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jeudi, 29 janvier 2015

El Banco de Inglaterra y la destrucción de América Hispana

por Julio C. González

Ex: http://paginatransversal.wordpress.com

“Gran Bretaña destruyó a las Españas de América, manteniéndolas sojuzgadas en el siglo XXI, por medio de un feroz neocolonialismo y dependencia económica y financiera (…)  Este neocolonialismo provoca que el comodumes decir, las ganancias, vayan hacia Londres; por otra parte el periculumlas pérdidas, son para Hispanoamérica: hambre, desocupación, enfermedades letales, analfabetismo e ignorancia, desnutrición”

El siguiente texto es un extracto del libro “La involución hispanoamericana. De provincias de las Españas a territorios tributarios. El caso argentino. 1711-2010″ (Capítulo XXVI: La “pérdida” del Imperio Español y el Banco de Inglaterra), obra de Julio C. González, abogado y economista, ex Secretario Técnico de la Presidencia de Perón y ex Profesor de la Universidad de Buenos Aires, y actualmente Profesor Titular de “Estructura Económica Argentina” en la Universidad Lomas de Zamora (Buenos Aires).

El Banco como punta de lanza para continuar la destrucción de los pueblos hispanos

Los intereses económico-financieros de Gran Bretaña utilizaron estas sociedades, masónicas o afines, para disolver y destruir el Imperio español, que era una civilización mundial afirmada sobre cuatro parámetros muy firmes:

1)    Posiciones filosóficas.

2)    Deslinde religioso.

3)    Estructura jurídica.

4)    Conformación-concordancia económica.

España no era ni podrá ser jamás un absolutismo o una hegemonía iconoclasta de libertades elementales para la vida. Porque España posee un sincretismo edificado por San Isidoro de Sevilla (circa 560-636) en el Concilio de Toledo (633), sobre el que se unificó la península ibérica como pueblo español. Tal unificación se desenvolvió, más tarde, sobre la base de la congruencia de tres pensadores colosos de sus axiomas interdependientes: Averroes (1126-1198), islámico, Maimónides (1135-1204), judío sefaradí, ambos de la Córdoba andalusí, y Santo Tomás de Aquino (1225-1274), de Roccasecca, en el Reino de Nápoles, Italia.

Los denominados “próceres”, “patriotas” o “libertadores” tanto por la historia “clásica” cuanto por la “revisionista”, si hubieran sido merecedores de tales denominaciones honoríficas, debieron en primer lugar haber conservado el mundialismo geográfico político de la estructura mundial Imperio español. El Imperio español tenía los siguientes hitos positivos:

  1. Idioma.
  2. Derecho: Nueva y Novísima Recopilación de las Leyes de Indias, que establecen derechos, obligaciones y responsabilidades para todos.
  3. Religión: en las Españas de América era el cristianismo católico, yuxtapuesto, en su aspecto antropológico, con las creencias ancestrales del Dios-Sol y la Madre-Tierra.
  4. Tradiciones culturales: música, poesía, instrumentos musicales, canto, baile.
  5. Arte escultórico: catedrales, pirámides aztecas y mayas en México y Yucatán; Puerta del Sol en Bolivia y ciudades incaicas del Perú: Machu Picchu.
  6. Conocimientos científicos: medicinales, matemáticos y astronómicos.

En vez de mantener esta armonía sobre la cual pudo haberse edificado una gran civilización, los secesionistas llamados libertadores segmentaron, diezmaron y trituraron todo. Los cuerpos, templos de la vida humana, fueron masacrados sin pausa ni piedad en feroces e interminables guerras civiles durante el siglo XIX. Durante el jactancioso siglo XX, el hambre, la miseria y las enfermedades fueron los vehículos usados para continuar con tal destrucción.

Hemos acreditado fehacientemente de qué manera Gran Bretaña destruyó a las Españas de América, manteniéndolas sojuzgadas en el siglo XXI, por medio de un feroz neocolonialismo y dependencia económica y financiera. Recapitulemos cronológicamente a riesgo de ser reiterativos:

1)    Tratado de Methuen de 1703: a cambio de tarifas de privilegio concedidas a los vinos portugueses que entraran a Inglaterra (en contra de los vinos franceses y españoles), Portugal abroga las tarifas portuguesas de 1684 sobre las lanas inglesas. Al mismo tiempo, los ingleses adquieren el privilegio exclusivo de comerciar libremente con el Brasil y con Portugal.

Con esta franquicia, depositaban todas las mercaderías –que luego introducían de contrabando  en España y en la América española- en las costas de Portugal y de Brasil (1).

2)    Tratados de Utrecht de 1713 y 1714:

a)    Imponen a España asientos de negros (diez) en las Españas de América.

b)    Navíos de registro, o buques ingleses para traficar libremente en los puertos de las Españas de América.

c)    Imponen a España “la cláusula de la Nación más favorecida” por la cual no pueden otorgar a otros países beneficios que no sean automáticamente concedidos a Inglaterra.

Estas franquicias permitieron que el Imperio español fuese penetrado en toda su extensión por el contrabando inglés (Muret, 1944: 20-21).

3)    Plan de 1711: “Una propuesta para humillar a España”.

4)    Respuesta de España en 1776:

a)    4 de julio: Creación de los Estados Unidos de Norteamérica como una república independiente. Acción de José de Gálvez.

b)    1º de agosto: Creación del Virreynato del Río de la Plata: territorio bioceánico con 7.200.000 Km2 de superficie.

5)    Plan Maitland-Pitt de 1804: método operativo para realizar íntegramente el plan estratégico de conquista de la América española de 1711. Cabeceras de puente: Buenos Aires y Caracas (Venezuela).

6)    Primera y Segunda Invasión Inglesa a Buenos Aires y Montevideo en 1806 y 1807: llevadas a cabo por Beresford y Whitelocke, que son derrotados por Santiago de Liniers, Juan Gutiérrez de la Concha, Martín de Álzaga y Felipe de Sentenach.

Beresford organiza dos logias: “Los hijos de Hiram” y “Los libres del sur” en la casa de Antonio de Escalada, futuro suegro de San Martín (Ferns, Harry S., 1968).

7)    25 de mayo de 1810: Golpe de Estado y destitución del virrey, consumado por las fragatas británicas Pitt, Misletoe y Mutin, y por el súbdito inglés (encubierto) Cornelio Judas Tadeo Saavedra, que dirigía el Regimiento Patricios, el de mayor poder de fuego.

 

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La Junta recibe en primera audiencia los almirantes De Courcy y Fabian. Imponen que el Edicto de Libre Comercio con Inglaterra y sólo con Inglaterra –que había vencido el 18 de mayo de 1810- no tenga fecha de vencimiento. Los buques británicos empavesaron sus mástiles y lanzaron una salva de artillería.

La bandera de la Junta es la bandera inglesa unida a la española (Williams Álzaga, 1966: 28).

8)    8 de octubre de 1812: San Martín y su hermano de sangre –Alvear-, junto con la Logia Lautaro destituyen al Primer Triunvirato y fuerzan la designación de Nicolás Rodríguez Peña, Antonio Álvarez Jonte y Juan José Paso. Surge así el Segundo Triunvirato resultado de la alianza de la Logia y Poder Militar. Es el primer golpe de Estado de nuestra patria.  Comienza a ejecutarse el Plan Pitt-Maitland de 1804.

9)    9 de julio de 1816: un Congreso convocado en Tucumán para dictar una constitución declara intempestivamente la independencia de América del Sur.

Objetivo: Inglaterra, mediadora entre la España europea y las Españas de América, impide que Rusia auxilie a la España europea para poner fin a la secesión sistematizada que Gran Bretaña organizó. Se procedió así a la fragmentación de las Españas de América, poniendo trabas a su reunificación.

10) 2 de febrero de 1825: Gran Bretaña impuso en cuatro (4) meses el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación a las Españas de América. Por el mismo se disponía:

a)    Inglaterra sería el taller del mundo y la América española, su granja. Esto significa: ser proveedora de materias primas sin valores agregados, y tributaria de empréstitos.

b)    Gran Bretaña adquiere el derecho exclusivo de navegar por ríos interiores, con acceso a parajes y predios de toda la Argentina.

c)    Toda la navegación del ultramar de las Españas de América debe realizarse exclusivamente con navíos ingleses (art. 7º del tratado). De esta manera Gran Bretaña moviliza con exclusividad: contenido de bodegas, fletes, seguros y créditos de toda Hispanoamérica. Esto equivalía aproximadamente a la tercera parte de la masa monetaria del mundo.

d)    Régimen del artículo 11 del Tratado: en caso de guerra con Gran Bretaña (por ejemplo, Malvina 1982) le es prohibido a la Argentina interrumpir el comercio con Inglaterra.

El Banco de Inglaterra, piedra basal elemental de estas reflexiones

Los orígenes del movimiento bancario británico, “radican en los préstamos con intereses que hacían los usureros quienes, al ser expulsados en el año 1290, fueron reemplazados en tales menesteres por negociantes de los Estados lombardos de Italia que se establecieron en Londres en las inmediaciones de la calle que hoy lleva su nombre” (2). Esa calle se denominó desde entonces Lombard Street (3) y a partir de ese momento fue la sede central del mercado monetario de Londres.

Hacia 1500, con motivo del descubrimiento de América, los banqueros venecianos se radicaron en Londres. Esta invasión fue inmortalizada por William Shakespeare en su obra, anatema de la avaricia, El mercader de Venecia.

Durante el reinado de Isabel I (1533-1603), los corsarios ingleses, como por ejemplo sir Francis Drake, abarrotaron de oro el mercado monetario de Londres con los saqueos criminales que perpetraron contra ciudades de América y navíos españoles.

Durante este reinado se anexó Escocia a Inglaterra y se adquirió una supremacía marítima absoluta. Bajo el régimen de la República inglesa de Oliverio Cromwell (1649-1659) se conquistó Jamaica y se dictó el Acta de Navegación, por la cual todo lo que ingresase o saliese de Gran Bretaña debía transportarse en buques ingleses. Es decir, que Gran Bretaña prohibía que el comercio de importación y exportación pudiera realizarse con otros navíos que no fueran suyos.

En 1688 se produjo la gran revolución inglesa que erradicó del trono a Jacobo II Estuardo, designando rey a Guillermo de Orange de Holanda.

Esto provocó que a los banqueros ingleses, lombardos y venecianos se sumaran los banqueros holandeses. Todos esos grupos monetarios se afirmaron en Londres. En 1694 fue creado el Banco de Inglaterra, ente financiero de inagotables recursos para todas las conquistas británicas:

  1. Dominación de Portugal por el Tratado de Methuen en 1703.
  2. Tratados de Utrecht de 1713 y 1714: penetración por las franquicias que condujeron al contrabando a gran escala en la América española.
  3. Incorporación del Canadá.
  4. Conquista de la India hacia 1770 por el general inglés lord Robert Clive (1725-1774).
  5. Conquista económica y financiera de las Españas de América entre 1810 y 1825, etc., etc.

El Banco de Inglaterra es hoy, 2009, el más grande y poderoso del mundo, como lo demuestra la reunión del G20 en abril del corriente año.

Así se formó el Imperio británico, hoy denominado Commonwealth, con 64 países. Entre éstos se hallan Australia, Nueva Zelanda, África del Sur, India y Canadá. El territorio abarca 30 millones de kilómetros cuadrados y alberga a 1.600 millones de habitantes.

A lo anterior debemos adicionar la dependencia total que Hispanoamérica tiene hacia Gran Bretaña en lo económico y financiero. Este neocolonialismo provoca que el comodum, es decir, las ganancias, vayan hacia Londres; por otra parte el periculum, las pérdidas, son para Hispanoamérica: hambre, desocupación, enfermedades letales, analfabetismo e ignorancia, desnutrición, raquitismo, drogas y sida.

NOTAS

(1) Muret, Pierre (1944) La preponderancia inglesa, Ed, Minerva, México, p.18.

(2) Watson, Guy M. (1960) El Banco de Inglaterra, Ed. Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, México, p.11.

(3) Bagehot, Walter (1968) Lombard Street. El mercado monetario de Londres, FCE, México.

Livr'Arbitres, 6 février, Paris

mercredi, 28 janvier 2015

L’Europe à la remorque du pacte américano-saoudien

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Arabie Saoudite: notre irremplaçable allié?

L’Europe à la remorque du pacte américano-saoudien

par Slobodan Despot
Ex: http://www.causeur.fr

«L’Arabie saoudite est pour nous, monde occidental, un allié irremplaçable » affirme en ouverture l’éditorial du journal suisse Le Temps au lendemain de la mort du roi Abdallah. Il atténue cet axiome d’une série de mais, mais des mais aussi délicats que les doigts d’un démineur sur le nez d’une bombe.

Cette phrase, venant d’un quotidien suisse aussi correct et aussi bien noué que le nœud de cravate d’un banquier, mérite un peu de méditation. Décortiquons-la en commençant par la fin.

1) Si l’Arabie saoudite est un allié irremplaçable, c’est que les droits de l’homme et la démocratie sont, eux, remplaçables. Or c’est toujours au nom des droits de l’homme et de la démocratie que les médias du mainstream moralisateur occidental — au sein desquels Le Temps de Genève pourrait faire figure de mètre étalon — approuvent voire encouragent les interventions des États-Unis et de l’OTAN aux quatre coins du monde. Les républiques corrompues mais plus ou moins laïques du Moyen-Orient sont remplaçables — et du reste remplacées. La théocratie iranienne est hautement remplaçable. L’anarchie afghane est remplaçable (par une anarchie d’importation, soit). Mais le royaume des coupeurs de têtes, des fouetteurs et lapideurs de femmes, ce pays de Cocagne rétrograde où l’on risque gros à affirmer que la terre n’est pas plate, lui, il est… irremplaçable !

Si, donc, l’Arabie féodale, fondamentaliste, misogyne, inégalitaire et violente des Saoud, cette Arabie mère d’Al-Qaïda et de Daech qui finance le terrorisme mondial dans une mesure bien plus massive que n’importe quel autre pays connu, est réellement un allié irremplaçable de l’Occident, c’est que toutes les valeurs dont ce même Occident s’enorgueillit et dont il se sert de brevet pour policer la planète ne sont que du pipeau. De la verroterie pour indigènes. Des effets de prestidigitation. Une recréation de Tartuffe à l’échelle planétaire.

Certes, le constat n’est pas nouveau. Le grand dissident Chomsky le clame dans le désert depuis bientôt un demi-siècle. Alexandre Zinoviev l’avait constaté sitôt qu’il eut posé le pied à l’ouest du rideau de fer et en avait conclu, logiquement, à l’identité de nature des deux régimes qu’il séparait. La propagande russe, iranienne, chinoise ne cesse de le ressasser, c’est même son argument le plus facile contre l’impérialisme occidental. Faites ce que je dis, ne faites pas ce que je fais… Cela allait sans dire, mais cela va mieux en le disant. Sauf qu’une fois que c’est dit, le voile commode de l’hypocrisie tombe et l’on est obligé de s’avancer à visage découvert.

2) …pour nous, monde occidental… — Que fait-il là, ce nous ? Cette marque d’intégration au système ambiant est lourde de sens lorsqu’on la voit surgir chez des journalistes qui se font d’ordinaire un point d’honneur de rester au-dessus de la mêlée. Ils l’utilisaient surtout dans les moments d’indignation collective : « Nous ne pouvons rester les bras croisés face au massacre en XXX, à l’épuration ethnique chez ZZZ ». Dans les cas où l’intégrité morale du « système » apparaît douteuse — comme elle l’est, nettement, dans le cas du mariage cynique avec l’Arabie —, on préfère prudemment garder ses distances. Ici, on y va cash! Nous sommes associés à des coupeurs de têtes fanatiques ! Et alors ? Ils nous sont irremplaçables…

Ce nous, monde occidental utilisé dans le contexte de la plus profonde compromission morale, politique et même sécuritaire de la classe dirigeante occidentale donne à réfléchir. Il dénote une Gleichschaltung avancée du système politico-médiatique. L’une des plus puissantes anti-utopies qu’ait produites la littérature, la vision que Zamiatine eut dès 1920 de l’essence du totalitarisme, était sobrement intitulée Мы (Nous, en russe, traduit chez Gallimard par Nous autres). Lorsqu’un même « nous » unit la salle de rédaction du Temps à Genève au Bureau Ovale et au Pentagone, c’est qu’on est en train de construire, en face, un eux tout aussi compact et menaçant et que la pensée différenciée laisse la place à une logique de masse. Us and Them (Pink Floyd) sont les pronoms de la guerre. Mais laissons au rédacteur du Temps le bénéfice du doute : peut-être faisait-il de l’ironie ?

3) L’Arabie saoudite, qu’est-ce au fond ? C’est à la fois un irremplaçable bailleur de fonds pour l’Empire occidental, et un véritable phare de l’obscurantisme dans le monde musulman — si j’ose me permettre cet oxymoron. Les mouvements, les idées et les conflits financés par l’Arabie saoudite imprègnent de plus en plus la civilisation de l’islam et contribuent à la dresser contre le reste du monde. Le rédacteur du Temps a raison : « C’est bien l’islamisme qui pose problème, c’est-à-dire une interprétation étriquée de l’islam mise au service de visées politiques. Or, l’alliance conclue entre le salafisme religieux et les wahhabites en est la source première. » Et c’est avec ça que nous demeurons alliés contre vents et marées ? C’est autour de ça que les dirigeants du monde occidental s’agglutinent lorsque l’obscurantiste en chef décède, comme des vassaux sur le catafalque de leur suzerain ?

Dans quel chaudron de sorcière a-t-on bien pu décanter un tel amalgame, sceller une alliance aussi corrosive, où les pays qui ont inventé les droits de l’homme ont englouti leur honneur, leurs valeurs et leur raison d’être ?

L’origine du pacte est connue : le deal pétrole-contre-protection signé en 1945 entre Roosevelt et le roi Abdelaziz Ibn Saoud, fondateur du royaume et père de feu Abdallah. Les motivations américaines sont claires comme de l’eau de roche. Mais s’est-on jamais demandé ce que les Arabes avaient alors en tête et ce qu’ils pensaient de leurs nouveaux alliés ?

L’historien des civilisations, diplomate et conférencier Amaury de Riencourt fut, en février 1947, l’un des premiers Occidentaux admis à Riyad en tant qu’émissaire britannique. La cité archaïque qu’il découvre avec émerveillement semble encore sortir des Mille et Une nuits. Dans ses mémoires, il a laissé un portrait empreint de respect et même d’admiration du premier roi séoudien, qui fut en premier lieu un grand homme de guerre. L’hospitalité d’Ibn Saoud est simple et généreuse, comme ses manières. Sa parole est sacrée. La puissance pétrolière naissante est encore profondément ancrée dans l’existence austère des bédouins. Mais Amaury nous relate en détail un incident cocasse et éloquent. Un soir, il est invité à un banquet donné par le roi pour un groupe d’hommes d’affaires et d’ingénieurs pétroliers américains. En arrivant dans la cour du palais, il découvre un spectacle ahurissant :

« Des hommes s’agitaient comme des Amérindiens se préparant à la guerre : bien qu’ils fussent habillés en Arabes, je reconnus sans peine les patrons américains d’Aramco qui se comportaient comme si on les avait amenés dans le Far West, au campement de Taureau Assis ou de Nuage Rouge (…) Je me souviens que l’un des deux Américains disait à l’autre : « Je crois savoir que nous allons être placés auprès du roi. De quoi va-t-on bien pouvoir parler ? Il n’aime ni l’alcool, ni le tabac, ni la musique. L’autre répondit : « Mais il aime les dames. Parlons donc des femmes ».»

Avec un humour rentré, mais aussi une horreur perceptible, l’agent franco-britannique relate la suite du dîner, une fois les invités d’honneur installés auprès du roi :

«S’étant raclé la gorge, l’un des Américains demanda : « Majesté, j’ai entendu dire que vous aimiez les femmes. » Je risquai un bref regard du côté de l’interprète, qui semblait profondément embarrassé et qui bredouilla n’importe quoi en arabe. L’autre Américain, sentant que le message n’avait pas passé, reformula la question. Face à tant de détermination, l’interprète se résolut, au moins, à résumer la teneur des questions. Le visage du roi se pétrifia. Il n’eut plus aucun échange avec les Américains jusqu’à la fin du dîner. »1

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En 1945, l’une des sociétés les plus archaïques au monde a conclu un mariage de raison avec la modernité dans sa version la plus impudente et la plus cuistre. Depuis, le ménage a vécu dans un mépris mutuel complet, chaque partie s’efforçant cyniquement de tirer le plus grand avantage possible de l’autre. Soudain bénéficiaires d’un flot d’argent incommensurable, les Saoudiens ont adopté les attributs les plus voyants de la civilisation moderne — technologie et consommation effrénée — tout en conservant sous verre leurs croyances et coutumes, de plus en plus décalées et déracinées au fil du temps. La manne pétrolière a cristallisé cette société dans sa structure féodale et ses croyances et, comme un signe de faveur céleste, sanctifié la dynastie régnante. Tel est donc le tandem initié depuis 1945 : deux ambitions de domination planétaire sous-tendues par la conviction d’une mission divine et opposées par une haine mutuelle irréconciliable.

Les pays d’Europe occidentale auraient pu, auraient dû s’écarter de ce couple satanique à la première occasion et se construire une géopolitique et une stratégie énergétique indépendantes. Avec l’UE, au lieu de réaliser leur souveraineté, ils ont choisi la voie contraire. Ils seront les premiers à faire les frais du divorce sanglant, ou à faire soumission si les maîtres s’entendent à prolonger leur irremplaçable alliance sur le dos de leurs valets.

  1. (1) Amaury de Riencourt, A Child of the Century, Honeyglen, 1996, pp. 137-138.

Grèce: Alexis Tsipras peut-il trancher le noeud gordien?

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GRÈCE: ALEXIS TSIPRAS PEUT-IL TRANCHER LE NŒUD GORDIEN?
 
