos son variados: socialismo comunitario, socialismo del siglo XXI, socialismo en el siglo XXI, o ni siquiera socialismo, sólo buen vivir, autonomía comunitaria u horizontes emancipatorios.

Ahora bien, la construcción de ese otro, que genéricamente podemos llamar el buen vivir, tiene que salirse del capitalismo pero a la vez tiene que transformar al capitalismo, con el riesgo, siempre presente, de quedar atrapado en el intento porque, entre otras razones, esta búsqueda se emprende desde la institucionalidad del estado (todavía capitalista), con toda la carga histórica y política que conlleva.

El posneoliberalismo de los pueblos

Otro proceso de salida del neoliberalismo es el que han emprendido los pueblos que no se han inclinado por la lucha electoral, fundamentalmente porque han decidido de entrada distanciarse de la institucionalidad dominante. En este proceso, con variantes, se han involucrado muchos de los pueblos indios de América, aunque no sólo, y su rechazo a la institucionalidad se sustenta en la combinación de las bifurcaciones con respecto a la dominación colonial que hablan de rebeliones larvadas a lo largo de más de 500 años, con las correspondientes a la dominación capitalista. Las naciones constituidas en el momento de la independencia de España y Portugal en realidad reprodujeron las relaciones de colonialidad interna y por ello no son reconocidas como espacios recuperables.

La resistencia y las rebeliones se levantan a veces admitiendo la nación, más no el estado, como espacio transitorio de resistencia, y a veces saltando esta instancia para lanzarse a una lucha anticapitalista-anticolonial y por la construcción-reconstrucción de formas de organización social simplemente distintas.

Desde esta perspectiva el proceso se realiza en los espacios comunitarios, transformando las redes cotidianas y creando condiciones de autodeterminación y autosustentación, siempre pensadas de manera abierta, en interlocución y en intercambio solidario con otras experiencias similares.

Recuperar y recrear formas de vida propias, humanas, de respeto con todos los otros seres vivos y con el entorno, con una politicidad libre y sin hegemonismos. Democracias descentradas. Este es el otro camino de salida del neoliberalismo, que sería muy empobrecedor llamar posneoliberalismo porque, incluso, es difícil de ubicar dentro del mismo campo semántico. Y todos sabemos que la semántica es también política y que también ahí es preciso subvertir los sentidos para que correspondan a los nuevos aires emancipatorios.

Lo que viene después del neoliberalismo es un abanico abierto con múltiples posibilidades. No estrechemos el horizonte cercándolo con términos que reducen su complejidad y empequeñecen sus capacidades creativas y emancipatorias. El mundo está lleno de muchos mundos con infinitas rutas de bifurcación. A los pueblos en lucha toca ir marcando los caminos.

Bibliografía

Acosta, Alberto 2008 "La compleja tarea de construir democráticamente una sociedad democrática" en Tendencia N° 8 (Quito).

Prigogine, Ilya 2006 (1988) El nacimiento del tiempo (Argentina: Tusquets).

Constitución de la República del Ecuador 2008.

Asamblea Constituyente de Bolivia 2007 Nueva Constitución Política del Estado (documento oficial)

samedi, 28 février 2009

L'économie russe en 1994

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Archives de SYNEERGIES EUROPEENNES - 1994

 

SYNERGIES EUROPÉENNES - VOULOIR (Bruxelles) - Janvier 1994

Michel SCHNEIDER:

ECONOMIE RUSSE: LA LONGUE MARCHE VERS L'INCONNU

Le travail de démantèlement de l'ancien système, essentiellement mené par l'équipe d'Egor GAIDAR de fin 1991 à la fin 1992, et pour partie poursuivi depuis, a été payé par un affaiblissement extrême de l'Etat, par un grand désordre économique, par un accroissement de la corruption administrative et de la criminalité générale, par une stratification sociale séparant désormais une minorité de nouveaux riches et une majorité de nouveaux pauvres. Ce travail était généralement considéré comme indispensable au passage a l'économie de marché, à la multiplication des acteurs économiques privés (10 à 15 % de la population vivrait aujourd'hui dans le secteur privé) et à la prise du pouvoir économique par les chefs d'entreprises, les régions et les municipalités. Sur ces deux derniers points, les résultats sont tangibles.

Lors du conseil des ministres du 4 février 1993, le président YELTSIN déclarait cependant: "Le plan économique pour 1992 a pratiquement échoué... l'économie nationale s'est effondrée".

En cette fin d'année, la situation économique demeure en effet plus que jamais alarmante et les symptômes les plus visibles en sont: la poursuite de l'inflation, de la chute de la production, de la baisse du niveau de vie de la masse de la population (alors que les contraintes d'un déficit budgétaire considérable risquent d'obliger le gouvernement à libérer les quelques prix qui restent sous contrôle de l'Etat ou des municipalités: gaz, électricité, téléphone, loyers, eau, charges locatives... ), l'accroissement exponentiel de la dette interentreprises et de la dette extérieure -et de son service- qui font de la Russie, en réalité, un pays en faillite.

Début juin 1993, dans une déclaration commune, le gouvernement et la Banque Centrale fixait les objectifs de leur politique économique: abaisser le taux d'inflation à 10 °/0 par mois d'ici la fin 1993 et achever la stabilisation des prix en 1994 dans le cadre d'une accélération de l'intégration de l'économie russe au sein de l'économie mondiale. Renforcer le rôle de l'économie de marché. Au niveau des changements structurels (point 5 de la déclaration), le gouvernement entend poursuivre fermement le programme de privatisation, améliorer les bases légales des relations au sein du marché et contribuer au développement des marchés financiers. Le gouvernement soumettra par ailleurs au Soviet Suprême des projets de loi sur les sociétés, un nouveau Code Civil et un nouveau Code du commerce qui assurera la sécurité des contrats. Enfin, le gouvernement travaillera à la levée des restrictions sur la propriété de la terre et il garantira l'exécution de la loi sur les faillites.

Telles étaient donc les dernières résolutions du gouvernement...

Récemment, un institut gouvernemental a donné ses prévisions, qui donnent la mesure du chemin à parcourir. La production industrielle et la production agricole chuteront respectivement de 15 et 5% cette année. Le volume des investissements baissera de 55 à 60% sur les six derniers mois de 1993, contre 45% l'an dernier. Le niveau de vie baissera de 10% au moins et le "revenu de subsistance" devrait atteindre 70.000 roubles par mois en décembre. Début juillet était publié un sondage effectué auprès des "élites" (industriels, commerçants, experts économiques et scientifiques, députés et journalistes) qui reflétait bien le pessimisme de celles-ci: 70% d'entre eux s'attendaient a une détérioration croissante de la situation économique, financière, sociale et politique. Près de 50% se prononçait,aient pour une économie mixte (50% au privé 50% à l'Etat), 28% pour une économie strictement libérale et 19% pour un retour à l'étatisation.

Ce sondage est intéressant car il marque, comme les déclarations et articles de plus en plus nombreux de personnalités, une tendance assez nette à souhaiter des inflexions sensibles dans la politique actuellement poursuivie.

Serguëi GLAZIEV, ministre du Commerce extérieur, reconnait que si la Russie échoue a créer des structures financières et industrielles efficaces d'ici un an ou deux, elle se "désintégrera". Et il préconise des mesures urgentes:

suspendre le chapitre de la loi de privatisation qui permet aux grandes entreprises de privatiser elle-même les unités de production qui les composent, abolir les obstacles infondés à la création de holdings,

3. introduire un certificat de qualité pour les marchandises importées et moduler les tarifs douaniers en fonction des objectifs de la politique industrielle, n'accorder des subventions et la garantie du gouvernement qu'aux importations de marchandises et d'équipements qui ne peuvent être achetés sur le marché national, au lieu d'investir dans des projets locaux, il est nécessaire d'apporter le soutien de l'Etat à des programmes nationaux majeurs qui permettent des changements structurels.

Cette prise de position du ministre va dans le sens d'un certain protectionnisme et du retour à une certaine forme de planification, en tout cas d'un accroissement du rôle de l'Etat, tendances qui se confirment au fil des jours.

Beaucoup dénoncent désormais les effets pervers des instruments traditionnels de la politique de stabilisation (cf. en annexe le tableau dressé par Jacques SAPIR, maître de conférence à l'Ecole des hautes études en sciences sociales).

Oleg BOGOMOLOV, directeur de l'Institut d'économie internationale auprès de l'Académie des sciences estime ouvertement que c'est l'aventureuse "thérapie de choc" de M. GAIDAR qui est la principale responsable de la chute continue de la production et de l'inflation. La politique ruineuse du "grand saut" dans l'économie de marche a été inspirée par les économistes de "l'école monétariste de Chicago" et aussi par le FMI, déplore-t-il. Et si cette politique devait être poursuivie, elle conduirait à une situation encore plus grave. En toute hypothèse, il n'y a rien à attendre des deux années qui viennent sauf, prévoit-il, une plus grande détérioration. Pour lui, plutôt que de quémander des prêts, alors que la Russie est en cessation de paiements. le gouvernement devrait attirer les investisseurs étrangers sur des secteurs prioritaires, en créant les conditions légales et fiscales qui font aujourd'hui défaut.

Précisément, dans un rapport rendu public durant l'été 1993, un responsable du Fonds Monétaire International, M. de Groote, en vient à critiquer ses collègues américains et leur "approche fondamentaliste" des réformes fondées sur "un modèle importé qui n'existe nulle part, pas même aux Etats Unis, le seul pays pris comme référence par ces réformateurs de l'école reaganienne". Dans ce rapport, il déplore une libération des prix "prématurée et mal conduite" et préconise la restauration d'un certain contrôle des prix dans la grande industrie et l'agriculture, ainsi qu'un ralentissement des privatisations dans les industries d'Etat et le retour à un minimum de contrôle administratif des processus économiques.

Progressivement, se dessine ainsi les traits d'une politique économique alternative

Dans l'immédiat cependant, la situation est encore aggravée par "l'autonomisme économique", favorisée par les transferts de charges et de responsabilités, initiés par le gouvernement GAIDAR et poursuivis récemment par les concessions de M. ELTSINE aux "sujets" de la fédération. Les conséquences pourraient en être dramatiques pour le pays.

C'est ainsi que beaucoup de régions imposent désormais leurs propres règles de passage à l'économie de marché et tentent de constituer leur propre espace économique, instituant des règles fiscales spécifiques concernant en particulier l'exploitation de leurs ressources naturelles et l'accueil des investisseurs étrangers. Des économistes n'hésitent pas à parler de "désintégration préférentielle" estimant que celle-ci toucherait déjà l/3 du potentiel économique russe. Certaines régions ont cessé de transférer leur quote-part au budget fédéral. C'est ainsi que durant les cinq premiers mois de 1993, pas un rouble n'a été donné au budget de l'Etat par les républiques du Bachkortostan, du Tatarstan, cependant que la république du Sakka (ex-Yakoutie) payait 1% et celle de Carélie seulement 3% des impôts fédéraux, et les cas identiques se multiplient.... C'est tout le budget fédéral qui est menacé d'effondrement par "assèchement".

Le gouvernement, apparemment incapable de garder le contrôle de la situation, a néanmoins soumis au Soviet Suprême des projets de loi visant a alourdir la pression fiscale en créant de nouvelles taxes et en augmentant celles existantes, en particulier la TVA (+4%)

La fuite en avant se poursuit donc, comme les privatisations.

Mais les dernières prévisions gouvernementales n'incitent pas à l'optimisme.

A la fin de cette année, selon le Président de la Banque Centrale, le Produit National Brut sera comme en 1992, en baisse de 18 à 20% et le taux de l'inflation de 1000% ! Le ministre des Finances, M. Boris FIODOROV, prédit pour sa part que le déficit budgétaire atteindra 22 milliards de dollars soit 14% du P.N.B.

 

 

00:14 Publié dans Economie | Lien permanent | Commentaires (0) | Tags : histoire, russie, économie, crise, déclin économique | |  del.icio.us | | Digg! Digg |  Facebook

lundi, 16 février 2009

Protectionnisme ou "Déglobalisation"?

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Protectionnisme ou « Déglobalisation » ?

Trouvé sur: http://www.polemia.com 

Que deviennent donc les grandes résolutions prises par le G20 réuni à Washington, le 15 novembre dernier, où les dirigeants des vingt principales puissances mondiales s’étaient engagés à s’abstenir « d’élever de nouvelles barrières aux investissements et au commerce des biens et des services » ? Ayant repris tous en chœur le mot d’ordre du moment, « Le protectionnisme : voilà l’ennemi » (1), où en sont-ils aujourd’hui ?

Au sein de l’Union européenne, la solidarité et la concertation résistent mal à l’ampleur des difficultés économiques que l’on ne mesurait pas dans les premières semaines de la crise et on s’achemine doucement mais sûrement vers le « chacun pour soi : « Chaque Etat est tenté d’agir en fonction de ses spécificités nationales », relève le commissaire chargé des affaires économiques et monétaires, Joaquin Almunia.

Sur le plan mondial, on constate le même repli sur soi.

Les Etats-Unis – A tout seigneur tout honneur – envisagent, par exemple, de réexaminer une disposition d'un vaste plan de relance économique protégeant les sidérurgistes nationaux contre les importations d'acier étranger. L'article, perdu dans un projet de près de 650 pages, interdit l'achat de fer ou d'acier étranger pour les projets d'infrastructures que financerait le plan. Par ailleurs, la nouvelle administration Obama s’interroge sur l’opportunité d’une nationalisation des banques.

En Chine, on a déjà assisté, durant les deux dernières années, à plusieurs conflits entre partenaires étrangers et chinois, comme ce fut le cas entre Danone et Wahaha. Récemment, c’est Alstom Transport qui a perdu le marché de la ligne à grande vitesse Pékin-Shanghaï au bénéfice exclusif de fournisseurs chinois. Il en est de même pour les télécommunications ou Coca-Cola ; ce dernier voit suspendre sa négociation engagée avec Huiyan Juice pour le rachat de la firme chinoise. Question : « La Chine va-t-elle favoriser ses champions nationaux en période de crise ? »

Alors, à l’épreuve de la crise, le libre-échange et la globalisation seraient-ils sur la sellette ? De Davos, où régnait un désarroi général, nous vient peut-être une réponse transmise par Frédéric Lemaître, rédacteur en chef du « Monde » (03/02/09) : « La mondialisation est devenue un handicap pour la reprise, et donc la croissance. » Est-ce un hasard si la presse anglo-saxonne parle déjà de « déglobalisation » ? Qu’en est-il ?
Polémia

 Le dilemme de la « déglobalisation »

Le terme est utilisé par Sean O’Grady dans « The Independent » de ce 31 janvier 2009 : « Deglobalisation: What is it ? And why Britain should be scared » (De quoi s’agit-il ? Et pourquoi la Grande-Bretagne devrait-elle avoir peur ?). Le terme désigne évidemment le mouvement inverse de la globalisation, actuellement en cours pour des raisons de protection, de prudence, de protection devant la violence de la crise. Cette situation peut être caractérisée également par la montée du protectionnisme. Mais l’emploi du mot, forgé pour l’occasion, de  « déglobalisation » implique de considérer ce renouveau de protectionnisme comme une mesure qui n’est pas seulement d’occasion, ni de simple réflexe, mais qui suggère un mouvement de mise en cause de la structure et de la philosophie de l’économie du monde, la crise elle-même suggérant cette attitude. Les Britanniques sont particulièrement concernés, et également préoccupés tant leur économie est fondamentalement orientée dans le sens de cette philosophie ainsi mise en péril, au niveau de sa structure même, dans tous les domaines de la vie  nationale.

« La Cité de Londres est un exemple flagrant de main-d’œuvre étrangère et de capitaux circulant librement et, jusqu’à récemment, elle était capable de générer une immense richesse. Mais d’autres services financiers et d’affaires, depuis l’assurance jusqu’à l’expertise, dépendent aussi de ces flux internationaux circulant librement.

« La quasi-totalité de notre fourniture en électricité et de nos services des eaux appartient à des entités allemandes, françaises ou à d’autres d’essence étrangère, un grand nombre de nos banques de la High Street sont entre les mains du groupe espagnol Santander et nos principaux constructeurs automobiles sont japonais, allemands, indiens et américains – et ils exportent 80 pour cent de leur production. Même la poste appartiendra pour moitié aux Hollandais. Il y a aussi Heathrow, un centre de transit international. Le tourisme et les industries créatrices, qui sont le secret de notre prospérité, sont les uns et les autres des affaires mondiales. Regardez aussi les maçons polonais et lituaniens, les arracheurs de pommes de terre, les chauffeurs de taxi nigériens et les infirmières sud-africaines, tous ont fourni un net profit à l’économie britannique. Leur contribution à la baisse du coût de la vie et au maintien de la Sécurité sociale est à peine remarquée et encore moins louée. Sans parler de l’apparition du poulet tikka masala devenu notre plat national. »

Si l’on en revient au protectionnisme, qui est le signe le plus apparent, le plus spectaculaire de la « déglobalisation », il faut savoir qu’il a d’ores et déjà une dimension politique et qu’il interfère d’ores et déjà sur les relations entre l’Europe et les USA de Barack Obama. A cause de cela, on commence déjà à s’interroger sur la réalité de cette énième « lune de miel » entre l’Europe et les USA (…), annoncée bruyamment avec le nouveau président, une grosse semaine après que ce président eut pris ses fonctions. La crise brouille toutes les cartes, et à son rythme, qui est étourdissant.

Les Britanniques, les plus proches des USA, les « cousins » anglo-saxons, sont à nouveau sur le front, cette fois dans l’attaque contre les USA, sur le point précis de la réintroduction d’une forme de « Buy American Act » dans la loi sur le plan de relance (ou stimulus plan) en train d’être discuté à Washington. Le « Business Secretary » (nous laissons le titre dans sa langue originale tant la  traduction en « ministre des Affaires » rend un son étrange) du gouvernement Brown, Lord Peter Mandelson, lance de Davos une critique violente contre Washington et les USA, rapportée par le « Times » de ce même 31 janvier.

« Se livrant à une attaque cinglante contre le plan, Lord Mandelson a déclaré que les projets nationaux consistant dans certains pays à inciter les consommateurs à acheter des produits fabriqués chez eux risquaient sérieusement de déclencher des affrontements dus au commerce protectionniste. “Je comprends pourquoi les gens désirent faire leur propre choix. C’est pourquoi, si on commence ces campagnes “Achetez américain”, ou “Achetez ceci”, ou “Achetez cela”, on court le risque que cela se traduise en de réels obstacles au commerce, ce qui est la dernière chose dont nous avons besoin en économie mondiale”, a-t-il ajouté. » (…)

« Lord Mandelson a condamné ce qu’il a qualifié de démarches protectionnistes naissantes engagées par certains gouvernements au sein de l’Union européenne des 27 nations. “Nous avons créé le marché unique pour soutenir une croissance économique et non pas pour commencer à s’en prendre les uns aux autres.” Toutefois, à Davos, lors d’un important déjeuner des chefs d’entreprise britanniques, il a souligné que la tendance était évidente, non pas seulement en Europe mais dans le monde entier : “Le commerce mondial s’engage cette année vers la régression pour la première fois depuis 1982. Je pense qu’il y a un risque réel que les gouvernements et les affaires voient dans le protectionnisme le remède nécessaire dans ces conditions-là mais pour ce qui concerne la guérison c’est aussi un poison”, a-t-il ajouté. “C’est la leçon que nous devons tirer des années 1930 – des erreurs que nous ne  devons pas réitérer au XXIe siècle”. »

« Lord Mandelson conforte l’avertissement déjà formulé par Gordon Brown au sujet de ce qu’il a appelé le “mercantilisme financier” – une nouvelle tendance des banques à retirer des marchés étrangers des milliards pour les injecter dans leurs bases nationales. »

Il est vrai qu’à Bruxelles, dans les différents milieux européens, la question de la renaissance du protectionnisme est désormais centrale. « A la Commission européenne, nous dit une source européenne, la perception de la crise continue à être étrangement cloisonnée, tant est grande la lourdeur de cette bureaucratie et développée son irresponsabilité politique. Mais la question du protectionnisme est celle par laquelle la grandeur de la crise est en train de pénétrer les esprits. Il y a une crainte immense, presque de la panique, de constater tous les signes de résurgence du protectionnisme, d’abord, bien sûr, aux USA… »

Cette préoccupation a un écho officiel, tel que le rapporte le « EUObserver » le 30 janvier, et cette préoccupation concerne effectivement l’attitude US, le « plan de stimulation » :

« L’Union européenne attend avec beaucoup d’attention de voir si une clause « Achetez américain », relative à l’acier, figurera dans la version finale du Plan de relance américain qui va être signée par Barack Obama, redoutant qu’elle n’affecte les exportations européennes. La clause, obligeant les entrepreneurs à utiliser uniquement de l’acier produit aux Etats-Unis pour leurs programmes de développement financés par le plan de relance de 825 milliards de dollars (630 milliards d’euros) proposé, est incluse dans une version qui a été approuvée par la Chambre des représentants le mercredi 28 janvier. Le Sénat débat du projet de loi en ce moment.

« Lors d’un point de presse de jeudi, le porte-parole, Peter Powel, a déclaré que le commissaire au commerce, Catherine Ashton, suivait de près l’évolution de la situation. “Nous sommes en train d’examiner la situation. … Avant d’avoir un texte définitif … il serait prématuré de prendre position”, a-t-il déclaré. “Mais la seule chose dont nous pouvons être absolument certains, c’est que si un projet de loi est voté qui interdirait la vente ou l’achat de marchandises européennes sur le territoire américain, nous ne resterons pas là à ne rien faire et nous n’en tiendrons aucun compte”, a-t-il pousuivi. »

« Selon la proposition actuelle, l’acier étranger ne pourra être utilisé pour les projets d’infrastructure financés par le plan de relance que dans le cas où le chef du département fédéral décide que l’emploi du seul acier américain augmenterait les coûts de plus de 25%. »

Enfin, et pour compléter notre choix de références, le site « WSWS.org » publiait hier une analyse générale de la situation du domaine, selon  l’appréciation d’une montée générale du « nationalisme économique ». Comme toujours sur ce site, l’analyse bien informée, exposée d’une façon  didactique, comporte également, au niveau du jugement général, les engagements idéologiques qui, dans de telles situations, se rapprochent de l’enfermement du jugement. Il s’agit de condamner aussi bien cette sorte de « nationalisme », évidemment interprété comme une action des classes dominantes nationales, que la structure de libre-échange mise en cause, qui renvoie à la globalisation hyper-capitalistique. Contentons-nous du passage sur l’évolution de la situation US qui est, en l’occurrence, le point central de la question.

La nouvelle administration Obama a encouragé la marée montante du protectionnisme avec les commentaires, la semaine dernière, du secrétaire au Trésor, Tim Geithner, qui accusait la Chine de jouer avec ses devises pour développer ses exportations. Traiter Pékin de « manipulateur de monnaie » permettrait à la Maison Blanche de faire appel contre la Chine à une large gamme de taxes douanières dissuasives et autres pénalités économiques selon la législation commerciale américaine. »

Les démocrates de la Chambre des représentants sont allés plu loin en incluant mercredi une clause « Achetez américain » dans le plan d’ensemble de relance d’Obama et de ses 825 milliards de dollars approuvé mercredi. La clause, qui exige que les projets d’infrastructure financés par le paquet  n’utilisent que du fer et de l’acier fabriqués aux Etats-Unis, a provoqué des protestations de la part des sidérurgistes européens. Le sénateur démocrate Byron Dorgan propose une plus large mesure visant à exclure le plus grand nombre de produits manufacturés fabriqués à l’étranger au moment où le plan parviendra au sénat (2). »

« De telles mesures menacent de provoquer une escalade de représailles et une guerre du commerce à grande échelle. Dans la revue américaine “Foreign Policy”, un commentateur mettait en garde contre le fait que le “langage explicitement protectionniste” exprimé dans le plan serait “certainement ressenti  comme un mauvais signe par le reste du monde”. Le monde peut traiter avec une Inde ou une Indonésie protectionnistes. Les échanges commerciaux rencontreront  beaucoup plus de problèmes si les Etats-Unis se mettent à renoncer à leur rôle traditionnel de leadership.” »

Les deux mots pour le dire

Il y a un faux affrontement intéressant de mots par ailleurs presque synonymes. S’agit-il de « protectionnisme » ou s’agit-il de « déglobalisation »? C’est une question qui mérite qu’on s’y arrête pour ce qu’elle recouvre – c’est même, en l’occurrence, la seule question qui vaille qu’on s’y arrête.

En général, le procès du protectionnisme est vite fait, d’autant qu’on retrouve dans le rôle du procureur aussi bien les hyper-libéraux à-la-Mandelson que les internationalistes trotskystes. Tout juste se demanderait-on si les jugements ne sont pas de circonstance ; le Royaume-Uni (où se recrutent ces chevaliers du libre-échangisme) ne se priva jamais d’être protectionniste, y compris avec un « grand marché » étendu au Commonwealth, lorsqu’il avait quelque chose à « protéger » ; aujourd’hui, on connaît sa situation… Par conséquent, on réservera une certaine méfiance vis-à-vis des sorties antiprotectionnistes de Mandelson et de Brown – dont, par ailleurs, l’intégrisme capitaliste n’est pas en cause, et pour le plus convaincant des propos (pour rappel, Brown, et non Blair, est désigné parmi les 25 coupables de la crise actuelle par le « Guardian »).

