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mercredi, 25 mars 2015

Porque Venezuela constituye una “inusual y extraordinaria amenaza al gobierno de los EEUU”

Ex: http://www.elespiadigital.com

Por Oglis Ramos*

Las acciones tomadas por Washington y ordenadas por su vocero principal y criminal internacional Barak Obama contra la República Bolivariana de Venezuela, son señales de temores del imperio ante la creciente influencia de la Unidad Bolivariana Latinoamericana, esta unidad  liderada por Chávez y continuada por Maduro ha sembrado  el terror en el seno mismo del imperialismo norteamericano; el cual ve a los líderes latinoamericanos como una amenaza a los intereses de las trasnacionales que son los verdaderos dueños del poder que ostenta La Casa Blanca; este terror  se hace viral cada día más en las mentes retorcidas de los políticos estadounidenses, los cuales ven afectados los intereses que han mantenidos a lo largo de la historia de dominación norteamericana en Latinoamérica y que hoy los pueblos que fueron oprimidos le dijeron no al garrote yanqui y que, por vías crueles era aplicado induciendo y generando caos, sabotajes, intervenciones armadas y golpes militares en los países que se revelaban ante las pretensiones de las oligarquías internas y las mafias económicas internacionales; ejemplo de esto Guatemala y Chile ambos fueron atacados con la misma satanización internacional y el mismo modelo de sabotaje para luego instaurar represiones que desembocaron en miles de muertos y desaparecidos.

El gobierno norteamericano retoma las acciones del pasado contra la insurgencia de los pueblos latinoamericanos, desatando la más cruel campaña internacional de guerra mediática en contra de gobiernos legítimos y democráticos, los cuales alzando la bandera de sus libertadores y engrosando las más fieles ideas de liberación hoy enfrentan al mismo imperialismo de antaño.

La Revolución Bolivariana catalogada por el inquilino de la Casa Blanca como una amenaza a la seguridad estadounidense es sin duda una gran falacia que hoy el “premio nobel de la guerra” quiere hacer ver a la opinión pública mundial. La Revolución Bolivariana ha manifestado ser  pacífica y respetuosa de los derechos humanos, en sus más de doce años, el proceso bolivariano ha sufrido los más bestiales ataques  que van desde atentados terroristas, golpe de estado, sabotaje económico, asesinatos a líderes populares y militares de la fuerzas armadas, y a pesar de todas estas acciones coordinadas y dirigidas por las agencias de inteligencias que operan en Latinoamérica al servicio de la “Agencia de  Criminales Internacionales” (CIA), ha mantenido su carácter de respeto e integridad por el valor humano. El escenario que se teje contra Venezuela es sin duda un plan para iniciar a desestabilizar toda la región y mantener así a raya cualquier intento de sublevarse ante los designios del poder económico imperial.

La pérdida de influencia del bloque económico imperial (BM, FMI, BID) en la gran mayoría de los países que integran el ALBA , CELAC y UNASUR  es la primera señal  y el primer golpe que recibe el imperialismo norteamericano, el cual cuenta con aliados muy cercanos a las fronteras venezolanas como los es Colombia, que a pesar de encontrarse integrando los organismos que nacieron de la rebeldía latinoamericana se camufla y juega frontalmente con políticas comerciales que se encuentran enmarcadas en el plan del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y dentro de su territorio pose inmensas bases militares que hace que el medio oriente sea solo un juego de niños; a esto le sumamos el creciente aumento de mercenarios en Perú el cual cedió su territorio no solo para amenazar a los países de la región, sino para demostrar el reacomodo militar y mercenario de la Casa Blanca en América Latina; tal y como lo ha venido haciendo en el continente europeo. Sin duda alguna estamos ante una escalada de amenazas a la paz suramericana que el gobierno de los EEUU quiere romper y sembrar en esta región lo que ha cosechado en el Medio Oriente.

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Las acciones de Washington contra las naciones de América del Sur que se resisten a que su brazo sea torcido y quebrado van encaminada a imponer los designios tal y como lo hicieron en el pasado, solo que en este momento la integridad Suramericana se encuentra unificada bajo principios de hermandad inseparable, temor que siente el gobierno de Obama y sus amos trasnacionales al declarar una “emergencia nacional y una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos”; es por lo tanto la forma más clara de injerencia en contra de una República soberana.  El vilipendio al que está siendo expuesta la República Bolivariana de Venezuela y su gobierno al decir Barak Obama de que no hay garantías de derechos humanos al decir “la violación de derechos humanos y abusos en respuesta a protestas antigubernamentales, los arrestos arbitrarios y detención de protestantes antigubernamentales, constituye una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y política internacional de los Estados Unidos de América, y por ende declaro una emergencia nacional para tratar con esta amenaza” queda claro que al premio nobel de la guerra hace a un lado los miles de muertos que causo en Libia, los miles de muertos que causo y sigue causando en Siria, los muchos miles de otros países solo con el afán de mantener una supremacía mundial; así mismo hace un lado el reciente informe de la Agencia de Criminales Internacionales (CIA) y sus actuaciones alrededor del mundo y esto sin olvidar las manifestaciones y su forma brutal y represiva como actúan asesinando y encarcelando a ciudadanos agobiados por actuaciones de su gobierno y por las crisis que ha causado: empobrecimiento de millones de norteamericanos. Por lo tanto estas amenazas de Venezuela contra los Estados Unidos se dan por los resultados que ha dado la Revolución Bolivariana y su mensaje de unidad a los pueblos oprimidos por el imperialismo norteamericano, mensajes que le causan terror y pesadillas; que en tan poco tiempo se halla avanzado en los países que ayer estaban bajo el yugo norteamericano y que hoy han demostrado avanzar en:

1-      Lucha contra la pobreza y reducción de la misma en toda Latinoamérica

2-      El carácter anti imperialista y democrático de los jóvenes organismos emergentes los cuales han desplazados a los viejos y arcaicos organismos de intervención ilegal (OEA, ONU)

3-      La relación Rusia y china en el ámbito económico, tecnológico y militar lo cual causa preocupación y enojo a los EEUU además de quitarle una región geoestratégica.