Pour les médias, l’extrême gauche marxiste est une gauche radicale

Jean Bonnevey
Ex: http://metamag.fr

Le vote des Grecs est tout d’abord une gifle aux eurocrates de Bruxelles,  serviteurs zélés d’un mondialisme qui déteste les nations et méprise les souffrances des peuples. Ce refus d’une politique imposée par un pouvoir étranger estun désaveu pour les hommes politiques nationaux couchés devant Bruxelles.  A bon entendeur salut !


Cependant la victoire d’une extrême gauche marxiste et la satisfaction exubérante de Jean-Luc Mélenchon donne a penser que les Grecs ne sont pas au bout de leurs peines et risquent de tomber de Charybde en Scylla.


La satisfaction de nos médias est de plus très intéressante. On voit bien que l’époque où les marxistes donnaient le ton et où tout « anti-marxiste était un chien » n’est pas si loin et encore bien présent dans certaines têtes. D’ailleurs, seule la droite a une extrême haïssable, la gauche, elle, à une tendance radicale. Il n’y a donc plus d’extrême gauche mais il y a toujours une extrême droite et hop !


Cela étant dit, tous ceux qui rejettent une Europe, ni nationale ni sociale, sont objectivement renforcés par la victoire de Syriza. Reste à savoir ce que ce parti va faire de sa victoire. Il voulait sortir de l’euro et annuler sa dette. Il semble ne plus le vouloir mais préférer négocier avec le monstre froid de Bruxelles plutôt que de trancher le nœud gordien. Alors qu'il compte une fraction dure, maoïste, trotskiste, anti-Union européenne, le parti a dû fermement s'engager à ne sortir ni de l'euro, ni de l'Union Européenne. C'est essentiellement la crainte d'une sortie de l'Europe (75% des Grecs sont pour le maintien dans l'UE) qui avait fait perdre le précédent scrutin. C'est principalement les assurances européennes données par Syriza qui lui ont permis de remporter celui-ci. Syriza ne fait plus peur. Il risque donc de décevoir très rapidement. Alexis Tsipras, a déclaré souhaiter négocier avec l’Europe la réduction de l’énorme dette du pays (175 % du PIB), tout en se disant « prêt à coopérer et à négocier (…) une solution juste, viable et qui bénéficie à tous ». Cela s’annonce bien difficile.


«Il est impossible pour la Banque centrale européenne (BCE) d’accepter une restructuration des titres de dette grecque en sa possession», a cependant prévenu dès lundi Benoît Coeuré, membre du directoire de l’institution, après l’arrivée au pouvoir du parti de gauche radicale Syriza. « Il est absolument clair que nous ne pouvons approuver aucune réduction de la dette qui toucherait les titres grecs détenus par la BCE. Cela est impossible pour des raisons juridiques », a-il précisé dans un entretien au quotidien économique allemand Handelsblatt. Le mandat de la BCE lui interdit de financer les Etats européens, ce qui serait le cas lors d’une telle opération. L’Europe de madame Merkel est face à un problème.

 

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L'extrême gauche rate de peu la majorité absolue et devra chercher un petit partenaire qui devrait adoucir encore les approches du nouveau gouvernement.  Syriza,  et le parti de droite souverainiste Grecs Indépendants se seraient mis d'accord pour gouverner ensemble. «Nous allons donner un vote de confiance au nouveau Premier ministre Alexis Tsipras», a affirmé Panos Kammenos, le président de cette petite formation de droite souverainiste.


Ce qui est a noter c’est la disparition du Pasok, l’équivalent du Ps  français, bien embarrassé qui a dominé la vie politique grecque pendant des décennies. On comprend mieux l'enthousiasme de Jean-Luc Mélenchon. Le parti de la gauche radicale a littéralement dévoré l'électorat du grand parti historique Pasok (socialiste), qui sombre autour de 5% après avoir obtenu des scores jusqu'à 45%. Rongé par le népotisme, le clientélisme et la corruption, le Pasok est tenu pour responsable de la crise qui a frappé la Grèce depuis 2010 mais aussi du drastique plan d'austérité, qui a réduit retraites et salaires, puisqu'il gouverne aujourd'hui en coalition avec la Nouvelle démocratie.


Autre fait notable, l'écart entre Syriza et le parti de gouvernement de la Nouvelle démocratie (droite conservatrice) est  plus important que prévu. C'est une défaite cuisante pour le parti conservateur du Premier ministre Antonis Samaras qui avait appliqué le programme d'austérité de l'Union européenne en échange du financement de la dette grecque, plongeant le pays dans une sévère récession et le chômage de masse (25%).


L’extrême droite, et là le terme parait pour une fois exact, se maintien et devient la troisième force politique du pays, alors même que ses principaux dirigeants sont en prison. Toute sa direction et 7 de ses députés sont actuellement en prison, tandis que 70 autres élus et militants attendent d'être jugés pour "appartenance à une organisation criminelle". Le parti d'inspiration néonazie ou au moins néofasciste a pris la troisième place de ce scrutin très attendu en Europe, obtenant 6,39% des suffrages et 17 sièges au Parlement devant "La rivière", nouveau parti de centre gauche, qui obtenait 5,77% et 16 sièges.


Lors des législatives de 2012, Aube dorée avait obtenu 6,92 % des suffrages (425 981 voix) et 18 sièges au Parlement. Un résultat aujourd’hui encore  très important au regard de la situation actuelle de ce parti traité en ennemi public de droit commun. Aube doré est en embuscade en cas d’échec de l’extrême gauche….oh pardon de la gauche radicale.

DIVORCE NETANYAHU / OBAMA

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DIVORCE NETANYAHU / OBAMA
 
Intérêts divergents sur l'Iran avec la France en entremetteuse
 
Michel Lhomme
Ex: http://metamag.fr

Mercredi dernier, la Maison Blanche a exprimé son exaspération après avoir appris que le Premier ministre israélien, Benjamin Netanyahu avait été invité par les Républicains américains à venir « débattre » au Congrès sur l'Iran. 


Le président de la Chambre des représentants, le républicain John Boehner, avait en effet annoncé que Benjamin Netanyahu avait été invité, pour la troisième fois, à prononcer le 11 février un discours devant les deux chambres du Congrès. La Maison Blanche a semble-t-il été prise de court, n'ayant été informée de ce rendez-vous que peu avant le communiqué républicain. En termes diplomatiques mais sans aucune équivoque, le porte-parole de Barack Obama a fait part de l'agacement américain à l'encontre du Premier ministre israélien : « Le protocole classique est que le dirigeant d'un pays prenne contact avec le dirigeant du pays dans lequel il se rend, c'est certainement la façon dont les voyages du président Obama à l'étranger sont organisés, et cet événement semble donc être un écart au protocole », a déclaré Josh Earnest. « Les Israéliens ne nous ont pas informés du tout de ce voyage », a-t-il ajouté.


Les deux dirigeants américains et israéliens se seraient parlé au téléphone le 12 janvier. Ils auraient parlé beaucoup de la France et des attentats de Paris. Outre l'incident protocolaire, la venue du Premier ministre israélien intervient en fait en plein débat américain sur le nucléaire iranien. Or, une bonne partie des élus républicains est favorable à l'adoption préventive de sanctions contre l'Iran, pour contraindre Téhéran à signer avant la date-butoir du 1er juillet un accord sur le nucléaire. Mais Barack Obama ne veut rien céder de son pouvoir de négociation, et a promis d'opposer son veto à une telle législation. Aussi, les propos de John Boehner justifiant l'invitation ne laissent guère de doutes quant à son but : ajouter la puissante voix de M. Netanyahu à celles des nombreux parlementaires qui veulent défier l'administration Obama. John Boehner a en d'ailleurs rajouté : « Le Premier ministre Netanyahu est un grand ami de notre pays, et cette invitation est la marque de notre engagement sans faille en faveur de la sécurité et du bien-être de son peuple », pour insister ensuite : « Face aux défis actuels, je demande au Premier ministre de s'exprimer devant le Congrès sur les graves menaces que l'Islam radical et l'Iran représentent pour notre sécurité et notre mode de vie ». Une bonne concordance avec Charlie. 


De plus, le discours de M. Netanyahu est non seulement attendu à Washington mais aussi à Tel Aviv car il aura lieu à un peu plus d'un mois avant les élections législatives israéliennes du 17 mars, lors desquelles Benjamin Netanyahu espère être reconduit.


L'incident diplomatique de la semaine dernière illustre en tout cas la mésentente notoire entre les deux dirigeants, américains et israéliens dans les dossiers iranien mais aussi palestinien, notamment sur la construction de logements à Jérusalem-Est. Assis dans le Bureau ovale près de Barack Obama en octobre dernier, Benjamin Netanyahu l'avait mis en garde devant les caméras contre un accord faible qui mènerait l'Iran « au seuil de la puissance nucléaire ». Netanyahu, parfaitement bilingue, est d'ailleurs régulièrement invité dans les grandes émissions politiques américaines du dimanche, en duplex de Jérusalem, pour peser sur ce débat américain sur l'Iran. La visite de M. Netanyahu est donc clairement partisane, organisée par l'APAIC et soutenue par les néo-conservateurs, le Congrès étant passé sous contrôle républicain en janvier. Mais Israël dispose aussi de solides alliés à l'étranger avec surtout son allié de poids : Paris. Et c'est là que l'on retrouve indirectement l'attentat de Charlie Hebdo et un certain agacement américain dans les services secrets contre la France et Israël mais là, on avoue ne pas trop comprendre pourquoi et que quelque chose nous dépasse !

 

Une France sous influence

 

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Une France sous influence

Auteur : Diana Johnstone
Traduction Diane Gilliard
Ex: http://zejournal.mobi
 

Les assassinats terroristes à Charlie Hebdo ont frappé la France à un moment où elle a un gouvernement impopulaire et un président faible, où des usines ferment et où des emplois sont perdus, où la politique économique de la France est définie par l’Allemagne via l’Union européenne et où sa politique étrangère est déterminée par les Etats-Unis via l’OTAN. A part lors du moment thérapeutique de solidarité le 11 janvier, le pays se sent secoué par des vents contraires auxquels il ne peut résister.

Malheureusement, une certaine symétrie se manifeste en France : Israël entreprend délibérément et avec constance tout ce qui peut attiser la peur chez les juifs français, dans le but de convaincre cette population désirable d’émigrer en Israël. Tsahal organise chaque année des campagnes de soutien à Paris et un certain nombre de juifs français accomplissent leur service militaire en Israël.

En même temps, ce qu’on appelle l’ « Etat islamique » et « al Qaeda au Yémen », ainsi que des groupes islamiques fanatiques qui leur sont associés, travaillent assidument à recruter des combattants issus des communautés musulmanes, en France et dans d’autres pays européens. Quelque 1400 djihadistes ont quitté la France pour se rendre en Syrie et y rallier la Guerre sainte. Ils sont attirés par la perspective héroïque d’aider à « construire le Califat », une sorte d’Israël pour musulmans, une terre sainte retrouvée.

La campagne de recrutement de Netanyahou jouit du soutien de media occidentaux tels que Fox News, qui répand des rumeurs terribles suggérant que les juifs ne sont pas en sécurité en France. Ceci contribue à menacer la France de boycott par les juifs américains, un désastre potentiel pour l’économie et les relations publiques, qui suscite indéniablement la panique dans les cercles gouvernementaux français. Les dirigeants français ne sont pas seulement fermement attachés personnellement à la communauté juive, ils craignent aussi l’opprobre de voir leur pays fustigé comme « antisémite ».

Netanyahou s’est imposé au premier rang des VIP venues à Paris le 11 janvier pour rendre hommage aux victimes de Charlie Hebdo. Hollande était furieux que Netanyahou ait profité de l’occasion pour jouer les enjôleurs, claironnant aux juifs français que leur seule « maison » est Israël. C’est sans doute la même colère qu’éprouve Obama quand il voit Netanyahou honoré par des standing ovations au Congrès. Mais, comme Obama, Hollande n’a pas osé s’opposer ouvertement à cette intrusion.

Au demeurant, il n’ose pas s’opposer non plus aux obscures ingérences en France du grand fournisseur de pétrole et acheteur d’armes, l’Arabie saoudite, ni à celles du grand investisseur, le Qatar, tous deux soutiens de l’extrémisme islamique.

Le Premier ministre turc Ahmet Davutoglu est venu dire à Hollande qu’il doit traiter les musulmans avec des égards et protéger leurs mosquées. Mais la Turquie soutient aussi les extrémistes islamiques en Syrie, qui recrutent de jeunes Français pour en faire des terroristes, et il est un piètre modèle en matière de liberté et de tolérance. La présence de Petro Porochenko, qui est devenu président de l’Ukraine uniquement grâce au désordre créé par les tireurs d’élite néo-nazis à Kiev, était un signal que la France doit adhérer aux sanctions antirusses imposées par les Etats-Unis, des sanctions qui contribuent au désastre économique de la France.

Des pressions extérieures poussent maintenant la France à une guerre au Moyen-Orient qu’elle ne peut ni se permettre ni gagner.

L’atmosphère de défiance est si lourde désormais que les théories de l’attentat sous « fausse bannière » fleurissent sur internet, nourries par des bizarreries dans le récit officiel. L’information selon laquelle un des frères Kouachi a oublié sa carte d’identité dans la voiture avec laquelle il s’enfuyait, facilitant ainsi l’identification rapide des tueurs, relève de la catégorie « ça ne s’invente pas » et on ose croire que n’importe quel auteur d’attentat sous fausse bannière aurait inventé quelque chose de plus crédible.

A ce sujet, on peut faire remarquer, premièrement, que l’incompétence humaine est infinie, et deuxièmement, que lorsque ceux qui sont au pouvoir se précipitent pour profiter d’un merle blanc, cela ne prouve pas que ce sont eux qui l’ont créé. Ceux qui dictent le récit ont les moyens de profiter des événements. Comme avec le 11 septembre, l’histoire officielle est que les terroristes « veulent détruire nos libertés », comme si des décennies de destruction au Moyen-Orient n’avaient rien à y voir. C’est le genre d’argument qui prépare la population à appuyer la guerre.

L’un des frères Kouachi, qui a fait feu sur les membres de Charlie Hebdo, et Amedy Coulibaly, qui a mitraillé une supérette casher, ont donné des interviews téléphoniques à BFMTV quelques heures avant d’être tués dans les attaques de la police. Kouachi a fait valoir qu’il était motivé par l’agression des Etats-Unis au Moyen-Orient. Sa conversion au djihad a commencé en regardant la destruction de l’Irak par les Etats-Unis et des photos d’Irakiens torturés par les Américains à Abou Ghraib.

Les frères Kouachi ont prétendu agir au nom de l’Etat islamique en Irak et en Syrie (EIIL). Coulibaly a dit qu’il obéissait aux ordres d’al Qaida au Yémen – un endroit où de multiples attaques de drones américains ont tué d’innombrables quidams innocents. Coulibaly a dit qu’après avoir accompli une peine de prison pour vol, il avait rôdé autour des mosquées pour tenter de convertir des gens au djihad.

Il est parfaitement concevable que le motif de base pour l’attaque de Charlie Hebdo ne soit même pas de « venger le Prophète » mais d’impressionner, inspirer et recruter des musulmans qui rejoindraient le grand djihad pour rétablir le Califat au Moyen-Orient. Charlie Hebdo était une proie facile dotée de valeur symbolique. Dans la mesure où ce désastre sert à renforcer chez les jeunes musulmans leur sentiment d’aliénation, l’objectif de recrutement risque d’avancer.

La France est obligée de prendre des mesures pour limiter les voyages pour la Guerre sainte entre la Syrie et la France. On parle beaucoup de restaurer l’autorité et les « valeurs républicaines » dans les écoles. Mais les dirigeants français doivent examiner lucidement leur politique étrangère totalement incohérente, et, pour le moment, ils n’en donnent aucun signe. En assumant la direction symbolique de la guerre pour un changement de régime en Libye, la France a jeté ce pays dans le trou noir de l’extrémisme islamique. La France a collaboré à l’assassinat de Kadhafi, dont la philosophie développée dans son « Livre vert » était la risée de l’Occident. C’était toutefois une tentative d’offrir une vision moderne et modérée des principes de l’islam dans le but de combattre le fanatisme islamique qui avait toujours été son principal ennemi intérieur – et qui a tiré profit de sa mort. La destruction par l’OTAN de la Libye de Kadhafi a poussé la France à faire la guerre au Mali, à la poursuite d’un ennemi insaisissable que Kadhafi était parvenu à contrôler.

La France, comme les Etats-Unis, désigne le terrorisme islamique comme son grand ennemi, tout en faisant son possible pour favoriser sa croissance et son extension. Le soutien constant des Etats-Unis à Israël, même pendant les bombardements meurtriers de Gaza sans défense, même lorsque le Mossad assassine des scientifiques en Irak ou en Iran, ou même lorsque des avions de combat israéliens tentent délibérément de couler un navire de la Marine américaine, l’USS Liberty font apparaître les Etats-Unis comme manipulés par Israël, tandis que la France paraît manipulée par les deux, Israël et les Etats-Unis.

Pendant plus d’un demi-siècle, l’Occident s’est systématiquement opposé aux Etats nationalistes laïques du Moyen-Orient, à commencer par l’Egypte de Nasser, en y exigeant en vain une démocratie de style occidental, alors que celle-ci est dénuée de bases sociales adéquates. Israël a toujours craint le nationalisme arabe avant tout, car il pouvait potentiellement gagner la Palestine. Le fanatisme religieux lui a paru plus sûr. Le nationalisme arabe était l’espoir politique positif de la région, et une fois cet espoir brisé, l’extrémisme islamiste s’est engouffré dans la brèche. Cette bataille se poursuit en Syrie, sous la direction de la France qui s’oppose à Bachar al Assad. Ce qui signifie, de fait, soutenir les islamistes au moment où Assad se prépare à leur faire la guerre.

La folie évidente de cette situation est le reflet d’un gouvernement français qui ne semble plus capable de définir une politique dans son propre intérêt, et que les tourbillons de la mondialisation font chanceler.

Blasphème et pornographie

La France résonne de proclamations selon lesquelles nous devons continuer à publier des caricatures attaquant les musulmans dans le style Charlie Hebdo, faute de quoi nous céderions aux revendications des islamistes. Pour affirmer notre liberté, nous devons prouver que nous n’avons pas peur de commettre un blasphème.

Il faut être animé d’un certain esprit religieux pour prendre le blasphème au sérieux. Franchement, le mot ne signifie quasiment rien pour moi.

Le blasphème signifie quelque chose si vous craignez d’offenser votre propre dieu, qui vous a averti que cela vous coûterait cher.

Mais insulter le dieu de quelqu’un d’autre n’est pas du blasphème. Cela n’affecte pas vos relations avec dieu (ce qui est la signification du blasphème), cela touche d’autres gens, ceux qui croient dans le dieu que vous avez insulté.

L’idée qu’il est très audacieux de commettre un blasphème contre un dieu dans lequel vous ne croyez pas n’a pas de sens pour moi. Spécialement lorsque ce n’est pas un dieu officiellement adoré dans la société où on vit, mais celui d’une minorité plutôt impopulaire. Dans le milieu de Charlie Hebdo, insulter des convictions musulmanes était certainement le moyen le plus sûr d’amuser les copains. C’était censé aider la vente du journal.

D’un autre côté, dessiner des caricatures qui rendent des quantités de gens furieux au point de commettre un meurtre relève du défi plutôt que du blasphème. On est toujours libre de lancer un défi. Mais le bon sens commande de se demander si cela en vaut la peine.

Supposons que vous n’aimiez pas certains aspects d’une religion particulière et que vous souhaitiez combattre de telles croyances. Est-ce que dessiner des caricatures qui réunissent des millions de gens dans la même indignation est le bon moyen? Si ce n’est pas le cas, ce n’est intellectuellement pas plus important que le saut à l’élastique. Ouais! Regardez comme je suis audacieux. Et alors?

Il existe bien des méthodes plus efficaces pour débattre de la religion. Prenez comme modèle les philosophes des Lumières au XVIIIe siècle. Des insultes répétées vont probablement unir davantage les gens dans la défense de leur foi. Ce n’est là qu’une considération pratique, qui ne tient pas compte de la « liberté ».

D’un autre côté, l’insulte pourrait être une provocation commise précisément pour faire sortir les croyants au grand jour, de manière à pouvoir les attaquer. Cela pourrait être un motif secret de promotion de telles caricatures. Provoquer des musulmans à défendre leur religion d’une manière totalement absurde, qui heurte la majorité de notre population, de façon à pouvoir les ridiculiser encore plus et peut-être prendre des mesures contre eux – guerre au Moyen-Orient (aux côtés d’Israël), ou même expulsion de nos pays (une idée qui monte…).

Dans le cas spécifique de Charlie Hebdo, la grande majorité des caricatures prétendument blasphématoires n’avait rien à voir avec la foi musulmane, mais étaient plus ou moins pornographiques, assortis de croquis d’organes sexuels masculins. La présence du phallus était « le gag ». Ce mélange tend à brouiller les cartes. Le problème est-il le blasphème ou l’insulte gratuite? On est libre de faire les deux, évidemment, mais est-ce un argument à propos de la religion ou un saut à l’élastique?

C’était apparemment vrai du numéro suivant le drame de Charlie Hebdo, imprimé à sept millions d’exemplaires avec une subvention d’un million d’euros du gouvernement français. Pour le grand public, la couverture dessinée par l’artiste survivant Luz (Rénald Luzier) était une image de réconciliation pacifique, montrant la tête d’un homme coiffé d’un turban, explicitement censé représenter Mahomet, qui verse une larme et tient un panneau « Je suis Charlie » sous la déclaration « Tout est pardonné ». La larme était authentique : Luz pleurait tandis qu’il dessinait. Comme il l’a expliqué en détail lors des funérailles du rédacteur en chef de Charlie, Charb (Stéphane Charbonnier), lui et Charb étaient amants. Mais Luz voulait aussi faire rire ses collègues avec cette couverture, et ils se seraient effectivement mis à rire. Pourquoi? Selon des commentaires publiés sur internet, la couverture était aussi une plaisanterie interne, parce qu’elle incluait deux dessins cachés de pénis – la marque déposée de Charlie. C’était une bonne plaisanterie bien crade pour les mômes Charlie. « Nous sommes comme des enfants », a dit Luz.