On notera également qu’on ferait bien de relire quelques classiques, pour rappeler, comme l’avait déterminé l’historien Lucien Romier en 1925 (« Qui sera le maître, Europe ou Amérique? »), que le protectionnisme n’est pas un concept qui s’expédie par quelques vitupérations. Romier distinguait le protectionnisme autarcique, établi par une nation pour développer d’une façon jugée en général déloyale sa puissance et prospérer sans interférences, ses caractéristiques la faisant se suffire à elle-même. L’exemple historique est celui des USA durant le « Gilded Age » (1865 jusqu’à la fin du XIXe siècle), époque paradoxalement du capitalisme le plus sauvage de l’histoire  économique, des grandes fortunes, d’un développement industriel tonitruant faisant accéder les USA au rang de grande puissance au début du XXe siècle. L’autre protectionnisme est le « protectionnisme défensif », établi pour protéger l’économie et la nation affaiblies pour telle ou telle cause (crise, défaite militaire, etc.), parce que l’urgence ne laisse souvent guère de choix. C’est le cas aujourd’hui, et c’est un cas bien plus difficile à trancher qu’il n’y paraît, dans les circonstances actuelles. Le problème est en effet que le protectionnisme est vigoureusement condamné au nom de la survivance – ne parlons pas de « renaissance » – d’un système dont il est avéré par ailleurs qu’il a provoqué la crise où nous nous trouvons, par conséquent cause indirecte mais avérée de cette poussée protectionniste…

C’est à ce point où nous passons à la problématique des « deux mots ». S’agit-il aujourd’hui de « protectionnisme » ou de « déglobalisation » ? « Les deux, mon colonel », répond l’expert, finaud. Ce n’est pas faux, on l’a vu, et c’est un dilemme, qui se reflète d’ailleurs dans l’embarras de certains critiques du protectionnisme qui admettent par ailleurs « comprendre » le mouvement de déglobalisation. C’est le cas lorsque Pascal Lamy, qui dirige l’OMC, dit à Davos : « Il est naturel qu’il y ait dans une telle crise une grande demande de protection. Mais cela ne signifie pas qu’il devrait y avoir du protectionnisme » (« It is natural in such a crisis that there is a big call for protection. But that does not mean there should be protectionism »). Traduisons, mais traduisons vraiment, en fonction de la tournure un peu alambiquée, c’est-à-dire gênée aux entournures, des deux phrases : « Un peu de protection c’est naturel, le protectionnisme ce n’est pas bien. ». On se demande qui fera la différence entre « protection » et « protectionnisme », à part le « isme » qui  permet aux éditoriaux du « Financial Times » de paraître vertueux.

Il est vrai que la globalisation est ce mouvement déstructurant, prédateur des identités et des souverainetés, qui a très largement contribué à massacrer les particularismes économiques, les équilibres des nations et des régions, l’équilibre universel de l’environnement ; qui a très largement contribué à massacrer les cultures (dans les deux sens, après tout), les sociétés, etc. ; et ainsi de suite. De ce point de vue, qui est fondamental pour définir la crise, la déglobalisation, dans tous les cas, un peu ou pas mal de déglobalisation, se justifie sinon s’impose, notamment pour lutter contre la crise. Mais la globalisation ne « marche » qu’appuyée sur le libre-échange avec le moins de restriction possible, et pas de restriction si possible, et, par conséquent, le protectionnisme est son grand ennemi ; dito, le  protectionnisme, c’est par conséquent aussi la déglobalisation, – et le tout, si l’on accepte aussi que le protectionnisme est effectivement une menace d’aggravation de la crise, forme un dilemme entre deux appréciations et deux politiques éventuelles, entre lesquelles il est bien difficile de trancher puisqu'il se pourrait bien qu'elles soient semblables.

Au reste, personne ne tranchera. Les directions politiques sont aujourd’hui trop faibles, trop pressées par des menaces terribles, dont celle de troubles politiques devant la catastrophe sociale, pour pouvoir réagir comme il convient aux consignes du système. Le protectionnisme, dans cette atmosphère générale de déglobalisation, est quelque chose dont on voit mal comment il pourra ne pas se  développer, d’une façon ou l’autre, notamment sous le nom de déglobalisation. Les USA mènent la charge, eux qui sont spécialisés dans le domaine de la tromperie à cet égard, grands donneurs de leçons et dénonciateurs du protectionnisme, et mainteneur du protectionnisme chez eux par des moyens variés ; mais, cette fois, bien peu préoccupés du qu’en-dira-t-on, ne dissimulant pas leurs intentions, parce que la maison brûle. Dira-t-on (les puristes de la logique) qu’ils se tirent une balle dans le pied, eux qui ont lancé la globalisation, faux-nez pour l’américanisation ? Qui a dit que la cohérence intellectuelle était la caractéristique du monde civilisé dans les heures que nous  traversons, alors que ce ne fut même pas le cas lorsque tout allait bien ?

Encore une fois, la grande force des choses parlera pour nos élites, empêtrées dans leurs belles idées ornées de fortes pensées conformistes, leurs vanités diverses et leur inclination à prendre leurs intérêts pour le bien public. Nous dépendons d’une mécanique historique qui, elle, ne dépend pas de nous. Il est possible que cette mécanique, qui en a plus qu’assez de nos balourdises, ait choisi la déglobalisation, quitte à passer pour protectionniste.

Le dilemme de la « déglobalisation »

Faits et commentaires
31/01/09
www.dedefensa.org

Correspondance Polémia
05/02/09
(Trad. des citations de presse par RS pour Polémia)

Notes de la rédaction :

(1)   Voir http://www.polemia.com/article.php?id=1817

(2)   Selon une dépêche de l’AFP du 05/02/09 : « Le Sénat américain a assoupli une clause controversée “Buy American” (Achetez américain) du plan de relance économique, un plan dont l'adoption est par ailleurs retardée par l'opposition républicaine alors qu'il est attendu impatiemment par le reste du monde.

Les sénateurs ont voté à main levée pour changer la formulation du texte et stipuler que le plan de relance devra être conforme aux lois et traités commerciaux existants, c'est-à-dire les règles de l'Organisation mondiale du commerce (OMC). »

Correspondance Polémia

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mardi, 10 février 2009

Bankencrisis is ook crisis van de Belgische instellingen

Bankencrisis is ook crisis van de belgische instellingen

Ex: http://www.n-sa.be/
De financiële crisis die reeds enkele maanden aanhoudt is de laatste dagen weer in een stroomversnelling geraakt. Ook nu weer mag de Staat opdraven als redder omdat te ver doorgedreven liberaliseringen de banken op de rand van de afgrond hebben gebracht (en Kaupthing, Fortis,…zelfs in de afgrond). De Vlaamse regering schoot KBC te hulp, meteen het startschot voor een tweede ronde van grandioze verspilling van belastinggeld aan het grootkapitaal. In ongeveer drie maanden tijd hebben de politieke waterdragers van het grootkapitaal het gepresteerd zo maar eventjes 25 miljard euro, (zijnde 1000 miljard oude Belgische franken!!) in de private banken te stoppen. Er wordt overigens niet aan getwijfeld dat de banken in de nabije toekomst opnieuw bij de staat zullen aankloppen. De gevolgen van de financieel-economische crisis die ze zelf hebben veroorzaakt moeten ze nog incasseren.  

Historisch gezien wordt de Kredietbank en haar aanhangsels als zowat de financiële ruggengraat aanzien van de Vlaamse welvaart en industriële ontwikkeling in de 2de helft van de 20ste eeuw. Wat Fortis / Generale Bank was voor belgië, is KBC voor velen, zeker in de brede Vlaamse Beweging, voor Vlaanderen. Reeds voor de oorlog wist de Kredietbank, als voorloper van KBC en opvolger van de ‘Algemeene Bankvereeniging’, een Nederlandstalige burgerij en de voor Vlaanderen typische kleine en middelgrote ondernemingen aan te spreken die zich bij de grote Franstalige banken niet zo thuis voelden. De Kredietbank heeft zo een vorm van cultureel nationalisme weten te gebruiken om er economisch beter van te worden. Deze omkering, waarbij nationalisme instrument voor de kapitalistische economie wordt, sluit nochtans niet uit dat degene die het gebruikt er toch ook in gelooft zoals de Antwerpse voorzitter van de Kredietbank, Fernand Collin, dat destijds bewees. Maar, niet alleen behoorde die Vlaamsgezinde elite in de omgeving van de Kredietbank logischerwijs nooit tot het nationalistische kamp die financieel en economisch gewin zouden opofferen voor één of andere ‘Vlaamse idee’, vandaag de dag is die nationale binding compleet verwaterd of verdwenen. Vlaanderen als begrip en het nationalisme er rond was vooral welkom als het iets kon opleveren. KBC heeft vooral nog steeds het imago een echte Vlaamse bank te zijn. Een imago, maar ook niets meer dan dat…

 

De crisis toont nog maar eens aan dat we over een eigen sterke Vlaamse volksstaat moeten beschikken die het bankwezen naar zich toe trekt en het monopolie over de geldcreatie bezit. Binnen de belgische structuur zitten we opgescheept met ondermeer Waalse politici die niet enkel knecht zijn van het grootkapitaal maar ook geen verantwoording hoeven af te leggen tegenover het Vlaamse volk. Ondermeer PS-politica Onckelinckx verklaarde dan ook niet meteen geneigd te zijn de federale overheid als reddingsboei te laten optreden voor die “Vlaamse” KBC, een bank die zoals eerder gezegd een Vlaams imago heeft. Toen verzekeraar Ethias in de problemen raakte, betaalden de Vlamingen via de federale staatskas evenwel gul mee om deze oogappel van de Waalse PS te redden. Het spaargeld van de gewone Vlaming kan hen vierkant gestolen worden, zij dienen immers enkel hun Waalse bevolking rustig en goed gezind te houden. Enkele maanden na de Fortis-affaire blijkt duidelijk dat de belgische Staat ofwel in de onmogelijkheid, ofwel in de manifeste onwil verkeert om als Staat de Vlaamse burgers en bedrijven te beschermen tegen de kwalijke gevolgen van liberaliseringen op de financiële markten.

Uit een zeer recent rapport van het VN-Bureau voor Drugs en Misdaad blijkt dat interbancaire kredieten betaald werden met geld uit de drugshandel en ander misdaadgeld. Nog voor de overheden met geld over de brug kwamen, werd in de tweede helft van 2008 de vraag naar liquiditeit van het banksysteem in Europa al in belangrijke mate ingelost door drugsgeld dat als enige grootschalige kapitaal direct beschikbaar was. Georganiseerde misdaad en liberaal-kapitalisme zijn onlosmakelijk met elkaar verbonden. De vraag moet gesteld worden of er in het najaar van 2008 grote hoeveelheden misdaadgeld naar Fortis zijn gevloeid.

 

De bankencrisis legde bovendien de totale mislukking van de belgische staat, haar instellingen en haar politieke klasse bloot. De crisis was de spreekwoordelijke druppel voor de regering Leterme. Na maandenlang geklungel en pure onkunde volgde nu het ontslag. Partijpolitieke spelletjes, vooral tussen de Waalse PS en de MR, alsook diverse domme uitspraken en tussenkomsten van individuele politici zijn dagelijkse kost. Schoolvoorbeeld is de Waalse liberaal Reynders, die als gangmaker mag aanzien worden achter de uitverkoop van de grootste bank van dit land aan de Fransen van BNP Paribas. Met een domme uitspraak over nieuwe kapitaalinjecties kelderde hij bovendien nog eens de beurskoers van KBC. De man presteerde het ook nog eens te pleiten voor de oprichting van een openbare “bad bank”, een slechte bank die alle “slechte” kredieten van de private banken zou overnemen zodat de financiële instellingen niet continu onder de dreiging leven om het slachtoffer te zijn van speculatie op de financiële markten. De dreiging en risico’s zouden dan afgewenteld worden op de belastingbetaler terwijl de aandeelhouders op hun beide oren kunnen slapen. Zo’n “bad bank” is een permanent zwaard van Damocles boven de overheidsfinanciën.

 

Eind 2008 kwam de federale regering al KBC ter hulp maar pas nadat de typisch belgische wafelijzerpolitiek werd bovengehaald. KBC met haar Vlaams imago kon enkel geld krijgen van de overheid indien ook steun werd verleend aan Sonaca, telg uit de Waalse vliegtuigindustrie. De nieuwe eerste minister Van Rompuy blinkt samen zijn “nieuwe” regering al evenmin uit in veel daadkracht. De federale politiek zit in een complete impasse op het moment dat de Staat als enige instelling de facto orde op zaken zou moeten stellen. In de voorbije maanden is er niet één politicus in belgië opgestaan die krachtdadig het roer in handen neemt, integendeel. Men lijkt zich in de regeringen en parlementen niet bewust van de situatie, men doet de ene domme publieke uitspraak na het andere dwaze voorstel, men speelt naar hartelust partijpolitieke spelletjes. Op geen enkel moment is er werk gemaakt van een duidelijk en globaal plan ter bestrijding van de crisis, men loopt de feiten achterna en pleegt wat oplapwerk. Fortis werd korte tijd genationaliseerd en daarna verpatst aan de Fransen, bij Dexia verkreeg de overheid aandelen in ruil voor staatssteun, bij KBC gaat het over achtergestelde leningen van zeer lange duur. Men pakt bank per bank aan, telkens op andere wijze en zonder fundamentele oplossingen.

 

En dit alles is nog het minste! Het ergste van de ganse situatie is dat de regeringen in feite zijn overgegaan tot pure diefstal van belastinggeld op zeer grote schaal. Het zijn dus niet enkel politieke klungelaars, het zijn gewoon criminelen. Zo heeft bijvoorbeeld de Vlaamse overheid van bendeleider Peeters reeds 2 miljard euro in KBC gestopt en houdt het nog eens 1,5 miljard klaar. Vlaanderen was net schuldenvrij, en moet nu opnieuw gaan lenen. Maar de overheid –zowel de Vlaamse als de federale- krijgt niets van macht, controle of zelfs inspraak in ruil voor die inbreng van belastingsgeld! Er verandert dus niets aan de bestaande aandeelhoudersstructuur in KBC, kortom de staat redt een private onderneming van de ondergang en geeft dus een cadeaucheque aan de aandeelhouders die gespaard worden, zonder dat die laatsten zelf een financiële inbreng doen ter redding van hun bank. Voor wie nog enigszins geloofde dat het parlement als hoeksteen van de liberaal-democratie hier enige zeggingsschap in heeft of had is er aan voor de moeite: zonder enige discussie of parlementaire afspraken zijn de bendes van Leterme / Van Rompuy en van Peeters met belastingsgeld overgegaan tot depannage van private banken. In maart 2008 bedroeg de beurswaarde van de drie grote banken Fortis, KBC en Dexia gezamenlijk nog bijna 81 miljard euro. De overheid verkwanselde blindelings nog eens 22,4 miljard euro aan deze drie (naast 1,5 miljard voor Ethias). Uiteindelijk hebben Fortis, Dexia en KBC in januari 2009 nog een gezamenlijke beurswaarde van iets meer dan 9 miljard euro! In nauwelijks 4 maanden tijd hebben de politieke plutocraten een belangrijk deel van het sanerings- en besparingswerk in de overheidsfinanciën van de afgelopen 15 à 20 jaar ongedaan gemaakt!

 

Aan Vlaams-nationale zijde is het ondertussen armoede troef inzake antwoorden en voorstellen betreffende deze crisis. Buiten wat oppervlakkig geklaag over de –uiteraard schandalige- uitverkoop van Fortis aan de Fransen van BNP Parisbas is er weinig te beleven. Sommigen stelden samen met Luc Van der Kelen van Het Laatste Nieuws al tevreden vast dat Vlaanderen dankzij de KBC-crisis en het “snelle optreden” van de bende rond minister-president Peeters bewezen heeft belgië niet meer nodig te hebben! Dat het in werkelijkheid om het zuiverste bewijs gaat dat dit officiële Vlaanderen de facto een belgië in het klein is, daar ging men gemakshalve aan voorbij! Indien men aan Vlaams-nationale zijde écht “Vlaams geld in Vlaamse handen” wil, dan is het hoog tijd om de neoliberale dogma’s van vrije marktwerking voorgoed achterwege te laten! N-SA herhaalt dat de enige oplossing ligt in een verregaande vernieuwing van het banksysteem waarbij ook definitief gebroken wordt met de renteslavernij, woeker en speculatie. Wij wensen geen “bad bank”, wij willen geen zoveelste schijnnationalisering, om een Fortis Morgana door de storm te loodsen. De doorgevoerde schijnnationalisaties hier en elders in Europa laten de bankiers gewoon aan het roer, om het schip nadien weer cadeau te doen aan nieuwe speculanten. Het is niet meer dan logisch dat een Staat die kapitaal in de banken inbrengt, er ook zelf het beheer van overneemt. Ons pleidooi voor het nationaliseren van de banken wordt ten andere ondersteund door de pleidooien voor –weliswaar tijdelijke- nationalisaties vanwege diverse economen (de Leuvense prof Paul de Grauwe, Nobelprijswinnaar Paul Krugman in de NYTimes, Prof. Willem Buiter,…).

Een openbaar statuut kan in elk geval een waarborg bieden tegen wild speculerende bankiers en tegen riskante operaties met onze spaargelden en pensioenen. Een openbaar statuut maakt stringente regels mogelijk. Geen mandaten in private raden van beheer voor de bestuurders. Geen cumul. Afgebakende bezoldiging voor de bankleiding, zonder gouden parachutes. Een controlecomité met vertegenwoordigers van corporaties, sociale organisaties en klanten, en met vetorecht in strategische beslissingen. Oprichting van een Corporatie voor het Bankwezen ter vervanging van de Commissie voor Bank- en Financiewezen (CBFW), en die de financiële stromen tussen de banken en spaarkassen in kaart brengt. Oprichting van een Vlaamse openbare Volksbank met goedkopere dienstverlening. Een openbare Vlaamse volksbank is ook een waarborg om de opbrengsten ervan terug in de gemeenschap te investeren: in sociale woningbouw, energiebesparing, de zorgsector, duurzame economie. Bovendien moet deze Vlaamse Volksbank opnieuw de bevoorrechte schuldeiser van de staat en de gemeenten worden. Vandaag eisen privébanken hoge interesten op de overheidsschulden. Het is natuurlijk gemakkelijker die schuld te heronderhandelen met een overheidsbank.

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jeudi, 29 janvier 2009

Sp.a pleit voor nationalisering Fortis

Sp.a pleit voor nationalisering Fortis

Sp.a-voorzitster Caroline Gennez kwam in haar speech op de nieuwjaarsreceptie van de partij uitvoerig terug op de bankencrisis. Ze voerde een pleidooi voor de nationalistering van Fortis Bank.
(belga) - Gennez besteedde in haar speech veel aandacht aan de bankcrisis. Dat de federale regering het niet eens raakte over KBC en de Vlaamse ploeg wel meteen over de brug kwam met een kapitaalsinjectie toont volgens haar het verschil aan tussen een regering met en een regering zonder sp.a. 'De Vlaamse regering staat achter haar banken. Niet om ze te verpatsen aan het buitenland, maar om ze een moeilijke periode te laten overbruggen', klonk het.Dat de federale regering Fortis verkoopt aan BNP Paribas kan voor sp.a niet door de beugel. 'In heel Europa is er geen enkel land dat zijn grootste bank aan het buitenland verkocht heeft. Deze regering doet dat wel.' De Vlaamse socialisten pleiten alvast voor een volledige nationalisering van Fortis Bank. 'De regering heeft nog exact 17 dagen om haar trots door te slikken. Il n'y a que des imbécils qui ne changent pas d'avis', zei ze over minister van Financiën Didier Reynders met een citaat van Jacques Brel.

Heisa

Voor het overige heeft Gennez zich zondag op de nieuwjaarsreceptie van haar partij nog eens geëxcuseerd voor de heisa die is ontstaan naar aanleiding van het binnenhalen van Bert Anciaux en andere ex-Vl.Pro'ers. Anciaux en co gaven zondag present in Mechelen.

Gennez gaf toe dat sommigen nog niet veel plezier hebben beleefd aan hun nieuwe lidkaart, maar ze benadrukte ook dat progressieven 'de verdomde plicht' hebben om samen te werken.

De ruzie rond het al dan niet veranderen van de partijnaam naar aanleiding van de komst van Anciaux en co was zondag op de sp.a-nieuwjaarsreceptie in de Mechelse Vleeshalle gespreksthema nummer een. De onvrede over de manier waarop een en ander is verlopen, zit bij verschillende militanten en mandatarissen nog altijd diep.
Verantwoordelijk

Ook Gennez kwam erop terug in haar speech. '2009 is niet glorieus begonnen. De integratie van de VlaamsProgressieven is niet goed gegaan. Er zijn wonden geslagen die niet hoefden. Er zijn misverstanden gecreëerd waar enkel duidelijkheid gepast was. Ik ben als voorzitter verantwoordelijk voor die misverstanden', luidde het. Gennez herhaalde dat sp.a sp.a blijft en zei tevreden te zijn dat de partij de rangen nu heeft gesloten.

Zonder Anciaux en co bij naam te noemen, stelde de sp.a-voorzitster dat sommige nieuwe leden nog niet veel plezier hebben beleefd aan hun nieuwe lidkaart. Met een citaat van Abraham Lincoln - I don't like that man. I have to get to know him better - liet ze uitschijnen dat alles wel zal goedkomen. Met een verwijzing naar onder meer Johan Vande Lanotte en Patrick Janssens beklemtoonde ze daarnaast dat outsiders binnen de partij in het verleden al vele malen zijn uitgegroeid tot sterkhouders.
De Vits

Dat ex-ABVV-voorzitster Mia De Vits geen plaats meer krijgt op de Europese lijst, valt in vakbondskringen niet in goede aarde. Tijdens haar toespraak verwelkomde Gennez speciaal ABVV-topman Rudy De Leeuw en maakte ze bekend dat ze zaterdag De Vits nog heeft proberen overtuigen om toch een plaats op een Vlaamse lijst te aanvaarden. 'Ze heeft niet ja gezegd, maar ze heeft wel beloofd dat ze er nog eens zou over nadenken.'
Explosieve cocktail

De verkiezingen staan volgens Gennez in het teken van een keuze tussen een warme, eerlijke samenleving en een rechtse, kille maatschappij. De sp.a-voorzitster haalde daarbij vooral uit naar de 'ultraliberale' Open Vld in de regering-Van Rompuy. 'De federale regering bereidt een explosieve coctail voor van lineaire lastenverlagingen en begrotingstekorten en binnen enkele jaren zal men vaststellen dat er geen geld meer is voor de sociale zekerheid. Daar lig ik wakker van.' Gennez hekelde ook nogmaals het afschaffen van de lastenverlaging voor oudere werknemers.

De speech van Gennez werd niet afgesloten met het zingen van de Internationale. Erik De Bruyn van Sp.a Rood en enkele aanhangers begonnen dan maar spontaan de socialistische hymne te scanderen.


 

Sp.a heeft gelijk dat het strijd voor de nationalisering van fortis, wij moeten onze bank idd niet verkopen aan het buitenland.

Het doet ons overigens ook plezier dat de plooien binnen sp.a nog lang niet zijn glad gestreken en dat Gennez bezig is sp.a nog verder uit elkaar te drijven.

vendredi, 23 janvier 2009

Autopsie de la crise financière

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AUTOPSIE DE LA CRISE FINANCIÈRE


« Le spéculateur, la crise financière qui secoue l’économie mondiale n’est que l’aboutissement logique d’une évolution qui s’est accélérée. Par son développement même, le capitalisme a atteint des limites qu’il est incapable de dépasser et ne survit que par des subterfuges à la crise de ses trois piliers : l’accumulation du capital, la consommation, le travail.


Du fait des gains croissants de productivité et de la baisse de contenu en travail des produits, la production n’est plus capable de valoriser l’ensemble des capitaux accumulés, une partie croissante de ceux-ci conservant la forme de capital financier. Une industrie financière s’est constituée qui ne cesse d’affiner l’art de faire de l’argent en n’achetant et ne vendant rien d’autres que diverses formes d’argent. C’est cette industrie que nous voyons s’écrouler. Cette impossibilité croissante de valoriser le capital est accentuée par la baisse du pouvoir d’achat dans tous les pays ayant adopté le dogme néolibéral. Le recours à l’endettement massif, dont les subprimes ne sont que le dernier épisode, a servi à masquer cette évidence en poussant des millions de travailleurs à consommer des richesses qu’ils n’avaient pas encore créées. C’est cette course à l’endettement qui vient de s’enrayer. Elle devrait logiquement être suivie par un effondrement de la consommation. Cet effondrement de la consommation sera lui-même accentué par la disparition du travail-emploi-marchandise. Ce n’est pas seulement le plein emploi, c’est l’emploi lui-même que le post-fordisme a entrepris de supprimer. Derrière des taux de chômage flatteurs et très souvent manipulés, cette destruction est visible dans la réalité des chiffres de la durée du travail qui traduit une dégradation très profonde de la qualité des derniers emplois créés. (...)


Par cette évolution, en détruisant ses moteurs, le capitalisme travaille à sa propre extinction et fait naître des possibilités sans précédent de passer à une économie affranchie de la domination du capital sur le mode de vie, les besoins et la manière de les satisfaire. C’est cette domination qui demeure l’obstacle insurmontable à la limitation de la production et de la consommation. Elle conduit à ce que nous ne produisons rien de ce que nous consommons et ne consommons rien de ce que nous produisons. Tous nos désirs et nos besoins sont des besoins et des désirs de marchandises, donc des besoins d’argent. L’idée du suffisant – l’idée d’une limite au-delà de laquelle nous produirions ou achèterions trop, c’est-à-dire plus qu’il ne nous en faut – n’appartient pas à l’économie ni à l’imagination économique. Elle peut par contre appartenir à l’imagination citoyenne. »



TTO, "Crise Financière ou Agonie du Capitalisme ?", Agoravox, 30 septembre 2008

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mardi, 20 janvier 2009

Spunti di riflessione sulla crisi economica

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http://www.rinascita.info/

 

Spunti di riflessione sulla crisi economica

  

Mercoledì 14 Gennaio 2009 – 17:50 – Vittoriano Peyrani

  
 



Per risolvere la crisi economica in atto i nostri politici suggeriscono di aumentare i consumi, rimedio pericoloso per l’ecosistema e per il senso morale poiché suggerisce di comprare e discaricare oggetti con maggiore frequenza. Questo, poi, in un sistema globalizzato rischia di far aumentare le importazioni di prodotti finiti da altre nazioni che, sfruttando oltre ogni limite la loro manodopera, possono permettersi una concorrenza sleale. Diversamente, cioè comprando prodotti italiani, si aumenterebbe comunque l’importazione di materie prime generando ugualmente più forti passivi di bilancio con conseguente pericoloso esborso di interessi passivi sul debito. In ultima analisi si avvantaggerebbe solo il sistema bancario.
Gli economisti, invece, suggeriscono di fare investimenti per aumentare la produttività rischiando di far sprecare risorse in quanto la recessione generale mette in forse la possibilità di vendita sia all’interno che all’estero. […]

Si deve evitare di perpetuare il potere delle banche internazionali che si basa su di un grave sfruttamento del lavoro e dei consumatori.