4-      La derrota de los tratados de libre comercio, los cuales luego de ser enterrada el ALCA,  aun continua e nuestra América a través de países satélites entregados a los Estados Unidos con políticas claramente neoliberales  (Colombia, Perú, Chile)

5-      Independencia militar y tecnológica.

6-      Desarrollo de inmensas reservas de petróleo sin el control de las principales trasnacionales guerreristas petroleras estadounidenses.

Entonces quien si se convierte en una amenaza para la América del Sur es y será los Estados Unidos, ya que con su afán de expansión y dominación pretende por el uso de las amenazas y de la fuerza arrodillar la voluntad inquebrantable de miles de millones de seres humanos que creen en que otro mundo es posible.

*Analista Venezolano

Et si la France rejoignait l'Organisation de Shanghai?

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Et si la France rejoignait l'Organisation de Shanghai?

Auteur : Alexandre Latsa
Ex: http://zejournal.mobi

Dans un monde dont le centre de gravité se déplace de plus en plus rapidement vers l'Asie, et alors que la Chine est prête à assumer son statut de première puissance planétaire, la France pourrait prouver que l'Europe se souvient que son prolongement géographique naturel est l'Asie.

Environ 45 ans après la fin du cycle historique que constitua la « grande guerre mondiale de 30 ans » (1914-1945), la victoire de l'Amérique et du « monde libre » sur l'Union soviétique a sans doute été rendue possible par la diffusion globale de l'American way of life, très habilement diffusée via un outil de propagande redoutable et historiquement encore inégalé: Hollywood.

L'Amérique surfait aussi sur ses authentiques succès, et son image d'après-guerre était illustrée par un cliché plutôt juste: l'Américain du milieu des années 60 était l'homme le plus riche et le plus heureux du monde. Son mode de vie était envié et son avenir radieux semblait assuré, grâce au formidable essor économique de son pays. Si l'Amérique n'avait pas encore gagné militairement ni politiquement la guerre froide, elle avait déjà conquis les cœurs de la majorité des habitants de la planète, et pas seulement dans le monde occidental et européen.

La chute de l'Union soviétique semblait avoir ouvert un boulevard civilisationnel infini, qui aurait dû théoriquement permettre à la planète entière de devenir une copie de l'Amérique, au fur et à mesure que la domination de l'hyperpuissance se confirmait. Pourtant, le développement de cette politique de puissance et d'influence n'a pas toujours été très habile, et il a rencontré des difficultés imprévues.

Historiquement, cette hyper-extension de la puissance planétaire s'est pourtant accompagnée d'un affaiblissement de sa position dominante en tant que modèle. Elle n'a pu ni prévoir, ni empêcher l'extraordinaire essor de la Chine, et l'attentat du 11 septembre a bouleversé sa politique étrangère en l'engageant dans une lutte quasi-civilisationnelle contre l'islam radical.

Ce nouveau conflit de civilisations a brisé le rêve d'un monde dominé par le modèle américain. Comme symbole de la nouvelle Amérique, l'image du Californien heureux et souriant a laissé la place à l'image d'un Texan prétentieux et vindicatif appelant à utiliser l'armée américaine à tout bout de champ pour régler tous les problèmes de la planète.

La crise financière de 2008 a sans doute porté un coup fatal au « modèle américain pour le monde ». Derrière la façade reluisante des banques et du capitalisme triomphant, la crise des "subprimes" a dévoilé un monde d'usuriers et d'escroqueries à grande échelle, avec des faillites de banques et de fonds de retraite. Parallèlement à cette évolution, l'émergence de nouveaux acteurs régionaux s'accélère: le capitalisme libéral dont l'Amérique s'était servi pour dominer économiquement l'Ile-monde connaît de nouveaux développements dont le centre de gravité n'est plus en Amérique.

Pour la France, qui appartient à la civilisation européenne et actuellement au bloc politique, économique et militaire américano-centré, cette évolution pourrait être fondamentale et sans doute justifier que soit repensée notre politique extérieure.

Membre de l'Otan, possédant une forte communauté musulmane, la France est régulièrement impliquée, via des dispositifs techniques contraignants, aux velléités de la politique étrangère de Washington, surtout depuis qu'elle est redevenue un acteur de la coalition occidentale et de l'Otan.

Cette alliance d'un autre temps (celui de la guerre froide), dont la raison d'être est discutable puisque le pacte de Varsovie n'est plus, se cherche en permanence de nouveaux ennemis. Ceci permet à l'Amérique d'étendre de manière continue sa sphère d'influence et de domination économique, tout en mettant de plus en plus souvent ses membres et alliés en porte-à-faux avec un nombre croissant d'acteurs mondiaux.

Dans une logique gaullienne qui envisagerait un nouvel équilibre d'alliances tout en conservant une authentique souveraineté stratégique, la politique étrangère française pourrait envisager une voie diplomatique originale et se rapprocher de l'Organisation de la coopération de Shanghai (OCS).

Cette organisation, créée en 2001 par le tandem russo-chinois (déjà) et cinq autres membres fondateurs (Kazakhstan, Kirghizstan, Tadjikistan et Ouzbékistan) comprend à ce jour également cinq États observateurs (Afghanistan, Inde, Iran, Mongolie et Pakistan) et trois États partenaires de discussion: la Biélorussie, le Sri Lanka et la Turquie. Le sommet de l'OCS qui se tiendra cette année en Russie, au cœur de la région musulmane du Bachkortostan, pourrait voir l'Inde et le Pakistan obtenir le statut de membre complet, permettant ainsi à l'organisation de compter trois des BRIC.

