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mercredi, 22 janvier 2014

Italian Futurism 1909-1944

Edited and with introduction by Vivien Greene. Text by Walter Adamson, Silvia Barisione, Gabriella Belli, Fabio Benzi, Günter Berghaus, Emily Braun, Marta Braun, Esther da Costa Meyer, Enrico Crispolti, Massimo Duranti, Flavio Fergonzi, Matteo Fochessati, Daniela Fonti, Simonetta Fraquelli, Emilio Gentile, Romy Golan, Vivien Greene, Marina Isgro, Giovanni Lista, Adrian Lyttelton, Lisa Panzera, Maria Antonella Pelizzari, Christine Poggi, Lucia Re, Michelangelo Sabatino, Claudia Salaris, Jeffrey T. Schnapp, Susan Thompson, Patrizia Veroli.
Published to accompany the exhibition Italian Futurism, 1909–1944: Reconstructing the Universe opening at the Solomon R. Guggenheim Museum in 2014, this catalogue considerably advances the scholarship and understanding of an influential yet little-known twentieth- century artistic movement. As part of the first comprehensive overview of Italian Futurism to be presented in the United States, this publication examines the historical sweep of Futurism from its inception with F.T. Marinetti’s manifesto in 1909 through the movement’s demise at the end of World War II. Presenting over 300 works created between 1909 and 1944, by artists, writers, designers and composers such as Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Anton Giulio Bragaglia, Fortunato Depero, Gerardo Dottori, Marinetti, Ivo Pannaggi, Rosa Rosà, Luigi Russolo, Tato and many others, this publication encompasses not only painting and sculpture, but also architecture, design, ceramics, fashion, film, photography, advertising, free-form poetry, publications, music, theater and performance. A wealth of scholarly essays discuss Italian Futurism’s diverse themes and incarnations.

Edited and with introduction by Vivien Greene. Text by Walter Adamson, Silvia Barisione, Gabriella Belli, Fabio Benzi, Günter Berghaus, Emily Braun, Marta Braun, Esther da Costa Meyer, Enrico Crispolti, Massimo Duranti, Flavio Fergonzi, Matteo Fochessati, Daniela Fonti, Simonetta Fraquelli, Emilio Gentile, Romy Golan, Vivien Greene, Marina Isgro, Giovanni Lista, Adrian Lyttelton, Lisa Panzera, Maria Antonella Pelizzari, Christine Poggi, Lucia Re, Michelangelo Sabatino, Claudia Salaris, Jeffrey T. Schnapp, Susan Thompson, Patrizia Veroli.

Published to accompany the exhibition Italian Futurism, 1909–1944: Reconstructing the Universe opening at the Solomon R. Guggenheim Museum in 2014, this catalogue considerably advances the scholarship and understanding of an influential yet little-known twentieth- century artistic movement. As part of the first comprehensive overview of Italian Futurism to be presented in the United States, this publication examines the historical sweep of Futurism from its inception with F.T. Marinetti’s manifesto in 1909 through the movement’s demise at the end of World War II. Presenting over 300 works created between 1909 and 1944, by artists, writers, designers and composers such as Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Anton Giulio Bragaglia, Fortunato Depero, Gerardo Dottori, Marinetti, Ivo Pannaggi, Rosa Rosà, Luigi Russolo, Tato and many others, this publication encompasses not only painting and sculpture, but also architecture, design, ceramics, fashion, film, photography, advertising, free-form poetry, publications, music, theater and performance. A wealth of scholarly essays discuss Italian Futurism’s diverse themes and incarnations.

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mardi, 21 janvier 2014

Hacia el panarabismo nasserista en Egipto

por Germán Gorraiz López

Ex: http://paginatransversal.wordpress.com

La inesperada victoria de Mursi en las elecciones egipcias del 2012 trastocó la estrategia geopolítica de EEUU en Oriente Próximo, consistente en la pervivencia endémica en Egipto de gobiernos militares autocráticos pro-occidentales para mantener el tratado de paz de Egipto con Israel, (acuerdo Camp David, 1979), para continuar la lucha contra las milicias yihadistas en el Sinaí y en especial para asegurar el acceso la Marina de EEUU al Canal de Suez, un atajo crucial para el acceso directo a los Emiratos Árabes, Irak y Afganistán.

La ingenuidad política de Morsi quedó plasmada en el nombramiento del general Al-Sisi comandante general de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa (CSFA) con la esperanza de poder desinfectar el establishment militar egipcio de los virus patógenos inoculados durante la autocracia de Mubarak , ya que en su etapa anterior Al Sisi era el jefe de la temida inteligencia militar y era considerado como el miembro más “reformista” de la Junta Militar.

Sin embargo, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), antes de transferir el poder, aprobó una declaración constitucional complementaria en la que se preservaban las principales prerrogativas del Ejército, como detentar el poder legislativo durante la Transición, una amplia autonomía para gestionar su presupuesto y la capacidad de decidir sobre la declaración de guerra, por lo que su anulación por el Presidente Morsi encendió la luz verde para la asonada militar contra el Gobierno de los Hermanos Musulmanes.

Morsi nunca controló las palancas del poder en el país y sólo tenía un control nominal sobre el ejército, las fuerzas de seguridad o los servicios de inteligencia del estado, por lo que negoció con Al Sisi la lealtad del Ejército a su persona enrocado en la defensa de su legitimidad presidencial, pero el CSFA ejecutó un golpe de mano virtual contra Morsi al no encajar su proyecto islamista en la estrategia de EEUU en Oriente Próximo, golpe que contaba con el visto bueno de EEUU al haber dejado Mursi de ser un peón útil para la estrategia geopolítica de EEUU en Oriente Próximo, formando parte de la nueva estrategia de EEUU para la zona tras el evidente fracaso del experimento de exportación del otrora régimen islamista moderado y pro-occidental de Erdogan a todos los países que componen el tablero gigante del mundo árabe-mediterráneo.

Recordar que según el periódico Al Tharir, el general Sisi tendría “fuertes lazos con funcionarios de Estados Unidos tanto a nivel diplomático como militar, pues estudió en Washington, asistió a varias conferencias militares en la ciudad y participó en ejercicios conjuntos de guerra y operaciones de inteligencia en años recientes”, pero las medidas de presión de la Administración Obama provocaron el desapego afectivo de al-Sisi tras reprochar a Obama que “Ud. abandonó a los egipcios, Ud. le dio la espalda a los egipcios y ellos no lo olvidarán”.

Recordar que el apoyo de la Junta Militar egipcia sería crucial para mantener el tratado de paz de Egipto con Israel, (acuerdo Camp David, 1979), para continuar la lucha contra las milicias yihadistas en el Sinaí y en especial para asegurar el acceso al Canal de Suez , pues Egipto otorgaba a la Marina de EE.UU. paso expedito a través del Canal de Suez para la docena de buques de guerra que atraviesan mensualmente dicho canal. Así, Israel, Arabia Saudí, Qatar y demás aliados árabes de EEUU en el Próximo Oriente (con la excepción de Erdogan), habrían presionado a Obama y a la UE a no condenar el golpe de mano contra Morsi, optando por un nuevo Mubarak como mal menor ante la amenaza del islamismo surgido de las urnas.

Sin embargo, tras la cruenta represión del ejército egipcio contra los Hermanos Musulmanes, la Administración Obama anunció la cancelación del ejercicio bienal militar conjunto con Egipto como medida de presión al gobierno interino militar para ceñirse al acuerdo del plan de transición democrático así como la posible revisión de la ayuda militar que concede a Egipto, estimada en 1.500 millones de doláres anuales, provocando un vacío occidental que fue aprovechado por Arabia Saudí y Putin para recuperar la influencia perdida en Egipto.

Así, tras el golpe de mano contra Morsi, Egipto podría recibir una inyección económica de Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos por un monto total de 15.000 millones de doláres como parte de la estrategia de las monarquías árabes del Golfo para anular la creciente influencia de Qatar como principal benefactor de Egipto tras la donación de 5.000 millones de doláres al régimen de Morsi.

Por otra parte, la retirada por EEUU del portaaviones USS Nimitz y el destructor USS Graveley del Mediterráneo tras cancelar “in extemis” Obama el ataque contra Siria (Operación Free Syria) fue aprovechado por Putin para reforzar su flota en el Mediterráneo con 18 buques de guerra. Así,según la agencia Itar Tass, Rusia reforzará su base naval en el puerto sirio de Tartus con el objetivo de resucitar la extinta Flota del Mediterráneo, (disuelta en 1992 tras la extinción de la URSS), cuya columna vertebral estará formada por la Flota del Mar Negro , la del Norte y la del Báltico (con el Varyag como buque insignia) y podría estar operativa en el 2.015, pero la inestabilidad del conflicto sirio, obligaría a Rusia a buscar una nueva alternativa para su base naval en suelo egipcio, (Damietta o Port Said).

Egipto sería un país lastrado por su excesivo déficit energético y por las elevadas tasas de importación de cereales en una sociedad inmersa en la cultura del subsidio (alrededor del 30 % del presupuesto del país está destinado a subvenciones), por lo que en el nuevo escenario que se dibuja, las necesidades de grano y de tecnología de Egipto podrían ser satisfechas en exclusividad por Rusia. Durante el mandato de Mursi, Egipto solicitó la ayuda técnica de Rusia para construir la central nuclear de Dabaa cerca de la costa mediterránea y desarrollar el reactor nuclear experimental de Inshas, a las afueras de El Cairo, así como la tecnología necesaria para explotar las minas de uranio del país, situadas entre el Nilo y la costa del Mar Rojo, puesto que Rusia a través de las empresas Lukoil y Avatec ya tendría una importante presencia en los campos de petróleo y gas egipcio.

Por otra parte, según la agencia Cairo Press Review, los ministros de Exteriores y de Defensa de Rusia viajarán a El Cairo la próxima semana para conversaciones con sus homólogos egipcios sobre la venta de armas y las relaciones entre ambas naciones, preludio de la posible visita del presidente ruso Vladimir Putin a Egipto para logar de al-Sisi la concesión para instalar una base naval permanente en Damietta o en Port Said, base militar que otorgaría a Rusia el papel de gendarme del Canal de Suez y que siempre le fue negada a EEUU.

Recordar que el paso del Canal de Suéz está considerado como uno de los puntos más importantes para el comercio mundial ya que transporta 2,6 millones de barriles de crudo al día (lo que representa casi 3% de la demanda mundial diaria de petróleo) y asimismo es una ruta imprescindible para la Marina de EEUU, pues hasta ahora Egipto otorgaba a la Marina de EE.UU. paso expedito a través del Canal de Suéz para los cerca de 40 de buques de guerra que atraviesan mensualmente dicho canal y que les aseguraba un atajo crucial para el acceso directo a los Emiratos Árabes, Irak y Afganistán.

En el supuesto de que su control pase a manos rusas, la geopolítica de EEUU en Oriente Próximo y Medio (Oriente PROME) quedaría totalmente hipotecada y supondría un cambio geopolítico total en el complicado puzzle de Oriente Próximo, pasando Rusia a ser elemento referente y socio estratégico de Egipto y convirtiendo a Egipto en el portaaviones continental de Rusia, rememorando la política de Jruschov cuando Egipto era el principal socio de la URSS en la región y su Presidente Nasser fue condecorado con la Estrella de Héroe de la Unión Soviética.

Por su parte, al-Sisi sería partidario de restablecer el tradicional status del ejército en la vida socio-política de Egipto pero necesita implementar cambios democráticos que le otorguen un poder presidencialista con claros tintes autocráticos, siempre bajo el lema de defender “los intereses de todos los egipcios y no solo de un grupo social o religioso” por lo que según DEBKAfile, “se espera que al-Sisi se postule como candidato a la Presidencia para las próximas elecciones Presidenciales del 2014”.

Caso de ser elegido nuevo Presidente de Egipto, el mencionado desapego de Sisi respecto a los países occidentales aunado con el previsible fracaso de la enésima ronda de conversaciones de paz palestino-israelíes y la delicada situación económica en que se encuentra Egipto ( país empobrecido de iure y subsidiado de facto), podría hacer que Sisi enarbolara la bandera de un nuevo movimiento panarabista de filiación nasserista que tras extender su efecto mimético al resto de países árabes del arco mediterráneo (Túnez, Libia, Siria, Líbano) además de Jordania e Irak, podría terminar por reeditar la Guerra de los Seis Días en el horizonte del próximo quinquenio.

Dicho enfrentamiento será aprovechada por Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel para proceder a rediseñar la cartografía del puzzle inconexo formado por dichos países y así lograr unas fronteras estratégicamente ventajosas para Israel, siguiendo el plan orquestado hace 60 años de forma conjunta por los gobiernos de Gran Bretaña, Estados Unidos e Israel y que contaría con el respaldo de los principales aliados occidentales (Gran Israel). Hay que recordar que el Proyecto del Gran Israel (Eretz Israel), sería hijo del atavismo bíblico y bebería de las fuentes de Génesis 15:18, que señala que “hace 4.000 años, el título de propiedad de toda la tierra existente entre el Río Nilo de Egipto y el Río Eúfrates fue legado al patriarca hebreo Abraham y trasferida posteriormente a sus descendientes”, lo que supondría la restauración de la Declaración Balfour (1917), que dibujaba un Estado de Israel dotado de una vasta extensión cercana a las 46.000 millas cuadradas y que se extendía desde el Mediteráneo al este del Éufrates abarcando Siria, Líbano, parte noriental de Irak, parte norte de Arabia Saudí , la franja costera del Mar Rojo y la Península del Sinaí en Egipto así como Jordania, que pasaría a denominarse Palesjordán tras ser obligado a acoger a toda la población palestina de las actuales Cisjordania y Gaza tras ser obligados a una diáspora masiva (nueva nakba).

Fuente: Los restos del naufragio

Bulletin Célinien, janvier 2014

Le Bulletin célinien n°359

janvier 2014

Vient de paraître : Le Bulletin célinien n°359.

Au sommaire : 

- Marc Laudelout : Proust et Céline
- Éric Mazet : Un entretien retrouvé (1956)
- Christian Senn : Théâtre. « Voyages au bout de la nuit »
- David Alliot : Éloge des chasseurs de feu (La vente Villepin)
- M. L. : Lucien Rebatet a enfin sa société d’études
- Henri Thyssens : Un roman sur l’assassinat de Denoël
- Éric Mazet : Entre Céline et Mahé au « Balajo » avec Jo France et Jo Privat
- M. L. : Photos d’écrivains (Louis Monier) 

Le Bulletin célinien, Bureau Saint-Lambert, B. P. 77 BE 1200 Bruxelles.
Courriel : celinebc@skynet.be. Abonnement annuel (11 numéros) : 55 €.

Einde Basel III, voor zover u het al begreep

Einde Basel III, voor zover u het al begreep

Geschreven door  Theo van Boom

Ex: http://www.solidarisme.be

 

Basel_iii_Ebook_Understanding_Basel_III_January_to_June_2012.jpgHet gaat weer 'goed' met de economie, dus is al dat financiële populisme van onze heren politici niet meer zo nodig. Ze kunnen terug gezellig cocktailen met de banken, en dat hebben ze blijkbaar ook gedaan.

Even overlopen, Basel III is was een plannetje om het risico dat banken dragen aan banden te leggen. Dat ingewikkelde creatieve gedoe richting crisis '08-'09 holde immers in rasse schreden de kapitaalpositie en daarmee het vertrouwen in banken uit.

Het was best revolutionair, al bleef ik voor alle veiligheid toch maar gezond sceptisch. Zo abrupt in 2013 uitvoeren leek me enkel naar deflatie te leiden. Niet voor niets werd het gebeuren afgelopen jaar ras naar 2018 verplaatst. En nu wordt het dus nog eens versoepeld.

Te ingewikkeld om uit te leggen? Laat me het toch eens proberen.

De grootste verandering is dat het quasi-verbod op "netting" wordt afgeschaft, gecombineerd met een versoepeling van off-balance derivatenhandel. Met andere woorden: er verandert niets. Shadow banking blijft en de cyclische derivateninflatie tot aan de grenzen van ons sterrenstelsel idem.

Derivaten - afgeleide financiële producten zoals opties, swaps, futures en credit derivatives - omvatten zo'n tien keer het BBP van de wereld. Dat is een cijfer dat je allicht eerder eens gehoord hebt. Wat betreft de derivaten rond LIBOR alleen al betreft het rentegokjes van zo'n slordige 400 biljoen USD. Maarrrr... zie je de student politicologie die eens op klasreisje naar Nyenrode mocht afkeurend met het vingertje wiegelen, die derivatenwaardering is notioneel! Wanneer je een optie om aan 100 USD te kopen aankoopt voor 10 USD, dan is het de 100 USD die als waardering wordt gebruikt. Maar door bilateral netting blijft er van die 400 biljoen slechts een pietluttige 21 biljoen over...

... Ware het niet dat dit enkel opgaat als de bank het kan veroorloven. Anders blijven ze mooi uitstaand en keldert alles heel snel in elkaar. En dat weten ze best, Goldman Sachs had om die reden een hedge tegen AIG genomen tijdens hun breken van de bilateral netting keten (het netting van netting, als het ware) en Lehman Brothers stond op 20 cent on the dollar toen zij door de MBS en CDS ineenstorting plots geen bilateral netting meer kon veroorloven. Breekt de keten, dan wordt "net" in een keer "gross". En dan wordt het tijd voor nog een bailout of is het einde verhaal.

Nou ja, enerzijds blijft dat hele bankensysteem (gebaseerd op schulden) rot aan de wortel, dus daar had Basel III toch weinig aan veranderd. Anderzijds mag je rustig ademhalen, want de grootste derivatenposities zitten geconcentreerd bij JP Morgan, Citi, Bank of America en Goldman Sachs. Die staan zowat in het dictionair naast "Too Big to Fail".

Tot de dag dat ze echt niet meer gered kunnen worden, natuurlijk...

De oh zo zalige ironie wil echter dat de leverage ratio, waar het bij Basel III dus om ging, hierdoor een dode letter wordt.

Bent u nog mee? Probeer het voor de zekerheid over vijf minuten eens in eigen woorden uit te leggen.

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Bientôt à Paris

Bientôt, à Paris

 

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Atlantische Raad: Buitengewone crisis nodig om Nieuwe Wereld Orde te redden

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Atlantische Raad: Buitengewone crisis nodig om Nieuwe Wereld Orde te redden

Hoe zal die 'buitengewone crisis', die veel massaler zal moeten zijn dan 9/11, eruit gaan zien?

De Atlantic Council, een belangrijke Westerse denktank in Washington, vindt bij monde van Harlan K. Ullman, de bedenker van de 'shock and awe' doctrine, dat er een buitengewone crisis nodig is om de door president Bush sr. aangekondigde 'Nieuwe Wereld Orde' te redden. De grootste bedreiging voor de NWO komt volgens de raad niet van landen zoals China, maar van onafhankelijk handelende burgers zoals Edward Snowden en Bradley Manning, die het publiek op de hoogte stelden van door de globalistische elite geheim gehouden informatie.

De Atlantische Raad wordt geleid door generaal Brent Scowcroft, onder de presidenten Gerald Ford en George H.W. Bush de Nationale Veiligheid Adviseur. Hij heeft ook president Obama geadviseerd.

Onafhankelijke 'spelers' grotere bedreiging dan China

In het artikel 'War on Terror is not the Only Threat' stelt Harlan Ullman dat het geostrategische systeem op de wereld 'tektonische veranderingen' ondergaat. Niet de opkomende supermacht China is het grootste probleem, maar de niet aan staten verbonden 'spelers' zoals Edward Snowden, Bradley Manning en anonieme computerhackers. Zij zouden zelfs 'de grootste bedreiging vormen voor het 365 jaar oude Westfaalse systeem,' omdat zij mensen aanmoedigen zich los te maken van de controle van de staat en zoveel mogelijk zelfstandig te worden.

'Slechts weinigen hebben dit opgemerkt, en nog minder hebben hierop geanticipeerd,' aldus Ullman, die klaagde dat de 'informatierevolutie en ogenblikkelijke wereldwijde communicatie' de totstandkoming van de 'Nieuwe Wereld Orde' zoals die door president Bush sr. in 1990 werd aangekondigd, tegenwerken.

Tegenstanders NWO moeten worden 'geëlimineerd'

'Zonder een buitengewone crisis kan er waarschijnlijk maar weinig worden gedaan om de schade die wordt veroorzaakt door falend bestuur om te keren of te beperken,' vervolgde Ullman. Feitelijk impliceerde hij daarmee dat er een nieuw, nog veel massaler '9/11' nodig is om de overheden alsnog in staat te stellen de absolute macht te grijpen, en de 'gevaren die de nieuwe, niet aan staten verbonden spelers vormen, in de hand te houden, te verminderen en te elimineren.'

De huidige voorzitter van de Killowen Group, een adviserend orgaan van (Westerse) regeringsleiders, concludeert dan ook dat individuen die zich onafhankelijk van de staat opstellen, moeten worden uitgeschakeld om de Nieuwe Wereld Orde te redden. De Atlantische Raad ziet deze NWO als een wereldwijde technocratie die wordt geleid door de almaar verdergaande samensmelting van overheden en grote concerns, en het stapsgewijs vernietigen van alle individualiteit en onafhankelijkheid, ten gunste van een groot collectief, uitmondend in een transhumanistische 'singulariteit'.

Brzezinski: wereldregering in gevaar door politiek ontwaken

Bilderberger Zbigniew Brzezinkski, medeoprichter van de Trilaterale Commissie en al decennia één van de topfiguren van de NWO-elite, hield in 2010 de Council on Foreign Relations voor dat het 'wereldwijde politieke ontwaken' in combinatie met de toenemende onderlinge strijd binnen de elite, een bedreiging vormen voor het grote einddoel: de oprichting van een (VN-)wereldregering.

Brzezinski was de grote man achter de president Carter en Obama, en is tevens de belangrijkste instigator van de huidige Amerikaanse toenadering tot Iran, en daaraan gekoppeld het stapsgewijs afbouwen en uiteindelijk geheel opheffen van het traditionele bondgenootschap met Israël.

Ullmans roep om een 'buitengewone crisis' doet tevens denken aan het 'Project for a New American Century' uit 1997, dat stelde dat er een nieuw Pearl Harbour nodig was om de Amerikaanse militaire hegemonie te handhaven en uit te breiden. Vier jaar later vonden de aanslagen op 9/11 plaats.

Elite begint grip te verliezen

Daarnaast is zijn oproep een duidelijk signaal dat de wereldelite beseft dat de verwezenlijking van hun globalistische doelen langzaam maar zeker door hun vingers begint te glippen. Het toenemende verzet van de Europeanen tegen de NWO-fascisten in Brussel is in dit opzicht een bemoediging voor iedereen die vindt dat individualiteit, zelfbeschikkingsrecht en democratie niet moeten worden opgeofferd voor een geforceerd samengevoegde, grenzenloze wereldgemeenschap, die bevolkt wordt door dan volkomen krachteloos, arm en monddood gemaakte slaven.


Xander

(1) Infowars

lundi, 20 janvier 2014

Dieudonné interdit : mauvais pour les juifs

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Dieudonné interdit : mauvais pour les juifs

par Guillaume Faye

Ex: http://www.gfaye.com

L’interdiction sèche de certains spectacles de Dieudonné, à la demande du gouvernement, n’ont pas seulement comme conséquence de publiciser au delà de tout espoir un bateleur qui, autrement, serait resté inaudible dans le tintamarre médiatique et aurait probablement vite disparu ; elle a aussi réveillé et amplifié l’ardeur antisémite qui couvait dans les populations immigrées.

Comme je l’ai expliqué dans un précédent article de ce blog (Dieudonné et l’antisémitisme) (1), l’antijudaïsme de Dieudonné s’inscrit dans ce ”nouvel antisémitisme” qui n’attire plus que des franges marginales de l’extrême droite mais rassemble surtout un public issu de l’immigration afro-maghrébine et musulmane, qui considère le sionisme (ou ”idéologie juive mondiale impérialiste et oppressive ”, allant bien au delà de la signification historique de ce terme) comme l’oppresseur principal de ce qui est ethniquement de couleur et/ou musulman.  

Il y a un glissement sémantique de taille, analysé par Finkielkraut : jadis, l’antijudaïsme s’exerçait au nom de la défense racio-ethnique des ”Aryens”, de la domination estimée légitime des Européens de souche ; aujourd’hui, le nouvel antijudaïsme représenté par M’bala M’bala, vise à présenter le ”sionisme” comme stade suprême de l’impérialisme (concept détourné du marxisme) et d’un néo-racisme. Ce nouvel antijudaïsme, selon le philosophe précité, est victimaire et non plus raciste affirmatif.

L’interdiction administrative frappant Dieudonné, outre qu’elle piétine le droit et atteint aux libertés publiques (mais de cela, la gauche est coutumière), dénote une profonde stupidité politique. Et une méconnaissance étonnante des règles sociologiques de la ”communication” (2). En effet, ce prurit répressif va conforter l’idée, dans les populations immigrées et chez les lobbies islamiques, que les Juifs dirigent un gouvernement français aux ordres du Crif. Les mesures répressives anti-Dieudonné sont interprétées comme un acte de soumission de l’État français à la communauté juive surpuissante. Sans le vouloir – mais parce qu’il est au fond impulsif et irréfléchi sous des dehors d’homme sérieux et réfléchi – M. Valls a tiré un but contre le camp de ses amis. M. Valls est un tacticien, sans l’envergure d’un stratège.  

Après cet épisode, la communauté juive doit s’attendre à un regain d’hostilité de la part des populations allogènes et à une expansion de l’antijudaïsme. On a fait de Dieudonné un emblème et un martyre, alors qu’il fallait le laisser nager dans l’immense marigot des  showbizmonkeys qui essaient de se faire un nom sans succès.         

Ce que j’ai retenu de mes discussions avec des représentants du judaïsme américain et avec des journalistes israéliens, c’est que les élites du judaïsme français sont considérées comme assez naïves, les moins politiques de toute la diaspora juive. La communauté juive française a poussé à la répression contre Dieudonné Mb-Mb sans comprendre qu’elle se tirait une balle dans le pied. La presse communautaire juive française analyse avec une naïveté confondante l’affaire Dieudonné. (3) De même qu’elle constate que les juifs sont en train de fuir certaines portions du territoire, sans oser en révéler ouvertement la cause. Bref, l’interdiction frappant Dieudonné est une bénédiction pour le nouvel antijudaïsme d’origine afro-arabe et musulmane, qui tient là un argument central. L’intelligentsia juive française, sauf exceptions, se caractérise par la médiocrité analytique et l’aveuglement historique. Qu’elle se rassure : elle n’est pas la seule. La réalité recadre toujours la fiction.    

Notes:

(1) Voir mon essai La Nouvelle Question Juive, Éditions du Lore.

(2) Je travaille dans la com et la pub depuis très longtemps (les protocoles sont exactement les mêmes en économie et en politique) et la règle de base, c’est que pour éliminer un concurrent, un adversaire, un discours gênant, etc., il faut surtout ne jamais en parler, encore moins essayer de l’interdire par voie de justice ! Le révisionnisme (ou négationnisme) est inconnu aux USA parce qu’il est autorisé (liberté absolue d’expression) et noyé dans le brouillard médiatique. En France, où c’est interdit, tout le monde sait de quoi il s’agit. En matière de communication, la règle d’or est affirmative et non pas négative. 

(3) Cf. Hamodia, 15/01 2014.

Al-Qaeda, marque déposée...

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Al-Qaeda, marque déposée...

Ex: http://www.dedefensa.org

11 janvier 2014 – Avec un ensemble sinon touchant du moins significatif, les USA et l’Iran ont déclaré presque parallèlement, comme s’il s’agissait d’un communiqué commun, qu’ils étaient prêts à soutenir par des envois de matériels les forces irakiennes contre les pseudo-“conquêtes” d’Al-Qaeda sur le territoire de l’Irak (voir le 6 janvier 2014), mais qu’il n’était pas question d’y envoyer des forces US ou iraniennes. Il y a dix ans et pendant quelques années après, on se bousculait plutôt entre ces deux puissances pour être présent physiquement (militairement) dans cet Irak, pour y prendre des gages stratégiques. Aujourd’hui...

A partir des déboires US sérieux en Irak, à partir de cette année 2004 dont les batailles pour Faloujah furent le symbole, jusqu’en 2008-2010, l’Irak fut le théâtre d’une bataille d’influence des deux puissances en Irak. L’Iran ne fut pas la dernière influence à y exercer dans de nombreux cas une forte prépondérance, à la grande fureur des planificateurs et idéologues US et neocons. (Voir, par exemple, le 29 avril 2008.) Aujourd’hui ? Ce serait plutôt “Après vous, je vous prie... Non non, je n’en ferais rien”.

C’est effectivement dans ce moment où al-Qaeda & Cie, marque déposée au rayon central de la guerre universelle de la Terreur, s’affirme d’une façon spectaculaire et particulièrement catastrophique pour le rangement habituel dans le chef des stratèges de l’ordre géopolitique, que ces adversaires-partenaires USA-Iran font assaut de retenue, sous le regard silencieux et peut-être un brin ironique des Russes... Kerry est crépusculaire («We are very, very concerned about the efforts of al-Qaida and the Islamic State of Iraq in the Levant – which is affiliated with al-Qaida – who are trying to assert their authority not just in Iraq, but in Syria. These are the most dangerous players in that region. Their barbarism against the civilians in Ramadi and Falluja and against Iraqi security forces is on display for everyone in the world to see.»)... Kerry est aussi, et tout soudain quoiqu’avec la discrétion qui sied au diplomate, assez arrangeant selon la référence américaniste avec le sujet si affreusement sensible de la participation de l’Iran à Genève-II sur la Syrie. (Dito, “sous le regard silencieux et peut-être un brin ironique des Russes...”) Cela, comme nous en informe le New York Times du 6 janvier 2014 , à partir d’une conférence de presse que Kerry, en tournée au Moyen-Orient pour la nième fois (il va pulvériser le record de présence et de “navettes” de Kissinger), donnait à Jérusalem ce même 6 janvier... Le propos est contorsionné, tordu, alambiqué, comme l’on se tord les mains lorsqu’il s’agit d’annoncer une nouvelle de type-nucléaire en la présentant comme un pétard de fêtes de fin d’année :

«It was the first time that a senior American official has indicated that Iran might be involved in the session, which is scheduled to begin Jan. 22, even if it was not a formal participant. Mr. Kerry said there would be limits on Iran’s involvement unless it accepted that the purpose of the conference should be to work out transitional arrangements for governing Syria if opponents of President Bashar al-Assad could persuade him to relinquish power. Iran has provided military and political support to Mr. Assad.

»“Now, could they contribute from the sidelines?” Mr. Kerry said, referring to a situation in which Iran sticks by the Assad government and does not accept that goal. “Are there ways for them conceivably to weigh in? Can their mission that is already in Geneva be there in order to help the process?” “It may be that there are ways that could happen,” Mr. Kerry added, but he said the question would have to be decided by Secretary General Ban Ki-moon of the United Nations, “and it has to be determined by Iranian intentions themselves.”»

On n’est en rien obligé de ne pas voir une coïncidence dans cette évolution de la position US vis-à-vis de l’Iran dans la conférence Genève-II, avec la soudaine explosion de violence al-qaedienne en Irak et alentour, et en Syrie continûment. Pour autant, les Iraniens ne le cèdent pas d’un centimètre sur cette question, avec cette “proposition” de Kerry. Il la repousse tel qu’en l’état, arguant évidemment et avec les meilleures raisons du monde : «Foreign Ministry spokeswoman Marzieh Afkham underscored Iran’s willingness to help resolve the crisis in Syria, but made clear Iran would not do so at the whim of other countries. “In order to take part in the Geneva II conference, the Islamic Republic of Iran will not accept any proposal which does not respect its dignity,” Afkham said.» (Russia Today, le 7 janvier 2014). Il s’agit là d’une bataille tactique où les Iraniens sentent bien que Washington est bloqué entre sa coterie neocon à la sauce AIPAC du Congrès et la nécessité d’un rapprochement avec l’Iran qui est une des conditions essentielles pour tenter d’établir une sorte de cordon sanitaire et multinational autour du désordre tourbillonnant des divers al-Qaeda qui apparaissent comme autant de générations spontanées... C’est ce dernier point, bien plus que le sempiternel dossier du nucléaire iranien, qui mérite toute notre attention parce qu’il implique l’essentiel de la situation nouvelle qui s’est développée à partir de l’incendie syrien.

Que l’on apprécie peu ou que l’on n’apprécie pas du tout Obama, – nous en restons à cette alternative du jugement, – il faut lui reconnaître ceci qu’il a au moins admis in fine et sans trop le proclamer que tout engagement militaire important des Etats-Unis dans ces conflits dits “de basse intensité” et qu’on qualifierait plutôt de postmodernes contient en lui-même la prescription d’un désastre par le réflexe d’un enchaînement presque automatique vers un engagement terrestre tendant vers l’embourbement dont la machinerie militaire US ne peut se débarrasser. On dit “admis” plutôt que “compris” car nous pensons que ce faux “choix”, qui est d’abord une contrainte exercée par les événements incontrôlables, est accepté d’une façon inconsciente bien plus que selon l’expérience admise comme un enseignement historique. La psychologie américaniste, dont ce président est un excellent exemple, fonctionne de cette façon, refusant de reconnaître l’injustice ou la défaite de son propre fait et en assumant les conséquences sous de faux prétextes (ce sont les caractères d’“inculpabilité” et d’“indéfectibilité” qui sont ici en cause [voir par exemple le 7 mai 2011, ou encore le 28 janvier 2012]). Cet acquiescement contraint des USA à une expérience historique qui n’est pourtant pas reconnue en tant que telle est facilité par le déploiement de moyens d’intervention “isolationnistes”, tels que l’emploi des drones, l’espionnage universel de la NSA, les techniques d’“agression douce”, etc. Il s’agit de fictions scientistes, mécanistes et sémantiques (systèmes du technologisme et de la communication) fournissant un alibi de relations publiques pour justifier en la masquant comme telle la tendance marquée au non-interventionnisme des USA, ou “neo-isolationniste”, qui s’est affirmée depuis l’affaire libyenne, et ensuite l’affaire syrienne, et qui se renforce des échecs d’“agression douce”, comme à nouveau en Syrie, en Ukraine, en Russie.

Il faut remarquer, dans le cas US, la prolifération de commentaires et de jugements qui entérinent cette politique clairement neo-isolationniste de désengagement qui ne dit pourtant pas son nom, notamment pour cette zone cruciale du Moyen-Orient. On peut lire à cet égard l’article de William Pfaff du 7 janvier 2014 (sur Truthdig.org), qui observe, à propos des USA dans cette phase politique de désordre au Moyen-Orient, et notamment sur cet axes Irak-Syrie-Liban : «Nor does the Obama administration know which are its friends—nor indeed does it even seem to understand, with the lucidity this Israeli analysis displays, just what its own situation is. All one can really say to Mr. Obama is that American military intervention in the region has been the largest cause of the present chaos. Therefore, the isolationist instincts of the American people, displayed recently when the president rashly wanted to bomb Syria, were and remain sound ones. Don’t make things worse.»

En un sens, l’establishment US a inconsciemment admis le jugement selon lequel l’intervention en Irak a conduit à une situation de déstructuration complète du pays, relayée et amplifiée pour la région par les divers épisodes du “printemps arabe”, situation déstructurée se payant aujourd’hui par un terrain hautement propice au désordre et à la dissolution des légitimités et des autorités diverses, nationales ou pas. Le résultat est une incontrôlabilité grandissante, y compris d'acteurs mis en action et financés par les opérateurs US eux-mêmes (ou par des courroies de transmission des USA), sur les territoires concernés et se répandant alentour, sans aucune limite de légalité possible puisque le processus de dissolution a agi. Ce constat entérine sans surprise le jugement de Denis Halliday, ancien coordinateur humanitaire de l’ONU en Irak, tel que le rapporte PressTV.ir le 6 janvier 2014.