L’economia classica è funzionale al potere parassitario degli attuali signori del denaro e non può portare soluzioni positive ai problemi perché ha già fallito con disastri ancora non del tutto calcolabili.


Economisti e politici, con una modestia che purtroppo non hanno mai dimostrato, studino con attenzione come si fece in Italia ad attenuare la crisi economica del 1929, anche allora iniziata negli Stati Uniti.


L’Italia era stata oggetto di sanzioni gravissime da parte degli stati aderenti alla Società delle Nazioni, angloamericani e francesi in primis. Era stata costretta a ricorrere ad una autarchia dispendiosa e di complessa realizzazione.
Certo allora eravamo governati da un dittatore che in realtà tale non era potendo solo legiferare, come anche ora spesso avviene, per decreti. Questi dovevano essere poi approvati dai due rami del parlamento, Camera della Corporazioni che rappresentava il mondo del lavoro, della cultura e delle arti, e Senato del Regno, di nomina regia e quindi non controllabile dal cosiddetto dittatore. Comunque il sistema era basato su di un consenso popolare di gran lunga superiore a quello dei governi attuali che sono oggetto di grande dissenso e critiche perché non prendono in nessuna considerazione i bisogni delle famiglie.


Il successo fu dovuto alla scelta di leggi e di uomini.
Vediamo che cosa dovrebbero recepire gli studiosi dall’esame del passato per trovare le cause e i rimedi ai guasti di oggi:

1) Innanzitutto lo studio del passato dimostra che un sistema globalizzato non è utile al miglioramento della condizione dei popoli ma è solo un meccanismo favorevole all’accentramento del dominio politico planetario da parte della finanza. Se mai, invece, la globalizzazione porta in sé i germi di mali incontrollabili, come inflazione, stagflazione, deflazione.
il libero mercato non è che una formula ipocrita per favorire i gruppi commerciali più forti e non certo per aumentare il benessere e la libertà di tutti.


In un sistema caratterizzato dal gigantismo e dalla liberalizzazione dei monopoli statali, la concorrenza non può verificarsi per gli incroci di possesso di azioni fra gruppi che dovrebbero confrontarsi sfidandosi con l’abbassamento dei prezzi, ma che non lo fanno perché avvantaggerebbero un’azienda e ne danneggerebbero un’altra, sempre di loro proprietà.


In conclusione gli incentivi alla produzione ed al consumo possono avere effetti solo in mercati circoscritti e che si possano proteggere con sistemi doganali efficaci, cosa che viene demonizzata in ogni modo dal pensiero unico democratico.
Nelle recenti riunioni del “G8” e del “G20” si è stabilito che i rimedi devono essere uguali e concordati in tutto il pianeta ma si attende quanto proporrà il neopresidente Obama non appena sarà integrato nelle sue funzioni. In sostanza si aspetta il verbo del presidente del paese che ha generato la crisi, che ha tutte le intenzioni di farla pagare agli altri, che continuerà sulla strada del liberismo che ha creato questa devastazione per i risparmiatori di tutto il mondo. Egli ha condotto la campagna elettorale (come del resto pure il suo avversario Mac Cain) con i soldi dei banchieri che ora controllano il suo operare.

 
Si parla di una nuova Bretton Wood per mantenere, attraverso una moneta unica di riferimento a livello planetario, ancora il dollaro, il potere finanziario nelle mani di coloro che da queste devastazioni hanno sicuramente ottenuto arricchimenti ancora più veloci. Gli Stati Uniti, attraverso gli enti finanziari in loro potere, come Banca dei Regolamenti Internazionali, Banca Mondiale, Fondo Monetario Internazionale ed altri ancora, cercano con le buone come aperture di credito. sorvolando sui conseguenti interessi, o con le cattive (guerre, ritorsioni economiche, sanzioni, minacce) di evitare decisioni autonome degli altri paesi mentre stanno strangolandoli e appropriandosi delle loro ricchezze più rapidamente che mai. Sanno benissimo che la prima nazione che si sgancerà dal sistema monetario internazionale ne avrà grandi vantaggi ma sfuggirà alla loro presa.


Studiando la storia si dovrebbe notare che l’Italia, in un breve ventennio, nonostante una crisi economica internazionale di gran lunga superiore a quella che fino ad ora si sta presentando e nonostante una chiusura autarchica imposta dal resto del mondo con le sanzioni, ebbe momenti di una certa prosperità: si studino quali provvedimenti furono presi e li si adattino ai nostri tempi.


E più ancora si studi la Germania Nazionalsocialista che dal 1933 al 1939, cioè in soli sei anni, in un sistema economicamente chiuso, cioè senza sfruttare colonie o mercati altrui, trovò lavoro per quattordici milioni di disoccupati e portò alle famiglie un benessere prima sconosciuto.


Non si vuole studiare quali interventi legislativi e quali modalità di scelte di uomini si attuarono e non si vuole applicare oggi quanto vi era di positivo, con le opportune modifiche imposte dai tempi. Questo implicherebbe, infatti, una drastica riduzione del libero mercato, cioè a dire della libera speculazione, che i signori del denaro non vogliono accettare.
Concludendo la rovina attuale è generata dai seguenti fattori.


La globalizzazione che ha tolto ogni freno alla esagerata cupidigia delle banche e delle multinazionali del commercio. Basti un esempio: il petrolio è salito da 30 a 150 dollari al barile non per la tanto decantata legge della domanda e dell’offerta (non è mai mancato o scarseggiato) e non per aumenti dei costi di produzione ma solo per lo spostamento dell’attenzione e degli investimenti dalle borse, in crisi, al mercato delle materie prime da parte di chi non voleva diminuire i propri usuali enormi guadagni. Tali operazioni sono state pagate dagli automobilisti, oltre cha da tutto il sistema economico, con un tremendo aumento dei prezzi. Questa è una delle concause della attuale crisi.


Le liberalizzazioni. Le aziende nazionalizzate talvolta funzionavano egregiamente come le Poste Italiane, le Ferrovie dello Stato, E.N.I., E.N.E.L, A.G.I.P., S.A.I.P.E.M. e molte altre. Alcune invece avevano un forte passivo. La colpa gravissima della burocrazia politico-amministrativa statale, è che, invece di sistemarle le ha fatte andare peggio per poi svenderle al capitale nazionale o straniero. Non si può ignorare l’evidente corredo di conflitti di interessi e tangenti date a quei politici che hanno deciso l’operazione e che precedentemente erano stati consulenti delle grandi banche acquirenti (sic!).


Il signoraggio della moneta concesso a banche private crea un artificioso debito pubblico perché i governi, invece di stampare in proprio moneta in biglietti di stato, si indebitano con le banche che creano denaro dal nulla (biglietti di banca), senza alcuna copertura o garanzia aurea o in beni immobiliari e lo imprestano agli stati contro interesse. Gli stupidi pensano che se battesse moneta lo stato creerebbe, esagerando nell’emissione, una grave inflazione ed hanno più fiducia nelle banche private. Santa ingenuità! I risultati delle sovranità monetaria ceduta ai privati si vedono nella crisi spaventosa che incombe su di noi tutti. I privati hanno come scopo unico del loro agire il guadagno e siccome non vi è alcun controllo popolare, democratico o di enti appositi, superano ogni limite immaginabile di ingordigia.


Il disordine, l’incapacità, di una classe dirigente inetta, corrotta e meschina non controllata in nessun modo da governo o da enti costituiti al proposito.


Il sistema politico che crea irresponsabilità dei vertici e della gerarchia esponendola al ricatto ed alla corruzione di un sistema finanziario strapotente ed incontrollato che vive sull’equivoco di un potere che salirebbe dal basso, con le elezioni. Il potere invece, da qualche secolo, discende dai poteri forti finanziari internazionali. Prova ne sia che tutti indistintamente i nostri politici della maggioranza ma anche dell’opposizione, si recano negli Stati Uniti, evidentemente per la conferma della investitura nelle loro funzioni. Questo sistema crea poi un’inversione dei valori veramente immorale; si pensi solo al fatto che un qualsiasi maneggione di una cooperativa di prestazioni d’opera può in pratica scegliere chi mandare a lavorare e chi no mentre al datore di lavoro, che paga le tasse, supera la rete di disposizioni paralizzanti, crea lavoro, investe e rischia il proprio denaro, la legge non da questa possibilità! […]


Gli economisti ed i politici, già declassati nella stima generale per non aver previsto questa crisi e per non saper quali provvedimenti prendere per superarla, devono snebbiarsi il cervello dai pregiudizi indotti da un pressione fortissima a favore della globalizzazione: è stata questa a portare la rovina e la porterà sempre più in futuro. Che si debba abbandonare il sistema economico attuale lo prova il fatto che, dopo che gli Stati Uniti hanno immesso in circolazione 700 e più miliardi di dollari, creando le premesse per una grave svalutazione della moneta e quindi della retribuzione del lavoro, l’Europa ed il Giappone sono state costrette a fare altrettanto perché diversamente ci sarebbero state ripercussioni negative sull’equilibrio dell’import-export. […]

Per evitare la iattura dell’abbassamento del nostro tenore di vita senza nemmeno vantaggio per i paesi emergenti ma solo per le multinazionali commerciali, dunque, la soluzione è quella di dimenticare, almeno parzialmente e provvisoriamente, il libero mercato selvaggio. I paesi emergenti devono, in altre parole, consumare la loro superproduzione all’interno, considerato anche che le loro popolazioni hanno bassissimi consumi e sfruttano i loro concittadini creando un danno a loro ed a noi.

E poi, chi andrà a raccontare ai disoccupati che il libero mercato è indispensabile al miglioramento generale dell’economia quando oggi appare evidente che esso serve solo allo sfrenato arricchimento della compagnie commerciali? Il libero scambio dei prodotti è solo funzionale ai poteri forti internazionali che non vogliono mollare la presa per quanto riguarda il loro dominio sul pianeta attraverso il denaro. Studiando il passato si deve ricordare che una cosa sono i sistemi politici, discutibili finché si vuole, altro sono i risultati economici ottenuti con la socializzazione delle imprese e la compartecipazione dei lavoratori agli utili. In questo modo i lavoratori sono innalzati a sentirsi parte attiva e responsabile di un progetto generale con risultati socio-economici inimmaginabili dagli economisti di maniera. L’ideologia liberista ha già dato rovinosa prova della sua applicazione. Occorre un cambiamento radicale.

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mercredi, 14 janvier 2009

Terre & Peuple n°38: Capitalisme, non merci! - Pour une troisième voie identitaire!

Terre et Peuple Magazine

n°38

Hiver 2008

 

 

Sommaire - TP Mag n°38

TERRE ET PEUPLE MAGAZINE - Terre et Peuple Magazine n°38 - Hiver 2008
Samedi, 18 Octobre 2008 01:59

Éditorial de Pierre Vial :

Pour une Troisième Voie identitaire

En Bref
- Nouvelles d'ici et d'ailleurs

Identité
- La ligue des Peuples d'Europe

Origines
- Nos racines généalogiques

Nos traditions
- Les fourneaux d'Epona

Indo Européens
- Les Faussaires de l'Histoire

XIII° table Ronde de Terre et Peuple
- Le combat Culturel, pour quoi faire ?

Culture
Patrimoine
- Prora, une mémoire Allemande
- Le mur Slave de Jaromarsburg

- Notes de lectures

DOSSIER - Capitalisme ? Non Merci !  Pour une Troisième Voie

Editorial - TP Mag n°38

TERRE ET PEUPLE MAGAZINE - Terre et Peuple Magazine n°38 - Hiver 2008
Samedi, 18 Octobre 2008 00:00
Pour une Troisième Voie identitaire

Face à la crise qui ébranle si fortement le système capitaliste (jusqu’où ? L’avenir le dira…) il est indispensable d’apporter une réponse alternative. Une réponse qui ne peut être que révolutionnaire. On ne se refait pas…Frileux s’abstenir.

Comme le rappelle l’entretien que nous publions dans notre dossier « Capitalisme ? Non merci ! », le concept de Troisième Voie a été très formateur pour toute une génération de militants (et militantes !) dans les années 1980. Il est nécessaire de le revivifier aujourd’hui car il est au cœur de notre combat idéologique – et plus que jamais nécessaire au vu de la situation présente.

Certains esprits chagrins vont critiquer ce choix. D’abord parce que critiquer les autres, tous les autres, est leur passe-temps favori, d’autant plus qu’en retour ils ne proposent rien, incapables qu’ils sont d’avoir une pensée positive. Ensuite, au mauvais prétexte qu’une Troisième Voie n’est plus de saison puisque la Troisième Voie des années 1980 se définissait tout à la fois contre l’impérialisme américain et contre l’impérialisme soviétique. Or celui-ci a disparu… Certes. Mais c’est confondre, volontairement ou involontairement, système soviétique et marxisme. Or celui-ci est toujours vivant, bien vivant, trop vivant puisqu’il imbibe, sans le dire (c’est le b-a ba de la subversion), tous les pouvoirs en place. Bien sûr, se dire marxiste n’est plus autant à la mode que dans le passé. Mais le marxisme n’en exerce pas moins, sous une forme souvent banalisée, son contrôle sur le pouvoir culturel, lequel (merci Gramsci !) conditionne la conscience de nos contemporains – si bien que, fin du fin, beaucoup d’acteurs de la vie publique font du marxisme sans le savoir, en dignes successeurs de Monsieur Jourdain.

Sur le plan politique, une ligne Troisième Voie permet de dénoncer droite et gauche comme les deux faces de la même (fausse) monnaie (exemple criant : le mondialisme libéral et l’altermondialisme gauchiste ont en commun d’affirmer la nécessité d’un mondialisme). Une Troisième Voie est une nécessité absolue pour sortir du jeu de tricheurs, utilisant des fausses cartes, qu’est le Système en place.

Les turpitudes des socialistes ont l’avantage d’étaler sur la place publique une vérité accablante pour les cœurs sincères qui croient encore au socialisme : le Parti qui parle en leur nom accepte le système capitaliste sous prétexte qu’on pourrait le réformer, l’aménager, le rendre supportable. Cela s’appelle la sociale-démocratie. C’est à dire le frère jumeau du capitalisme libéral. Comme en a fait l’aveu publiquement Delanoë, qui est d’après Le Nouvel Observateur (22 mai 2008) « le candidat préféré des électeurs de gauche pour la prochaine présidentielle ». Et qui annonce tranquillement : « La gauche que je défends est par essence libérale (…) Je suis donc libéral et socialiste ». Si les mots ont encore un sens, cela apparaît comme le mariage de la carpe et du lapin. Mais ce mariage n’a pas empêché Martine Aubry, qui veut nous la jouer « plus pure et plus dure socialiste que moi, tu meurs », d’accepter dans son escarcelle les voix de Delanoë pour venir à bout, bien difficilement d’ailleurs, de Ségolène Royal, en battant le rappel de tous les dinosaures du PS.

La déclaration de Delanoë, présentée dans les media comme une grande nouveauté et une belle audace, n’est en fait nouvelle et audacieuse en rien. Elle correspond en effet parfaitement à un jeu de dupes qui remonte au XIXe siècle, lorsque les radicaux-socialistes de la IIIe République firent en sorte de neutraliser, en acceptant le jeu constitutionnel et électoral, les ardeurs révolutionnaires des vrais socialistes français, héritiers de Proudhon et de Blanqui, marqués par le beau rêve de la Commune de Paris. Ces hommes et ces femmes (honneur à Louise Michel !) que les bourgeois versaillais traitaient dédaigneusement de « Communards », incarnaient une tradition politique qui, comme l’a rappelé Alain de Benoist dans son bel édito du n° 126 d’Eléments (automne 2007), « impliquait à la fois le refus de l’exploitation du travail, de l’égoïsme prédateur et du nihilisme jouisseur, en même temps qu’un certain conservatisme moral, le sens de l’honneur et de la parole donné, le goût de la loyauté, de l’entraide et de la solidarité ». Une telle conception, forgée dans les luttes contre la bourgeoisie louis-philipparde et héritière du compagnonnage,  transcendait le clivage artificiel gauche-droite, conçu pour couper les peuples en deux – pour le plus grand profit des usuriers cosmopolites. Un tel idéal a survécu au fil du temps avec l’aventure boulangiste, avec Maurice Barrès candidat aux élections de 1898 à Nancy sous l’étiquette « nationaliste-socialiste », avec le Cercle Proudhon fondé en 1911 sous l’influence de Sorel et du premier Maurras (« une des premières tentatives d’union des forces révolutionnaires de droite et de gauche en vue d’un syndicalisme à la fois socialiste et nationaliste », Dictionnaire de la politique française, 1967), avec ces « non-conformistes des années 30 » (Mounier, Maulnier, Rougemont et tant d’autres) bien étudiés par Jean-Louis Loubet del Bayle, avec les néo-socialistes de Déat, Marquet, Montagnon et Renaudel, avec le PPF de Doriot. Au-delà de leur diversité, ces hommes, ces mouvements étaient en quête d’une Troisième Voie, comme l’étaient, entre 1919 et 1945, Jose-Antonio, Ramiro Ledesma Ramos et Onesimo Redondo en Espagne, Degrelle et Henri de Man en Belgique, le premier fascisme (et le retour aux sources avec la République Sociale) en Italie, les courants nationaux-révolutionnaires et volkisch, à l’intérieur et à l’extérieur de la NSDAP, en Allemagne, et tant d’autres courants comparables dans la plupart des pays européens.

Après 1945 – et pour ne parler que de la France – François Perroux, le « gaullisme de gauche », le groupe « Patrie et Progrès », les courants Algérie Française au sein de la SFIO et du Parti Radical (Jean-André Faucher et ses amis), Maurice Bardèche et son Défense de l’Occident, Jeune Nation puis Europe-Action et, bien sûr, Troisième Voie, ont représenté peu ou prou, chacun à leur façon et dans des registres évidemment très différents, la volonté d’une ligne anticapitaliste et antimarxiste.

Aujourd’hui, face au marxisme rampant (travesti en droitsdelhommisme larmoyant) et au libéralisme sûr de lui et dominateur, s’impose la nécessité d’une Troisième Voie clairement affirmée. Elle doit reposer sur la nécessaire primauté d’un pouvoir politique exerçant sa légitime souveraineté sur l’outil économique, pour imposer la justice sociale. Elle doit reposer aussi sur la notion d’identité : dans la mesure où marxisme et libéralisme s’accordent sur le primat de l’économique et la nécessité d’un mondialisme tueur de peuples, niveleur et destructeur des appartenances organiques, ethniques, c’est l’affirmation des patries charnelles enracinées et du droit du sang qui fonde la légitimité d’une référence « Troisième Voie ».

Il faut le dire à ceux qui croient sincèrement au socialisme : le seul socialisme authentique est celui qui affirme la primauté des droits de la communauté sur les droits de l’individu et qui rappelle à celui-ci la nécessité des devoirs envers sa communauté. C’est en cela qu’il n’est pas compatible avec le libéralisme, lequel est indissociable de l’individualisme, source d’un égoïsme narcissique. Or les seules communautés légitimes sont les communautés organiques, populaires, qui reposent sur l’identité ethnique.

C’est pourquoi la Troisième Voie que nous voulons est celle d’un socialisme fidèle à ses origines, un socialisme identitaire, solidariste et fédéraliste, qui mettra en application la nécessaire justice sociale en éradiquant l’exploitation capitaliste mondialiste, sûre d’elle et dominatrice, cause véritable de l’invasion de notre terre par des populations victimes du Système et qui devront, pour retrouver une vie équilibrée et satisfaisante, retourner sur leurs terres d’origine. Ce qui permettra, alors, de passer avec elles des accords bilatéraux destinés à permettre à tous les peuples d’affirmer avec force, face au mondialisme niveleur, dans un monde multipolaire, leur droit à l’identité ethnique.



Pierre VIAL
 

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mardi, 13 janvier 2009

Crise mondialiste: les mondialistes y voient la preuve... qu'il n'y a pas assez de mondialisme

Novopress, 9/1/2009 : "Pour la commissaire à la Concurrence européenne Neelie Kroes (photo), « la crise actuelle ne peut être résolue par des approches locales, protectionnistes, ou par une résurgence des nationalismes ». Dans le contexte de la crise, « il peut être tentant de paniquer et d’avoir recours au protectionnisme. De dé-globaliser, en quelque sorte». Et «c’est ce qui se passe dans certains pays», a-t-elle déploré. « Il n’y a pas d’alternative à la mondialisation » a-t-elle prévenu, ajoutant qu’il ne faut pas « tout reformuler », mais « garder ce qui marche et changer ce qui ne marche pas ». « Nous avons besoin de réponses mondiales. Sur le front des politiques de concurrence la tendance va dans la bonne direction ».

« Nous avons besoin des interventions de l’Etat et d’une meilleure régulation pour fixer les règles du jeu », a néanmoins reconnu la commissaire, afin d’« éviter que le capitalisme dégénère en casino ou en copinage ». Des propos qui ont été repris au bond par Nicolas Sarkozy qui vient de mettre en garde les Etats-Unis contre toute tentation de bloquer l’adoption de mesures de « refondation du capitalisme » lors du prochain sommet du G20 à Londres. « Il ne peut plus y avoir un seul pays qui explique aux autres “payez la dette qui est la nôtre”, il ne peut plus y avoir un seul modèle », a doctement expliqué à ses amis américains un Nicolas Sarkozy qui semble avoir oublié qu’il préside aux destinées d’un pays « en faillite » selon les termes mêmes de son Premier ministre, et qui croule sous le poids d’une dette abyssale…

Les propos très natio-centrés du président de la République ont suscité l’ironie de président du Front National. « Auréolés d’une gloire factice, éblouis par des idées qu’ils croyaient modernes, ils ont détruit les nations, les Etats constitués (…) les services publics, tous livrés aux lois de la marchandisation universelle » a lancé M. Le Pen lors de ses vœux à la presse, au nouveau siège du parti à Nanterre. « Les voilà tous, avec l’ardeur des néophytes, des nouveaux convertis, défenseurs des nations protectrices, des intérêts de la communauté nationale, adeptes du contrôle et des réglementations, eux qui ne juraient hier que par le “laissez faire, laissez aller” ! » a-t-il ironisé."

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Los supermercados y la crisis alimentario mundial

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Los supermercados y la crisis alimentaria mundial (extracto)

La crisis alimentaria ha dejado sin comida a miles de personas en todo el mundo, el Banco Mundial añade cien millones de hambrientos más fruto de la crisis actual…

Esther Vivas * (Adital 04.12.08)
El “tsunami” del hambre no tiene nada de natural, sino que es resultado de las políticas neoliberales impuestas durante décadas por las instituciones internacionales. Hoy, el problema no es la falta de alimentos sino la imposibilidad para acceder a ellos debido a sus altos precios.

Esta crisis alimentaria deja tras sí a una larga lista de perdedores y de ganadores. Entre los más afectados, se encuentran mujeres, niños y niñas,… En definitiva, aquellos que engrosan las filas de los oprimidos del sistema capitalista. Entre los ganadores, encontramos a las multinacionales de la industria agroalimentaria que controlan de origen a fin la cadena de producción, transformación y comercialización de los alimentos. De este modo, mientras la situación de crisis azota, principalmente, a los países del sur global, las multinacionales del sector ven multiplicar sus ganancias.

Monopolios

La cadena agroalimentaria está controlada en cada uno de sus tramos (semillas, fertilizantes, transformación, distribución, etc.) por multinacionales que consiguen grandes beneficios gracias a un modelo agroindustrial liberalizado y desregularizado. Un sistema que cuenta con el apoyo explícito de las élites políticas y de las instituciones internacionales que anteponen los beneficios de estas empresas a las necesidades alimenticias de las personas y el respeto al medio ambiente.

La gran distribución, al igual que otros sectores, cuenta con una alta concentración empresarial. En Europa, entre los años 1987 y 2005, la cuota de mercado de las diez mayores multinacionales de la distribución significaba un 45% del total y se pronosticaba que ésta podría llegar a un 75% en los próximos 10-15 años. En países como Suecia, tres cadenas de supermercados controlan alrededor del 95,1% de la cuota de mercado; y en países como Dinamarca, Bélgica, España, Francia, Holanda, Gran Bretaña y Argentina, unas pocas empresas dominan entre el 60% y el 45% del total. Las megafusiones son la dinámica habitual en el sector. De este modo, las grandes corporaciones, con su matriz en los países occidentales, absorben a cadenas más pequeñas en todo el planeta asegurándose su expansión a nivel internacional y, especialmente, en los países del sur global.

Este monopolio y concentración permite un fuerte control a la hora de determinar lo qué consumimos, a qué precio lo compramos, de quién procede, cómo ha sido elaborado, con qué productos, etc. En el año 2006, la segunda empresa más grande del mundo por volumen de ventas fue Wal-Mart y en el listado de las cincuenta mayores empresas mundiales se encontraban también, por orden de facturación, Carrefour, Tesco, Kroger, Royal Ahold y Costco. Nuestra alimentación depende cada día más de los intereses de estas grandes cadenas de venta al detalle y su poder se evidencia con toda crudeza en una situación de crisis.