Ce géant, assez méconnu en France, représente un cartel politique non-occidental de 37,5 millions de km² comprenant plus de 40% de la population mondiale et disposant de 20 % des ressources mondiales de pétrole, 38 % du gaz naturel, 40 % du charbon, et 50 % de l'uranium.

L'organisation, qui n'est pas une alliance militaire, se veut avant tout antiterroriste et axée sur la zone géographique eurasiatique, asiatique et pacifique. La France pourrait, en se rapprochant de l'OCS devenir la première puissance européenne membre stricto-sensu et ainsi conforter ses positions a trois niveaux différents:

1) Affirmer ses ambitions en Asie-Pacifique sans y laisser l'exclusivité à l'Amérique en tant que puissance occidentale.

2) Réitérer son statut de puissance continentale et euro-eurasiatique, prouvant ainsi que toutes les nations européennes ne sont pas mues par une unique dynamique atlantiste et tournée vers l'Ouest. Ce choix pourrait s'avérer doublement judicieux au moment où l'Eurasie semble se structurer, notamment avec l'Union eurasiatique.

3) Assurer une relation privilégiée avec la Russie au sein de ce dispositif et détruire ainsi la logique en cours qui tend à opposer, demain, ce bloc de Shanghai (russo-asiatique) au bloc de Washington (euro-américain), en évitant ainsi que ne réapparaisse une logique bipolaire similaire à celle que le monde a connu de 1945 à 1991.

Dans un monde dont le centre de gravité se déplace de plus en plus rapidement vers l'Asie, et alors que la Chine est prête à assumer son statut de première puissance planétaire, la France prouverait ainsi que l'Europe se souvient que son prolongement géographique naturel est l'Asie.

L'Hexagone a tout intérêt à en tenir compte pour « peser » dans le monde de demain, face aux géants qui écriront l'histoire au sein de la région Asie/Pacifique.


- Source : Alexandre Latsa

Yémen: nouveau front de la guerre mondiale entre Chiites et Sunnites

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YEMEN: NOUVEAU FRONT DE LA GUERRE MONDIALE CHIITES – SUNNITES
 
Ils ne respectent même pas les mosquées

Jean Bonnevey
Ex: http://metamag.fr

La vraie fausse guerre menée par la soi-disante coalition contre le califat d'Irak et de Syrie n' empêche pas les terroristes de Daech d’ouvrir de nouveaux fronts, contre les occidentaux et les pays musulmans réputés renégats en Tunisie, contre les chiites au Yémen.  Un nouveau front de Daech contre l'avancée dans le monde arabe des chiites soutenus par l’Iran.


Depuis l’insurrection populaire de 2011, dans le sillage du Printemps arabe, qui a poussé au départ le président Ali Abdallah Saleh, le pouvoir central a été marginalisé par les Houthis et AQPA. Les Houthis, soupçonnés d’avoir le soutien de l’Iran, avaient déferlé en septembre 2014 sur Sanaa, puis étendu leur influence vers l’ouest et le centre du pays. Ils ont achevé de s’emparer de la capitale avec la prise le 20 janvier du palais présidentiel et le siège imposé aux résidences du président Hadi et d’autres responsables yéménites. Le 6 février, ils ont annoncé la dissolution du parlement et la mise en place d’un Conseil présidentiel, mais leurs tentatives d’étendre leur contrôle sur le pays bute sur la résistance d’AQPA et de tribus sunnites.


Le groupe Etat islamique a revendiqué un triple attentat suicide au Yémen contre des mosquées fréquentées par des chiites, qui a fait au moins 142 morts vendredi, l’une des attaques les plus sanglantes qu’ait connues le pays. Il s’agit de la première attaque revendiquée par l’EI au Yémen. Plus de 351 personnes ont été blessées dans ces attentats, a indiqué un responsable du Ministère de la santé.


Le pays s’enfonce davantage dans le chaos alimenté notamment par les Houthis chiites ayant pris la capitale Sanaa en janvier et les djihadistes sunnites d’AQPA, ennemis jurés mais tous deux hostiles au pouvoir du président Abd Rabbo Mansour Hadi. Dans le contexte yéménite, cette scission illustre le morcellement du pays, livré à l'arbitraire des clans et des groupes armés, et la sectarisation croissante des affrontements entre chiites et sunnites.


La branche de l'EI dans ce pays est née d'une scission d'Al-Qaida dans la péninsule Arabique (AQPA), la plus puissante franchise d'Al-Qaida. Elle ne s'était signalée jusqu'ici que par des attaques mineures de postes de contrôle de forces de sécurité ou de miliciens houthistes dans la région de Dhamar, à 100 km de la capitale. Des groupes issus d'AQPA avaient annoncé leur allégeance à l'EI entre novembre et février, dans un contexte de montée en puissance des milices houthistes dans le pays.


Ces deux groupes s'opposent notamment par leur vision du monde chiite : l'EI le considère comme l'ennemi prioritaire, quand AQPA privilégie les attaques contre le monde occidental et les régimes autoritaires arabes qu'il soutient. AQPA a théorisé un mode d'action terroriste en cellules opérationnelles relativement autonomes. Par ailleurs, l'EI a déjà revendiqué, par le même canal, l'attaque du Musée Bardo, à Tunis, mardi, sa première attaque de grande ampleur en Tunisie. Depuis plusieurs mois, l'organisation terroriste multiplie les appels aux groupes djihadistes à travers le monde pour qu'ils rejoignent sa « franchise ».


Il faut frapper au cœur le califat pour ruiner son attractivité mortifère et les Iraniens semblent les seuls capables de le faire, n'en déplaise à Israël qui malgré sa politique sécuritaire évite soigneusement le principal péril de la région, une erreur qui risque de lui être fatale. L’état sioniste a tout intérêt à participer à l'éradication de Daech avant que les palestiniens, à leur tour, ne rejoignent les sectaires terroristes musulmans.