«The former United Nations humanitarian coordinator in Iraq says that recent crises in some Iraqi cities have resulted from the US occupation of the country. “The recent fighting in Fallujah, Ramadi and other towns is a clear result of the American invasion and occupation of Iraq,” Denis Halliday told Press TV on Sunday.

»Halliday said the United States has created sectarian divisions in Iraq since it invaded the country in 2003. “During that period they encouraged division between Sunni and Shia in Iraq, which had not been the case generally speaking prior to the American invasion.” He went on to say that “the tragedy now is that the strife between religious interests in Iraq as in other parts of the region has become dangerous and life-threatening calamitous to Iraq, to Syria, to Lebanon as well.” “Americans can be blamed” Halliday said, but added that “only the people of the Middle East can resolve this.”»

Devant ce comportement nouveau des USA, les autres acteurs nationaux de la région tendent, non pas à mettre en place une politique hégémonique à la place de celle des USA, mais à choisir plutôt une politique de “containment” du désordre pour ceux qui le peuvent, avec la même politique de limiter leurs engagements à ce qui peut être strictement contrôlé. Leur attitude est nécessairement la prudence, pour des raisons diverses, internes pour certains, par compréhension de la situation générale pour d’autres.

Le seul acteur qui semble échapper à cette règle est l’Arabie Saoudite, non pas parce que ce pays complètement conservateur sinon ossifié par essence s’est découvert une dynamique hégémonique, mais parce que sa direction est elle-même dans une dynamique de dissolution. En un sens, l’Arabie est en train d’être dévorée par les diverses créatures de la “marque déposée” al-Qaeda qu’elle couvre de ses prébendes depuis des décennies. Le désarroi saoudien est du essentiellement au fait que ce pays a perdu la dynamique référentielle habituelle de son action constituée par la politique expansionniste-interventionniste active des USA transformée comme on l’a vue. C’est un renversement radical, ou une inversion si l’on veut, par rapport à ce que fut l’Arabie ; ce pays devient une sorte de rogue state, effectivement par absence soudaine de sa référence habituelle de légitimité qu’étaient les USA, cette référence que son habituelle capacité de manipulation et de corruption de cette puissance tutélaire depuis les promesses d’un FDR mourant en février 1945 lui permettait d’entretenir... (Sans doute mesurera-t-on plus tard comme un fait bouleversant pour la maison des Saoud le refus qui est sans doute autant contraint que politique des USA, en août-septembre 2013, de garantir la sécurité du royaume en cas d’attaque US en Syrie et de riposte iranienne : «In the run-up to the expected U.S. strikes, Saudi leaders asked for detailed U.S. plans for posting Navy ships to guard the Saudi oil center, the Eastern Province, during any strike on Syria, an official familiar with that discussion said. The Saudis were surprised when the Americans told them U.S. ships wouldn't be able to fully protect the oil region, the official said.» [voir le 23 octobre 2013].)

... Mais ce nouveau rogue state est aussi vif qu’un dinosaure en voie d’extinction, avec ses milliers de princes alternant la valse du pouvoir et les séjours effectivement princier à Davos, à Singapour ou à Vegas, au rythme des manigances à l’efficacité de plus en plus douteuse de Prince Bandar. Il est producteur d’un désordre étrange, plutôt tournoyant, paralysant, fixateur de situations effectivement plus conformes au qualificatif de dissolution qu’à aucun autre. A ce jeu qui a la particularité de ne répondre à aucune règle ni à aucune logique bien qu’il se pare de diverses explications savantes concernant l’imbroglio des tendances religieuses, on cherche en vain les indices de grands reclassements stratégiques, c’est-à-dire d’une évolution politique cohérente de la situation. Il semblerait que l’on assiste à une sorte de “jeu à somme nulle” évoluant vers une sorte d’“entropisation géopolitique”, d’une complète originalité de forme puisque activée par des forces qui n’ont pas d’identification humaine et politique précise. Aucune action d’un des acteurs, aucune coordination de plusieurs de ces actions, ne permettent de conclure qu’il y a eu une évolution consciente et calculée de la part de tels ou tels intervenants, vers la situation qui s’implante de plus en plus fortement. On croirait que les acteurs humains ont été conduits à leurs actions bien plus qu’ils ne les ont conduites, sans envisager une seconde les conséquences qu’elles engendreraient.

D’une certaine façon, si l’on plaçait ces développements dans la logique d’une nouvelle phase du “printemps arabe” et si l’on faisait effectivement de ce “printemps arabe” un processus révolutionnaire comme l’ont fait certains, on pourrait se trouver conduits à une analyse métahistorique de la séquence semblable à celle que Joseph de Maistre donna de la Révolution française dans son Considérations sur la France de 1796  : «On a remarqué, avec grande raison, que la révolution française mène les hommes plus que les hommes la mènent. Cette observation est de la plus grande justesse... [...] Les scélérats mêmes qui paraissent conduire la révolution, n'y entrent que comme de simples instruments; et dès qu'ils ont la prétention de la dominer, ils tombent ignoblement.» ... Et plus loin, encore : «Plus on examine les personnages en apparence les plus actifs de la Révolution, plus on trouve en eux quelque chose de passif et de mécanique.»

“Mise en ordre” du désordre

Cette ouverture vers la métahistoire et vers l’un de ses plus grands et inspirés commentateurs, et cela à propos du “printemps arabe” puisque finalement ces événements décrits en sont la désormais lointaine conséquence, constitue de notre part une invitation à considérer les événements en cours dans l’ensemble Irak-Syrie-Liban et alentour comme une sorte de paradoxale “mise en ordre” d’une situation nouvelle, – sans rapport avec ce qu’on pouvait logiquement en prévoir et en craindre en première analyse. Constater une accentuation accélérée du désordre et baptiser cela “mise en ordre” est bien assez paradoxal pour inciter à des conclusions que cette même observation jugerait absurde, ou bien interdire quelque conclusion que ce soit dans l’ordre du raisonnement géopolitique. Mais notre raisonnement dépend d’un autre ordre d’idée puisque nous jugeons que la raisonnement géopolitique n’explique plus rien du fondamental de la situation présente du monde.

Notre idée est d’abord symbolisée, – nous parlons bien de symbole, – par un développement sémantique et grotesquement bureaucratique qui nous paraît significatif, non pas d’un “ordre” mais d’une habitude postmoderne de dissimulation du désordre derrière des habillages sémantiques, des narrative, etc., parce que la sémantique bureaucratique des acronymes, comme c’est le cas, représente bien cela ; il s’agit de la création continuelle, à peu près depuis l’affaire libyenne, de nouveaux appendices sous cette forme bureaucratique et étrangement symbolique de la prolifération d’acronymes construits autour d’al-Qaeda et figurant on ne sait exactement quoi (AQIM, AQI, AQAP, ISIS, ISIL, etc.)... Ce symbole de la création tourbillonnante de multiples al-Qaeda à partir de la “marque déposée” initiale, dans le style du capitalisme hyperlibéral et hyperdérégulé que nous connaissons, est celui du désordre camouflé par conséquent, et donc d’une certaine “mise en ordre” du désordre. Si nous arguons que cette extension d’un désordre insaisissable, sans aucun sens, plutôt tourbillonnant comme une spirale que déferlant comme un fleuve furieux, représente en réalité une “mise en ordre” symbolisée par la diarrhée acronymique de la marque déposée “made in al Qaeda”, c’est en nous appuyant sur les remarques que nous faisions en proposant l’hypothèse de l’apparition d’un monde “apolaire” ou “antipolaire” (le 16 novembre 2013). Nous en reprenons ici un extrait, mais en déplaçant le souligné en gras initial vers un autre membre de cette citation, qui intéresse plus directement la situation qui nous intéresse :

«Ainsi dirions-nous effectivement que le monde apolaire n’est pas seulement un “monde sans pôle” comme un constat statique, disons par “absence de pôle”, mais qu’il est également un monde antipolaire qui repousse quelque pôle que ce soit, et ainsi comme un constat dynamique, une force en action qui interdit et rejette toute prétention de l’un ou de l’autre, ou de plusieurs, à être “un pôle” ou “plusieurs pôles”. Il s’agit d’un monde vivant, activement rétif à toute “structuration polaire”, et d’ailleurs à toute structuration tout court.

»C’est à cette lumière qu’il faut voir la situation apolarité-antipolarité du monde. Ce n’est pas une situation génératrice de désordre, c’est une classification actant le désordre du monde, qui existe largement depuis 9/11, qui existait déjà auparavant, et qu’on paraît d’attributs divers et dissimulateurs dont les plus récents furent les fictions d’unipolarité et de multipolarité. Réaliser la vérité de la situation du monde au lieu de rester la dupe d’une dissimulation de cette même situation de la vérité du monde ne peut être en aucun cas considéré comme un événement catastrophique...» (Et parlant d’“événement catastrophique”, nous parlons certes de l’“événement intellectuel” que constitue ce nouveau jugement.)

Selon cette méthodologie d’analyse, le désordre qui s’étend dans la zone considérée est par définition un désordre infécond, destinée à s’autodétruire en même temps qu’il se développe au lieu d’installer une nouvelle situation générale. (La perception d’un désordre en spirale que nous privilégions plutôt qu’un désordre déferlant suggère cette infécondité par enfermement, tout en reconnaissant la durabilité du processus.) Ce désordre a pour première conséquence de renforcer les points de résistance régionaux au désordre de diverses sortes et souvent par simple mécanisme de résistance au désordre, voire de susciter de nouvelles alliances de circonstance avec des acteurs jusqu’alors rétifs à de telles initiatives et fixés dans des objectifs de déstructuration massifs qu’ils vont devoir abandonner. (Le cas d’Israël, avec le jugement de DEBKAFiles rapporté le 6 janvier 2014, qui ne laisse pas de susciter des réflexions sur la profondeur des changements en cours... «In these circumstances, Israel finds it increasingly difficult to determine which are its friends in the Middle East arena – and worth helping – and which its foes.». Cela impliquant effectivement qu’Israël, principal perturbateur déstructurant de la région pendant des décennies pourrait effectivement se retrouver dans l’obligation de soutenir et de porter assistance, aux côtés d’autres, à ces “points de résistance régionaux au désordre”.)

Le premier effet général régional serait une nouvelle structuration de la zone, marquée par ces “points régionaux de résistance au désordre”, cherchant effectivement à enfermer le désordre non pas dans une zone géographique donnée, mais dans son mouvement même, dans sa course tourbillonnante parce que cette course en spirale opérationnalise autant d’effets autodestructeurs que d’effets de développement et tend à se contenir elle-même. Quant au nouveau rogue state apparu dans ce tourbillon, lui aussi se trouverait de plus en plus confronté à la contradiction de sa nouvelle dynamique productrice d’un désordre sans véritable effet durable et fixé, et les tendances internes de dissolution de son pouvoir.

Le second effet général régional serait effectivement dans le sens qu’on a observé plus haut avec les USA et l’Iran (et d’autres, éventuellement comme Israël, etc.), c’est-à-dire, pour les grands acteurs qui jusqu’alors dominaient le jeu à partir de positions soit extérieures soit excentrées et dont on attendait de grands effets géopolitiques, une évolution vers un repli ou une politique plutôt attentiste et défensive de containment, avec dans tous les cas une aide militaire sans engagement direct apportée aux “points régionaux de résistance au désordre”. Cet ensemble d’évolutions qui tentent de donner un sens général, sinon structuré, à ce qui semblerait à première vue n’en avoir pas puisque s’exprimant essentiellement par des dynamiques de désordre, pourrait alors trouver une explication générale dans des remarques que nous faisions dans un autre texte, mais toujours à propos de l’idée d’un monde antipolaire, et dans cette occurrence pour le cas russe (dans notre texte du 2 décembre 2013 :

«...Ici, l’on peut prolonger notre raisonnement concernant cette évolution vers un monde antipolaire qui justifie, dans le chef de la Russie prise comme exemple, de n’avoir pas besoin de stratégie, en posant la question de savoir pourquoi le monde est devenu antipolaire. [...] Il est manifeste aujourd’hui que les événements produisent eux-mêmes leur logique et l’hypothèse d’un lien entre eux et des forces extrahumaines qu’on mesurera sans difficultés comme “supérieures” ne peut être écartée. Dans ce cas, la “stratégie” organisée hors de la maîtrise humaine va à l’essentiel, qui est la crise de civilisation opérationnalisée par la crise du Système...»

Nous parlons alors, plus loin, de la «question métahistorique fondamentale accompagnant cette sorte d’hypothèses concernant des activités échappant aux normes humaines [, qui] est de savoir si, à l’heure d’une crise d’une importance si grande qu’elle détermine le sort d’une civilisation universelle et du Système qui la soumet, l’Histoire n’est pas en train d’acquérir un sens, c’est-à-dire une signification plus qu’une orientation, qui serait lui-même déterminé par des facteurs complètement étrangers, – mises à part certaines séquences paroxystiques comme la Révolution française, – aux habituelles polémiques, idéologies, constructions et narrative humaines formant depuis au moins plusieurs siècles l’essentiel de la réflexion historique.»

Développée pour la Russie, cette réflexion exprime bien dans notre chef une universalité du jugement, valant autant pour le Moyen-Orient que pour les affaires russes, exprimant bien la dimension universelle que nous voulons donner à une analyse qui affecterait sous diverses formes toutes les situations du monde. La réflexion doit donc également constituer une méthodologie d’interprétation des événements tels que nous avons tentés de les décrire selon les circonstances actuelles au Moyen-Orient, adaptée aux conditions spécifiques de cette région. On y trouve une situation de finitude, sinon d’absence pure et simple des enjeux géopolitiques, avec l’effacement des pressions extérieures ou hégémoniques, conformément aux exigences du monde antipolaire, tandis que les acteurs régionaux qui conservent un peu de stabilité et de puissance tendent à évoluer vers une politique de containment du désordre. Dans le même temps, les enjeux religieux, qui constituent l’argument régional principal des troubles, perdent de leur pertinences et de leurs capacités de pression, de plus en plus anémiés par les phénomènes de la communication, de la corruption, des interférences avec les pressions de réseaux criminels impliquant des “mélanges de genres” que la géopolitique jugeait négligeable en général, tout cela caractéristique de l’ère psychopolitique remplaçant l’ère géopolitique. Bien entendu, cette situation générale ne renvoie plus à aucune cohérence politique spécifique aux zones considérées mais à une situation universelle dépassant la politique, – disons métapolitique, comme pendant du métahistorique.

Selon notre hypothèse, il s’agit d’une évolution de plus en plus appuyée vers la conjonction de problèmes internes et de problèmes transnationaux, sous forme de “crises” diverses, souvent souterraines et latentes, avec des explosions de proche en proche, sans jamais évoluer vers un règlement. (Infrastructure crisique typique, certes.) Les problèmes sont de plus en plus complexes et “multidisciplinaires” (“mélange des genres”), touchant des domaines très différents et, par conséquent, eux aussi de moins en moins identifiables tant dans leurs substances que dans leurs buts selon les critères géopolitiques traditionnels. Il s’agit d’une évolution vers des situations renvoyant à la problématique générale Système versus antiSystème, opposant le Système écrasant de surpuissance dans tous les domaines, et les obstacles de réticence et de résistance qui ne cessent de s’affirmer et de s’accumuler. Par rapport aux crises qui ont été précipitées par le soi-disant “printemps arabe”, il s’agit d’une transition achevant la rupture avec la phase de déstructuration à prétention géopolitique commencée à la fin de la Guerre froide et brutalement accélérée avec 9/11. Paradoxalement, cette déstructuration dont le “point Omega” initial fut l’attaque et la destruction de l’Irak par les USA, a accéléré l’évolution vers le “printemps arabe” comme sas de transformation, pour déboucher sur cette situation apolaire ou antipolaire, entièrement baignée dans l’ère psychopolitique, et complètement orientée désormais vers les problèmes fondamentaux de l’écroulement de notre Système et de notre contre-civilisation.

Une autre façon de “narrer” cette évolution, c’est-à-dire une autre narrative d’explication pour aboutir à la même conclusion, c’est d’observer non sans une très lourde ironie que l’évolution donne raison aux neocons, – pourvu qu’ils ne pensent pas trop loin, ceux-là, pourvu qu’ils ne philosophent pas enfin et restent dans la pub’ et dans les relations publiques. En effet, on peut dire que le Moyen-Orient évoluerait bien vers une situation de “désordre contrôlé” (ou “chaos contrôlé”, pour faire plus chic, mais “chaos” est une notion trop élevée, trop spécifique, pour définir cette situation) ; la situation de “désordre contrôlé” était la thèse favorite de ces neocons, qui leur a donné ce vernis prestigieux d’intellectuels avec références philosophiques assurant le succès dans les dîners en ville et dans les grandes revues de prestige.

Bien entendu, on se gardera de suivre la thèse neocon jusqu’au bout, c’est-à-dire jusque dans sa prétention extraordinaire, jusqu’à la naïveté faraude d'une “volonté de puissance” nietzschéenne recyclée façon dîners en ville ; l’on se gardera par conséquent de faire de ce rappel du “désordre contrôlé” une thèse politique. Il s’agit tout juste d’une thèse de situation qui devient pourtant une hypothèse ambitieuse dans laquelle le désordre est d’une certaine façon autocontrôlé parce que les événements eux-mêmes, sans les sapiens qui n’y comprenne plus rien, règnent en maîtres ; et bien entendu à l’avantage de personne tout cela, d’aucune force et d’aucune cause, sinon de celle de l’accélération de la crise d’effondrement du Système. Il n’empêche que le rôle des USA, surtout à l’origine, surtout avec 9/11 et ses suites, y est ou plutôt y fut prépondérant, ce qui répond effectivement à la narrative-neocon pour le plus sommaire. Les USA auraient donc rempli leur contrat, mais selon une approche dont il faut saisir le sel : puisqu’il s’avère qu’ils sont incapables de se survivre à eux-mêmes, incapables d’enchaîner sur un second American Century (un des noms du projet neocon), ils en viennent naturellement à une doctrine qu’on pourrait caricaturer comme étant du type “Avec moi/Après moi le déluge”.

Le “déluge” ? Voire... Ou bien, c’est tout vu et alors, pourquoi pas ? ... Alors, le monde antipolaire qui s’installe partout, n’est-ce pas le monde qui se prépare à la phase finale de la grande crise d’effondrement du Système ? Hypothèse, hypothèse, – notre arme ultime pour tenter de percer les mystères de ce temps sans précédent et sans exemple...

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Shockdoctrines leiden nooit tot economische groei

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Shockdoctrines leiden nooit tot economische groei

Geschreven door  Theo van Boom

 
Ex: http://www.solidarisme.be

Paul de Grauwe: "De staatshervormingen hebben Vlaanderen economisch niets opgeleverd". Paf, daar gaan we weer. de Grauwe spreekt over de afgelopen 5 jaar, Vlaams Minister-President Kris Peeters pareert met de cijfers van voor 2008 en noemt de professor zijn beweringen "onwetenschappelijk".

Het is thans sinds 2008 dat Vlaams separatisme een doorgroei kende in het maatschappelijk debat. Of dat nu een causaal of gecorreleerd verband is, statistisch significant is het sowieso. Niet dat dit tot een groter electoraat heeft geleden (er is eerder een shift in dezelfde 30-40% potentiële, geen groei), maar je moet toch niet denken dat de kiezer het debat bepaalt.

Het is ook sinds 2008 dat de EU 'economisch niets heeft opgeleverd', behalve een garbage in, riches out voor diverse speculanten. Nee, dat komt niet van aartscriticasters, dat horen we gewoon van het Rode Kruis. En zo kunnen er nog genoeg bronnen vermeld worden.

Wat ik daarmee probeer te zeggen: als het goed gaat, dan gaat het ook goed. Zelfs bij nefast bestuur, zoals de PS-bemoeienissen in Wallonië. Dat is het gevolg van dat kromme euromondialisme.

En als het slecht gaat? Dan zoeken Vlaams- en euromondialisten naar The Perfect Storm om hun agenda door te duwen, zoals De Wever die Het Rijk dusdanig wil hervormen dat de PS-agenda permanent onmogelijk wordt. Van zulke uitspraken springen de grijze haren op mijn rug recht:

"Maar wat als na vijf jaar de PS terug om de hoek komt piepen en alle maatregelen terugdraait? Dan zijn we terug bij af. En begint alles weer van voor af aan. Zonder confederalisme zijn de sociaal-economische maatregelen die we nemen steeds onder het voorbehoud dat de PS niet terugkeert naar de macht. Daarom moeten wij de omslag naar het confederalisme maken" (HLN)

De N-VA wil niet dat de PS, of iemand anders, hun maatregelen kan terugdraaien. Zulke permanente achteruitgangsmaatregelen worden al genomen, op Europees niveau. Geen verkiezingen nodig. Als je niet in het gareel loopt, dan word je door Europa ertoe gedwongen. Dus daar ligt de N-VA haar oplossing, niet voor niets is het een pro-Europese partij. En een sociaal Europa is, voor wie het nu nog niet wil geloven, een contradictie.

Hoe dan ook, zowel voor het geval Europa als voor België geldt hetzelfde basisprincipe achter de "hervormingen", dat kan je leren van Joseph Stiglitz (voormalig hoofdeconoom van de Wereldbank en Nobelprijswinnaar Economie 2001). Deze man kwam uit het rattenhol met geheime documenten van de Wereldbank over het stappenplan dat het IMF volgt. Dit is hetzelfde als wat Naomi Klein zegt, maar Stiglitz (ook andersglobalist) was eerst en had tenminste het fatsoen dit een strategie voor de vernietiging "van nationale economieën" te noemen.

Stap 1: Briberization. Win de nationale elites hun sympathie met zogeheten "privatiseringen", door hen van buitenaf te steunen en vervolgens roofkansen aan te bieden, zoals in het Rusland van de jaren '90.

Stap 2: Capital Market Liberalization. Natuurlijk gaat het mis wanneer je de eigen economie uitholt en krijg je crisis. Dus moet er nieuw kapitaal binnenstromen! Dan raadt het IMF een one-size-fits-all reddingsplan aan, waardoor internationaal kapitaal binnenvloeit. Dan krijg je de Hot Money Cycle, geld komt eerst binnen, maar stroomt bij de eerste kink in de kabel ook net zo snel weer naar buiten. Ondertussen heft het IMF hoge rente op hun leningen, wat de vastgoedmarkt, industrie en overheidsschatkist vernietigt.

Stap 3: "Market-based pricing". Dat leidt tot een explosie in de prijzen van basisbehoeften: olie, voedsel, water incluis.

Stap 3,5: "IMF Riots". Dat lossen we op door de banken te redden en nieuwe bubbels te lanceren, tezamen met constructies zoals maaltijdcheques en schaduwberoepen (PWA) om de boze meutes te sussen.

Stap 4: "Poverty Reduction Strategy". Vrijhandel! Tenminste, volgens de regels van de WHO. Vergelijk het met de Opiumoorlog uit de 19de eeuw, want hervormingen hiertegen kan je ook niet doorvoeren of ze staan aan je deur te stampen. Tegen dan is het al te laat, je bent volledig ge(des)întegreerd in de mondiale economie en je nationale structuren zijn naar de vaantjes.

Komt bekend voor? Je kan het overal op toepassen, iets voor de wiskundeboeken zohaast! Dat professor de Grauwe daar eens onderzoek naar uitvoert.

Hoe dan ook, Verhofstadt doet aan dat neotrotskisme rechtstreeks via de Europese Unie. De N-VA neemt confederalisme als tussenstap. Beiden nemen de gevolgen van nefaste economische hervormingen (die zij zelf toch al steunden) als excuus. Voor beiden is mondialisme het uiteindelijke doel. Punt.

Door de crisis als excuus te nemen, halen wij échte niet terug te draaien hervormingen binnen. Enkel wat betreft Vlaamsnationalistische idealisten deel ik het standpunt met mondialisten zoals De Wever: "Daarom moeten wij de omslag naar het confederalisme maken."

Wat De Wever zegt is dat het thans niets te maken heeft met hoe je de nationale kliekjes organiseert, als er straks geen meer zijn. Integreer en verhoog de "nationale competitiviteit".

"Daarom moeten wij de omslag naar regionale synergie van compatibele reeël-economische factoren maken", zeg ik dan.

Klinkt minder sexy dan de Vlaamsnationalistische spindoctor. Misschien moet ik daar eens "Veritas vos Liberabit" aan toe beginnen voegen.

 

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Henri Mondor et Céline

 

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Henri Mondor et Céline

 

par Marc Laudelout

 

   C’est au printemps 2011, lors du colloque « Céline à l’épreuve », que Cécile Leblanc, agrégée de lettres classiques, nous  présenta la  correspondance  Céline – Henri Mondor. Mise sous scellés à la bibliothèque Jacques Doucet pour la période légale de 50 ans après la mort du destinataire, elle fait enfin l’objet d’une édition soignée dans la collection « Blanche » de Gallimard ¹.

 

Multiacadémicien (Académie française, Académie de médecine et Académie des sciences) et grand officier de la Légion d’honneur, on imagine mal aujourd’hui le prestige dont jouissait le professeur Henri Mondor après la guerre. Raison pour laquelle Gaston Gallimard tenait beaucoup à ce qu’il rédigeât la préface à l’édition de Voyage au bout de la nuit et Mort à crédit dans la Pléiade. Ce fut chose faite, non sans quelques hésitations, et ce à la grande satisfaction de Céline. Lequel mourut malheureusement un an avant que le volume sorte des presses de l’imprimerie Darantière à Dijon, en avril 1962. Mondor, lui, trépassa précisément ce mois-là. C’est dès 1950 que Céline lui écrivit, l’académicien ayant accepté d’intervenir en sa faveur auprès de la Cour de justice.  Eut-il  quelque  sympathie idéologique pour  l’exilé ? Cécile Leblanc évoque ses « entrées dans les milieux de droite ou d’extrême droite » mais sans en dire davantage.  Connivence avec  l’Action Française ?  Lorsque  l’hebdomadaire  Aspects de la France consacre un article à Normance, Céline écrit à Mondor : « Grâce à vous sans doute j’ai eu cet article de l’AF. » Quoiqu’il en soit, l’académicien ne ménagea pas sa peine pour soutenir l’écrivain, allant même jusqu’à présider un éphémère « Comité d’amateurs des écrits de Céline » imaginé par Dubuffet au début des années cinquante. Fidèle à sa légende, Céline accable son correspondant de plaintes, d’éloges, de remerciements éperdus et... d’indications biographiques fallacieuses. Celles-ci seront répercutées telles quelles dans la fameuse préface, Mondor y reproduisant de larges extraits de cette correspondance. Celle-ci vaut surtout, vous l’aurez deviné, pour sa qualité d’écriture. Les formules jaillissent sous la plume, telle celle-ci à propos de Gaston Gallimard : « Depuis qu’il m’a refusé le Voyage il ne peut s’empêcher de me refuser tout ! le pli est pris ! ». Ou celle-là : « Actuellement partout le national Sartrisme remplace avec quelle fougue le national Socialisme pendu ! »  Drôle et lyrique. Ainsi, quand Mondor le compare à Hugo : « Crèvent les autres ! tous ! de jalousie, d’ulcères d’envie, de tout fétides néos [abréviation médicale pour « néoplasme », indique judicieusement l’éditrice] de rage ! L’Olympe à nous ! Mille reconnaissances pour ce plus qu’humain message, annonciateur des faveurs du Parnasse et de la confusion, écrabouillerie, compoterie de tous mes haineux ! »

Et, lorsqu’en janvier 1960 Henri Mondor lui adresse la préface tant attendue, l’érudition le dispute à l’ironie : « Si j’osais, je la ferais encadrer et la porterais en “attestation” sur la poitrine, selon la coutume des vétérans d’autrefois et aveugles du Pont des Arts ». Celui qui se désignait comme « minable pustuleux poëtasseux » aura contracté une dette incontestable envers le « grand savant, couvert de gloire ». Un demi-siècle plus tard, c’est Céline, glorieux et réprouvé, qui triomphe.

 

Marc LAUDELOUT

 

• Louis-Ferdinand CÉLINE, Lettres à Henri Mondor, Gallimard, 2013, 170 pages, 3 illustrations.

 

1. L’édition originale, réservée aux membres du  Cercle de la Pléiade, est parue au printemps dernier. Tirage à 2000 exemplaires hors commerce sur Rives vergé. Relevons une petite erreur, page 59 : ce n’est pas un chapitre de Guignol’s band mais de Casse-pipe que Jean Paulhan publia en 1948 dans les Cahiers de la Pléiade.

 

→ Voir aussi Marc Laudelout, « Hommage à Henri Mondor », Le Bulletin célinien, n° 138, mars 1994, pp. 6-9.

 

The Far Right in the Balkans

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The Far Right in the Balkans:
Roots & Perspectives

By Dimitris Michalopoulos

Ex: http://www.counter-currents.com

Preamble 

“Rest assured . . . that after . . . years of suffering we have sufficient moral strength left to find an honourable exit from life.”[1]

It is in these very words that the soul of Corneliu Codreanu and his followers was expressed. Needless to say that Capitanul has been the noblest figure among the Far Right leaders in Europe during the interwar period. And paradoxical as it may appear, he was conscious of this. Julius Evola had met him in Bucharest and gave a fair description of his physical appearance and his mind. He was a young, large and slim man, in sporting behaviour, with an open face which immediately gives an impression of nobility, force and honesty.[2] And it was with honesty that Codreanu explained to Evola the differences between the Legionary Movement, Italian Fascism and German National Socialism by analogy with the human body: Italian Fascism was reviving the “Roman form of politics,” representing in the human organism the physiological form; German National Socialism focused on the “race instinct” of the “vital forces,” whilst Romanian Legionary represented “the element of the heart,” both spiritual and religious.[3]

He was right. Codreanu’s Legionaries used to live as ascetic warrior-monks, working freely for the People and even fasting three days a week.[4] They were not “criminals” as an American lady, author of an extremely well-written book on “Dracula surviving,” described them.[5] In point of fact, they did not use to gather in woods’ clearings at midnight, to stand there “two rings deep” around bonfires, “facing them and chanting.” Their faces were not “stiff and unsmiling”; and their eyes did not “glitter.”[6] In short, they were by no means Dracula’s protagonists. And if they grew truly enragés, it was after their Captain suffered a martyr’s death at the hands of the royal authorities.

The Legionaries’ message was clear. Unlike the Italian Fascists that rose to power thanks to the latent still involuntary support of the Roman Catholic Church, because the Pope wished the dispute between the secularized Kingdom of Italy and the Holy See to be ended;[7] and unlike the National Socialists of Germany that gradually adopted a latent but still hostile attitude vis-à-vis the Church, because the clergy, as a rule, side with the enemies of the Christ,[8] Romanian legionaries started from the very beginning. And in this case “very beginning” means: religiosity. Hitler himself was clear: “True religiosity is to be found whenever deep knowledge [of the things] goes with acknowledgement of human inadequacy.”[9] And Mussolini had declared as well: “Fascism is a religious concept, in the framework of which, man is seen in his immanent relationship with . . . an objective Volition that transcends the individual and enables him to be the conscious member of a spiritual community.”[10] Still, only in Romania the Far Right movement dared to proclaim that religiosity was the very basis of its ideology. As early as 1919, Codreanu termed his doctrine “National-Christian Socialism”;[11] and if truth be told, he was not only an intelligent man but a man of character as well. Let us recall the famous phrase uttered by Grigore Filipescu in the Romanian Parliament, in December 1934: În România sunt mulţi oameni inteligenţi, mai puţin oameni capabili şi foarte puţini oameni de character.[12]It was this very national lack that Codreanu tried to remedy: “My programme is a creative one,” he stated to Virginio Gayda, director of the Italian newspaper Giornale d’Italia, in January, 1938. I think of the most important and most difficult creation [namely] the New Man. [And I mean this] not only from the physical and intellectual viewpoint; for we already have such a Man in Romania. [I talk] from the moral viewpoint. I want at all costs to create a type of Hero.”[13]

He was aiming at achieving his own “Triumph of the Volition” through the principles of Faith and Work.[14] Work nay, Toil was for Codreanu and his Legionaries a sacred duty.[15] Yet he failed tragically but not miserably. As aforementioned, he was the noblest figure of the 1919-1939 European Far Right. Therefore, his death had a tremendous impact on Romanian and international politics.[16] Still, he was a Balkan figure; and this is important, because in the Balkans, namely Greece, the European Far Right was actually born. 

I. The Dogma 

The dogma of the Right was written down by Ioannis Metaxas, Prime Minister of Greece during the years 1936-1941 and organizer of the Reservists Movement. This movement was the first ideologically clear-cut Far Right movement in Europe, and emerged in Greece during WW 1, i.e. before Mussolini founded his Fasci di Combattimento. Metaxas was explicit:

Democracy [as conceived in the U.S.A. and Western Europe] is the offspring of Capitalism. It is the instrument through which Capitalism rules the masses. It is the instrument through which Capitalism displays its own will as the one of the populace. . . . This variety of democracy [i.e. the U.S. and Western Europe one] relies on universal suffrage by individual and secret ballot; i.e. it needs well-built political parties – hence the need of capital [= money]. It needs [moreover] newspapers, hence the need of capital [anew]. It . . . needs electoral organizations and electoral combats; that means money. [And] it needs a lot of other things that presuppose money as well. In short, only big capitalists or their puppets are able to fight in [the framework of] such a democracy. Men or [even] groups of people in short of money, even if they defend the noblest ideals, are doomed to failure. For if one has the control of the newspapers, is in a position to shape the public opinion according to his own views [and will]; and even if he defends principles abhorred by the people, he can conceal them [by means of the Press that he controls] in such a way, that the people swallow them at last. But even if the people do not swallow them, he can declare, through the newspapers he controls, that the people did swallow them. And then everybody believes that the others have swallowed the ‘principles’/lies [of the big capitalist] and surrenders as well.” The corollary: “Democracy is the unique kid of Capitalism [as Jesus Christ is the unique Son of God]: it is thanks to Democracy that Capitalism displays its  own will as it were the People’s one.”[17]

Paradoxical as it may appear, Metaxas agreed with Lenin. For the Soviet leader had written, as early as 1917, that “Democracy is the best [political] form of Capitalism.”[18] Here is the essence of the social analysis of politics – and it is surprising to notice that Metaxas, in full agreement with Lenin, was in sharp contrast with almost every other Far Right leader in Europe. Mussolini, for instance, was against Socialism, Liberalism and Democracy; yet his analysis was ‘entrenched’ in a strictly national framework[19] — most likely dictated by political necessities. Antonio Salazar, further, used to avoid such analyses, because he put into practice a peculiar economic system aiming above all and beyond everything to the balance of the State budget.[20] Franco did alike – as far as it is known; for he aimed to redress Spain after the Civil War ended and from 1960 on to develop Spanish industry.[21] And Hitler criticized mainly the system of “State Monopolist Capitalism,” gradually implemented in Germany from 1870, because it stripped the Germans of their wealth.[22] No wonder that to Lenin this very State Capitalism was all but a kind of Socialism.[23]

II. The Birth of the Far Right

metaxas.jpgIn contrast, Metaxas had no such concerns. His ideas were clear-cut from the early 1910s on and stamped on the Reservists Movement. These Reservists were people who had taken part in the 1912-1913 Balkan Wars, somewhat like the French anciens combattants. This Greek variety of the Far Right had, therefore, the following characteristics:

  1. It was a truly social movement, because its rank-and-file was composed exclusively from the so-called “Working People”: small-land-owning peasants, craftsmen, petty merchants and workers; in other words the people that were regarded as conservative/reactionary by Marx and Engels.[24] Wealthy people[25] and what is termed “Lumpenproletariat”[26] were suspected and a priori excluded.
  2. The Diaspora Greeks were excluded as well. As a matter of fact, only people born in the heartland of Greece, namely the Peloponnesus, Mainland Greece, the Cyclades group of islands and the Ionian Islands were considered to be fully and truly Greeks.[27]
  3. Any territorial expansion of Greece was rejected a priori;[28] therefore, any involvement in the 1914-1918 Great War and, further, in international antagonism (“Europe’s business” as it was called) was rebuffed.[29]
  4. King Constantine of the Hellenes was ‘universally’ recognized as the virtual leader of the movement;[30] for he was credited with the victory of the Greek Army in the 1912-1913 Balkan Wars, and used to observe socially and nationally speaking, a really “Folkish Behaviour.”