Pendant les funérailles de Charb en France, des émeutes ont éclaté devant les ambassades françaises dans des pays musulmans, du Pakistan au Nigéria. La foule a brûlé des drapeaux français et a manifesté violemment à Alger. Je suis allée à Alger à deux reprises, et j’y ai vu assez de choses pour me rendre compte qu’il y a dans ce pays un profond fossé entre une classe sociale d’intellectuels, moderne, éduquée et laïque, qui brûle de libérer le pays des entraves de l’irrationalité, et des masses de jeunes hommes faiblement éduqués et fidèles aux interprétations simplistes du Coran. Il y a un conflit d’idées profond et dramatique en Algérie. Certains intellectuels vont courageusement jusqu’à défendre publiquement l’athéisme, dans l’espoir d’influencer leurs compatriotes.

Les musulmans ont vu la dernière caricature de Charlie comme une répétition des insultes obscènes dirigées contre leur Prophète – pas seulement un blasphème, mais une gifle pornographique. Leurs émeutes représentent un danger pour les intellectuels d’Alger qui sont en mesure de promouvoir la raison et la laïcité dans leur pays. Leur sécurité dépend de leur protection par l’armée. Si la rage des islamistes contre l’Occident influence un grand nombre de soldats ordinaires, les conséquences pourraient être dramatiques. Le tumulte provoqué par Charlie a donné une carte maîtresse aux extrémistes islamistes contre les défenseurs des Lumières.

Les humoristes de Charlie Hebdo étaient un peu comme des enfants irresponsables qui jouent avec des allumettes et qui ont mis le feu à la maison. Ou peut-être à plusieurs maisons.

Accion y juventud en Ramiro Ledesma

Le laïcisme contre la personne

Le laïcisme contre la personne
 
La conception anthropologique du laïcisme, c'est l'homme considéré non comme une personne, mais comme un jeu de Lego.
 
Professeur de Lettres
 
 

miege-laicite.pngLa loi de 1905, en « séparant » l’Église de l’État, n’a fait qu’enterrer un cadavre. Depuis longtemps, quand bien même quelque prélat eût eu une quelconque influence sur certaines décisions du pouvoir, et justement parce que le catholicisme était devenu un enrobage idéologique pour la bourgeoisie, l’État contemporain (à partir de 1789) ne relevait pas, dans ses principes, d’une réalité supra-humaine. Le christianisme, depuis longtemps, était dans une position défensive, et il n’avait fait que perdre ses places fortes.

L’État laïque ne serait donc qu’un constat : celui du reflux de la religion. L’espace qu’il semble libérer est un ensemble vide où s’impose soit la totalité, c’est-à-dire la puissance bienfaisante de l’État, qui veille sur le bien-être des « citoyens », soit le singleton qu’est devenu l’individu, mû par des besoins et des ressentiments. Autant dire que le projet de Jean Bodin (1529-1596) de promouvoir un État « absolu », c’est-à-dire apte à décider et à réaliser, sans limite, ses projets politiques, a enfin éprouvé la pleine puissance de ses potentialités dans l’État laïque contemporain.

Lorsqu’on envisage ces questions de relations entre le politique et le religieux, il faut se garder de comparaisons biaisées. Chez les Anciens, l’évocation d’Antigone, mais aussi l’exemple de toutes les cités et empires de cette période, suffisent à montrer qu’on ne pouvait concevoir le politique, auquel on concédait, bien sûr, une autonomie de fait, sinon de droit, séparé du principe supra-humain.

L’État moderne prétend se suffire à lui-même. Il est un Créon qui, régulièrement, met à la porte une Antigone qui s’obstine à rentrer par la fenêtre. Pourquoi ? Parce que l’homme, évidemment, ne vit pas que de pain. Il a bien tenté de redonner un idéal à sa volonté toute-puissante de biberonner le « peuple ». Mais, entre un messianisme prométhéen exorbitant, qui promet la lune et la poussière d’étoiles, et des civilités néo-kantiennes dont l’inefficacité n’a même pas l’excuse de la bêtise (car les techniciens de l’État sont des spécialistes brillants de la manipulation pédagogique), il n’a fait que mimer le prophétisme et la fraternité chrétienne, tragiquement ou de façon grotesque, sans en atteindre la grandeur. Il s’est souvent révélé à lui-même ce qu’il était : un boucher ou un histrion.

Aussi bien le laïcisme n’est-il qu’une déclinaison, sans doute la plus hypocrite, la plus perverse. Sous le couvert d’éviter la violence, la guerre civile – et il faut lire Michéa pour comprendre que tel est le projet sociétal du libéralisme, depuis les guerres de religions du XVIe siècle –, on vide la société de tout sens, le citoyen n’étant plus, finalement, qu’un numéro, comme l’homme et la femme, selon la théorie du genre, ne seraient, finalement, que des « êtres humains » dont l’identité serait dépendante de choix optionnels. La conception anthropologique du laïcisme, c’est l’homme considéré non comme une personne, mais comme un jeu de Lego.

To celebrate Imbolc

Song: Imbolc (Candlemas)
Artist: Lisa Thiel
Album: Circle Of The Seasons
# song: 03

Lyrics

Blessed Bridget comest thou in
Bless this house and all of our kin
Bless this house, and all of our kin
Protect this house and all within

Blessed Bridget come into thy bed
With a gem at thy heart and a crown on thy head
Awaken the fire within our souls
Awaken the fire that makes us whole

Blessed Bridget, queen of the fire
Help us to manifest our desire
May we bring forth all thats good and fine
May we give birth to our dreams in time

Blessed Bridget comest thou in
Bless this house and all of our kin
From the source of Infinite Light
Kindle the flame of our spirits tonight

Blessed Bridget come into thy bed
With a gem at thy heart and a crown on thy head
Awaken the fire within our souls
Awaken the fire that makes us whole

Blessed Bridget, queen of the fire
Help us to manifest our desire
May we bring forth all thats good and fine
May we give birth to our dreams in time

Blessed Bridget comest thou in
Bless this house and all of our kin
From the source of Infinite Light
Kindle the flame of our spirits tonight

Lisa Thiel - Imbolc (Candlemas)

 

Reclaiming - Welcome Brigid - sung by Beverly Frederick

 

 

mardi, 27 janvier 2015

Laurent Obertone: “Le système retourne les faits à l’avantage de son utopie”

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Laurent Obertone: “Le système retourne les faits à l’avantage de son utopie”

FRANCE (NOVOpress via Valeurs actuelles)
Ex: http://fr.novopress.info

bb71fAuDhbXFL.jpgAvec “la France Big Brother”, Laurent Obertone nous livre un réquisitoire contre le conditionnement imposé aux Français. Dans cet entretien accordé au journal Valeurs actuelles, l’auteur explique notamment que “le système retourne les faits à l’avantage de son utopie”.

Voici quelques extraits :

La France subit trois attentats terroristes et nos élites lancent une campagne contre l’islamophobie. Comment l’expliquez-vous ?

C’est une démonstration de la capacité de manipulation de Big Brother, une démonstration de réécriture du présent, de double pensée, de retournement des faits à l’avantage d’une utopie. Les médias, en particulier, contrefont le réel, le filtrent, l’expurgent de tout ce qui nuit à leur morale progressiste et nous projettent une image du pays totalement falsifiée. À les entendre, des extrémistes indistincts n’ont attaqué que le “vivre-ensemble”, à peu près comme le fait, selon eux, Marine Le Pen. Cette dernière a d’ailleurs été accusée, sinon de monter les Français les uns contre les autres, du moins de « récupérer » l’affaire et d’en« profiter », quand Cazeneuve, Valls et Hollande ont connu un rebond de popularité spectaculaire… Tout est fait pour dissocier les effets des causes, il faut croire que ça fonctionne.

Les attaques des 7, 8 et 9 janvier marquaient la défaite d’un système complaisant envers le communautarisme, l’immigration et l’islamisation de la France. Comment ce système et ses acteurs ont-ils réussi à retourner leur échec en ce que vous qualifiez de “kermesse antiraciste” ?

Il faut une grande expérience en la matière. Aussi vite que possible, on évacue les faits, pour seriner les messages slogans : “pas d’amalgame”,“l’islam est la première victime”, “cela n’a rien à voir avec l’islam”. Ce sont les “valeurs” progressistes qu’on vise. À partir de là, tous ceux qui voulaient se révolter contre les terroristes islamistes, tous ceux qui voulaient s’interroger sur leur suivi, sur les soutiens dont ils bénéficient dans les banlieues, sur la balkanisation de la société française, étaient présentés comme des intolérants et des fascistes, complices des terroristes (pourquoi se gêner ? ).

Les gens perçoivent confusément le lien entre immigration massive, communautarisme et islamisation du pays. Pourtant, ce système ne doit pas être remis en cause. Pourquoi ?

L’immigration, le multiculturalisme, l’islam sont extrêmement valorisés par Big Brother. On prétend qu’ils amènent prospérité, enrichissement, qu’ils n’ont rien à voir avec l’insécurité et le terrorisme. La “légitimité” des promoteurs est donc suspendue aux faits : si les faits sont défavorables, les promoteurs seront montrés du doigt.

La puissante organisation dont personne ne parle: l'OSC

 

 

 

La puissante organisation dont personne ne parle: l'OSC

Auteur : The Wealth Watchman
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Le réel pouvoir fondateur derrière les BRICS.

Les BRICS, comme nous l’avons déjà traité par ailleurs, ont été formés en réponse à la fraude financière et aux malversations occidentales. Son plus grand objectif est de donner à l’Orient une véritable impulsion dans des domaines comme le commerce, les mesures de sécurité et la coopération économique, le tout au sein d’un cercle qu’eux seuls, et non Washington, peuvent contrôler.

Ils ont parcouru un long chemin en un court laps de temps, c’est vrai, mais ils sont encore « les petits nouveaux du quartier ». En fait, ils ne se sont même pas conceptualisés en tant qu’idée sérieuse avant Septembre 2006 ! Leur première rencontre officielle, sans l’Afrique du Sud, n’a été tenue qu’en 2009.

Cependant, il y a une autre organisation qui est apparue avant les BRICS et qui est encore plus influente qu’eux en quelque sorte! Une organisation dont les fondateurs ont fait naître en premier l’idée ouvertement pro-marchés émergents, tout comme les BRICS.

Cette organisation dont presque personne ne parle, est appelée l’ « Organisation de Coopération de Shanghai » (OCS).

Je vous avais dit que presque personne n’en parle! Laissez-moi vous présenter l’organisation la plus puissante aujourd’hui dont presque personne n’a entendu parler. Mais c’est pour bientôt!

L’histoire derrière sa fondation

Tout d’abord, l’OCS s’ést établi avant les BRICS, en fait, leurs fondations ont été posées une décennie plus tôt, en 1996. Le but de l’OCS est un peu différent de celui des BRICS, toutefois ils ont de nombreux objectifs parallèles. Tout d’abord, la création de l’OCS est l’idée d’une alliance partielle entre deux pays, la Russie et la Chine.

Pourquoi alors ont-ils été créés ?

C’est la vraie question. Afin de bien mettre nos têtes au clair sur ce sujet, faisons un rapide récapitulatif de l’histoire.

Au tout début des années 1990, lorsque l’Union Soviétique avait pratiquement perdu la guerre froide, de nombreuses garanties et traités ont été acceptés et signés, entre Gorbatchev et les États-Unis. L’un des principes directeurs était que la Russie accepte, afin de faire disparaitre pacifiquement l’Union Soviétique, que la nouvelle Allemagne Ouest et Est réunis, adhère à l’OTAN. Cependant, tout aussi important, en retour, la garantie avait été donnée au Ministre des Affaires Étrangères soviétique, Edouard Chevardnadze, que l’OTAN (une force militaire de dissuasion créée comme un contrepoids pour surveiller les forces soviétiques en Europe), n’utilise, en aucun cas, l’Allemagne pour faire un « saute mouton » et étendre sa composition plus à l’Est.

C’était un accord des plus raisonnable, et il constituait la base d’une grande paix … une paix qui aurait pu durer indéfiniment sans l’orgueil et l’arrogance de l’Ouest et des « banksters » mondialistes qui se sont hissés à sa tête. En fait, tout bêtement, le Dragon de la Banque a immédiatement commencé à revenir sur cette promesse fondamentale faite à la Russie, et a commencé à bâtir des plans pour étendre son alliance militaire de l’OTAN vers l’Est, vers le territoire russe.

La toute première admission publique faite par les mondialistes, montrant qu’ils visaient à rompre leurs promesses sur l’expansion de l’OTAN vers la Russie, fût faite par le président Clinton, en faisant un demi-tour complet en 1996. Par ailleurs, si vous vous souvenez, 1996 fût exactement l’année durant laquelle le groupe, qui deviendra l’OCS, a été formé (ce n’est pas une coïncidence).

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« Wile E. Brzezinski », Kissinger, et tous les magouilleurs de l’OTAN, ont immédiatement commencé à mettre leurs promesses dans la corbeille à papier! Dans tous les sens, et aussi vers l’Est, ils ont distribué des cartes d’adhérents à l’OTAN, à tout le monde et même à leurs animaux de compagnie!

La Hongrie, la République tchèque, la Pologne et même d’anciens satellites soviétiques, comme les pays baltes, ont été admis. Plutôt que de tenir leur promesse de ne pas étendre l’OTAN, ils ont carrément doublé le nombre d’adhérents, passant de 12 à 24 États! A l’heure actuelle, ils sont 28 membres. Ils sont même allés jusqu’à mettre quelques bases navales en Asie centrale.

Le principe élémentaire des ces traités a été violé, et Washington DC s’est mit en mouvement pour encercler militairement la Russie, pour mettre des « systèmes de défense antimissile » en place autour de leurs frontières. Tout cela a été accompli au cours d’une planification de pivot vers l’Asie, et même d’un déplacement vers les républiques d’Asie centrale. Le pouvoir vacant que l’Empire Soviétique en ruine avait laissé, allait bientôt être comblé par Brzezinski et les mondialistes occidentaux.

Quelque chose devait être fait pour contenir les agressions des États-Unis et de l’OTAN, et rapidement.

L’Orient Répond

La Russie et la Chine savaient ce que signifiait l’annonce du président Clinton sur les nouvelles adhésions à l’OTAN, et se sont immédiatement mis au travail. Dans la même année, ils ont mit en place une organisation, dans la ville de Shanghai, connue sous le nom de « Shanghai Five », car il avait cinq États membres à ses débuts. Plus tard, en 2001, avec l’admission de l’Ouzbékistan, il a été rebaptisé l’Organisation de Coopération de Shanghai.

Jetons un coup d’œil à la brève description que Wikipédia lui donne dans leur introduction: L’OCS est une organisation politique, économique et militaire eurasienne qui a été fondée à Shanghai par les dirigeants de la Chine, du Kazakhstan, du Kirghizistan, de la Russie et du Tadjikistan.

Arrêtons nous là un moment. Rappelez-vous les pays que nous avons examinés et que « Wile E. Brzezinski » avait désigné dans « Le Grand Échiquier » comme clés pour contrôler l’Eurasie? Oui, il s’agissait de l’Ouzbékistan, du Tadjikistan et du Turkménistan, etc. Il semble que la Russie et la Chine avaient un accord avec M. Brzezinski, sur la question de leur importance stratégique, parce que, dès l’instant où ils ont su que les promesses de l’OTAN étaient nulles et non avenues, ils ont commencé à bouger pour fermer l’Ouest par ce couloir particulier de façon définitive.

Ses six États membres couvrent 60% de la masse continentale de l’Eurasie, sans oublier de mentionner qu’ils représentent l’énorme quart de la population mondiale!

Cependant, si vous incluez les États «observateurs», qui sont en lice pour une adhésion officielle, alors tous ceux qui sont affiliés à cette organisation comprendraient pas moins de 50% de la population mondiale!

Eh bien, bénissez-moi, si tout ceci n’avait pas été préparé de longue date! Les seules parties ignorées sont l’Asie du Sud, le Caucase, le monde arabe et l’Europe! Presque tout le monde en Asie centrale et méridionale est soit un membre, soit un «observateur» en l’état actuel des choses!

Parlons des «observateurs» …

L’adhésion à l’OCS

Une nation ne peut pas simplement décider de rejoindre l’OCS. Ce n’est pas comme cela que ça fonctionne. L’OCS soumet un candidat à un processus de «filtrage» avant de l’accepter comme nouveau membre.

La première étape pour devenir un membre, traditionnellement, est de demander le « statut d’observateur ». Ensuite les membres tiennent une série de réunions de dialogue avec le demandeur, afin de déterminer si l’application de la nation serait un ajout positif au groupe. Le test décisif pour l’adhésion semble consister à savoir si l’application de la nation répondrait à quelque chose appelé « L’esprit de Shanghai ».

Dans leurs propres mots, pour satisfaire à « L’esprit de Shanghai », une nation candidate doit remplir ces caractéristiques : la confiance mutuelle, les avantages réciproques, l’égalité, la consultation, le respect de la diversité culturelle et la poursuite du développement commun.

Si un candidat ne peut pas répondre à la plupart ou la totalité de ces choses, il ne fait pas l’affaire. Afin d’être approuvé au « statut d’observateur », chacun des six pays membres doit vous donner le feu vert. Si le Tadjikistan pense que vous seriez un préjudice pour le groupe, alors ce que pensent la Chine et la Russie n’a pas d’importance: vous ne faites pas l’affaire! Il doit y avoir un accord unanime pour qu’un nouveau membre rejoigne les rangs.

La stratégie la plus évidente pour les États-Unis et l’OTAN ne serait-elle pas tout simplement de détruire cette nouvelle organisation de l’intérieur? Pourquoi ne rejoignent-ils pas tout simplement l’OCS, afin de contrecarrer toutes ses voix?

Les États-Unis ont déjà demandé le « statut d’observateur » à l’OCS! En fait, ils ont demandé il y a près d’une décennie, en 2006, et on leur a répondu « merci, mais non merci ».

Cela devrait cimenter, dans l’esprit de chacun, à quel point ils sont retranchés contre Washington et les élites occidentales.

Une organisation militaire

Toutefois, au cas où vous seriez tentés de penser que l’OCS est juste un groupe de gars « sympathiques », qui chantent « Kumbaya », et applique de la cire sur des propos de solidarité, de coopération et de commerce, détrompez-vous! Ne l’oublions pas, l’OCS n’est pas un « tigre de papier ». D’ailleurs, l’OCS a toujours été prévu pour des questions militaires depuis le début. Après tout, il a été construit pour offrir la sécurité aux frontières de ses États membres, à la fois contre le terrorisme et contre toute tentative de placer des systèmes de missiles autour de leur périphérie. C’était une réponse directe à l’empiètement de l’OTAN vers les frontières de la Russie.

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En fait, durant leur dernière réunion en Septembre, ils ont réaffirmé leur position catégorique à propos de tels comportements : « le renforcement unilatéral et illimité du système de défense antimissile par un quelconque État ou groupe d’états nuirait à la sécurité internationale et à la stabilité stratégique ».

Ils disent clairement à la fois à Washington et à l’OTAN, que de tenter de rajouter des systèmes de défense antimissile, serait considéré comme une menace directe à leur stabilité et à leur sécurité.

Mais, ils ne se sont pas contentés de simplement dire aux banquiers occidentaux de faire marche arrière, ils ont commencé à organiser certains exercices de guerre assez impressionnants. En fait, l’an dernier, ils ont tenu conjointement un exercice anti-terroriste qui a impliqué plus de 7000 soldats.

Comme vous pouvez le voir, ils ont clairement évolués du stade de « renforcement de la confiance » des premiers jours, vers une alliance militaire assurée et hautement synchronisée. Laquelle est capable de répondre rapidement aux menaces internes ou externes.

Le dernier recours des « banksters »

Cela a eu pour effet de terrifier les banksters. Après tout, leur truc habituel, depuis des siècles, a toujours été de «diviser pour régner». Ils ont été maîtres en la matière pour retourner les peuples et les nations les uns contre les autres, de sorte qu’ils puissent les manipuler et les contrôler, mais cette tactique « d’empêcher les barbares de se rassembler », à l’évidence ne fonctionne plus.

Puisque le pouvoir militaro/bancaire anglo-américain ne va sûrement pas s’en aller gentiment, ils se trouvent concrètement face à une seule option: essayer d’attirer l’un d’eux dans une guerre, avant que les concurrents arrivistes (OCS, BRICS, Eurasian Economic Alliance) ne puissent complètement se fondre ensemble. Si vous regardez tout autour, c’est exactement ce que vous verrez.

En essayant de lancer inutilement une guerre contre l’Iran (qui a le «statut d’observateur» à l’OCS), de renverser le gouvernement de l’Ukraine, et de tenter d’attirer la Russie dans une guerre dans la région du Dombass séparatiste, les États-Unis et Londres ont tenté d’entraver tout nouveau progrès de cette alliance résolument anti-dollar, anti-OTAN et anti-FMI.

Par ailleurs, en 2014, l’OCS a décidé de ne pas ajouter de nouveaux membres pour l’instant, bien qu’elle devait le faire. La raison est que l’OCS pensait que le fait que les banksters tentent d’attirer la Russie dans la guerre en Ukraine était si grave, que la majeure partie de la réunion de Septembre 2014 a porté sur l’élaboration d’un accord de paix sur cette situation.

En vérité, si vous voulez connaître les forces réelles derrière l’accord de Minsk, ne cherchez pas plus loin qu’un effort conjoint du Kremlin et l’OCS.

La tentative de mettre l’Ukraine toute entière hors des sentiers du commerce eurasien, n’a été que partiellement réussie. Après tout, l’Occident a perdu la Crimée, et à ce jour, a perdu le Dombass également. Cet échec à prendre la base navale russe de la mer noire, et à attirer la Russie dans un engagement, a fait grincer les dents de Wile E. Brzezinski et de ses marionnettistes mondialistes. Si vous ne me croyez pas, il suffit d’écouter cette interview avec le « coyote » lui-même (https://www.youtube.com/watch?v=IrRPZ6CBvPw). Il est plus bouleversé que je ne l’ai jamais vu, et il a pourtant donné beaucoup d’interviews au cours des 6 derniers mois.