De hecho, en abril del 2008 y frente a la situación de crisis alimentaria mundial, las dos mayores cadenas de supermercados de Estados Unidos, Sam’s Club (propiedad de Wal-Mart) y Costco (de venta a mayoristas), apostaron por racionar la venta de arroz en sus establecimientos aludiendo a una posible restricción en el suministro de este cereal. En Sam’s Club, se limitó la venta de tres variedades de arroz (basmati, jasmine y grano largo) así como la compra de sacos de arroz de nueve o más quilos a un total de cuatro por cliente; en Costco se restringió la venta de harina y de arroz frente al aumento de la demanda. En Gran Bretaña, Tilda (la principal importadora de arroz basmati a nivel mundial) también estableció restricciones a la venta de arroz en algunos establecimientos al por mayor. Con esta medida se puso en evidencia la capacidad de las grandes cadenas de distribución de incidir en la compra y venta de determinados productos, limitar su distribución e influir en la fijación de sus precios. Un hecho que ni siquiera se había producido en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial, cuando sí se restringió el acopio de petróleo, neumáticos y bombillas, pero no de alimentos.

Cambio de hábitos

Otra dinámica que se ha puesto de relieve frente a la situación de crisis alimentaria ha sido el cambio de hábitos a la hora de hacer la compra. Ante la necesidad, por parte de los clientes, de abrocharse el cinturón y buscar aquellos establecimientos con precios más baratos, las cadenas de descuento han sido las que han salido ganando. En Italia, Gran Bretaña, España, Portugal y Francia, estos supermercados han visto aumentar sus ventas entre un 13% y un 9% el primer trimestre del 2008 respecto al año anterior.

Otro indicador del cambio de tendencia es el aumento de las ventas de marcas blancas que ya suponen, según datos del primer trimestre del 2008, en Gran Bretaña un 43,7% del volumen total de ventas, en el España un 32,8%, en Alemania un 31,6% y en Portugal y Francia alrededor del 30%. Cuando son, precisamente, las marcas blancas las que dan un mayor beneficio a las grandes cadenas de distribución y permiten una mayor fidelización de sus clientes.

Pero más allá del papel que la gran distribución pueda jugar en una situación de crisis (con restricciones a la venta de algunos de sus productos; cambios en los hábitos de compra, etc.), este modelo de distribución ejerce a nivel estructural un fuerte control e impacto negativo en los distintos actores que participan en la cadena de distribución de alimentos: campesinos/as, proveedores, consumidores/as, trabajadores/as, etc. De hecho, la aparición de los supermercados, hipermercados, cadenas de descuento, autoservicios…, en el transcurso del siglo XX, ha contribuido a la mercantilización del qué, el cómo y el dónde compramos supeditando la alimentación, la agricultura y el consumo a la lógica del capital y del mercado
*Coautora del libro Supermercados, no gracias (Icaria editorial, 2007)
Autor: Esther Vivas- Fecha: 2009-01-06

vendredi, 09 janvier 2009

Un point de vue lucide sur la crise!

ENFIN UN POINT DE VUE LUCIDE SUR LA CRISE !


SOS « Avec plus de 10’000 milliards de francs suisses, les mesures prises – pour le moment – par les différents pouvoirs publics mondiaux pour sauver le système bancaire sont d’une ampleur inconnue jusqu’ici ! Et je dis bien pour le moment. Le président de la Réserve fédérale américaine Ben Bernanke a annoncé le 21 octobre qu’il était pour un deuxième plan plan de relance. Du jamais vu ! (...) Avec le plan de sauvetage suisse de 68 milliards de francs, pour le moment pour la seule UBS, nous avons affaire à des chiffres tout à fait impressionnants puisque cela représente 12% du produit intérieur brut (PIB, la richesse produite) de la Suisse. (...)


L’Etat est intervenu massivement pour sauver le système bancaire. Mais aujourd’hui, il y a une très grande différence (avec la crise de 1929). Un acteur est presque complètement absent : le mouvement ouvrier. A l’époque, il a défendu des solutions qui allaient dans le sens d’une alternative au capitalisme. En 1934, par exemple, l’USS (Union Syndicale Suisse) a lancé une initiative de crise qui demandait le contrôle des banques, des cartels, des trusts et de l’exportation des capitaux par les pouvoirs publics. Aujourd’hui, l’USS ou le Parti Socialiste Suisse demandent la limitation des bonus et des revenus des dirigeants des banques. C’est très loin d’être une réponse à la hauteur. (...)


Nous sommes face à la plus grande crise capitaliste depuis les années 1930. C’est la preuve que le capitalisme est un système qui ne marche pas. On assiste actuellement à la démonstration dans les faits que l’ensemble du discours néolibéral qu’on nous assène depuis des années, selon lequel le marché est capable de s’autoréguler lui-même, que le capitalisme amène croissance et bien-être à tous, que moins il y a d’Etat et de services publics mieux on se porte est faux de A à Z. Il y a donc un problème idéologique énorme pour tous les défenseurs du système. (...) Tous les efforts des idéologues de la bourgeoisie et du grand patronat sont menés pour dire que ce n’est pas la faute du capitalisme. Ils individualisent et personnalisent la question en mettant la responsabilité sur les dirigeants bancaires trop avides. C’est ce qui se cache derrière cette question sur les bonus et revenus exorbitants. On doit certes les dénoncer, mais ce n’est pas le fond du problème. Cette crise renvoie à des contradictions systémiques. Ce sont les règles du jeu lui-même qui sont à transformer.


La principale contradiction, c’est que le système capitaliste est basé sur la recherche du taux de profit maximum. Les quelques freins qui avaient été mis durant les années 1930 et la Deuxième Guerre mondiale ont été supprimés durant les trente dernières années par les néolibéraux. Dans le secteur industriel, on a donc une baisse relative des salaires et un transfert massif des richesses des salariés vers le patronat. Mais comme tous les patrons limitent les salaires, il y a une contradiction puisque l’on n’arrive plus à vendre les marchandises. C’est pourquoi les capitaux ne sont plus réinvestis dans la sphère productive, mais se dirigent vers la sphère financière où des profits plus élevés peuvent être obtenus car on y stimule l’endettement, les montages financiers et la spéculation, qui "résolvent" provisoirement le problème de la limitation des salaires. Il se forme donc une bulle financière qui finit inévitablement par éclater car elle n’est plus du tout en rapport avec l’économie réelle. C’est le mécanisme à la base de quasiment toutes les crises financières qui, depuis plus d’un siècle, se reproduisent avec une régularité de métronome.


L’Etat est juste là pour socialiser les pertes, c’est-à-dire sauver les principaux actionnaires sur le dos de la population laborieuse, puis il se retirera. En Suisse, L’Etat n’entre même pas provisoirement dans le capital. Le prêt-convertible de 6 milliards de la Confédération peut se transformer en actions, mais le Directeur de l’Administration fédérale des finances, membre du Parti Socialiste, le dit déjà dans Le Temps du 21 octobre : "Pour nous il a toujours été clair que nous ne voulions pas entrer directement dans le capital d’une banque". (...) L’autorégulation, c’est autoriser le renard dans le poulailler à déterminer lui-même ses règles de comportement. On a vu à quoi ça aboutit : plus de 100 milliards de pertes pour la seule UBS. Pourtant, le Conseil fédéral et la BNS veulent continuer dans cette voie avec quelques règles pour des fonds propres plus élevés. Mais la pression du profit est telle que même ces règles dérisoires sont faites pour être transgressées. (...)


Il faudrait une socialisation des banques, c’est-à-dire transformer le système du crédit en véritable service public, contrôlé par les usagers et les pouvoirs publics. L’idée peut sembler utopique. Elle ne l’est pas. C’est grosso modo l’idée qui était à l’origine des banques cantonales. C’était une revendication du Parti Radical des années 1840-50 et du mouvement démocratique des années 1860-70 : faire des établissements de crédit publics au service du développement économique de la région, au service de l’ensemble de la population. (...)


On entre dans une crise majeure dont le prix sera un chômage supplémentaire de millions de personnes, une baisse des salaires, des plans d’austérité et donc une baisse des prestations sociales. Et il faudra encore payer le service de la dette qui explose en raison des plans de sauvetage des actionnaires bancaires. Les impôts vont forcément augmenter ou l’inflation se chargera de faire payer la note aux salariés. Un nombre restreint de super-banques vont alors émerger. Avec une nouvelle crise dans quelques années, si les règles du jeu ne sont pas changées.


Il y a quelque chose de particulièrement obscène dans cette crise. En quelques semaines, des gouvernements débloquent 10’000 milliards de francs suisses pour sauver leurs banques et rester dans la course inter-capitaliste. Mais depuis des années, les mêmes gouvernements nous disent qu’il n’y a pas d’argent lorsqu’il s’agit d’une revendication sociale visant à améliorer la vie de la population. A l’échelle mondiale, pour résoudre les questions centrales — faim, accès à l’eau potable, éducation de base gratuite, soins gynécologiques pour les femmes, suppressions de toutes les maladies et pandémies soignables — il faudrait un investissement d’un peu plus de 100 milliards de francs par année durant 12 ans. Là, il n’y avait pas l’argent. Et en quelques semaines, c’est six fois cette somme qui est déboursée, sans problème, en l’absence de toute démocratie. »



Sébastien Guex, professeur à l’Université de Lausanne, spécialiste en histoire politique, économique et sociale, interviewé par le journal du syndicat Comédie, novembre 2008

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samedi, 03 janvier 2009

Het Einde van het Kapitalisme

Nationalisme.info: Het Einde van het Kapitalisme

Einde van het Kapitalisme

Nationalisme.info, het vormingsorgaan van de NSV!, levert met onderstaand artikel een interessante bijdrage, waar het N-SA zich volledig in kan vinden. 

*** 

Wat is dat “fractioneel bankieren”? (1) Daarachter schuilt de ongelooflijke wetenschap, dat banken iets mogen uitlenen, dat zij eigenlijk niet eens bezitten, namelijk kapitaal, geld in de vorm van een krediet met interest. Ze zijn hierdoor niet meer dan valsmunters, welke met valse bankbiljetten – dus enkel iets dat op geld lijkt – echte goederen en diensten betalen, en dus geen echte tegenwaarde bieden.

Waar komt dat op deze wijze door banken uitgeleende geld dan vandaan? Vroeger, toen banken nog werkelijk volkseconomische functies vervulden en daarmee een toegevoegde waarde creëerden, motiveerden ze de bevolking tot sparen (als zekerheid en voor grote geplande aankopen) en gebruikten dit kapitaal voor waar de waardecreërende economie investeringen nodig had. De ooit geldige formule hierbij luidde:

S = I

Wat gewoon betekent dat de som van het spaargoed (S) voor kapitaal zorgt dat de economie kan investeren (I), en daarmee dus meer – echt, waardehoudend – kapitaal kan scheppen. In dit opzicht klopt de oude metafoor dat van geld werk komt dan ook.


Vandaag is het anders


De lage-interest-politiek van de centrale banken heeft heel wat meer als doel dan “de economie aanzwengelen”. Gezien de rentes op sparen laag zijn, worden potentiële spaarders van het sparen weggedreven, ze zullen niet alleen ontsparen, maar zelfs – voor hun overconsumptie – schulden maken, die ze vervolgens duur te staan komen met de daaropvolgende hoge interestvoeten (2).

De banken zijn ook niet meer aangewezen op de spaarders. Ze scheppen hun geld zelf: “Creatio ex Nihilo!” (schepping uit het niets) – in een heiligschennis tegen God zijn privilege, zoals beschreven in de Genesis. Dit is geen uit de lucht getrokken parabel, aangezien dit virtuele, uit het niets door de banken “geschapen” geld in dit bijbels geschrift ook werkelijk beschreven staat als “fiat-geld” (het wordt geld!), afgeleid van het “Het wordt licht!”… en het werd geld.

Opgekuiste inflatieratio’s

Desalniettemin – of misschien juist hierdoor – hoge inflatieratio’s betekenen in het bijzonder de stille onteigening van de middenstand. (We gaan niet de officiële “opgekuiste” gegevens geloven, waar in de VSA danig ‘onbelangrijke’ zaken zoals voedingsmiddelen of energiekosten gewoonweg uitgenomen worden, om een “core-index” met enkelvoudige inflatiewaarden te fabriceren.) 

Het is ook een fout, dat geld enkel door de “Nationale” Bank gecreëerd wordt. Dit wordt gedaan door alle private banken, namelijk door krediet te verlenen, waardoor de rol van de “Nationale” Bank (eigenlijk zelf een private) in feite een flauw sprookje is. Ze controleert met niks de geldhoeveelheid, noch staat ze garant voor de monetaire stabiliteit. Waarom dat zo is komen we zo meteen toe.

De omvang van deze manier van geldschepping doorbreekt alle grenzen. Toen tot 1971 de wereldwijde reservemunt – de Dollar – nog aan de goudstandaard gekoppeld was, zat er nog een rem op deze schepping van virtueel geld, gezien de hoeveelheid goud de geldschepping bij moest kunnen houden. Daarom heeft de VSA dan ook het Bretton-Woods akkoord eenzijdig afgekondigd. Sindsdien wordt de afschaffing van de goudstandaard met alle middelen nagestreefd, onder meer door manipulatie van de goudprijs tot haar diepste niveau, om een vergelijkingsmaatstaf voor de geldwaarde uit het bewustzijn van de mens te verdringen.

Parallel daarmee liep het ontmaterialiseren van het geld door allerlei plastieke kredietkaarten, betalingsverkeer zonder cash, virtuele rekeningen etc. Zodoende werden de technische voorwaarden geschapen om de geldhoeveelheid ongemerkt gigantisch te vermeerderen. Bij een niet in gelijke mate toenemend aanbod kan dit enkel de snelle geldontwaarding, verkies van koopkracht dus, betekenen. (4)

Veel erger dan dat, en dit is enkel geweten door de insiders van de “financiële industrie” (5), is de met de virtualisering van het geld en met de karakterverandering van het bancair systeem gelijktijdige schepping van steeds meer nieuwe en complexe vormen van het niet zelden bedrieglijk financieel “product”, de derivaat. Hier gaat het om een volledig van alle eigenlijke economische factoren losgekoppeld casinospeculeren, die dan ook gekarakteriseerd worden door volledig niet-transparant te zijn. Als verder karakteriserend element kunnen we nog spreken van “financiële investeringen” (in tegenstelling tot degenen in de economische werkelijkheid: gronden, machines, gebouwen, grondstoffen…), die in de afgelopen decennia regelmatig hogere winsten opbrachten dan bij echte goederen en diensten. Het begrip “investering” is hier eigenlijk een parodie op de realiteit. Het gevolg was en is dat de “financiële industrieën” buitensporig de meerwaarde van de echte economie afschaften, ten koste van de langzaam verarmende bevolking, de middenstandseconomie en de staatsgarantie op sociale zekerheid. De ongelooflijke omvang van dit piramidespel is de afgelopen twintig jaar met een groei van 20% per jaar toegenomen.

Derivaten – Het bedrog met de grootste omvang


Het OCC (6) rapport met betrekking tot derivaten – gebaseerd op de berichten van de Amerikaanse banken – geven per vierde kwartaal 2007 596 biljoen USD (US-trillion ofwel 1.000 miljard) als notionele waarde (nominale waarde van een “financieel product” zijnde het referentiepunt voor de betalingen op dit “product”) voor OTC (7) – derivaten aan.

De BIZ (8) in Basel heeft ook nog eens de “organized exchanges” , dus de beurzen welke in derivaten handelen, apart genomen om een beter beeld te krijgen, daar de OCC enkel banken en dus niet die andere “financiële industrieën”, zoals fondsen etc. erbij telden. In dit onderzoek werden opties van futures onderscheden, en dat steeds op basis van interest, munt en equity index (een gewogen index van de marktprijzen, welke alle acties op Wallstreet en AMEX, alsmede de meest voorkomende acties van de banken, omsluit). BIZ/Basel schat de wereldwijde waarde op 486.549,7 miljard USD, respectievelijk 205.425,2 miljard USD (in het totaal dus 691.974,9 miljard USD). De interestonderhevige derivaten maken daarvan 611.849 miljard USD uit. 

De som van beide, OTC en BIZ, komt neer op 1.288 (Europese) biljoen USD (volgens Amerikaans systeem 1,288 quadriljoen). (9)

Men moet ook maar eens de “overname” van BEAR STERNS door JP Morgan Chase (JPM) lezen. Het was nogal wiedes dat deze “redding” van BEAR STERNS gewoonweg een kapitaalsinjectie voor JPM georchestreerd door de FED was, die in feite – door haar onbegrijpelijke derivaten – al lang bankroet had moeten zijn.

JPM beheert een kleine 90.000 miljard USD van de totale 180.000 miljard USD aan OTC-Derivaten in de VSA. De 5 “top”-banken: JPM, Wachovia en HSBC beheren samen 97% van deze zwendel. Overigens is Wachovia onlangs ook nog eens als noodleidend uit de biecht geklapt. Hoe verrassend!

De situatie is ernstig…


Dat de situatie nu eenmaal is zoals ze is, zal de lezer zich afvragen wanneer hij zal mogen meemaken dat de derivatenhandel volledig uit zijn voegen treedt. En dat nog wel “legaal”, zij het pseudo-legaal. Want hier ligt dan ook een van de hoofdoorzaken van de huidige wereldwijde financiële- en monetaire crisis. De valse- of niet-verrekening van een tolweg ticket in de boekhouding van een vennootschap is illegaal, verboden en strafbaar. De niet-declaratie van casinopraktijken in een multi-miljarden dimensie is “business as usual” [normale gang van zaken] en al die zogeheten “bail-out”-pakketten [reddingspakketten] - waarmee de private grootbanken en hun derivatenhandel ten laste van de rentebetaler gesaneerd worden - zijn “normaal”.

In feite is het echter een plundering van wereldformaat. 

Aangezien deze “praktijken” volledig “legaal” buiten de balans kunnen gezet worden, worden ze ook niet bijgestuurd.

Alsof we in het geval van een yuppie van de Franse Société Général blijkbaar “tegen het beleid in” veroorzaakte miljardenverliezen als de norm van de huidige banksector mogen omschrijven, drukte de Oberösterreichischen Nachrichten (Oostenrijks dagblad – nvdr.) – zonder het frappante van deze vaststelling op te merken – een lezersbrief af. De hierop volgende conclusie kan eenieder voor zich zien. Het is zeer beangstigend, dat met “fiat geld” en de daarop geheven rente voor dit (krediet)geld dat eigenlijk niet echt bestaat, de facto via bedrieglijke piramidespellen, welke in de biljoenen lopen, de eigenlijke economie en de mensen gewurgd worden.

Het voorstel van de TOBIN-tax, welke zonder onderscheid een belasting op de valutahandel wilde heffen – en daarmee het gevaar wat wilde indammen – is, zoals te verwachten was, verworpen.

De economische functie van het geld moet het mogelijk maken van handel zijn, het onttrekken van ruimte- & tijdsgebonden beperkingen en van de ondeelbaarheid van ruilmiddelen. En ten slotte dient ze de waardebepaling van goederen en diensten te vormen, waardoor het een constructieve economische factor maakt. Het contrast met de huidige realiteit vraagt dan ook om een rechtzetting: Het is niet een wereld op zich, welke zichzelf - door rente - vermeerdert (dat herkent men onder meer aan het in feite waardeloze papiergeld, dat een waardepapier moet voorstellen) zonder daartegenover een rechtstitel of schuldbekentenis te stellen welke ten alle tijden en overal (dat is, binnen de relevante gebieden van de “Volks”-economie) voor een eigenlijke tegenwaarde kan geruild worden. Geld stelt zodoende een rechtstaat en stabiele (economische) ordening voorop, welke voor een “toestand” van de volksgemeenschap zorgt, waarin een staat georganiseerd is om recht, orde, vrede en welvaart te garanderen. Daarom is het alleen maar correct en billijk, dat de staat de hoogste en enige instantie is, welke het ware karakter van het geld vastlegt, en deze ook zelf uitgeeft.

Uit het hierboven uiteengezette volgt dat geld niet in eerste instantie de particuliere belangen (van de banken) moet behartigen, maar dat juist middelen en wegen te vinden moeten zijn, waarmee we de verwezenlijkingen van de eigenlijke economie naar waarde kunnen inschatten en tegemoet komen. Hiermee bedoelen we meer bepaald: (1) de door haar voortbrengers geschapen meerwaarde, (2) de echte economie en (3) de mensen als onderdeel van deze economie. Hiermee bedoelen we niet de parasitaire financiële instituten, het geld dient door de staat uitgegeven te worden en niet door privaatbanken. En moge ten slotte de reeds aangehaalde derivaat-“handel” als een vorm van gokspel verboden worden. (A)

Permanent krimpende economische meerwaardeschepping


Daar dit alles geleid heeft tot haast onmogelijke crisissen in het financieel- en economisch systeem, is de oorspronkelijke – en nogal noodzakelijke – taak van de banken, de economie van liquide middelen te voorzien, evenzogoed onmogelijk gemaakt. De hierboven beschreven manipulatie van de bankbalansen – wegens de oncontroleerbare positie van de derivaten – heeft het wantrouwen tussen banken onderling – gezien hun huidige situatie – in de hand gewerkt, en is de voornaamste oorzaak voor de huidige “credit crunch”. De banken lenen allemaal tegelijk ei zo na geen geld meer uit. “Deze kredietklem, dit krediettekort, treedt op wanneer de slechte financiële situatie van de banken hen ertoe dwingt, de kredietuitgaven in te perken. Dit werkt “procyclisch en crisisversterkend”, werd kort geleden nog gesteld in de maandelijkse berichtgeving van het Bondsministerie van Financiën (BMF) – zoals Japan al een tiental jaar meemaakt. In de gevaarlijke situatie van een Credit Crunch valt de economie stil, wanneer het kredietaanbod van de banksector volledig uitblijft. Eenmaal gevangen in de liquiditeitsval, kan een nog zo expansieve geldpolitiek van waardepapieren de banken nauwelijks ertoe aanzetten krediet aan ondernemingen (overigens ook aan banken onder elkander!) te verlenen, in plaats van aan deze liquiditeit vast te houden. Het resultaat is een alsmaar inkrimpende meerwaardeschepping.” (10)

Wat de afgelopen jaren onder het dogma van privatisering liep, is, zoals de etymologische betekenis van het woord (het komt van het latijns “privare” = roven, stelen) een vorm van onteigening, waarbij echte waarde – fabrieken, infrastructuur, grond en bodem, contracten, etc. – in ruil voor bedrukt papier van “investeerders” overgenomen wordt.

Daar het hier ook slechts om “fiat geld” (zelf gefabriceerd, pseudolegaal geld) gaat, is het met zulk onbegrensd gefabriceerd “geld” natuurlijk makkelijk te “kopen”. Het pijnlijk ontwaken volgt echter ogenblikkelijk. De na afloop van deze globale rooftocht volgende hyperinflationaire geldontwaarding laat de bezitters van dollartegoeden in de miljarden achter als handelaars in oud papier, en de “kopers” als eigenaars van het volksvermogen. Maar vooral, de VSA zal vervolgens haar gigantische schuldenberg op Europa (maar ook andere economische zonen) werpen: ze zijn in het bezit van het echte kapitaal, de – bedrogen – verkopers laten ze achter met hun waardeloze dollars.

In geopolitieke context zijn de ontwikkelingen in Rusland hier zeer interessant bij. De ineenstorting van de SU en de daaropvolgende “liberaliseringen” maakte mogelijk met de hulp van “waardebonnen” (aandelenlicenties, waarmee het “volk” deel kon nemen in het volksvermogen), dat het gros van de aandelen in de, met buitenlands kapitaal aangemoedigde, handen van de opkopers terecht kwamen, de zogeheten “oligarchen”.

Zowat het hele staatseigendom (= het volksvermogen) kwam zo in de handen van enkelen. Natuurlijk was dit een door een president, omringd van VSA-‘raadgevers’, gedulde, zelfs georganiseerde, plundering en oplossing van de staat. Het herstellen van de staatsautoriteit en vervolgens van de orde en rechtsprincipes door Vladimir Poetin, hebben pas een halt kunnen roepen aan deze rooftocht en herstelde inmiddels diens autoriteit in een groot aantal strategische deelgebieden.

“Tekorten” lopen in de miljarden


Hier, in Duitsland, Oostenrijk en de EU in het algemeen, welke onder hegemoniale overheersing van de VSA gebukt gaan, is de oplossing van de staat, zijn autoriteit, zijn oude rechtsordening etc. nog volop aan de gang. Daarom worden nog altijd essentiële verzorgingsinstellingen “geprivatiseerd”, dubieuze “cross-border”-leasing [grensoverschrijdende leasing] verdragen met catastrofale rechtsgevolgen gesloten of “investeringen” in de derivaathandel voltrokken, zoals het geval was bij de ÖBB, de Oberösterreichischen Energie AG, de ASFINAG en een hele rits anderen (Fortis is hier ook een voorbeeld van – nvdr.), die daarmee honderden miljoenen EUR aan “tekorten” (B) verwezenlijkten. De legaliteit van zulke zaken is natuurlijk slechts schijnbaar en een gevolg van de heel eigen kijk op “recht” welke de VSA als overwinnaar in Europa heeft opgelegd. Ook vanuit dit opzicht zou het zeer wenselijk zijn als de Europese staten hun volledige financiële en politieke soevereiniteit van de VSA terugwinnen, zich van dat minderwaardigheidscomplex verlossen en de van de VSA komende kansspelen, waar het criminele roofkapitalisme op gebaseerd is, verwerpen.
Wanneer dit niet gebeurt, zal, zoals Joachim Fernau in 1977 reeds in zijn “Halleluja – die Geschichte der USA” voorspelde, waarheid worden: “… Wint het Amerikanisme, dan zal de mens zich binnen de 150 jaar ten val brengen, en de aarde zal zoals de dode planeet Mars in het heelal verder draaien.”