Under these circumstances it was quite natural that the Entente Cordiale saw in “Royalist Greece” a bitter foe. King Constantine and his followers were by no means willing to enter the war at the side of Great Britain and France. Eleutherios Venizelos, nonetheless, Prime Minister of Greece in 1915, an ardent follower of the Entente Cordiale, invitedFrench and British troops to occupy Salonika after the Gallipoli debacle – Greece being still a neutral country notwithstanding.

Following the occupation of Salonika, operations took place in Macedonia against the Bulgarians, allies of the Germans. The Commander-in-Chief of the Entente troops in Salonika, therefore, the French general Maurice Sarrail, feared aggression of the “Royalist Troops” in his rear. Such a thought was not “nonsensical”; for the people in Southern Greece grew more and more friendly to the Second Reich.[31] As a result, a serious blockade was set up by the [British] Royal Navy around the littoral of Greece; and this blockade that caused famine in Southern Greece with a lot of fatalities, was enhanced due to advice given by Ronald Burrows, professor at the King’s College, London.[32] In November, 1916 (Old Style), moreover, French troops, reinforced by some British, Italian and even Russian ones, tried to conquer Athens, but they failed. Angered, Sophia, Queen Consort of the Hellenes, wrote to her brother, the Kaiser: La page s’est tournée, c’étant une grande victoire contre quatre grandes Puissances desquelles les troupes fuirent devant les Grecs . . .[33]

Still, in the spring of the following year, 1917, the French came back; and now the King deserted his followers. The Reservists, under Metaxas’ leadership, were ready to defend the King against the liberal Powers of the West. Yet the Sovereign, motivated by the interest of his House, preferred to give up and establish himself in Switzerland. Such an attitude notwithstanding, the Reservists and lato sensu the People kept adoring him. Late in May and early in June, 1917 (Old Style), the French literally conquered Athens,[34] imposed E. Venizelos as Prime Minister, and endowed him with dictatorial powers. Venizelos thought that territorial gains in Asia Minor would help him to consolidate his regime. But the Reservists did not agree; and when elections were held at last on November 1, 1920 (Old Style), they had set up such a tremendous “leaderless network”[35] that Liberals (i.e. the Venizelists) suffered a crushing defeat. It was now the turn of Venizelos to flee abroad; as a result, Constantine was back on his throne in December of the same year. He could abandon the Asia Minor peripeteia, actually a Venizelist one; but he did not; yet the analysis of his ‘bellicose’ policy would be beyond the scope of this paper.

The people nonetheless, led by the 1912-1913 Reservists, fought in Anatolia against the Turkish Nationalist troops of Mustapha Kemal, and after they were defeated by the Turks, did not abandon their King. But the Liberals stirred up a military coup, following which the King was removed anew: he was to die in Palermo, Sicily, early in 1923, aged only 55. His outstanding followers were shot at Goudi, near Athens, in November, 1922.[36] Only Metaxas proved to be able to survive; for he was smart enough to reject any involvement of himself in the Asia Minor Campaign.

The Royalist administration, nevertheless, gave the evidence of very essence of its social basis. On July 20, 1922, the compulsory Social Security of all workers and private employees was enacted. It was the first time in Greece that such a step was taken.[37] As a matter of fact, King Constantine, Metaxas and the Reservists wished Greece to be a country without very rich and very poor people. That is why, when Metaxas became Prime Minister, under King George II, son and heir of King Constantine, put in effect a policy of ‘social homogenization’. Workers, in whom Metaxas saw “potential petty bourgeois,” were protected against “capitalists” through hard and fast rules. His way of thinking was clear: Only authoritarian/totalitarian governments are able to protect the Folk against the capitalists who try to “enslave” it, by making it “swallow the bait of democracy.” As a matter of fact, Capitalism wants slaves; but slaves having the illusion that they are “free men.”[38]

Metaxas was successful in his effort to homogenize the Greek society. That is why when Italy declared war on Greece late in October, 1940, the Greek People were unanimous in defending their “fascist regime.” It was a virtual yet bloody tragicomedy: the defenders of the Greek variety of Fascism fighting against another Fascist country.[39] But this is another story to be told . . .

III. The Russian Roots

It is said that the Far Right, commonly termed as “Fascism,” was born in Russia after the 1905 upheaval. It is true – but only in letter, not “in spirit.” In point of fact, two Far Right organizations were active in the Tsars’ Empire up to 1914: the “League of the Russian People” and the “League of Michael the Archangel.” [40] It is likely that Codreanu ‘christened’ his own movement after his Russian forerunners. Yet the Russian embryonic Fascism was not adopted either by nobility or the Tsar himself. That is why the Bolshevists had no serious problems as to their extermination.[41] If truth be told, the main factors that favoured the 1917 major political change in Russia were — ironically enough — the nominal or virtual enemies of Marxism, namely Tsardom, the Church and the peasantry.

Tsar Nicholas II was apathetic and believed that the Church was to assist him in his effort to “unite” the Russian People. He was wrong. For the Patriarchate of Moscow was in practice abolished by Peter I the Great early in the eighteenth century; and the clergy was full of rancour against the Russian Monarchy. No matter that the Bolshevists persecuted and eventually murdered hundreds of priests. The Church was revived; and the first Patriarch of Moscow and All Russias to be elected after the fall of Tsardom, namely Tikhon, was explicit in his famous 1925 Testament: “. . . In the years of civil collapse, the Soviet Government was placed at the head of the Russian State by God, without the will of Whom nothing can be done on earth.” And further:

Upon taking power, the representatives of the Soviet regime in January 1918 issued a decree recognizing the full religious freedom of citizens. Thus the principle of freedom of conscience was recognized by the [Soviet] Constitution to any religious congregation and to our Orthodox Church as well. . . . That is why we in time recognized the new order of things in our letters to our flock and . . . [priests] and we sincerely and publicly acknowledged the Worker-Peasant government of Russia. . . . It is time for the faithful to recognize the Christian point of view that says ‘everything works out for the divine’ and adopt all that happened as God’s will. While admitting no compromise with our conscience and yielding nothing with regard to our religion, we must be sincere towards the government and the work of the USSR for the good of everyone and arrange our religious life in accordance with established order.[42]

No wonder, therefore, that the Church sided with the Soviet regime against National-Socialist Germany from 1941 on; and of course no wonder that the Orthodox Church became speedily one of the main pillars of the Soviet administration.

Peasants used to see in the Patriarch a ‘substitute’ for the Tsar. What is more peasants did not want the Soviet regime to be overthrown. The explanation of such a paradoxical attitude was furnished initially by Enver Pasha, the Young Turks’ leader, who after a tour in Russia walked into the British Military Mission at Berlin in January, 1920, and declared the following: “Whenever the Denikin danger approaches, the result is the determined, unanimous and united effort on the part of the peasants to defend their own [land]. . . . In the whole of Soviet Russia there is an iron military discipline. The only people starving are the former aristocracy and bourgeoisie, whilst the peasants, soldiers and officials of the Soviet government have more than sufficient food.”[43]

He was right. The Soviet regime tried to compromise with the peasantry, “foe par excellence” of Marxism,[44] and appointed Mikhaïl Kalinin as Head of the State.[45] Born in 1875, Kalinin was the typical figure of the Russian peasant.[46] His informal appearance, lack of culture, the very fact that he used to spend holidays in his countryside dwelling, the ease of being approached by “everybody” made the Soviet regime all but popular among the peasants.[47] In 1925, furthermore, the crop was “quite good.” Soviet officialdom grasped the chance and: a) reduced by 1/3 the taxes on land property;[48] b) reintroduced the golden ruble.[49] Peasants, reassured by the Patriarch, “another Tsar,” believed that “their time had come”: Communism “was over.”[50] The climax was reached when Nikolai Bukharin, at the “highest degree of power,” i.e. during the years 1926-1927, and with the support of Alexei Rykov, launched the famous slogan (for the benefit of peasants): Enrichissez-vous![51]

Needless to say that the in the late 1920s it was the time of “we had a good laugh, but enough.” On December 2, 1927, the Fifteenth Congress of the Communist Party of the Soviet Union began its works in Moscow; a decision was passed there calling for the fullest development of collectivization in agriculture.[52] A “determined offensive against the Kulaks” was launched which ended in millions and millions of fatalities among the Soviet peasantry.[53] In 1929 Bukharin was expelled from the Politburo and put to death in 1938 – and Rykov, too.[54]

Conclusions and Perspectives

Unlike the Greek variety of the Far Right, which saw in the Crown its natural leader and was subsequently termed “monarchical fascism,” the Romanian Iron Guard found in the person of the King Carol II its bitterest foe. The story is too known to be repeated here. The point, however, is that, quite paradoxically, Hitler and Ion Antonescu are the ones to be blamed for the slaughter of the Iron Guard. To be sure, the Guard had grown somewhat anarchical following the murder of Capitanul;[55] yet it was unlikely to be otherwise. Since even the Church had proved to be the ally of the establishment,[56] the only way out from the terrible impasse was the slogan: Trăiască moartea![57] The Iron Guard proved to be loyal to this slogan. Still it was Hitler who gave the green light to Antonescu uttering the words: Ich brauche keine Fanatiker. Ich brauche eine gesunde rumänische Armee.[58] The Stalingrad debacle may be regarded as Nemesis’ answer to whom needed only “a sound Army.”

* * *

The salient characteristic of the Greek Far Right was social; and Romanian’s was mysticism.[59] That is why the establishment saw in Codreanu a person without ‘true’ political experience, who was not able to conduct the State business.[60] Such critics are exaggerated, nay, nonsensical. The point, however, is that, if the roots of Europe’s Far Right are to be found in Russia, its most spiritual and, socially speaking, most efficient varieties are to be found in the Balkans, namely Romania and Greece. In the other Balkan countries, serious Rightist movements did not exist; for the populace saw in the Fascists the collaborators of invaders.

Albania is a well-known case; for the Communists had the peasantry’s support, because they were considered to be the only ‘serious’ Resistance fighters against the Italians. (That is why the Balli Kombëtar (= National Front) and the Legaliteti, viz. the monarchists, did not prove able to rouse public opinion.) Fascists, on the other hand, were regarded as unscrupulous people in the pay of the Italians.[61] In the former Yugoslavia, furthermore, the Far Rightist movements had a so salient nationalist character that it is not feasible to study them without taking into consideration the national/nationalist sentiments of the relevant peoples. Such a case was Bulgaria, too. The Far Right was closely associated with the Internal Macedonian Revolutionary Organization (IMRO);[62] and IMRO murdered cruelly Aleksandar Stamboliyski not for his liberal policies but because it feared the abandonment of Macedonians’ national aspirations.[63]

* * *

What are the perspectives of the Far Right in the Balkans? The answer to such a question is twofold; for the Far Right has two problems to cope with, namely Nationalism and Capitalism. Nationalism, first of all, is a leftist invention, and the evidence is Romania herself. Les quarante-huitards ont fait la Roumanie, I have been told several times by an eminent Romanian historian. He is right; but it should be never forgotten that the 1848 revolution in the Romanian lands was enthusiastically — and justly — hailed by Karl Marx, because it was a radical one.[64] And further, the Communist regimes in Europe proved to be far more nationalist than the so-called bourgeois ones. On the other hand, it is sure now that WW 2 was lost for Germany and her allies, because Fascism proved to be “too national.”[65] As a result, only if the Balkan Far Right rejects its “nationalist exclusiveness,” that is more or less nonsensical today, will it be able to become an important political factor.

Still, the Balkan Far Right has one more question to handle: its alleged association with Capitalism. Such an association proved to be all but a fraud;[66] yet the Far Right’s unparalleled ability to defend the interests of “peasants, craftsmen, workmen and petty merchants” has to be displayed orbi et urbi. But this depends on the skillfulness of the Far Right’s leaders – both present and future ones. For, all things considered, in our world Man bears the responsibility for his life.

Notes
 

[1] K. R. Bolton, “A Martyr’s Life” in Codreanu. Thoughts and Perspectives. Edited by Troy Southgate (London: Black Front Press, 2011), p. 7

[2] Ibid., p. 8.

[3] Ibid.

[4] Ibid., p. 9.

[5] Elizabeth Kostova, The Historian (London: Little, Brown, 2005), p. 395. (A charming description of Târgovişte to be found on pages 384-385.)

[6] Ibid., p. 394.

[7] That is why the Sovereign Victor Emanuel III did not sign the Decree imposing the state of war in Italy late in October 1922, and agreed that Mussolini be the Prime Minister On this very important subject, several articles have been published in the journal L’Uomo libero (Milan). See mainly: Sergio Gozzoli, “La rivolta della volontà,” No 66 (September, 2008), p. 45- 46; and also Fabio Calabrese, “Il grande equivoco,” No 70 (November, 2010), p. 69.

[8] Adolf Hitler, Riflessioni sulla religione, le chiese, il Vaticano; in Alfred Rosenberg, Introduzioni al Mito del XX Secolo, accompagnate da pagine della polemica cattolica contro il Mito (1930-1938), Genoa: Effepi, 2006, pp. 63-64.

[9] Ibid., p. 59.

[10] Benito Mussolini, “Fascismo,” Enciclopedia Italiana di Scienze, Lettere ed Arti, vol. XIV (Edizioni Istituto G. Treccani, 1932), p.847.

[11] K. R. Bolton, “A Martyr’s Life,” p. 17.

[12] Cited by Gheorghe Barbul, Memorial Antonescu. Al Treilea Om al Axei (Bucharest: Editura Pro Hitoria, 2001), p. 13.

[13] Archives of the Foreign Ministry of Greece (hereafter: AYE), 1938/A/7/2. The French translation of Codreanu’s statement is attached to the dispatch no. 201 (Bucharest, January 26, 1938) of Kōnstantinos Kollas, Greek minister at Bucharest, to the Foreign Ministry of Greece.

[14] K. R. Bolton, “A Martyr’s Life,” p. 8.

[15] Ibid.

[16] AYE, 1938, A/ 7/2, Raoul Vivika-Rōsettēs, Greek minister at Beograd, to the Foreign Ministry of Greece, No. 31883/A, Beograd, December 24, 1938; cf. Gh. Barbul, Memorial Antonescu…, pp. 42-43.

[17] I. Metaxas. To prosōpiko tou hēmerologio (= The Diaries of I.Metaxas), vol. 4. Edited by Phaidōn Vranas (Athens: Ikaros, 1960), p. 446.

[18] V. Lénine, « L’État et la révolution », Œuvres choisies en trois volumes, vol. 2 (Moscow: Éditions du progrès, 1975), p. 293.

[19] Benito Mussolini, “Fascismo,” p. 849ff.

[20] AYE, Kyvernēsē Kairou (the Cairo Government), 1942-1943, A/GE/k, Kimōn K. Kollas, Greek minister at Lisbon, to the Foreign Ministry of Greece (at Cairo), No. 951/A, Lisbon, September 4, 1942; the same to the same, No. 245/B, March 12, 1943; the same to the same (at London), No. 1164/A, Lisbon, November 4, 1943; the same to the same (at London), No. 212/A, Lisbon, March 3, 1943. His economic policy was explained in the speech he deliveredat at Braga, on May 28, 1966. (The French translation: AYE, 1966, 12.10.)

[21] AYE, 1967, 48.1, G. E. Bensēs, Greek Ambassador in Madrid, to the Foreign Ministry of Greece, No. 2075/II, Madrid, November 6, 1967.

[22] Αdolph Hitler, Mein Kampf. Translated into Greek by Andreas Pankalos and Dēmētrēs Kōstelenos (Athens: Daremas, n.d.), σ. 266.

[23] V. Lénine, « L’État et la révolution », pp. 321, 334.

[24] Cf. Karl Marx and Friedrich Engels, The Communist Manifesto. Translated into Greek by Giōrgos Kottēs (Athens: Themelio, 1982), p. 56.

[25] Cf. Roger Pereyfitte, Les ambassades (Paris: Flammarion, 1971), p. 23 : Vous devez savoir, d’ores et déjà,.qu’à Athènes la société est divisée en deux camps : royalistes et vénizélistes – on appelle encore ainsi les républicains… Moyen de les reconnaître : les royalistes sont mal vêtus, car ils sont pauvres ; les vénizélistes sont élégants, car ils sont riches.

[26] Cf. Karl Marx and Friedrich Engels, The Communist Manifesto. Translated into Greek by Giōrgos Kottēs (Athens: Themelio, 1982), p. 56.

[27] Cf. G. Ventērēs, Hē Hellas tou 1910-1920 ( = The 1910-1920 Greece), Athens: Pyrsos, 1931, vol. II, p. 272.

[28] Viktōr Dousmanēs, Apomnēmoneumata (= Memoirs), Athens: Dēmētrakos, n. d., p. 43.

[29] K. G. Zavitzianos, Hai anamnēseis tou… 1914-1922 (= His Memoirs… 1914-1922), vol. I (Athens, 1946), p. 148.

[30] Cf. V. Dousmanēs, Apomnēmoneumata, p. 43.

[31] Aus den Geheimarchiven der Entente, vol. 5 (Dresden: Carl Reisner, 1932), doc. 188: the Russian minister at Athens to the Foreign Minister of Russia, Athens, August 15/ 28, p. 126.

[32] Parliamentary Archives (London [hereafter: PA]), F/ 55/ 1/ 1.

[33] Dēmētrēs Michalopoulos, “Hē kata ton Prōto Pankosmio Polemo allēlographia tou hellēnikou vasilikou zeugous me ton autokratora tēs Germanias” (= The correspondence of the Royal Couple of Greece with the Emperor of Germany during WW 1), Anakoinōseis hēmeridos (16 Martiou 2006) gia tēn epeteio tou thanatou tou Eleutheriou Venizelou (= Proceedings of the Congress held on March 16,2006, on the anniversary of Eleutherios Venizelos’ death), doc. 27, p. 109.

[34] Général Regnault, LaconquêtedAthènes (Juin-Juillet 1917), Paris:L. Fournier, 1919, pp. 51-52.

[35] Their leaders having been arrested by the French and interned in Corsica.

[36] See the volume Hē Dikē tōn Oktō kai hē ektelesē tōn Hexi (= The Trial of the Eight and the Execution of the Six Ones), Athens: Historical Institute for Studies on Eleutherios Venizelos, 20102.

[37] Ephēmeris tēs Kyvernēseōs tou Vasileiou tēs Hellados (= Official Gazette of the Kingdom of Greece), I, No. 119 (July 20, 1922), pp. 554-555.

[38] I. Metaxas. To prosōpiko tou hēmerologio, vol. 4, pp. 446-447.

[39] Cf. Arthur Koestler, The Yogi and the Commissar. Translated into Greek by Alexandros Kotzias (Athens: Galaxias, 1969), p. 158.

[40] History of the Communist Party of the Soviet Union [Bolsheviks]. Edited by a Commission of the C. C. of the C.P.S.U. (B.), Moscow: Foreign Languages Publishing House, 1939, p. 78.)

[41] Simon Sebag Montefiore, Young Stalin (London: Phoenix, 2007), p. 205.

[42] Dimitris Michalopoulos, “The Testament of Patriarch Tikhon,” Ab Aeterno (New Zealand), issue No. 7 (April-June 2011), p. 38.

[43] PA, LG/F/206/4/10.

[44] Karl Marx and Friedrich Engels, The Communist Manifesto. Translated into Greek by Giōrgos Kottēs (Athens: Themelio, 1982), p. 48.

[45] Literally: President of the Central Executive Committee of the USSR. (AYE, 1925, A/5/VII, Iōannēs Kokotakēs, chargé d’affaires of the Greek Legation at Moscow, to the Foreign Ministry of Greece, No 2961, Moscow, November 20, 1925.

[46] Ibid.

[47] Ibid.

[48] AYE, 1925, A/5/VII, I. Kokotakēs to the Foreign Ministry of Greece, No. 2779, Moscow, October 30, 1925.

[49] AYE, 1925, A/5/VII, I. Kokotakēs to the Foreign Ministry of Greece, No. 2706, Moscow, October 20, 1925.

[50] Ibid.

[51] AYE, 1928, 65.3, L’URSS en 1927.(Written in January, 1928, by an agent of the Greek Legation at Moscow.)

[52] History of the Communist Party of the Soviet Union…, p. 288.

[53] A chilling description in A. Koestler, The Yogi and the Commissar, p. 161.

[54] Ibid., p. 294ff.

[55] Drept anachic. (Gh. Barbul, Memorial Antonescu, p.68.)

[56] Due to the Government headed by the Patriarch Miron. (AYE, 1938, 7/A/2, K. Kollas to the Foreign Ministry of Greece, No. 373, Bucharest, February 14, 1938.)

[57] Gh. Barbul, Memorial Antonescu, p.68.

[58] Ibid., p. 97.

[59] AYE, 1938, 7/A/2, K. Kollas to the Foreign Ministry of Greece, No. 373, Bucharest, February 14, 1938.

[60] Ibid.

[61] AYE, 1940, 54.1, D. Argyropoulos, Consul General of Greece at Tirana, to the Foreign Minister of Greece, No. 194, Tiranë, January 27, 1940; the same to the same, No. 366, Tiranë, February 19, 1940; D. A. Tsankrēs, vice consul of Greece at Vlorë, to the Consul General of Greece at Tiranë, No. 276, Vlorë, March 9, 1940.

[62] See Albert Londres, Les comitadjis ou le terrorisme dans les Balkans, Paris : Albin Michel, 1932.

[63] See mainly Georges Castellan, L’Albanie (Paris : Presses Universitaires de France, 1980), p. 49ff.

[64] Dan Berindei, La Revolution roumaine de 1848-1849, Bucharest : Editura enciclopedică, 1998.

[65] K. R. Bolton, Thinkers of the Right challenging Materialism (Luton: Luton Publications, 20032), p. 81.

[66] Cf. Arthur Koestler, The Yogi and the Commissar, p. 212.

Source: Ab Aeterno, no. 12, April-June, 2012


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dimanche, 19 janvier 2014

Einde vrij internet: EU en VS gaan grote concerns alle macht geven

Einde vrij internet: EU en VS gaan grote concerns alle macht geven

Britten kunnen kritische websites nu al blokkeren


Het einde van het vrije internet is nabij. In de VS, en binnenkort ook in de EU, kunnen de grote en machtige concerns binnenkort meer bandbreedte reserveren. Dat betekent dat ondernemingen die produkten willen verkopen en organisaties die mensen een bepaalde mening willen opdringen, voorrang krijgen boven onafhankelijke -lees: kritische- blogs en websites, die het niet van hun inkomsten moeten hebben. Kortom: het internet wordt de komende jaren omgevormd tot één groot propagandakanaal voor de globalisten in Brussel en Washington.

Providers krijgen binnenkort de mogelijkheid grote (internet)ondernemingen te bevoordelen. Feitelijk wordt het internet gewoon verkocht aan de hoogste bieder. Hoe meer geld, hoe meer bandbreedte, hoe vaker en sneller je boodschap bij de mensen aankomt. Kleine, onafhankelijke websites zullen worden gemarginaliseerd en weggedrukt.

Geld = toegang

Telecombedrijven vinden deze ontwikkeling fantastisch, want naast de inkomsten van de gebruikers en uit reclame, mag men nu ook geld gaan vragen voor 'voorrang' op het internet. Natuurlijk zullen overheden en regeringen vooraan staan bij het kopen van snellere websites. Dat dit niet als verhulde subsidie wordt gezien komt omdat alle grote landen eraan mee zullen doen.

In Groot Brittannië gaat men zelfs nog een stap verder bij het uitbannen van alle niet gewenste berichten en meningen, door providers de mogelijkheid te geven om kritische websites als 'esoterie' te bestempelen, en vervolgens te blokkeren.

Hou de burger dom en ongeïnformeerd

De voorrang die de Amerikaanse dataconcerns krijgen zorgt ervoor, dat de persoonlijke gegevens van de doorgaans nog steeds zeer naïeve internetter en sociale netwerker vrij beschikbaar komen en kunnen worden misbruikt door zowel bedrijven als overheden.

Het internet wordt daarmee omgevormd tot wat de TV al jaren is, namelijk een middel om de gewone man dom en ongeïnformeerd te maken en te houden. Onafhankelijke, kritische stemmen, die niet alles wat de elite de wereld in spuugt voor zoete koek aannemen, zullen langzaam maar zeker verdwijnen, mede omdat overheden steeds meer actie ondernemen om hen zwart en belachelijk te maken.

Censuur i.p.v. netneutraliteit

Censuur in optima forma, dus. De EU Commissie staat er volledig achter. Brussel heeft dan ook talrijke 'denktanks' gevormd die niets anders doen dan positieve europropaganda verspreiden. Daarnaast hebben lobbyisten van grote concerns zoals Monsanto steeds meer macht en invloed op het EU-beleid gekregen.

De petitie 'Save The Internet' wil dat de netneutraliteit gegarandeerd blijft, dus dat al het internetverkeer gelijk wordt behandeld, en niet bepaalde boodschappen voorrang krijgen boven anderen. De EU-Commissie beloofde aanvankelijk dat dit oorspronkelijke principe van het internet overeind zou blijven, maar een voorstel hiertoe werd afgewezen. Het internet wordt nu een soort kabel-TV, waarvan de inhoud wordt gecontroleerd door een handjevol aanbieders.

Eerste slag in VS tegen vrij internet een feit

Gespecialiseerde diensten -of ze nu voor bedrijven of overheden werken- brengen zo het neutrale en vrije internet in gevaar, en houden innovatie tegen. Afgelopen week werd in de VS het vrije internet de eerste slag toegediend, toen een hogere rechtbank regels die gelijke behandeling op het internet moeten waarborgen, afwees. De argumentatie was dat de overheid breedbandaanbieders als informatie-, en niet als telecomproviders ziet.

De grote provider Verizon was eind 2010 tegen de nieuwe opzet in beroep gegaan, omdat deze tegen het recht op vrije meningsuiting in zou gaan, en de grote concerns de controle geeft over welke gegevens en boodschappen op wat voor wijze op het internet verschijnen.

Geen uitleg over blokkade

Critici vrezen dat providers in de VS en de EU hun bandbreedte gaan verkopen aan de hoogste bieder. Vanzelfsprekend zullen ze hier geen inzage over hoeven geven, omdat het om 'vertrouwelijke zakelijke contracten' zal gaan. Kritische websites die plotseling niet of nauwelijks meer bereikbaar zijn, zullen dan ook geen enkele uitleg daarover krijgen, behalve mogelijk een nietszeggende verklaring over 'data overbelasting'.

'Onwetendheid is Kracht'

Conclusie: als er niets gebeurt om het te stoppen, zal het internet verworden tot een propagandakanaal van de machtige globalistische elite. Dan zal het definitief gedaan zijn met de waarheid, en zal, geheel volgens George Orwells '1984', de consument feitelijk worden volgepompt met

'Oorlog is Vrede'
'Vrijheid is Slavernij'
'Onwetendheid is Kracht'

 

Xander

(1) Deutsche Wirtschafts Nachrichten

Zie ook o.a.:

2013:
28-11: Geheim EU-akkoord: Lidstaten moeten trouw zweren aan Nieuwe Wereld Orde (/ EU gaat kritische stemmen op internet aanpakken)
16-07: Netneutraliteit EU-commissaris Kroes maakt einde aan onafhankelijk internet
11-06: DHS-insider: Obama start totalitaire internetcensuur en wereldoorlog

2012:
04-12: Einde vrijheid meningsuiting dreigt door VN-controle over internet
01-12: Wikileaks oprichter: Plotselinge totalitaire wereldcontrole via internet zeer dichtbij
10-10: EU-denktank: Drastische maatregelen om bevolking EU te controleren
02-10: Project Clean IT: EU plant totale controle over het internet

Crusade Without the Cross: The Paradox of the Greek Left

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Crusade Without the Cross:
The Paradox of the Greek Left

By Dimitris Michalopoulos

Ex: http://www.counter-currents.com

To Francis Parker Yockey
In memoriam

Following the end of the Greek Civil War in 1949, many of the defeated Communists fled to countries behind the Iron Curtain. Most of them were to die before they could see their homeland again. Those who survived in the exile, came back to Greece as late as 1975. For not all of them wanted  to compromise with the right-wing 1949-1974 regime of Greece. Still, do you know what was the first reaction of the defeated fighters upon reaching the countries of the Soviet bloc, late in the 1940s? When they were asked to take a bath for sanitary reasons, they declined; for they did not want the oil spread on their body by the Orthodox priests during the christening ceremony to be removed!

Such was the statement of a Greek Communist intellectual in Paris, in 1995. I was bewildered. I was then considered to be a “specialist” on the relations between Greece and the countries of the Eastern bloc and I thought I knew “everything” on the “colonies” that the Greek Communists had founded mainly in the “People’s Democracies” and in the Soviet Union. I knew that the Greek Orthodox clergy had supported either overtly or in veiled terms the Communist “rebellion” in Greece. Still from the Greek Church’s backing up the Communists to the latter’s desire not to “lose the oil of the christening” there was a big gulf. That is why upon my coming back to Greece, I started looking into the matter. The result of my research? My Paris interlocutor was right.

It is not possible to recount the history of the Marxist ideas in Greece, without taking into account the Greek Orthodox Church. And so for two reasons: a) The Modern Greek nationhood relies wholly upon the Church. As a matter of fact, Greek is considered to be every Orthodox Christian who “recognizes the spiritual jurisdiction of the [Greek] Patriarchate of Constantinople”;[1] and b) thanks precisely to the Greek Church, Materialism was disseminated in the Balkans and, further, was raised to “official”, i.e. State ideology in the Romanian countries long before the 1789 Revolution in France.[2]

Ac-elas.jpgThis story of materialistic ideas that were spread in the Balkans by the Greek Orthodox Church is a long (and very interesting) one. The roots are to be found in Byzantium itself. For from the eleventh century on, a revival of Platonism and neo-Platonism took place in Constantinople; and this revival led up to a kind of crypto-paganism. The 1453 capture of the Byzantine capital by the Ottomans put an end to this neo-platonic current; and Gennadius I Scholarius, the first Constantinopolitan Patriarch to be in office following the fall of the Byzantine Empire, directed the philosophical research of his flock towards the “beacon of Aristotle’s thought.” Still, this direction was to have very important consequences.

Ecclesiastical Preamble

The Greek Orthodox Patriarchate in Constantinople/Istanbul was criticized prior to the 1821-1829 Greek War of Independence very mildly by the Left, viz. the Greek Enlightenment scholars and their disciples. And for good reason; for the Greek Enlightenment, thanks to the protection of the Orthodox Church, anticipated the French one by several decades. In other words, materialist doctrines were being taught throughout Greece by Greek Orthodox . . . clergymen. And as a result the Enlightenment principles became the State Ideology in Balkan countries long before they prevailed in France.

In such a contradictory evolution, two characters assumed the key role, namely Cyril Lucar (1572-1638) and Theophilus Corydaleus (1570-1646). Both were disciples of Cesare Cremonini (1550-1631) at the University of Padua; and both wholeheartedly adopted Cremonini’s materialistic interpretation of Aristotle’s thought.[3] For if St Thomas Aquinas (1225-1274) had managed to espouse the creeds of the Roman Catholic Church with Stagirite’s teaching, it was Pietro Pomponazzi (1462-1525), professor at the Padua University from 1509 to 1512, who paved the path to the Enlightenment.

P. Pomponazzi published in 1516 his book De immortalitate animae (= On the Immortality of the Soul). He had moved at that time from the University of Padua to the one in Bologna; the impact of his book’s coming out, nonetheless, was terrible throughout Italy and even Europe. It triggered a real revolution in Christian thought; and this revolution was to culminate in 1517, i.e., merely a year later, with Luther’s Disputatio pro declaratione virtutis indulgentiarum, i.e., the famous Ninety-Five Theses.

As a matter of fact, Pomponazzi overtly disagreed in his book on the Immortality of the Soul with St Thomas Aquinas’ teaching. The latter, based on the Aristotelian intellectual production, professed that the human soul could survive separation from the body; yet Pomponazzi declared that the soul’s survival was incompatible with entelechy, i.e., the Actualizing Form, a fundamental concept in Stagirite’s thinking and teaching. The corollary was the solemnization of the belief that the human soul was tied irreversibly to the human body; and so all doors were opened to materialism.

It was C. Cremonini who crossed triumphantly the door opened by Pomponazzi. He was appointed professor at Padua University in 1591, and since the Papal jurisdiction did not encompass Padua (for it was protected by the Venetian Republic), he felt free to propagate his Aristotelian-based materialism. His enthusiastic admirers and followers saw in him Aristoteles redivivus (= Aristotle reborn), the princeps philosophorum (= Prince of the Philosophers), the genius Aristotelis (= Aristotle’s genius) and so on.[4]

The result? When Cyril Lucar, Cremonini’s student and follower, became Patriarch of Constantinople, he appointed Th. Corydaleus, also a follower of Cremonini, director of the Patriarchal Academy,[5] a prestigious institution of higher learning. Most likely it was in 1625;[6] and so Materialism came under the aegis and the virtual protection of the Greek Patriarchate, the leading one of the Orthodox Christendom. So, the Patriarchal Academy developed into the avant-garde of the European Left.[7]

That is why the “progressive mind” of the Patriarch Cyril I Lucar is nowadays enthusiastically acclaimed in Greece and in the Western countries as well. No matter that he was converted to Calvinism and even wrote a Confession of Faith clearly endorsing Protestant theses:[8] Confessio fidei reverendissimi domini Cyrilli, Patriarchae Constantinopolitani nomine et consensus Patriarcharum Alexandrini et Hierosolymitani, . . . , scripta Constantinopoli mense Martio anni 1629.[9] He was of course anathematized by an Ecclesiastical Council held in Constantinople in 1638.[10] Still, his memory remains unharmed.[11] For the Left-wing intelligentsia see in him the “Father of the Greek Enlightenment.”[12]

It is true that he founded an important printing house in 1627,[13] the first Greek one in the Levant. What is more, he was put to death by the Ottoman authorities, due mainly to accusations of the Jesuits who saw in him a bitter foe of the Roman Church. Still, the truth is that he was a Calvinist[14] and most likely a materialist.

His companion and zealous ally, Th. Corydaleus, was undoubtedly a materialist; and he did not dissimulate his ideas, though he was a Greek Orthodox clergyman. Unlike Cyril Lucar he did not suffer death at the hands of the Ottomans. Quite the contrary! He was ordained Metropolitan Bishop of Naupactus and Arta.[15] Further, he founded a school in Athens, his native city, where he continued teaching materialism shrouded in Aristotelian thought till the end of his life. He created chaos in his Metropolitan See; he became a monk in 1622 and renounced his vows in 1625; yet he was never stigmatized by the Greek Orthodox Church.[16] And the Ottoman authorities, properly “indoctrinated” by the Constantinopolitan Patriarchate, ever never bothered him.

He wrote several books that enjoyed great popularity in both Greece and the Graecized Balkan countries as well up to the late eighteenth century. Needless to say that this popularity was mostly due to the high regard the Greek clergy had for them.[17] The result? The Maurokordatos family, a rich and very influential Greco-Jewish Constantinopolitan one, managed to have Sevastos Kyminitēs, their protégé and an ardent Corydaleus’ supporter,[18] appointed as head of the Bucharest Princely Academy. This Academy, along with the Patriarchal one in Constantinople, was a renowned educational institution, one of the very few in the Balkans at that time. No sooner than appointed, S. Kyminitēs began propagating materialism rooted in Aristotle’s thought. And even though he was totally disliked by his students, he enjoyed the protection of the Maurokordatos family, was a favorite with the Patriarchal Court at Constantinople and the Ottoman authorities as well. He maintained, therefore, his post until 1702, the year of his death. The corollary was that thanks to him materialism became the state Ideology in the Romanian Lands, Walachia and Moldavia,[19] then vassal countries of the Ottoman Empire.