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Conclusion

« Wile E. Brzezinski » et les puissants « banksters » occidentaux sont désespérés et paniqués , en regardant, impuissants, leur plus grande crainte se dérouler devant eux. Une alliance eurasienne viable est en train de devenir réalité.

Dans cette nouvelle réalité, leurs anciens mécanismes de contrôle (le prêt à intérêt et l’esclavage par la dette du FMI et de la Banque Mondiale, ainsi que les incursions de « sécurité » des États-Unis et de l’OTAN) seront à la fois importuns et sans pertinence.

Le monde ne veut plus de leurs « services » voyous. Après tout, ils peuvent subvenir à leur propre sécurité!

Le monde n’a jamais eu besoin de cette drogue dette/monnaie des banksters, et grâce à la Banque des BRICS et d’autres mécanismes, ils vont bientôt avoir tout le capital dont ils ont besoin pour s’attaquer à leurs défis, libéré du contrôle de la Banque Dragon.

Les BRICS ont un énorme pouvoir, mais ils ont toujours été l’extension économique d’une précédente alliance militaro/sécuritaire, l’OCS. Jusqu’à ce point, l’OCS a préféré que les BRICS soient le visage public de l’alternative à la domination occidentale, mais l’OCS cherche à commencer à monter sur le devant de la scène, aux côtés des BRICS.

Tout cela conduit à des conjectures concernant une information récente qui a fait l’effet d’une bombe.

Est-ce que quelqu’un d’autre se souvient de l’annulation du South Stream, le gazoduc qui devait s’écouler à travers la Bulgarie et en Europe?

Qui est désormais le principal bénéficiaire de ce pipeline de gaz naturel à la place de l’Europe ?

La Turquie, un «observateur» de l’OCS, et (dans mon esprit) le joueur asiatique clé, pas encore totalement admis à bord. L’Eurasie ne peut pas bien fonctionner sans ce pays « passerelle » qu’est la Turquie.

L’abandon du South Stream à travers l’Europe est une énorme affaire, et cela m’amène à me demander: est-ce le prix à payer pour convaincre la Turquie (également membre-clé asiatique de l’OTAN) de changer de camp d’Ouest en Est? Seront-ils bientôt l’État surprise, qui passera de pays «observateur» de l’OCS, à membre à part entière au vote en 2015?

En outre, s’il devait rejoindre pleinement l’OCS, deviendrait-il le premier grand membre de l’OTAN … à quitter l’OTAN?

Cependant, qu’il soit inclus parmi les membres en 2015 ou non, une chose est certaine, ces nouvelles organisations de l’Eurasie sont en train de changer l’histoire si vite, que cela dépasse l’entendement. Le 21ème siècle ne ressemblera en rien à ses prédécesseurs. L’Asie (et progressivement l’Europe) semble être désireux de créer un monde nouveau, libéré des banksters « US/UK » et de leur contrôle militaire.

A quoi ressemblera la terre, une fois que tout le monde se sera rendu compte que la «nation indispensable» a toujours été complètement dispensable?

Enfin, qu’arrivera-t-il au dollar américain, et à ceux dont la richesse repose sur lui, une fois que cette nouvelle puissance mondiale sera prête à l’abandonner entièrement (comme ils le feront très certainement)?

Depuis plus d’un siècle, les banques occidentales ont volé la richesse et le destin des plus anciens, des dynasties de l’Est, et maintenant les peuples et les pouvoirs qui y sont situés, ont formé un partenariat aux dents solides pour une coopération sur leurs intérêts communs.

Désolé « Wile E. Brzezinski » et les amis mondialistes mais votre rêve de garder l’Eurasie divisée et sous votre pouce est bouleversé !


- Source : The Wealth Watchman

Cybergeopolitics: emergent set of practices, phenomenon and discipline

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Cybergeopolitics: emergent set of practices, phenomenon and discipline

Ex: http://www.geopolitica.ru
 
Geopolitics has gained a cybernetic factor in which the basic axioms still apply, but at the same time, which is also another level of reality with entirely new rules!

In recent times, we hear about the increasing role of cyberspace as a political tool or domain where confrontation takes place between the various political organizations, countries, and even alliances of states. Edward Snowden's case is indicative of the fact of how Internet communication and the interdependence of the social environment with politics, economics, and the military sector has become important and affects both the current agenda and the strategic planning of the leaders of the major world powers.

If geopolitics already developed a scientific apparatus and definitions which are used by politicians, experts, and scholars, cyberspace in some sense is a “terra incognita”, and there is an active struggle for the domination of this space. Extremely significant in this confrontation are the positions of different states on the regulation of the Internet domain. A dichotomy in this field literally repeats the mega-civilizational break that runs through the countries and peoples belonging to the Sea and Land Powers. The U.S., EU countries, and their satellites are in favor of a free Internet service that is obvious hypocritical (because of the hidden manipulations with social networks, the PRISM program, and so on), while Russia, Iran, China, India, and some other states require that the Internet be a sovereign space and under the jurisdiction of international law, precisely the International Telecommunication Union under the United Nations. The Summit on Cyberspace held in December 2012 in Dubai showcased the exacerbated contradictions of international telecommunications when the United States refused to sign the new treaty regulating the right of all states to engage in management of the Internet. This separation clearly fits into the scheme of Carl Schmitt, which is a reliable indicator of the politically dual categories of friend or foe. These categories are not moral, but technical, features that manifested themselves in the positions over the view of the functioning of the Internet space.

Geography of Cyberspace

First, we need to define the term cyberspace. Researchers attributed the authorship of this word to science fiction writer William Gibson, who used it in the story “Burning Chrome”, published in 1982, and two years later, he developed this theme in his famous 1984 cyberpunk novel “Neuromancer”, where the author described cyberspace as a "consensual hallucination"[1]. Cyberspace has a significant difference from the land, sea, air, and space - it was created not by nature, but as an artificial construct that has components that may change over time. Different countries have their own definition of cyberspace. In the U.S.’s 2003 paper “The National Strategy to Secure Cyberspace”, it was stated that “Our nation’s critical infrastructures are composed of public and private institutions in the sectors of agriculture, food, water, public health, emergency services, government, defense industrial base, information and telecommunications, energy, transportation, banking and finance, chemicals and hazardous materials, and postal and shipping. Cyberspace is their nervous system—the control system of our country. Cyberspace is composed of hundreds of thousands of interconnected computers, servers, routers, switches, and fiber optic cables that allow our critical infrastructures to work. Thus, the healthy functioning of cyberspace is essential to our economy and our national security”[2].

In the “National Cyber Security Framework Manual” issued by NATO in 2012, we can read that "cyberspace is more than the internet, including not only hardware, software and information systems, but also people and social interaction within these networks”[3].

Hence, it is clear that cyberspace is directly related to actual geography, which, together with politics (or the governance of power), is a key element of the science of geopolitics.

First, all the routes of communication and technical server nodes that are an essential part of the Internet are geographically localized. Secondly, cyber domains have a national identity in the sense of domain zones, state control, and the language used. Third, cyberspace emphasizes physical geography in a special way – sensors of various services, navigation devices, technical gadgets, and mobile devices embody an interactive map from the cross-flow of information, technology, and people.

Cyberspace fixes and homogenizes the physical space in a particular way – thus, globalization, with the assistance of GPS technology and other tools, permeates the most secluded corners of the planet.

As such, digital technologies reconfigured the mapping experience into something altogether different that Bruno Latour and his colleagues called “the navigation platform”, characterized by the presence of:

- Databanks;

- Some interface for data handling, i.e. calculation, treatment, and retrieval;

- A dashboard for mutual interfacing between users;

- Many different outputs tailored to a great variety of users – one of the outputs being paper printouts.[4]

The traditional role of the map is revised, there are various emerging schools associated with the description of the political and institutional relations of mapping, the map becomes performance-based, and it is understood as having emerged through a diverse set of practices.

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Mapping the Internet space becomes a priority for a number of research centers and universities. There are enough in limited quantities, but every year we have more and more specialized publications, the works of governmental departments, scholarly institutions, and divisions in various think tanks that have been monitoring cyberspace and recording its changes – whether it is the emergence of new technical nodes, the issue of new laws, or criminal activities in the network.

Based on the above, we see that cyberspace is not uniform and has several levels. David Clark has proposed a model in which there are four levels of cyberspace.

From the top down in order of importance:

• The people who participate in the cyber experience — who communicate, work with information, make decisions, and carry out plans, and who themselves transform the nature of cyberspace by working with its component services and capabilities.

• The information that is stored, transmitted, and transformed in cyberspace.

• The logical building blocks that make up the services and support the platform nature of cyberspace.

• The physical foundations that support the logical elements.[5]

Actually, the people’s (social) layer includes government, private sector, and civil society actors, as well as subjects of the technical community. Nevertheless, they all share the traits of people in the "real" world (outside of cyberspace), in that they can ultimately be identified by their unique DNA codes, thereby making the attribution of the network much more difficult (inside cyberspace). In contrast to the "carnal" world, people in cyberspace facilitate the creation of multiple identities for the user, resulting in a virtual personality that can have multiple human users (e.g. the same online office account of the newspaper "The New York Times" is used by different employees). This is not only important in terms of safety or the protection of copyrights, but also raises interesting questions about how the cyber world is affecting the real world[6].

In addition, the terminology previously used in cybernetics is also adequate for the geopolitics of cyberspace. Until now, it was decided to talk only about two types of cybernetics – the first and second order. If first-order cybernetics has been associated with the observed systems, the second-order cybernetics is the actual observing of the systems[7].

This remark indicates a high organizational nature of a new wave of cybernetics, although some definitions are quite reminiscent of geopolitical theory and disciplines about power.

Internet Governance

If we talk about cyberspace as a political activity, there are two main models related to this new area of human activity at the moment. The first is e-government. This term should be understood as the implementation of special services which facilitate relations between the authorities and citizens and provides different services such as electronic payments, virtual receptions, and processing queries through remote access. All of these actions are designed to facilitate and simplify the lives of taxpayers in the country where the use of post-modern communication technologies is prevalent.

The second is the use of cyberspace as a medium and a tool for the dissemination of certain political cultures. Highly significant in this respect are the efforts by the U.S., where the government uses the Internet as a new means to achieve their goals. This is furthered not only by the civilian sector, but also via different law enforcement organizations and special agencies.

In 2011, it became known that the U.S. military launched a program associated with the manipulation of social networks. As the British “Guardian” noted: “The discovery that the US military is developing false online personalities – known to users of social media as "sock puppets" – could also encourage other governments, private companies and non-government organisations to do the same. Centcom spokesman Commander Bill Speaks said: "The technology supports classified blogging activities on foreign-language websites to enable Centcom to counter violent extremist and enemy propaganda outside the US."[8]

At the end of 2011, the White House announced the creation of a virtual embassy in Iran for "strengthening ties with the Iranian people"[9]: http://iran.usembassy.gov/. It is significant that at the same time, the U.S. Congress had taken various measures to ease ties with Iranian officials and the imposition of sanctions is damaging the Iranian economy. Before that, the United States had opened a virtual consulate for Gaza.[10]

Actually, there are several terms used by the U.S. government to designate innovative ways to influence a foreign society through the Internet: digital diplomacy, Internet diplomacy, Twitter diplomacy, public diplomacy, and Web 2.0. The most common term among the establishment of the United States engaged in foreign policy issues and determining influence over other countries is the latest one.

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The technology of Web 2.0 unleashed for the interaction of political activists by Internet technologies was effective during the mass protests in Tunisia and Egypt, as well as for coordination and self-organization of various opposition political groups in Russia.

Threats of Cyberspace

As we can see, cyberspace is not a utopia, as earlier science fiction writers had claimed. This is a new domain of human activity where there are limitations, disasters, epidemics, and flaws, although they do not directly affect people's lives – it all depends on the choice of the individual. If someone is so carried away playing computer games that they become unable to adequately perceive reality, does this not make the scourge of cyberspace the virtual equivalent of real-world drug addiction[11]?

Cyber dependence is linked not only with professional duty or entertainment; it is the very nature of the Internet. The American contemporary philosopher of anarcho-primitivism John Zerzan, for example, noted that the human psyche, after having used the Internet as least once, is subject to irreversible consequences.[12]

The same concept can be applied to "disease" in this "world". In 1983, Fred Cohen deliberately developed a program that can infect other programs by modifying them so that they evolve their possible evolutional copy, as he noted in his dissertation. Based on a biological analogy, he called this new program a “virus”.

The term "worm" was coined by John Brunner in his novel "Shockwave Rider", issued in 1975. While viruses are just an infected computer program (or file), worms "crawl" forward and copy themselves between systems. Using the vulnerability of computers known as the back doors, worms spread without the help of inconsiderate users. In 1988, the Morris worm penetrated and infected about 60,000 hosts of the Arpanet nascent network, which was the prototype of the current Internet. Robert Morris himself, the creator of the worm, was the first person prosecuted and convicted in accordance with the Computer Fraud and Abuse Act of 1986[13].

If we have quarantine measures against dangerous diseases in the physical world and there are even international conflicts involving epidemics or deliberate infections (biological weapons), should this not be the case in cyberspace? The history of the last decade demonstrates such phenomenon. The most illustrative cases were:

- Cyber attacks in 2007 on Estonian government websites;

- Actions of hacktivists in August 2008 during the attack of Georgia on South Ossetia and the peacekeeping operation of Russia;

- Impact of the Stuxnet worm on computer systems of Iran's nuclear power plant;

- Numerous actions of hacktivist groups such as Anonymous, Syrian Cyber Army, etc.;

- Leaks carried out by Julian Assange and Edward Snowden, with an indirect impact on U.S. and international politics.

According to experts, the number of such attacks will only increase and the methods of hackers will improve in the future. This is forcing many governments to reconsider their policies regarding the Internet and take special measures to protect this domain.

Cyberconflicts

Of course, cyberspace is both a medium for conflict and a tool. If classical geopolitics uses the concepts of power by the sea (Sea Power) and power by the land (Land Power), and Air Power and Space Power developed in their wake, then Cyber Power is the most recently talked about new domain of control. The U.S. military places special significance upon it.

Robert M. Lee from the US Air Force wrote that “Cyber power will be as revolutionary to warfare as airpower, but the current vectoring of the domain will determine which nation will hold cyber dominance and to what effect. In the early years of the cyberspace domain, the United States primarily considered cyber power a means of establishing broad command and control across the war-fighting domains. Cyberspace focused on communication; indeed, operational success depended upon maintaining the lines of communication. As the domain grew, it assumed additional roles to provide a support force to traditional military operations while experts explored other roles—a process that occurred at the highest levels of secrecy. Many of the first cyberspace leaders realized that cyber assets offered a number of options for attack, defense, and exploitation never before afforded to military commanders. In a highly connected world where substantial advancements in technology were common, the capabilities and weapons in cyberspace became even more impressive”[14].

Cyber operations can be carried out in all areas of warfare: in the air, space, cyberspace, and on land and sea. Furthermore, despite the immaturity of operational doctrines for cyberspace, doctrines for air and space remain relevant and applicable to the field of cyberspace. In other words "cyber operations are just another set of tools from the arsenal of a commander".[15]

U.S. Cyber Command was first created in 2010, although attention was paid to this new domain earlier than that. For example, in December 2005, cyber operations were included in the basic manual about the service and the mission of the U.S. Air Force.[16]

China, Iran, and other countries rushed to develop their own cyber military capabilities with relevant doctrines and strategies. Budgets for cyber security also begin to increase rapidly. U.S. Cyber Command stated in January 2013 that its staff of personnel will be increased by five times. Britain also hurried to upgrade its cyber arsenal and argued that the country needs network security due to the fact that 6% of Britain's GDP is earned through transactions that are somehow connected to the Internet.

John Arquilla, the famous expert on network wars, writes that the "exploits of cyberwars on a small scale may eventually reach large sizes, given the clear vulnerability of advanced military and various communication systems that every day more and more cover the world. He believes that cyberwar is destined to play a more prominent role in future wars.[17]

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Arquilla believes that there is an opportunity to possibly develop a certain code of conduct, e.g. the prohibition of cyberattacks against purely civilian targets, at least between states. Some shadow networks, i.e. radical political groups, may also follow a certain code. The second thesis is hardly likely, as in the case of terrorist actions, the aim of such groups is to intimidate the population in order to achieve their political goals, and cyberspace is a prime opportunity for this.

Because cyberpower can quickly hit networks and information systems worldwide in a special war, eroding the frontline of combat, this feature, combined with its destructive power, generates fear among the population because cyberpower’s capabilities may be as strong as those experienced from terrorist attacks.[18]

Therefore, to underestimate its power to influence public opinion and politics would be a serious mistake. Even if we consider only the military aspect of cyber conflict, it still differs greatly from the war on land, sea, air, and space. Freedom of action is a characteristic of superiority in cyberspace. A rough summary for supremacy in cyberspace can be "freedom of action during the time of attack" (i.e. the ability to act, even during and after the attack).[19]

But there is another point of view, according to which, on the contrary, cyber assets utilized in conflicts actually "soften" their nature and minimize the damage to the enemy and the costs incurred on the attacking side. Naval Postgraduate School Defense Analysis Distinguished Professor Dorothy Denning believes that "if you can achieve the same effects with a cyber weapon versus a kinetic weapon, often that option is ethically preferable ... If an operation is morally justifiable, than a cyber route is likely preferable, because it causes less harm".[20]

On the question of ethics in cyberspace, we can address the use of unmanned aerial vehicles, which have become the subject of public debate in the United States and other countries. Proponents of a massive use of drones in the U.S. suggest three main reasons why this industry needs to be developed: (1) UAVs can carry out tasks that people are not capable of due to psychological constraints (e.g. duration of operations and extreme maneuvers); (2) the preservation of the pilot's life during hazardous missions and a reduced political risk (which would be heightened in the case that a downed pilot is captured); (3) reduction of costs incurred in connection with the systems required to maintain the functions of the pilot (oxygen, climate control, ejection seats, etc.) and the possibility of using a more basic design than the one that is needed for aircraft designed for on-board team operations[21] There is a tendency that drones in the future may even replace actual strategic bombers in the U.S. Air Force.

Another part believes that the use of drones violates international law and leads to a large number of civilian casualties. The report of the New American Foundation stated that for the first two years that Obama was president, he ordered four times as many UAV bombings than George W. Bush did during his eight year tenure. This report gives the approximate number of people killed in Pakistan as being between 1489 to 2297 (April 2012).[22]

The Bureau of Investigative Journalism also shows interactive maps on its website that mark the spot where U.S. drone attacks occurred, as well as statistical data such as the names of the killed civilians.[23]

All in all, the deadliest man-machine interface (the UAV) is the most visible demonstration of how cyber asserts can be utilized for military purposes.

Conclusion

All these factors suggest that geopolitics has gained a cybernetic factor in which the basic axioms still apply, but at the same time, which is also another level of reality with entirely new rules.

Careful analysis and monitoring of cyberspace and the development of appropriate rules are imperative for today. This requires a revision of classical political categories and a revaluation from the current moment. We must remember that cybernetics is word first created thousands of years ago, but its meaning was somewhat different. The word “cybernetics” (κυβερνητική) was first mentioned by Plato in his work "Laws".[24] It is translated as "the art of the helmsman". In his third to last book, believed to be the most solid in terms of the arrangement of the works of the ancient Greek philosopher, the state is compared with a ship, and its helmsmen are God, fate, and good time. Despite the enthusiastic attempts from the first creators of the Internet to make cyberspace a zone of free creativity without political interference, cyberspace remains political and the thesis of Plato is still actual and relevant.




[1] William Gibson, Neuromancer. New York: Ace Books, 1984

[2] The National Strategy to Secure Cyberspace, Washington, DC: White House, 2003.

[3] Alexander Klimburg (Ed.), National Cyber Security Framework Manual, NATO CCD COE Publication,

Tallinn 2012 P. 8 http://www.ccdcoe.org/publications/books/NationalCyberSecurityFrameworkManual.pdf

[4] Valerie November, Eduardo Camacho-Hubner, Bruno Latour. Entering a risky territory: space in the age of digital navigation. Environment and Planning D: Society and Space 2010, volume 28, p.583.

[5] David Clark, Characterizing cyberspace: past, present and future, MIT/CSAIL Working Paper,

12 March 2010, P.1

[6] Alexander Klimburg, Philipp Mirtl. Cyberspace and Governance – A Primer. The Austrian Institute for International Affairs, Working Paper 65 / September 2012

[7] Heinz von Foerster. Cybernetics of Cybernetics. University of Illinois, Urbana 1979

[9] Mutter, Paul. Few Virtues to "Virtual Embassy in Iran". December 23, 2011. http://www.fpif.org/blog/few_virtues_to_virtual_embassy_in_iran

[10] http://gaza.usvpp.gov/about_econsulate.html

[11] Dene Grigar. Lara Croft: Cyber Heroine. Leonardo June 2006, Vol. 39, No. 3, Pages 269-270.

[12] John Zerzan. Twilight of the Machines, 2008

[13] A Better Way to Battle Malware. November 22, 2011. Winter 2011, Issue 65. http://www.strategy-business.com/article/11403?pg=all

 

[14] Robert M. Lee. The Interim Years of Cyberspace.// Air & Space Power Journal, January–February 2013, Р. 58

[15] Eric D. Trias, Bryan M. Bell. Cyber This, Cyber That . . . So What?//Air & Space Power Journal. Spring 2010, Р. 91

[16] Hon. Michael W. Wynne, Flying and Fighting in Cyberspace, Air and Space Power Journal 21, no. 1, Spring 2007: 3, http://www.airpower.au.af.mil/airchronicles/apj/apj07/spr07/spr07.pdf

[17] Arquilla J. Cyberwar Is Already Upon Us. MarchH/April 2012. http://www.foreignpolicy.com/articles/2012/02/27/cyberwar_is_already_upon_us

[18] Robert M. Lee. The Interim Years of Cyberspace.// Air & Space Power Journal, January–February 2013, Р. 63

[19] Eric D. Trias, Bryan M. Bell. Cyber This, Cyber That . . . So What?//Air & Space Power Journal. Spring 2010, Р. 96-67

[20] Kenneth Stewart. Cyber Security Hall of Famer Discusses Ethics of Cyber Warfare. America's Navy, 6/4/2013 http://www.navy.mil/submit/display.asp?story_id=74613

[21] Policy Options for Unmanned Aircraft Systems. A CBO Study. June 2011. Congress of U.S. Congressional Budget Office. Р. 3.