Le jour où la France se réveillera…

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Le jour où la France se réveillera…
 
Les Français, dans ce mouvement de libération européenne initié par le peuple russe, ont-ils encore la volonté, la lucidité et le courage d’y trouver une place ?
 
Écrivain, journaliste
Ex: http://www.bvoltaire.fr
 

Les révolutions sont un leurre ; il suffit de constater que « les fauteuils ont simplement changé de derrières », disait Giono. Car les révolutions, de toutes les couleurs, sont des utopies, négations des réalités et du bon sens, issues des raisonnements d’idéologues dogmatiques, qui finissent immanquablement dans un bain de sang. C’est la Révolution française qui a inspiré nombre de celles qui lui ont succédé dans le monde, la plus importante étant la révolution russe. La chape de plomb sous laquelle le peuple russe a vécu pendant 77 ans (une vie d’homme) a explosé en 1991, comme le couvercle d’une Cocotte-Minute sous la pression spirituelle d’un peuple qui n’avait rien renié de ses attachements profonds à son sol, à son Dieu, à son Histoire, à sa culture, à ses traditions et à la mémoire de ses ancêtres. Le président Poutine, si critiqué par la bien-pensance occidentale, ne fait que (bien) gérer le réveil de son peuple ; en témoigne sa cote de popularité supérieure à 80 % – à comparer avec celle de notre président français.

L’esprit des Lumières, qui a inspiré la Révolution française, me semble tout entier être inscrit dans ces phrases de Montesquieu : « Aujourd’hui, nous recevons trois éducations différentes ou contraires : celle de nos pères, celle de nos maîtres, celle du monde. Ce qu’on nous dit dans la dernière renverse toutes les idées des premières. » Ce renversement des valeurs n’aura pas échappé à nos gouvernants « démocrates » et « républicains » pour réaliser combien il était facile de manipuler une masse d’individus plutôt que de diriger un peuple fier de ses origines, de sa terre et de ses traditions. Ce concept « lumineux » aura conduit à la mondialisation (consistant à concentrer les moyens de production pour en diminuer les coûts) qui n’aura, elle-même, abouti qu’à créer, à force de délocalisations pour sans cesse trouver une main-d’œuvre moins chère, un conglomérat de nouveaux esclaves se donnant à bas coût pour survivre. Le mondialisme, l’idéologie de la mondialisation, a pu ainsi instaurer le règne de la quantité et de l’uniformité, trouvant (inconsciemment ?) dans le « terrorisme » (concept vague qui dispense de désigner l’ennemi) un allié objectif pour détruire à bon compte les dernières résistances liées au monde de la tradition.

Les Français, dans ce mouvement de libération européenne initié par le peuple russe, ont-ils encore la volonté, la lucidité et le courage d’y trouver une place ? Sont-ils encore en mesure de revenir à des comportements de bon sens qui incluent de retrouver leur fierté, leur dignité, l’amour de leur terre, de leurs pères, de leurs frères ? De se remettre à l’œuvre pour redresser leur pays si profondément saccagé par des décennies de mensonges, de folies, de cupidité, de mépris, de veulerie ? Certains frémissements récents pourraient laisser penser que tout n’est pas perdu et que, un jour peut-être plus proche que nous le pensons, la France se réveillera.

Het einde van (de) geschiedenis

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Door: Dirk Rochtus

Ex: http://www.doorbraak.be

Het einde van (de) geschiedenis

Nee, dit is niet Fukuyama revisited. Dit gaat over linkse plannen om het vak geschiedenis af te schaffen.

Leraars geschiedenis in Duitsland maken zich zorgen. De regering van de Oost-Duitse deelstaat Brandenburg wil namelijk het vak geschiedenis in zijn huidige vorm afschaffen. De vakken geschiedenis, aardrijkskunde en politieke vorming zouden moeten versmelten tot het vak 'Gesellschaftslehre' (maatschappijleer). Ook fysica, chemie en biologie zouden onder de gemeenzame noemer 'Naturwissenschaften' vallen. De regering, die bestaat uit SPD (sociaaldemocraten) en 'Die Linke' (radicaal-links), meent dat het onderwijs meer moet worden afgestemd op de leefwereld van de scholieren. In plaats van in vakjes te denken moet er een overkoepelende leerinhoud komen, in plaats van een chronologische aanpak van het geschiedenisonderwijs moet er rond thema's gewerkt worden. De leraar zou bepaalde thema's kunnen uitdiepen in functie van de situatie in de klas en de competenties van de leerlingen.

De bedoeling is om de hervorming vanaf het schooljaar 2016-'17 te laten ingaan in Brandenburg. Volgens de christendemocratische oppositie (CDU) doelt het plan van de rood-rode regering erop het tekort aan leerkrachten 'statistisch' weg te cijferen. Als een leerkracht biologie immers ook onderwijs geeft in vakken waarvoor hij of zij niet opgeleid is, lost dat probleem zich immers vanzelf op, merkt de CDU in deze deelstaat schamper op. Maar het verzet tegen de hervormingen stoelt natuurlijk op een nog veel fundamentelere bezorgdheid. Als de chronologie uit het geschiedenisonderwijs wordt gebannen, bestaat het gevaar dat de leerling geen overzicht meer heeft en geen verbanden meer zal kunnen leggen. Een puur chronologische benadering van de geschiedenis kan tot datafetisjisme, een puur thematische tot een onderwijs à la carte leiden. De ideale aanpak is een evenwichtige koppeling van chronologie en thematiek. Het is ook een goede zaak dat er dwarsverbindingen worden gelegd tussen geschiedenis, aardrijkskunde en politieke vorming, maar al die vakken in één pot gooien heft de consistentie op die elk van hen eigen is.