The Left in Independent Greece

The Modern and Contemporary Greek people is a multiracial mixture. Since acceptance of the jurisdiction of the Greek Orthodox Patriarchate at Constantinople was, in practice, the exclusive criterion of being regarded as Greek, it goes without saying that Modern Greeks are descendants of all the Balkan’s Christian nations – and mainly of Albanians, Slavs, and Romanians.[20] Civil strife flourished in such an ambiance; and democratic/socialist ideas thrived as well.

The first wholly democratic current, with obvious tendencies to turn actually into a socialist movement, was that of Theodōros Grivas, in Acarnania, viz. the south-western part of Mainland Greece. Thanks to his achievements during the Greek War of Independence, Grivas was a general of the Greek Army under Otho, the first King of Greece (1832-1862). Nonetheless, he had in view a radical change of Greece’s Statehood structures. In the framework of the revolution that put an end to Otho’s reign, in October 1862, he formed a “People’s Army” 4,500 strong, and declared he was “ready for a march to Athens” with the intention of proclaiming the Republic, endow Greece with a federal structure, and “rehabilitate the landless peasantry.” In short, he was in open conflict with the Provisory Government that assumed power after King Otho’s fall, and aspired only at establishing the so-called “Royal Republic” regime. Undoubtedly, Grivas had sympathizers in the main agglomerations of the country; that is why his “Popular Army”, wherein mostly landless peasants were recruited, struck terror among the wealthy social strata. Had he survived and put into effect his “march to Athens,” the course of the Modern History of Greece would be different. But in 1862 he was 65 years old and suffered from asthma; and he passed away on October 24, 1862 (Old Style).[21]

Rumors are going about him even today in Mainland Greece. He is said to have been poisoned by the British; and that he wanted to capture Athens in order to paint red the royal palace. Be that as it may, not only had the 1862 Grivas movement a clear-cut socialist character but many partisans of him proved to be ready to rise up in arms against the establishment.[22] It was on his ‘precedent’ that the communist uprising would be molded in the twentieth century.

* * *

The Greek Communist Party was founded on November 17, 1918 as the Socialist Labour Party of Greece.[23] It was renamed Communist Party of Greece (Kommounistiko Komma Hellados/K.K.E.) not earlier than late November, 1924.[24] From its very beginning, the K.K.E. had three key problems to cope with: a) the Macedonian Issue; b) the Trotskyite current within it; and c) the elaboration of a “revolutionary process” fit for Greece.

As for the first question, it must be kept in mind that the autochthonous population of Macedonia were Slavs; and those Slavs had often a Bulgarian national conscience. Whatever the fact of the matter, Macedonians were seeking independence; and the Greek Communists toed that very line in 1922.[25]

Such a decision, quite in accordance with the traditional/initial Marxist internationalism, was utterly disapproved by the public opinion of Greece and was abandoned at last. Pantelēs Pouliopoulos, nonetheless, the first Secretary-General of the newborn K.K.E. was put on trial and got eighteen months in prison.[26] Following his release in 1926, he was re-elected Secretary-General; yet he was at odds with the Party apparatus – already a Stalinist one. As a result he deserted the K.K.E. and founded his own Communist group,[27] baptized “Spartacus” after the journal they were publishing from 1928 on.[28]

The Greek “Spartacists” were overtly Trotskyites; and their deep disagreement with the Stalinist K.K.E. arose early in 1934. For it was then that Pouliopoulos published his book “A Democratic or a Socialist Revolution in Greece?”[29] and turned down the “revolutionary process” advocated by the K.K.E. The latter, obviously based on the Russian experience, “deserted” the workers and was seeking an alliance with the democratic bourgeois parties and, above all, the peasantry. Pouliopoulos and his Trotskyites, on the other hand, insisted on the necessity to propagate Marxism among the 100,000 “industrial proletarians,” dwelling mostly in Piraeus, the seaport of Athens.[30]

As for Piraeus, Pouliopoulos was correct: the workers there were mostly Right-wing or overtly fascists.[31] He tried, nevertheless, to indoctrinate them with Marxism’s Trotskyite variety but in vain. Meanwhile the K.K.E. concluded alliance with the Liberal Party (founded by Eleutherios Venizelos prior to World War I); yet this rapprochement accelerated the march of Greek politics towards the authoritarian government established jointly by King George II and his Prime Minister, Iōannēs Metaxas, on August 4, 1936.

Pouliopoulos, further, had a tragic end. Arrested by the Police of the authoritarian government in 1937, he declined the “offer” to leave his “homeland.” He was, therefore, imprisoned and, following the 1941 occupation of Greece by the Axis Powers, he was interned in an Italian concentration camp. At last, he was shot in 1943 by way of reprisal for a guerrilla attack against an Italian military train.[32] And an important “detail”: one of his “companions” was Andreas Papandreou,[33] who accepted the police’s offer to leave Greece, fled to the United States, became a university professor and, thanks to his American citizenship, Prime Minister of Greece in 1981.[34]

Civil Strife (1942-1949)

The authoritarian government established in August, 1936, stopped the Communist Party’s course to power. Still, the K.K.E. had one more card to play, namely the refugees who had immigrated into Greece from Turkey in the early 1920s. That was due to an agreement concluded by the two countries at Lausanne, Switzerland, in 1923, following the crushing defeat the Greeks suffered at the hands of the Turkish Nationalist Army. In the framework of this agreement, a compulsory exchange of populations was bilaterally agreed; as a result, ca. 1,500,000 people fled from Turkey into Greece.

If truth be told, this exchange had little, if any, relevance with the two involved countries. The crux was Macedonia and the framework, nay, the very basis of the machinations was the famous dogma of Sir Halford Mackinder. According to the latter’s doctrine if the “Slavs.” in practice the Russians, achieved to put under their control the seashore of Macedonia, they would “stand” as “world masters.”[35]

It is certain that Sir Halford Mackinder, one of the founders of the Jewish-run London School of Economics, announced his theory in 1904. Still, this announcement was all but a crystallization of ideas existing long before Sir Halford. For early in the nineteenth century the British Foreign Office already saw in the Ottoman Empire (that ruled Macedonia at that time) a “bulwark against Russian expansion.”[36] The collapse of this “bulwark”, nonetheless, was easily foreseen after the 1878 Berlin Congress. The corollary was that Greeks, under undisputable British influence, should be substituted for the autochthonous Macedonians. Such Greeks would come only from Asia Minor. That is why the 1923 Greco-Turkish “compulsory” exchange of populations was notified in advance by Eleutherios Venizelos as early as 1914.[37] The bulk of Macedonian Moslems (ca. 500,000 people overall) had emigrated into Turkey as soon as the Balkan wars were over. The Greeks, in essence the Christian Orthodox dwellers of Anatolia, were exhorted by the “heads” of their communities to leave their homeland (most likely upon advice of the Greek Orthodox Patriarchate in Istanbul); and so in spite of the entreaties of their Turkish compatriots to stay.[38]

Therefore, the point is that the 1,500,000 people who immigrated into Greece and used to live there in unpredictable misery, were hopeful that they would soon be back in their homeland; but in 1926 their hope proved to be vain. That is why they took up the Communist ideology. The repercussions on Greek politics would be very serious.

In fact, from the early 1920s on the electoral strength of the K.K.E. was steadily rising. From 2% of the electorate in 1929, it attained 5% in 1932, 6% in 1933 and 9.5% in 1935.[39] It was one of the strongest Communist parties in Eastern Europe; and it is an irony that Greece was the sole country to escape from the Iron Curtain.

* * *

In 1941 Greece was occupied by the Axis Powers, namely Germany and Italy. Still, in that very year, on September 27, 1941, the National Liberation Front (Ethniko Apeleutherōtiko Metōpo/E.A.M.) was founded, wherein the K.K.E. was the leading force.[40] On June 7, 1942, moreover, the “armed struggle” against the occupation troops began by the E.A.M.’s “military arm,” namely “People’s National Liberation Army” (Ethnikos Laïkos Apeleutherōtikos Stratos/E.L.A.S).[41] The latter was under a leadership of Arēs Velouchiōtēs, a fortune-hunter who soon proved to be a military genius. From 1943 on, the whole of Greece was ruled by E.A.M. and strictly controlled by E.L.A.S. The Right-wing guerilla forces were speedily and savagely exterminated. The only exception was Epirus, where there flourished a nationalist armed movement, the “National Troops of Greek Partisans” (Ethnikai Homades Hellēnōn Antartōn/E.O.E.A.), guided by Napoleōn Zervas, a commissioned officer of the (regular) Greek Army.

Needless to say that E.A.M./E.L.A.S. were particularly powerful in the very regions where the Th. Grivas’ socialist movement had taken place in the nineteenth century. Still, it is essential to insist on the fact that the Communist-run guerilla troops were substantially assisted by the Greek Orthodox clergy. Even two Metropolitan Bishops overtly adhered to E.A.M.,[42] whilst the rank-and-file of E.L.A.S. included priests in cassocks.[43] The behavior, on the other hand, of the E.L.A.S. troops towards the Orthodox clergy and, generally speaking, the Church was more than kind.[44] For the Communist-run E.A.M. used to see in the Church a pillar of its power.

Thanks to the “Revolution” proclaimed by Arēs Velouchiōtēs already in 1942, ten to seventeen Italian and German divisions were nailed down in Greece early in 1943.[45] So, towering were the ambitions of the Communists: they considered the “struggle” against the occupation troops as the “First Stage” of the “Socialist Revolution in Greece.” Yet they reckoned without their host; and in that very case the “host” was Stalin. In May, 1943, he actually dissolved the Comintern, because “he had never seriously endorsed the [Trotskyite] idea of the World Revolution.”[46] The “dissolution” was, moreover, a friendly gesture to Great Britain and the U.S.A.; for Stalin was already preoccupied with the reconstruction “of his devastated country.”[47]

Late in September, 1944, the Greek Government “in exile” at Cairo was informed that the dogma of Sir Halford Mackinder was again in force. For the British wanted a cordon sanitaire to be formed by the countries on the north-eastern Mediterranean seashore, in order to stop the “Russian expansion.”[48] Such a country was, of course, Greece; and Stalin speedily agreed not to send Soviet troops in the Greek parts of Macedonia and Thrace.[49] In the evening of October 9, 1944, Churchill had a meeting with Stalin in the Kremlin: the agreement was “formally” concluded; and the British Prime Minister stated the following on October 27, in the House of Commons:

Upon the tangled questions of the Balkans, where there are Black Sea interests and Mediterranean interests to be considered, we were able to reach complete agreement and I do not feel that there is any immediate danger of our combined war effort be weakened by divergences of policy or doctrine, in Greece, Roumania, Bulgaria or Yugoslavia and, beyond the Balkans, Hungary. We have reached a very good working agreement about all these countries singly and in combination, in the object of . . . providing . . . for a peaceful settlement after the war is over.[50]

That meant that Greece was to be held under exclusive British control and that Yugoslavia was not going to be encompassed in the “Russian sphere of influence.” As a result, the Russophile E.A.M./E.L.A.S. were abandoned – and the tragedy of the Greek Left began.

* * *

During the operations against the occupation troops, the E.L.A.S. units were abundantly supplied by the British. And when, in October, 1944, the Germans evacuated Athens, the Communists considered the time to be ripe for the power to be seized by themselves. Early in December, 1944, therefore, a huge demonstration took place in the very center of the Greek capital; yet, contrary to what was going on so far, the Police opened fire. It was the beginning of the Civil War or, according to the Communists, the “Second Stage” of the “Revolution.” Churchill was eloquent in Parliament:

So far as has been ascertained the facts are as follows: the Greek Organization called E.A.M. had announced their intention to hold a demonstration on December 3rd. The Greek Government at first authorised this, but withdrew their permission when E.A.M. called for a general strike to begin on December 2nd. The strike in fact came into force early on December 3rd. Later in the morning the E.A.M. demonstration formed up and moved to the principle square of Athens, in spite of Government ban. On the evidence so far available I am not prepared to say who started the firing which then took place. The Police suffered one fatal casualty and had three men wounded. The latest authentic reports give the demonstration’s casualties as 11 killed and 60 wounded.[51]

Moscow remained silent, nay, indifferent.[52] What is more (and strangely enough) the battle in Athens were fought not by the well-trained units of E.L.A.S.[53] but by the latter’s Athens reserves – in fact bands of ill-equipped teenagers who were literally massacred by the British troops then occupying Athens.[54] Even today the accusations of “betrayal” against the 1944 Communist’s leadership are common. Still, the facts are not yet established. Two things are clear, nevertheless: a) the head of the Athens police force at that time, Angelos Ewert, was a British agent;[55] b) the Communist leadership that fled to the U.S.S.R. after the final defeat suffered by K.K.E. armed forces at the hands of the National Army in 1949 were never trusted by Stalin and, as a rule, met a “bad end.”[56]

In January, 1945, an agreement was reached between the British and the Communist troops. The latter laid down their arms, and were given the promise that they could develop freely political activity henceforth. Yet Churchill was determined to have “no peace without victory.”[57] A reign of terror followed;[58] A. Velouchiōtēs was murdered in 1945; and exasperated the Greek Communists triggered off the so-called “Third Stage” of their “Revolution” in 1946. In practice this was one more phase of the Civil War. It was to last until the summer of 1949. The Communist Army was defeated by the well-equipped National one and thanks to Tito’s attitude as well; for the latter, after his rupture with Stalin, overtly toed the line of the Western Powers.

All that time the Russians remained silent; and their “expansion” towards the Mediterranean Sea never took place. Simultaneously, autochthonous Macedonians, of Slavic stock, regarded as “Communists” by the Greek authorities, left their homes and fled either to Yugoslavia or in other countries of the “Iron Curtain.”[59]

Greece was once more a “Western Country.”

As an Epilogue

In April, 1967, two or three days after the military coup, at 2.00’ in the night, there was a ring at the front door. I woke up at once, though I sleep very soundly; I rushed out of my room and I went to look at what was going on.

All my family was up and about: three policemen had entered our home and were searching my father’s bookcase. Needless to say that they were silly people. What were they expecting to find out? The “dangerous” books, viz. the Marxist ones, were already carried by my Mother to the house of her own parents; and no policeman had the idea to search over there. The search, however, was about an hour long; afterwards, the policemen said good bye, and left our home.

That night I slept on my parents’ bed, between my dad and my mother, although I was 15. If truth be told, I was then and there like a baby; and my father kept patting my head, in order to calm me. The day after all our phone communications (either at home or in my father’s lawyer office) were cut off. You can imagine what it means for a barrister not to be able to make a phone call. Fortunately, we were without telephone only a year. For in 1968 we had again the ‘right’ to call up. 

It was this way that my High-School classmate and daughter of a leading Communist lawyer, answered to my entreaty. I had asked her to give an account of her experience – in her capacity as member of an influential family of the Greek Left; and she described to me the “most terrifying night” in her life. Her father was the Secretary-General of the E.A.M. in Thessaly; he was sentenced to death by a Court-Martial in the 1940s and he survived thanks to personal and family connections. Yet he was tired by his bitter experience of the “lost Communist Revolution”; and a couple of years following my classmate’s “most terrifying night”, he passed away due to a heart attack.

The military coup in question was the one brought off in Greece on April 21st, 1967. It had little (if anything) to do with Fascism. It is well-established today that its main reason lay in Mackinder’s dogma. The 1967 Six-Day Arab-Israeli War, triggered off in the first decade of June, was in view long before it started. And it was clear that, following either an Arab victory (not likely) or defeat (most possible) the Soviet “presence” in the Eastern Mediterranean would be considerably increased.[60] Meantime, Greece was in a long political crisis; and the political ascendancy of Andreas Papandreou would undoubtedly pave the way for a “mass infiltration” of “Communists”, i.e., Russophile Left-wing people into the Greek State apparatus.[61] That is why the Israelis and the “military establishment” of the United States stirred up the coup and, of course, approved of it, whilst the U.S.A. Department of State disavowed it.[62]

This is the framework wherein the tragedy of the Greek Left took place. The Greek Left knew very little about Marx and Marxism. As a rule, the E.A.M./E.L.A.S. people used to see in Communism a remedy for the traumas that Greek National Life was leaving on their psyche. The refugees from Asia Minor wanted to go back to their “homes” and were frustrated by the foiling of their expectations. The peasants wished to have a less hard life. Educated people, like the father of my classmate, were seeking for the modernization and, if possible, Europeanization of the incredibly archaic social structures of Modern and Contemporary Greek nationhood. Almost the whole of them were conservative householders and good members of Greek Orthodox Church’s congregation. They were engaged in a “Crusade” in order to cure the painful paradoxes of Modern Greece. Yet they did not realize that their “Cross” was lost in the pitiless implementation of Mackinder’s Geopolitics.

Notes

[1] Correspondance du comte Capodistria, président de la Grèce, I (Geneva : Cherbouliez, 1839), p. 265.

[2] See Dimitris Michalopoulos, “The Enlightenment, the Porte and the Greek Church: A Paradox of Balkan History”, in Seyfi Kenan (ed.), The Ottomans and Europe. Travel, Encounter and Interaction (Istanbul: ISAM, 2010), pp. 449-468

[3] Ariadna Camariano-Cioran, Les académies princières de Bucarest et Jassy et leurs professeurs (Salonika : Institute for Balkan Studies, 1974), p. 181.

[4] Cléobule Tsourkas, Les débuts de l’enseignement philosophique et de la libre pensée dans les Balkans. La vie et l’œuvre de Théophile Corydalée (Salonika : Institute for Balkan Studies, 19672), p. 192.

[5] Ibid., p. 22.

[6] Steven Runciman, The Great Church in Captivity. Translated into Greek by N. K. Paparrodou (Athens: Bergadēs, 1979), p. 489.

[7] Ibid.; C. Tsourkas, Les débuts de l’enseignement philosophique…, p. 195; cf. Ariadna Camariano-Cioran, Les académies princières…, p. 181.

[8] Vasileios Stauridēs, Historia tou Oikoumenikou Patriarcheiou, 1453-sēmeron (= History of the Ecumenical Patriarchate, 1453-today), Salonika: Kyriakidēs Bros, 1987, p. 40.

[9] “Kyrillos I Loukaris” (= Cyril I Lucar), Encyclopedia Papyros-Larousse-Britannica (in Greek), vol. 37th (Athens: Papyros, 1989), p. 50.

[10] V. Stauridēs, Historia tou Oikoumenikou Patriarcheiou…, p. 49.

[11]“Kyrillos I Loukaris”, Encyclopedia Papyros-Larousse-Britannica, vol. 37th, p. 50.

[12] Ibid.

[13] V. Stauridēs, Historia tou Oikoumenikou Patriarcheiou…, p. 40.

[14] S. Runciman, The Great Church in Captivity, p. 475ff.

[15] Cl. Tsourkas, Les débuts de l’enseignement philosophique…, pp. 78-80.

[16] Ibid., p.76.

[17] Ibid., p. 103.

[18] N. Iorga, Byzance après Byzance (Bucharest : Association International d’Études du sud-est européen. Comité national roumain, 1971), pp. 212-213; Cl. Tsourkas, Les débuts de l’enseignement philosophique…, p. 173.

[19] Ariadna Camariano-Cioran, Les académies princières…, pp. 363-373, 667.

[20] Dimitris Michalopoulos, Fallmerayer et les Grecs, Istanbul : Isis, 2011.

[21] Archives des Affaires étrangères (Paris [hereafter : AAE]), Mémoires et documents. Grèce, vol. 7 (1830-1862), f. 212r.; D. Michalopoulos, Vie politique en Grèce pendant les années 1862-1869 (Athens : University of Athens/Saripoleion, 1981), pp. 52-55.

[22] AAE, Correspondance politique, Grèce, vol. 85 (novembre-décembre 1862), ff. 46v., 85r., 102v.

[23] Panos Lagdas, Arēs Velouchiōtēs . Ho prōtos tou agōna (=Arēs Velouchiōtēs. The First one in the [Armed Communist] Struggle), vol. I (Athens: Kypselē, 1964), p. 121.

[24] Dēmētrēs Livieratos, Pantelēs Pouliopoulos. Henas dianooumenos epanastatēs (=Pantelēs Pouliopoulos, an Intellectual Revolutionary), Athens: Glaros, 1992, p. 23.

[25] D. Livieratos, Pantelēs Pouliopoulos…, p. 25ff.

[26] Ibid., pp. 27-28.

[27] Ibid., p. 30.

[28] Ibid., p. 35.

[29] Pantelēs Pouliopoulos, Dēmokratikē ē Sosialistikē epanastasē stēn Hellada, Athens, 19662.

[30] Ibid., pp. 181,191.

[31] Dimitris Michalopoulos, « La Roumanie et la Grèce dans la Seconde Guerre mondiale », Revue Roumaine d’Histoire (Bucharest), tome XLIII (2004), pp. 227- 229.

[32] D. Livieratos, Pantelēs Pouliopoulos…, pp. 87-90.

[33] Andreas Papandreou, Democracy at Gunpoint. The Greek Front (Penguin Books, 1973), pp. 68, 70.

[34] Oral testimony by Aikaterinē Anastasiadou, sister of P. Pouliopoulos’ wife (1996).

[35] Orestēs E. Vidalēs, To synchrono geōpolitiko perivallon kai hē ethnikē mas politikē (= The Contemporary Geopolitical Environment and [Greek] national policy), Athens: Hellinikē Euroekdotikē, 1988, p.23ff.

[36] Theophilus C. Prousis, Lord Strangford at the Sublime Porte (1821): The Eastern Crisis (Istanbul: Isis, 2010), p. 38.

[37] Eleutherios Venizelos Papers (Athens), I/35/1, E. Venizelos to the Greek minister at Bucharest (Athens, late in 1914). Published in : Dimitris Michalopoulos, Attitudes parallèles. Éleuthérios Vénisélos et Take Ionescu dans la Grande Guerre (Athens : Historical Institute for Studies on Eleutherios Venizelos and his Era, 2008), pp. 35-36.

[38] Markos Vafeiadēs, Apomnēmoneumata (= Memoirs), vol. I (Athens : Diphros, 1984), p. 44.

[39] Sp. Linardatos, Pōs eftasame stēn 4ē Augoustou (= How did we reach on August 4th), Athens: Themelio, 1965), pp. 61, 152.

[40] Dionysēs Charitopoulos, Arēs, ho archēgos tōn ataktōn (= Ares, Leader of the Irregulars), vol. I (Athens: Exantas, 1997), p. 71.

[41] P. Lagdas, Arēs Velouchiōtēs…, vol. II (Athens : Kypselē, 1964), pp. 15-21.

[42] D. Charitopoulos, Arēs…, vol. I, 453-454; vol. II (Athens: Exantas, 2004), pp. 249, 260.

[43] Ibid., vol. I, pp. 398-400; vol. II, pp. 53-54, 249.

[44] Ibid., vol. I, p. 400; P. Lagdas, Arēs Velouchiōtēs…, vol. II, pp. 239-240.

[45] Archives of the Foreign Ministry of Greece (hereafter: AYE), Archeion presvy Athanasiou Politē (= Ambassador Athanasius Politēs’ Papers), 9, A. Politēs, Greek ambassador to the Soviet Union, to the Greek Government at Cairo, telegram No. 44, Kuibyshev, February 14, 1943; and telegram No. 123, Kuibyshev, April 8, 1943.

[46] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 9, A. Politēs to the Greek Government at Cairo, telegram No. 229, Kuibyshev, May 26, 1943.

[47] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 9, A. Politēs to the Greek Government at Cairo, telegram No. 240, Kuibyshev, June 4, 1943.

[48] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 10, the Press Office of the Greek Government at Cairo, to A. Politēs, telegram No. 617, Cairo, October Ist, 1944.

[49] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 10, the Press Office of the Greek Government at Cairo, to A. Politēs, telegram No. 422, Cairo, October 2, 1944.

[50] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 10, “The Prime Minister’s statement on the Moscow talks… Issued by the Press Department of the British Embassy”, Moscow, Saturday, October 28, 1944.

[51] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 10, “Prime Minister’s answer in Parliament…to question about incidents in Athens on December 3rd.”

[52] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 10, A. Politēs to the Foreign Ministry of Greece, dispatch 1204/E, Moscow, December 4. 1944.

[53] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 10, Dēmētrios Pappas, Greek Ambassador in Cairo, to A. Politēs, dispatch No. 6113, Cairo, December 22, 1944.

[54] Ibid.

[55] Sp. V. Markezinēs, Synchronē Politikē Historia tēs Hellados, 1936-1975 (= Political History of Contemporary Greece, 1936-1975), vol. III (Athens: Papyros: 1944), p. 56 (note 40).

[56] N. I. Mertzos, Svarnout. To prodomeno antartiko (= Svarnout. The Betrayed Guerilla), Salonika, 19846, pp. 10-11.

[57] Sp. V. Markezinēs, Synchronē Politikē Historia tēs Hellados…, vol. II (Athens: Papyros, 1994), pp. 38-39.

[58] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 11. (A file full of Tass bulletins concerning the situation in Greece.) Oral testimonies recollected by the author of these lines as well.

[59] AYE, Archeion presvy Athanasiou Politē, 11, A.Politēs to the Foreign Ministry of Greece, dispatch No. 1032/C, Moscow, September 17, 1945. (According to the Tass Agency, reliable in that case.)

[60] AYE, 1967, 2.4, “The Middle East Crisis.” Memorandum signed by D. N. Karagiannēs, ref.number GMA35-1368, Athens, August 5, 1967.

[61] AYE, 1967, 5.1, Colonel Iōannēs Sorokos, military attaché of the Greek Embassy in Washington, to the Greek Ambassador to the U.S.A., No. 1312/0009, Washington, D. C., May 10, 1967.

[62] Ibid.; Alexandros Matsas, Greek Ambassador in Washington, D.C., to the Foreign Ministry of Greece, dispatch No. 1674, Washington, D.C., May 19, 1967.

Source: Ab Aeterno no. 13, October-December, 2012.

 

 


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Viktor Orban in Moscow

 

Orban.jpg

Viktor Orban in Moscow

Pyotr ISKENDEROV

Ex: http://www.strategic-culture.org

 

The first EU-Serbia intergovernmental conference coming up in January is supposed to demonstrate the progress of Serbia's application to join the European Union. «Serbia must continue the reforms it has begun, the results of which will be a key indicator in assessing the integration process», stated the European Parliament Committee on Foreign Affairs. At the same time, in a discussion on Serbia's European prospects, members of the European Parliament hailed the local elections held in Kosovo in late 2013 as «a big step forward on the path to democracy». 

The politicization of Serbia's application to join the EU is obvious. This refers to the socioeconomic requirements being made of Belgrade and recommendations to revise the parameters of cooperation with Russia in the energy field, as they do not conform to the spirit of the European Union, the Energy Charter and the Third Energy Package. 

However, how can one talk about «nonconformity» if within the EU itself the approaches of individual countries to choosing an energy policy are increasingly different? The European Union is not a monolith. A number of its member countries have already made it clear that they do not plan to uncomplainingly follow the directives of Brussels in the energy field, although they do not call their EU membership into question (at least, not yet). At the very moment when the European Parliament members in Strasbourg were starting their discussions at their winter session, Hungarian Prime Minister Viktor Orban arrived in Moscow for a working visit... 

Over the past two decades, relations between Russia and Hungary have seen complicated periods. There have been both actions of the Hungarian government against Russian oil and gas companies (mainly against Surgutneftegaz) and attempts by Budapest to play a «double game» on the energy field. However, in the last few years relations have been improving. Viktor Orban's working visit to Moscow in January 2013 was a momentous occasion. At that time, during his meeting with Russian President Vladimir Putin, the head of the Hungarian government suggested that Russia participate in the modernization of Hungary's energy system. And now these plans are beginning to be implemented. 

According to Sergei Kirienko, the head of the state corporation Rosatom, nuclear energy is becoming an important area of bilateral Russian-Hungarian cooperation. «Negotiations with Hungary are in the active stage», stated Kirienko. This refers to Russia's participation in building two new power producing units at Hungary's Paks nuclear power plant (in addition to the existing four which were built with the help of the USSR) with a total output of 2500-3400 MW. The contract is valued at 10 billion dollars. «Over 40 percent of the work volume», according to V. Putin, «is to be done by the Hungarian side. This means that approximately three billion dollars will be allocated for supporting jobs in Hungary, and tax revenues alone will come to over a billion dollars.» 

And if one adds the agreements reached by Moscow and Budapest in late 2013 on strict adherence, regardless of possible complications, to the previously agreed-upon schedule for the construction of the Hungarian part of the South Stream gas pipeline and the start of Russian gas deliveries to Hungary in early 2017, one must acknowledge that cooperation between Russia and Hungary in the energy field is becoming a strategic partnership.

There are two main reasons for the progressive development of relations between Russia and Hungary. The first is connected with tension in the relations between Budapest and Brussels. Pressure from EU leadership on Hungary has become increasingly overt over the past few years, touching on both the state sovereignty of Hungary and the sentiments of its people. It is sufficient to recall the improvisations of German politicians with regard to the need to send paramilitary units to Hungary or the proposal discussed in the European Commission to impose sanctions on Budapest for peculiarities of Hungarian national legislation which did not please Brussels. 

In the eyes of Hungarians, all of this has significantly reduced the attractiveness, to put it mildly, of the European Commission's recommendations in other areas as well, including energy. Furthermore, why not follow the example of German business in this matter? In recent years it has been conducting an independent policy of cooperating with Russia in the energy field. This refers, in particular, to the recent withdrawal of the German energy holding RWE from the Nabucco project.

Furthermore, Russian-Hungarian cooperation has a good financial and economic basis. Russian proposals are simply more profitable, well-planned and serious than similar proposals from Western companies. This is proven by a simple fact: today Russia supplies 80% of oil and 75% of natural gas consumed in Hungary. 

As the Hungarian press acknowledges, among all the candidates for the contract, only Rosatom is prepared to provide appropriate preliminary financing for the project to develop the Paks nuclear power plant. At first the French company Areva and the Japanese-American company Westinghouse planned to take part in the tender, but Hungary never received any concrete proposals from them. The Russian corporation, on the other hand, proposed terms which serve the interests of the Hungarian side.

It must be said that Hungary's interest in developing atomic energy does not exactly suit the priorities of the European Union, where many are dreaming of a «shale revolution», which would bring Europe no less, but rather more, of an ecological threat than a nuclear plant. 

The Hungarian government's stake on the development of nuclear energy, observing, of course, all safety requirements, is an important step on a Europe-wide scale. As shown by Russia's cooperation with other countries, in particular Iran, Russian proposals fully meet safety requirements. So the energy alliance of Moscow and Budapest may serve as an example for other European countries.

Ruzie met Israël bewijst dat Obama Iran als nieuwe bondgenoot ziet

Ruzie met Israël bewijst dat Obama Iran als nieuwe bondgenoot ziet

Oud brigadier-generaal Chen noemt Kerry's plan voor Palestijnse staat 'absurd' en 'krankzinnig'


Moshe Yaalon en John Kerry. Israëlische leiders worden onmiddellijk terecht gewezen als ze kritiek hebben, maar Iraanse leiders kunnen zeggen wat ze willen, zonder ook maar enige tegenspraak van het Witte Huis.

De ruzie die de afgelopen dagen ontstond tussen de VS en Israël, nadat de Israëlische minister van Defensie Moshe Yaalon zware kritiek had geuit op zowel de Amerikaanse minister van Defensie John Kerry als diens vredesplan, laat eens te meer zien dat president Barack Hussein Obama niet langer de Joodse staat, maar Iran als belangrijkste bondgenoot in het Midden Oosten beschouwt. De Iraanse leiders kunnen immers zonder enige veroordeling van het Witte Huis de VS blijven verketteren, zoals ook deze week weer gebeurde.

'De minister van Defensie verontschuldigt zich als de minister (Kerry) beledigd was door diens woorden,' aldus de verklaring gisterenavond van het kantoor van minister Yaalon. Die had Kerry eerder 'obsessief' en 'messiaans' genoemd, en het vredesplan wat hij heeft gepresenteerd 'het papier waarop het is geschreven niet waard'.

Zowel het Amerikaanse ministerie van Buitenlandse Zaken als het Witte Huis reageerden woedend, en eisten een excuus, dat er na enkele uren ook kwam. Dat gebeurde echter pas nadat premier Netanyahu twee uur lang met minister Yaalon had gepraat. Tenslotte zag die geen andere uitweg dan zich te verontschuldigen.

Netanyahu vergeleek toenadering tot Iran rechtstreeks met Hitler

Eigenlijk was de ruzie al eerder begonnen, namelijk tijdens de begrafenis van de afgelopen weekend overleden oud-premier Ariel Sharon. In het bijzijn van vicepresident Joe Biden citeerde Netanyahu Sharons belofte dat hij nooit meer zou toestaan dat Israël en de Joden moeten betalen voor de fout van het Westen, dat in 1938 toenadering zocht tot Adolf Hitler, die ondertussen druk bezig was met de voorbereidingen voor de Holocaust tegen het Joodse volk.

De regering Obama beschouwde dit als een steek onder water naar de toenadering tot Iran, en het accepteren van de nucleaire aspiraties van dit land. In die zin was Netanyahu's kritiek zelfs directer als die van Yaalon.

De ontstane ruzie onderstreept dat Obama Israël geleidelijk aan heeft afgewaardeerd als belangrijke bondgenoot in het Midden Oosten, en de Joodse staat aan het inruilen is voor de islamitische republiek Iran. Dat blijkt overduidelijk uit het feit dat de leiders en andere officials in Teheran de VS in nog veel hardere bewoordingen kunnen blijven verketteren, zonder dat er ook maar één woord van kritiek uit Washington op komt.

Geen reactie op beledigingen en beschuldigingen door Rouhani

In september 2013 zette de Iraanse president Rouhani Obama publiekelijk op zijn nummer, door een uitnodiging voor een persoonlijk gesprek af te wijzen. Sindsdien gaat Rouhani op de Iraanse TV regelmatig tekeer tegen het Witte Huis, beschuldigt hij Obama van misleiding, en beweert hij dat Amerika en het Westen hebben gebogen voor de wil van Iran.

Deze week nog sprak viceminister van Buitenlandse Zaken Abbas Araghchi het Witte Huis rechtstreeks tegen, door te zeggen dat Obama niet de waarheid had gesproken toen hij zei dat Iran erin had toegestemd om delen van zijn uraniumverrijking te ontmantelen.

Iran mag zeggen wat het wil, Israël niet

Het Witte Huis reageerde hier enkel op door te zeggen dat het 'niet uitmaakt wat de Iraniërs zeggen, maar wat ze doen.' Die regel geldt duidelijk niet voor Israëlische leiders en officials. Zij worden bij veel minder hevig kritiek op Obama en zijn regering onmiddellijk keihard terecht gewezen. Een woordvoerder van het ministerie van Buitenlandse Zaken zei dat 'Kerry en zijn team dag en nacht werken om een veilige vrede voor Israël te waarborgen.'

Dat Kerry en zijn team hard werken is niet iets wat in Israël wordt betwijfeld. Wat men in de Joodse staat niet kan accepteren, is dat Amerika wil bepalen wat voor Israël 'veilig' is, en hoe het zich moet opstellen tegenover een nucleair Iran en de Palestijnen. De mening van Israël zelf doet daarbij nauwelijks ter zake.