[22] Masters, Jonathan. Targeted Killings.// CFR, April 25, 2012.  http://www.cfr.org/counterterrorism/targeted-killings/p9627?cid=nlc-dailybrief-daily_news_brief-link14-20120426

[23] Interactive map. August 10th, 2011 http://www.thebureauinvestigates.com/2011/08/10/google-map/

[24] Plato: Laws, Books 1-6 (Loeb Classical Library No. 187) by Plato and R. G. Bury, 1926

 

Terre & Peuple magazine n°62

Sommaire

TP Mag n°62

 

 

Against Terrorism -- But for What?

 

 

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Against Terrorism -- But for What?

By

Ex: http://www.lewrockwell.com

Following the Charlie Hebdo massacre, Prime Minister Manuel Valls said that France “is at war with terrorism, jihadism and radical Islamism.” This tells us what France is fighting against.

But what is France fighting for in this war on terror? For terrorism is simply a tactic, and arguably the most effective tactic of the national liberation movements of the 20th century.

Terrorism was used by the Irgun to drive the British out of Palestine and by the Mau Mau to run them out of Kenya. Terrorism, blowing up movie theaters and cafes, was the tactic the FLN used to drive the French out of Algeria.

The FALN tried to assassinate Harry Truman in 1950 at Blair House, shot up the House of Representatives in 1954, and, in 1975, blew up Fraunces Tavern in New York where Washington had bid his officers farewell. The FALN goal: Independence from a United States that had annexed Puerto Rico as the spoils of war in its victory over Spain.

What did the FLN, FALN, Mau Mau, Irgun and Mandela’s ANC have in common? All sought the expulsion of alien rule. All sought nations of their own. All used terrorism for the same ends as Uighurs do in China and Chechens do in the Caucasus.

Osama bin Laden, in his declaration of war upon us, listed as his casus belli the presence on the sacred soil of Saudi Arabia of U.S. troops and their “temple prostitutes.” He wanted us out of his country.

What are Valls’ terrorists, jihadists and radical Islamists fighting for? What are the goals of ISIS and al-Qaida, Boko Haram and Ansar al-Sharia, the Taliban and al-Shabab?

All want our troops, our alien culture and our infidel faith out of their lands. All seek the overthrow of regimes that collaborate with us. And all wish to establish regimes that comport with the commands of the Prophet.

This is what they are recruiting for, killing for, dying for. We abhor their terror tactics and deplore their aims, but they know what they are fighting for. What are we fighting for?

What is our vision that will inspire Muslim masses to rise up, battle alongside us, and die fighting Islamists? What future do we envision for the Middle East? And are we willing to pay the price to achieve it?

Comes the reply: America is fighting, as always, for democracy, freedom and the right of peoples to rule themselves.

But are we? If democracy is our goal, why did we not recognize the election of Hamas in the Palestinian territories, or of Hezbollah in Lebanon? Why did we condone the overthrow of the elected regime of Mohammad Morsi in Egypt? Why do we not demand democracy in Saudi Arabia?

But hypocrisy is the least of our problems.

The real problem is that hundreds of millions of Muslims reject our values. They do not believe all religions are equal. They do not believe in freedom of speech or the press to blaspheme the Prophet. Majorities in many Islamic countries believe adulterers, apostates, and converts to Christianity should be lashed, stoned and beheaded.

In surveys, the Muslim world not only rejects our presence and puppets, but also our culture and beliefs. In a free referendum they would vote to throw us out of the region and throw the Israelis into the sea.

For many in the Mideast collaboration with America is a betrayal. And our presence spawns more terrorists than our drones can kill.

This week Valls conceded there are “two Frances,” adding, “A territorial, social, ethnic apartheid has spread across our country.”

Have her five million Muslims become an indigestible minority that imperils the survival of France? Have France and Europe embraced a diversity more malignant than benign, possibly leading to a future like the recent past in Palestine, Cyprus, Lebanon, Sri Lanka and Ukraine?

T. S. Eliot said, to defeat a religion, you need a religion.

We have no religion; we have an ideology — secular democracy. But the Muslim world rejects secularism and will use democracy to free itself of us and establish regimes that please Allah.

In the struggle between democracy and Allah, we are children of a lesser God. “The term ‘democracy,'” wrote Eliot, “does not contain enough positive content to stand alone against the forces that you dislike — it can easily be transformed by them. If you will not have God … you should pay your respects to Hitler or Stalin.”

Germany used democracy to bring Hitler to power. Given free elections from Morocco to Mindanao, what kind of regimes would rise to power? Would not the Quran become the basis of law?

If Charlie Hebdo were a man, not a magazine, he would be torn to pieces in any Middle East nation into which he ventured. And what does a mindless West offer as the apotheosis of democracy?

Four million French marching under the banner “Je Suis Charlie.”

Whom the gods would destroy …

Culture and “engagement”: French and English perspectives

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Culture and “engagement”: French and English perspectives

by Adrian Davies

Ex: http://www.traditionalbritain.org

Adrian Davies critiques artistic and cultural involvement on the Right in England and France.

 

A talk by Adrian Davies to the Traditional Britain Group on 18th October 2014

This morning I shall talk to you about differing perspectives upon the involvement of artists and writers in politics in France and England. Why France and England? Partly because it is necessary to keep this talk in some bounds, partly because I know a little more about the relationship between high culture and low politics in France than in Germany or Italy or Spain, and will stick to what I know, often a prudent course.

The concept of “engagement”

Jean-Paul Sartre is at first blush an odd choice to cite at a rightist meeting, but on further consideration, he is a strange hero for the left. After 1940, he did not merely accommodate himself to prevailing circumstances, which might be unheroic, but very human, rather he appears thoroughly to have enjoyed himself: “We were never so free as under the occupation.” Not a sentiment that would have endeared him to post-war bien pensant opinion.

But I am not here to discuss Sartre’s life, his works, his politics or even his philosophy in general, interesting though all those subjects might be, but only his idea of engagement, which I shall loosely but not I think inaccurately translate as commitment.

Engagement as a philosophy suggests that the exponents of high culture, whether in literature, music or the visual arts should by no means think themselves above and hold themselves aloof from politics.

This is not an universally accepted view. Théophile Gautier, famous for advocating l’art pour l’art, art for art’s sake, vividly expressed the contrary view in the preface to his story Mademoiselle de Maupin: «Il n’y a de vraiment beau que ce qui ne peut servir à rien, tout ce qui est utile est laid.» “Only that which has no practical purpose can be truly beautiful. Whatever is useful is [also] ugly”.

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Les Néréides de Théophile Gautier

But while I greatly admire Gautier as a literary figure, he was exaggerating, perhaps for effect, perhaps in reaction to the romantic movement, which had been much preoccupied with political questions.

The romantics were caught up in the nationalist movement that transformed European politics in the nineteenth century, moving away from earlier dynastic and denominational models of the state to the ideal of the nation state, about which I have to say that I am less enthusiastic now than once I was. The reasons why would involve a digression that I must resist with a thirty minute slot, though as we mark the centenary of the horrors of 1914, they are not so difficult to guess, and I shall touch upon them briefly when I speak about one of the great French literary exponents of engagement in the early part of the 20th century, Maurice Barrès.

The arch-romantic, Victor Hugo, certainly demonstrated how different French thought is from Anglo-Saxon liberalism, which has for too long placed the liberty of the individual above the common good, in the immortal words of the hero of Les Misérables, Enjolras: citoyen, ma mère, c’est la république! “Citizen, the state is my mother”.

I do not think that Randians would applaud this sentiment, but then I sometimes think that for the English classical liberal, Ezra Pound’s reproach to the business class in the closing lines of the famous 38th Canto “faire passer ses affaires avant celles de la nation” “putting your own interests before those of the nation” appears to be not blameworthy, but a natural right.

The Parnassians returned to classical models in reaction to romanticism, but in this respect their classicism scarcely reflects the ancient world, where Virgil and Horace were fulsome in their praise of Augustus’ vision of Rome, echoing a time long before them, when Simonides, who was not a Spartan, launched the cult of things Lacadaeomian with his epitaph upon the Spartan dead at Thermopylae.

Indeed, they themselves were the exponents of an ideology of a kind:

«Le culte du travail est l’un des éléments fondamentaux du parnasse. Il est souvent comparé au sculpteur ou au laboureur qui doit transformer une matière difficile, le langage, en beau par et grâce à un patient travail.

«Chez Lemerre, on observe la vignette d’un paysan avec inscrit au-dessus : «Fac et Spera », ce qui signifie : « agis et espère ». Cela témoigne de la volonté d’atteindre la perfection, en remettant vingt fois sur le métier son ouvrage, atteindre la perfection grâce à un patient et long travail.»

“The cult of work is an essential element of what it means to be a Parnassian writer. The writer is often compared with the sculptor or craftsman, who has to transform a difficult raw material, language into something beautiful by patient work.

“Lemerre made a vignette of a peasant inscribed fac et spera, which means, ‘act and hope’. It bears witness to the will to attain perfection by essaying the work in hand twenty times over so as to attain perfection by a long, patient effort.”

We are much indebted to the heretical Italian Communist Gramsci for the valuable idea of hegemony and the mastery of discourse in the world of ideas.

Gramsci may have been a hideously ugly, grotesquely misshapen dwarf, but when he expired in one of Mussolini’s insalubrious gaols, the world lost an original thinker, who, rather ironically, would most certainly have suffered a similar or worse fate in the Gulag, had he succeeded in fleeing to the Soviet Union.

For all its supposed love of non-conformity, the world of high culture is no less susceptible to fashion and to hegemonistic discourse than low politics.

By way of example, I well recall seeing the marvellous retrospective on Jean-Léon Gérome at the Getty Centre in Los Angeles 2010 - as the cataloguist frankly admitted, a far more gifted painter than most of the impressionists but long neglected because his extreme neo-classicism in both style and subject matter did not conform to the vogue for the impressionists that had become received thinking in the art world by the end of the 19th century.

Naturally this tendency is redoubled when art serves a political cause outside the narrow parameters of permitted debate under totalitarian liberalism, which is not a contradiction in terms, but a correct description of the soft tyranny under which we live.

A very vivid example that I remember was the astonishing exhibition called Art and power: Europe under the dictators at the Hayward Gallery so long ago, I shudder to realise (tempus fugit!) as 1995. Much of the art then on display has merit, but it is not generally shown, because it served ideologies that differ from bourgeois liberalism, and is condemned on that account, regardless of its intrinsic merit, which of course involves a tacit denial of the concept of intrinsic merit.

Nor is it only Fascist or National Socialist art that has disappeared down the memory hole, or at least been veiled from public view except on special occasions, such as the Hayward exhibition.

The official art of the Soviet Union is not viewed with favour in the West to-day, because it followed the representative tradition, which has been derided by self-styled cognoscenti since the days of the Impressionists, as I have noted.

Yet Socialist Realism in art and literature had many merits. Even Joseph Stalin was not wrong about everything. Modern western commentators generally assume not only that Stalin was wrong to interfere with artistic freedom by compelling Shostakovich to recant his atonalist tendencies and return to a more classical style of composition, and more fundamentally that Stalin’s criticisms of the score of Lady Macbeth of the Mtsensk District (1934) betray a lack of taste on the Vozhd’s part. Yet Stalin had watched the opera with careful attention, and his criticisms of the music are not lightly to be dismissed.

For myself, whatever Stalin’s terrible crimes, amongst the very worst of all times, still I am with the Vozhd on that question, and generally approve of the conservative tendencies in art, literature and music that were increasingly manifest under his rule.

More damaging even than the liberal hegemony of aesthetics is the liberal hegemony of discourse that would, if it only could, altogether exclude from the literary canon the great writers of the twentieth century in support of the lying fable that artists, writers and intellectuals are predominantly if not exclusively of the left.

barr281028232.pngThis lie is manifestly not sustainable for French literature, where engagement in politics was as common on the right as on the left. The names of Maurice Barrès and Charles Maurras will certainly live for so long as there is a French nation. Both attained the highest levels of literary aesthetic, though neither is nor should be immune from criticism. Maurice Barrès’s desire to see his native Lorraine returned to France led him to impassioned public support of the bloodshed of the First World War that won him the terrible sobriquet of le rossignol des carnages (the nightingale of carnage), and was not an advert for nationalism, while Maurras wished to see an end to the Republic, but failed to provide decisive leadership at a crucial moment in February 1934, when the conjunction of political circumstances was favourable to his wishes, so demonstrating that he was not the man of destiny that his followers thought him.

I need say no more about the literature of collaboration than to observe that some of the greatest writers of the time were committed collaborators. Some, such as Brasillach, who was executed, and Drieu La Rochelle, who succumbed to depression and committed suicide, paid for their engagement with their lives, others, such as Céline, whose extremism embarrassed even the Germans, were capriciously amnestied and continued with their writing after the Second World War, quite unrepentant.

But it would be a mistake to think that writers and artists of the right were not to be found in England and the English speaking world.

Wyndham Lewis

Of Canadian and American parentage, Wyndham Lewis studied art in Paris in the early years of the 20th century. He was one of the leaders of the so-called Vorticist movement in art, and served with honour in the First World War as an artillery officer, seeing action in the third battle of Ypres and amongst his Canadian compatriots on the Vimy ridge. He was made an official war artist and stayed in the front line to sketch out what would become his canvasses.

Happily he survived the war less traumatised than many, and combined painting with writing in the interwar years.

It is certainly remarkable that just as Wyndham Lewis reached the peak of his creativity and success as a portraitist, he also became a force to be reckoned with in literature, notably with his satirical novel, The Apes of God, mocking the Bloomsbury Set to which he had at first been attracted, but with which he had eventually broken.

There was a strong, even strident political theme in his writing. He vehemently opposed the left wing orthodoxy that already dominated intellectual circles in the 1930s. Probably his best novel, The Revenge for Love (1937) set in the period leading up to the Spanish Civil War, expressed utter loathing for the Communists in Spain and profound contempt for their British and fellow-travellers, while his painting the Surrender of Barcelona celebrates the nationalist victory, not a politically correct theme at all.

He thought little of post-war Britain, his last major work entitled Rotting Hill "the capital of a dying empire." That was 1952. What he would think of the degenerate stew of modern London passes even my imagining.

Roy Campbell

roycampbell.jpgWhile undoubtedly the Republican side in the Spanish Civil War attracted more writers and artists than did the cause of national Spain, there were some notable supporters of the Francoist cause. Unsurprisingly Ezra Pound was parti pris on the right side. Pound merits a whole talk of his own and I will not attempt the hopeless task of precising his life and work in the time available to me this afternoon. I will however mention Roy Campbell.

Campbell, a South African poet and sometime friend of Laurie Lee of Cider with Rosie fame. Campbell, a Catholic convert, was one of the few literary figures strongly engaged on the Nationalist side. Methuen published his long poem, the Flowering Rifle, the author’s foreword to which would certainly not be published by any main stream publisher to-day, so much less free is the England of 2014 than the England of 1939.

“Humanitarianism invariably sides where there is most room for sentimental self-indulgence in the filth or famine of others. It sides automatically with the Dog against the Man, the Jew against the Christian, the black against the white, the servant against the master, the criminal against the judge. It is a form of moral perversion due to overdomestication, protestantism (sic) gone bad”.

Just in case you have not got the picture, the foreword concludes ¡Viva Franco! ¡Arriba España!

Interestingly, Laurie Lee was visiting Campbell in Toledo when the war in Spain broke out. Lee, shocked by the poverty of the Andalusian peasantry, fought in the International Brigades, but Campbell, horrified by the Communist massacres of the clergy of Toledo, made propaganda for Franco. In such ways do the same events affect even friends differently.

Campbell was a staunch anti-Nazi, who went on to fight in the British Army in the Second World War, but still could not work his passage back into literary London afterwards. “It made no difference that one fought as willingly against Fascism as one had done against Bolshevism previously” he complained. “Even if you killed ten times as many Fascists as you had previously killed Bolsheviks in self-defence, you still remained a Fascist”.

Given the tone of the foreword to the Flowering Rifle, it is surprising that he thought that he might be forgiven in the post-1945 climate.

Henry Williamson

lettres,lettres françaises,lettres anglaises,littérature,littérature française,littérature anglaiseHenry Williamson was another author who was deeply politically engaged in the most controversial way, but whose reputation has been somewhat sanitised by excessive focus on his nature writing, especially his great success, Tarka the Otter, rather than his deeply political and semi-autobiographical cycle of novels A Chronicle of Ancient Sunlight. It tells the story of his South London boyhood, his experiences at the front in the First World War veteran, and his progressive evolution into that apparent contradiction in terms, a pacifiist and a fascist, and his complex relationship with Sir Oswald Mosley, an idealised version of whom appears as Sir Hereward Birkin, the leader of the Imperial Socialist Party, based on the British Union of Fascists.

Williamson is a curious example of a green fascist, but he was not the first: that distinction surely belongs to William Henry Hudson, born in Argentina of British stock, who went on to become the most significant English language writer on South America, the first to espouse green issues, almost a century before Silent Spring.

Hudson was also an unrepentant apologist for the proto-fascist and archetype of the charismatic caudillo, General Rosas, who ruled Argentina with an iron hand for nineteen years, and is, with his twentieth century equivalent, General Peron, still dear to the hearts of the common people of that far away land, unlike most of their rulers.

But the story of the proto-green and the great caudillo is too long and too interesting to tell in the short time remaining, so I will tell it another day.

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lundi, 26 janvier 2015

Laurent Obertone contre la France Big Brother...

Laurent Obertone contre la France Big Brother...

Vous pouvez ci-dessous découvrir l'entretien avec Laurent Obertone réalisé par Élise Blaise pour TV Libertés à l'occasion de la sortie de La France Big Brother (Ring, 2015), le livre qui dévoile le système dans sa vérité...

Conférence de Synthèse nationale sur la Syrie

Jeudi 5 février: conférence de Synthèse nationale sur la Syrie

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Demandez une invitation

synthesenationale@club-internet.fr

Adios Cuba!

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Adios Cuba!

By

Ex: http://www.lewrockwell.com

It’s taken over half a century for the US to finally figure out how to neutralize pesky Communist Cuba. Invasions, air raids, crushing sanctions, attempts to murder the Castro leadership by exploding cigars and poisons, diplomatic isolation, poisoning crops – all failed.

Now, the lame duck Obama administration has finally figured out how to put an end to Cuba’s Communist system: human wave attacks by hordes of American tourists in loud golf wear yelling “USA,USA!” and waving Visa cards.

The flood gates open in March. Once this happens, the charming, lovely island of gracious people that I’ve known since my youth will go the way of Nineveh, Tyre and Atlantis. They’ll probably even rename eastern Cuba as Sandals III and Hedonism IV, while beautiful old Havana becomes Disney Pirate’s World.

My heart weeps at this prospect. What made Castro’s Cuba uniquely charming was its glorious dilapidation, quaint prudery, and freedom from consumer vulgarity.

Cuba was pretty much crime free. Visitors were treated with respect  and rarely pestered. Even the state controlled prices were rock bottom, making Cuba, with its lovely beaches, gorgeous weather and zesty rums the ideal resort for lower and middle income tourists. Well-behaved, polite Canadians make up the majority of visitors. Sayonara to their C$500 (US $410) week all-inclusive vacations.

Once US airlines open regular flights to Havana and Varadero Beach, the Old Cuba will be soon wiped away.

For Americans, long banned from Cuba, this island is the ultimate forbidden fruit. Few Americans are even aware that Havana is a century older than my native New York City. 

But beautiful, sexy and charming as Cuba certainly is, it’s biggest problem is dire lack of tourist infrastructure. A few so/so European hotels have been built, but not enough to even handle current demand. The old hotels, like the Nacional where I’ve stayed since I was ten years old, is aging rapidly. Older hotels in downtown Havana are way over the hill.  Varadero Beach is lovely but it hotels remind one of Bulgarian Black Sea resorts.

There are shortages of fresh food across the island. Tourists subsist on frozen chicken that US farm lobbies managed to get around the US blockade. How much rubber chicken can one eat? When in Cuba, I savor glorious black beans and rice three times a day. If you’re looking for fine cuisine, go to St Barts.

A big plus for Cuba its world class healthcare and biomedical research. Elderly tourists need have no medical concerns in Cuba –as they should on many small West Indian islands. For example, the Turks and Caicos are lovely but they don’t have a single decent hospital.

Cuba is going to face big trouble when the tourist tsunsmi hits. Havana will have to limit the tourist inflow. Otherwise, hotels and eateries will be swamped and assailed by bribes. Taxis, fuel, and even imported food will be in dire shortage. So will landing slots at Havana and other regional airports.

Cubans are not ready for loud, aggressive tourists shoving money in their faces. Nor are these easy-going islanders mentally prepared for tens of thousands of pushy New Yorkers (I’m also one) or overly emotional Miami Cubans who think they are returning royalty. Waves of carpet baggers will pour in trying to buy everything that isn’t nailed down with their gringo dollars. Every Cuban exile sees himself as the next El Presidente.

All this seems inevitable. I was in Moscow during the fall of Communism and it was not a pretty sight. Many Russians feel deep shame to this day. And so will patriotic Cubans who struggled  – and sacrificed – to keep their island independent of Uncle Sam for half a century. Looking at the rest of today’s modernized Latin America, many Cubans will wonder if their long battle was really worth it. At least none will miss the Communist secret police and neighborhood informers.

One suspects a majority of Cubans eagerly await the Yankee invasion.  They have suffered long enough for the sake of pride and independence.

I vividly recall Batista’s corrupt, raunchy Cuba of 1953. It’s likely that once the Communists are swept away, the island could revert to those bad old days. Cuba will face a US Congress that still demonizes the Castro brothers and idolizes Israel’s Bibi Netanyahu.