Plannen zoals die van de rood-rode regering in Brandenburg hoeven niet te verwonderen. Ze passen in een tijdgeest waarin het geheugen niet meer 'getergd' mag worden met feitenkennis, waarin discuteren over thema's leuk is, en meer algemeen geschiedenisonderwijs als saai en irrelevant wordt beschouwd. Maar wanneer de geschiedenis niet meer gekend is, zal het woord van Karl Marx in de praktijk nog bewaarheid worden, namelijk dat ze zich herhaalt 'das eine Mal als Tragödie, das andere Mal als Farce' (uit: Der achtzehnte Brumaire des Louis Bonaparte, 1852). Overigens, Louis Bonaparte wie?

Heidegger on Nietzsche, Metaphysics, & Nihilism

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Heidegger on Nietzsche, Metaphysics, & Nihilism

By Greg Johnson 

Ex: http://www.counter-currents.com

Heidegger’s central philosophical topic has a number of names: the sense (Sinn) or meaning of Being, the truth (Wahrheit) of Being, the clearing (Lichtung) of Being, the “It” that “gives” Being, and the “Ereignis” (“event” or “appropriation”) of Being, referring to the mutual belonging of man and Being.[1] All of these words refer to that-which-gives and that-which-takes-away different “epochs” in the history of Being, which are comprehensive, pervasive, and fundamental ways of interpreting the world and our place in it. 

Heidegger’s topic is shrouded in mystery, for that-which-gives each epoch in the history of Being is hidden by the very epoch that it makes possible. This mystery is built right into the dual meanings of Heidegger’s names for his topic.

The word “Lichtung” refers both to Being (that which lights up beings) and also to the clearing that makes it possible for the light to illuminate beings—and the light attracts our attention to itself while leaving the clearing that makes it possible in darkness. The “it” that gives Being is hidden behind Being, its gift. Ereignis is the mutual belonging of man and Being, in which man in enthralled by the world opened up by the event and thus oblivious to the event itself. Heidegger even hears the mystery of Being in the word “epoch,” which refers both to the historical spans of particular dominant ways of interpreting the world, and, when heard in the Greek as “epoche,” refers to the withholding of that which grants the epochs, the giver that hides behind its gift.

Now we are in the position to begin to think through the connection that Heidegger draws between metaphysics and nihilism. Heidegger’s thesis is that nihilism is the consummation of Western metaphysics. To this end, I wish to comment on one of my favorite texts by Heidegger, the two lectures entitled “The Eternal Recurrence of the Same and the Will to Power.” These lectures beautifully epitomize Heidegger’s vast two-volume work on Nietzsche, and they gather together and display the unity of themes discussed by Heidegger over a period of more than 50 years.

Heidegger’s thesis is that “Nietzsche’s philosophy is the consummation of Western metaphysics.”[1] For Heidegger, Nietzsche’s philosophy represents the epitome of modern nihilism, the ultimate manifestation of the nihilistic impulse built into Western metaphysics from the very beginning. Heidegger’s thesis that Nietzsche is the last metaphysician of the West is a stunning thesis, a thesis very difficult to defend, for Nietzsche is widely regarded as the first post-metaphysical thinker, not the last and ultimate metaphysical thinker.

Traditional metaphysics is constructed around the dualisms of permanence and change and of appearance and reality. The permanent is identified with Being, which is said to be a reality that lies beyond the world of appearances, the world of change, the realm of becoming. Nietzsche seems to overcome these dualisms by collapsing the distinctions between permanence and change, appearance and reality, Being and becoming. Therefore, Nietzsche seems to go beyond metaphysics.

How, then, does Heidegger establish Nietzsche as the last metaphysician of the West? Another way of putting this question is: How does Heidegger establish that Nietzsche’s attempt to overcome metaphysics is a failure? What does Heidegger think that a genuine overcoming of metaphysics requires?

Nietzsche’s Metaphysics

When Heidegger uses the word “metaphysics” pejoratively, he refers to the metaphysics of presence: “These positions take the Being of beings as having been determined in the sense of permanence of presence” (p. 162). Another word for the metaphysics of presence in the Heidegger lexicon is “Platonism.” Platonism is a view that cannot necessarily be identified with Plato’s own views. Platonism, rather, is the pervasive interpretation of Plato’s views in the tradition. Platonism identifies Being with permanence as opposed to change, presence as opposed to absence, identity as opposed to difference.

The latter terms of these pairs—change, absence, difference—are identified with non-being. In the world around us, rest and motion, presence and absence, identity and difference are all mixed together.

Thus the Platonist concludes that this world is not the true world; it is not the realm of Being, but the realm of becoming, which is a mere blurred image or decayed manifestation of Being. Becoming is merely a veil of appearances which cloaks and hides that which is real, namely Being.

The Platonic realm of Being is identified as the place of forms or essences. The world of becoming is the world in which we find individual men, individual dogs, individual chairs, individual tables. All of these individuals come into being, change, and pass out of existence. The world of Being contains not individual men, but the essence of man, or “manhood.” It does not contain individual dogs, but the essence of dog, “doghood.”

Forms or essences, unlike individuals, do not come into being; they do not change; and they do not pass away. While particulars that become exist in time, forms of essences exist outside of time in eternity. Because particulars in time are infected with change, absence and difference, we cannot have certain knowledge of them; at best, we can have only tentative opinions about things in the world around us. We can have certain knowledge only of the forms or essences that make up the realm of Being.

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Heidegger holds that the metaphysics of presence—the interpretation of Being as presence—and also the Platonic distinction between the world of Being and the world of becoming is retained in Nietzsche’s allegedly post-metaphysical doctrines of the Will to Power and the Eternal Recurrence of the Same. What is the Will to Power? And what is the Eternal Recurrence of the Same?

Nietzsche called the ultimate constituent of the world Will to Power. This is a highly anthropomorphized name for something that is neither a will (for there is no agent behind it that wills); nor is it “to power” (for it is not directed toward the goal of power, or any other goal). Will to Power is Nietzsche’s name for chaos, which he conceived of as a virtual infinity of points of force charging and discharging entirely without pattern or purpose. Heidegger defines the “Will to Power” as “the essence of power itself. It consists in power’s overpowering, that is, its self-enhancement to the highest possible degree” (p. 163).