Yaalon nam inhoud kritiek niet terug

Yaalon luchtte hier zijn hart over door te zeggen dat 'Kerry mij niets hoeft te vertellen over de Palestijnen. Ik leef en adem het conflict met de Palestijnen. Ik weet wat ze denken, wat ze willen en wat ze echt bedoelen. Het Amerikaanse veiligheidsplan dat ons werd voorgelegd is het papier waarop het geschreven werd niet waard.'

Met grote tegenzin moest de minister uiteindelijk zijn excuses aanbieden. Merk echter de terminologie op: '... verontschuldigt zich als de minister (Kerry) beledigd was door diens woorden.' Feitelijk bood Yaalon enkel zijn excuses aan voor het beledigen van Kerry, maar nam hij niets van de inhoud van zijn kritiek terug.

'Absurd spelletje'; Palestijnse staat 'krankzinnig'

Yaalon kreeg vandaag steun van oud brigadier-generaal Amatzia Chen, ooit lid van Sharons legendarische 101e eenheid. 'Yaalon zei duidelijk dingen. Er is hier een absurd spelletje gaande dat op een mislukking zal uitlopen. De media staan bol van politieke standpunten die zelfs niet een klein beetje overeenkomen met de realiteit.'

Chen vond het dan ook een goede zaak dat Yaalon zich heeft uitgesproken. 'Het is namelijk volkomen duidelijk dat wij geen (vredes)partner hebben. Ze proberen een land te fabriceren met een Palestijns volk - dat is een in de geschiedenis nog nooit vertoonde krankzinnigheid.'

Chen wees op de mislukking van Sharons eenzijdige terugtrekking uit Gaza in 2005. Dat leverde niet de door de Palestijnen beloofde vrede op, maar juist nog veel meer terreur. 'Zo zal het ook gaan als we Judea en Samaria evacueren. Dat moeten we zelfs niet eens overwegen.' (2)


Xander

(1) DEBKA
(2) Arutz 7

Zie ook o.a.:

14-01: Ruzie VS-Israël na zware kritiek minister Defensie op Kerry's vredesplan
14-01: VS weigert Israël details over deal Iran, dat onmanteling kernsites ontkent
13-01: Hamas: Israël volgens islamitische profetieën over 8 jaar vernietigd
09-01: Iran negeert alle afspraken Genève, bevestigt streven naar kernwapens (/ Opperleider Khamenei noemt Verenigde Staten 'satanisch')
09-01: Oude islamitische tekst bewijst dat imam Mahdi reeds aanwezig en actief is
07-01: Abbas' Fatahpartij: Vernietiging heel Israël einddoel van vredesverdrag

2013:
20-12: Hoge Palestijnse official: Ja, wij steunden volmondig de Nazi's
18-12: Iran: Genève-akkoord betekenisloos, mogelijk nog 20 jaar onderhandelen
13-12: Geen bezwaar VS en EU tegen Iraanse (kern)raketten die Israël kunnen raken
02-12: Deal met Iran: Vervult Obama islamitische profetie over wegbereider Mahdi?
26-11: 'Obama belooft Iran status als 7e wereldmacht'

Romualdi

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Proust et Céline

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Proust et Céline

 

par Marc Laudelout

 

   Opposer Proust à Céline aura été une constante de la critique depuis près d’un siècle. Dès 1932, Léon Daudet écrivait ceci : « Proust, avec toute sa puissance, que j’ai célébrée un des premiers, c’est aussi un recueil de toutes les observations et médisances salonnières dans une société en décomposition. Il est le Balzac du papotage. De là une certaine fatigue dont M. Céline  va  libérer sa génération ¹. » Céline lui-même s’est voulu en quelque sorte l’antithèse de celui qu’il considéra parfois comme un rival. Mais les auteurs d’un récent Dictionnaire amoureux de Proust ² ont tort de croire qu’il n’a jamais varié dans ses appréciations. Il fut un temps où Céline se devait de s’opposer à lui pour édifier une œuvre aussi émotive que celle de son illustre aîné mais assurément moins bavarde, ou à tout le moins ne se perdant pas dans les dédales d’une infinie introspection. À la fin de sa vie, Céline admettra que « Proust est le dernier, le grand écrivain de notre génération ³ », ce qui n’est tout de même pas rien. L’un des co-auteurs de ce dictionnaire note que les ressemblances entre les deux œuvres sont plus grandes qu’on ne le croit généralement. Et d’affirmer, par exemple, que la compassion de Bardamu à l’égard du sergent Alcide s’applique exactement à celle éprouvée par le baron de Charlus envers les soldats de la Grande Guerre. Et que le fameux aphorisme célinien, « La grande défaite, en tout, c’est d’oublier », est une phrase que Proust aurait pu signer, voulant dire par là que tous deux détestent l’oubli – ce qui n’est pas faux mais n’a rien d’original.

 

   Voilà un rapprochement qui aurait le don d’exaspérer l’inénarrable Charles Dantzig, proustolâtre éperdu et anticélinien primaire. Anxieux, il imagine, dans un avenir proche, l’équivalent (anti)proustien du Contre Céline qui nous fut infligé il y a une quinzaine d’années : « J’ai été frappé au moment d’une querelle littéraire contre le réalisme, que j’ai eue il y a quelques mois, de voir qu’on s’en servait pour défendre Céline au détriment de Proust. Dans les temps haineux qui se sont réveillés, je ne serais pas surpris si, dans cinq ans, paraissait un pamphlet contre Proust, la mollesse et la décadence. Et on regrettera alors ce qui, rétrospectivement, sera devenue une époque. L’époque “Proust friendly”  4». Allusion, on l’aura compris, à l’expression « gay friendly » chère à l’auteur ; « les temps haineux » évoquant les manifestations contre « le mariage pour tous ». Cela étant, c’est méconnaître l’œuvre célinienne que de la réduire au « réalisme » ; hier au « populisme ». Déjà dans un de ses bouquins, ne faisait-il pas sien le commentaire navrant d’un Malraux vieillissant qui comparait la verve de Céline à celle d’un chauffeur de taxi ?  Ailleurs il qualifie  Céline et Beethoven  de  « génies  des adolescents incultes 5» [sic]. Lorsque la bêtise culmine à ce point, on demeure sans voix.

 

Marc LAUDELOUT

 

1. Léon Daudet, « L.-F. Céline : “Voyage au bout de la nuit” », Candide, 22 décembre 1932.

 

2. Jean-Paul et Raphaël Enthoven, Dictionnaire amoureux de Proust, Plon / Grasset, 2013. Voir les propos du second [sur Proust et Céline] recueillis par Philippe Delaroche, « L’autre questionnaire de Proust », Lire, n° 419, octobre 2013, p. 8. Sur les deux auteurs, voir le portrait qu’en dresse Emmanuel Ratier dans Faits & Documents, n° 368, 15 décembre-15 janvier 2013 (B.P. 254-09, 75424 Paris Cedex 09).

 

3. Jean Guenot (éd.), Céline à Meudon (Transcription des entretiens avec Jacques d’Arribehaude et Jean Guenot), Éd. Guenot, 1995.

 

4. Charles Dantzig, Émission « Secret professionnel » (Du côté de chez Swann), France Culture, 6 octobre 2013. Cette émission peut actuellement être écoutée sur le site internet de France Culture.

 

5. Idem, Encyclopédie capricieuse du tout et du rien, Grasset, 2009.

Complicated situation around Iran and the KSA

 

Complicated situation around Iran and the KSA

The situation around Iran continues to be quite difficult, despite significant progress in the normalization of relations between the West and Iran and the achievement of an interim agreement on the Iranian nuclear program in Geneva on November 24 at a working meeting of the “six” international negotiators and a Tehran delegation. President Rouhani failed to gain the immediate trust of the USA and its allies with his major changes to the accents of Iran’s foreign policy, although the process proceeded in the right direction relatively quickly.

The fact is that much of the negative role, being played in Washington, comes from the Republicans and other conservative forces sitting in the US Congress. First, they approved a list of 19 individuals and entities that fell under sanctions for involvement in Iran’s nuclear program, which forced the Iranian delegation to leave the conference room in Geneva on December 13, since the interim agreement of November 24 provides for the non-imposition of any additional sanctions against Tehran. Then, a group of senators prepared a list of new sanctions against Iran in late December, if negotiations on the nuclear issue reached a deadlock. In response, Iranian parliamentarians prepared their list of appropriate measures that could be applied in case the U.S. toughened its position and the negotiations were derailed. Although it is clear that President Obama himself is interested in the successful completion of the Geneva process, since this would contribute to significant freezing of the Iranian nuclear program, the normalization of relations with Tehran, and allow Washington to continue on a course aimed at reformatting its policy in the Middle East, which started in October 2013.

That is when the U.S. Administration finally realized the fatality of placing its stakes on supporting those forces in the Arab world that assisted radical Islam, extremism and even terrorism, by financing and providing military assistance to organizations and groups affiliated with al-Qaeda or currents even more radical in their ideologies. Their goal is to transform the Arab world into a radical Wahhabi Caliphate. Moreover, it was only this example of a bloody war in Syria that made American strategists realize this fact, and they started developing new approaches to their policy in the region. This explains the change of attitude towards Iran, which can become a real counterweight to the aggressive policy of Saudi Arabia, even more so, since the oil dependence of the U.S. economy has been substantially reduced after the “shale revolution”, and the importance of the Wahhabi Kingdom has decreased as well, in terms of the world’s energy supplies.

At the same time, American and European companies are interested in participating in the modernization of the Iranian economy and the development of large oil and gas projects that were frozen because of the sanctions. In addition, Iran is a very large market, given its 70 million people and solvency thanks to vast oil and gas resources of this country. Their development, especially the South Pars Gas Field, will require tens of billions in investments and the latest technologies, including for the creation of facilities for liquefying gas for export. Iran’s power industry, industrial sector, telecommunications, and transport infrastructure have huge investment opportunities. In other words, this is a very tasty area for Western business, which is much more promising than the economies of the GCC countries, where labor resources are limited.

Thus, Saudi Arabia became nervous as it realized that its place as the main strategic ally of the USA in the Persian Gulf might soon be taken over by Iran. The more so, knowing that Tehran played this role in the 1970s under the Shah’s regime. Moreover, if one considers Iran’s powerful armed forces, which will surely be modernized, one can understand what Riyadh is afraid of – a complete change in the regional balance of forces, where Saudi Arabia will fall into the shadows of Iran and Iraq.

Nevertheless, instead of making steps towards Tehran, the stubborn and conservative aging leaders of the KSA started, simply saying, to “play dirty tricks” through the development of an entire network of anti-Iran intrigues. At first, the Saudis tried to push Israel into joint strikes against Iran’s nuclear facilities. Then, when this idea had failed, Riyadh decided to put together an anti-Iran military bloc by transforming the GCC from an economic and political union of Arabian monarchies into a military alliance. At the last summit of the organization in December in Kuwait, the Saudis put forward a proposal to create a sort of a “Gulf” NATO to deter Iran. Although, as it is well known, Iran never attacked its neighbors during its modern history after the Khomeini Revolution, but only fought to repel the aggression of Iraq, started in 1980 at the instigation of Saudi Arabia, the GCC countries and the United States.

So far other members of the Council – with the exception of Bahrain, whose royal regime entirely depends on Saudi bayonets (Saudi troops were brought to the island in February 2011 to suppress actions of the Shiite majority population) – are reacting coolly to all this. Only a kind of military command was established, but there are no common armed forces. Moreover, small Arab principalities of the Gulf will hardly wish to worsen their relations with Iran, at the time when this country is coming out of Western isolation.

Moreover, Riyadh revived talks of a regional missile defense system called “ParsPRO” to repel possible missile and air strikes on the GCC from Iran. Its components, based on the purchase of the “Patriot” systems, would be placed virtually everywhere – from Kuwait to Qatar and the UAE. At that, they planned to spend up to $20 billion for just the first phase. Moreover, this was done despite the fact that in early December, the Iranian Foreign Minister Mohammad Javad Zarif visited four Gulf countries and put forward a number of interesting initiatives to strengthen stability and security in the Gulf, which received positive feedback from Kuwait, Qatar, UAE and Oman.

In any case, we can be sure that Tehran can overcome the remaining difficulties in the coming period and make a leap forward, despite the machinations of Saudi Arabia and the pressure of the pro-Israel lobby in Washington. Russia understands this, and is getting ready to expand its cooperation with Iran – a country that is a friend of the Russian Federation. It is no mere chance that Russian Foreign Minister Sergey Lavrov made an official visit to Tehran in mid-December, and that the capital of Iran hosted a meeting of the Joint Intergovernmental Commission on Trade, Economic, Scientific and Technical Cooperation.

Viktor Titov, PhD in History, a political observer on the Middle East, exclusively for the online magazine New Eastern Outlook.

Western and Gulf barbarity

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Western and Gulf barbarity: Iraq and Lebanon can go to Hell providing Syria falls

Jibril Khoury and Walter Sebastian

Modern Tokyo Times - http://moderntokyotimes.com

The political leaders of America, France, Qatar, Saudi Arabia, Turkey and the United Kingdom should be held accountable for helping to spread terrorism, Salafi indoctrination and boosting the cause of Takfiri Islamist who rejoice in killing fellow Muslims and non-Muslims. It is also abundantly clear that in order to destroy Syria that major Gulf and Western powers care little about destabilizing Iraq and Lebanon because violence and tensions are on the rise in both nations. Of course, you have other players like Jordan implementing anti-Syrian policies alongside Kuwait and other Gulf states which are involved in the venture to crush the Syrian government. Likewise, Libya is a go-between in the Levant for sending military hardware and untold numbers of terrorists have entered Syria from this country and other regional nations like Tunisia in North Africa.

Lee Jay Walker at Modern Tokyo Times says: “Ironically, the Obama administration believes that it is fine to enter talks with the Taliban in Afghanistan via the terrorist sponsoring nation of Qatar. Therefore, the Obama administration which supports homosexual and female rights in America now wants open dialogue with the Taliban which supports killing apostates to Christianity, killing homosexuals, stoning women to death for adultery – and so forth. This isn’t so surprising because the Taliban is the real mirror of Saudi Arabia but of course Gulf nations are much more dangerous because they export Salafi hatred all over the world based on their petrodollars. However, it is strange that open talks with the secular government of Syria is shunned by America but being allies with Islamist apartheid forces in Saudi Arabia and talking to “year zero Islamists” in Afghanistan is fine.”

Turning back to the crisis in Syria then it is clear that outside nations care little about the consequences engulfing Iraq and Lebanon. After all, by funneling more military arms to various groups of terrorists within the so-called Free Syrian Army (FSA) and other al-Qaeda affiliated terrorist groups; then clearly the consequences of this were bound to reverberate into Iraq and Lebanon. Despite this, and with the deaths of thousands of American, British and other allied troops in Iraq, it now seems that these troops were mere fodder. This is based on the reality that al-Qaeda affiliated groups have not only gone back into areas they were forced out of in Iraq but now they are also stretching their dangerous tentacles to Lebanon and Syria.

Indeed, under the current Obama administration and the governments of France and the United Kingdom, a whole array of terrorist groups have more space to move because of the collective policies of the above troika of destabilizing powers. Al-Qaeda and other terrorist groups are now moving easily from Iraq to the Levant and have greater freedom in many parts of North Africa and West Africa. At the same time, Salafi Islam is spreading because of nations like Kuwait, Qatar and Saudi Arabia therefore Sufi shrines are being destroyed by Islamists which hate religious diversity in Libya, Mali and Somalia. Alongside this you have state sponsored indoctrination being spread to the Middle East and parts of Africa – and much further afield – whereby Christians can be hunted down like wild animals in Somalia by the al-Shabaab because of Gulf petrodollars and religious channels emanating from the Gulf region. In this sense, America and the United Kingdom are openly siding with the Islamist Salafi objectives of major Gulf powers. Not surprisingly, Ethiopia, Kenya, Nigeria and Uganda are keeping a watchful eye on events.

All major regional powers and Western nations understand that Iraq and Lebanon are very fragile therefore events in Syria will spiral out of control. Yet this reality doesn’t enter the agenda at the moment because the only goal is to destroy Syria at all costs providing the government is overthrown. The elites in the Gulf and West care little about the reality of what happened to Afghanistan, Iraq and Libya because they are not blind to reality. Therefore, their collective actions against Syria are not only barbaric against this nation but they are also notifying Iraq and Lebanon that they can go to hell.

Currently Lebanon isn’t anywhere near like Iraq and Syria but the omens are not looking good because dangerous Takfiri forces backed by outside nations are intent on spreading sectarianism in this country. Recent history in this nation points to a very delicate balance because you have many different religious sects. It is therefore extremely barbaric that outside nations are flooding Syria with terrorists, mercenaries, military weapons and are enabling Salafists to spread sectarianism. Not surprisingly, the monthly death rate is once more in the thousands in Iraq because al-Qaeda affiliated groups, military weapons and enormous indoctrination is mirroring what is happening in Syria. This collective chaos is being backed by Ankara, Doha, London, Paris, Riyadh and Washington – and others within the Gulf.

Hatred towards the Shia within the Takfiri and other Sunni Islamist camps is extremely hostile.  Abu Muhammad al Adnani in early 2012 (Al Qaeda in Iraq) stated “So, Iraq, Iraq, O people of the Sunnah. Stop the black extension that is coming towards you. Cut off the head of the [Shi'ite] snake, the tail of which is amongst you. Know that the coming stage is a stage of real confrontation and war against the despicable [Shi'ites], whether you like it or not, and that the war of the Sunnis with the [Shi'ites] is not a sectarian war, like people are braying about. A sect is part of something, and the [Shi'ites] don’t have anything to do with Islam; they have their own religion and we have our own. The war of the Sunnis with the [Shi'ites] is a religious war, a holy war of faith, a war of faith and unbelief, a war of idolatry and monotheism. There is no way out of it and there is no swerving from it. The [Shi'ites] know this well.”

The above mindset is being openly supported by leading Gulf powers and the CIA, MI6 and other covert agencies are linking many terrorist ratlines in order to send military arms to religious fanatics and terrorists in Syria. Libya is a powerful nation for manipulation because central forces have been destroyed and the NATO, mercenary and terrorist chain is strong. Meanwhile, Turkey is a major conduit whereby weapons from a host of nations are openly manipulating the border area and likewise Lebanon is of strategic importance for nations supporting terrorism, sectarianism and sedition.

Iraqi nationals must be wondering what they did because minorities like the Christians and Mandaeans have been cleansed in many areas under the watch of America, the United Kingdom and other allied forces; untold numbers of Muslims have been killed because of terrorism and sectarianism; and other powerful brutal realities. Now, once more, Iraq is being undermined by the policies of Ankara, Doha, London, Paris, Riyadh and Washington – and other Gulf nations. Therefore, it is abundantly clear that the lives of Iraqi and Syrian nationals are cheap to the above ruling elites in their respective nations. Given this reality, Iraq, Lebanon and Syria fear the worse because Takfiri Islamists – combined with Western intrigues and the support of international terrorism – is without doubt the most dangerous unified force for any nation and region to face.

Over forty years ago major Gulf powers, Western nations and Pakistan supported the same Islamist thought patterns many decades ago in Afghanistan. The legacy of this reality is still causing mayhem in Afghanistan today while Pakistan managed to destabilize itself. Women are now in the shadows, terrorism is rampant in Afghanistan and Pakistan, the Shia are slaughtered in Pakistan on a regular basis, non-Muslims have no rights in Afghanistan and apostates face persecution – and religious bigotry is part and parcel of modern day Pakistan. In other words, it is a nightmare because Sunni Islamist terrorist groups in Pakistan kill Shia Muslims in mosques, kill girls for studying, attack hospitals and even kill people during funeral processions.

The above madness in Afghanistan and Pakistan was created by the combined forces of major Western and Gulf powers alongside Pakistan playing a very dangerous game. Secret services including the CIA, MI6 and the ISI therefore spread untold mayhem and of course this also laid the foundations for September 11. Therefore, major powers understand what they are doing in Syria and they know the repercussions of Afghanistan; this reality means that Iraq and Lebanon can go to hell providing they remove the Syrian government. Sadly, the same barbaric nations escape international criminal courts because they play by the rules they created.

Lee Jay Walker gave guidance to both main writers

leejay@moderntokyotimes.com

http://moderntokyotimes.com

Le défi de la connaissance compétitive

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Le défi de la connaissance compétitive

Ex: http://www.infoguerre.fr

Notre vie sociétale consacre-t-elle véritablement cette intime foi dans la recherche permanente de connaissances qui ne saurait être un simple individualisme mais devrait être considéré comme un actif intellectuel inscrit au service de l’intérêt général de toute nation européenne, même si ce dernier est aujourd’hui tributaire des soubresauts financiers d’une économie mondialisée.
En regard de ce monde où compte davantage l’intérêt du rendement productif et des plus-values spéculatives, l’économie de la connaissance ne demeure-t-elle pas, au même titre que la valeur du travail, une garantie tout autant de développement humain que de puissance économique.

Aussi, dans une Europe des nations en proie à la crise du « sauve qui peut », engendrée par le sauvetage des banques et des institutions financières depuis 2008, l’urgence politique est bel et bien aujourd’hui la remise « en ordre de bataille » de toutes les synergies de la connaissance (stratégie de Lisbonne) pour assurer la pérennité d’une prospérité individuelle au sein d’une économie européenne transnationale.
Cette exigence politique doit conduire les pays européens à s’inscrire non pas dans une conception de toute puissance publique avec une approche dogmatique d’excellence pour ses seules institutions administratives, d’enseignement supérieur et de recherche mais davantage dans une logique de soutien en simple autorité facilitatrice, ambassadrice de l’offre de services et de coopération ouverte dans les domaines de la Connaissance et de la Recherche, qui sont irrémédiablement enclin à construire les axes stratégiques de développement économique de demain.

S’agissant tout particulièrement de la France, elle devrait d’abord déconstruire cette implacable logique d’excellence parisienne qui favorise l’inexorable désolidarisation territoriale dans la valorisation des savoirs au détriment de l’intérêt national et en se faisant, de s’assurer également de l’impérieuse nécessité de la mise en œuvre d’un véritable multiculturalisme de la connaissance (interdisciplinarité et pluridisciplinarité) dans le choix de construction des pôles régionaux de compétitivité économique et d’enseignement supérieur. Pour cela, il est nécessaire de rompre avec cette culture technocratique qui, fondée sur la toute puissance administrative, le corporatisme (dévoiement élitiste) et le culte du diplôme, des titres et des décorations, consacre pour chaque création de poste d’emploi dans le secteur public, la destruction directe de deux emplois dans le secteur privé. Ce qui constitue d’ores et déjà une réelle problématique économique à ce même niveau régional de gouvernance territoriale puisque l’ensemble des effectifs publics de nos collectivités locales a augmenté de près de 175 % sur les 10 dernières années.

En définitive, cette crise économique qui a traversée tout le continent européen nous a très vite rappelé que la Recherche et l’Innovation, dans un élan de tertiairisation des économies nationales, étaient les principaux moteurs de la croissance économique nécessaire au rétablissement de la compétitivité européenne (des nations) et au rééquilibrage des rapports de force entre les puissances économiques. A titre comparatif, les Etats-Unis d’Amérique, première puissance économique mondiale, reste une source de référence en la matière. Outre la stratégie de « coopétition », les actions de Recherche et d’Innovation sont concentrées sur seulement 3% des quelques 4 400 établissements américains de l’enseignement supérieur. Le fonctionnement du secteur de l’économie de la connaissance s’appuie d’une part, sur une émulation concurrentielle (comprenant une politique assumée de recrutement international, « Brain drain ») et d’autre part, sur un mode de financement majoritairement à caractère privé (donations, frais d’inscription, entreprises). Ce dernier oriente les développements en matière de Recherche et d’Innovation compétitives. Dans ce contexte, culturellement entretenu, le bienveillant Etat fédéral étatsunien joue un rôle proactif d’accompagnement et d’appui à la réussite des débouchés commerciaux comme à celle de la veille et de l’influence socioculturelles et économiques, sans devoir jamais exclure toute réussite du « self made man ».

Ainsi, nos freins socioculturels(1) nationaux, sous l’influence lobbyiste et des castes, au sein d’une Europe économique transnationale, permettent-ils encore de croire tout autant à la réussite individuelle qu’à la prospérité de la France et de toute la zone continentale, sans d’ailleurs s’enfermer dans une éternelle logique de prérogatives administratives publiques, de désintérêt entrepreneurial et de restrictions réglementaires dans le périmètre de l’économie de la connaissance (capital immatériel), recouvrant les champs à forte valeur ajoutée que sont la Recherche et l’Innovation. Cette forte valeur ajoutée elle-même assise sur une politique de veille (créative) et de gestion tant des connaissances que des relations interculturelles.

*****

Extrait de la publication « Le socioculturel à l’épreuve des TIC : les éléments d’un alignement avec la stratégie d’entreprise » de Mounim BELALIA, Doctorant Chercheur au CREPA, Université Paris Dauphine.

1. La culture nationale :
Dans l’étude de (Hofstede, 1991), l’auteur se base sur la comparaison de 64 filiales de la firme IBM et identifie quatre facteurs qui expriment 49% de la variance des données et représentent la dimension nationale de la culture :

  • La distance hiérarchique qui signifie le degré des inégalités sociales, y compris les relations avec les autorités ;
  • Le degré d’individualisme, versus collectivisme, qui caractérise les sociétés dans lesquelles les liens entre les personnes sont lâches ;
  • Le degré de masculinité qui fait appel à des valeurs communément associées dans les pays à l’homme comme la performance, le succès et la compétition. Cela s’oppose à la féminité qui regroupe des valeurs comme les relations personnelles, le service, le soin apporté aux faibles et la solidarité ;
  • Le contrôle de l’incertitude qui réfère au degré de préférence des situations structurées par rapport aux non structurées.
  • Dans une étude ultérieure, l’auteur fait appel à une analyse du comportement des étudiants dans 23 pays et ajoute un cinquième facteur : l’orientation sur le long terme qui décrit la vision centrée sur le futur tandis que l’orientation court terme porte sur le passé et le présent (exemple du respect des traditions et obligations sociales).

2. La culture du groupe d’appartenance :
Dans ce niveau de culture, l’auteur identifie des facteurs liés à l’appartenance régionale, ethnique, religieuse ou linguistique qu’il considère à l’origine de différences à l’intérieur d’un même pays. Il donne l’exemple des Etats-Unis dont la société est composée d’immigrants et fournit à la fois des variétés d’assimilation et de conservation d’une identité de groupe.
Il est donc à retenir trois facteurs relatifs à ce niveau de culture :
a. La culture régionale ;
b. La culture ethnique et religieuse ;
c. La langue.

3. La culture d’entreprise :
L’étude de (Hofstede, Neuijen, Ohavy et Sander, 1990) analyse les comportements quotidiens des employés issus de 10 organisations différentes dont 5 au Danemark et 5 aux Pays-Bas. Les résultats des statistiques établies par les auteurs révèlent six dimensions de la variance inter- organisationnelle : 

  • L’orientation processus tournée vers les procédures et méthodes, ce qui est le cas des organisations mécanistes et bureaucratiques. A l’opposé de cette vision, on trouve l’orientation résultat tournée vers les objectifs organisationnels et stratégiques et ayant pour modèle l’organisation organique et innovante ;
  • L’orientation emploi qui prend en considération le bien-être des salariés, versus job qui s’intéresse plutôt à l’efficacité du travail et dépend des compétences individuels ;
  • L’ouverture du système qui renvoie à la fluidité de l’information et la facilité de la communication entre les salariés dans les niveaux hiérarchiques de l’entreprise ;
  • Le degré de contrôle dans l’organisation qui signifie le degré de tolérance de cette dernière vis-à-vis des préférences individuelles (Cabrera et all., 2001) ;
  • La dimension professionnelle de l’organisation qui signifie que les employés s’identifient à leur profession et métier plutôt qu’à leur entreprise ;
  • La conformité aux exigences institutionnelles qui renvoie à la propension de l’organisation à adhérer au « politiquement correct », et qui constitue l’antithèse du pragmatisme visant à répondre d’abord aux contraintes du marché et besoins des clients.

Note

(1) Le « socioculturel » se définit selon une grille d’analyse qui se décompose en trois niveaux : la culture nationale, la culture du groupe d’appartenance et la culture organisationnelle.

samedi, 18 janvier 2014

Erdogan in Trouble but Gulen and CIA Intrigues need containing

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Turkey in crisis: Erdogan in Trouble but Gulen and CIA Intrigues need containing 

Nuray Lydia Oglu and Lee Jay Walker 

Ex: http://www.moderntokyotimes.com - Modern Tokyo Times

The grand ambitions of Recep Tayyip Erdogan are unraveling in many directions because the Prime Minister of Turkey is suffering from many internal convulsions which are rocking this nation.  Several years ago it appeared that Erdogan could continue to abuse many excesses based on the strength of the Justice and Development Party (AKP). Therefore, Erdogan’s Islamist dream and “Ottoman mirror” had a powerful swagger, whereby he perceived himself to be the “new father of Turkey” providing nationals followed his conservative and Islamist agenda. Yet now, the AKP is starting to look fragile and increasingly authoritarian under Erdogan.

In saying this, it is clear that Fethullah Gulen is no savior because just like Erdogan he also wants to pull the strings. Equally important, both individuals share the Islamist dream of crushing progressive forces in Turkey. Indeed, in the past Erdogan and Gulen were playing the same tune.

Regionally, the grand designs of Erdogan have literally bitten the dust because of the meddling of Turkey. After all, only Erdogan could disillusion Egypt, Iraq, Iran, Israel, Syria, and other nations. Also, with Erdogan being determined to overthrow the government of Syria, then not only did he turn a blind eye towards international jihadists and covert operatives; but, more alarmingly, he avidly tolerates and encourages brutal sectarian and terrorist forces against secular Syria. Therefore, the image of Turkey is suffering greatly throughout the entire region because Erdogan can’t stop meddling and upsetting regional nations.

Re-focusing on the current scandal in Turkey then clearly the Erdogan boat is rocking. Baha Gungor, Deutsche Welle, says: “Erdogan has made the same mistakes as many autocrats before him. He has come to see himself as infallible, tolerating criticism of his policies less and less. Journalists, intellectuals and politicians who see things differently have been locked up. Large swaths of the army’s former leadership were handed harsh jail sentences for allegedly planning a coup.”

Indeed, it is clear that 2013 witnessed many shortcomings for the leader of Turkey because Erdogan kept on piling on more judgments of errors. This was clearly apparent during the Taksim Square crisis because Erdogan issued harsh statements about the demonstrators. Also, excessive force against demonstrators and his unapologetic stance meant that Turkey was becoming even more divided.

Serious allegations by the end of 2013 related to money laundering, the smuggling of gold, major bribes – and other areas related to corruption – equated to a huge downturn in the domestic fortunes of Erdogan. Not only this, the ramifications for the economy is now being felt. This is clearly apparent because now the Turkish lira is fairing miserably with the US dollar and the Euro.

Yet the current internal struggle of Islamist powerbrokers between Erdogan and Gulen is alarming. After all, under the Obama administration in America it is clear that a pro-Muslim Brotherhood agenda existed whereby Egypt was going to be the grand experiment. Luckily, the masses in Egypt rose up against the Muslim Brotherhood putsch for usurping state institutions in order to turn the clock back. However, the dream is still alive and kicking and not surprisingly Gulen is based in America just like the leading Islamist in Tunisia resided in the United Kingdom prior to returning. Therefore, the erratic behaviour of Erdogan must have set off some alarm bells in Washington and it would appear that Gulen is now being readied for the next stage in the unraveling of secularism in Turkey.

It must be remembered, that Afghanistan and Iraq had secular governments prior to America and the United Kingdom meddling into their respective internal affairs. Indeed, America also welcomed Sharia law in Sudan in the early 1980s despite the outcome of this policy being detrimental for Animists and Christians in Sudan. Likewise, Sharia law and the jihadist threat followed on the coattails of America, France, the United Kingdom and several Gulf powers in Libya. In other words, a natural reality is emerging whereby Western powers are siding with the Islamist agenda. This can also be witnessed in Syria whereby the usual players in the Gulf and West are siding with sectarian and terrorist forces. The knock on effect is also the crushing of Christianity in Syria just like what happened in Iraq and Kosovo. Similarly, Coptic Christians were expendable in Egypt because of the intrigues of Washington and London. However, just like the crisis in Iraq it is clear that Saudi Arabia doesn’t want the Muslim Brotherhood too close to home just like this nation didn’t welcome the loss of Sunni power in Iraq.

Family Security Matters says: Osman Nori, the retired head of Turkish intelligence, recently alleged that the Gulen movement has served as a front for US intelligence by sheltering 130 CIA agents in its schools throughout Kyrgyzstan and Uzbekistan.”

“This claim collaborates the testimony of Sybil Edmonds, a former FBI translator and celebrated whistleblower. Ms. Edmonds says that Gulen and his movement began to receive vast sums of money from the CIA in the wake of the collapse of the Soviet Union, when US officials realized that they could not obtain control of the massive energy resources of the newly created Russian republics because of a deep-seated suspicion of American motives.”

“The CIA, Ms. Edmonds maintains, came to view Turkey as a perfect “proxy” for US interests since it was a NATO ally that shared the same language, culture, and religion as the other Central Asian countries. But centralized control of these republics, she points out, could only be actualized by the creation of the Pan-Turkish nationalism and religion, envisioned by Gulen and his followers. And so, according to Ms. Edmonds, the CIA became Gulen’s partner in the creation of the New Islamic World Order. The money for the pasha’s schools and settlements, she says, came not from congressionally-approved funding but rather from covert CIA operations, including narcotics trafficking, nuclear black market, weapons smuggling, and terrorist activities.”

In other words, if Turkey is left to the geopolitical whims of America and the United Kingdom alongside the Islamist dreams of Gulen, then Turkey will lose its secular and modernist approach. Of course, the same applies to the initial gambit of America, the United Kingdom and Gulen utilizing Erdogan – and other Islamists in Turkey, prior to the ongoing internal struggle between Erdogan and Gulen – after the applecart began to lose balance. Therefore, is essential that secular forces wake-up in Turkey and the same applies to all independent forces, which don’t rely on Western and Islamist intrigues.

Erdogan is undermining secularism in Turkey therefore his authoritarian nature is worrying vast numbers of Turkish citizens. Yet, the intrigues of Gulen aren’t the answer and the same applies to CIA shadows and the usual role of the United Kingdom. The Russian Federation must also focus on events in Turkey because Chechen Islamists and others in the Caucasus have been given havens by Turkey and the same applies to Georgia. Likewise, the Erdogan government is undermining secular Syria by supporting sectarian and terrorist forces against the people of this nation.

Turkey like Egypt is facing an internal clash of civilization and currently the intrigues of America and the United Kingdom are favoring the Islamist agenda. Ironically, in Turkey the power play between Erdogan and Gulen is between two individuals who share much in common. It is hoped that both negative forces will devour each other in order for secular and other political forces in Turkey to return the nation back to its modernization path. Therefore, political parties who oppose Erdogan should not rush into the arms of “the Gulen shadow.”

http://www.familysecuritymatters.org/publications/detail/more-dangerous-than-bin-laden-protestors-to-descend-on-gulens-mountain-fortress-in-pennsylvania#ixzz2qRaPXtVm  Family Security Matters

http://www.dw.de/opinion-erdogan-is-on-course-to-self-destruct/a-17327807 Deutsche Welle

leejay@moderntokyotimes.com

http://moderntokyotimes.com

La fête de la Sainte Lumière

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La fête de la Sainte Lumière

 

(Epiphanie, Ste. Maigre)

  

par le Dr. COREMANS

 

Elles sont passées, les douze nuits [de la période solstitiale, ndlr]; le monde souterrain s'est fermé. La terre appartient aux vivants, au présent, à l'avenir; les morts, le passé gîtent dans le sombre empire de Hella. La fête du jour annonce l'espoir, le futur bonheur! Pour quelques heures, les dignitaires, élus la veille, entrent en fonctions. C'est à eux à justifier le choix du hasard, s'ils veulent que le peuple le ratifie vers l'Iostur  ou au champ de Mai. En attendant, on se livre à la joie. La Ste Lumière éclaire l'oie du banquet, les cornes à boire se remplissent et se vident bravement! Grimm croit que cette fête était consacrée à Berchta ou Helle, en sa qualité de déité lunaire, à Helle qui brille et qui éclaire au milieu des ténèbres. Tout en fêtant la renaissance du soleil, nos ancêtres ne voulaient pas oublier les bienfaits de l'astre qui préside aux nuits raffraîchissantes de l'été, à la rosée si salutaire aux plantes, après les brûlantes journées estivales. N'omettons pas, en outre, de faire remarquer que si la science nie l'influence de la lune sur les variations du temps, le peuple y croyait et y croit encore partout. 