Tradition and Evolution

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Tradition and Evolution

by William Deller

Ex: http://www.traditionalbritain.org

William Deller evaluates the role of Tradition in contemporary Britain and the cultural forces opposing a traditional society

The principles of Tradition and Evolution may seem to be opposed: Evolution is about change whereas Tradition seems to be about changelessness. However Evolution is not about change for the sake of change, purposeless change or change at any price. Evolution is an over-arching principle in life; it is purposeful change, the means by which nature improves itself.

Darwin explained how evolution worked for animals through the process of small changes, which enabled animals to respond better to their environment whether through avoiding predators, attracting mates or finding a better supply of food. The more successful animals had offspring who possessed the characteristics of their parents. This is the process of continual improvement sometimes described as “survival of the fittest”, the evolutionary process which is essentially pragmatic, irresistible and implacable. It is a process of trial and error in which success means survival and failure means extinction. It is such a process which has led to homo sapiens, and civilisation as we know it.

The evolutionary process described by Darwin applied to animals who were subject to their environment and responded to that environment. Humans, at the peak of the evolutionary chain, and with immense ingenuity, have developed the god-like ability to create their own environment and develop human society. This has its dangers, bringing the possibility of creating an environment that distorts the evolutionary process, so that the human response to the artificially created environment becomes a negative one which leads humanity in a downward direction.

A current example is the effect of the benefit system, which has been implemented with the wholly good intention to help those in need. Some people may find that the terms of the benefit system make it more attractive to be unemployed than to contribute to society. This is an undesirable evolutionary development. Another example is the behaviour of bank employees who are motivated by the prospect of huge financial gains, and exploit their position to effectively gamble with other peoples’ assets, creating financial mayhem in the process. These are both examples of the corruption of the evolutionary scenario.

However the process of evolution – trial and error - operates constantly so giving an opportunity to reverse changes that are demonstrably retrograde. This explains the continuing development of human society from barbarism to the relatively advanced state of civilisation that operates in much of the world today.

So where does tradition come into the equation? Because humans have the god-like ability to create their own environment (and thus the direction of their evolution), they need some guiding principle to ensure that they do not allow their environment to disintegrate into anarchy. This guiding principle is tradition, which appears in different guises, one being religion. Tradition is not the enemy of evolution, but tries to ensure that humanity is not drawn into false promises of ‘progress’. Tradition distinguishes between ‘right’ and ‘wrong’ and complements evolution.

Religion provides a rule book that enables us to navigate our way through life. Of course religion is also subject to evolutionary forces as demonstrated in the Reformation, but there are some aspects of life on which tradition, religion and evolution agree, and powerfully object to those decisions made by our leaders which are likely to have a negative effect on the way society develops.

The turbulent history of Britain demonstrates the interplay of tradition and evolution in the progress from a feudal agricultural economy to the sophisticated society we know now, through milestones such as the signing of Magna Carta, the execution of King Charles I, and the abolition of the slave trade along the way. Our society develops, rather clumsily, through a process of trial and error: some things work, some things don’t, and the things that don’t work are, in the due course of time, changed. Change of the things that don’t work is dependant on a recognition that something is wrong. At the present time there are two major areas where our leaders have taken decisions which, I believe, are leading Britain in the wrong direction: membership of the European Union, and same-sex marriage.

Before Britain joined the EU it was a sovereign nation, whose democratically-elected Government ran the country. Britain had achieved this condition through many centuries of evolution, involving external warfare, internal rebellion and social upheaval, to realise a stable society which was envied by many throughout the world. A world-wide empire had evolved into the Commonwealth. The British example was followed by all those emerging nations who sought freedom, “self-determination” and democracy.

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When Britain first joined what was then called the European Economic Community in 1972 it seemed to represent a natural collaboration on economic matters between a small number of independent nations. It soon became apparent that the instigators of the EEC had other ideas. The EEC has been transmuted into the European Union, an ‘empire’ of 28 nations, governed by the ‘acquis communautaire’ which is a cumulative body of law of over 80,000 pages which cannot be changed. It has been estimated that some 80% of UK laws now originate in Brussels. The stranglehold which the EU has on British political life is intensified by the rulings of associated European Courts on such matters as equality and human rights. The British Government no longer governs Britain; it merely operates within the rules provided by the European Conglomerate. Is it any wonder that Britain has major problems, developed over decades, such as:

Unbalanced development across Britain of employment, housing, transport and much else.

Lack of an effective energy policy.

Lack of an effective policy to encourage industry.

Lack of an effective population policy.

Inability to control immigration.

Legal confusion such as the inability to deport criminal immigrants.

Failure of the education system to produce the workforce the country needs.

These problems are no surprise when the British Government no longer has the power or the incentive to deal with them. British membership of the EU has long been a contentious issue; however it is now evident that problems associated with that membership are increasing and will continue to increase. It is apparent that British membership of the EU is opposed to the traditions of Britain and to the evolutionary destiny of Britain; sooner or later Britain will have to exit.

A further example of the way that society - ignoring the teachings of tradition, evolution and religion - can be led down a blind alley, is same-sex marriage. It is curious that the tale of same-sex marriage is linked to the EU. There were no proposals for same-sex marriage in the Conservative election manifesto; it is opposed by much of the public; it was opposed by many Conservative MPs; it was strongly opposed by religious organisations. The legislation was introduced by the Government because gay-rights activists threatened to take the issue to European Courts, and raised the possibility of forcing the Government’s hand using European rulings on equality.

The legislation by the Government on same-sex marriage is opposed to tradition, religion and evolution. It is opposed to the evidence of evolution because heterosexuality is the means by which humanity has reproduced itself and civilisation has developed; to suggest that heterosexuality and homosexuality are equal is absurd. It is opposed to tradition because throughout history it is the union of one man and one woman, and their procreation of children, that has been enshrined in traditions around the world. It is opposed to religion because the tradition of union between one man and one woman has been formalised and made sacred by religions.

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In the eyes of many people, probably the large majority, the concept of marriage between one man and one woman was a rock-like tradition of our society, our civilisation; it provides a framework for raising and educating future citizens; it is the cornerstone of community and of society. The introduction of same-sex marriage destroys this solid foundation, replaces it with a nightmare world of undefined relationships and trivialises the vital function of parenthood. It seems that the people who originated this legislation have never watched the wild life TV programmes of David Attenborough in which the primary driving force (after survival) is the mating of male and female and the procreation of offspring.

It is curious that the apparent driving force for same-sex marriage has been the principle of total equality, whereas evolution is all about inequality! Evolution accepts that a species advances by recognising that some members of the species are better able to contribute to the common good than others. This is profoundly demonstrated in the modern world by the recognition given to football players, which is given not by decision of the powerful, but by the ordinary people who watch football! Thus the idea of total equality is anathema to the principle of evolution. We know quite well that there is an enormous variety in human qualities which is part of the richness of human life and explains the success of the human species. Yet our leaders seem to be unable to distinguish between the absolutely different characteristics of heterosexuals and homosexuals, and the different contributions they are able to make to society.

Another significant aspect of the drive for same-sex marriage has been the delight that some people find in trampling on tradition, which emphasises the need for the fordces of tradition and evolution to work together to challenge those who, knowingly or not, are leading society to nihilism. The issues of same-sex marriage and British membership of the EU are not simply topics for the debating chamber; they are matters which profoundly affect the evolutionary direction of the British nation. Sooner or later we must either choose, or be forced by circumstances, to abandon these current policies.

William Deller Author of NEW DEAL – How to Transform Britain December 2014

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Alstom: racket américain et démission d’Etat

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L’EMPIRE DU NÉANT EN ACTION
 
Le cas Alstom: racket américain et démission d’Etat

Auran Derien
Ex: http://metamag.fr
 
Le rapport de recherche publié par le CF2R (Centre Français de Recherche sur le Renseignement) en décembre 2014 explique comment la canaille occidentale répand le néant. Consacré au dessous des cartes du rachat d’ALSTOM par Général Electric, les deux auteurs Leslie Varenne et Eric Denécé ont intitulé leur travail : “racket américain et démission d’Etat”. En 35 pages se déroule la mort d’une civilisation, d’une culture d’entreprise, de multiples talents, achevés par les méthodes de la finance mondialiste.
 
Les assassins pieux

La société ALSTOM a été victime en premier lieu d’attaques permanentes venant de financiers mondialistes. Ces types font gober aux Européens que le droit américain vaut pour l’humanité, et que leurs méthodes sont légales alors que celles des autres ne le sont pas. Ils ont donc déposé des plaintes contre Alstom pour corruption dans de multiples pays : USA, G.B., Slovénie, Lituanie, Brésil. Et Alstom a été déjà condamné au Mexique (2004), en Italie (2008), en Suisse (2011), en Zambie (2012).
 
 
Face à cela, aucune réaction. Les voyous ont pu emprisonner des cadres d’Alstom sans que jamais il y eût la moindre réaction de la part de l’Etat. Terrorisés par ces attaques et condamnations, la direction d’Alstom a décidé de tout bazarder en échange d’une immunité pour le clan dirigeant, situation officialisée le 16 décembre 2014, trois jours avant la vente. On observe ici un terrorisme systématique organisé par l’oligarchie étatsunienne qui utilise la loi comme arme de guerre et dont les guerriers sont les membres du système judiciaire. Bien entendu, ils veulent étendre cela à toute l’humanité à travers les diktats trans-atlantiques et trans-pacifiques. Pour échapper à ces lois, il faudrait pratiquer les mêmes méthodes de corruption, inspirées par les pratiques de blanchiment d’argent mises au point dans le trafic de drogue par les éléments de l’oligarchie qui ont ce secteur en charge (Leslie VARENNE - Eric DENÉCÉ : Racket Américain et démission d’Etat. Le dessous des cartes du rachat d’Alstom par Général Electric. Rapport de Recherche nº13 - Décembre 2014).
 
La facilité avec laquelle les cadres d’Alstom ont été attaqués et, pour certains, mis en prison est liée évidemment au système d’espionnage que la NSA a mis au service du business. Dans ce monde de brutes, l’argent et la divinité ne sont qu’une seule et même chose, de sorte que l’espionnage de tous et de tout est justifié par la nécessité de ne pas laisser s’écouler des flux de revenus vers les impurs.
 
Des hommes sans qualité

Côté Alstom et côté France, la médiocrité et la mentalité de petit trafiquant sont aux commandes. Les cours de l’action, clairement atypiques, ne soulèveront jamais d’enquêtes, car on ne doit pas sanctionner. Emmanuel Macron, qui traînassait à la Présidence de la République comme secrétaire général adjoint a toujours œuvré en faveur de Général Electric car il incarne parfaitement le syndrome de Stockolm : les voyous sont divins. Emmanuel Macron a travaillé pour Rothschild, banque conseil d’Alstom. Aujourd’hui, en tant que ministre chargé du dossier, il apparaît clairement qu’il est un sordide complice des éradicateurs d’Alstom.
 
La liste des vilenies, tout au long du dossier, n’oublie pas de citer les membres du conseil d’administration. Ils se sont gobergés, obtenant une augmentation des jetons de présence, élément favorable à un assouplissement de l’échine. Le président d’Alstom a lui même reçu un bonus de plusieurs millions d’euros, car il convenait de huiler les rouages de la machine à liquider le patrimoine. Pour finir, le rapport du CF2R cite Clara Gaymard, présidente de GE France et vice-présidente de GE International, au grand cœur yankee. Flaubert disait, en d’autres temps il est vrai, “j’appelle bourgeois quiconque pense bas”. Penser bas aujourd’hui c’est ne pas décoller de l’obsession de l’argent pour consommer des choses inutiles alors que la grandeur de l’homme provient de sa qualité et en particulier de ses manières. Or, celles de Clara Gaymard sont crasseuses. En tant que femme d’un ministre n’avait-elle pas choisi un duplex de 600 m2 dans le quartier le plus cher de Paris, aux frais de la collectivité bien évidemment ? 

 
L’étude de Varenne et Denécé se limite au cas Alstom, un parmi ceux qui encadrent la route de la servitude. Les auteurs signalent que les banques islamiques jouent un rôle non négligeable dans le blanchiment qui permet à l’oligarchie yankee de renaître pure de toute corruption. La relation maître/esclave, fondement de l’activité économique, est vivement encouragée chez les responsables que l’empire du néant recrute et place à la direction des affaires du monde. La ruine du monde civilisé européen est liée à l’étouffement de ses élites remplacées par de « petites choses » pour lesquelles il conviendrait de relancer la science du coup de pied dans le fondement.

Thomas Cromwell was the Islamic State of his day


         
       

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Hans Holbein’s portrait of Thomas Cromwell Photo: Alamy

On July 24, 2014, worshippers in Mosul were asked to leave one of the city’s most historic and famous buildings — an ancient Nestorian-Assyrian church that had long ago been converted into the Mosque of the Prophet Younis (biblical Jonah). The Islamic State then rigged the entire building with explosives, and blew it into oblivion. Tragically, it was a Shia mosque - one of many that have suffered the same fate.

The UK's current primetime TV fantasy blockbuster du jour is Wolf Hall. Everyone loves a costume drama, but there is a world of difference between fictional history and historical fiction. One dramatizes real people and events. The other is an entirely made-up story set in the past. The current tendency is to blur the two, which Wolf Hall does spectacularly.

Thomas Cromwell, whose life it chronicles, comes across as a plucky, self-made Englishman, whose quiet reserve suggests inner strength and personal nobility. Back in the real world, Cromwell was a “ruffian” (in his own words) turned sectarian extremist, whose religious vandalism bears striking comparison with the iconoclasm of Islamic State or the Afghani Taliban.

Thanks to Wolf Hall, more people have now heard of Thomas Cromwell, and this is a good thing. But underneath its fictionalized portrayal of Henry VIII’s chief enforcer, there is a historical man, and he is one whose record for murder, looting, and destruction ought to have us apoplectic with rage, not reaching for the popcorn.

Historians rarely agree on details, so a lot about Cromwell’s inner life is still up for debate. But it is a truly tough job finding anything heroic in the man’s legacy of brutality and naked ambition.

Against a backdrop of Henry VIII’s marital strife, the pathologically ambitious Cromwell single-handedly masterminded the break with Rome in order to hand Henry the Church, with its all-important control of divorce and marriage. There were, to be sure, small pockets of Protestantism in England at the time, but any attempt to cast Cromwell’s despotic actions as sincere theological reform are hopeless. Cromwell himself had minimal truck with religious belief. He loved politics, money, and power, and the reformers could give them to him.

Flushed with the success of engineering Henry’s divorce from Catherine of Aragon and his marriage to Anne Boleyn, Cromwell moved on to confiscating the Church’s money. Before long, he was dissolving monasteries as fast as he could, which meant seizing anything that was not nailed down and keeping it for himself, for Henry, and for their circle of friends. It was the biggest land-grab and asset-strip in English history, and Cromwell sat at the centre of the operation, at the heart of a widely-loathed, absolutist, and tyrannical regime. When Anne Boleyn pointed out that the money should be going to charity or good works, he fitted her up on charges of adultery, and watched as she was beheaded.

As an adviser to Henry, Cromwell could have attempted to guide the hot-headed king, to tame his wilder ambitions, counsel him in patience, uphold the many freedoms enjoyed by his subjects. But Cromwell had no interest in moderation. He made all Henry’s dreams come true, riding roughshod over the law of the land and whoever got in his way. For instance, we are hearing a lot about Magna Carta this year, but Cromwell had no time for tedious trials and judgement by peers. With lazy strokes of his pen, he condemned royalty, nobles, peasants, nuns, and monks to horrific summary executions. We are not talking half a dozen. He dispatched hundreds under his highly politicised “treason” laws. (When his own time came and the tables had turned, he pleaded to Henry: “Most gracyous prynce I crye for mercye mercye mercye.” But he was given all the mercy he had shown others.)

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And then there is his impact on this country’s artistic and intellectual heritage. No one can be sure of the exact figure, but it is estimated that the destruction started and legalised by Cromwell amounted to 97% of the English art then in existence. Statues were hacked down. Frescoes were smashed to bits. Mosaics were pulverized. Illuminated manuscripts were shredded. Wooden carvings were burned. Precious metalwork was melted down. Shrines were reduced to rubble. This vandalism went way beyond a religious reform. It was a frenzy, obliterating the artistic patrimony of centuries of indigenous craftsmanship with an intensity of hatred for imagery and depicting the divine that has strong and resonant parallels today.

It can only be a good thing that people are again thinking about Cromwell. Because as we look to the east, to the fanaticism that is sacking the cultural and artistic heritage of other ancient societies, we can all draw the same, inevitable conclusions about religious extremism in any age, whether Christian, Muslim, Jewish, Hindu, or Buddhist. None of it is pretty. All of it is real. And we, in England, are not in some way removed from it. We only have to survey the smashed up medieval buildings the length and breadth of the country, or contemplate Cromwell’s record of public beheadings and other barbarous executions.

It is plain that extremists come in all shapes and sizes.

DÉMOGRAPHIE ET CIVILISATION

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DÉMOGRAPHIE ET CIVILISATION
Gérard DUSSOUY *
Ex: http://metamag.fr

De temps à autre, il faut aller au fond des choses, il faut réfléchir et aller au-delà du vernis médiatique quotidien, boursoufflé par l’émotionnel et l’ethnocentrique. Et les événements peuvent, paradoxalement, y obliger quand ils mettent en exergue un enjeu civilisationnel (en l’occurrence la liberté d’expression, aussi vulgairement instrumentalisée et dévoyée soit-elle, et la tolérance) et que l’on sait que celui-ci a un rapport direct avec la démographie, c'est-à-dire avec le substrat humain qui l’a toujours porté et fait vivre. Or, ce rapport est en cause parce que les populations française et européenne ont changé, déjà et cela va continuer, et parce que leur environnement démographique mondial est bouleversé. Rien n’est jamais acquis et tout est contextuel, faut-il le rappeler ?


Les civilisations, comme l’a expliqué, en long et en large, Fernand Braudel, sont, justement, des contextes, à la fois, matériels (états d’avancement de la technique et des conditions de vie) et historico-culturels (systèmes de valeurs et de croyances) qui conditionnent tous ceux qui, individuellement ou collectivement, en sont issus. Réciproquement, il va de soi que chaque civilisation dépend, pour sa vitalité et sa durabilité, des hommes qui la portent, et de leur attachement à leurs valeurs et à leurs styles de vie. Or, les sociétés européennes sont vieillissantes, dramatiquement pour certaines d’entre elles, et on assiste au remplacement progressif des générations par des populations jeunes issues d’autres civilisations. Sachant que « la religion est le trait le plus fort, au cœur des civilisations, à la fois leur passé et leur présent » (F. Braudel), il est logique que les nouveaux arrivants, quand ils sont devenus les plus nombreux, imposent leur culte, leur manière d’être au monde et leur conception de la liberté. La journée du Dimanche 11 Janvier 2015, dans son « unanimisme » apparent, aura-t-elle été celle du « chant du cygne » de la pensée moderne ? Il faut souhaiter que non, mais cette dernière a commis l’erreur fatale, après avoir séparé la nature de la culture, d’avoir surévalué le rôle de l’idéologie.


Dans la dialectique entre le matériel et l’idéel, le premier l’emporte plus souvent que ne veulent le croire les idéologues français. De même, la démographie conditionne souvent la puissance d’une culture ou d’une civilisation. Allez donc dire aux Indiens d’Amérique que le « grand remplacement » n’existe pas, et que l’arrivée massive des Européens dans le second quart du XIX° siècle n’a pas totalement « transformé » leur civilisation ! Quant à la Chine, elle s’homogénéise de mieux en mieux, grâce à sa réserve considérable d’individus appartenant à l’ethnie des Hans. Leurs déplacements d’Est en Ouest, et du Nord au Sud, aux dépens des Ouïgours et des Tibétains, aujourd’hui, après que cela fut le cas, autrefois, des Mandchous et des Mongols (de la Mongolie Intérieure), les rend de plus en plus largement majoritaires dans les provinces périphériques de la Chine.


Parallèlement à la montée des inquiétudes face à l’installation et au durcissement récent des communautarismes, l’opinion publique en Europe prend conscience des nouveaux rapports de forces démo-économiques irrésistibles (comme la montée en puissance de la Chine le lui démontre) qui ont été engendrés par la mondialisation. Ils sont la conséquence de la modernisation des « masses amorphes » de l’ancien Tiers-monde, comme pouvait les dénommer Gaston Bouthoul au beau milieu du XX° siècle. Et qui sont devenues, du même coup, de redoutables concurrents. Comme l’a développé à maintes reprises Pierre Chaunu, l’histoire démographique, mise en relation avec le progrès technique, prime sur tout. Selon cet historien français, l’union et la pérennité du couple (démographie/technologie), à l’intérieur d’un espace-temps donné, permettent de dégager une « succession des systèmes de civilisation » dans l’espace-temps mondial. Il avait donc tendance à croire que sur l’axe Méditerranée (Europe)-Inde-Chine, « sur lequel tout se joue » d’après ses propres termes, après le basculement en faveur de l’Occident (Grandes Découvertes du XVI° siècle, puis la révolution scientifique des XVIII° et XIX° siècles) on assisterait maintenant au retour du balancier vers l’Asie. Sauf, peut-on le penser, si l’Occident et l’Europe, pour ce qui nous concerne, réaffirmaient leurs avancées technologiques (la technologie étant le seul facteur qui pourrait encore leur octroyer une suprématie relative). Aujourd’hui, de toute évidence, la mutation de la croissance des hommes et des moyens est fondatrice d’une mondialité de plus en plus centrée sur le continent asiatique (3 milliards d’individus entre la Chine et l’Inde, susceptibles d’être « technologisés », contre 300 millions pour l’Amérique du Nord).