The Will to Power is the constant exercise of power as an end in itself.

The Will to Power makes possible the constant exercise of power by positing limits for itself and then exceeding them; Will to Power first freezes itself into particular forms and then overcomes and dissolves them.

The Will to Power is Nietzsche’s account of what the world is.

The Eternal Recurrence of the Same is a concept derived from the ancient Epicureans and Stoics. Both the Stoics and Epicureans believed that the cosmos is finite. The cosmos consists of matter and void, and there is only so much matter and so much void. Matter, however, is not fully inert. Matter has both inert and animate dimensions. Matter has the tendency to remain at rest or in motion, which the Epicureans represented by matter falling through the void. But matter also has a non-inert aspect that causes it to swerve from its fall or to move from rest to motion by its own power. The Epicureans represented this aspect of matter as the famous “clinamen” or “swerve” of the atoms. The Stoics represented this as divine logos, which following Heraclitus, they represented as fire. Matter, in short, is in some sense vital and animate; it is alive and ensouled. Matter’s vital principle allows order to form out of chaos. Matter’s inert dimension allows order to dissolve back into chaos.

Given a finite amount of matter and a finite void, given that matter has both a tendency to give rise to order and dissolve order, and given that time is infinite, the Epicureans and Stoics argued that the random play of chaos within a finite cosmos over an infinite amount of time not only gives rise to order, but gives rise to the same order an infinite number of times. Everything that is happening now has already happened an infinite number of times before and will happen an infinite number of times in the future. The Same events will Recur Eternally, hence the Eternal Recurrence of the Same. As Woody Allen once put it, “Eternal Recurrence of the Same. Does that mean I’ll have to sit through the Ice Capades again?” And the answer is: “Yes.” Not only will he have to sit through it again an infinite number of times, he already has sat through it an infinite number of times. It’s deja-vu all over again.

Nietzsche takes this argument over completely. The Will to Power corresponds precisely to the two aspects of matter discussed by the Epicureans and Stoics.

The animate aspect of matter that gives rise to form and organization corresponds to the Will to Power’s tendency to posit order.

The inert aspect of matter that causes form and organization to dissolve back into chaos corresponds to the Will to Power’s tendency to overpower and dissolve the very order that it posits.

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Nietzsche holds that the Will to Power is finite and that time is infinite. Given the possibility of endlessly rearranging a finite Will to Power over an infinite amount of time, the same kinds of order will inevitably repeat themselves, and they will repeat themselves and infinite number of times: Eternal Recurrence of the Same.

Just as Will to Power is Nietzsche’s account of what the world is, The Eternal Recurrence of the Same is Nietzsche’s account of how the world is.

Nietzsche claims to have abolished metaphysics because he abolishes the dualism between appearance and reality, Being and becoming, presence and absence, identity and difference, etc. All of these pairs of opposites are found blended together in the Will to Power and the Eternal Recurrence of the Same. There is no realm of pure presence, pristine identity, total rest, and separate essences, lying behind the world that appears to us.

Heidegger’s critique of this claim is twofold. First, he argues that the basic elements of Platonism are still at work in Nietzsche. Second, he argues that Nietzsche really does not understand what it would take to overcome metaphysics.

How is Nietzsche a Metaphysician?

Heidegger argues that Nietzsche’s doctrines of Eternal Recurrence and Will to Power are metaphysical in two ways. First, the accounts of Eternal Recurrence and Will to Power still buy into the metaphysics of presence. As Heidegger puts it:

“Recurrence” thinks the permanentizing of what becomes, thinks it to the point where the becoming of what becomes is secured in the duration of its becoming. The “eternal” links the permanentizing of such constancy in the direction of its circling back into itself and forward toward itself. What becomes is not the unceasing otherness of an endlessly changing manifold. What becomes is the same itself, and that means the one and selfsame (the identical) that in each case is within the difference of the other. . . . Nietzsche’s thought thinks the constant permanentizing of the becoming of whatever becomes into the only kind of presence there is–the self-recapitulation of the identical. (pp. 164–65)

Elsewhere, Heidegger writes:

Will to Power may now be conceived of as the permanentizing of surpassment, that is of becoming; hence as a transformed determination of the guiding metaphysical projection. The Eternal Recurrence of the Same unfurls and displays its essence, so to speak, as the most constant permanentizing of the becoming of what is constant. (p. 167)

Will to Power and the Eternal Recurrence of the Same, in short, think Being in terms of presence too, by making becoming itself permanent, by making becoming recapitulate the identical, by making the motion of becoming circular, thus bringing a kind of eternity into time itself.

The second way in which Heidegger argues that Nietzsche is a metaphysician is somewhat more elusive and difficult. Heidegger writes on page 168:

From the outset, the Eternal Recurrence of the Same and Will to Power are grasped as fundamental determinations of beings as such and as a whole—Will to Power as the peculiar coinage of “what-being” . . . and Eternal Recurrence of the Same as the coinage of “that-being.”

Heidegger claims that this distinction is “co-extensive” with the basic distinction that defines and sustains metaphysics. “What-being” or “whatness” refers to the identity of beings. “What-being” or “thatness” refers to the existence of beings. To talk about the identity of a thing is to talk about what it is in contrast to the identity of different things, the things that it is not. When we talk about the existence of something, we are talking about the fact that it is, as opposed to the idea of its non-existence.

Now, in Platonism, the identity of a particular being is endowed by its form. A particular dog has its identity as a dog because it is related to the Form of dog, or “dogness.” A particular man has his identity as a man because he is related somehow to the essence of man, or “manhood.” A particular dog has his existence as a concrete individual dog because a bit of the material world has been informed by the essence of dog. So, for Platonism, the identity or whatness of a particular being is explained by its essence and its individual existence or thatness is explained by its materiality.