 

Néanmoins, si l'on témoignait de l'attachement et de la reconnaissance à la bonne déesse, on ne se montrait pas moins sévère à l'égard des génies ténébreux de mort et de destruction sur lesquels elle règne dans les profondeurs de la terre. On vengeait sur eux les outrages qu'ils avaient fait souffrir, pendant six mois, aux déités bienfaisantes de la lumière. C'est ainsi, comme nous l'avons dit, qu'en Italie, la Béfana, représentée sous les traits d'une femme maigre et décharnée, est maltraitée, lapidée et enfin sciée par le peuple, le treizième jour après les fêtes de Noël. Des usages de ce genre se rencontrent aussi dans les contrées méridionales de l'Allemagne, qui avoisinent l'Italie. Il est aussi évident que des réminiscences du paganisme se sont jointes aux terribles détails du martyre de Ste Macre, Mager ou Maigre, dont on célèbre la fête, en Champagne, le jour de l'Epiphanie.

  

D'après la tradition, cette sainte endura le martyre du temps de la grande persécution des Chrétiens, sous Dioclétien. Elle fut jetée au feu, et, n'en ayant reçu aucun dommage, on lui coupa les mamelles, on la roula sur des morceaux très aigus de pots cassés et ensuite sur des charbons enflammés; enfin, Dieu l'enleva à la cruauté des hommes! Tel est le résumé des rimes populaires que chantent parfois encore les enfants qui, le jour des Rois, parcourent, en Champagne, les villages avec un mannequin figurant une femme et qu'ils disent être l'effigie de Ste. Maigre! Nous voyons, dans cette sainte, une christianisation d'un usage païen qui ne pouvait se maintenir, après la chute du paganisme, que sous une forme nouvelle.

  

St Mélanie, évêque et confesseur, est pour Rennes, ce que Ste Macre ou Maigre est devenue pour Reims et la Champagne. Les miracles que la voix populaire lui attribue sont innombrables. Comme St. Macaire, il avait, dit-on, le pouvoir de faire parler les morts.

  

Les habitants des montagnes du Monta-Rosa prétendent qu'un mirage céleste fait quelquefois apercevoir, le jour de l'Epiphanie, la «vallées perdue», dont les souvenirs délicieux vivent dans la tradition de leur contrée alpine. Effectivement, qu'est cette vallée perdue, sinon un pays d'espérance, et la fête du treizième jour n'était-elle pas aussi principalement consacrée à l'Espoir?

 

Nous cherchons tous et toujours la vallée perdue, mais quel est l'heureux mortel qui la retrouve?

 

En Flandre comme en plusieurs parties de l'Allemagne, on nomme le jour des Rois: le Grand Nouvel An, et les Tyroliens attribuent à l'eau bénite de ce jour des forces particulières. Ils en aspergent les champs, les étables, les granges, etc. C'est aussi une croyance populaire à peu près générale que les mariages contractés le jour de la Sainte-Lumière sont heureux par excellence. En Brabant et en Flandre, les enfants chantent la veille et le jour des Rois différentes rimes qui paraissent très anciennes et qui ont trait, soit à la Sainte-Lumière soit à la demande d'un nouveau couvre-chef, le vieux s'étant sans doute usé, pendant le cours de l'année antérieure.

 

 

Dr. COREMANS.

 

(ex Etudes sur les mythes,  tome I, Les fêtes du Joul,  Héliopolis, 1851).

 

Note sur l'auteur: le Dr. Coremans, né à Bruxelles à la fin du XVIIIième siècle a dû quitter sa ville natale, en compagnie de son père, haut fonctionnaire impérial, à l'arrivée de la soldatesque jacobine dans les Pays-Bas autrichiens (1792). Elevé à Vienne, il y entre à la faculté de droit et s'engage dans les Burschenschaften  nationalistes et grandes-allemandes, qui s'opposent au morcellement du monde germanique, confirmé par le Traité de Vienne de 1815. Revenu à Bruxelles, parfaitement trilingue, il reste un légitimiste absolu: sa fidélité politique va à l'Autriche, au cadre germanique et centre-européen plutôt qu'à la dynastie des Habsbourg qui ne veut rien comprendre aux aspirations du peuple à l'unité. Païen dans l'âme, il rédigera une quantité d'études sur les mythes et les traditions populaires; dans bien des domaines de l'ethnologie, il sera un pionnier, mais, depuis, il a été bien oublié.

 

La Puissance : Histoire, Etats et souveraineté

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La Puissance : Histoire, Etats et souveraineté

par Raphaël Chauvancy
 
Ex: http://www.infoguerre.fr

Dans le domaine de la pensée, un des actes fondateurs de l’Occident est la rédaction de la Guerre du Péloponnèse. Laissant les dieux à leurs amourettes de nymphes entre les lauriers roses, Thucydide analyse les actes, les évènements, les rapports de forces. Il étudie les impératifs d’un Etat continental, les atouts d’une cité maritime. Il décrypte la volonté ou la démesure des hommes et s’incline devant l’imprévu. Il invente l’histoire. Or, celle-ci n’est qu’un nom de muse pour désigner le choc des puissances projeté dans le temps. La puissance n’a pas bonne presse en Europe. Elle évoque au mieux une époque révolue, au pire le souvenir des Grandes Guerres avec leur cortège de massacres, de misère et de destructions. C’est une erreur et nous voulons le démontrer. Une réflexion sur l’histoire s’impose en préalable, nous l’avons vu. Mais qui sont les acteurs de la puissance ? Les Etats-nations sont-ils encore des référents valables à l’heure de la globalisation ? Voilà qui pose la question de la souveraineté. Pour un pays comme la France, une stratégie de puissance autonome est-elle souhaitable ou même viable dans un monde de réseaux ? Surtout, l’impasse ne peut être faite sur la question de la légitimité qui conditionne toute action dans les sociétés démocratiques contemporaines. Nous tâcherons alors de définir la puissance avant d’en dégager les domaines d’application privilégiés. Quelles sont les conditions de la puissance et, enfin, comment un Etat peut-il accroître sa puissance ?

Puissance et Histoire

Puissance et arbitraire
Le prince disait « je veux ». Il était obéi. En fonction de ses intérêts, des opportunités ou de son caractère, il libérait ses énergies dans telle ou telle direction. Le fait du prince, c’est la force à l’état sauvage. Elle n’élevait de constructions politiques que de sable. Ainsi, à la mort de Clovis son œuvre disparut-elle dans d’interminables guerres successorales.
Certaines construction politiques solidement enracinées dans une terre donnée, appuyée sur un peuple ayant une vague conscience de lui-même étaient appelées à durer. Le passage d’une domination patrimoniale au sentiment d’un destin commun préparait l’avènement des nations. Un frémissement connu en est la bataille de Bouvines où milices bourgeoises et chevaliers combattirent l’étranger aux côté de leur souverain.


Lorsque Louis XIV agonisant déclare « je m’en vais mais l’Etat demeure » (Bluche) il annonce le temps où la Nation devient autonome, irréductible à la volonté du souverain, mais doit suivre ses intérêts propres dans un contexte stratégique et de valeurs particulier. (Drevillon) Cette mutation est globalement achevée sous Louis XVI où le discours stratégique français s’élabore sur la base de la liberté de circulation, sur les droits des nations, sur, enfin, un véritable ordre international fondé sur l’équilibre des forces et la concurrence économique (Poussou). La guerre même contre l’Angleterre ne se veut pas totale, elle n’est qu’un rééquilibrage. La dialectique de la liberté des mers permet de mobiliser les flottes européennes contre la Navy au nom du droit des gens. Les jeux de puissances interdisent l’idée liberticide d’empire.

La puissance comme bien commun
Après la Révolution et tout au long des deux siècles suivants, l’idée de droit des gens étendue aux relations internationales va déboucher sur celle de guerre juste. La conflictualité doit se justifier et les nations refusent de verser leur or et leur sang pour une cause qui n’en vaille pas la peine.
La politique de puissance des nations est dès lors subordonnée au bien commun, ou du moins à sa représentation collective. La nation exige des comptes. La politique de puissance d’un Etat de droit n’est ainsi que l’expression de la prise en main de son destin. « La liberté implique de se risquer au déploiement de la puissance. » (Forget).

L’histoire a-t-elle un sens ?
Le drame de la pensée européenne contemporaine vient de sa passion des modélisations qui parfois la distrait du réel. Depuis qu’elle a rejeté Dieu hors des limites du monde, elle lui cherche un remplaçant pour signifier le monde, lui donner un sens.
Le siècle des Lumières a inventé le culte de la Raison. Il s’est imaginé que le progrès des sciences et techniques se ferait au bénéfice de l’homme. Hegel a formalisé ce rêve en imaginant l’histoire sous forme d’ascension. La conscience de l’homme franchirait des étapes et s’éveillerait progressivement.
Marx, enfin, a cru mettre à jour le ressort de l’histoire qui serait la lutte des classes.
Toutes ces théories et leur postérité se fondent en une seule : celle d’une main invisible guidant la destinée de l’homme.
L’historien intervient ici avec sécheresse. Il voit des facteurs, des bouleversements, des Révolutions parfois. Des données nouvelles à assimiler, des contraintes inconnues à surmonter, des constantes lourdes à maîtriser. Mais la marche de l’histoire est un mythe. Poursuivant une fin, l’homme en atteint souvent une autre, c’est ce que Jules Monnerot nommait l’hétérotélie.


L’homme est capable de s’affranchir des facteurs rationnels et même des conditions de son bien propre. Les ressorts psychologiques des individus et des peuples confinent parfois à l’irrationnel, ainsi de la guerre suicidaire du Paraguay contre la coalition du Brésil, de l’Argentine et de l’Uruguay où elle perdit héroïquement et sans profit les deux tiers de sa population de 1865 à 1870. Des individus, parfois, provoquent des ruptures. Alcibiade changeait, au gré de ses voltefaces, le destin de la guerre entre Athènes et Sparte plus sûrement qu’une flotte de trières en armes. Le génie de Napoléon valait 100 000 hommes. Un évènement anodin, parfois, met en branle les grandes tectoniques sociales et politiques. Il a suffi qu’un camelot désespéré s’immole par le feu en Tunisie pour bouleverser toute la sous-région.


L’histoire est donc constituée d’évènements prévisibles et de ruptures qui sont autant d’opportunités, exploitées ou non. S’il fallait lui donner un sens, ce serait celui de l’action, de l’interaction des communautés humaines. Il n’est d’autre destin que celui que l’on forge.

La fin de l’histoire ?
L’écroulement de l’URSS ouvrait l’ère de l’hégémonie américaine. En attendant que le monde nouveau se mette en place, les Etats-Unis n’avaient plus de compétiteur. La terre était appelée à devenir un immense marché où s’entendraient les démocraties. Les récalcitrants, dont Saddam Hussein fournit l’archétype, seraient punis. A la recherche de puissance succédait la coopétition économique. Francis Fukuyama pouvait avancer sa thèse de la « fin de l’histoire ». En France, Bertrand Badie le relayait à sa manière en proclamant  «l’impuissance de la puissance ». Leur songe brumeux s’est évaporé au soleil de la réalité. Le « Grand échiquier » s’est remis en place. La Chine s’est réveillée. La Russie est redevenue une puissance. La crédibilité militaire occidentale s’est émoussée en Afghanistan. Le déclin européen s’est poursuivi tandis que le pivot du monde a basculé de l’espace Atlantique à l’arc Pacifique. La compétition est plus que jamais rude entre les individus, les peuples, les puissances.
Certes, l’histoire est tragique, c’est un lieu commun que de le rappeler. Vouloir en sortir c’est pourtant quitter le domaine de la liberté humaine. C’est délaisser l’action et entrer de plein pied dans l‘Age du renoncement (Delsol).

Intérêt de milieu et intérêts de possession : la fin de la guerre ?
La puissance a longtemps été territoriale. Les bâtisseurs d’empires rassemblaient des terres et entraient dans l’histoire. La puissance territoriale était aussi un enjeu de prestige. Meurtrie par la perte de l’Alsace-Lorraine, la France de la IIIe République fit preuve d’une véritable boulimie, conquérant à peu près tout ce qu’elle pouvait. Les terres, les montagnes et les déserts. Nous savons depuis les travaux de Jacques Marseille que l’empire colonial français fut un gouffre financier. Il fut aussi un formidable multiplicateur de puissance, véritable assurance-vie de la nation. Si la France n’avait pas eu Dakar et Alger, elle n’aurait jamais siégé à la table des vainqueurs du second conflit mondial. Elle disposait grâce à l’empire d’une certaine marge de manœuvre, d’une liberté de mouvement relative.


Tout cela est passé. Les enjeux territoriaux ont perdu leur valeur. Les intérêts de milieu ont relégué les intérêts de possession en marges des vecteurs de puissance. Les rivalités s’articulent autour de flux et de réseaux. Il est vain de contrôler un territoire.  Au temps de la globalisation, le coût impérial est devenu prohibitif en termes financiers et de légitimité.
Certes, on trouve de remarquables exceptions, en Afrique notamment, et quelques tensions sporadiques en mer de Chine. Globalement, les grandes puissances ne s’affrontent plus pour une province. Elles se déchirent sur le terrain de l’économie. « Dans la mesure où la conquête géographique n’a plus vraiment de sens, n’étant plus la manifestation adéquate de la puissance et la mesure réelle du pouvoir, ces deux champs d’affrontement (l’économie et l’opinion) constituent en quelque sorte un autre moyen de faire la guerre […], d’imposer sa volonté aux autres – ce qui définit très exactement la puissance écrivait Raymond Aron » ( Delbecque).  Pour être devenue économique, la guerre n’en est pas moins acharnée entre les peuples. Les friches industrielles sont le pendant moderne des ruines de guerres. Les batailles perdues ne laissent plus de morts sur le terrain mais des cohortes de chômeurs sans avenir. Perdre un marché, une compétence ou un avantage concurrentiel est plus lourd de conséquences sur la collectivité qu’un revers lors des campagnes d’antan. Eric Delbecque a pu avancer que « L’histoire de la guerre se définit donc comme le récit des métamorphoses de la contrainte ».  Le monde contemporain est celui de la compétition tout azimut. Economique certes. Militaire, toujours. Mais aussi scientifique, sportive, culturelle…

Se réapproprier le temps long
La civilisation occidentale est essentiellement une civilisation historique. Elle se projette dans le temps, note ses actes, compulse ses archives. Elle se pense dans la durée – à l’inverse par exemple de l’aire de civilisation indienne (Angot).


C’est néanmoins en bousculant l’espace-temps qu’elle s’est rendue maîtresse du monde. La boussole et la caravelle ont aboli les distances, repoussé les limites du monde connu, aplani les contraintes, comprimé le temps, initiant le grand mouvement de la modernité – qui est le dépassement des déterminismes. Le formidable déséquilibre provoqué sur les sociétés traditionnelles a conduit à l’hégémonie européenne.


Mais l’Occident est désormais prisonnier du temps court. Il est mal armé pour appréhender, par exemple, la stratégie chinoise du long terme. Celle-ci est prête à renoncer à des avantages immédiats en vue d’un gain plus important. C’est, en échec, sacrifier un pion pour prendre une dame.
Aujourd’hui, son différentiel de puissance n’est plus tel que l’Occident puisse bousculer ses rivaux en les amenant sur son propre terrain d’espace-temps. Au contraire, il est arraché à son environnement privilégié. Il s’agit de réinvestir le temps long pour ne pas perdre les batailles de demain.

Etats et réseaux

Place des Etats dans le monde contemporain

Les relations internationales se sont longtemps articulées autour des seuls Etats. La modernité a bouleversé cet ordre. En Europe, le droit national s’efface devant le droit communautaire. Une entreprise de dimension mondiale comme Arcelor-Mittal peut défier l’Etat français.


Lorsque Maurras proclamait « la France seule » en pleine seconde guerre mondiale, il commettait déjà un anachronisme et faisait une grossière erreur d’analyse. La même proclamation aujourd’hui relèverait de la poésie surréaliste et serait à ranger au rayon des oranges bleues d’André Breton. Nous savons depuis Nye et quelques autres que le monde contemporain est celui l’interdépendance. Celle-ci « ne nie pas l’existence juridique des nations, ni les sentiments nationaux, ni les aspirations à la souveraineté, mais elle permet une lecture plus réaliste d’un monde où les flux d’échanges sont de plus en plus indépendants des organes d’administration des nations » (Baumard).
Les Etats ne sont plus les seuls acteurs de poids dans le monde global. Les entreprises ont atteint des dimensions critiques qui posent la question de la puissance privée (Buhler). Les organisations non-gouvernementales, les associations, plus globalement la société civile les contrebalancent.


Alors, l’Etat est-il encore l’unique source de stratégie de puissance nationale ? Non. Acteur de puissance, certes, il est aussi et surtout au service des acteurs de puissance nationaux. Il a un rôle de catalyseur. Enfin, en dernier ressort, il faut remarquer que les stratégies nationales s’effacent devant les stratégies concertées pour le rétablissement de l’ordre mais que ce n’est plus le cas dès que des intérêts vitaux sont en jeu (Razaux).


On a beaucoup glosé sur le déclin des Etats. La dernière crise financière a considérablement redoré leur blason. Ce sont eux qui ont sauvés banques et organismes financiers d’un naufrage global. La « main invisible du marché » chère à un certain libéralisme a pris la forme concrète d’un solide volontarisme étatique évitant l’effondrement global des économies mondiales.


Alors, quelle place pour l’Etat : facteur de puissance, énonciateur de la puissance ou interprète de la puissance ? Sans doute un peu des trois.

Le syndrome du pantalon rouge


La France souffre d’un handicap récurrent : le syndrome du pantalon rouge. En 1914, notre infanterie de ligne encaissa des pertes inouïes en vertu de deux principes. Premier principe : une armée démocratique doit pratiquer la charge populaire à la baïonnette. Tout autre mode d’action était réputé réactionnaire. Second principe : le pantalon rouge, c’est la France. Nos hommes vengeraient donc Sedan en culotte garance. Des uniformes du temps de Louis-Philippe !


Pendant ce temps, les Allemands dotaient leurs sections de mitrailleuses et leur apprenaient à creuser les tranchées où se fondraient leurs uniformes vert-de-gris.


Ces derniers cherchaient les points de convergence stratégique et tactiques leur permettant d’atteindre leur but. Ils avaient une stratégie, un plan d’opérations, le fameux plan Schlieffen. A l’inverse, passé le plan de mobilisation, il n’existait en France aucun plan stratégique contre l’Allemagne. Paris rêvait de batailles à l’arme blanche dans les champs de blé sans se soucier des moyens stratégiques de parvenir à ses buts de guerre -un peu comme les Chinois du XIXème siècle qui espéraient échapper à la tutelle occidentale en niant ses atouts pour ne pas remettre en cause le mandarinat et le magistère de l’empereur, fils du Ciel. Quelques officiers qui hurlaient dans le désert que « le feu tue » étaient regardés avec dédain.


Les convictions intimes sont infiniment respectables. Elles deviennent dangereuses lorsqu’elles deviennent des critères de choix stratégique. L’environnement ne se fantasme pas, il s’analyse. Quel que soit son niveau, tout décideur doit également partir du principe que l’adversaire lui est au moins égal par l’intelligence et la volonté et que chaque erreur de jugement se paiera au prix fort.


Il est ainsi économiquement suicidaire de croire à la neutralité de l’environnement concurrentiel, de s’imaginer que le produit le plus compétitif emportera la palme. La déstabilisation informationnelle, les pressions des Etats, l’espionnage industriel sont les gaz de combat et l’artillerie lourde d’un monde économique qui relève du champ de bataille et non de la partie sportive arbitrée.


Espérer conquérir des marchés ou maintenir notre niveau de vie sans une véritable stratégie de puissance économique, c’est monter au front en pantalon garance.

 

De la domination à l’influence
Le temps où les Etats occidentaux pouvaient mener leur politique sans guère tenir compte du reste du monde est révolu depuis longtemps – pour autant qu’il ait jamais vraiment existé. Ainsi, la France est-elle membre de l’OTAN et ne peut plus penser son outil militaire de manière autarcique. Membre de l’Union européenne, elle lui a délégué des pans entiers de sa souveraineté. Membre permanent du Conseil de sécurité, elle se veut garante du respect des traités multilatéraux.


Il n’est plus question de faire cavalier seul. Au contraire, c’est au sein même des alliances que peut se déployer une politique de puissance nationale.  «C’est une politique audacieuse et décomplexée d’influence accrue dans l’Alliance qui facilitera les efforts européens de la France » (Védrine). Dans une alliance, il y a forcément des leaderships, donc la nécessité d’une stratégie nationale forte pour dynamiser la relation multilatérale (Lequesne).


Par ailleurs, la domination n’est plus possible, si l’on excepte le cas douteux et chancelant des Etats-Unis. Pire encore. Trop visible, elle cristallise contre elle les oppositions. La domination s’affaiblit elle-même des réactions qu’elle suscite. Une politique de puissance sage jouera plutôt sur l’influence. Car l’affrontement des volontés se joue désormais essentiellement sur les perceptions des populations. Au lieu de contrer frontalement la volonté de l’adversaire, il s’agit d’opérer sur ses modes de pensée. Pour cela, les ressorts les plus efficaces sont ceux de la légitimité véhiculés par la société civile. Les populations ne subissent plus les volontés de puissance. Elles en sont de plus en plus l’enjeu.


« La stratégie d’influence se définit comme l’art d’organiser et d’utiliser les capacités diplomatiques, économiques, informationnelles, militaires et socioculturelles en vue de servir les intérêts d’un État, d’un groupe d’États ou de la communauté internationale en agissant dans les champs psychologiques et cognitifs » (Influence n°073/DEF/CICDE/NP du 31 mars 2012, p.17). Le reproche que l’on peut faire aux opérations d’influence serait de verser dans la manipulation. Elle en est l’opposé exact. La manipulation est une déformation de la vérité. Illégitime, elle est de surcroît de nature contre-productive. Dans le monde de l’information qui est le nôtre, une manipulation dévoilée coûte cher à ses auteurs.Le paradigme ancien consistant à convaincre est dépassé. La cible doit voir, analyser, comprendre le monde selon nos grilles de lecture. L’influence ne joue pas tant sur les faits que sur les leviers intellectuels et moraux permettant de les analyser.

 

Esprit munichois
Une politique à long terme implique trois facteurs : Ambition / vision de ses intérêts / moyens.
Qu’un seul de ces éléments fasse défaut et la politique menée sera celle du renoncement. Une politique d’influence réussie est celle qui modifiera les perceptions de la cible en fonction des intérêts de l’émetteur. Dès l’arrivée d’Hitler au pouvoir, il était évident au vu de son programme politique que les Etats et valeurs de l’Ouest en feraient les frais. Jouant sur un réel désir de paix de ses interlocuteurs, s’appuyant sur le droit des peuples à disposer d’eux-mêmes, dénonçant sans relâche l’injustice du traité de Versailles, la diplomatie nazie parvint néanmoins à s’insérer dans le concert des nations et à donner mauvaise conscience aux vainqueurs de 1918. Chacune de ses agressions étaient présentée comme le redressement légitime d’un tort subit au traité de Versailles. Et puis tant que ces agressions ne concernaient que de petites puissances, il était facile de fermer les yeux en espérant être soi-même épargnés. Manquait à l’Ouest l’ambition de défendre l’ordre international ; la vision de ses intérêts évidents qui impliquaient la réconciliation avec l’Allemagne, certes, mais aussi de casser les reins de l’Etat totalitaire naissant ; enfin, les moyens manquaient, le corps expéditionnaire britannique embryonnaire ne pouvait changer le sort de la bataille et le commandement français n’avait su fournir l’effort conceptuel stratégique qui lui aurait permis de mener une guerre moderne.  Le poison le plus fort qui soit avait été distillé : l’esprit de renoncement. Nous en connaissons les conséquences effroyables. Il se présente d’autres défis, chaque jour, dans chaque domaine. L’esprit munichois est une tentation permanente. L’histoire nous apprend combien la guérison en est douloureuse. Il n’est d’antidote que dans une politique volontaire. Une politique de puissance.

Souveraineté et individualisme

Nation
La nation est-elle encore une notion de vie commune viable et désirable ?
La montée des communautarismes de toutes sortes, confessionnels, ethniques, sexuels, culturels etc. fragilise incontestablement la vieille idée de nation. A l’Etat-nation succèderaient de vastes espaces de vie commune où les communautés organisées en réseaux se côtoieraient. En Europe, la superstructure fédérale prendrait le relais des vieux Etats épuisés et vidés de leur substance.
Pourquoi pas. Mais certainement pas dans un avenir proche ou prévisible. Les communautarismes, même à vocation globale, se déploient dans les cadres étatiques et nationaux qu’ils bouleversent sans pouvoir les remplacer. L’impuissance de l’Union européenne se penser et à se constituer en tant que puissance lui interdit à ce jour d’incarner le destin des 500 millions d’Européens. Les affirmations identitaires, les crispations populaires, les constructions nationales se posent avec chaque jour plus d’acuité de par le monde. Les notions d’indépendance nationale et de souveraineté restent ainsi incontournables à ce jour (Manent).

Réseaux et souveraineté
Le XXIème siècle naissant apparaît comme l’âge des réseaux. Les circuits de d’information et de communication sont transfrontaliers. Les Etats les plus fermés eux-mêmes, tels que la Chine ou l’Iran, en ressentent une onde de choc.
Cela a conduit à des contresens. Michael Hardt et Antonio Negri se sont fait connaître par leurs très médiatiques erreurs d’appréciation. Ainsi ont-ils avancé que « la multitude doit aujourd’hui abolir la souveraineté au niveau global » (Hardt, Negri). La « destruction de la souveraineté » étant le préalable à l’avènement d’une démocratie mondiale. C’est là oublier un peu vite les avertissements d’Hannah Arendt quant à la nécessité d’une vie publique souveraine, espace privilégié de la liberté. C’est surtout se tromper – souverainement, sur la nature du monde des réseaux. Espace de liberté, certes, il est aussi un espace de confrontation et rarement les stratégies de puissance se sont-elles heurtées avec autant d’âpreté que dans la « guerre cognitive » contemporaine. Loin d’être rose et sirupeuse, la globalisation exacerbe les stratégies de puissance. La souveraineté nationale apparaît ainsi souvent comme le dernier rempart de la liberté politique individuelle. Les souverainetés ne sont pas démodées, ce qui l’est c’est l’exercice ancien de la souveraineté. Il s’agit de prendre en compte le fait nouveau de l’interdépendance théorisée par Robert Keohane et Joseph Nye. « Ceux-ci ont fait observer que l’arène internationale n’était plus le monopole des Etats, tant elle était investie par des entreprises multinationales, des groupes de pression et organisations non-gouvernementales à vocation transnationale, limitant l’autonomie des Etats et liant ceux-ci dans des réseaux complexes d’interdépendance et de processus d’intégration »  (Buhler).


La multiplication des acteurs et le croisement des dépendances n’annihilent nullement le jeu des rivalités, il en modifie juste certaines règles.

 

Produire le monde
C’est un des mystères de l’homme que son action ne soit pas neutre. Elle bouleverse les paysages et renverse les équilibres. Elle produit le monde.  Plus que jamais au temps de la globalisation et de l’explosion de l’information elle lui donne du sens. Au-delà des rivalités d’intérêt, les compétitions de puissance ont l’âme du monde pour enjeu. Quelle signification lui donner ? La vision individualiste moderne des puissances de l’Ouest n’est pas la seule en lice. Sa prétention à l’universalité de signifie pas son acceptation par le reste du monde. Entée dans l’ontologie, elle se heurte à l’imperméabilité de l’âme chinoise, par exemple, dont la langue ne possède aucun équivalent pour « être » (François Julien). Elle n’est souvent comprise qu’à travers la facette du consumérisme effréné, celle justement dont les Européens de l’Ouest reviennent !


Il n’est pas anecdotique de relever que le héros de cinéma américain est un individu  qui sort de la foule, la surplombe et n’hésite pas à bousculer ordre, codes et lois. A l’inverse, le héros du cinéma chinois (certes embryonnaire au regard d’Hollywood) ne se distingue que pour rétablir une harmonie troublée, il ne fait pas de choix d’individus mais suit la voie juste. A l’issue de son action, il retourne se fondre dans la foule.


Cet exemple tiré de l’industrie du loisir est moins trivial qu’il n’y paraît. Il illustre l’importance des enjeux. Ne pas défendre et promouvoir sa vision du monde et de l’homme, c’est s’exposer à recevoir celle des autres. « Comme il s’agit de produire le monde, celui qui cultive la puissance passive développe son impuissance historique. En même temps, il est utile à la puissance des autres puisqu’il la subit (Les chemins de la puissance, Forget, p. 83).

Puissance et hybris
Associer puissance et désir de domination universelle comme certains le font parfois est un contresens. Il est néanmoins bon de s’y arrêter pour dissiper toute ambiguïté.  Tout rêve universel est frappé du sceau de la démesure, l’hybris des Anciens, qui ruine la puissance vraie.


Athènes était puissante à la mort de Périclès. Elle détenait un capital moral immense issu des guerres médiques. Son influence était grande sur le monde des Hellènes, son prestige rayonnait au-delà. L’orgueilleuse Cité athénienne voulut alors l’empire mers et des îles. Elle perdit la notion du réel. Ce fut l’expédition de Sicile, absurde, démesurée. Elle y sacrifia 200 navires envoyés par le fond et 10 000 citoyens morts ou réduits à la honte de l’esclavage. Ruinée, elle perdit son indépendance et sa liberté.


L’hybris échappe à la volonté et entraîne un enchaînement mécanique de désastres. A l’inverse, une politique de puissance se veut rationnelle. Elle pèse le monde pour peser dessus. Elle s’oppose au rêve alexandrin, se heurte à l’idée d’empire, qui est un déploiement de force tout azimut, sans direction ciblée, se heurtant à l’environnement (humain, politique, social, physique…) au lieu de le maîtriser. L’idée de puissance telle qu’elle s’est élaborée en Europe s’articule sur celle d’équilibre et trouve sa pleine expression dans un monde multipolaire. Ainsi, et contrairement à ce qu’avance Kissinger dans son monumental ouvrage, Diplomatie, ce n’est pas le jeu des puissances qui a provoqué les guerres qui ont ruiné l’Europe et bouleversé le monde. C’est la volonté impériale. Les rêves démesurés d’uniformisation conduisent aux pires calamités. C’est ainsi que leur relatif affaiblissement est sans doute ce qui pouvait arriver de mieux à nos amis américains ; voilà qui les dispensera de rêver le monde et canalisera leur remarquable énergie vers des projets ancrés dans le réel.

Question de la légitimité

Puissance et violence
La puissance n’est pas le libre emploi de la violence. Dans l’Occident contemporain, elle ne peut d’ailleurs se déployer depuis les cabinets feutrés des ministères sans se légitimer. Dans nos démocraties participatives, les citoyens ont une exigence de transparence. L’utilisation de la violence au service d’une politique de puissance est excessivement coûteuse en termes d’image et de légitimité.


Certes, la possibilité de l’employer est essentielle pour crédibiliser le discours d’un Etat. En revanche, son emploi ne doit se faire que dans un cadre légitime et nécessaire. Si l’on ajoute la faible résilience des démocraties occidentales, le choix de la violence –de l’action militaire pour parler crûment, est risqué. Un conflit qui dure perd en légitimité. Les raisons de l’adhésion populaire initiale s’érodent au gré du coût financier, s’émoussent au fil des pertes humaines. Les inévitables bavures, exploités et médiatisées par l’ennemi, fissurent le cadre moral du déploiement.


Il ne faut pas négliger non plus la légitimité naturelle du faible dans l’inconscient collectif européen. Deux faits l’expliquent. L’héritage culturel chrétien de l’Europe qui veut que les « petits » soient chers au Père d’une part. D’autre part, l’idéal moderne de liberté aura tendance à assimiler toute contrainte à une tyrannie. L’usage de la force peut ainsi rapidement apparaître comme oppressif et perdre  tout soutien de l’opinion publique.
Certes, « La puissance est combat, car elle est l’affrontement de constructions politiques visant à la maîtrise de sa destinée ». Cependant, la confrontation entre puissances cherchera, autant que possible, à éviter le pic paroxystique de la violence et à explorer de nouvelles voies.

Puissance et sécurité

Il est souvent avancé que la problématique première des Etats ne serait pas la recherche de puissance mais la sécurité. C’est elle qui serait le moteur des relations internationales. Pourtant, les Etats réellement menacés dans leur existence sont peu nombreux aujourd’hui. Outre une réprobation universelle de l’idée de conquête, le nombre de puissances nucléaires est désormais porté à une dizaine d’Etats dans le monde, limitant de fait les confrontations militaire. L’Inde et le Pakistan peuvent bien se tuer quelques soldats sur la frontière kashmiri mais la guerre ouverte est désormais impossible sous peine d’annihilation réciproque. La rivalité sino-américaine n’a aucune chance de dégénérer un jour en conflit total pour les mêmes raisons. La sécurité étatique n’est un facteur déterminant que pour certains Etats placés dans une situation particulière. Israël dont le droit à l’existence est contesté par ses voisins, Taiwan dont la puissante Chine nie jusqu’à l’idée d’indépendance (nous écartons volontairement de notre propos les Etats menacés par une pression interne dont l’exemple récent du Mali fournit un exemple remarquable. Cependant, même dans ce cas,  un Etat au bord de l’implosion a été sauvé par l’intervention militaire d’un membre permanent du Conseil de sécurité avec la bénédiction de la plupart des grands acteurs internationaux).
Certes, les frictions se multiplient depuis la fin de la guerre froide et plus encore depuis les années 2000 mais paradoxalement, le monde n’a jamais été aussi sûr au niveau étatique. Pour la première fois de l’histoire peut-être, les Etats voient leur existence contre une agression garantie par le droit global. Par ailleurs, le nucléaire, égalisateur de puissance selon la formule du général Gallois, gèle bien des situations.


Le terrorisme islamiste sert d’exutoire à des populations frustrées et contribue surtout à armer moralement les Etats-Unis, mais pas seulement, en leur donnant un ennemi à combattre. Alexandre et César s’ennuieraient mortellement entre les frontières figées du XXIème siècle. Pour parler franchement, la sécurité des Etats est davantage un prétexte qu’un impératif. Un prétexte pour quoi ? Pour la défense de leurs intérêts de puissance. Car le monde est redevenu multipolaire et les rivalités en sont décuplées.


Les risques de tensions restent nombreux. Ainsi, les suites du printemps arabe sont-elles encore mystérieuses. Les nouveaux régimes parviendront-ils à concilier désir d’islam et bonne gouvernance ? Les rivalités pour l’accès aux ressources stratégiques débouchent sur un grand jeu à l’échelle mondiale où les Etats-Unis cherchent à accentuer la vulnérabilité énergétique chinoise tandis que les autres acteurs cherchent à se faire une place au soleil comme ils le peuvent. La pression démographique dans certaines régions risque de déboucher sur de véritables guerres de l’eau. Le surarmement de l’Asie où les budgets militaires sont tous en hausse est lourd de menaces. Mais, dans le cadre d’une rivalité globale, les risques d’explosion nous semblent néanmoins aujourd’hui contenus à des niveaux régionaux. En revanche, la sécurité économique des Etats n’a jamais été aussi volatile mais elle dépend d’une stratégie de puissance globale.