Gerhoch Reisegger



Uit: Titel, Volk in Bewegung, nr. 5 2008

'Volk in Bewegung' verschijnt 6 maal per jaar. Een Europees jaarabonnement kost 22 EUR. Geïnteresseerde lezers kunnen terecht op www.volk-in-bewegung.de

Dit artikel is vertaald door de Nationalistische Vormingscel (NVC), onderdeel van de Nationalistische Studentenvereniging (NSV!). De vertaling is van het oorspronkelijk Duits naar het Nederlands. Het artikel verscheen oorspronkelijk onder de naam "Das ende des Kapitalismus: Von Derivatenschwindel zum Platzen der Blase". De vertaling verscheen voor het eerst op de blog nationalisme.info. Geen onderdeel van deze vertaling mag overgenomen worden zonder expliciete vermelding van zowel de oorspronkelijke bron als "NVC, nationalisme.info" als vertaler.

(1) Fractioneel bankieren: Dat de banken een vast percentage van enkele procenten van hun kapitaal in de vorm van (verantwoord) eigen kapitaal achter handen moeten houden. Toen Bismarck Rijkskanselier was, moesten banken krediet voor 100% met eigen middelen dekken, en de Duitse economie beleefde destijds een, tot grote nijd van Engeland, ongeziene opwenteling.
(2) Ook hier zijn plastieke kaartjes het ideale middel, gezien men niet kan zien hoeveel men op krediet gekocht heeft.
(3) Hier wordt bedoeld de handelsoverschotten/-tekorten, welke jaarlijks in goud in balans gebracht werden, waarbij de dollar een vaste verhouding in goud behield (1 oz = 35 USD). Met de aankondiging van dit akkoord, welke de dollar de facto tot vervangingsmiddel van goud omtoverde, hat de VSA de wereld meegedeeld dat ze niet in de mogelijkheid is noch de wil heeft haar schulden af te betalen. De “dekking” van de VSA-munt bestaat dan ook slechts uit: 1. intercontinentale atoomraketten, 2. geheime diensten met agenten in politiek en economie en 3. mediacontrole.
(4) Sedert ca. 2 jaar wordt de M3-geldhoeveelheid van de US-Federal Reserve Bank niet meer meegeteld, waardoor niemand meer weet, wat voor omvang deze ongebonden geldfabricatie intussen aangenomen heeft.
(5) Commerciële-, hypothecaire-, “nationale”- etc. banken, investeringshuizen, makelaars, hedgefondsen, beurzen… en de daarbijhorende consultancy bedrijven, ratingagentschappen en financiële perskantoren.
(6) OCC: Office of the Comptroller and Currency – USD controle orgaan in de Treasury.
(7) OTC: “Over the Counter”, m.a.w. van de banken met hun klanten direct geschapen (derivaten-)handel.
(8) In de VSA-benamingen: 1.288 trillions. Bron: OCC Derivatives Report (Klik aan: 1Q2008 rapport met de gegevens van 4Q2007) schakel: http://www.occ.treas.gov/deriv/deriv.htm
(9) BIZ: http://www.bis.org/publ/qtrpdf/r_qa0806.pdf#page=108
(10) Universiteitsprofessor dr. Gerhard Merk, Universiteit Siegen

(A) Hoewel de Duitse taal sowieso langere zinnen maakt dan wij gewend zijn, overdrijft de auteur van dit artikel van tijd met chaotische zinnen van meer dan acht regels. Daarom zijn her en der zinnen op vlak van structuur aangepast, dan wel gespleten. Inhoudelijk verandert dit echter niets.
(B) Het door de auteur gebruikte woord was Abschreibebedarf, hier hebben we tot nader order niet de juiste vertaling voor kunnen vinden. Hoewel het letterlijk “afschrijfnood” betekent, vermoeden wij dat “tekort” het meest in de buurt komt.
 

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dimanche, 28 décembre 2008

Les fortes paroles de la crise politique belge

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Les paroles fortes de la crise politique belge…

Dans son édition de Noël (24-25 décembre 2008), le quotidien flamand « Het Laatste Nieuws », journal populaire lu à près d’un million d’exemplaires dans le pays, s’étonne que l’on ait fait appel au vieux cheval de retour Wilfried Martens pour arranger les bidons d’une crise qui n’en finit pas, tout simplement, ajouterions-nous, parce qu’elle n’a pas de solution. Pour l’éditorialiste du quotidien, Luc Van Der Kelen, et pour son collaborateur Jan Segers, le choix de Martens indique qu’aucun politicien belge actuel, tous partis confondus, n’est jugé digne ou capable de tirer les marrons du feu. Il n’y aurait donc pas eu de relève et seuls les septuagénaires retirés des voitures après une « carrière » de partitocrate commencée fin des années 50 (quand l’Atomium n’existait pas encore…), pourrait rafistoler l’esquif qui fait eau de toutes parts. C’est un point de vue qui se défend mais qu’il est curieux de lire sous la plume d’intellectuels, braves mais établis, qui se prétendent « démocrates » et « libéraux ». En effet, la partitocratie, à la belge ou à l’italienne, est un système qui installe des bidouilleurs plus ou moins malins, comme on le sait depuis Machiavel, qui ne vont pas faire montre du sens de l’Etat mais tirer à toutes les ficelles pour obtenir prébendes, avantages personnels, avantages pour les copains ou les maîtresses, comme on le sait depuis le célèbre ouvrage de Max Weber, « La politique comme profession ».

L’attitude classique du bidouilleur est de coopter, dans sa suite, parmi ses complices, des autres bidouilleurs, mais moins malins, plus lourdauds et patauds. Et ainsi de suite. Jusqu’à la cooptation de crabes totalement clodos par des crabes à peine moins clodos. On l’a vu avec Jean Gol, qui coopta jadis l’inénarrable Louis Michel parmi ses leudes, et dont on a pu déceler naguère les grands talents de diplomate, un Louis Michel qui a coopté ensuite le fameux Daniel Ducarme, dont Gol disait : « Il est si léger, qu’il montera haut ! ». En attendant ce clodo de Ducarme-là est devenu rattachiste et veut accorder à la Wallonie le même statut que les Dom-Tom au sein de la république sarközisée.  Normal qu’un clodo admire les sans-culottes. Et rêve de joindre son destin au leur. 

Je ne jouerai pas le cuistre en citant les grands ouvrages de science politique qui annonçaient, dès la fin du dix-neuvième siècle, avec les Italiens Minghetti, Mosca et Pareto, avec Roberto Michels, que la partitocratie chavirerait tôt ou tard dans ce type de gluante raspoutitsa. Paul Hymans, que célèbrent les libéraux francophones belges en nommant leur institut d’étude ( ?) de son nom, avait prédit cette involution dès 1899. Dans le MR libéral, seul le Sénateur Alain Destexhe résiste encore à cette déliquescence inéluctable  en dénonçant ces petits jeux de plus en plus piteux, au nom des idéaux et de la clairvoyance de Paul Hymans, mais, en se posant ainsi comme Cassandre, il perd tout état de grâce et sa sagacité importune ses propres co-partisans et co-listiers  : il finira avec l’étiquette de facho accorchée au cou. Et dans la foulée, avec zèle et acribie, on débaptisera l’Institut Paul Hymans pour lui donner le nom de Jean Gol et, à Woluwé, la belle Avenue Paul Hymans finira par s’appeler « Avenue de la Démocratie » ou « Avenue de l’ONU » ou « Avenue des Droits de l’Homme », ou autre dénomination verbeuse.

En attendant, ça râle sec dans les rangs des politiciens non encore septuagénaires. Ainsi le Sénateur Pol Van Den Driessche (CD&V) conteste l’idée que les talents étaient davantage représentés jadis qu’aujourd’hui : « Il n’en a jamais été autrement au sommet de la vie politique belge, cela a toujours été comme aujourd’hui : vous avez une petite strate supérieure, une épaisse strate d’hommes et de femmes qui travaillent dur, qui ont du mérite et qui pensent bien, et une petite strate d’idiots absolus (« absolute onnozelaars ») ». L’épaisse strate médiane, à nos yeux, est composée d’une masse immense de ronds-de-cuir, de pense petit, de canules sans vision, de taupes bornées constituant un ballast inutile dont il conviendrait de se débarrasser le plus rapidement possible. Quant à la strate inférieure des « idiots absolus », est-elle si petite que cela ?  

Un ministre d’Etat, qui entend rester anonyme (on ne sait jamais…), ajoute à ces propos tout d’aigreur une belle louche de perfidie: « Qu’est-ce qui pousse Martens et Dehaene, croyez-vous ? Le sens du devoir ? Ne me faites pas rigoler… Le sens du devoir est une feuille de vigne pour dissimuler leurs ambitions et leur vanité. Il n’y a pas d’âge pour cela ».

Le leader socialiste flamand Johan Vande Lanotte vise plutôt le Grand Maréchal de la Cour, Jacques van Ypersele de Strihou, âgé de 72 ans et indéboulonnable, et lui reproche, comme le font aussi bien d’autres, de ne pas avoir tenu son agenda à jour et de ne conserver, en cas de crise et d’urgence, que les adresses de vieux cachalots cacochymes munis d’un tube de glu, pour réparer les bris de vaisselle. Il y a du vrai dans ce crime de lèse-Maréchal, un Maréchal qui a voulu inventer la « monarchie de proximité ». Et du non vrai : car, là, le Grand Maréchal a sans doute raison, il n’y a plus ni jeune étalon fougueux ni poulain prometteur dans l’écurie, plus que canassons usés avant l’âge, vieilles rossinantes ou bourriquets poussifs. Because there are les lois d’airain  —n’est-ce pas Roberto Michels ?—  des oligarchies : cooptation d’imbéciles par des vaniteux, puis de trisomiques par les imbéciles chéris des vaniteux.

Mais où Vande Lanotte étonne, c’est quand il tient un langage digne de Roberto Michels, un langage que nous avons tenu naguère, et qui nous a valu, à nous-mêmes et à Michels, l’étiquette de « facho ». Goutons les paroles du socialiste ostendais et ouest-flandrien : « Le Palais n’ouvre plus que les vieilles boîtes de conserve contenant les anciens CVP de jadis. A la différence près que les chrétiens-démocrates ne font plus 40% ou plus, comme auparavant, mais à peine encore la moitié de ces scores. Je ne comprends pas pourquoi cette vieille génération de CVP mais aussi de coryphées venus d’autres partis, se pavanent tout en haut de leur tour (« zo hoog van de toren blaast »). Où vont-ils chercher le culot pour dire que ma génération et la génération d’aujourd’hui ne peuvent y arriver ? Alors que, nom d’un chien (« verdorie »), c’est justement la génération des Léo Tindemans, Mark Eyskens et Wilfried Martens qui ont précipité le pays dans le gouffre d’une dette d’Etat de 10.000 milliards d’anciens francs belges ! Parce qu’ils dominent l’art du compromis ? On ne le dirait pas quand on énumère tous les gouvernements qui sont tombés, sous leur houlette, dès que survenait le moindre conflit. C’est précisément cette génération-là qui fait que le pays va à vau-l’eau, et non la nôtre, pour ne même pas évoquer les trentenaires et quadragénaires d’aujourd’hui. Ce sont les hommes politiques de ma génération qui doivent payer depuis déjà vingt ans les dettes que Wilfried Martens et les siens ont contractées. Un peu de modestie leur ferait honneur ».

Bigre ! Vande Lanotte va se retrouver avec Destexhe et nous-mêmes dans la géhenne du « fascisme » médiatique. Quand Jean van der Taelen tonnait contre ces déviances dans les colonnes du bulletin de la « Ligue des Contribuables », dans quelques éditoriaux de « Vouloir » ou dans ses articles pour le « Club du Beffroi », il a récolté, et récolte encore à titre posthume, les insultes des « chiens de garde » de la partitocratie en phase « Leterminale ». Ses cendres doivent jubiler sur la pelouse d’Uccle-Calevoet ! Les atomes de ses chairs et de ses os doivent entamer de joyeuses sarabandes et farandoles, dans une liesse toute breughélienne, en constatant que l’homme qu’ils ont constitué jadis, était un vrai prophète !

Et c’est vrai, en écrivant cela, en méditant les propos de Vande Lanotte, une petite larme se forme au coin de mon œil, parce que je pense à Jean, à la veille du treizième anniversaire de son trépas, qu’il savait imminent, comme il l’avait dit, sans peur aucune et avec la sérénité qu’a voulu nous enseigner Louis Pauwels dans la partie philosophique de son œuvre, fin décembre 1995, en allant présenter ses derniers vœux à cet autre Jean du bon vieux temps, à Jean V., fort ému rétrospectivement de ce dernier adieu.

Leur système crève sous nos yeux, quelques jours avant la Saint-Sylvestre 2008. Et nous rions, et nous rirons, car nous rirons les derniers !

Bonnes fêtes de fin d’année à tous ! Et bon courage pour les épreuves qui vous attendent en 2009 !

 

mercredi, 24 décembre 2008

Le système financier n'est pas réformable

LE SYSTÈME FINANCIER N’EST PAS RÉFORMABLE


sauvetage financier

 

« Ainsi donc tout était possible. Une intervention financière massive de l’Etat. L’oubli des contraintes du pacte de stabilité européen. Une capitulation des banques centrales devant l’urgence d’une relance. La mise à l’index des paradis fiscaux. Tout était possible car il fallait sauver les banques.


Pendant trente ans, la moindre idée d’une altération quelconque des fondements de l’ordre libéral afin, par exemple, d’améliorer les conditions d’existence de la majorité de la population s’était pourtant heurtée au même type de réponse : tout ceci est bien archaïque ; la mondialisation est notre loi ; les caisses sont vides ; les marchés n’accepteront pas ; savez-vous que le mur de Berlin est tombé ? Et pendant trente ans, la "réforme" s’est faite, mais dans l’autre sens. Celui d’une révolution conservatrice qui livra à la finance des tranches toujours plus épaisses et plus juteuses du bien commun, comme ces services publics privatisés et métamorphosés en machines à cash "créant de la valeur" pour l’actionnaire. Celui d’une libéralisation des échanges qui attaqua les salaires et la protection sociale, contraignant des dizaines de millions de personnes à s’endetter pour préserver leur pouvoir d’achat, à "investir" (en Bourse, dans des assurances) pour garantir leur éducation, parer à la maladie, préparer leur retraite. La déflation salariale et l’érosion des protections sociales ont donc enfanté puis conforté la démesure financière ; créer le risque a encouragé à se garantir contre lui. La bulle spéculative s’est très vite emparée du logement, qu’elle transforma en placement. Sans cesse, elle fut regonflée par l’hélium idéologique de la pensée de marché. Et les mentalités changèrent, plus individualistes, plus calculatrices, moins solidaires. Le krach de 2008 n’est donc pas d’abord technique, amendable par des palliatifs tels que la "moralisation" ou la fin des abus. C’est tout un système qui est à terre.


Autour de lui déjà s’affairent ceux qui espèrent le relever, le replâtrer, le ripoliner, afin que demain il inflige à la société quelque nouveau tour pendable. Les médecins qui miment l’indignation devant les (in)conséquences du libéralisme sont ceux-là mêmes qui lui fournirent tous les aphrodisiaques — budgétaires, réglementaires, fiscaux, idéologiques — grâce auxquels il s’est dépensé sans compter. Ils devraient se juger disqualifiés. Mais ils savent que toute une armée politique et médiatique va s’employer à les blanchir. Ainsi, MM. Gordon Brown, l’ancien ministre des finances britannique dont la première mesure fut d’accorder son "indépendance" à la Banque d’Angleterre, José Manuel Barroso, qui préside une Commission européenne obsédée par la concurrence, Nicolas Sarkozy, artisan du "bouclier fiscal", du travail le dimanche, de la privatisation de La Poste : ces trois-là s’emploient, paraît-il, à "refonder le capitalisme"... (...)


Alors qui proposera la mise en cause du cœur du système, le libre-échange ? Utopique ? Aujourd’hui tout est possible quand il s’agit des banques... »



Serge Halimi, "Penser l’Impensable", Le Monde Diplomatique, novembre 2008

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vendredi, 19 décembre 2008

?El fin de la Europa liberal?

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¿El fin de la Europa liberal?

Un dato que ha tenido gran relevancia para explicar la evolución de la Europa Social es la evolución del desempleo en el promedio de la Unión Europea de los Quince (UE-15), el grupo de países con mayor nivel de desarrollo económico de la Unión Europea. Históricamente el desempleo en los países que más tarde serán los países miembros de la UE-15, había sido más bajo que el nivel de desempleo de EE.UU. Ello fue cierto desde la Segunda Guerra Mundial hasta los años ochenta. A partir de entonces, sin embargo, el desempleo en el promedio de la UE-15 ha sido mayor, no menor que EE.UU. Ha sido una constante desde entonces que el porcentaje de la población activa en paro ha sido mayor en la UE-15 que en EE.UU.

Los economistas liberales (que gozan de grandes cajas de resonancia en los medios de información y persuasión en España) han atribuido este hecho a la mayor desregulación de los mercados de trabajo y menor protección social existentes en EE.UU. que en la UE-15. De ahí sus propuestas que para disminuir el desempleo en la UE-15 debiera copiarse las supuestamente exitosas políticas públicas de EE.UU. y desregular los mercados de trabajo europeos y disminuir la protección social en este continente. Estas posturas liberales se han generalizado en Europa y se han convertido en dogmas y como tales se han reproducido a base de fe, y con escasa evidencia científica que las apoyen. Este dogma de fe se ha promovido también en este lado del Atlántico por la Comisión Europea y por el Banco Central Europeo, que han reproducido el consenso de Bruselas, y en EE.UU. por el Fondo Monetario Internacional y por el gobierno federal de EE.UU., que han reproducido el consenso de Washington. El informe del Fondo Monetario Internacional sobre España reproduce, frase por frase, tal dogma.

Los datos, sin embargo, no apoyan el dogma. En realidad, en los países que constituirían a partir de 1980 la Unión Europea, la regulación de los mercados laborales y el nivel de protección social en el periodo 1950-1980 eran más elevados que durante el periodo 1980-2000, el periodo en que el desempleo fue mucho mayor en tales países. Una característica de este último periodo en aquellos países ha sido precisamente el aumento de la desregulación de sus mercados de trabajo y un descenso de su protección social. Fue más fácil despedir a un trabajador (un indicador de desregulación del mercado de trabajo) en los países de la UE.15 durante el periodo 1980-2000 que durante el periodo 1950-1980, siendo el nivel de precariedad mayor en el segundo que en el primer periodo. Y el grado de cobertura del seguro de desempleo, del seguro de enfermedad y del seguro de accidente laboral es menor en el periodo 1980-2000 que en el periodo 1950-1980, siendo la tasa de crecimiento del gasto público per capita en protección social menor en el segundo que en el primer periodo (ver Navarro, V. “Cómo está evolucionando la situación social de la Unión Europea”, en Borrell, J. Europa en la Encrucijada. 2008). Según las tesis liberales, el desempleo tendría que haber disminuido en la UE en la medida que los mercados laborales se han ido desregulando y la protección social ha ido disminuyendo. Pues no ha ocurrido así. Antes al contrario, el desempleo ha aumentado, coincidiendo con la institucionalización de aquellas políticas liberales en las agencias y organismos de la UE, lo cual ocurrió precisamente durante el periodo 1980-2000. En realidad, el desempleo tiene poco que ver con el mercado de trabajo y con el nivel de protección social. En la propia UE, los países nórdicos de tradición socialdemócrata tenían mercados de trabajo altamente regulados y con elevada protección social, y así y todo, tenían un desempleo menor incluso que el de EE.UU.

La causa de que la UE-15 tenga mayor desempleo que EE.UU. durante el periodo liberal 1980-2000 no ha sido por lo tanto ni la menor regulación del mercado de trabajo, ni la menor protección social existentes en EE.UU. La causa, ignorada por los economistas liberales, es que el gobierno federal durante la totalidad del periodo 1950-2000 ha sido mucho más keynesiano que el gobierno de la UE-15 durante el periodo 1980-2000. Soy consciente que esta frase entra en conflicto con la visión muy extendida en círculos económicos y políticos europeos (incluyendo los españoles) que asumen que el gobierno federal de EE.UU. es el gobierno liberal por antonomasia, caracterizándose por su escaso desarrollo y escasa intervención en el espacio económico de aquel país. Y como prueba de ello se suele referir al hecho de que el gasto público como porcentaje del PIB de EE.UU. es más bajo que el de la mayoría de países de la UE-15 (36% del PIB comparado con el promedio de la UE-15, 43%, España es sólo un 38%). Pero tal dato es un indicador muy insuficiente del intervencionismo del sector público en aquel país. El gasto público incluye el gasto público social (compuesto por las transferencias públicas y gastos en los servicios públicos del estado del bienestar) y el gasto público no social (en el que hay los servicios y transferencias a las empresas así como el desarrollo de las infraestructuras públicas del país y la administración del estado). El primero se llama gasto social (que incluye la protección social y la educación), y el segundo es lo que se llama en la literatura anglosajona el core, el gasto esencial del Estado, que incluye como elemento fundamental los servicios y transferencias a la economía, es decir, a las entidades y agencias económicas, así como el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura federal del país. Pues bien, el primero, el gasto público social, es muy bajo en EE.UU., más bajo que en la mayoría de países de la UE-15, y ello como consecuencia de la debilidad del movimiento obrero y ausencia de un partido laborista o social demócrata que defendiese sus intereses. Tales intereses se reflejan predominantemente a través de las izquierdas en el Partido Demócrata, sin que tal partido, sin embargo, pueda definirse como socialdemócrata.

El estado central o core sin embargo es mucho mayor en EE.UU. que en todos los países de la UE-15. Representan el 7,1% del PIB en EE.UU., comparado con un 6,7% en Suecia y un 5,7% en España. Y dentro de este core, el gasto militar representa casi el 50% de tal gasto público, jugando un papel clave en el desarrollo industrial del país, constituyendo la política industrial más avanzada existente en la OECD. Es más, dentro del gasto público social, un porcentaje elevado es en la investigación médica (que incluye los famosos Institutos Nacionales de Salud del gobierno federal, que son los institutos de investigación sanitaria más importantes de EE.UU. y del mundo) que ha sido un elemento clave para el desarrollo de la industria biotecnológica de aquel país, de las más avanzadas del mundo.

Referirse al estado de EE.UU. como un estado liberal no intervencionista es desconocer la realidad de aquel país. Aquel estado es de los más intervencionistas existentes en la OECD. Y lo ha sido así desde el establecimiento del New Deal por el Presidente Franklin D. Roosevelt. La respuesta a todas las crisis económicas por parte del gobierno federal de EE.UU. ha sido un aumento considerable de este core gasto público. Sólo unos pocos ejemplos. El New Deal invirtió el equivalente al 56% del PIB, la Segunda Guerra Mundial, el 129% del PIB, la crisis financiera del 2008, el32% del PIB, y así un largo etcétera. Tales medidas entre otras, convierten las políticas públicas de aquel estado en profundamente keynesianas. Complementando este incremento del gasto público, existe la política del Banco Central de EE.UU., el Federal Reserve Board, que tiene como objetivo no sólo el control de la inflación, sino también la creación de empleo a partir del estímulo del crecimiento económico. De ahí que la bajada del precio del dinero junto con el crecimiento del gasto público hayan sido las políticas keynesianas tradicionales que el estado de EE.UU. ha seguido desde el establecimiento del New Deal. La propuesta de Obama es aumentar el gasto público (unos 700.000 millones de dólares) en no sólo el core del gasto sino también en el gasto público social (en construcción de escuelas y centros sanitarios y en establecer un sistema electrónico sanitario) junto con la bajada de intereses es típicamente keynesiana y también típicamente estadounidense. Es muy importante y urgente que se cambie esta percepción del estado de EE.UU. como un estado liberal, pues ha sido este propio estado el que ha ido promoviendo a través del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial durante los últimos treinta años, unas políticas liberales que nunca se han aplicado a su propio país. Tal como reconoció John Williamson, uno de los gurus del consenso liberal de Washington (que cristalizaba la doctrina liberal que Washington promovía a nivel internacional) “EE.UU. no practica en su casa lo que promueve fuera de ella”. No podría haberse dicho mejor.

El consenso de Bruselas ha sido tan negativo como el consenso de Washington.

El problema es que el consenso liberal de Bruselas ha hecho lo que ha dicho, al revés del consenso de Washington. Las políticas liberales en la Unión Europea se han institucionalizado primordialmente a través del Pacto de Estabilidad y a través del Banco Central Europeo. El primero ha significado un obstáculo a las políticas expansivas del gasto público, al no permitir a los estados a endeudarse por encima de un 3% del PIB. Tanto por su cantidad (3% del PIB), como por su nula sensibilidad hacia los diferentes tipos de déficit (agrupando indiscriminadamente el gasto en inversiones con el gasto corriente), el Pacto de Estabilidad es una medida anti-keynesiana, de tipo neoliberal, que ha sido responsable del elevado desempleo en la UE. La otra política liberal ha sido el comportamiento del Banco Central Europeo, que ha mantenido unos intereses excesivamente altos (más altos históricamente que los del Federal Reserve Board estadounidense), consecuencia de priorizar el control de la inflación, a costa de una mayor destrucción de empleo. No es un objetivo prioritario del Banco Central Europeo el crear empleo a partir del estímulo de la economía. Esta política dificulta, cuando no imposibilita, el crecimiento de la demanda, base de las políticas keynesianas. El consenso de Bruselas, que se basa en la aplicación de las políticas neoliberales desarrolladas en las instituciones europeas cuyos pilares son el Pacto de Estabilidad y las políticas monetarias del Banco Central Europeo, son los responsables del enorme desempleo en la UE y el bien documentado deterioro de la situación social de la UE. Esta es la realidad ignorada, cuando no desconocida, por el pensamiento neoliberal que se ha reproducido, no sólo en los círculos conservadores, cristiano demócratas y liberales, sino también socialistas y laboristas europeos.