Heidegger holds that this Platonic distinction is present in the distinction between the Will to Power and the Eternal Recurrence of the Same. Will to Power names the whatness or identity of all beings. Therefore, it corresponds to the Platonic form. Eternal Recurrence names the thatness or existence of beings. Therefore, it corresponds to the instantiation of the Platonic Form in a bit of the spatio-temporal world. Will to Power is the principle of identity. Eternal Recurrence is the principle of existence. This dualism, Heidegger claims, is not overcome by Nietzsche, so Nietzsche does not overcome metaphysics.

Indeed, Heidegger claims that Nietzsche represents the culmination of metaphysics. To understand this, we must understand how, precisely, Nietzsche fails to overcome metaphysics. And to understand this, we need to know what Heidegger thinks a genuine overcoming of metaphysics would require.

What Constitutes a True Overcoming of Metaphysics?

Heidegger thinks that a genuine overcoming of metaphysics requires that we think his distinctive topic, the distinctive matter of his thinking: that which gives and that which takes away the different epochs of the history of Being. It requires that we think the Truth of being, the Meaning of Being, the Clearing of Being, the Event of Being, etc. Heidegger mentions his distinctive topic in a number of places in these lectures:

It first appears on page 164 (second paragraph):

What this unleashing of power to its essence is [i.e., that which grants the interpretation of Being as Will to Power], Nietzsche is unable to think. Nor can any metaphysics think it, inasmuch as metaphysics cannot put the matter [die Sache, the topic] into question.

It also appears on page 165 (second paragraph):

This “selfsame” [Being interpreted as Eternal Recurrence] is separated as by an abyss from the singularity of the unrepeatable enjoining of all that coheres. Out of that enjoining alone does the difference commence.

Here Heidegger contrasts Nietzsche’s metaphysics of history (which encloses becoming in the circle of Being through the idea of the eternal recurrence of the same) with his own view of the history of Being as a sequence of unrepeatable contingent singularities in which new epochs in the history of Being displace one another.

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One can ask, however, if Heidegger himself does not ultimately subscribe to a kind of cyclical history, since he seems to believe that (1) the pre-Socratic Greek sense of Being as the dynamic interplay of presence and absence is correct, even though it overlooked the conditions of its own emergence, and (2) that it is possible to return to this correct interpretation of Being, either (a) reflectively, with an appreciation of its importance in the light of the subsequent tradition, or (b) naively, though the liquidation of the present civilization and a return to barbarism, which may be the meaning of Heidegger’s famous claim that “only a god can save us now,” meaning a return to naive belief.

Heidegger’s topic shows up again in the very next paragraph:

Thought concerning truth, in the sense of the essence of aletheia, whose essential advent sustains Being and allows it to be sheltered in its belonging to the commencement, is more remote than ever in this last projection of beingness.

Here aletheia refers to that which both grants a new epoch in the history of Being and shelters its advent in mystery.

There is also an extensive discussion of the topic from the bottom of page 166 throughout the entirety of page 167.

Heidegger claims that Nietzsche does not overcome metaphysics because the overcoming of metaphysics requires that one think that which grants different epochs in the history of Being and Nietzsche does not think this topic. Heidegger adds, furthermore, that Nietzsche not only fails to overcome metaphysics, he actually make this overcoming more difficult because he fosters the illusion that metaphysics is already overcome, thereby enforcing our oblivion to that which grants metaphysics, thereby making us less likely to think this topic and thus to effect a genuine overcoming of metaphysics. As Heidegger writes on 166:

Inadequate interrogation of the meaning of Nietzsche’s doctrine of Return, when viewed in terms of the history of metaphysics, shunts aside the most intrinsic need that is exhibited in the history of Western thought [i.e., the need to think that which grant metaphysics]. It thus confirms, by assisting those machinations that are oblivious to Being, the utter abandonment of Being.

It is at this point that we can understand why Heidegger thinks that Nietzsche is not only a metaphysician, but the culmination of metaphysics. Metaphysics thinks the Being of beings, but does not think the meaning of Being, the clearing of Being, etc. Nietzsche is the culmination of metaphysics because Nietzsche’s metaphysics not only fails to think that which grants Being, but actually makes this altogether impossible because it fosters the illusion that metaphysics has been finally overcome.

A further reason for regarding Nietzsche as the culmination of metaphysics can be appreciated by examining Heidegger’s definition of nihilism. Heidegger defines the modern technological age, the age of nihilism as “the age of consummate meaninglessness” (p. 174). Consummate meaninglessness is equivalent to the interpretation of Being in terms of man’s own subjective needs: Being as certainty; Being as intelligibility; Being as availability and deployability for human purposes. The world is meaningless because wherever we look, we only encounter projections of our own overweening subjectivity and will to power. The essence of modernity is the idea that everything can be understood and controlled.

This view of the world is made possible by our failure to think about what grants it, what makes it possible, the source of this epoch in the history of Being. Heidegger claims that we cannot understand the origin of the idea that we can understand everything. We cannot control the emergence of the idea that we can control everything. Trying to understand the origins of nihilism forces us to recognize that there is a mystery that cannot be explained or controlled. And this encounter with mystery is alone sufficient to break the spell that everything can be understood and controlled. It is thus a real overcoming of metaphysics and of its culmination in the nihilism of technological modernity.

Notes

1. See my essay “Heidegger’s Question Beyond Being,” http://www.counter-currents.com/2014/10/heideggers-question-beyond-being/ [4]

2. Martin Heidegger, Nietzsche, vol. III: The Will to Power as Knowledge and as Metaphysics, ed. David Farrell Krell, trans. Joan Stambaugh, David Farrell Krell, and Frank A. Capuzzi (New York: Harper and Row, 1987), p. 161.


Article printed from Counter-Currents Publishing: http://www.counter-currents.com

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Le rôle de la Russie comme puissance d’équilibre dans le monde

Le rôle de la Russie comme puissance d’équilibre dans le monde

La géopolitique comme vous le n'avez encore jamais découverte avec l'émission de Richard Haddad sur TV Libertés, Géopôles, qui en est à son second volet et consacrée cette fois-ci au rôle de la Russie comme puissance d’équilibre dans le monde.