Individualisme et légitimité
On ne peut explorer les voies de la puissance sans s’interroger sur les sources de légitimité qui en sont devenus la condition. Il faut prendre conscience qu’elles ne sont pas forcément rationnelles ou objectives car les valeurs des citoyens individualistes post-modernes résultent d’une construction complexe. En tout état de cause, « […] les faits objectivement acquis seront probablement déformés par l’individu pour être compatibles avec ses croyances naïves les plus socialement et historiquement ancrées. De nombreux chercheurs ont ainsi souligné que les individus se satisfont d’une très faible cohérence interne, tout en désirant très fortement une lecture structurée du monde (Kaiser et al. 1992 ; Cooke & Breedin 1994). Les théories à propos du monde environnant sont donc construites « à la volée », et reposent à la fois sur un besoin vital d’articulation logique au monde, et sur la réduction des coûts psychologiques liés à la remise en cause de croyances fondatrices de l’individu » (Baumard).
La dimension spectaculaire d’un évènement prime largement sur sa portée rationnelle ou même ontologique. Voilà qui entraîne une conséquence inattendue : le spectacle s’accommode mal des subtilités et nuances du monde. L’évènement, comme les hommes, doit être bon ou mauvais. Il est souvent difficile de concilier ce manichéisme structurel et le besoin de vérité. La vérité et la justice ne passent pas tant par le prisme de la raison analytique que de la morale. Les éléments d’un évènement doivent être immédiatement perceptibles pour permettre un jugement. C’est ainsi que « Le sentiment de connaître de Koriat (1995) a certainement un pouvoir largement supérieur à l’incompressible part de liberté que réclament les individus » (Baumard). La légitimité réside dans le flux d’information qu’il devient nécessaire de contrôler. Ce contrôle exclu toute manipulation : elle serait tôt ou tard décelée et finalement coûteuse, on a ainsi vu les Etats-Unis durablement décrédibilisés par leurs fausses déclarations sur les armes de destruction massives de Saddam Hussein. En revanche, l’habileté spectaculaire devient une des clefs de la légitimité. L’artisan du spectacle doit se faire discret, le plus possible, pour laisser le spectateur exercer son propre jugement conformément  à la « […] volonté des individus de vouloir être les seuls auteurs de l’évaluation de ce qui est légitime et de ce qui ne l’est pas »  (Baumard).

L’ennemi
L’Europe rêvant de la fin de l’histoire, elle récuse la notion de confrontation et bannit celle d’ennemi – il n’est pas d’ennemi possible dans le monde fantasmé de la coopération globale. Ne pas désigner d’ennemi est non seulement très idéaliste mais aussi assez commode. Cela permet d’éviter de s’interroger clairement sur qui nous sommes et d’évacuer la question brûlante de la crise d’identité qui ravage les nations du vieux continent. Chacun se rappelle ainsi du débat sur l’identité française initié par le président Sarkozy à laquelle nul ne sut apporter de réponse et qu’il fallut finalement enterrer sans gloire.


Nier l’idée d’ennemi, c’est non seulement se nier soi-même mais aussi nier l’autre, le percevoir comme on voudrait qu’il soit et pas tel qu’il est réellement. Au nom d’une vision optimiste et unitaire de l’humanité, l’Europe récuse l’idée d’adversaire, plus encore d’ennemi. Cette incapacité européo centrée à penser l’altérité, la menace et la rivalité résulte également d’une erreur d’appréciation. L’Europe n’a pas fait sa révolution copernicienne. Elle se croit encore au temps où ses normes et ses valeurs n’avaient guère de compétiteurs. Or le caractère universel indiscutable de ses valeurs s’est évanoui avec sa puissance.


Le refus de la problématique d’ennemi peut ainsi se résumer à un déni stratégique (Col Goya). Tant que l’Union européenne en général et les nations européennes en particuliers n’auront pas appris à penser l’ennemi, elles demeureront incapables d’élaborer une pensée stratégique autonome. Or celle-ci n’est-elle pas un des noms de la liberté politique ?

Société civile et légitimité
Les Etats ont longtemps partagé le monopole de la légitimité avec les religions. Etait légitime ce que décidait le prince ou prescrivait le prêtre.
Dans le monde contemporain, la légitimité n’est plus acquise, nous l’avons vu. Elle doit être recherchée pour chaque nouvelle action. Les nouveaux prêtres en sont les membres de la société civile. Autrement dit les associations ou organisations non-gouvernementales dont les objectifs sont considérés comme suffisamment élevés et désintéressés pour leur donner un magistère moral sur l’action des acteurs de puissance traditionnels.


Ainsi de Human rights watch, Amnesty international, Médecins du monde etc. Une condamnation de leur part implique une réprobation instantanée d’une partie des opinions publiques. A ces acteurs se rajoutent des personnalités influentes, créateurs de blogs ou « intellectuels » dont les propos ont une force mobilisatrice sans proportion avec leurs faibles moyens.


Les instances internationales sont aussi, bien évidemment, des facteurs de légitimation de premier plan. De nouveaux acteurs surgissent sans cesse et pour n’importe quelle cause qu’une action spectaculaire bien menée peut propulser au premier rang des préoccupations publiques en quelques heures. L’Etat est en partie désarmé. S’il laisse faire et enfler la mobilisation autour du point de fixation créé par cette action médiatique, il risque d’être débordé et de devoir reculer. S’il tente une répression, elle risque d’être perçue comme illégitime faisant de ses opposants des victimes. Le tout en sachant que les opinions individualistes occidentales auront souvent tendance à considérer d’office l’Etat comme un oppresseur et les contestataires, indépendamment des positions défendues, comme des citoyens courageux « mobilisés » pour « résister » à une « injustice ». Ainsi, force est de reconnaître que « La morale devient […] un étalon des politiques étatiques » sous la pression de la société civile » (Buhler). La légitimité « procède d’abord de la capacité de l’Etat à produire la sécurité, intérieure et extérieure » (Buhler). On peut aller plus loin : la légitimité d’un Etat s’appuie théoriquement sur sa capacité à prévenir les conflits plus qu’à les résoudre. Ainsi, « […] la sphère du politique cesse d’être autonome, ordonnée par la « raison d’Etat », comme le postulait Morgenthau, indépendante de ces autres sphères de la vie sociale que sont la morale et le droit » (Buhler).

Définition de la puissance

Nous avons cerné l’environnement de la puissance et tenté de mettre en lumière certaines de ses conditions et contraintes. Il nous reste maintenant à la définir avant de nous projeter dans ses champs d’application.


Pour Raymond Aron, « Avant d’être une accumulation de moyens ou de forces, la puissance est […] volonté. » Philippe Baumard est plus précis en affirmant que « La puissance est la capacité à réitérer des schémas de pouvoir et à contraindre ou influencer, dans une logique de durée et d’espace, les leviers récurrents d’une assise durable » (Baumard). Pierre Buhler ne dit pas autre chose en écrivant « j’appelle puissance sur la scène internationale la capacité d’une unité politique d’imposer sa volonté aux autres unités. En bref, la puissance n’est pas un absolu, mais une relation humaine.


Sans aller jusqu’à absolutiser la « volonté de puissance » comme Nietzsche,  il est bon de se souvenir que le « penchant universel de tout le genre humain [est] un désir inquiet d’acquérir puissance après puissance, désir qui ne cesse seulement qu’à la mort. » (HOBBES) Désir qui s’ajoute à la peur de la mort et au « désir des choses essentielles à une existence confortable, et l’espoir de les obtenir par leur activité » (Hobbes).
En résumé, on pourrait proposer la définition suivante : la puissance, c’est, tenant compte de la nécessité, l’effet de la projection d’une volonté raisonnée sur l’environnement.

Les douze apôtres de la puissance
Brzezinski avait noté que la superpuissance américaine reposait sur quatre piliers fondamentaux où s’exerçait sa supériorité : économie, technologie, militaire, culturel. Mais ces quatre piliers peuvent eux-mêmes être déclinés. Ainsi peut-on énumérer les douze apôtres de la puissance :

 

  • La cohésion interne 
  • La volonté et la puissance stratégique 
  • La puissance militaire
  • La puissance économique
  • La puissance financière
  • La puissance énergétique
  • La puissance primaire : la terre et l’eau
  • La puissance culturelle et morale
  • La puissance démographique
  • La puissance scientifique
  • La puissance cognitive
  • La puissance normative

La puissance par la cohésion interne 
Tournée vers l’extérieur, une politique de puissance sera d’autant plus efficace qu’elle ne sera pas parasitée par des troubles internes susceptibles non seulement de l’affaiblir mais de fournir des leviers d’action à ses rivaux.
Un peuple uni et se reconnaissant comme tel est donc la condition première d’une politique de puissance. D’où l’importance d’une histoire commune et de mythes fondateurs forts, intégrateurs. L’analyse du monde contemporain révèle la faiblesse des Etats multiconfessionnels ou multiethniques parcourus par des lignes de fractures fortes. Seules les démocraties occidentales surmontent à ce jour leur nouvelle structure multiethnique en fédérant leurs populations autour des valeurs fortes de démocratie et de droits de l’homme – au prix d’un lissage identitaire qui ne peut être transposé en l’état au reste du monde.
La question de la cohésion d’une communauté est le préalable à toute action car « un acteur ne peut savoir ce qu’il veut avant de savoir qui il est » observe Wendt avant de conclure : « les identités sont le fondement des intérêts (…) façonnés par ces normes et valeurs qui, partagées internationalement, structurent la vie internationale et lui donnent signification » (Buhler). Par ailleurs, une identité floue peut avoir des conséquences redoutables : « […] celui qui doute de ce qu’il est n’entrevoit le plus souvent comme solution que d’éradiquer l’altérité, c’est-à-dire ce qui apparaît comme solution comme une identité rivale mettant en lumière la fragilité que l’on essaye précisément de refouler » (Delbecque).

Volonté et puissance stratégique 
Pour avoir une volonté, il faut avoir confiance et croire en son destin car  Il faut aussi être capable de penser son avenir en termes de puissance. Un pays comme le Brésil, qui a bien pris en compte ses contraintes géopolitiques mais n’a pas pensé donc atteint le statut de puissance, reste ainsi relativement effacé. L’absence de pensée stratégique claire et durable nuit à la crédibilité. Le domaine des relations internationales est sans doute un des plus conservateurs et les acteurs traditionnels y occupent une place sur-proportionnée. Le poids de la diplomatie française en est la parfaite illustration.


Une pensée stratégique n’est pas velléitaire. Elle dit ce que nous sommes (Col Derieux) et implique un temps long. Malgré la volatilité du monde et des situations, elle ne doit pas être éphémère sous peine de se condamner. Viser un but impose des investissements donc de se dégager de l’immédiateté. Colbert faisait planter des forêts de chênes qu’il ne verrait jamais pour doter la marine française de bois de charpente au siècle suivant et rivaliser à terme avec les puissances maritimes !


La puissance stratégique, c’est aussi de pouvoir se déployer librement, avoir accès aux ressources, aux marchés et aux voies de communication. Ainsi, les Anglo-saxons privilégient-ils les grandes voies maritimes qu’ils dominent et maintiennent ouvertes. A l’inverse, des acteurs comme la Chine et la Russie ont tout intérêt à réhabiliter la vieille route de la soie traversant le heartland eurasiatique. L’enjeu, dans les deux cas, est d’éviter la marginalisation.


Il ne faut naturellement pas se leurrer sur la solidité d’une stratégie. Elle est un idéal type puisque toutes les données ne sont jamais maîtrisées. Elle consiste à définir des fins, des priorités, des moyens et à saisir des opportunités, à déployer son influence ; à agir aussi sur ce que l’on veut empêcher de faire. Mais, vivante, elle ne suit pas une ligne droite. Elle progresse dans une direction.


Enfin, une stratégie vivante sait s’affranchir des idées reçues : nous avons vu que la domination, voire même la présence, valaient bien moins que l’influence ; l’Union européenne s’est longtemps fixé pour objectif l’élargissement en l’assimilant à un accroissement de puissance alors que la paralysie qui en résulte produit l’effet inverse etc.
Une stratégie forte sous-tendue par une volonté sans faille peut produire des miracles. Ainsi, la création et le maintien de l’Etat d’Israël est-il le fruit d’une extraordinaire volonté stratégique malgré un environnement humain hostile sur une terre où le lait et miel avaient cessé de ruisseler depuis longtemps.


La puissance « est avant tout une stratégie qui a réussi » (Buhler), elle permet d’affirmer un « choix souverain ». Elle permet d’exister soi-même en agissant sur le monde et aux yeux des autres leur faisant reconnaître notre identité stratégique propre.

La puissance militaire 
L’utilité de la force ne réside pas dans son emploi mais dans la possibilité de le faire. Son effet est dissuasif. Il est aussi psychologique. Il donne du poids. « Quand les hommes de 80 kg parlent, ceux de 60 se taisent » rappelait Audiard. Aussi, il n’est pas de puissance sans force militaire.


Celle-ci repose sur deux piliers. Tout d’abord, la capacité à assurer sa défense de manière autonome. Elle implique clairement la maîtrise de l’armement nucléaire, niveleur de puissance et assurance-vie pour ses détenteurs (Gal Gallois). Aucun acteur ne peut prétendre à un rôle de leadership politique crédible s’il ne dispose pas de « la bombe ». C’est en partie pourquoi l’Iran, qui aspire à retrouver une place de pivot régional, s’accroche bec et ongles à l’atome malgré les sanctions internationales. Ce n’est pas un hasard si les 5 membres permanents du conseil de sécurité ont aussi été les 5 premières puissances à acquérir le feu nucléaire. Deuxième pilier, la capacité de projection. C’est une chose que d’être maître de son destin, s’en est une autre que de pouvoir se déployer pour défendre ses intérêts, ses valeurs, ses alliés. Pouvoir se projeter, c’est disposer d’un pouvoir de coercition et acquérir des responsabilités régionales ou globales. L’influence de la France en Afrique serait depuis longtemps partie en fumée sans sa capacité à y déployer ses hommes. Ses dernières interventions prouvent qu’elle est un partenaire de poids, crédible, et renforce d’autant plus son influence qu’elle prend soin de mettre les nations africaines en avant.


La puissance militaire procure un autre avantage, plus inattendu, lié à la volonté de prévenir toute surprise stratégique, au moins sur le plan technologique. Ainsi « […] c’est dans une interaction continue entre recherche de défense et recherche civile que l’Amérique a produit ces innovations appelées à devenir autant de briques de l’édifice des technologies de l’information. » (La puissance au XXIe siècle, BUHLER Pierre, CNRS éditions, Paris 2012, p.236). Internet n’est qu’une petite partie du transfert de technologies vers le civil développé par la recherche militaire américaine, lui procurant de formidables retombées économiques.
Les Etats doivent cependant garder à l’esprit qu’un outil militaire disproportionné avec leurs moyens ne peut qu’amoindrir leur potentiel de puissance au lieu de l’accentuer en accaparant une trop grande part des ressources nationales. De même, la guerre coûte cher pour des gains dérisoires. Elle ne peut pas être une option choisie à la légère et le rapport coût/efficacité doit être pensé.


On tombe alors sur un dilemme connu. Il n’est pas de puissance sans une belle armée. Mais lorsqu’on en dispose, de cette belle armée, la tentation n’est-elle pas forte d’en faire usage non par nécessité mais pour rentabiliser ou au moins justifier son entretien ? Les Allemands ont connu cette tentation au XXème siècle et, sans doute, les Américains aussi en Irak.

La puissance économique
La puissance économique est centrale, c’est l’évidence. Cela ne l’a pas toujours été. Le mépris des Anciens pour les boutiquiers et les raisonnements mercantilistes (BUHLER) a longtemps perduré et rejeté l’économie au rang des contingences annexes. « Ce n’est donc que tardivement que l’économie fut associée à l’idée de puissance » (Broda).
L’économie a aujourd’hui supplanté le territoire comme champ de déploiement des rivalités. C’est pourquoi les stratégies les plus dures s’y heurtent en une véritable guerre économique. Il ne faut pas trop se fier aux sirènes libérales en la demeure. Certes, l’économie mondiale est dominée par les grandes entreprises dites « multinationales ». Le terme a une petite connotation universelle qui sonne bien à l’oreille. Or « Une étude comparative entre des entreprises allemandes, américaines et japonaises démontre ainsi qu’elles restent profondément imprégnées de la histoire, de la culture et des système économiques de leurs origines» (Buhler). Ainsi, le terme même de « multinationales » fut créé par les Etats-Unis comme faux nez de leurs entreprises propres. Car, en dépit de l’ouverture de leur capital à l’étranger, les entreprises américaines bénéficient du marché de base américain dont la taille critique fait que les « multinationales » américaines restent nationales du fait de leurs intérêts sur leur marché principal.


Les Etats œuvrent également à conserver ou acquérir des positions fortes dans les secteurs stratégiques les plus critiques. Washington même oublie son credo libéral lorsque ses technologies stratégiques sont en jeu.
Aussi le terrain économique n’est-il  pas un libre jeu de saine concurrence où le plus méritant conquiert des marchés. Il est le théâtre d’une concurrence féroce où tous les coups sont permis.

La puissance financière et monétaire 
La puissance financière est une arme redoutable. Il faut avoir des capitaux pour investir, influencer  les pays où l’on investit, conserver son avance technologique etc. Se pose aujourd’hui la question des fonds d’investissements et fonds souverains « forme de capitalisme d’Etat» (Buhler) dont la Chine est le premier détenteur au monde. Le capital au service de la puissance d’un Etat représentant un cinquième de l’humanité, voilà qui nous éloigne des « lois du marché ». Peut-on sérieusement croire que tous les investissements de la formidable puissance financière des différents fonds d’investissements sont neutres ? L’exemple d’IN-Q-Tel, fond d’investissement de la CIA à but non lucratif répond à la question.
De même, la politique monétaire ne se règle pas « naturellement » mais de manière volontariste et les rapports de force y sont tout aussi prégnants. La position centrale du dollar comme monnaie d’échange permet ainsi aux Etats-Unis de faire financer leurs déficits par leurs partenaires commerciaux. Nous savons également les ravages que la sous-évaluation du Yuan cause aux industries occidentales.

La puissance énergétique 
Depuis que la machine a remplacé l’homme dans la plupart de ses travaux, la question de l’énergie est devenue incontournable dans les relations internationales.
Plus précieuses que l’or, les ressources énergétiques sont vitales pour les Etats. Charbon, gaz, pétrole, uranium, minerais rares indispensables à la science sont l’objet de compétitions farouches.
Pour assurer leur développement, les Etats doivent non seulement assurer leurs propres approvisionnements mais entraver ceux de leurs rivaux. C’est le grand jeu auquel se livrent les Etats-Unis face à la Chine, cherchant à augmenter sa dépendance stratégique, donc sa vulnérabilité.
Des stratégies de contournements sont possibles. La France a ainsi remarquablement réduit sa dépendance énergétique grâce au nucléaire, arme du pauvre en ressources. Les recherches sur les énergies dites propres pourraient à terme proposer de nouvelles alternatives mais aucune n’est à ce jour capable de supplanter le nucléaire comme les Allemands, qui ont choisi de renoncer à l’atome, le constatent cruellement.
Des ressources naturelles importantes sont certes un atout, prenons l’exemple-type du pétrole norvégien. Cependant, tous les analystes ont relevé le drame des Etats-rentiers qui s’enferrent dans la dépendance aux exportations et se révèlent incapables de développer une économie propre. Les rivalités internes autour de la maîtrise de ces ressources peuvent même déboucher sur une véritable « malédiction des ressources » (Buhler).

La puissance primaire : la terre et l’eau
La première source de richesse est venue de la terre. Terre giboyeuses pour nos plus lointains ancêtres. Terres fertiles au temps des sociétés agricoles.
Aujourd’hui encore, avoir une agriculture forte permet de nourrir sa population en se préservant des aléas du marché –la crise tunisienne par exemple a gonflé sur fond de flambée du prix des produits alimentaires- d’aménager et de mettre en valeur le territoire (Blanc). Les campagnes sont aussi souvent le conservatoire des traditions d’une communauté et participent ainsi à son identité de manière bien plus forte que ne le laisserait supposer leur poids économique et/ou démographique.


La PAC a ainsi servi de moteur à la construction européenne. Les nations qui avaient sacrifié tant d’hommes pour le contrôle de la terre s’entendaient pour l’exploiter au mieux avec tout le poids symbolique qu’une telle révolution impliquait. La représentation que l’on se fait du sol est souvent disproportionnée par rapport à son importance géopolitique réelle et cela doit être pris en compte.


Une autre nécessité vitale est l’eau. Or, elle se raréfie et les rivalités sont fortes autour des ressources hydrographiques. Les amis du Tibet libre comprendraient rapidement la vanité de leur combat en regardant une carte : le Mékong, le Brahmapoutre, le Yang-Tse-Kiang y prennent leur source. Le contrôle du château d’eau tibétain assure à la Chine le libre accès à ses propres ressources hydrographiques et fait peser une ombre sur celles de l’Inde et du sud-est asiatique (Chauprade). Si Israël s’accroche au plateau du Golan, ce n’est pas pour ennuyer la Syrie mais pour contrôler les sources du Jourdain. Les rivalités entre Etats riverains du Nil pour la répartition de ses eaux font rage.


La puissance du secteur primaire est ainsi une nécessité vitale pour éviter crises sociales voire émeutes de la faim. Quant à l’eau, elle devient si précieuse qu’il sera de moins en moins rare de voir verser le sang pour une source.


Enfin, la terre et l’eau et sont pas neutres et revêtent des formes géographiques qui influent sur les peuples et les rapports entre Etats. Certaines zones sont des lieux de passage et d’échanges. D’autres sont enclavés, isolés, défavorisés. Toute politique de puissance tient compte de la géographie.

La puissance culturelle et morale 
La France a longtemps bénéficié de l’universalité de sa culture. Au congrès de Vienne, les conférences de paix se tenaient en Français, ce qui permettait à Talleyrand de faire oublier son statut de représentant d’une puissance vaincue.


Aujourd’hui, la culture de masse est une des plus fantastiques armes des Etats-Unis. Articulée autour d’un principe facile à exporter, procurer une vie meilleure, elle consiste à imprégner partenaires, rivaux et adversaires d’un certain mode de pensée pour faire triompher son modèle. La Chine peut être un rival mais si les Chinois se mettent à regarder des films hollywoodiens, à boire des sodas et à rêver d’une société de consommation libre, le rival ne deviendrait-il pas un simple de décalque du modèle américain ?


La culture est au cœur des systèmes de représentation, des perceptions. Aucune politique de puissance ne peut faire l’économie d’une véritable analyse géopolitique des perceptions
La culture, c’est aussi une manière de diriger ses actions, un mode de pensée et de représentation. « […] certains auteurs comme David Landes associent la supériorité économique de l’Occident principalement à des facteurs culturels. La distance entre la puissance de l’économie et ses déterminants est alors incommensurable » (Broda).


La culture est aussi un formidable catalyseur de forces. L’utilisation du pantouranisme par l’Etat turc en est un exemple. La démocratie américaine en est le paradigme, les valeurs libérales étant prétexte et source de pouvoir par leur prétention universelle. Il est certes plus simple d’imposer sa volonté lorsqu’on est persuadé d’incarner le bien. La culture est au cœur de ce que Robert Nye appelle le soft power. Nous avons vu le poids croissant des acteurs de la société civile et des grandes ONG. Les principales sont américaines. Les Etats-Unis sont loin d’être exempts de tout reproche sur les plans du droit et de la morale. Pourtant, ils subissent beaucoup moins les foudres de ces acteurs que le reste du monde, leurs principaux alliés y compris. On aurait tôt fait de conclure à la manipulation et au complot. C’est oublier que pour un américain, les Etats-Unis, malgré leurs imperfections, restent l’incarnation de la liberté et de la démocratie. Leurs atteintes à la morale et au droit ne sont dès lors considérées que comme des anomalies conjoncturelles. Les mêmes travers dans les autres Etats sont eux perçus comme des menaces systémiques. Si l’on fait fi ce de contexte culturel, on s’expose à ne pas comprendre les actions et jugements d’un certain d’organismes et d’associations à rayonnement mondial. Ils sont une des marques les plus flagrantes de la formidable réussite culturelle américaine et de sa traduction instantanée en termes d’influence.

La puissance démographique 
Jadis, le prince qui avait beaucoup d’hommes avait beaucoup de soldat. Il était fort. Aujourd’hui l’Etat fortement peuplé dispose d’un marché important, d’une réserve potentielle de cerveaux. Les Etats faiblement peuplés cherchent à annuler cette faille en mutualisant leurs forces, c’est ce que fait l’Union Européenne.


Prenant l’exemple des petits pays riches tels que Luxembourg, Norvège, Islande, Danemark, Philippe Broda relève ainsi que « L’époque des républiques maritimes de Gênes et de Venise est cependant bien révolue. Ces pays ne dominent pas l’économie mondiale : aucun d’entre eux excepté la Suisse n’appartient au club des vingt plus grands producteurs de richesses au monde. Pour peser sur les affaires économiques du monde, la taille joue un rôle non négligeable » (Broda).Mais les questions démographiques ne se résument pas à l’effet de masse. L’âge d’une population doit, par exemple, être également pris en compte. Le vieillissement de la population, conséquence d’un affaiblissement démographique, a de lourdes conséquences pour un Etat. En augmentant la part des inactifs, il augmente mécaniquement la part des prélèvements de la richesse nationale pour subvenir à leurs besoins. Les conséquences sont également politiques, les troisième et quatrième âges n’étant pas ceux des révolutions mais du conservatisme et de la prudence.


A l’inverse, nous savons que la Révolution industrielle européenne s’est accompagnée d’un formidable accroissement démographique. A un marché en croissance se couplait un rajeunissement de la société engendrant dynamisme, curiosité, créativité.


Comme rien n’est jamais simple en sciences sociales, notons que de nos jours, les Etats disposants de nombreuses masses de jeunes gens inemployés et sans avenir en raison du contexte économique s’exposent à de graves troubles sociaux. Gaston Bouthoul a ainsi avancé une thèse célèbre corrélant la proportion d’hommes jeunes et le risque de guerre.  
Les facteurs démographiques doivent également prendre en compte la santé, l’espérance de vie, « la mortalité, la mortalité infantile, la natalité, la fécondité ou, en affinant un peu l’analyse, le nombre de médecins pour dix mille habitants et le pourcentage d’enfants d’un an vaccinés contre tel type de maladie. Le lien avec l’économique est direct puisque la politique de santé publique, la part de ce poste dans le budget de l’Etat, constitue une de clefs de compréhension de ces chiffres » (Broda). Ces facteurs sont également un facteur de légitimité pour l’Etat car la puissance semblera d’autant plus illégitime qu’elle ne se traduira pas par des retombées directes sur les conditions de vie des habitants.


Donc, « […] le capital humain, qui est le stock de connaissance humaines économiquement productives, est susceptible d’augmenter grâce à des dépenses publiques dans l’éducation, la formation professionnelle, voire dans la santé. Sans ce genre d’investissement, il risque au contraire de se déprécier » (Broda). L’attractivité de ces dépenses et de leurs retombées est bien réelle et explique l’importance des investissements privés en Europe de l’Ouest malgré des taux de prélèvement plus élevés que dans le reste du monde.


Par ailleurs, le rapport entre territoire et population génère facilement des tensions entre puissances. Les espaces vides de l’Extrême-Orient russe côtoient les formidables densités chinoises ce qui ne manque pas d’inquiéter Moscou. Pleine comme un œuf, l’Afrique tourne les yeux vers les espaces prospères européens ce qui ne manque pas d’engendrer des frictions caractérisées par la montée des partis d’extrême droite dans l’Union européenne. L’arme démographique palestinienne face à l’Etat d’Israël est connue.
Enfin, dans un monde où la majorité des Etats les plus puissants se reconnait dans les valeurs démocratiques, le nombre en tant que tel a valeur de légitimité.

La puissance scientifique 
L’Europe a construit sa domination sur sa supériorité scientifique qui lui a assuré la maîtrise des espaces et celle de la puissance de feu. C’est ce que tentent de poursuivre les Etats-Unis en créant en leur faveur un décalage technologique (bouclier anti-missile, avions furtif). Par ailleurs, la maîtrise scientifique permet de développer de nouveaux produits stimulant l’économie surtout dans les secteurs les plus rémunérateurs (ex aéronautique, pharmacie…).
L’innovation technologique est l’une des clefs de la puissance. Elle crée un environnement nouveau, des besoins nouveaux, des dépendances nouvelles. Les investissements en recherche-développement permettent de créer des ressources. C’est qu’a compris un Etat comme Israël qui a consacré 4,9% de son PIB brut au R&D (recherche-développement) en 2008, offrant perspectives et débouchés à une économie enclavée dans une zone hostile. Précisons cependant que le R&D israélien bénéficie d’une recherche militaire surdéveloppée dans un Etat en partie en situation de forteresse assiégée.


Mais le monde scientifique n’est pas rose et certains Etats songent à faire l’économie d’investissements coûteux par le biais de l’espionnage industrielle. Le rattrapage technologique chinois par la copie et l’espionnage industriel est une réalité stratégique à un tel point que les entreprises nipponnes « doivent réduire leur investissement direct en Chine pour protéger leur avance technologique contre la copie » (Delbecque).  Les entreprises européennes, aveuglées par la perspectives de contrats à court terme devraient en tirer des leçons et se méfier de transferts technologiques qui pourraient s’avérer mortels à terme.
Enfin, une politique scientifique implique un système d’éducation et de recherche rodé. Le but étant évidemment de former les meilleurs chercheurs mais aussi de les garder. Les Etats-Unis restent ainsi en tête de la création scientifique par l’aspiration des élites mondiales.

La puissance cognitive 
Le savoir est une ressource mais la diffusion du savoir, de l’information en est aussi devenue une.
C’est ainsi que les Etats-Unis ont mené une stratégie globale de colonisation de la sphère des idées puisqu’ils sont actuellement les seuls à en avoir les moyens et qu’ils furent parmi les premiers à en saisir les enjeux.


L’information « est devenue la matière première des économies avancées, post-industrielles, et même, dans une proportion croissante, un produit fini » (Buhler) car, « dans son acception la plus large, celle d’un message véhiculé par un flux ordonné de signes, [elle] devient une matière première du système de production, source de gains de productivité dans quasiment tous les secteurs «  (Buhler). Enfin, dans un monde de réseaux, une stratégie cognitive globale –qui est au final une stratégie « d’utilisation de la connaissance », est la condition sine qua non d’une politique d’influence réussie. Il s’agit ainsi d’aller au-delà de la simple conquête « des cœurs et des esprits » (KISSINGER) mais bien de maîtriser une ressource propre pour créer un environnement favorable.
Nous renvoyons sur ce sujet à La Guerre cognitive publié en sous la direction de Christian Harbulot (Lavauzelle, 2004).

La puissance normative 
La meilleure manière de rafler la mise est encore de fixer soi-même les règles du jeu. La multiplication des échanges a entraîné celle des normes. La mondialisation débouche sur la mise en place de règles globales permettant de fluidifier les relations car « […] le droit a pour but d’introduire davantage de prévisibilité dans la vie internationale en fournissant aux conduites étatiques un cadre normatif, des termes de référence » (Buhler).
Donc, celui qui dit le droit fixe la conduite des Etats par rapport à ce droit même, amène l’adversaire sur son terrain ; l’oblige à penser comme lui.


Certes, les puissances garantes du droit international, à commencer par les Etats-Unis, peuvent s’en affranchir. Cela a un coût. En termes de légitimité tout d’abord. En vertu de la règle de la porte ouverte ensuite. Une loi violée pourra l’être à son tour par un adversaire stratégique. Celle de l’intangibilité des frontières par exemple : la reconnaissance de la proclamation unilatérale d’indépendance du Kosovo par la plupart des puissances occidentales a provoqué en écho celle de l’Ossétie et de l’Abkhazie par la Russie au détriment de la très pro-américaine Géorgie.


« En définitive, est puissant tout groupe humain qui produit le monde, le sien, celui des autres. Et la règle stratégique la plus essentielle pour obtenir la puissance est la suivante : qui détient les germes du futur et la science de leurs combinaisons, qui donc concentre le stock des normes temporelles et spatiales de la production mondiale, prend la clef de tous les possibles technologiques et de la domination planétaire. » (Forget). Ajoutons que « […] le mimétisme est une forme de dépendance » (Fayard, Moinet), proposition qu’illustre l’âge d’or de l’empire britannique au XIXème siècle, édictant les nouvelles règles de l’économie mondiale sur lesquels s’appuyait sa suprématie.

L’impossibilité européenne contemporaine à dire la puissance

L’impossibilité européenne actuelle à énoncer et mettre en œuvre une politique de puissance repose sur trois illusions ou points de blocage. Ceux-ci doivent être étudiés et analysés si la construction européenne veut se relancer et représenter l’avenir du continent. Il s’agit d’une tentation isolationniste, du mythe rassurant de la contagion du semblable et enfin de l’illusion du pouvoir normatif.

L’isolationnisme européen
Les européens sont une caricature des isolationnistes américains du XIXème siècle. L’Ouest est sûr, l’immensité Atlantique débouchant sur un continent ami. Les mondes africains et proche-oriental sont plus inquiétants mais, par bonheur, la Méditerranée est une défense et un filtre non négligeable contre des populations que l’on craint sans trop oser le dire. A l’Est, le repli russe a donné une profondeur stratégique rassurante à l’Europe de l’Ouest qui ne craint plus guère Moscou. Les enjeux énergétiques et rivalités territoriales ayant migré vers l’Asie, l’Europe peut se croire protégée des aléas du monde. Elle a acquis une mentalité insulaire.


Bénéficiant de l’ordre américain, elle s’offre le luxe de le critiquer d’abondance, un peu comme les Américains du XIXème siècle vouaient aux gémonies la diplomatie européenne qui pourtant assurait un monde sûr dont ils bénéficiaient. L’Europe s’est avisée un peu tard que la politique internationale était impure et a décidé d’y mettre bon ordre. Par son exemple et ses exordes, elle aspire à être le phare du monde, à faire rayonner la paix et la démocratie. Elle exprime un dégoût de plus en plus marqué pour les interventions militaires assimilées à des aventures et suspectes d’illégitimité dès leur déclenchement éventuel. Le mythe de la fin de l’histoire ne lui déplaît pas. Il permet de geler une situation plutôt favorable. Aux politiques de puissance devraient succéder la coopération entre les peuples et les Etats. C’est exactement le discours des isolationnistes américains.


L’Europe contemporaine est le meilleur élève de Wilson. A contretemps.
Les Etats-Unis restent mus par une formidable énergie morale due à la croyance inentamée en leur « destinée manifeste » mais ils ont fait sa part au réalisme géopolitique. Ils mènent sans états d’âme une politique de puissance qui n’a rien à envier à celle de l’Angleterre victorienne. Surtout, ils n’ont jamais, au cours de leur histoire, fait l’économie d’une politique de puissance. Quand le jeune Etat américain a prétendu se désintéresser du monde et récuser le jeu des confrontations de la vieille Europe il l’a fait au nom d’un idéalisme que sous-tendait un solide bon sens. La contrepartie de son effacement international était la doctrine Monroe interdisant aux Européens toute ambition sur le continent américain. Pendant son premier siècle d’existence, le jeune Etat fédéral s’est préoccupé de joindre l’océan Pacifique à l’Atlantique, ne négligeant pas de faire parler la poudre contre les peuplades indiennes qui le gênaient et de faire gronder le canon au Texas ou à Cuba. L’immensité américaine était un champ d’expansion à la mesure du dynamisme d’un peuple de colons qui n’avait rien à gagner à se confronter aux vieilles puissances européennes dans leurs prés carrés. L’isolationnisme américain était la gestation d’une puissance qui assurait son hégémonie régionale avant d’entrer dans l’arène mondiale.