En realidad, los guardianes de la ortodoxia liberal han sido personas socialistas o propuestas por partidos socialistas. El Sr. Pedro Solbes, que había sido Ministro de Economía del gobierno socialista español (responsable del mayor recorte de gasto público que haya habido en la España democrática durante el periodo 1993-1995, cuando el gasto público social por habitante descendió en términos absolutos pasando de 3.039 euros estandarizados en 1993 a 2.931 euros estandarizados en 1995, mientras que el promedio de la UE-15 pasó de 4.677 a 4.989 durante el mismo periodo) fue el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios en la UE-15, máximo guardián de la ortodoxia liberal responsable del cumplimiento del Pacto de Estabilidad. Y le ha sucedido el Sr. Almunia, también socialista que, incluso ahora, en un momento de crisis profunda, insiste en la necesidad de que se respete el Pacto de Estabilidad, permitiendo una mínima flexibilización. Ambos han sido también defensores de las políticas monetarias del Banco Central Europeo. El Sr. Solbes, Ministro de Economía del Gobierno Socialista (después de abandonar la Comisión Europea), ha sido uno de los economistas más resistentes a aumentar el gasto público en España, habiendo declarado en una entrevista a El País que la medida de la cual estaba más orgulloso era precisamente el de no haber aumentado el gasto público, y ello en el país que tiene el gasto público más bajo de la UE-15. E incluso hoy, en medio de una enorme crisis, el Sr. Solbes ha presentado gran resistencia a aumentar el déficit del estado para permitir un mayor crecimiento del gasto público que facilitara un mayor estímulo de la economía. Tal resistencia ha sido responsable de que la respuesta del gobierno Zapatero a la crisis haya sido tan tardía y tan moderada. Compárense los 550.000 millones de dólares del gobierno Obama en inversión pública destinada a crear empleo en nuevas inversiones públicas con los 15.000 millones de euros del gobierno Zapatero para el mismo fin, y ello en un país que tiene una tasa de desempleo de casi el doble que EE.UU. La cifra equivalente para España de lo que Obama propone, serían alrededor de 100.000 millones de euros. En realidad, ningún país europeo ha propuesto tal cifra para crear empleo a través del gasto público. De ahí que es probable que EE.UU. mantenga un desempleo menor que la UE-15, lo cual será explicado, una vez más, por los economistas neoliberales como consecuencia de la mayor desregulación del mercado de trabajo y menor protección social en EE.UU. que en la UE.

Dos últimas observaciones. Una es que no parece haber consciencia entre sectores socialistas europeos (incluyendo los españoles) del grado de institucionalización de las políticas liberales en la UE Es sorprendente que en el programa a las elecciones europeas del Partido Socialista Europeo, no se proponga un cambio en el ordenamiento institucional de la UE en aquellos elementos, como el Pacto de Estabilidad y el Banco Central Europeo, que sostienen el neoliberalismo en la UE. No se puede decir que se está a favor del reforzamiento de la Europa Social –tal como el programa indica- y a la vez dejar sin modificar aquellas instituciones.

Y la segunda observación es que en España hemos tenido unas enormes discusiones sobre la distribución de la tarta nacional entre las CC.AAs. Dirigentes políticos de todas las sensibilidades políticas (incluyendo barones socialistas) han sacado pecho en defensa de su CC.AA., y en cambio ha habido un silencio ensordecedor (también por parte de barones socialistas) sobre el problema mayor que es el hecho de que el tamaño de la tarta sea excesivamente bajo. Y ello como consecuencia, en parte, de la ortodoxia liberal encuadrada en las instituciones de la Unión Europea. ¿Hasta cuando continuará este silencio que rige todavía hoy la UE? Sería también urgente que hubiera más voces dentro del socialismo europeo (incluyendo el español) y del sindicalismo europeo (incluyendo el español), criticas de la orientación neoliberal de las instituciones económicas y monetarias europeas.

Rebelion.org

Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra

jeudi, 18 décembre 2008

La crise de l'idéal démocratique en Occident?

La crise de l’idéal démocratique en Occident ?

« Ce que nous sommes en train de voir ce n’est pas seulement la fin de la guerre froide ou simplement le passage d’une période particulière de l’après-guerre, mais la fin de l’histoire elle-même : c’est-à-dire la fin de l’évolution idéologique de l’homme et l’universalisation de la démocratie libérale occidentale comme forme finale du gouvernement des hommes » ! » (Francis Fukuyama, « The End of History and the Last Man », 1992.)

Depuis la chute du Mur de Berlin et l’éclatement de l’URSS, la prophétie de Fukuyama semble accomplie : la démocratie libérale occidentale règne sur le monde. Sa cote est à son zénith (1). Plus de 60% des pays dans le monde sont des démocraties ; celles-ci n’étaient qu’au nombre de dix en 1900. Pourtant, alors même qu’il paraît s’imposer au monde entier, l’idéal démocratique est de plus en plus fragilisé. Cinq courants au moins tendent aujourd’hui à le saper chez ceux qui en sont en principe les plus ardents défenseurs. Les voici par ordre inverse d’apparition, en commençant donc par le plus récent.

1. Courant géopolitique

Depuis les débuts de leur histoire, les Etats-Unis ont régulièrement invoqué l’idéal démocratique pour légitimer toutes leurs interventions militaires, mais aussi pour réduire ou fragiliser les autres puissances mondiales : les empires coloniaux britannique et français, et bien entendu l’URSS. La démocratie reste une arme contre l’influence russe dans les Balkans, en Ukraine ou en Asie centrale, mais elle n’a plus guère de marge de progression. Et surtout, l’expansionnisme américain est en phase d’épuisement ; le discours démocratique qui lui est consubstantiel s’en trouvera donc affaibli.

Au même moment, l’argument démocratique menace de faire boomerang. Les Russes ont longtemps répondu aux invocations démocratiques sur le ton de l’ironie ou de la vertu outragée. Mais la guerre d’Ossétie du Sud leur a montré que cela ne suffisait pas. Sûrs de la légitimité de leur intervention, ils ont été douloureusement surpris de constater les interprétations qui en étaient données dans la presse occidentale. « L’Occident a armé la Géorgie, le régime Saakachvili a été complètement subventionné par l’Occident et présenté comme un parangon de démocratie », déplorait ainsi Valeri Lochtchinine, représentant permanent de la Russie à l’ONU (dépêche RIA Novosti, 26 août 2008). Cette crise semble avoir provoqué une certaine prise de conscience chez les Russes : hypocrisie pour hypocrisie, ils pourraient invoquer eux-mêmes la démocratie. Il est probable que ce sera davantage le cas désormais, avec des arguments qui vaudront bien ceux du camp américain. Dmitri Medvedev déclarait récemment que la Russie était prête « à renforcer son potentiel de défense et à protéger les citoyens russes et la démocratie » (dépêche RIA Novosti, 1er octobre 2008).

Les Russes commencent à peine à découvrir le concept. Mais quand ils le maîtriseront à leur tour et que les débats n’opposeront plus la démocratie à l’expansionnisme russe mais la démocratie vue par les Américains à la démocratie vue par les Russes (voire la démocratie à l’expansionnisme américain), l’idéal démocratique perdra fatalement de son caractère consensuel.

2. Courant stratégique

Avant même le début de leur intervention en Irak en 2003, les Américains avaient compris que l’argument des armes de destruction massive allégué par le président George W. Bush dans son discours sur l’état de l’Union en janvier 2003, puis par le secrétaire d’Etat Colin Powell à l’ONU en février 2003, ne tiendrait pas longtemps. Dès le 26 février, trois semaines avant le début de l’intervention militaire, le président Bush commençait à soutenir que les Etats-Unis devaient apporter la démocratie à l’Irak (2). Ce thème est par la suite devenu dominant ; le président Bush l’a généralisé en affirmant que « l’engagement en faveur de la démocratie doit tenir une place centrale dans la politique américaine au cours des prochaines décennies » (3).

Aujourd’hui, la priorité démocratique est expressément remise en cause par de nombreux acteurs et observateurs de la politique américaine. Dans leur dernier livre (4), Brzezinski et Scowcroft, anciens conseillers des présidents Carter et Bush père, regrettent ouvertement que les Etats-Unis aient réclamé des élections chez les Palestiniens, qui ont mené à une victoire du Hamas. Instruits par l’expérience, ils se déclarent hostiles à des élections libres en Egypte, de peur qu’elles ne soient remportées par les Frères musulmans, « ils ne voudraient pas voir en Arabie Saoudite une élection à laquelle Oussama ben Laden se présenterait face à un membre de la famille royale », et affirment qu’il n’appartient pas aux Etats-Unis de réclamer la démocratie en Chine. D’autres notent qu’au Pakistan et en Turquie l’armée est un allié plus fiable que les urnes. L’évolution de la situation en Irak et l’effondrement de la popularité du président Bush provoquent ainsi des dégâts intellectuels collatéraux au détriment de l’idéal démocratique.

3. Courant économique

À l’instar de Milton Friedman, beaucoup de théoriciens et d’hommes politiques ont longtemps cru ou affecté de croire que la liberté des échanges économiques faisait le lit de la démocratie. L’idée arrangeait beaucoup de monde puisqu’elle légitimait le développement du commerce avec la Chine. Pourtant, on sait depuis longtemps que la démocratie n’est pas une condition du libéralisme économique. Tant que ce constat reposait sur des exemples relativement marginaux comme Singapour, Taiwan ou les EAU (Emirats arabes unis – NDLR), cette idée pouvait être consensuellement mise en parenthèse. Quant au Chili de Pinochet, il était si disqualifié que son cas ne pouvait fonder de réflexions déviantes.
Il en va autrement de la Chine, dont l’expansion économique se poursuit à un rythme effréné sans guère de signes de progrès démocratique. Il devient de plus en plus difficile de faire semblant de ne pas le voir, et les réflexions sur d’éventuels avantages économiques de la dictature se répandent au point d’alarmer des observateurs qui ne sont pas des adversaires du marché. « Bien entendu, nul ne met vraiment en cause la démocratie », s’inquiétait ouvertement Roger de Weck, éditorialiste des « Echos » (5). « Mais à force de côtoyer des régimes autoritaires, cela pourrait finir par détonner. »

La crise financière apporte de l’eau à ce courant. Pourtant réputées bondées de créances douteuses, les banques chinoises y résistent à ce jour mieux que celles de l’Occident. Comme l’a noté Richard Spencer (6), correspondant de « The Telegraph »à Pékin, les démocraties occidentales ont tenté au-delà de toute raison de satisfaire des acheteurs de logements, qui pèsent lourd dans le corps électoral ; la Chine a pu s’en dispenser et a donc échappé au dérapage des prêts « subprime ».

4. Courant technocratique

Ce courant va en s’affirmant depuis de nombreuses années en parallèle avec l’interventionnisme public. Elections et pressions politiques perturbent les plans des hauts fonctionnaires et des gouvernements qui, au lieu de se plier à la règle démocratique, cherchent à s’en affranchir. Une partie des innovations institutionnelles des soixante dernières années répondent clairement à cet objectif. Ainsi la construction européenne favorise-t-elle les discussions non plus de fonctionnaires à politiques mais de fonctionnaires nationaux à fonctionnaires européens. Les intercommunalités tendent, elles aussi, à mettre dans une certaine mesure l’action publique locale à l’abri du corps électoral. Bien entendu, ce courant ne remet pas en cause formellement la démocratie, il ne théorise pas sa démarche. Cependant, on pourrait dire que celle-ci revient à effectuer, en écho à la dichotomie maurrassienne, une distinction entre « politique légale » et « politique réelle ».

Ce courant est, lui aussi, renforcé par la crise financière. Aux Etats-Unis, l’administration Bush a été profondément ulcérée du rejet du plan Paulson I par le Parlement, qui l’a obligé à travailler sous pression pour développer un plan Paulson II boursouflé par les concessions à de multiples groupes de pression. En Europe, les gouvernements ont préféré une démarche de fait accompli. En France, la création de la Société de prises de participation de l’Etat est intervenue une semaine avant d’être annoncée à l’Assemblée nationale par le premier ministre le 8 octobre. Les autres pays européens ont fait de même ; « Gordon Brown décide la nationalisation partielle de banques britanniques », titraient « Les Echos » (7), évoquant un engagement de 635 millions d’euros.

5. Courant démocratique

« Pas de liberté pour les ennemis de la liberté », proclamait Saint-Just en 1793. Dans son sillage, certains se sont toujours souciés de déterminer à la place des électeurs ce qui est une démocratie acceptable ou pas. Ce souci n’est pas uniquement idéologique : assez naturellement, les élus en place tentent de se protéger contre les nouveaux venus. La montée des mouvements dits « populistes » a donné une nouvelle impulsion à ce courant en Europe. Le premier signal fort a probablement été donné par le parti conservateur britannique d’Edward Heath quand il a privé de ses responsabilités le député britannique Enoch Powell dès le lendemain de son célèbre discours du 20 avril 1968, pourtant approuvé selon un sondage par 74% des électeurs.

Les socialistes français ont cessé de proclamer la supériorité démocratique du système proportionnel sur le scrutin majoritaire par circonscriptions à partir du moment où, en l’instaurant, ils ont ouvert l’Assemblée nationale au Front national. Tout succès d’un parti populiste en Europe entraîne une réflexion non sur la politique à suivre pour satisfaire le corps électoral mais sur les mesures institutionnelles à prendre pour mettre hors circuit une fraction de celui-ci. Cette démarche à la Saint-Just est systématique et parfois explicite ; tous les pays de l’Union européenne ont ainsi appliqué des sanctions contre l’Autriche quand des membres du Fpö ont été nommés ministres en 2000.

La sélection entre bonne et mauvaise démocratie n’est pas réservée aux populistes. On l’a bien vu avec le refus systématique des gouvernements de se plier au résultat des référendums européens quand il était négatif. Mais c’est probablement à propos du populisme que ce courant s’affirmera dans les prochaines années. Car il pourrait un jour rejoindre le premier courant, le courant géopolitique : quand la Russie aura compris le potentiel que lui offrent les mouvements « populistes » dans une perspective de retournement du discours démocratique à son avantage, le krach de l’idéal démocratique occidental ne sera sans doute pas loin.

Charles Rupiquet 02/12/08
Source : Correspondance Polémia 07/12/08

Notes :

(1) L’indice CAC 40 a atteint le 4 septembre 2000 un sommet historique de 6.922 points.
(2) Discours du président George W. Bush, 26 février 2003 :
http://www.whitehouse.gov/news/releases/2003/02/20030226-...
(3) Discours du président George W. Bush, 6 novembre 2003 :
http://www.whitehouse.gov/news/releases/2003/11/20031106-...
(4) Zbigniew Brzezinski et Brent Scowcroft, « America and the World », Basic Books, New York, 2008.
(5) « Les Echos », 18 décembre 2007.
(6) Blog du 16 octobre 2008 :
http://blogs.telegraph.co.uk/richard_spencer/blog/2008/10...
(7) « Les Echos », 9 octobre 2008.

mardi, 09 décembre 2008

Le krach du libéralisme

EN KIOSQUE CETTE SEMAINE


le krach du libéralisme
Un document à posséder pour argumenter lors des séminaires de l'école des cadres ! Bien sûr, cum grano salis, comme pour toutes les publications parisiennes qui véhiculent toujours des germes délétères de jacobinisme, l'idéologie de la terreur qui a justement généré le libéralisme !



En kiosque depuis quelques semaines, un très intéressant numéro du bimensuel Manière de Voir (numéro de décembre-janvier) consacré au krach du libéralisme.


dimanche, 23 novembre 2008

Seehofer: la fin du néo-libéralisme

 

 

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La fin du néo-libéralisme selon le Ministre Président bavarois


Horst Seehofer, 59 ans, est Ministre Président de l’Etat de Bavière au sein de la fédération allemande. Dans un entretien accordé au « Spiegel » (n°46/2008), il évoque la crise avec un langage tonique qui mérite toute notre attention.


Voici quelques-uns de ses propos, recueillis par Conny Neumann et Konstantin von Hammerstein :


« Ce ne sont pas seulement des banques qui se sont effondrées, mais aussi la philosophie du néo-libéralisme pur jus. Je ne m’attendais pas à un effondrement aussi rapide, à une telle vitesse, mais je le voyais venir depuis longtemps. Cette pure maximisation du profit, cette perspective qui ne voit rien d’autre que le rendement ne perçoivent la vie qu’à la lumière de l’économie et négligent tout le reste, qui, pourtant, fait le sel de l’existence. Voilà ce qui s’est effondré ».


Q. : Où cet échec du néo-libéralisme était-il prévu à l'ordre du jour dans notre vie politique ? L’était-il lors de la Diète de la CDU démocrate-chrétienne ? L’était-il dans le fameux « Agenda 2010 » ?


HS : Vous connaissez le débat qui a animé la vie politique allemande quand il s’est agi de protéger le travailleur contre les licenciements. S’agit-il d’une disposition sociale propre à notre société ? La solidarité est-elle encore une valeur « moderne » ou bien l’égoïsme et l’individualisme sont-ils devenus la mesure de toutes choses ? On s’est moqué de moi quand j’ai émis des critiques lorsque Nokia a décidé de quitter l’Allemagne parce que son rendement n’y était que de 20%, ce que la firme estimait trop bas. Le sort des familles de leurs 2000 salariés ne l’intéressait pas. On ne parlait que de cours en bourse et de bilans. Voilà quel était le critère de toute notre politique sociale et cela avait quelques retombées sur le programme de l’Union (des partis démocrates-chrétiens), y compris dans les décisions prises naguère à Leipzig.


(…)


Q. : Pouvez-vous nous expliquer pourquoi les idées néo-libérales ont connu un tel succès au sein des partis de l’Union ?


HS : Parce qu’elles passaient pour « modernes ». C’était, disait-on, le « mainstream ». Tout le monde de l’économie a défendu de telles thèses et si vous émettiez ne fût-ce qu’un petit argument contradictoire, vous passiez pour une vieille baderne. Pour moi, il ne faut ni l’économie planifiée ni le néo-libéralisme. Nous, Allemands, avions inventé le modèle idéal, celui qui était assuré du succès : l’économie sociale de marché.


Q. : Qui peine et s’essouffle.


HS : Pendant plus d’un demi siècle, ce modèle économique a enregistré de grands succès et nous a apporté la stabilité sociale. Bien sûr, comme toute chose, il faut le moderniser et le rénover. En principe, il s’agit de combiner à chaque fois les côtés positifs du marché avec des directives et des filets de sûreté dans le domaine social. Il faut rétablir le bon rapport de force entre la sécurité sociale et l’innovation.


Q. : Le néo-libéralisme est-il mort et bien mort ?


HS : Tant que je suis en vie, oui, pour moi, il est bien mort.


Q. : Et qui va profiter de la mutation des données ?


HS : La population des gens normaux. Jusqu’ici seule une élite, quelques gros, ont profité du néo-libéralisme. Dans la masse de la population, il y a eu perte, diminution du bien-être. Je suis très éloigné mentalement du socialisme mais j’aimerais que l’on retrouve en Allemagne un certain équilibre.


(source : Der Spiegel, n°46/2008 ; adaptation française : Robert Steuckers).

samedi, 22 novembre 2008

Soldats américains: perdu en bourse l'argent gagné au combat

Des soldats américains en Irak ont perdu en bourse l'argent gagné au  combat

Publié le 10 novembre 2008 sur http://www.egaliteetreconciliation.fr

 

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En allumant son ordinateur ces dernières semaines, le lieutenant-colonel Mark Grabski ne consultait pas les derniers sondages sur la présidentielle américaine mais contemplait l'étendue de ses pertes sur des sites financiers.


"Mes favoris comprenaient la liste des sociétés dans lesquelles ma caisse de retraite complémentaire investissait. Et tous les jours, je voyais leurs cours s'effondrer", dit ce militaire en poste sur la base américaine de Speicher, au nord de Bagdad. "J'ai perdu actuellement des dizaines de milliers de dollars" dans la crise financière, assure cet officier de 31 ans, chargé de l'inspection générale de la base.

"Le tiers de mon salaire est versé sur le thrift savings program", une retraite complémentaire privée réservée aux fonctionnaires et militaires américains. "J'ai perdu 30% de cette retraite dans la crise financière", assure-t-il. Cette retraite privée s'ajoute à la pension de l'armée, qui n'a pas pâti de la crise, et qui atteint 50% du salaire des militaires qui ont servi 20 ans, 75% pour ceux qui ont 30 ans d'ancienneté. A Camp Speicher, la crise a souvent éclipsé la campagne présidentielle. Le cyclone financier a été d'autant plus cruellement ressenti qu'il s'agit pour ces soldats d'argent gagné à force de patrouilles, parfois de combats, dans la poussière de Tikrit, un fief de l'ancien dictateur irakien Saddam Hussein.

L'impact de la crise sur les portefeuilles et les retraites privées des soldats américains déployés en Irak est difficile à mesurer. Les officiers, plus âgés et soucieux de leur avenir, ont sûrement plus pâti du tourbillon des places boursières. Mais les jeunes recrues ne sont pas épargnées. "Nous avons encouragé les jeunes soldats à souscrire à des retraites privées.

Quand un soldat arrive au Koweït, avant d'être déployé en Irak, c'est même un des premiers prospectus qu'on lui donne", souligne le lieutenant-colonel Grabski.

Pour le commandant Daniel Meyers, qui travaille au commandement central de l'armée américaine pour le nord de l'Irak, les pertes sont plus limitées, "3.100 dollars". "Je ne verse que 8% de mon salaire (environ 5.000 dollars en Irak, ndlr), mais c'est une somme pour moi", dit-il.
En regard, un simple soldat déployé en Irak touche environ 2.000 dollars par mois. Dans le centre de commandement, au pire de la crise, les analystes financiers ont succédé aux joueurs de base-ball du "World Series" sur les écrans de télévision.

"Tout le monde suivait la crise. Quand la cloche (de fin de séance à Wall Street, ndlr) retentissait, j'étais traumatisé. Je ne dormais plus que deux heures par nuit", se souvient l'officier, originaire de l'Etat de New York. Ce militaire de 32 ans, dont la division est basée en Allemagne, attend peu du prochain président américain. "Sauf peut-être si (Barack) Obama nomme quelqu'un à l'instance de régulation des marchés ou si le Congrès adopte des lois de régulation", dit-il. Depuis, le lieutenant-colonel Grabski, comme le commandant Meyers, attendent simplement que le marché remonte pour pouvoir espérer récupérer leur mise.

D'autres soldats, plus proches de la retraite, ont en revanche beaucoup perdu ces dernières semaines. "Je suis à trois ans de la retraite et j'ai perdu la moitié de mes fonds", peste un sergent originaire d'Alabama sous couvert de l'anonymat. "Je n'accuse personne, en signant le contrat, je savais que ces placements étaient risqués", dit cet homme d'une cinquantaine d'années, dont bientôt 30 dans l'armée. "Mais quand je pars en mission, il m'arrive de penser que j'étais tout près d'une belle retraite. Quelques mois à tirer avant de toucher enfin la retraite de l'armée, plus ma complémentaire privée. Je ne m'imaginais pas continuer à travailler dans le civil après 30 ans de carrière militaire", regrette-t-il.

Source : http://news.tageblatt.lu

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jeudi, 20 novembre 2008

Fort Europa? Voorlopig een wensdroom

Fort Europa ? Voorlopig een wensdroom

De financiële crisis, en daarmee gepaard het vooruitzicht op een economische recessie, duwde het Europees Pakte inzake Immigratie en Asiel van de Franse president Nicolas Sarkozy naar aanleiding van de EU-top in Brussel nogal zwaar in de verdrukking. Dat hierover dus maar weinig persberichten werden gepubliceerd, zou de vele nationale regeringen nog wel eens goed kunnen uitkomen.

Want ondanks het geroep aan de zijlijn van nogal wat multicul-lobbys vertrekt dit pakt niet van de doelstelling om de illegale immigratie eindelijk een halt toe te roepen. In de tekst vindt men verwijzingen naar de immigratie die “kansen biedt” en “beslissend zal zijn voor de economische groei van de lidstaten van de EU, die op basis van hun demografische situatie immigranten nodig zullen hebben”. Het volledige asielbeleid van de Europese Unie zou ten laatste tegen 2012 in een eenheidspakket moeten worden gegoten. En als men vaststelt dat het vluchtelingennetwerk UNHCR als partner wordt genoemd, dan lijkt dat niet onmiddellijk te wijzen op een verscherping van het beleid ter zake.

Wat eveneens de wenkbrauwen doet fronsen, is het plan om voortaan “de lasten te delen”, zodat wij allemaal, alle lidstaten van de EU dus, zullen meebetalen voor de kosten van de bootvluchtelingen in het zuiden van Europa, en zodat de betrokken staten wellicht minder de neiging zullen voelen om de vluchtelingen uit te wijzen. Massale regularisaties zoals onlangs nog in Spanje – en binnenkort misschien opnieuw in België? – zouden door de EU wel worden afgewezen, al betekent dat nog niet dat men inderdaad ook effectief een vlottere uitwijzing van uitgeprocedeerde en dus illegale asielzoekers zal invoeren. Zo heeft de EU-grensagentuur Frontex onlangs haar failliet min of meer zelf al toegegeven. Ze heeft alleen aangedrongen op nog meer budgetten om haar werking te “verbeteren” maar of er meer te verwachten valt dan alleen maar nog méér bureaucratie is niet direct heel duidelijk. Het falen van Frontex heeft natuurlijk alles te maken met de eigen regels die de verschillende lidstaten hanteren en met het ontbreken van de politieke wil om er echt iets aan te doen.