 

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Le devenir de la civilisation européenne est donc lié, à la fois à la réorganisation du monde, elle-même en grande partie commandée par les masses humaines les mieux étatiquement structurées et les plus culturellement enracinées, et à la capacité des Européens à vouloir demeurer ce qu’ils sont. Des romans ou des pamphlets, plutôt que des travaux scientifiques sur ces sujets qui font gravement défaut, révèlent par leurs succès le début d’une prise de conscience générale. Les menaces démographiques, culturelles et économiques (on ne va pas tarder à reparler de la question des retraites) commencent à cumuler leurs effets. En attestent les grandes manifestations organisées en Allemagne par le mouvement Pegida, dont il faut apprécier, au passage, la référence patriote européenne qui devrait en inspirer beaucoup d’autres en Europe, notamment en France, où l’on préfère envisager le plus souvent le recroquevillement xénophobe. Si c’était le cas, s’il essaimait sur le continent, il y aurait alors tout intérêt à ce que ce mouvement élargisse sa plateforme politique et revendicative au-delà de la seule résistance à l’islamisation de l’Europe.


Dans l’Histoire, la démographie occupe une place primordiale qui ne se dément pas. Cela se vérifie dans la restructuration en cours du système international, et cela crée des enjeux existentiels et civilisationnels réels.


* auteur de : Les théories de la mondialité. Traité de relations internationales, Paris, L’Harmattan, 2009 et Contre l’Europe de Bruxelles, fonder un Etat européen, Blois, Tatamis, 2013.

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dimanche, 25 janvier 2015

Six thèses sur l’angélisme qui nous gouverne

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Six thèses sur l’angélisme qui nous gouverne: être Charlie ne suffira pas...

par Vincent Coussedière

Ex: http://metapoinfos.hautetfort.com

Nous reproduisons ci-dessous un excellent point de vue de Vincent Coussedière, publié sur Figaro Vox et signalé par Polémia. Dans ce texte, l'auteur d’Éloge du populisme (Elya, 2012),  revient sur les attentats des 7, 8 et 9 janvier et leurs suites politiques.

1) Etre fidèle à Charlie aujourd’hui, c’est rompre l’unanimité et la bien-pensance de façade, c’est rompre l’identification du «Je suis Charlie». Ce slogan est déficient dans chacun de ses termes. Il ne s’agit pas de dire «je» mais de dire «nous», pour marquer la différence entre une identification individuelle de «spectateur» et une réaction politique par définition collective. Il ne s’agit pas non plus d’«être», c’est-à-dire de se substituer à la victime par identification imaginaire. Il s’agit de «faire», c’est-à-dire d’agir contre ceux qui se déclarent nos ennemis. Enfin il ne s’agit pas seulement de Charlie, mais de policiers, de juifs, c’est-à-dire de personnes libres et reconnues comme telles en tant que citoyennes de l’Etat français. Ce sont les Français et la France qui sont attaqués. Et la réponse doit se faire à ce niveau. «Nous sommes français», et c’est parce que nous sommes français que nous défendons Charlie comme tous les autres qui ont été attaqués dans leur liberté de vivre en France.

2) Nous sommes français et nous avons des ennemis qu’il faut nommer. Il ne s’agit pas de lutter contre le terrorisme qui est une abstraction qui permet de noyer le poisson. Le terrorisme est un moyen utilisé par notre ennemi. Il ne suffit pas encore à définir notre ennemi. Notre ennemi est l’islamisme et cela encore est trop général, car il y a concurrence et émulation entre différents groupes islamistes appuyés par différents Etats. Ces ennemis ne frappent pas aujourd’hui parce que jusqu’à présent ils auraient échoué, mais parce qu’ils l’ont décidé. Et il faut expliquer pourquoi ils l’ont décidé. Ils l’ont décidé parce que nous sommes aussi entrés en guerre contre eux, et il aurait fallu expliquer clairement aux Français le risque que nous prenions et pourquoi. Cela n’a pas été fait. Le terrorisme n’est pas un phénomène météorologique qu’on pourrait conjurer avec des alertes oranges. Il faut cesser de prendre les Français pour des imbéciles.

3) Une fois nommé l’ennemi : l’islamisme, il ne suffira pas de combattre sa variante terroriste pour l’endiguer. Car le terrorisme n’est qu’un des moyens utilisés par l’islamisme pour mener à bien son projet, projet qu’il s’agit aussi d’identifier et qui est bien un projet d’islamisation de notre société. Il faudra cesser de taxer d’«islamophobe» (terme lancé sur le marché des «idées» par Khomeiny, pour interdire toute critique de l’islam et de l’islamisme, et repris aujourd’hui bêtement par la vulgate médiatico-politique) tous ceux qui agissent pour améliorer la connaissance et la dénonciation de ce projet de domination, car c’en est un. La terreur n’est que le versant complémentaire d’un projet d’islamisation «par le bas» qui instrumentalise l’échec de l’assimilation républicaine et se substitue à elle. Quelle crédit accorder désormais aux politiques qui prétendent combattre le terrorisme sans affronter le terreau de l’islamisation?

4) Il ne suffira pas de brandir le tabou de l’«amalgame» pour désamorcer le risque bien réel et en partie déjà effectif de guerre civile dans notre pays. La première chose qu’auraient dû faire nos élites politiques, au contraire de ce qu’elles ont toutes cru nécessaire de faire, ce n’était pas de brandir le risque de l’«amalgame», mais c’était de féliciter le peuple français de sa patience et de sa générosité, de n’avoir justement, jusqu’à présent, jamais cédé à l’amalgame. Car l’amalgame entre islam et islamisme, c’est d’abord aux musulmans français qu’il s’agit de faire la preuve qu’il n’est pas pertinent. Demander aux Français non musulmans de ne pas faire d’«amalgame», dès la première réaction aux événements, comme l’ont fait aussi bien F. Hollande que N. Sarkozy et M. Le Pen, c’était renverser la responsabilité et la charge de la preuve. Pourquoi les Français devraient-ils être savants en matière d’islam et être rendus responsables de la difficile articulation entre islam et islamisme? C’est aux musulmans, par définition «savants» en islam, qu’il appartient de ne pas s’amalgamer à l’islamisme et de montrer à leurs concitoyens, par leurs paroles et par leurs actes, qu’il n’y a pas lieu d’avoir peur et que cet amalgame est effectivement infondé. Ce discours empressé et unanime à dénoncer le risque d’amalgame pose deux problèmes : il est le symptôme d’une forme de lâcheté à l’égard des musulmans français, qu’on ne met pas au pied du mur en les forçant à affronter le lien problématique entre islam et islamisme, comme si, en décrétant d’emblée qu’il n’y avait aucun rapport, on voulait leur éviter le travail de la réforme ; il est le symptôme d’un mépris du peuple français, dont on méconnaît l’intelligence et qu’on soupçonne par avance de faire cet amalgame avant qu’il ait eu lieu.

 

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5) Charlie est peut-être devenu le symbole de la liberté française. Pour ma part je ne suis pas sûr qu’il ait toujours été le parangon de cette liberté. La liberté n’est pas la licence et l’irresponsabilité à l’abri d’un Etat maternel et protecteur, fût-il gaullien. Il y a quelque chose de tragique et d’hégélien dans cette histoire. Si Charlie est devenu le symbole d’une liberté véritable et admirable, s’il est devenu admiré et a gagné de nouveaux lecteurs, c’est depuis cette affaire des caricatures de 2006. C’est parce qu’il a rencontré le maître islamiste et qu’il a relevé le défi que Charlie est devenu libre. Ici, l’ironie de l’Histoire est tragique, car Charlie, pour continuer à être lui-même, a dû renouer avec des valeurs bien éloignées de son anarchisme soixante-huitard. Il a dû prouver sa liberté devant le risque de mort, et reconnaître la liberté de ceux qui l’ont longtemps protégé, pas assez longtemps malheureusement: les policiers. Ceux qu’on brocardait autrefois dans la stupidité du slogan CRS-SS… Aujourd’hui, tous ceux qui croient qu’«être Charlie» peut s’afficher comme un slogan publicitaire du type «Touche pas à mon pote» ou «Agriculture biologiquement certifiée» restent incapables de mesurer ce changement dans les conditions de l’exercice de la liberté. Ils n’ont pas compris la leçon qu’il faut tirer de cet événement tragique qui clôt une page de notre histoire, la page de l’irresponsabilité gauchiste.

6) Comment peut-on prendre au sérieux l’appel à l’unité nationale de la part de ceux qui, à droite comme à gauche, n’ont cessé de la détricoter depuis 40 ans? L’unité nationale ne sera pas le produit de l’indignation morale et des masses rassemblées pour l’exprimer. Le peuple n’est ni la foule ni la masse, mais une certaine forme de sociabilité en laquelle on «communie» chaque jour dans les paroles et les gestes banals de la vie quotidienne, une «décence commune», comme dirait Michéa reprenant Orwell, que se sont acharnées à détruire nos élites par l’étau de l’immigration incontrôlée et de l’individualisme consommateur déchaîné. Le peuple n’est ni la foule ni la masse, mais l’exercice d’une souveraineté collective à travers un Etat digne de ce nom, c’est-à-dire capable de maintenir son indépendance, dont les ressorts ont également été détruits par les européistes béats qui découvrent tout aussi béatement aujourd’hui qu’ils «sont Charlie» alors qu’ils n’ont rien fait depuis si longtemps pour le prouver en étant tout simplement des défenseurs de la liberté française qui inclut la liberté pour Charlie d’être Charlie.

Vincent Coussedière (Figaro Vox, 15 janvier 2015)

Geopolitische Überlegungen am Jahresbeginn

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Geopolitische Überlegungen am Jahresbeginn

von Bruno Bandulet

Ex: http://www.zeit-fragen.ch

Wer nach Erklärungen für die russische Aussen- und Geo­politik in der Ära Putin sucht, stösst unweigerlich auf zwei unterschiedliche Versionen. Die eine sieht in Russland eine aggressive Macht, die die europäische Ordnung, wie sie nach dem Fall der Berliner Mauer entstanden ist, aufrollen und sich zurückholen will, was mit dem Kollaps der Sowjetunion verlorengegangen ist. Die andere Version besagt, dass sich Russland unter Putin nicht anders verhält als andere Grossmächte einschliesslich gelegentlicher Verletzungen des Völkerrechts, dass sich die Führung in Moskau nicht zu Unrecht von den USA und der Nato eingekreist fühlt und dass sie im wesentlichen die nationalen Interessen eines souveränen Staates vertritt. Um das Ergebnis meiner Analyse vorwegzunehmen: Ich bin davon überzeugt, dass die strategische Offensive im neuen Ost-West-Konflikt von den USA ausgeht, dass er von Washington bewusst provoziert wurde und dass Russ­land aus der strategischen Defensive heraus operiert.

«Die USA sind eine typische Seemacht»

Gegen die These vom gefährlichen Aggressor Russland sprechen zunächst die realen Machtverhältnisse. Russland ist zwar mit 17 Millionen km2 das grösste Land der Erde und zudem mit den weltgrössten Erdgasreserven ein Rohstoffgigant, mit Tausenden von nuklearen Sprengkörpern eine Atommacht vom Format der USA und auch konventionell die stärkste Militärmacht in Eu­ropa. Einen Krieg mit den USA zu riskieren, wäre dennoch selbstmörderisch. Militärische Potenz ist immer auch abhängig von der wirtschaftlichen Stärke. Einfache Rechnung: Das Bruttoinlandsprodukt der Vereinigten Staaten betrug 2013 16 800 Milliarden Dollar, das russische 2100 Milliarden. Da der Anteil der Verteidigungsausgaben beider Länder am BIP mit rund 4,4 Prozent mehr oder weniger gleich ist, leisten sich die USA demnach einen achtmal grösseren Verteidigungshaushalt. Die USA sind eine typische Seemacht mit Hunderten von Militärstützpunkten auf der ganzen Welt, mit einer uneinholbar starken Marine und mit der Fähigkeit, an jedem beliebigen Punkt militärisch eingreifen zu können. Russland ist eine typische Landmacht, die mit der Niederlage im Kalten Krieg ihren Einfluss verloren hat und auf das eigene Territorium zurückweichen musste. Russland ist allein schon aus geographischen Gründen unbesiegbar, die USA sind nicht einmal angreifbar.

«Ein so grosses Imperium so schnell und so friedlich selbst aufgelöst»

Aber haben wenigstens die Europäer Grund, sich vor den Russen zu fürchten? Von den Fakten wird die Hysterie, die besonders penetrant von der «Bild»-Zeitung geschürt wird, nicht gedeckt. Mit 13 000 Milliarden Euro übersteigt die jährliche Wirtschaftsleistung der 28 EU-Staaten die Russlands um ein Vielfaches. Selbst für das Militär geben die Europäer erheblich mehr aus als die Russen: über 200 Milliarden Dollar im Jahr gegen 85 Milliarden. Da stellt sich die Frage, warum sich 505 Millionen EU-Europäer von 316 Millionen Amerikanern vor 143 Millionen Russen schützen lassen müssen und welchem Zweck die amerikanischen Militärstützpunkte in West- und Osteuropa überhaupt dienen.


Die Version vom ewigen Aggressor Russ­land ist keineswegs neu, sie war besonders in der Ära Adenauer auch in Deutschland unumstritten. Damals erschien ein Buch mit dem Titel «Das Perpetuum mobile», das die gesamte russische Geschichte als eine nur von gelegentlichen Schwächephasen unterbrochene Geschichte der gewaltsamen Expansion darstellte. Adenauer selbst hielt grosse Stücke auf das Buch. Offenbar widerlegt wurde diese These, als die Sowjet­union 1990 im vorletzten Jahr ihrer Existenz den Weg frei machte für die Wiedervereinigung Deutschlands – und als sie dann nicht nur die Ostblockstaaten, sondern auch grosse Teile ihres eigenen Territoriums einschliess­lich des Baltikums in die Unabhängigkeit entliess. Nie zuvor hatte sich ein so grosses Imperium so schnell und so friedlich selbst aufgelöst. Realistisch gesehen hätte die Rote Armee ihre Stellung in Mitteldeutschland und im Ostblock noch ein paar Jahre erhalten können.

«Oligarchen plündern den Staat»

Im Gegenzug versicherte US-Aussenminister Baker den Russen, dass die Nato nicht nach Osten vorrücken würde. Gorbatschow und nach ihm Jelzin, der zum Jahreswechsel 1991/92 die Sowjetunion auflöste und das Amt des russischen Präsidenten übernahm, avancierten zu Lieblingen der westlichen Medien. Dies wohl auch, weil insbesondere Jelzin ein militärisch impotentes, wirtschaftlich ruiniertes und weltpolitisch einflussloses Land repräsentierte – ein gänzlich ungefährliches Russland, das sich in den Westen zu integrieren schien. Für die Russen selbst gerieten die Amtszeit Jelzins und damit die gesamten neunziger Jahre zum Alptraum. Die von westlichen Beratern empfohlenen Privatisierungen ermöglichten einer kleinen Schicht von Oligarchen, wie sie später genannt wurden, den Staat zu plündern und Milliardenvermögen anzuhäufen. Das Volk verarmte und verelendete, die Inflation galoppierte, die Geburtenrate brach zusammen, die Lebenserwartung der Russen sank rapide, und am 17. August 1998 war Russland zahlungsunfähig. Es war allerdings nicht so, dass die Führung in Moskau in dieser Phase des Niedergangs ihre geopolitischen Traditionen und Interessen vergessen und entsorgt hätte. Dass Polen, die Tschechische Republik und Ungarn in einer ersten Erweiterungsrunde noch 1999 in die Nato aufgenommen wurden, stiess im Kreml durchaus auf Unwillen. Nur war Jelzin zu schwach, um Widerstand zu leisten.

«Das phänomenale Comeback Russlands»

Das Blatt wendete sich, als Jelzin am 31. Dezember 1999 seinen Rücktritt erklärte und die Amtsgeschäfte verfassungsgemäss dem seit August 1999 amtierenden Ministerpräsidenten Wladimir Putin übergab. Im März 2000 wurde Putin mit 52,9 Prozent der Stimmen zum Präsidenten der Russischen Föderation gewählt. Das phänomenale Comeback Russlands wäre sicherlich ohne die Hausse der Rohölpreise so nicht möglich gewesen. Ende 1998 war der Preis der Sorte WTI auf 10,65 Dollar eingebrochen, bis 2008 kletterte er bis auf 147 Dollar, spülte viel Geld in die Staatskassen und ermöglichte die russische Renaissance. Im selben Zeitraum explodierte der russische Aktienindex RTS von 38 auf 2498.


«Der Gegner heisst Moskau», titelte die konsequent proamerikanische «Neue Zürcher Zeitung» im Aufmacher vom 6. September 2014, aber dieses Russland war kein hoffnungsloser Fall mehr auf dem Weg in ein zweites Bangladesch, sondern wieder eine mittlere Grossmacht mit einer generalüberholten, einsatzfähigen Armee, einem ausgeglichenen Haushalt, einer Staatsschuldenquote von lediglich zwölf Prozent, Devisen- und Goldreserven in der Höhe von 470 Milliarden Dollar und mit einer trotz aller westlichen Sanktionen beherrschbaren Auslandsschuld. Und es war ein Russland, das selbstbewusst und zunehmend skrupellos seine Interessen definierte und durchzusetzen versuchte.


Damit soll keineswegs unterstellt werden, dass Moskau die westlichen Sanktionen auf die leichte Schulter nehmen kann. Die USA haben einen Finanz- und Wirtschaftskrieg gegen Russland eröffnet, an dem sich die Europäer nolens volens beteiligen. Washington verfolgt vielleicht sogar das naive Endziel, Putin zu stürzen und durch eine amerikahörige Regierung zu ersetzen. Zuständig für diesen Krieg ist in Washington das «Office of Terrorism and Financial Intelligence», einer von 16 amerikanischen Geheimdiensten, für die die USA insgesamt mehr Geld ausgeben als Deutschland für die ganze Bundeswehr. Die Leitung liegt bei David S. Cohen, einem Under Secretary der Treasury, das heisst des Finanzministeriums.
Eine der Untergliederungen dieser Behörde ist das «Office of Foreign Assets Control». Dort kann die Liste der sanktionierten russischen Individuen, Banken, Öl- und Gasfirmen abgerufen werden. Die Wirkung der Liste beruht darauf, dass sich zuwiderhandelnde amerikanische Staatsbürger strafbar machen, dass diese Sanktionen entweder von der EU übernommen werden oder, falls zunächst nicht, dass sich auch nicht-amerikanische Firmen in vorauseilendem Gehorsam daran halten, weil sie die Rache von Uncle Sam fürchten. So läuft das seit langem beispielsweise mit den Sanktionen gegen Kuba und Iran. Der Fall BNP Paribas ist das jüngste Beispiel für diese Art von Machtmissbrauch.

«Die Saudis treiben den Ölpreis nach unten»

Besonders übel für die Russen wäre es, würden sie von Swift, der Verrechnungsstelle für internationale Banküberweisungen in Brüssel, ausgeschlossen wie seit Jahren Iran. Damit wären wesentliche Teile des internationalen Finanzsystems nicht mehr zugänglich. Ob die Europäer da mitmachen würden? Bisher zielen die Sanktionen auf die russische Öl- und Gasindustrie und die Banken. Die Finanzierung der Konzerne auf den ausländischen Kapitalmärkten wurde je nach Einzelfall behindert und beschnitten, und ausserdem wurde westlichen Ölkonzernen wie Exxon und Royal Dutch die vertraglich vereinbarte Zusammenarbeit mit russischen Firmen bei der Exploration vor allem in Sibirien und der Arktis untersagt.


Gleichzeitig treiben die Saudis, die Verbündeten Amerikas, den Ölpreis nach unten. Vermutlich wurde das besprochen, als Aussenminister Kerry im September den Saudis seine Aufwartung machte. Die fundamentalistische Monarchie hat ihre eigene Agenda. Sie schädigt den Erzrivalen Iran, der einen Ölpreis von weit über 100 Dollar je Fass benötigt. Sie schädigt den schiitisch regierten Irak, aber auch Russland, das durch seine diplomatische Intervention den syrischen Herrscher Assad vor einem amerikanischen Militärschlag bewahrt hat – und möglicherweise auch Iran.


Russland benötigt für einen ausgeglichenen Staatshaushalt schätzungsweise einen Ölpreis von 100 Dollar. In diesem Herbst rutschte er, bezogen auf die amerikanische Sorte WTI, unter 80 Dollar, weil Saudi-Arabien und Kuwait den Hahn aufgedreht haben. Es stimmt zwar, dass auch die Ölförderung in den USA selbst, besonders die von Schieferöl, relativ hohe Preise benötigt, um rentabel zu bleiben – vielleicht Preise von 80 Dollar im Schnitt. Jedenfalls ist auch in den USA die Schmerzgrenze fast erreicht. Das wird offenbar bis auf weiteres in Kauf genommen, weil tiefe Ölpreise eine sehr schlagkräftige Waffe im Konflikt mit Russland sind und weil tiefe Ölpreise wie ein Konjunkturprogramm auf die US-Wirtschaft wirken. Die Frage ist nur, wer länger durchhält. Verliert der Ölpreis im kommenden Jahr noch einmal ein Drittel oder gar die Hälfte, wird es sehr eng für die russischen Staatsfinanzen, aber auch die Amerikaner müssen mit Firmenpleiten und – mittelfristig – einer wieder sinkenden Ölproduktion rechnen.

«Umfangreiche und gleichberechtigte gesamt­europäische Zusammenarbeit»

Man kann Putin nicht vorwerfen, dass er seine Ambitionen verschleiert hätte. Sein geopolitischer «Grand Design» ist ziemlich transparent. Am 25. September 2001 sprach er vor dem Deutschen Bundestag und warb in deutscher Sprache um Europa und besonders eindringlich um die Bundesrepublik, den «wichtigsten Wirtschaftspartner Russ­lands» und seinen «massgeblichen aussenpolitischen Gesprächspartner», wie er sagte. «Heute müssen wir mit Bestimmtheit und endgültig erklären», proklamierte er vor den Abgeordneten, «der Kalte Krieg ist vorbei!» Putin plädierte vor dem Bundestag für eine «umfangreiche und gleichberechtigte gesamt­europäische Zusammenarbeit». Im Jahr darauf ging er einen Schritt weiter und beschwor in Weimar den Geist von Rapallo.