L’isolationnisme européen actuel est quant à lui un reflux, un renoncement, une impuissance géronte. C’est le syndrome du pantalon rouge étendu à tout un continent. A l’inverse de l’Etat américain et de sa Constitution, fruits d’une lutte et d’une volonté collective, les institutions européennes sont encore perçues par les Européens eux-mêmes comme distantes, voire technocratique ou peu représentatives. L’euroscepticisme est couramment répandu sur le vieux continent. Les partisans de l’Europe l’acceptent généralement comme une nécessité, pas comme un projet enthousiasmant. Il lui manque une véritable adhésion populaire. Pourtant, l’Europe avance et se construit, c’est un fait. Mais vers quoi avance-t-elle ? Plusieurs projets européens s’affrontent, ce qui interdit la définition d’objectifs clairs, une fédération des opinions publiques et condamnent l’Union à l’impuissance.

Le mythe de la contagion du semblable
Tous les Etats européens peuvent faire le constat d’une remarquable indifférence de leurs nations aux questions militaires et stratégiques voire d’une véritable allergie aux problématiques de puissance. Incapable de penser l’ennemi et la confrontation, l’Europe a inventé le mythe de la « contagion du semblable ». A notre contact et à notre exemple, « l’autre » deviendrait « nous ».


Cette formidable négation de l’altérité des communautés humaines néglige totalement la manière dont nos nations et nos valeurs sont perçues en dehors de l’île européenne.
Le monde reste dangereux, il faut peser pour subsister. Les Européens en sont d’ailleurs vaguement conscients. Tout en misant sur le mythe de la contagion du semblable, ils s’appuient sur la solide garantie américaine pour assurer leur sécurité. Ce choix n’est pas neutre. « Pour la plupart des Européens, l’Amérique est un « égalisateur de puissance », qui envoie les Européens, dans leur ensemble, dans une catégorie distincte, beaucoup plus indifférenciée qu’elle ne le serait dans une Europe indépendante » (Buhler). Ainsi, derrière un discours humaniste neutre et la délégation de responsabilités à Washington, pointent les rivalités et méfiances nationales. Le désir inavoué de se fondre dans une indistinction qui gommerait les différentiels de puissance est un des plus grands obstacles à l’épanouissement d’une Europe forte. L’idée des Etats européens n’est donc malheureusement pas tant de mutualiser la puissance que de neutraliser le voisin.


Les désillusions pleuvent sur le faible messianisme européen. Certes la démocratie a paru s’étendre dans le monde, en particulier lors du « printemps arabe. » Las ! Aux yeux de l’Europe médusée, les révolutions fleuries débouchent démocratiquement sur des gouvernements islamistes aux valeurs radicalement opposés à celles du libéralisme politique. L’Europe doit impérativement changer la couleur de sa culotte, s’attacher à l’analyse des perceptions et cesser de vouloir comprendre le monde à partir de ses intentions propres.

Le pouvoir normatif européen
Il est un domaine dont l’Europe est fière, c’est son pouvoir normatif. Il s’applique à l’intérieur de l’Union, évoluant vers une convergence et une intégration toujours plus fortes. Il se manifeste également au niveau international. L’UE est la championne du droit des gens et vise à régler les conflits par les normes.


Le problème, c’est que l’UE est incapable de faire partager ses ambitions normatives « à des puissances qui n’ont cure de s’aligner sur les normes européennes lorsqu’elles n’y voient pas leur intérêt » (Buhler). Le nombre de normes inspirées par l’UE au niveau international ne doit pas faire illusion. Elles ne s’imposent pas dans les domaines qui comptent vraiment, ceux de la politique et de l’économie. Lorsque surviennent les crises, la voix européenne est inaudible. On écoute Madame Ashton par galanterie  sur les questions internationales mais on ne prend au sérieux que les ministres des affaires étrangères des nations qui comptent. Pour faire face à la crise financière, les chefs d’Etats et ministres des financent trouvent des accords mais la voix de l’Europe en tant qu’entité propre est inaudible.
Très clairement, et malgré quelques succès, le pouvoir normatif européen repose sur du vent. Pris isolément, il ne peut pallier l’absence d’une politique de puissance globale.

Comment accroître la puissance d’un Etat ?

Il n’est pas de remède miracle pour accroître la puissance d’un Etat. Cependant, le monde contemporain offre des opportunités à saisir. En particulier, la redistribution des cartes de la puissance est lourde de menaces mais offre aussi des possibilités de rééquilibrage à saisir. Les valeurs européennes sont fortes et disposent d’un véritable pouvoir d’attraction à condition d’être proposées sans naïveté à travers une stratégie d’influence. Eric Delbecque a soulevé la question de la création de dépendances auprès de nos rivaux. Liée à une véritable stratégie de puissance économique, elle pourrait offrir à la France et à l’Europe une place au soleil digne de ses valeurs et de ses aspirations.

La carte multipolaire
Les Etats-Unis connaissent un déclin relatif. La nouvelle puissance chinoise se déploie en Asie et jette ses rets sur l’Afrique. La Russie compte à nouveau dans le monde.  L’Inde attend son heure. De nouveaux acteurs font entendre leur voix et la crise économique qui a surtout ébranlé les vieilles économies dominantes n’a fait que confirmer la montée en puissance d’Etats dynamiques et ambitieux.
Le monde contemporain est en mouvement. Il est lourd de menaces, peut-être, mais aussi d’opportunités. Un pays comme la France, reconnu par Brzezinski comme « pivot géostratégique », a beaucoup à y gagner. La force de l’Europe a été le refus de l’empire. Structurellement, elle aspire à l’équilibre des puissances et récuse toute hégémonie. Or des équilibres nouveaux se créent où les Etats européens peuvent trouver une liberté d’action nouvelle. A condition de renoncer à certaines illusions.


Ainsi, un monde multipolaire n’est pas un monde unanimiste. Les nouveaux redéploiements de puissance paralysent les grands organes de concertation et on découvre la relativité des notions de bien et de mal au niveau des relations internationales. Seule une décision nationale énergique de la France a permis de contenir la crise malienne. Dans le même temps, les discussions à l’ONU autour de la crise syrienne n’aboutissent qu’au blocage et à une paralysie de la communauté internationale. La concertation trouve ses limites dans les intérêts de puissance rivaux.


Sans doute la France doit-elle garder en tête en en vue l’objectif d’une Europe-puissance. Cependant, celle-ci étant hors de portée à brève échéance, il s’agit parallèlement de repenser les marges de manœuvre nationales.

 

Une politique d’influence basée sur nos valeurs
La défense des droits fondamentaux de l’être humain et des libertés individuelles est au cœur du projet anthropologique européen et influence fortement sa politique étrangère. Elle ne peut cependant faire abstraction du réalisme politique. Les Etats-Unis ont donné l’exemple d’un affaiblissement du à une mauvaise analyse des réalités. Le projet de « nation building » en Irak et en Afghanistan est un échec malgré de belles prouesses militaires. Il a surtout montré que les nouveaux rapports de force interdisaient les victoires totales. Il n’est plus de capitulation sans condition de l’adversaire dans un monde de réseaux qui le rend difficilement saisissable. Les conflits ne peuvent se dénouer que par une paix de compromis. Cela implique soit de « composer avec le mal », soit de reconnaître –au prix d’une perte de légitimité, que l’adversaire ne représente pas le mal absolu.


La défense de nos idéaux implique forcément une politique de puissance. La cause du libéralisme politique n’a jamais autant reculé que depuis la crise financière dans laquelle se débattent les vieilles nations de l’Ouest. L’équation liant prospérité et libéralisme politique est remise en cause. La démocratisation du monde qui semblait inéluctable n’est plus qu’un des chemins possibles. La voie chinoise, sacrifiant les libertés politiques à la prospérité économique et à une relative liberté morale au nom du développement harmonieux de la communauté, a l’attrait de l’efficacité et il serait dangereux de le négliger. La démocratie autoritariste russe trouve également sa légitimité dans le spectaculaire redressement opéré par Moscou. De grandes démocraties émergentes comme le Brésil ou l’Inde, les géants de demain, récusent l’idée occidentale d’ingérence humanitaire au profit du principe de souveraineté des Etats.


L’Europe ne doit pas se leurrer : sa relative prospérité exerce un incontestable attrait mais il ne faut pas confondre le rêve d’une vie matérielle meilleure et l’adhésion à toutes nos valeurs. Par ailleurs, certains Etats et non des moindres affichent un mépris ouvert pour les valeurs du libéralisme politique ramené à un symptôme de la décadence européenne.
Seule une politique culturelle, une politique d’influence, une politique de puissance pourront appuyer la diffusion de nos idéaux et en assurer la pérennité.

 

Une stratégie de puissance économique
La France des 30 glorieuses a su canaliser ses efforts en vue de réalisations aussi fructueuses et célèbres qu’Ariane, Airbus ou le TGV.
Là réside le salut. Dans la maîtrise de pôles d’excellence stratégique appuyés par des crédits suffisants en R&D. Les entreprises doivent trouver intérêt au soutien de l’Etat. Dans le cadre de l’UE, il s‘agit de chercher des convergences et mutualisations, notamment avec les pays européens aux économies se rapprochant de la nôtre (Allemagne, Benelux, Italie par exemple). Un véritable partenariat public/privé doit se mettre en place non seulement au niveau national mais au niveau de l’Union, non plus sur certaines réussites élevées au rang de symboles (Airbus) mais à un niveau global. Les Etats-Unis ont ouvert la voie. Il ne s’agit pas de les imiter mais de mettre les institutions nationales et fédérales au service de nos entreprises dans la guerre économique globale qui fait rage.


Avons-nous été capables de créer des dépendances chez les autres ? Sommes-nous capables de le faire ? Faute de ressources, le salut pour l’Europe réside dans la recherche-développement. Un exemple de dépendance créée de toutes pièces et procurant un avantage substantiel à ses promoteurs est celui d’Internet dont toutes les clefs sont encore détenues par les Etats-Unis malgré les contestations impuissantes de ses rivaux stratégiques, Chine et Russie principalement.


Malheureusement, les chiffres de l’OCDE montrent que la part consacrée au R&D en Europe stagne à des niveaux faibles. La France y consacrait ainsi 2,26 % de son PIB en 2010 quand la Corée du sud était à 3,74%. Ce décrochement peut se comprendre dans un contexte difficile sous la pression d’opinions publiques privilégiant les dépenses sociales qui amortissent les effets d’une économie en souffrance.


Cependant, l’économie d’un gros effort dans ce domaine ne pourra être faite. Le coût du travail en Occident en général et en France en particulier est prohibitif par rapport au reste du monde. Il ne s’agit pas de démanteler un système social de protection et de redistribution fruit d’un large consensus au sein de l’opinion publique mais d’en assurer la pérennité. Pour cela, l’excellence technologique semble une voie prometteuse. Le développement de stratégies d’intelligence économique en Europe permettra également de limiter les conséquences des attaques en règles auxquelles sont soumises nos entreprises en quête de marchés.

Conclusion

Moteur de l’histoire, le jeu des puissances se déploie plus que jamais. Une politique de puissance est non seulement légitime mais nécessaire pour défendre les valeurs qui nous sont chères. L’avenir de notre continent en dépend.
Les rêves liés à une hypothétique fin de l’histoire se sont effondrés. Le monde des réseaux et des interdépendances n’a pas atténué les rivalités, il n’a fait qu’en modifier les règles et l’environnement. Un certain anarcho-libéralisme a fait long feu. Les Etats restent sur le devant de la scène même si de nouveaux acteurs perturbent les équilibres anciens. Les rivalités se déchaînent, notamment sur le plan économique. Nier la réalité de la guerre économique et négliger de mener une politique de puissance, c’est oublier que « le feu tue » et envoyer nos chefs d’entreprise en pantalon rouge à l’assaut des marchés les plus prometteurs. Enfin, les individus et leurs perceptions ne sont plus un facteur neutre dans le monde moderne ; l’information est passée du statut d’outil à celui de ressource. Les peuples qui ne s’adapteront pas aux règles nouvelles ne pourront qu’enfoncer dans un déclin sans fin.
La puissance est volonté. Elle s’appuie sur des piliers qui souvent s’épaulent, se croisent et se recoupent.
Dans cet univers particulier, des handicaps intellectuels minent l’Europe et sapent ses fondations. Elle doit maintenant se définir autrement que par défaut. Elle pourra alors se doter d’une stratégie qui ne soit pas un catalogue d’intentions humanistes mais un projet politique porteur.
Une solide politique nationale alimentant l’idée d’Europe puissance à laquelle nos partenaires sont encore réticents est porteuses de promesses.
Pour cela, une véritable réflexion doit être menée dans tous les domaines. Il s’agit d’analyser, comprendre, désarmer les résistances intellectuelles ; d’expliquer sans relâche et de démontrer sans concession l’intérêt d’une politique de puissance ; de décrypter le jeu mené par nos rivaux et adversaires pour le mettre sous les yeux de nos concitoyens. Quand la puissance publique se mettra discrètement mais efficacement au service de nos entreprises,  quand l’opinion européenne sera décomplexée sur les questions de puissance, quand des think-tanks influents œuvreront pour la constitution d’une Europe puissance, un grand pas aura été fait.
Avant de réaliser le dégel de la puissance européenne, il s’agit de le penser ! Alors, le vieux continent pourra reprendre le cours de son histoire avec une énergie et une jeunesse nouvelle.

Auteur de l’article : Raphaël Chauvancy
Ancien élève de l’Ecole de Guerre Economique de Paris, R. Chauvancy a également suivi des études en histoire et en philosophie à l’université Paris IV-Sorbonne. Il sert actuellement comme officier des armes dans les Troupes de marine.

Ouvrages utilisés pour l’article
Pierre Blanc,Proche-Orient, Le pouvoir, la terre et l’eau, Les presses de Sciences Po, Paris, 2012.
Pierre Buhler, La puissance au XXIe siècle, CNRS éditions, Paris 2012.
L’influence en appui aux engagements opérationnels, Concept interarmées, CICDE, 31 mars 2012.
Zaki Laïdi, La norme sans la force : l’énigme de l’impuissance européenne, Les presses de Sciences Po, Paris,  2005.
Michael Hardt et Antonio Negri, Multitude : guerre et démocratie à l’âge de l’Empire, Paris, Editions La Découverte, Paris, 2004.
Ouvrage collectif sous la direction de Christian Harbulot et Didier Lucas, Les chemins de la puissance, éditions Tatamis, 2007.
Rapport pour le Président de la République sur les conséquences du retour de la France dans le commandement intégré de l’OTAN, sur l’avenir de la relation transatlantique et les perspectives de l’Europe de la Défense, Hubert Védrine, 14 novembre 2012.
Qiao Liang et Wang Xiangsui,  La guerre hors limites, éditions Payot et Rivages, Paris, 2003.

État et Société

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État et Société

par Guillaume Faye

Ex: http://www.gfaye.com

Une nation, un peuple peuvent avoir des institutions étatiques déficientes tout en continuant de produire une grande civilisation créatrice. L’exemple de la France – entre autres – est tout à fait parlant. Dans maintes périodes de son histoire, ce pays a connu une organisation politico-étatique instable, inadaptée et en crise endémique. Pourtant, la société continuait de fonctionner et de créer, dans tous les domaines, malgré la crise permanente de l’État.  Parce que la Société était le corps fécond d’un peuple vivace, jamais découragé.

Prenons le cas de la période 1815-1848 (Restauration et Monarchie de Juillet) et celui de la Troisième République (1875-1940. Les institutions étatiques (les « constitutions » selon le vocabulaire de Tocqueville) étaient particulièrement fragiles, mal étayées, contestées et en crise permanente. Mais en même temps, dans les arts, les sciences, l’industrie, la qualité de l’éducation, le rayonnement économique et culturel, etc. le pays se montrait créatif et performant. Comment expliquer ce paradoxe ?

Tout d’abord, la pérennité et le génie d’une nation dépendent de l’articulation entre un principe mâle et organisateur, l’État, et un principe féminin vitaliste et accoucheur de formes, la Société. Sans État, la Société devient stérile, puisqu’un peuple sans État sombre dans le folklore et l’anémie. Et sans Société structurée et homogène, un État (même très bien organisé) devient inutile et impuissant : c’est ce qui se produit aujourd’hui, j’y reviendrai plus loin.

Deuxièmement, par le passé, lors des innombrables crises de l’État et de ses institutions, la France possédait toujours un État, aussi imparfait fût-il. Les crises de ”régime” était superficielles, superstructurelles, mais il existait toujours une infrastructure étatique et politique qui encadrait et aidait la créativité de la société. (1)

Troisièmement, en comparant approximativement l’État au cerveau et la Société au corps organique, comme chez un individu, si le premier connaît des maux de tête mais si la seconde reste parfaitement saine, l’ensemble global de la Nation peut continuer d’être performant. En revanche, si la Société se délite dans son fondement organique même, le meilleur des États ne pourra ni gouverner ni sauver la Nation. Les crises étatiques sont beaucoup moins graves que les crises sociétales. De même, un individu qui possède un excellent cerveau mais dont la santé du corps s’effondre se retrouvera paralysé et impuissant.

Le « capital historique » d’une Nation, c’est-à-dire sa production créatrice (culturelle et matérielle) accumulée dépend de l’interaction entre son État et sa Société, mais aussi de sa prise de conscience qu’elle constitue une unité ethno-historique. (2) 

Maintenant passons aux choses qui choquent. Actuellement, on ne peut pas dire que l’appareil étatique français fonctionne mal par rapport à tout ce qu’on a connu dans le passé. Le problème, c’est la Société française, la force organique et productive de la Nation, qui se désagrège lentement.  La responsabilité en revient en partie – mais en partie seulement – à l’État, qui a laissé faire et n’a pas corrigé. Mais la maladie de la Société précède celle de l’État puisque ce dernier provient, comme production biologique, du corps organique de la Société ; de même que le mâle naît de la femelle. D’un point de vue holistique et interactif, la Société produit l’État qui, à son tour, l’encadre, la dirige et la protège.

Aujourd’hui, l’ensemble de la Nation France (comme bien d’autres en Europe) présente des pathologies extrêmement graves qui mettent sa survie à moyen terme en question, et qui n’ont rien à voir avec les ”institutions”. Énumérons : le vieillissement de la population autochtone et son déclin démographique, l’invasion migratoire massive par le bas (provoquée ou acceptée avec fatalisme ou hostilité mais nullement imposée par la force de l’extérieur), la domestication psycho-comportementale source d’égotisme, de refus de l’effort (anémie), de sentimentalisme culpabilisé, de dévirilisation, d’hédonisme passif, d’indifférence envers les ancêtres et la lignée (le germen), etc.

Ces pathologies, qui ont atteint non pas tout le monde mais une proportion trop importante, expliquent la plupart des effets du déclin de la France et de bien d’autres pays européens. L’État , en tant que substance produite, n’en est pas la cause ; c’est la Société, en tant qu’essence productive, qui l’est.

L’explication que certains avancent s’appuie sur des raisons exogènes, de nature politique ou idéologique : l’influence à long terme de la morale chrétienne, de la franc-maçonnerie, de ”l’ esprit juif”, de l’américanisme, du consumérisme, etc. L’explication endogène, qui a la faveur de la sociobiologie, est que les peuples, ensembles biologiques, vieillissent, tout comme les individus, et perdent leur énergie vitale et leur volonté collective. Ils finiraient à long terme par moins bien résister à l’environnement, idéologique ou autre. Les premières raisons sont sources d’irresponsabilité, les secondes de fatalisme.

Personne ne pourra jamais trancher. Mais il ne faut pas être déterministe, il faut toujours agir comme si la fatalité était surmontable et comme si le désespoir tranquille était stupide.    

Continuons par l’énoncé de quatre principes (ou conditions) qui déterminent la santé et la créativité d’une Société :

1)   L’homogénéité ethnique au sens large du terme, avec une parenté anthropologique forte.

2)   Des valeurs, une culture, une conscience historique partagées, sans communautarismes intérieurs – c’est-à-dire l’unité de la Société et de l’État.

3)   Une solidarité intérieure au dessus des clivages de classes économiques, avec un sentiment d’appartenance charnelle plus qu’intellectuelle.

4)   Un génie propre, c’est-à-dire des qualités intrinsèques, innées de créativité chez une large proportion des sociétaires.  Ce qui n’est pas l’apanage de tous les peuples.

 

 Le rôle politique de l’État est alors d’organiser cet ensemble et de le projeter dans l’avenir, c’est-à-dire dans l’histoire. Mais l’idéologie républicaine française (reprise par le communisme soviétique) s’imagine, depuis Robespierre jusqu’aux gauchistes hallucinés de Terra nova qui inspirent le PS, que l’État, muni de son idéalisme (« faire France ! ») peut harmonieusement organiser une Société composée de n’importe qui, venu de partout. Utopie qui torpille tout bon sens. Aristote expliquait que le corps d’une Cité (c’est-à-dire la Société) ne peut être fondé sur le hasard. L’État a besoin d’une Société choisie comme le sculpteur d’un marbre de qualité.  La Société et l’État doivent se ressembler et se rassembler et le plus faible de l’équation est l’État. Pourquoi ?  (3)

Conclusion : si le délitement, le chaos ethnique de la Société française se poursuit, l’État, qui n’en est que la projection à terme, s’effondrera à son tour. La France disparaîtra. Mais le soleil continuera à briller. 

Notes:

(1) Montaigne estimait que si la tête de l’appareil étatique disparaissait, le pays continuerait de fonctionner normalement. Autrement dit, la Société possède sa propre autonomie.

(2) Le concept, très original,  de ”capital historique” a été formulé par les nationalistes bretons du mouvement Emsav et par le théoricien Yann-Ber Tillenon. Il décrit l’interaction d’une Société et d’un État pour construire, dans la durée, l’héritage à la fois matériel et spirituel d’une Nation.

(3) Parce que c’est la Société qui finance l’État. Même la force physique de l’État (contrainte de force publique) dépend du consentement financier de la Société. Donc le rapport de force  est complexe. L’effondrement d’une Nation provient toujours de la rupture du pacte Société/État. Et la Société génère toujours un nouvel État alors que l’État ne peut pas créer une Société.

Sur l’histoire des idées de la nouvelle droite en Australie

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Sur l’histoire des idées de la nouvelle droite en Australie

By Jim Saleam

English original here [2]

Ex: http://www.counter-currents.com

Si les Australiens discutent et débâtent aujourd’hui ces idées généralement définies comme celles de « La Nouvelle Droite Européenne », il est bien fondé de se demander quelle est l’histoire de l’idéologie de la Nouvelle Droite en Australie ? 

En fait, il s’agit d’une histoire aussi longue qu’imprégnée, avec des tentatives utiles à l’adaptation. C’est également une histoire généralement inconnue bien que certains des figures fondatrices de l’école de pensée de la Nouvelle Droite soient encore parmi nous. Dans ce bref aperçu, je partirai du principe que le lecteur est familier avec les orientations de la Nouvelle Droite et ne nécessite pas de plus amples éclaircissements. Dans le cas où l’auteur est mentionnée, j’emploierai mon nom à la troisième personne.

Une Nouvelle Droite « autochtone » pour l’Australie.

On sait que la Nouvelle Droite est une tendance intellectuelle initiée en France par Alain de Benoist en 1967. Elle s’est ensuite répandue de France aux autres pays Européens, un à un. Il existe une documentation suffisante, même en anglais , qui en fournit l’histoire essentielle.

Le corpus idéologique de la Nouvelle Droite n’a été que partiellement traduit en anglais. Ceci a souvent laissé un vide majeur et une tendance à se rabattre sur des théoriciens  et des textes plus anciens (même si cruciaux) de l’école intellectuelle allemande (et européenne) communément appelée Révolution Conservatrice. Toutefois, il y’a eu une tentative au fil du temps (et dernièrement de façon plus affirmée) de traduire les textes contemporains de la Nouvelle Droite en anglais. Un travail considérable a été fait depuis la seconde moitié des années 80 afin de fournir ces ressources indispensables et des interprétations locales de ces travaux  par des auteurs de langue anglaise, et ainsi donc en Australie.

Concernant les auteurs classiques, on peut se reporter à des noms tels que Oswald Spengler, Carl Schmitt, Julius Evola et Arthur Moeller vand den Bruck et bien d’autres encore devenant plus largement connus des nationalistes et des cercles anti libéral australiens. Nous ne pouvons toutefois pas affirmer qu’il en aille de même pour  les auteurs contemporains de la Nouvelle Droite en Australie.

La venue en Australie en 2007 de l’éminent théoricien de la Nouvelle Droite, le docteur Tomislav Sunic et la distribution de son livre Against Democracy and Equality : The European New Right, a été évidement très utile afin de fournir une histoire indispensable, en raccordant les « classiques de cette école de pensée avec les contributions de De Benoist et d’autres. Cet ouvrage mérite évidement une diffusion plus large.

Mais à quel moment cette tendance générale est-elle apparue en Australie ?

De façon intéressante, si nous préférons l’idée d’un parallélisme évolutionnaire, la Nouvelle Droite est apparue dans un formule locale.

La première « tentative » d’idéologie de Nouvelle Droite fut limitée et associée au pamphlétaire Australien bien connu, A.F Norwick (nommé ci après sous son nom de plume Alec Saunders). Saunders fonda, en 1975, un cercle basé à Sydney  - « The Indo European Cultural Renaissance Society » [1] (« un groupe apolitique » qui rejetait l’idée occidentale d’une civilisation Judéo-chrétienne comme supérieure à la civilisation classique ou à ses prédécesseurs Indo-Européens). Il créa le journal « The Fire Makesr » Ce fut une expérience de courte durée.

Saunders en parle en ces mots :

Le groupe distribuait The Fire Makers à beaucoup de gens. Malheureusement, nous recevions un certain nombre de réponses venant d’ « aspirants » néo-nazis qui associaient la défense de l’idéal Indo-Européen avec le fascisme allemand. Il n’y avait guère d’autre intérêt et trop peu d’entre nous pour soutenir le travail.

Le groupe fut dissous au bout de plusieurs mois.

L’intérêt du cercle de Saunder tient du fait qu’il émergea indépendamment et fricota avec les idées fondatrices de la Nouvelle Droite – Sa profession du mythe culturel Indo-Européen qui avance l’idée d’une identité culturelle pour les Européens en dehors du schéma de la civilisation chrétienne d’Occident.

Plus important encore pour cette discussion qu’il y figure des contributions australiennes directes, pas seulement contemporaines au système de la Nouvelle Droite mais aussi des figures de proue australiennes (Je ne dirais pas des « théoriciens » en tant que tels de l’école de la Révolution Conservatrice Européenne) de périodes plus antérieures, qui portent certains éléments de ses idées. Je pourrais dire que Wiliam Baylebridge et P.R Stephensen en font partie.

Une connexion est forgée.

En 1977-1979 et plutôt accidentellement, une source pour l’idéologie Nouvelle Droite fit surface. Au travers des activités de National Resistance/ Australian National Alliance plusieurs étudiants en universalité partageant ces centres d’intérêt furent recrutés.

En 1977, alors étudiant à l’université de Sydney, je faisais des recherches pour ma thèse de doctorat sur « l’extrême droite » (Sic) britannique. Lors de recherches parallèles, des contacts furent incidemment établis avec des participants français au « mouvement national-révolutionnaire » Ces personnes firent découvrir autant qu’elles purent aux milieux australiens le mouvement bourgeonnant de la Nouvelle Droite française. Bien que cela ait encouragé un intérêt pour les textes classiques, la discussion sur de nouveaux arguments était plus difficile compte-tenu des barrières de langage. Des informations découpées dans les journaux traitant de l’actualité ainsi que des articles de magazines continuèrent à arriver en Australie après 1977 et ils furent très utiles au développement d’une vue d’ensemble

Toutefois, si les australiens étaient attentifs aux arguments culturalistes de De Benoist dans le style et la méthode d’Antonio Gramsci, il était quand même nécessaire de contester les bases culturelles et idéologiques du libéralisme pour soutenir un model de changement politique.

Les principaux activistes australiens tels que F.K Salter and E.F Azzopardi ont évidement avancé  avec fermeté cet argument dans la période de 1977 à 1980.

Apres la fondation de National Action en 1982 qui concluait quelques années de réussites mitigées pour la mouvance nationaliste australienne, certains australiens allaient de nouveau s’intéresser à la Nouvelle Droite. Deux membres de ce parti visitèrent les bureaux de De Benoist a Paris début 1983 et revinrent avec des documents clé, des brochures et le magazine Eléments.  Ces écrits furent largement débattus.

Saunders prit contact avec des militants britannique de British Third Position[2], groupe The Rising en 1983 et Michael Walker éditeur du magazine The Scorpion. Ce dernier était sur une ligne Nouvelle Droite classique, il y publiait ses propres réflexions ainsi que les derniers développements concernant le mouvement Européen florissant. Saunders écrivit The Social Revolutionary Nature of Australian Nationalism qu’il distribua via National Action et d’autres groupes. Cette brochure se reposait sur des textes d’auteurs de la Révolution Conservatrice et de la Troisième Voie, avec des références et des interprétations spécifiques à l’Australie. Il était également fait référence à De Benoist et à l’école du GRECE.

En 1985, Eugene Donnini, un ancien de National Action, établit un lien avec le magazine The Scorpion, Donnini fonda un groupe militant à Perth, l’Australian Populist Movement ainsi que le magazine Stockade. Le groupe innovait avec un nationalisme « vert » tout en popularisant anti impérialisme de la Nouvelle Droite ainsi que sa critique du régime libéral américain. Malheureusement le groupe se sépara au bout d’un an. Les efforts de Donnini montrèrent la facilite de mélanger les thèmes de la Nouvelle Droite avec des organisations militantes de type Troisième Voie.

Le mariage fertile de l’idéologie Nouvelle Droite et des idées tercéristes  (aussi connues comme idéologie nationaliste révolutionnaire) est notable. Pourquoi ? Parce que plusieurs idées sont communes, bien sûr l’on pourrait affirmer comme le fait Roger Griffin (l’expert académique des théories du fascisme et du néofascisme) que les unes sont les filles de l’autre, rendant plus accessibles des notions plus complexes et développant un nouveaux discours plus attractif, je fais référence aux idées telles que l’anti impérialisme, l’ethno différencialiste (non raciste), la critique de l’américanisme an nationalisme écologiste etc, de telle façon que la Nouvelle Droite sert d’arsenal idéologique aux groupes militants et aux partis. Ce processus est visible au sein de grands partis du nationalisme européen comme le NPD ou le MSI.

Welf Herfurth, aujourd’hui éditeur du site Nouvelle Droite Australie/Nouvelle Zélande arrivé en Australie en 1987. Il était un jeune militant de Troisième Voie implique au sein du NPD en Allemagne. Herfurth conjuguait (et le fait encore aujourd’hui) les éléments de l’école Nouvelle Droite avec les idées de Troisième Voie. Herfurth aida à diffuser cette position au travers des membres de National Action et plus largement dans les années qui suivirent.

Quelle place pour l’idéologie de Nouvelle Droite en Australie ?

Je pose la question en termes de fonction politique. Il serait banal d’affirmer que la Nouvelle Droite constitue la base intellectuelle  de la contestation sérieuse de l’idéologie libérale, mondialiste et humaniste. Cependant comment peut-elle servir cette contestation ?

L’exemple communiste est un outil théorique utile pour décrypter la relation entre « L’idéologique » et le « politique ». Dans les premiers partis marxiste-léninistes, le matérialisme dialectique était la vérité idéologique centrale. Ainsi on peut être militant communiste sans avoir une compréhension particulière la philosophie de l’histoire des bouleversements sociaux révolutionnaires de Marx et son appréciation de la dynamique de la philosophie qui sous-tend ces changements, mais l’on ne peut pas être un chef du parti ou un théoricien du party sans être versé dans le matérialisme dialectique.

Et ainsi les communistes n’opéraient pas des partis de matérialisme dialectique mais des machines militantes. En d’autres mots, bien qu’ils aient épousé une philosophie, ils respectaient le diktat de Marx dans ses Thèses sur Feuerbach : « Les philosophes n’ont fait qu’interpréter le monde de diverses manières, il s’agit maintenant de le transformer. »

Quelle était donc la fonction du matérialisme dialectique ? C’était la colle, la raison, le mystère au centre d’un mécanisme matériel. Il liait la structure et était la base du reste de la construction politico-idéologique. En apportant des certitudes, il armait ses soldats pour la guerre.

Il est raisonnablement évident que ceux qui se sont intéressé à la Nouvelle Droite des années 70 jusqu’à très récemment, conjuguaient un engagement à ses idées de base et ses expressions courantes (assimilées au mieux) avec leurs engagements aux formes variées de politique de militants nationalistes.

On pourrait donc dire que l’idéologie Nouvelle Droite, que ce soit en termes de ses idées basiques de Révolution Conservatrice que son discours après 1967 ont servi de système de valeurs central, un mythe révélé fournissant la théorie de l’homme, de l’homme Indo-Européen, de l’histoire , de l’histoire culturel et du debat idéologique. Il s’agit maintenant de transformer le monde.

Et maintenant – Comme tendance

La Nouvelle Droite a eu une histoire brisée en Australie. Nous pouvons dire qu’après 1991 (l’éclipse de la branche principale de National Action), nous n’avons pas entendu grand-chose. Aucun autre groupe n’a exprime son intérêt pour la ND et nous étions revenus aux « individus »

La Nouvelle Droite a été ravivée dans le débat aux alentours de 2002. Je me laisse a penser que climat impérialiste va-t-en guerre, le matraquage des forces du Nouvel Ordre Mondial affirmant que la nouvelle phase du millénaire du marché était devant nous ont inspiré un retour aux principes antilibéral.

Un signe de ce renouveau a été la formation d’une organisation Nouvelle Droite. Ces deux dernières années la « New Right Australia/New Zealand » dirigée par Herfurth a proposé une synthèse des idées fondatrices de la Nouvelle Droite et des idées du  « nationalisme anarchiste » avancées par l’auteur et sympathisant de la Nouvelle Droite britannique, Troy Southgate. Cette synthèse n’a pas été adoptée comme une tendance dominante à l’international seulement parce que le procédé de synthèse suit son chemin, d’autres alternatives se présentent souvent. Nous voyons donc la Nouvelle Droite se combiner avec l’Eurasisme en Italie et avec l’école nationaliste révolutionnaire de Horst Mahler en Allemagne et sous d’autres formes ailleurs.  Toutefois, via le mécanisme local australien, l’idéologie de la Nouvelle Droite a généralement été diffusée, réveillant une nouvelle couche d’étudiants et de jeunes au pluriverse du débat idéologique. Ceci a été une initiative importante.

Le Sydney Forum qui a rassemblé plusieurs personnalités de la Nouvelle Droite et d’autres éléments du nationalisme australien (Herfurth et moi-même y sommes engages) a popularise le message de la Nouvelle Droite. C’est évidement le Sydney Forum qui a invite Tom Sunic en 2007.

Fondamentalement, la Nouvelle Droite est susceptible d’atteindre une diffusion plus profonde dans les dix prochaines années, les contacts avec les acteurs européens se renforcent et des textes sont écrits au niveau local. L’importance des auteurs locaux ne peut pas être sous-estimée. Les étudiants à l’université effectuant des travaux de troisième cycle peuvent être la clef de l’écriture de l’histoire australienne d’un point de vue révolutionnaire conservateur et en développant une critique de la banlieue australienne abandonnée, de la société bourgeoise et de l’etat. Le temps le dira. La Nouvelle Droite est une tendance et est surement le « noyau mythique » d’une vision du monde à n’importe quelle contestation au  l’état libéral mondialiste.

Notes

1. Groupe de renaissance indo-européens

2. Troisième Voie Britannique

 


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