Helemaal open blijft de kwestie van de juiste omschrijving van “de noodzakelijke gewenste legale arbeidsmigratie”. Zo werd in Mali een centrum voor informatie en sturing van migratie opgericht met als bedoeling ter plaatse potentiële migranten te waarschuwen voor de illegale migratie, terugkerende migranten te begeleiden en de mogelijkheden voor legale arbeidsmigratie voor hoog gekwalificeerde migranten bekend te maken. Het zou wel eens kunnen dat alleen het laatste deel de hoofdopdracht worden van dit bureau, toch zeker als men de plannen van sommigen kent om tot 2050 tot 56 miljoen migranten vooral uit Afrika naar Europa te halen om het demografisch inkrimpen van ons continent op te vangen, zoals in een bericht van Eurostat bijvoorbeeld te lezen is.

Dat deze Brain Drain Afrika zelf voor enorme problemen stelt, en daar eerder als een vorm van neokoloniale politiek wordt beschouwd, is nog niet tot onze verlichte liberale denkers doorgedrongen. Hoe moet Afrika dan zelf tot economische ontwikkeling komen, als de hoogst opgeleide Afrikanen naar Europa trekken? De Britse regering wees in elk geval de Europese eis naar meer legale immigratie vanuit Afrika reeds van de hand, omdat deze Europese regeling volgens haar alleen betrekking heeft op de Schengen-landen, waar Groot-Brittannië niet toe behoort. Groot-Brittannië wil de volledige controle over de buitengrenzen in handen houden en zelf over asiel en immigratie beslissen. Labour heeft blijkbaar het plan opgevat om gelet op de tegenvallende economische conjunctuur vooral in te zetten op eigen arbeidsinzet en de immigratie zo moeilijk mogelijk te maken.

(Peter Logghe)

lundi, 17 novembre 2008

Das Ende des Turbokapitalismus

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Das Ende des Turbokapitalismus

Ex: http://www.deutsche-stimme.de

Epochenwechsel vor laufender Kamera / Die Alternative heißt: Raumorientierte Volkswirtschaft

Kriecherische Anbiederung an die internationalistisch-expansionistische Hybris des Geldes bei gleichzeitiger unsäglicher Verachtung für die zivilisatorische Substanz von Volk und Land – das sind die wichtigsten Zutaten jener geistigen Giftbrühe, aus welcher sich die der internationalen Hochfinanz dienenden westlichen Sieger des Zweiten Weltkrieges die heute (noch) herrschenden politischen, ökonomischen und medialen Kader der Bundesrepublik herangezüchtet haben.

Die aus dieser Schlangenzüchtung hervorgegangene politische Klasse hat während der vergangenen 60 Jahre Bundesrepublik scheinbar nichts Besseres zu tun gehabt, als die Substanz des deutschen Volkes – seine Leistungs- und Solidargemeinschaft, nationale Identität, Sprache, Kultur, ethnische Idendität, Familie und Kinder – systematisch zu verheizen, um dadurch das immer schneller laufende Räderwerk des globalen Finanzkapitalismus anzutreiben.

Die deutsche Nation, die im Zweiten Weltkrieg dem Vernichtungswillen von Bolschewismus und Kapitalismus jahrelang zu widerstehen vermochte und anschließend noch die Kraft hatte, Millionen vertriebener Landsleute aus dem Osten innerhalb der enger gewordenen Grenzen aufzunehmen und das Land aus Ruinen wieder aufzubauen, kann heute vom jahrzehntelangen Wirken der Sieger und ihrer deutschen Erben nur eine vernichtende Bilanz ziehen, und zwar fast noch mehr in bezug auf die kapitalistische BRD als auf die untergegangene kommunistische DDR.

Denn während die Deutschen in der DDR »nur« durch ein hirnrissiges System aus kommunistischer Plan- und Mangelwirtschaft, Unfreiheit und Isolierung gebeutelt wurden, wurde die Nation im Westen gleichsam als Brennholz zum Entzünden und Schüren jenes kapitalistischen Feuers mißbraucht, durch welches neben anderen Völkern vor allem die Deutschen selbst heute vom Untergang bedroht sind, sozial, kulturell und wirtschaftlich, aber vor allem biologisch.

Jahrzehntelanger kapitalistischer Raubbau

Als Fazit von 60 Jahren kapitalistischer Herrschaft blicken wir heute auf ein wirtschaftlich und kulturell versklavtes deutsches Volk mit implodierender Jugend, explodierendem Altersquotienten und riesigen kulturfremden Völkerschaften im Land, deren »Integration« völlig unrealistisch und selbst von den Herrschenden längst abgeschrieben ist.

Während in den Großstädten Westdeutschlands die Kinder und Jugendlichen dieser Völkerschaften bald die Mehrheit der jüngeren Jahrgänge bilden, sterben in Ost und West alte deutsche Kultur- und Siedlungsräume wegen wirtschaftlicher Implosion, Abwanderung und Geburtenarmut aus. Für beides tragen der Kapitalismus und seine politischen und wirtschaftlichen Steigbügelhalter die Verantwortung, denn sie zwangen dem deutschen Volk ein Wirtschafts- und Finanzsystem auf, das nicht für das Land, sondern auf dessen Kosten lebt, sie organisierten die Masseneinwanderung und sorgten gleichzeitig für den verheerendsten biologischen und kulturellen nationalen Niedergang in der deutschen und europäischen Geschichte.

Man fühlt sich bei diesem erschütternden Szenario an das Beispiel von Phileas Fogg in Jules Vernes Roman »In 80 Tagen um die Welt« erinnert, in dem der britische Gentleman, um seine Wette zu gewinnen, das gesamte Inventar des für die Fahrt von New York nach London angemieteten Dampfschiffes verheizen läßt, weil ihm die Kohlen ausgegangen sind. In ähnlicher Weise heizen heute – nicht nur in Deutschland – die Diener des Finanzkapitalismus mit dem Inventar, nämlich mit den Lebensgrundlagen der Völker, Gesellschaften und Staaten.

»Heizen mit dem Inventar«

Diese sind für sie nichts anderes als Märkte und Standorte zur Verfolgung von übergeordneten Machtbestrebungen, stellen also – wie das Schiff für Phileas Fogg – lediglich eine Art Vehikel dar, mit dem man Wetten gewinnen kann.

Der derzeitige spektakuläre Zusammenbruch der Finanzmärkte muß vor allem vor diesem Hintergrund gesehen werden. Es handelt sich keineswegs um eine vorübergehende Krise durch etwaige »Pannen«, für welche die vermeintliche »Gier« einiger angestellter »Manager« verantwortlich sei, sondern um den Anfang vom Ende des westlichen kapitalistischen Systems. Wir brauchen zwar diesem System keine Träne nachzuweinen, ganz im Gegenteil, denn sein Untergang ist notwendig, damit die Völker leben, und insbesondere die deutsche Nation reorganisiert und wiederaufgerichtet werden kann.

Aber dennoch stellt sich selbstverständlich die Schuldfrage. Geradezu grotesk ist es dabei, wenn heute führende Vertreter der Bundesregierung, wie Angela Merkel und Peer Steinbrück, oder der Regierungsfraktionen im Bundestag, wie Volker Kauder und Peter Struck, sich vor das Volk hinstellen und den zwar unverschämt gut verdienenden und alles andere als unschuldigen, aber doch nur im Auftrag von Politik und »Shareholdern« handelnden angestellten Bankvorständen die ausschließliche Schuld für den Zusammenbruch geben.

Die Verlogenheit solcher Schuldzuweisungen nach dem Prinzip »Haltet den Dieb!« wird besonders gut erkennbar, wenn man sich den nur knapp drei Jahre alten Koalitionsvertrag der Bundesregierung vor Augen führt. Darin heißt es im Abschnitt »Finanzmarktpolitik« zum Beispiel:

»Produktinnovationen und neue Vertriebswege müssen nachdrücklich unterstützt werden. Dazu wollen wir die Rahmenbedingungen für neue Anlageklassen in Deutschland schaffen. Hierzu gehören:

– die Einführung von Real Estate Investment Trusts (Reits) (…),
– der Ausbau des Verbriefungsmarktes,
– die Erweiterung der Investitions- und Anlagemöglichkeiten für Public-Private Partnerships,
– die Überarbeitung der Regelungen für den Bereich Private Equity im Wege der Fortentwicklung des bestehenden Unternehmensbeteiligungsgesetzes in ein Private-Equity-Gesetz.«

Wir wissen, was diese Diener der internationalen Hochfinanz hier unter »Produktinnovationen und neuen Vertriebswegen« verstehen, nämlich genau jenen Finanzgiftmüll, der uns zur Zeit um die Ohren fliegt. »Real Estate Investment Trusts« sind neue Börsenpapiere nach US-Vorbild, mit denen deutscher Grund und Boden und deutsche Immobilien dem internationalen Börsenschacher und Spekulantentum ausgeliefert werden sollen.

Und der »Ausbau des Verbriefungsmarktes« ist nichts anderes als die weitere Deregulierung und Internationalisierung auf den Finanzmärkten sowie die zusätzliche Öffnung der Schleusen für jene Flut von volkswirtschaftlich sinnlosen »Wertpapieren«, mit denen die Finanzgurus die Volkswirtschaften korrumpieren und zersetzen, und die US-Regierung das amerikanische Leistungsbilanzdefizit von aller Welt finanzieren läßt.

Diese Ziele haben sich die Berliner Koalitionäre also gerade mal vor knapp drei Jahren gesetzt, und zwar gegen die Interessen Deutschlands und eindeutig auch um ihren Herren in Washington und in den Führungsetagen der internationalen Hochfinanz gefällig zu sein. Heute versuchen sie, die Schuld auf jene Technokraten abzuwälzen, die sie selbst gerade erst auf die finanzwirtschaftliche Maßlosigkeit eingeschworen haben. Deutlicher könnten sie sich als politische Klasse nicht selbst richten.

Wachsender Kapitalanteil am BIP

Daß das nun vor dem Abgrund stehende finanzwirtschaftliche Ausbeutungssystem ebenso wenig nachhaltig ist wie Phileas Foggs Dampfschiffbetrieb, ist einfach zu erklären. Die Herrschaft des Kapitals basiert nämlich auf ständigem Kapitalwachstum durch Profite und Zinseszins. Um die Dauerexpansion zu gewährleisten, muß auch die Wirtschaftsleistung ständig zunehmen, und zwar unabhängig vom volkswirtschaftlichen Sinn oder Unsinn.

Allein schon dieser Wachstumszwang spricht ganz klar gegen jede Nachhaltigkeit. Das ist aber nicht alles, denn wenn nicht eines Tages die Ansprüche des Kapitals gar das gesamte Bruttoinlandsprodukt (BIP) übersteigen sollen, was rein theoretisch denkbar wäre, müßte die Wirtschaftsleistung nicht nur einfach zunehmen, sondern vielmehr mindestens so schnell wie das Kapital wachsen.

Das Gegenteil ist aber der Fall: im zweiten Quartal 2008 wuchs zum Beispiel die Geldmenge M3 um 9,95 Prozent, das reale BIP hingegen nur um 0,78 Prozent. Dabei ist laut Deutscher Bundesbank der größte Teil dieses M3-Wachstums überhaupt nicht aus den volkswirtschaftlichen »Fundamentaldaten«, zu denen zum Beispiel auch die Inflation gehört, erklärbar, sondern vielmehr auf »renditegetriebene Mittelzuflüsse aus dem Ausland« und die »starke Ausweitung kreditfinanzierter Unternehmensübernahmen und –fusionen« zurückzuführen.

Mit anderen Worten: Dieses Geldmengenwachstum ist eine direkte Folge des überdehnten globalen Geschachers, der spekulativen Finanzmarktgeschäfte und der Kreditschöpfung für spekulative Firmenübernahmen durch sogenannte Heuschrecken.

Periodische Wertvernichtungen

Der vorhin genannte Extremfall, in dem nicht einmal das gesamte BIP zur Befriedigung der Kapitalansprüche ausreicht, tritt in einer realen kapitalistischen Ökonomie natürlich in der Regel nicht ein, weil schon lange vorher eine Art »Rücksetzung« des Systems erfolgt, nach welcher das Spiel quasi wieder von vorne anfangen kann. Dies erfolgt in sattsam bekannter, unschöner Regelmäßigkeit, und zwar durch gigantische Wertvernichtungen, wie zum Beispiel die milliardenschwere Entwertung von Aktien ab 2001 infolge des New-Economy-Crashs oder das zum Zeitpunkt der Abfassung dieses Berichtes noch in Planung befindliche, über 400 Milliarden Euro teure »Rettungspaket« für die deutschen Banken nach dem aktuellen Finanzmarkt- und Bankenzusammenbruch.

Aber: Weder diese staatliche Finanzhilfe durch die Bundesregierung noch die entsprechende Unterstützung der US-Regierung für die amerikanischen Banken ist durch vorhandene oder in absehbarer Zeit eintreibbare Steuermittel gedeckt. Die entsprechenden Gelder müssen vielmehr auf den Kreditmärkten aufgenommen oder durch Geldschöpfung bereitgestellt werden. Durch beide Maßnahmen werden die Volkswirtschaften noch stärker belastet, und zwar durch noch größere Verschuldung, also zusätzliche Stärkung der Kapitalmacht, und/oder durch Inflation und Währungsverfall.

Enteignung und Fremdbestimmung

Da die genannten Rücksetzoperationen systemimmanent und somit zwangsläufig sind, stellt ihre Inkaufnahme durch die Befürworter des Systems nichts anderes als einen systematischen Betrug dar.

Ein weiterer Betrug besteht darin, daß in den dazwischenliegenden Perioden das Kapital permanent schneller als die Wirtschaft wächst, denn dies muß nach den Regeln der Logik zur Folge haben, daß ein ständig wachsender relativer Anteil des jährlich erstellten BIP den Kapitalbesitzern »gehört«, während der komplementäre, beim arbeitenden Teil der Bevölkerung verbleibende Teil immer kleiner wird.

Das schließt zwar nicht aus, daß der größte Teil des BIP nach wie vor von der Bevölkerung verbraucht wird, aber trotzdem handelt es sich um eine fortschreitende Enteignung der Volkswirtschaft durch das Kapital, und zwar aus folgendem Grund: Die anschwellenden Kapitalmassen, zu denen auch der ohne reale Gegenleistung ins Ausland gelieferte deutsche Exportüberschuß von zum Beispiel 168 Milliarden Euro im Jahre 2007 (knapp sieben Prozent des BIP) gehört, dienen der allmählichen Verschiebung der wirtschaftlichen und damit auch sozialen und kulturellen Gestaltungshoheit vom Volkssouverän hin zu den Vertretern der Kapitalmacht.

Die Interessen des Kapitals, nicht die Bedürfnisse der Völker, bestimmen immer stärker die Entwicklung der Wirtschaft und diktieren den Völkern und Staaten, wie und in welcher Weise sie ihre schöpferischen Fähigkeiten, ihre Arbeitskraft und ihre Ressourcen einzusetzen haben. Wenn sich zum Beispiel in Deutschland eine Computerindustrie oder eine Industrie für Kommunikations- und Unterhaltungselektronik aus der Sicht des Kapitals nicht »lohnt«, werden diese Sparten eben abgewürgt, ganz egal, wie viel wir dabei an kultureller Selbstbestimmung und Zukunftsfähigkeit einbüßen.

Wenn es den Kapitalinteressen und den Verhältnissen auf den Weltmärkten nicht entspricht, in Deutschland eine Textilindustrie zu betreiben, werden die Textilunternehmen eben liquidiert oder auf jeden Fall geschlossen, auch wenn alte Industrietraditionen und die damit verbundenen sozioökonomischen Strukturen in den betroffenen Industrieregionen dabei verschütt gehen und diese Regionen gar von Entvölkerung und Verwahrlosung bedroht sind.

Daß auch der Textilmaschinenbau darunter leidet, weil keine Entwicklung von hochwertigen Produktionsmaschinen auf die Dauer ohne engsten Kontakt zur Anwendung auskommt, spielt für die Kapitalkräfte ebenfalls kaum eine Rolle, denn sie interessieren sich nicht für die vernetzte Arbeitswelt der Menschen im volkswirtschaftlichen Kontext, sondern nur für die weltweiten Renditemöglichkeiten, woher diese auch kommen mögen.

Das kapitalistische Paradigma

Und wenn es, um noch ein Beispiel zu nennen, gegen die Prinzipien des kapitalgetrieben Welthandels verstößt, eine bäuerliche Landwirtschaft in Deutschland zu betreiben, wird diese nach und nach eben abgebaut, ganz egal, wie viel unsere ländlichen Gebiete und unsere langfristige Versorgungssicherheit darunter leiden. – und so weiter, und so fort. Es gibt eine schier endlose Reihe von Beispielen für die Vernichtung unserer Volkswirtschaft durch den Finanzkapitalismus und den von ihm angetriebenen schrankenlosen Welthandel.

Der westliche Kapitalismus, der nun hoffentlich seinen Zenit überschritten hat, geht auf die Idee der schrankenlos freien Marktwirtschaft (mit beliebig erweiterbaren Märkten) und die Lehren von Ökonomen wie Adam Smith und David Ricardo zurück. Diese Vorstellungen wurden im neunzehnten und zwanzigsten Jahrhundert durch die technische Entwicklung und die Kolonisierung von Nordamerika stark begünstigt.

Grundprinzip ist das Streben nach größtmöglicher Freiheit zur schrankenlosen, möglichst effizienten Ausbeutung aller ökonomischen Lebensgrundlagen. Wenn diesem Streben keinerlei staatliche oder gesellschaftliche Hindernisse in den Weg gelegt werden, seien der größte Wohlstand und das größte Glück für alle gewährleistet. Die Begünstigung dieser Idee durch die technische Revolution und durch die scheinbar endlosen Weiten, denen die Pioniere in Nordamerika begegneten, ist durchaus verständlich. Denn sie basiert auf dem falschen Glauben an die Unerschöpflichkeit der Natur und die Unabhängigkeit des Menschen sowohl von der Umwelt als auch von seinen eigenen sozialen und kulturellen Bindungen.

Kapitalfreiheit weltweit durchgesetzt

Das Geldkapital, dem im Rahmen des Geldsystems einer gut funktionierenden Volkswirtschaft eine wichtige Puffer- und Ressourcenallokationsfunktion zukommt, erhielt durch die immer stärker dominierenden Vorstellungen einer schrankenlosen Marktwirtschaft zunehmend den Charakter einer von der realen Wirtschaft, insbesondere vom nationalen und regionalen Wirtschaftskreislauf abgekoppelten eigenständigen Kraft, die nicht mehr vorwiegend der Wirtschaft dient, sondern sie vielmehr vor sich hertreibt.

Den Begriff »Kapitalismus« sollte man vor allem für diese Extremform des Kapitals und ihre ökonomisch-politische Befürwortung verwenden, nicht für das volkswirtschaftlich gebundene Kapital, das für eine funktionierende Wirtschaft notwendig ist.

Die Tendenz zur Entfesselung der Kapitalkräfte verstärkte sich ab den 1970er und besonders extrem ab den 1980er Jahren durch die neoliberalen und monetaristischen Konzepte von Friedrich August von Hayek und vor allem Milton Friedman. Letzterer beeinflußte stark die amerikanischen konservativen und libertären Kreise und übte zum Beispiel einen enormen Einfluß auf die Politik von Nixon und Reagan, aber auch von Margret Thatcher in Großbritannien und vielen anderen westlichen Regierungen aus, darunter auch der BRD.

In den neunziger Jahren, nach dem Untergang der Sowjetunion und dem Scheitern des Kommunismus, wurden alle Barrieren, die der freien Entfaltung des Kapitalismus noch im Weg standen, weggeräumt: Die Kapitalfreiheit wurde in der westlichen Welt beinahe restlos durchgesetzt, die Welthandelsorganisation WTO wurde gegründet, Welthandel und Finanzmarktgeschäfte wurden extrem intensiviert und zum eigentlichen Sinn jeder ökonomischen Aktivität erhoben. Die tonangebenden Politiker und Publizisten verloren immer mehr den eigentlichen Zweck arbeitsteiliger Wirtschaft aus den Augen, nämlich die sozioökonomische und kulturelle Integrität der gewachsenen Gemeinwesen, auf denen die menschliche Zivilisation beruht.

Der Kapitalismus leugnete zunehmend die Aufgabe der Wirtschaft als integrierter Teil der soziokulturellen Gemeinschaft und zwang diese statt dessen in eine abstrakte globale Wettbewerbsveranstaltung, bei der inzwischen alle sozioökonomischen Aspekte bedeutungslos geworden sind, und nur noch die Interessen des Kapitals eine Rolle spielen.

Die raumorientierte Volkswirtschaft

Diese Entwicklung, die den eigentlichen Motor der Globalisierung darstellt, ist für die heutige Finanzmarktkrise unmittelbar verantwortlich. Dabei handelt es sich im Kern um eine Krise des Internationalismus, denn der Kapitalismus ist vor allem eine globale, internationalistische Bewegung, deren Herrschaftsinstrumente wesentlich geeigneter als die des Marxismus sind, den Internationalismus auch tatsächlich durchzusetzen.

Doch weil der zu Ende gedachte Internationalismus das Ende der freien Völker und Gesellschaften und damit der menschlichen Zivilisation bedeutet, bedarf es zu ihm und damit zum Kapitalismus einer politisch-ökonomischen Alternative. Dieser kann aber schon deswegen nicht Marxismus heißen, weil der Marxismus selbst internationalistisch ist – und außerdem gescheitert, nicht wie der Nationalsozialismus durch fremde Waffengewalt, sondern durch die eigene Unzulänglichkeit.

Deswegen ist die einzige logische Alternative zum kollabierenden Kapitalismus das Wirtschaftskonzept der Nationaldemokratie: die raumorientierte Volkswirtschaft – und zwar genau so zwingend logisch wie die Tatsache, daß die Alternative zum Internationalismus Nationalismus heißt.

Per Lennart Aae

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vendredi, 07 novembre 2008

La crise financière et ses causes

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George Soros écrivait en avril 2008 (notez bien, en avril 2008 !) : “Nous sommes au milieu d’une crise financière comme nous n’en avons plus connu depuis la Grande Dépression des années 1930. […] Elle n’est pas limitée à telle ou telle société ni tel ou tel segment du système financier; elle a conduit le système tout entier au bord de la rupture, et les autorités ont le plus grand mal à la maîtriser. Elle sera lourde de conséquences. Les choses ne reprendront pas leur cours ; nous vivons la fin d’une époque.”

Par cupidité et par un inexplicable laisser-faire des autorités, les professionnels américains du crédit aux particuliers, défiant les règles bancaires les plus élémentaires, sont responsables de ce qui apparaît d’ores et déjà comme le plus effarant des désastres financiers.

Seule l’histoire sera un jour capable de chiffrer les dégâts. Les sommes en jeu sont une insulte à l’esprit. S’agissant du système financier international l’unité est le milliard de dollars et on se les jette à la figure par milliers. Mais qu’en est-il de l’économie réelle, qu’en est-il de la destruction de centaines de milliers d’emplois à travers le monde ? Oui, c’est la grande crise systémique. Systémique parce qu’elle s’est répandue au système dans sa globalité.

Comment un tel désastre a pu se produire ? Pourquoi les instances de régulation, les banques centrales qui connaissaient la partie immergée de ce monstrueux iceberg dès le mois d’août 2007 n’ont pas réagi ? Si les premiers et seuls responsables sont les Américains, on peut s’interroger sur la légèreté de certaines banques européennes quand on connait leur rigueur d’analyse, particulièrement celle des Suisses et des Allemands pris dans la nasse. Qu’en est-il de la théorie des anticipations rationnelles des marchés financiers qu’on nous enseigne dans nos universités et nos grandes écoles de commerce ? Qu’en est-il des produits financiers synthétiques sensés protéger du risque et des modèles mathématiques qui leur sont attachés ?

Ces questions resteront en suspens tant qu’un procès ne sera pas instruit contre cette bande de malfaiteurs cupides qui armés d’un surin et pour quelques centaines de millions de dollars ébranle l’édifice de la prospérité jusque dans ses fondations. Pourquoi n’existe-t-il pas de tribunal pénal international pour crime contre la prospérité ?

Comment tout ceci est-il arrivé ?

1er acte

Octobre 2002 : Bush propose de faciliter l’accès à la propriété pour 5 millions d’Américains issus des minorités.

Juillet 2003 : le taux directeur de la FED est historiquement bas. 1% pour le refinancement à court terme des banques (le taux d’intérêt réel corrigé de l’inflation a été négatif pendant 31 mois consécutifs). Il fallait favoriser de nouveaux débouchés à ce crédit facile à trouver. Les prêteurs hypothécaires à l’origine de la catastrophe ont décidé non seulement de prêter aux :
· Primes, emprunteurs à la solvabilité sans risques particuliers, mais également aux
· “Alt-A”, emprunteurs dont l’historique en matière de remboursement est satisfaisant mais sans autre renseignements notamment sur leurs revenus.
Et pour finir aux :
· Subprimes, emprunteurs au dossier des plus minces, sans véritables renseignements. Le cas extrême est atteint par les prêts dits “ninja”, no income, no job, no assets (ni revenus, ni emploi, ni actifs).