Putin hatte unterschätzt, wie eng Deutschland in das Bündnis mit Amerika eingebunden und wie beschränkt der aussenpolitische Spielraum Deutschlands ist. Trotz verschiedener Ansätze liess sich die Idee einer deutsch-russischen Partnerschaft oder sogar Achse nicht realisieren. Die bevorstehende Konfrontation mit den USA zeichnete sich erstmals unmissverständlich ab, als Wladimir Putin am 10. Februar 2007 auf der Münchener Sicherheitskonferenz sprach – eine Rede, deren Tragweite von den deutschen Medien nicht einmal begriffen wurde.
Putin warf den USA vor, sie hätten ihre «nationalen Grenzen in jeder Hinsicht überschritten». Er bezeichnete das «unipolare Modell», womit er die amerikanische Vorherrschaft meinte, als «nicht nur inakzeptabel, sondern in der heutigen Welt auch unmöglich». Er sprach über die amerikanischen Pläne für ein Raketenabwehrsystem in Eu­ropa, die Russland «zwangsläufig» beunruhigen müssten, über Stützpunkte der USA in Bulgarien und Rumänien, über das mangelnde Interesse des Westens an weiterer Abrüstung und über die Expansion der Nato in Osteuropa, die eine «ernste Provokation» darstelle: «Wir haben das Recht zu fragen, gegen wen sich diese Expansion richtet.» Und der russische Präsident erinnerte an die Zusage von Nato-Generalsekretär Wörner am 17. Mai 1990 in Brüssel, dass das Bündnis keine Truppen ausserhalb des Territoriums der Bundesrepublik stationieren werde.


Aus Putins Münchner Rede liess sich der Schluss ziehen, dass sich der Kreml auch mit der zweiten Erweiterungsrunde der Nato, das heisst, mit dem Beitritt der drei baltischen Staaten 2004, mehr oder weniger abgefunden hatte, jedoch gegen ein weiteres Vordringen des Westens Widerstand leisten würde. Bei anderer Gelegenheit sagte Putin, dass eine Aufnahme der Ukraine und Georgiens in die Nato eine «direkte Bedrohung» Russ­lands darstellen würde.

«Von den Amerikanern favorisierter Ministerpräsident installiert»

In München legte Putin seine Bedingungen für eine Entente mit dem Westen auf den Tisch. Die Amerikaner gingen nicht darauf ein. Mit dem formellen oder inoffiziellen Anschluss der Ukraine würde die Nato an strategischer Tiefe gewinnen, was Russland an diese verlor. Weil Berlin und Paris bremsten, verzichtete der Nato-Gipfel in Bukarest im April 2008 darauf, den förmlichen Beitrittsprozess der Ukraine und Georgiens einzuleiten, beschloss aber grundsätzlich: «Diese Länder werden Mitglied der Nato werden.»


Vier Monate später, im August 2008, griff Georgien mit amerikanischer Unterstützung das abtrünnige Südossetien an. Russland intervenierte und gewann den Krieg – ein Vorspiel zum weitaus gefährlicheren Konflikt um die Ukraine, der jahrelang schwelte und offen ausbrach, als der ukrainische Präsident Janukowitsch im November 2013 der EU eine Absage erteilte und die von Russland angebotenen Gasrabatte sowie einen 15 Milliarden-Dollar-Kredit akzeptierte.


Der weitere Ablauf ist bekannt. Nach wochenlangen blutigen Demonstrationen in Kiew einigten sich die Opposition und Janukowitsch am 21. Februar 2014 auf einen Kompromiss und auf Neuwahlen. Schon einen Tag später wurde in Kiew mit westlicher Rückendeckung eine Art Putsch inszeniert, Janukowitsch floh nach Russland, und in Kiew wurde ein von den Amerikanern favorisierter Ministerpräsident installiert. Im März annektierte Moskau die Krim, im Juli wurde ein malaysisches Passagierflugzeug über der östlichen Ukraine abgeschossen, es folgte die dritte Runde westlicher Sanktionen gegen Russland, und ebenfalls im Sommer unterzeichneten die EU und die Ukraine den Wirtschaftsvertrag, der im November 2013 geplatzt war.


Zwischenergebnis: ein Patt. Der Kreml hat die Krim und damit das Schwarze Meer dem Zugriff der Nato entzogen; die verkleinerte, finanziell bankrotte Ukraine hängt nun am Tropf der EU und des IWF; die Nato-Mitgliedschaft bleibt trotz enger, auch militärischer Zusammenarbeit vorerst in der Schwebe; und Moskau hat sich mit dem abtrünnigen Teil der Ostukraine ein Faustpfand gesichert, um mitreden zu können, wenn es um den endgültigen Status des Landes und die Rechte der russischen Minderheit geht.

«Diskriminierung der russischen Minderheit»

Bevor die Amerikaner, die Deutschen und nicht zuletzt die Polen massiv in die ukrainische Innenpolitik eingriffen, um einen Regimewechsel zu erzwingen, gab es keine Anzeichen dafür, dass die Krim gefährdet war. Nicht nur das, Moskau hatte sogar die ungute Behandlung der russischen Minderheit in den baltischen Staaten hingenommen. In Lettland und Estland erhielten Russen, die nach 1940 eingewandert waren, im Jahr der Unabhängigkeit 1990 nicht automatisch die Staatsbürgerschaft. Noch heute besitzen 13 Prozent der lettischen Bevölkerung weder die Staatsbürgerschaft noch das aktive oder passive Wahlrecht. Und sie sind vom Öffentlichen Dienst ausgeschlossen. Zuletzt kritisierte der UN-Menschenrechtsrat im März 2014 Lettland wegen Diskriminierung der russischen Minderheit. Auch in Estland leben Russen, die als sogenannte Nichtbürger eingestuft und insofern rechtlos gestellt werden.
Dass Russland auch nur erwägen könnte, die Ukraine anzugreifen und zu erobern, wie manche Zeitungen spekulieren, ist blanker Unsinn. Die politischen Konsequenzen und die finanziellen Kosten wären enorm, ganz abgesehen von einem langwierigen, von den Amerikanern unterstützten Partisanenkrieg, auf den sich die Invasionsarmee einstellen müsste. In Wirklichkeit geht es Putin darum, in einem Deal mit dem Westen und mit Kiew möglichst viel herauszuholen – im Idealfall einen neutralen Status des Landes nach dem Vorbild Finnlands, wobei sich Moskau auch an den finanziellen Lasten beteiligen würde. Dabei stehen die prorussischen Gebiete Lugansk und Donezk zur Disposition, nicht aber die Krim, die schon 1992 und 1995 in der Ära Jelzin vergeblich versucht hatte, die Ukraine zu verlassen und sich für unabhängig zu erklären.


Schwer zu sagen, ob sich die Amerikaner auf einen Deal einlassen werden. Ein Spannungszustand in Permanenz verbunden mit andauernden Sanktionen hätte aus deren Sicht auch seine Vorteile: die Existenzberechtigung der Nato wäre gesichert, Westeu­ropa und Deutschland blieben unter Kontrolle, jeder Versuchung einer gesamteuropäischen Kooperation wäre ein Riegel vorgeschoben. Nichts zementiert ein Bündnis besser als die Definition eines Gegners.

«Es gibt in Europa keine Stabilität ohne Russ­land»

Andererseits wird Russland so immer mehr in die Arme Chinas getrieben, und ein russisch-chinesischer Block, der sich jetzt nur in Umrissen andeutet, wäre weder wirtschaftlich noch finanziell angreifbar. Die Amerikaner könnten letzten Endes zu der Überzeugung kommen, dass es auf der Welt wichtigere Probleme gibt als die Nato-Zugehörigkeit der Ukraine und dass Russland als Partner zum Beispiel im Kampf gegen die Terror-Internationale nützlicher sein könnte denn als Gegner. Die Ukraine liegt sehr weit entfernt von Amerika und sehr nahe an Russ­land – ein geographischer Faktor, der nicht unterschätzt werden darf. Besonders den Polen, die einen scharf antirussischen Kurs fahren und die in Kiew hinter den Kulissen sehr aktiv waren, ist anzuraten, öfters einmal auf die Landkarte zu schauen.


Das tut offenbar auch der frühere deutsche Aussenminister Genscher, wenn er sagt: «Es gibt in Europa keine Stabilität ohne Russ­land und erst recht nicht gegen Russ­land.» In einem Interview mit dem TV-Sender Phoenix am 19. September 2014 kritisierte er die westlichen Sanktionen, stellte sich hinter den alten Vorschlag Putins, Russland in eine europäische Freihandelszone einzubeziehen, und mahnte an, der Westen solle erst einmal in seiner Sprache «abrüsten». Putin sei ein Mann mit klarer Zielsetzung, und die habe nichts mehr zu tun mit der «Schwächeposition» eines Jelzin. Genscher hatte übrigens selbst dem damaligen Aussenminister Schewardnadse zugesagt, die Nato werde nicht nach Osten expandieren. Es gibt zu denken, dass nicht nur Genscher, sondern gleich drei ehemalige Bundeskanzler – nämlich Schröder, Schmidt und Kohl – den amerikanischen Kurs gegen Russ­land für falsch halten. Warum, liegt auf der Hand: Die deutschen Interessen in dieser Frage sind nicht identisch mit den amerikanischen.


Aber auch in den USA wächst die Kritik. So hat Professor Jeffrey Sachs, ein Russ­land-Ratgeber in den neunziger Jahren, den amerikanischen Hardlinern in der «Neuen Zürcher Zeitung» vom 12. Mai 2014 vorgeworfen, ihre Strategie habe zu anhaltenden Konflikten in Afghanistan, dem Irak, Libyen und Syrien mit vielen Toten geführt, nicht jedoch zu sinnvollen Lösungen. Die einzige Hoffnung liege darin, dass alle Seiten – der Westen und Russ­land – zu den Grundsätzen des Völkerrechts zurückkehren.

«Der Westen hat Putin provoziert»

Und, das ist ganz erstaunlich, neuerdings konzediert auch Richard N. Haass, der Präsident des Council on Foreign Relations, dass Washington im Umgang mit Russland Fehler gemacht hat. Viele Russen hätten in der Nato-Erweiterung «eine Demütigung, einen Verrat oder beides» gesehen. Die USA hätten Churchills Rat, wie man einen geschlagenen Feind behandelt, missachtet. Jetzt solle Russland ein diplomatischer Ausweg angeboten werden – mit der Zusicherung, dass die Ukraine auf absehbare Zeit kein Nato-Mitglied wird und keine «exklusiven Bindungen» mit der EU eingeht.


Ein besonders scharfer Kritiker der amerikanischen Russland-Politik ist Professor John J. Mearsheimer, der wohl prominenteste Vertreter der sogenannten Realistischen Schule in den USA. In der September/Oktober-Ausgabe von Foreign Affairs schildert er, wie der Westen Putin provoziert hat und wie dieser reagierte. Er zitiert Victoria Nuland, [siehe auch Zeit-Fragen Nr. 22 vom 9. September 2014], die im US-Aussenministerium für Europa und Eurasien zuständig ist, mit der Enthüllung, dass die USA seit 1991 über fünf Milliarden Dollar investiert hätten, damit die Ukraine die Zukunft bekomme, «die sie verdient». Ein grosser Teil dieser Gelder floss an Nichtregierungsorganisationen wie «National Endowment for Democracy», die in Kiew systematisch die antirussische Opposition aufgebaut hat.
Und da ist nicht zuletzt George F. Kennan, der Grandseigneur der amerikanischen Geopolitik, dessen berühmte Analyse aus dem Jahr 1947 massgeblich war für die Umkehr der Kriegsallianzen und für den Bruch mit Stalin. Kennan war sozusagen der Erfinder des Kalten Krieges. Schon 1998, als der US-Senat gerade die erste Runde der Nato-Ost­Erweiterung gebilligt hatte, warnte Kennan in einem Interview: «Ich denke, dass die Russen nach und nach ziemlich feindselig reagieren werden und dass dies ihre Politik beeinflussen wird. Ich denke, dass das [die Ost-Erweiterung der Nato, BB] ein tragischer Fehler ist. Es gab dafür keinerlei Grund. Niemand hat irgend jemanden bedroht.»

«Umwandlung der Nato zu Dienstleistungsbetrieb amerikanischer Grossmachtpolitik»

Eine treffende Einschätzung und eine brillante Prognose, wenn man bedenkt, dass Russland 1998 am Boden lag, dass der Alkoholiker Jelzin im Kreml sass und wirklich niemand mit Putin rechnen konnte. Welcher Kontrast zu der dummen Bemerkung Angela Merkels, Putin sei irrational und lebe «in einer anderen Welt». Das ist genauso daneben wie der in deutschen Zeitungen zu lesende Vorwurf an Putin, er wolle sich nicht in den Westen «integrieren».

Warum sollte er? Wir dürfen nicht den eigenen Unwillen zur Souveränität anderen unterstellen. Es handelt sich hier um einen sehr langen Prozess, aber die Welt wird zunehmend multipolarer, die USA haben längst nicht mehr alle Fäden in der Hand. Auch die Hegemonie der Weltwährung Dollar wird schwinden und mit ihr der erdrückende Einfluss der «einzigen Weltmacht». Die Umwandlung der Nato von einem Nordatlantischen Verteidigungsbündnis zu einem Dienstleistungsbetrieb amerikanischer Grossmachtpolitik war aus deutscher und europäischer Sicht ein Fehler. Wir haben uns einen Gegner geschaffen, der gar keiner sein wollte. Anstatt Abstand zu wahren, sind Nato und EU dem russischen Bären auf den Pelz gerückt. Sie haben ihn provoziert. Dass die EU sich ihre Aussenpolitik von Washington borgt, weil sie selbst keine hat, ist unrühmlich. Eine zukunftsweisende Strategie muss so aussehen, dass die legitimen Interessen Europas, Russlands und auch Amerikas respektiert und miteinander abgeglichen werden und dass ein Modus vivendi gefunden wird, bevor dieser Konflikt ausufert. Konkret heisst das, dass sowohl die Nato als auch die EU als auch Russland darauf verzichten, sich die Ukraine einverleiben zu wollen. Die Initiative müsste von Berlin ausgehen. Sie kann nur von dort ausgehen. Ob die deutsche Regierung in Ermangelung eines Bismarck dem gewachsen ist, muss sich erst noch herausstellen. Ich befürchte, eher nicht.     •

Mit seinem Buch «Tatort Brüssel» (1999, ISBN 3-7833-7399-7) hat Bruno Bandulet vor 15 Jahren einen damals aktuellen Korruptionsskandal innerhalb der Europäischen Kommission analysiert und eine schon damals skeptische Bilanz von 40 Jahren sogenannter europäischer Integration gezogen. Seitdem hat er zahlreiche weitere EU- und Euro-kritische Publikationen vorgelegt, unter anderem «Das geheime Wissen der Goldanleger» (2014 in vierter Auflage), «Die letzten Jahre des Euro» (2011 in dritter Auflage) und neu im vergangenen Jahr «Vom Goldstandard zum Euro. Eine deutsche Geldgeschichte am Vorabend der dritten Währungsreform». Schon vor 1999 hatte er mit seinem Buch «Was wird aus unserem Geld» (1997) vor den Folgen der Euro-Einführung gewarnt. Bruno Bandulet hat zum Thema «Die Bundesrepublik Deutschland zwischen den USA, der Sowjetunion und Frankreich – Alternativen der deutschen Aussenpolitik von 1952 bis 1963» promoviert. Er war unter anderem Referent für Deutschland- und Ostpolitik in der CSU-Landesleitung in München und Chef vom Dienst bei der Tageszeitung «Die Welt». Heute ist er Herausgeber von «Gold&Money» und des «Deutschlandbrief».

 

Les fruits et les légumes jusqu’à 100 fois plus pauvres qu’il y a 50 ans…

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Les fruits et les légumes jusqu’à 100 fois plus pauvres qu’il y a 50 ans…

Auteur : Terra-eco
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Avec l'augmentation des rendements agricoles, nos aliments sont devenus des coquilles vides… de nutriments. Combien de pêches, d'oranges, de brocolis faut-il ingurgiter pour retrouver les bienfaits d'il y a un demi-siècle ?

Mordre à pleines dents dans une pêche et avaler… de l’eau sucrée. Manger toujours plus, pour se nourrir de moins en moins. Tandis que, dans les pays développés, nos apports en calories augmentent, la plupart des aliments non transformés que nous consommons – fruits, légumes et céréales – deviennent des coquilles vides sur le plan nutritionnel. Une dizaine d’études d’universités canadiennes, américaines et britanniques, publiées entre 1997 et aujourd’hui, font état d’une dégringolade de la concentration en nutriments dans nos aliments. Ces travaux résumés dans l’étude « Still no free lunch » de Brian Halweil, chercheur au Worldwatch Institute confirment l’essor de la « calorie vide » : grasse, sucrée, mais inutile pour la santé. Même dans les aliments réputés sains, vitamines A et C, protéines, phosphore, calcium, fer et autres minéraux ou oligo-éléments ont été divisés par deux, par vingt-cinq, voire par cent, en un demi-siècle. Pour retrouver les qualités nutritionnelles d’un fruit ou d’un légume des années 1950, il faudrait aujourd’hui en manger une demi-cagette !

Vitamine C : une pomme hier = 100 pommes aujourd’hui

Hier, quand nos grand-parents croquaient dans une transparente de Croncel, ils avalaient 400 mg de vitamine C, indispensable à la fabrication et à la réparation de la peau et des os. Aujourd’hui, les supermarchés nous proposent des bacs de Golden standardisées, qui ne nous apportent que 4 mg de vitamine C chacune. Soit cent fois moins. « Après des décennies de croisements, l’industrie agroalimentaire a sélectionné les légumes les plus beaux et les plus résistants, mais rarement les plus riches sur le plan nutritif », déplore Philippe Desbrosses, docteur en sciences de l’environnement à l’université Paris-VII et militant pour la préservation des semences anciennes.

Vitamine A : une orange hier = 21 oranges aujourd’hui

Précieuse pour notre vue et nos défenses immunitaires, la vitamine A est en chute libre dans 17 des 25 fruits et légumes scrutés par des chercheurs canadiens dans une étude synthétisée pour CTV News. Le déclin est total pour la pomme de terre et l’oignon qui, aujourd’hui, n’en contiennent plus le moindre gramme. Il y a un demi-siècle, une seule orange couvrait la quasi-totalité de nos besoins quotidiens – les fameux AJR (apports journaliers recommandés) – en vitamine A. Aujourd’hui, il faudrait en manger 21 pour ingurgiter la même quantité de la précieuse vitamine. De même, une pêche des années 1950 équivaut à 26 pêches aujourd’hui.

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Fer : la viande en contient deux fois moins

Au début de la chaîne, il y a la céréale. Blé, maïs et soja sont aujourd’hui plus pauvres en zinc, en cuivre et en fer qu’il y a cinquante ans. Appauvries par des décennies d’agriculture intensive et de sélections variétales, ces céréales réapparaissent dans l’auge de nos bêtes, qui, par répercussion, se trouvent moins bien nourries que leurs ancêtres. En bout de chaîne, l’animal devenu steak apportera moins de micronutriments dans nos assiettes. Tel est l’effet domino identifié par le chercheur américain David Thomas. Dans son étude publiée dans la revue Nutrition et Health, il constate qu’à poids égal un même morceau de viande apporte deux fois moins de fer qu’un demi-siècle auparavant. Or, celui-ci sert à l’élaboration. Autre dommage collatéral : le lait « a perdu ces acides gras essentiels », déplore Philippe Desbrosses. Des acides essentiels à nos membranes cellulaires, notre système nerveux et notre cerveau. Naturellement présents dans l’organisme en très petite quantité, ils doivent nous être apportés par l’alimentation.

Calcium : quatre fois moins dans le brocoli

Mauvaise nouvelle. Si le brocoli figure sur la liste de ces légumes que vous ne consentez à avaler qu’en pensant à votre santé, vous n’avez pas fini de grimacer. Alors que ce chou venu du sud de l’Italie contenait 12,9 mg de calcium – allié de la construction osseuse et de la coagulation du sang – par gramme en 1950, ils n’en renfermait plus que 4,4 en 2003, selon une étude de l’université du Texas, soit quatre fois moins. Si vous comptiez sur lui pour compenser la carence en fer de votre steak, c’est également loupé. Il vous faudrait en mettre six fois plus dans la soupe pour obtenir les mêmes bienfaits que par le passé. Sur les 25 légumes étudiés par l’équipe de recherche canadienne, 80% ont vu leur teneur en calcium et en fer décliner.

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Le bio est-il une solution ?

Les facteurs de ce déclin sont multiples. Des sols plus pauvres, des végétaux cueillis trop tôt, des traitements de conservation plus fréquents, des croissances plus rapides dopées par les engrais et une réduction du nombre de variétés, sélectionnées pour leur résistance aux parasites et leur rapidité de croissance… Autant d’éléments imputables à une quête de meilleurs rendements. Résultat, « pour le maïs, le blé et le soja, plus le rendement est important, plus le contenu en protéines est faible », note Brian Halweil, dans son étude. Même schéma pour les concentrations de vitamine C, d’antioxydants et de bêtacarotène dans la tomate : plus les rendements augmentent, plus la concentration de nutriments diminue.

A contrario, « l’agriculture biologique peut contribuer à inverser la tendance », indique Brian Halweil dans son étude. De fait, à conditions climatiques équivalentes « les aliments bios contiennent significativement plus de vitamine C, de fer, de magnésium et de phosphore que les autres ». Le chercheur met pourtant en garde : « Si les agriculteurs bios développent un système riche en intrants avec des rendements comparables aux exploitations conventionnelles, le bio verra son avantage nutritionnel s’éroder. » De même, si les produits bios sont cueillis avant maturité, ils sont finalement moins riches en nutriments que des produits mûrs de l’agriculture traditionnelle. Seule stratégie pour remettre de la vie dans son assiette : choisir des aliments mûrs, produits de manière non intensive et partir à la chasse aux variétés oubliées. Une épopée.


- Source : Terra-eco

00:05 Publié dans Ecologie | Lien permanent | Commentaires (0) | Tags : écologie, alimentation, fruits, légumes, vitamines | |  del.icio.us | | Digg! Digg |  Facebook