Dans cette dernière catégorie, la plupart des gens savaient par bon sens qu’il leur était impossible d’emprunter mais les malfaiteurs, c’est-à-dire les courtiers et les banques, ont rivalisé d’ingéniosité pour encourager ces pauvres locataires à gravir un degré dans l’échelle sociale. Cela représentait pour ces intermédiaires un océan de commissions et de frais bancaires. Comment pousser ces foyers à devenir propriétaires malgré eux ? En proposant pour une première période, un an, deux ans, un taux fixe alléchant, en anglais teaser, aguicheur, voire allumeur. Ensuite, le taux devient révisable sur une base très élevée. Pour la majorité des clients, des pratiques commerciales trompeuses ont occulté les conséquences néfastes pour eux dès la fin de la 1ère période a fortiori en cas de hausse des taux. Mais ce n’est pas tout. Aux Etats-Unis, l’hypothèque est rechargeable. Pour faire simple, le bien vaut 100, on emprunte 100. Le bien est réévalué, disons 2 ans après à 120, on peut emprunter 20 de plus en permettant aux intermédiaires de reprendre quelques commissions au passage.

C’est ainsi que la bulle immobilière monstrueuse s’est formée. Nous venons de parler du crédit aux particuliers mais bien entendu cette fièvre a de la même manière touché le commerce, les services et l’industrie par notamment une explosion des LBO.

2e acte

Dès les premiers signes imperceptibles du retournement, les banques ont voulu se débarrasser de leurs hypothèques les plus risquées. Comment faire ? Les titriser, c’est-à-dire en faire des actifs négociables soit de gré à gré soit sur un marché règlementé. Mais il fallait noyer le poisson, faire en sorte que ces hypothèques pourries ne se voient pas trop.

Alors, les malfaiteurs armés d’un surin ont été remplacés par les prix Nobel de la magie financière, les illusionnistes grands pontes des banques d’affaires américaines. Ils ont créé des titres appelés CDO. Les hypothèques pourries ont été mélangées à d’autres crédits, à des obligations et des CDS (la place nous manque pour parler des CDS, instrument financier des plus opaques, swaps entre banques dont la valeur nominale totale se situerait entre 42600 et 60000 milliards de dollars).

Les CDO ont été découpés en plusieurs tranches aux risques et aux rendements variant selon les désirs des différents investisseurs que sont les assureurs, les banques traditionnelles, les hedge funds, les trésoreries de multinationales, les fonds souverains, etc.

Et tout ce beau monde grugé d’acheter ce produit “toxique”.

Mais ce n’est pas tout. Ces transactions sont assorties d’interventions sur les marchés dérivés aux effets de levier dévastateurs et dont la complexité a depuis longtemps dépassé les limites du raisonnable. L’affaire Kerviel/Société générale qui n’a rien à voir avec la crise des subprimes en est une illustration remarquable.

3e acte

Ces milliards de dollars valent maintenant zéro parce qu’au début de la chaîne les emprunteurs défaillants ne payent plus. Le pot aux roses a été découvert mais trop tard. Il n’y a plus que des vendeurs secs de CDO.

Baisse mondiale des bourses depuis octobre 2007, faillites ou nationalisation de banques prestigieuses, sauvetage et mise sous tutelle du plus grand assureur du monde AIG, injections massives par les banques centrales de liquidités pour alimenter le marché interbancaire complètement asséché.

Toutes les banques vacillent et de grandes industries avec elles. Le marché du crédit est paralysé.

Ce sera aux contribuables de payer. A tous les contribuables. Par l’impôt ou l’inflation.

L’irresponsabilité du système financier américain est la cause de cette crise financière qui déstabilise l’économie mondiale. S’en trouve-t-il disqualifié pour autant ?

00:25 Publié dans Economie | Lien permanent | Commentaires (1) | Tags : crise, usure, usurocratie, banques, finances, etats-unis | |  del.icio.us | | Digg! Digg |  Facebook

Laulan: crise, immigration, démographie

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Yves-Marie Laulan : "Crise, immigration, démographie, on nous ment sur tout"

Rivarol n°2877 du 24/10/2008 : "Yves-Marie Laulan est un économiste devenu spécialiste mondial de la démographie géopolitique. Il préside l'Institut de géopolitique des populations qui veut éveiller le public aux conséquences dramatiques des grandes évolutions démographiques actuelles et prévisibles. Économiste, démographe, géopoliticien et banquier, directeur du Crédit Municipal de Paris, il a enseigné dans plusieurs universités, à l'Institut d'études politiques, à l'Université Paris-Dauphine ou encore à l'École Polytechnique. Il a aussi travaillé pour les cabinets ministériels — aux Finances puis aux Affaires étrangères avec Michel Debré —, au FMI, à la Banque mondiale puis comme chef du service des affaires économiques de l'OTAN, avant de fonder son Institut. Il a notamment étudié l'immigration en France et ses conséquences sociales et économiques — qu'il estimait pour 2003 à un coût annuel de 36 milliards d'euros. Auteur de nombreux ouvrages, Y-M. Laulan a écrit entre autres « La planète balkanisée », « Les nations suicidaires », « Visa pour un désastre », « La faillite des machins » et, en 2006, « Pour la survie du monde occidental » (voir son site <www.laulan.org>.

Rivarol : Vous êtes économiste de formation. L'horreur financière de ces dernières semaines vous a-t-elle surpris ?

Yves-Marie Laulan : Pas du tout. Cela fait de nombreuses années que je lance des cris d'alarme. Mon dernier colloque portait, cela remonte à mai, sur les risques d'effondrement du système. On peut prévoir un événement, mais on ne peut pas prévoir la date à laquelle il va exactement se produire. On peut faire des prévisions, pas des prophéties.

Il était évident cependant que le système allait se casser la figure. Depuis des années et dés aimées-aux USAI, mais aussi én'Europe, nous vivions très au-dessus de nos moyens réels. Les Américains ont engrangé dans les 10 % de croissance superficielle et déconnectée de l'économie réelle. L'économie américaine est nourrie par des capitaux venus de l'extérieur, de la Chine et du Japon par exemple. En fait, depuis près de quinze ans, et c'est un élément capital, l'épargne des ménages américains est négative. Il y avait un surendettement commercial, de la balance des paiements et des ménages. Ça ne pouvait pas durer.

Pour voir le bon côté des choses, c'est peut-être la fin de la toute-puissance d'une finance globale qui n'aime pas les nations ?

En tout cas, on ne sortira pas de cette crise dans l'état où l'on y est entré. C'est certainement la fin de l'hégémonie américaine. Personnellement je ne suis pas sûr que ce soit forcément une bonne chose. L'avantage objectif de cette situation était une relative sécurité. Le monde multipolaire que nous voulons sera sans doute plus dangereux. Les chocs d'intérêts ont largement provoqué les guerres du XXe siècle. La fin de la domination américaine est un soulagement pour ceux qui refusent une normalisation imposée et pesante, mais cela peut déboucher sur une multiplication de conflits armés.

Faut-il aussi envisager une réduction de l'aide aux pays les plus pauvres et en conséquence une accélération de l'immigration ?

C'est un vrai problème. Les deux questions sont paradoxalement séparées. Il est évident que l'aide au développement ne peut qu'en « prendre un coup » car ce ne sera plus une priorité présentable. Cela ne changera pas grand-chose à la situation de ces pays. On a gaspillé en vain des sommes colossales sans obtenir de résultats.

L'immigration par rapport à cette aide n'est pas forcément liée. Car tous les chiffres montrent que, paradoxalement, plus on aide les gens du Tiers-Monde et plus ils émigrent. Quand il n'y a rien, ils semblent plutôt rester chez eux. Les flux migratoires, en fait, c'est une question de volonté politique. Nous sommes des victimes de nos belles valeurs morales. Nous sommes impuissants face à un risque de colonisation démographique de l'Europe par l'Afrique. La population mondiale d'ici à 2050 va augmenter de 50 % mais uniquement dans les pays pauvres. Seule l'Afrique noire va échapper au vieillissement des populations qui touchera toute la planète y compris la Chine. L'augmentation de population massive va concerner également les peuples musulmans. Ces masses, à partir d'un certain seuil, amènent leurs valeurs et les imposent. C'est déjà vrai dans certains de nos quartiers.

Tout se tient, ce n'est pas par hasard s'il y a de fortes chances que le prochain président américain soit d'origine noire. Cela est rendu possible politiquement par Lui travail démographique qui date de plus de 50 ans, avec une entrée massive d'immigrants qui débouche aux USA sur une bascule ethnique. Voilà longtemps que je dénonce cette évolution devant des démographes américains réticents ou ironiques. Ils n'y croyaient pas. Tout indique cependant qu'un ménage noir va tenir la Maison Blanche, à la tête du pays encore le plus puissant de la planète et cela aura des conséquences inattendues. Conséquences incalculables et sans doute terrifiantes. Qu'on le veuille ou non, tout immigré est le produit de son histoire et de son environnement. Obama a choisi la communauté noire et celle-ci se reconnaît en lui malgré des réticences.Ce métis a d'ailleurs épousé une Noire, descendante d'esclaves, alors qu'il aurait pu épouser une Blanche. Il ne pourra pas s'empêcher d'aider, de soutenir, de défendre les intérêts de la communauté à laquelle il s'est assimilé.Les conséquences intérieures et internationales de cet état de fait sont encore inimaginables à l'heure actuelle.

Finalement, la crise serait-elle bonne pour la Chine ?


La Chine n'est pas un pays soumis à l'idéologie de l'immigration, c'est sa grande force. Sur le plan économique cependant, elle peut connaître un contre-coup violent de la crise financière. Son économie était dopée par la croissance mondiale. Tous les problèmes occultés vont exploser. Il va y avoir de graves tensions. La Chine va accuser le coup et tout le monde avec elle.

1929 a amené Hitler. Les USA ont dû attendre la guerre de 39-45 pour s'en tirer mais personne cette fois n'en sortira indemne, même pas les pays du Golfe dont la fortune insolente est fondée sur des économies artificielles assises sur l'or noir. La chute de la consommation et donc des prix du pétrole, si elle se poursuit, peut les faire sombrer rapidement. On sent bien que c'est fini, que tout va changer et qu'il faudra tout repenser après le déluge.

Que pensez-vous de la situation de l'Islande ?

Le cas de l'Islande est incroyable, c'est de la folie pure... Le secteur bancaire était la seule richesse de ce pays, et sans aucune contrepartie économique de fondement. Mais la situation n'est pas très éloignée au Royaume-Uni où il y aura, je le crois et le crains, un tremblement de terre.

Qui dit crise dit peur de l'avenir et, pour nos pays en pleine dénatalité, encore moins enfants. Cela vous fait-il également peur ?

On ne pourra pas aller plus bas. On nous ment sur la natalité française dont le chiffre un peu moins mauvais qu'ailleurs est dû aux immigrés le plus souvent extra-européens. On nous ment sur tout... Le regroupement familial, ce n'est pas 30 000 personnes par an mais 250 000, soit un million supplémentaire en quatre ans. On est dans l'abîme pour la natalité européenne. On peut même se demander finalement si cette crise ne va pas se traduire par un sursaut. En 1942, la France au plus mal a vu repartir de façon extraordinaire sa natalité.
La nature des nations a des ressources vitales considérables et inattendues. Pour nous, le pire n'est peut-être pas inévitable. Le pire sur le plan démographique car économiquement on va souffrir. Mais justement, il peut y avoir un sursaut de lucidité et de vitalité. C'est notre espérance."

mercredi, 05 novembre 2008

Crise ou fin d'un monde?

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Crise ou fin d’un monde ?

Observateurs, exégètes et « experts » de tous poils livrent leurs analyses et commentaires sur l’évolution chaotique de la finance internationale et ses conséquences économiques. On y retrouve beaucoup de lieux communs et de rares vues originales. Seules ces dernières, évidemment, méritent l’intérêt.

Tout d’abord, est-on devant une crise liée à la nature même du système capitaliste spéculatif, basé sur le gain maximal des détenteurs de capitaux (à ne pas confondre avec le capitalisme productif, basé sur le réinvestissement des gains dans l’appareil de production, tant en ce qui concerne les salaires que les équipements). C’est ce que laisse entendre l’expression « la fin d’un monde » utilisée par Sarkozy… à ceci près que ce monde est le sien et qu’il fera donc tout pour le sauvegarder et le pérenniser. Alain de Benoist (entretien donné à L’Esprit européen le 10 octobre 2008) estime, lui, qu’ « avec la crise financière actuelle, il ne fait pas de doute que nous sommes devant une crise conjoncturelle, correspondant à une rupture de la pertinence logique et de la cohérence dynamique de l’ensemble du système ». Mais, précisément, une « rupture de la pertinence logique et de la cohérence dynamique de l’ensemble du système » n’est-elle pas le symptôme d’un échec dû à l’essence même du système, lequel doit être mis en accusation sur les effets pervers de son fonctionnement, certes, mais, plus encore, sur les causes non moins perverses qui donnent de telles conséquences ? Autrement dit, la crise, structurelle et non conjoncturelle, n’est-elle pas la démonstration de la nocivité profonde du capitalisme spéculatif en tant que tel, en raison même de sa nature ? C’est, en tout cas, notre point de vue. Ce qui conduit, bien sûr, à mener un combat sans concession, total et permanent, contre ce capitalisme spéculatif destructeur du destin des personnes, des communautés, des peuples.

Ce qui est fondamental dans la crise actuelle c’est qu’elle contraint, qu’on le veuille ou non, à ce que Daniel Cohen appelle un « révisionnisme » des dogmes du libéralisme tels qu’ils faisaient autorité jusqu’à date récente. Cohen, professeur d’économie à l’Ecole normale supérieure, auteur, entre autres, de Trois leçons sur la société post-industrielle (Seuil, 2006), a tiré la sonnette d’alarme dès le mois de mars dernier, après le rachat de la banque d’affaires Bear Stearns, en plein naufrage, par la banque JP Morgan. Il déclarait : « Le château de cartes s’effondre (…) La défiance engendre la défiance et le système financier s’installe dans un cercle vicieux ». Constatant l’effondrement de l’édifice idéologique libéral (« le dogme de la main invisible et de l’autorégulation du capitalisme, la liquidation de l’Etat, le « laisser-faire » dans les marchés financiers ») Le Monde 2 (18 octobre 2008) a demandé à Cohen comment il interprétait la crise.

Celui-ci rappelle tout d’abord, à juste titre, comment le monde économique occidental fonctionnait, depuis les années 1980, sur le modèle de la « révolution financière » (la dérégulation du marché financier) voulue par Ronald Reagan et Margaret Thatcher (deux personnages adulés par certains hauts responsables de la « droite nationale » en France…). Ce choix d’orientation avait évidemment conduit à jeter aux oubliettes la politique de Keynes qui, après la tornade de 1929, avait permis de remonter la pente. En reposant sur quelques principes simples et clairs : « La politique économique, la politique monétaire, la politique budgétaire peuvent réguler les cycles économiques, soutenir la consommation et la demande donc la production, tendre à l’équilibre du plein emploi ». Des principes, soit dit entre parenthèses, qu’appliquèrent l’Allemagne nationale-socialiste et l’Italie fasciste – ce que nos économistes actuels oublient évidemment de rappeler…

La ligne keynesienne exige que la fonction politique joue son rôle de puissance souveraine pour contrôler et guider la fonction économique, afin que celle-ci reste dans son rôle d’outil au service de la communauté. Cette conception  a été battue en brèche dans les années 1980 par les thèses de Milton Friedman et de l’école de Chicago, préconisant l’inactivité de l’Etat comme principe de régulation de l’économie puisque « le marché dérégulé est posé comme infaillible, le chômage comme naturel ».  « Il est sûr », note Cohen, « que la vogue pour ces théories, ce « fondamentalisme du marché » (…) a beaucoup joué dans le développement d’un capitalisme financier laissé à lui-même ».  Cette tendance a été largement favorisée par l’arrivée d’Alan Greenspan à la direction de la Réserve fédérale américaine : « Il va autoriser l’argent facile, libérer des liquidités considérables qui vont favoriser les opérations à haut risque financées à crédit. La finance du marché va fabriquer une nouvelle intermédiation financière totalement affranchie des règles qui pesaient sur le système financier classique ». Toute une mythologie s’est construite autour de Greenspan et de ses épigones, financiers et traders de Wall Street, présentés comme des génies de la finance, les héros d’un capitalisme triomphaliste, affichant un cynisme satisfait : « Ils se comportaient avec l’arrogance de nouveaux riches », constate Cohen, mariant « avidité » et « inconscience ». Notons au passage que, compte tenu des origines de Friedman, de Greenspan et de nombre des principaux acteurs de la vie financière américaine et internationale (y compris au FMI avec Strauss-Kahn), certains membres de la communauté juive, tant aux Etats-Unis qu’en France, s’inquiètent de voir surgir une éventuelle poussée d’antisémitisme, comme il y en eut à l’occasion de chaque grande crise.

Le résultat de ce gâchis est facilement prévisible. Si certains espèrent soit une rapide apocalypse frappant le système capitalisme soit, pour d’autres, une résorption rapide et complète de la crise, l’évolution la plus probable est une détérioration progressive de la situation économique, sociale et politique, la récession provoquant blocage des crédits, donc asphyxie de nombre d’entreprises, faillites, forte accélération du chômage, avec les conséquences désastreuses que cela implique sur la vie quotidienne d’un grand nombre de familles. Structures de production et de distribution défaillantes, tant sur le plan énergétique (électricité et carburants) qu’alimentaire, institutions aux abonnés absents (besoins dans le domaine de la santé ou de la sécurité n’étant plus assurés), affirmation croissante d’identités ethniques et de communautarismes se dressant contre une France perçue comme l’ennemi (voir la Marseillaise sifflée et les drapeaux africains brandis comme signes de reconnaissance) : une situation pré-révolutionnaire a de fortes chances de s’installer dans les mois et les années qui viennent.

Comment une telle réalité sera-t-elle vécue par les Gaulois ayant perdu leur statut de consommateurs repus enfermés dans leur tranquille égoïsme ?

Certains moutons vont-ils oser devenir loups ? Ce serait un effet éminemment bénéfique de la crise.

Pierre VIAL

Retrouvez toutes les Chroniques de Pierre Vial sur l’actualité :

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mardi, 04 novembre 2008

E. Todd: la plus grande escroquerie financière de tous les temps

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Emmanuel Todd:

“les Américains ont réalisé

la plus grande escroquerie financière

de l’histoire de l’humanité”

http://fr.altermedia.info


Spécial élections américaines

 

 

L’élection annoncée de Barack Obama sera interprétée comme une régénération de la démocratie américaine, affirme Emmanuel Todd dans un entretien publié sur le site Mecanopolis. Suffira-t-elle pourtant à opérer les ruptures espérées? Historien, démographe, auteur en 2002 d’un «essai sur la décomposition du système américain», Todd ne cache pas sa perplexité. Bien évidemment à l’instar de l’intelligentsia boboisante parisienne l’écrivain accueille avec enthousiasme l’accession d’un président noir à la Maison-Blanche, il craint cependant que l’événement ne s’inscrive dans un «processus de dislocation».

- Voilà six ans, vous dressiez le tableau d’un pays devenu «un facteur de désordre international». Une élection de Barack Obama pourrait-elle modifier ce constat?

- Elle donnera dans un premier temps l’image d’une Amérique qui rebondit. Avec Bush, on a eu le pire des présidents - une sorte de Rantanplan, qui fait la guerre, qui par sa maladresse accélère la destruction de l’empire américain. Avec Obama, resurgit le visage d’une Amérique optimiste et dynamique. Une Amérique civilisée, à la politique étrangère plus raisonnable, qui aspire à se retirer d’Irak, qui ne veut pas déclarer la guerre à l’Iran. Une Amérique qui pourrait néanmoins rester aussi anti-russe que la précédente, les démocrates ciblant la Russie comme le seul véritable adversaire stratégique des Etats-Unis.

Dans le climat actuel de débâcle, de déroute financière et morale, et compte-tenu de la responsabilité inouie de l’Amérique dans le désordre du monde, la victoire d’Obama va permettre aux pro-Américains des pays occidentaux de dire que l’Amérique est redevenue merveilleuse. Elle redonnera quelques années de vie supplémentaires à l’empire.

- L’accession d’un élu noir à la Maison-Blanche ne confirme-t-elle pas les mutations intervenues au sein de la société américaine?

- Il se produit des événements vraiment extraordinaires aux Etats-Unis. L’implosion du système financier et du mythe économique, d’un côté; l’implosion de la structuration raciale, de l’autre. On comprend dans ces conditions que les Américains vivent dans une sorte d’état d’apesanteur. Cela dit, si l’affaissement du sentiment racial est évidemment une bonne nouvelle, le racisme aura vraiment disparu le jour où les électeurs n’attendront rien de particulier d’un président noir. Obama est un homme politique américain. Son discours est truffé des habituelles références aux valeurs religieuses. Il est entouré des personnalités issues de l’establishment démocrate - ces mêmes démocrates qui ont, plus nombreux encore que les que les républicains, voté les subventions au système bancaire.

- L’élection de Barack Obama ne plaide-t-elle pas pour la vitalité de la démocratie américaine?

- Ce qui se passe est étrange, et paradoxal. Si l’on observe l’histoire des Etats-Unis, on constate en effet que le racisme n’est pas du tout un petit défaut de la démocratie blanche: il en est le fondement. Au départ, les colons anglais n’attachaient pas une grande importance à la valeur de l’égalité, que ce soit dans la famille ou ailleurs. Ce qui a permis alors d’assimiler des Européens d’origines très diverses, c’est la fixation de la différence sur les Indiens et les Noirs. Dans l’Amérique jacksonienne, le président était un héros des guerres contre les Indiens. Le racisme a été le moteur de l’émergence démocratique. Aujourd’hui, on assiste à l’avènement d’une ploutocratie irresponsable: la montée des inégalités constitue la dynamique fondamentale de la société américaine. L’Amérique cesse d’être démocratique au sens économique du terme. Le racisme y est en baisse, mais la démocratie est malade. Elle pourrit sous nos yeux. Dès lors, j’ai peur que l’on tombe très vite de haut. Une partie de l’oligarchie est derrière Obama. Il a du reste ramassé plus d’argent chez les riches que McCain. Son élection sera interprétée comme une regénération de la démocratie américaine. J’ai quant à moi le sentiment qu’elle fait plutôt partie d’un processus de dislocation.

- Les Etats-Unis comptent certaines des meilleures universités du monde. Ils attirent de partout les capitaux, les chercheurs, les entrepreneurs de la nouvelle économie. Ces atouts-là ne leur assurent-ils pas une place centrale dans la compétition internationale?

- Quelques universités sont en effet très bonnes. Mais la majorité d’entre elles est d’une médiocrité absolue. Sur le terrain de la production scientifique et technologique, les chiffres sont sans équivoque: l’Europe est redevenue le centre de gravité du monde. Ce sont les Européens qui savent construire les centrales nucléaires modernes, ou qui fabriquent des avions gros porteurs - même avec retard.
L’ouragan Katrina avait en 2005 constitué un premier moment de vérité. On a compris tout à coup que les Américains ne disposaient pas d’assez d’ingénieurs pour protéger les villes, ou les reconstruire. Je pense aussi que le conflit au Caucase a contribué au cours de l’été dernier à précipiter la crise financière. L’inexistence de l’Amérique a été perçue comme un moment d’atterrissage dans la réalité.

- Il reste pour l’industrie américaine des secteurs porteurs. L’informatique, la Silicon Valley…

- Si l’on songe à ce qu’étaient les Etats-Unis en 1945, il serait étonnant qu’il ne reste rien de leur puissance industrielle et technologique. Mais alors qu’ils étaient excédentaires dans tous les domaines, ils enregistrent aujourd’hui un déficit commercial de 800 milliards de dollars. La vitesse de régression est hallucinante, et elle n’épargnera pas l’informatique: l’Inde va bientôt porter l’estocade.

- Le projet économique du candidat démocrate peut-il contrecarrer la dépression qui menace?

- Il n’a pas de programme économique. Au début de sa campagne, il a bien proposé quelques mesures protectionnistes, mais le déficit commercial est tel que le protectionnisme entraînerait dans une première période une baisse dramatique du niveau de vie.
Obama se confond avec son image. Or les difficultés américaines vont bien au delà d’une image. Pour le moment, le dollar tient, car à l’extérieur, des institutions, des gens riches, des Etats veulent que les Etats-Unis restent au centre du monde. Mais la situation ne changera pas: elle devrait même se dégrader encore. La question est maintenant de savoir comment, avec la fin de la mécanique des subprimes, on va donner aux Américains les moyens financiers de continuer à vivre aux frais de la planète.

- Les Etats-Unis gardent une forte capacité d’influence sur les leaders d’opinion du monde occidental. Leur image est-elle en train de se troubler?

- L’Amérique, c’est une image. On ne peut en parler sans évoquer le cinéma, les scénarios de feuilletons télévisés, Hollywood. Il y a dans tout ce qui est américain un côté extraordinairement virtuel. Et voilà que par étape on voit émerger la réalité. Il sera en ce sens très intéressant de suivre l’évolution de l’opinion dans les oligarchies financières occidentales. Elles éprouvent un sentiment de solidarité avec l’Amérique. Mais elles viennent aussi de se faire plumer… Je n’aimerais pas être en ce moment un ploutocrate français de la sphère financière.

- La notion d’«hyperpuissance» a-t-elle un sens pour vous?

- Dans le domaine militaire, le monde est déjà multipolaire. L’incertitude tient aux illusions que les Américains entretiennent encore sur eux-mêmes. Ils sont un peu comme les Russes, au moment de l’effondrement du communisme. Lorsqu’ une puissance de cette nature possède encore une armée, elle n’est pas à l’abri de réactions irrationnelles.

Les Etats-Unis ont également perdu la place centrale qu’ils occupaient sur le terrain économique. Avec l’aventure des subprimes, ils ne viennent pas moins de réaliser la plus grande escroquerie financière de l’histoire de l’humanité. Autrement dit, ils ne sont plus dans ce domaine une hyperpuissance, mais compte-tenu de l’absence de régulation de l’économie mondiale, ils détiennent une «hypercapacité de nuisance».

Emmanuel Todd vient de signer chez Gallimard «Après la démocratie».