Pour en débattre, deux invités :

Marc Rousset (diplômé H.E.C, Docteur ès Sciences Economiques, MBA Columbia University, AMP Harvard Business School, ayant occupé pendant 20 ans des fonctions de Directeur Général dans les groupes Aventis, Carrefour et Veolia)

et

Tancrède Besse (diplômé de Science Po, professeur d’histoire et aux préparations à Science Po, journaliste et entrepreneur).

Bismarck’s system of continental alliances

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Bismarck’s system of continental alliances

By Srdja TRIFKOVIC (USA)
Ex: http://orientalreview.org

In an interview for the German news magazine Zuerst! (April 2015) Srdja Trifkovic considers the significance of Otto von Bismarck’s legacy, 200 years after his birth.

Dr. Trifkovic, how would Bismarck react if he could see today’s map of Europe?

Trifkovic: He would be initially shocked that the German eastern border now runs along the Oder and Neisse rivers. Otto von Bismarck was a true Prussian. In his view, cities such as Königsberg, Danzig or Breslau were more properly “German” than those in the Rhineland. His first impression therefore would be that Germany has “shifted” to the West, and that an important social and cultural aspect of his Germany has been lost. Once he’d overcome this initial shock, he would look at the map of Europe again in more detail. The considerable distance between Germany and Russia would probably amaze him. What in Bismarck’s time was the border between Germany and Russia is now a “Greater Poland” which did not exist at his time. And former provinces of the Russian Empire are now independent states: the three Baltic republics, Belarus and Ukraine. Bismarck would probably see this as an unwelcome “buffer zone” between Germany and Russia. He had always placed a great emphasis on a strong German-Russian alliance and would no doubt wonder how all this could happen. He would probably consider how to bring back to life such a continental partnership today. That would be a diplomatic challenge worthy of him: how to forge an alliance between Berlin and Moscow without the agitated smaller states in-between throwing their spanners into the works.

What would he advise Angela Merkel?

Trifkovic: He would probably tell her that even if you cannot have a close alliance with Russia, at least you should seek a better balance, i.e. more equidistant relations with Washington on the one hand and Moscow on the other. The concept of the Three Emperors’ League of 1881 is hardly possible today, but there are other options.

Security and the war in Ukraine would focus Bismarck’s attention…

Trifkovic: Merkel has adopted a very biased position on Ukraine, which Bismarck would have never done. He was always trying to cover his country from all flanks. In Ukraine we can clearly observe a crisis scenario made in Washington. Bismarck’s policy in the case of modern Ukraine would be for Berlin to act as a trusted and neutral arbiter of European politics, and not just as a trans-Atlantic outpost.

You said earlier that Germany since the time of Bismarck has shifted to the west. Do you mean this not only geographically?

Trifkovic: Even as a young man, as the Prussian envoy to the Bundestag in Frankfurt, Bismarck detested the predominantly western German liberals. At the same time, he later endeavored to ensure that Catholic Austria would be kept away from the nascent German Empire. Even at an early age we could discern Bismarck’s idea of Germany: a continental central power without strong Catholic elements and liberal ideas. He also knew that such a central European power must always be wary of the possibility of encirclement. Bismarck knew that he had to prevent France and Russia becoming partners.

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At all times the rapport with Russia appeared more important than that with France…

Trifkovic: Here is an oddity in Bismarck’s policy. After the 1870-71 war against France, the newly created German Empire annexed Alsace and Lorraine and thus ensured that there would be permanent tensions with a revanchist France. In real-political terms it should have been clear that any benefits of Alsace-Lorraine’s annexation would be outweighed by the disadvantages. French irredentism made her permanently inimical to Germany. No political overture to Paris was possible. The entire policy of the Third French Republic (1870-1940) was subsequently characterized by deep anti-German resentment.

As an American with Serb roots, you know East and West alike. Are there some differences in their approach to Otto von Bismarck?

Trifkovic: Apart from a few individuals in the scientific community, I am sorry to say that Otto von Bismarck is not adequately evaluated either in the West or in the East. On both sides, you will often encounter a flawed caricature of Bismarck as a bloodthirsty warmonger and nationalist who was ruthlessly pursuing Germany’s unification and whose path was paved with corpses. Nothing is further from the truth. The three wars that preceded unification were limited armed conflicts with clear and limited aims. Bismarck ended two of those wars without unnecessarily humiliating the defeated foe; France was an exception. The war against Austria in 1866 in particular showed that Bismarck’s only concern was to secure Prussia’s supremacy in German affairs. Only a few years later he concluded an alliance with Austria-Hungary. Let me repeat: Bismarck was not a brutal warmonger; he was a brilliant political realist who quickly grasped his advantages and his opponents’ weaknesses. Therein lies an irony that today’s moralists find difficult to explain: Bismarck was a cold calculator and his decisions were rarely subjected to ethical criteria – but the result of his Realpolitik was a relatively stable German state which under Bismarck’s chancellorship managed Europe’s adjustment to its rise without armed conflicts. Between 1871 and 1890, the German Empire was on the whole a stabilizing factor in Europe. During the Berlin Congress to end the Balkan crisis in 1878, Bismarck effectively presented himself as an honest broker, respected by all of Europe. However, with Bismarck’s departure in 1890, this period of the relaxation of European tensions and Germany’s stabilizing influence was over.

What changed after 1890 for Europe?

Trifkovic: After Bismarck there was no longer a steadfastly reliable Chancellor and the German policy lost its sureness of touch. Suddenly the neurotic spirit of the young Emperor, Wilhelm II, started prevailing, a feverish “we have-to-do-something” atmosphere. The massive naval program was initiated, while the Reinsurance Treaty with Russia was not renewed – and it was the cornerstone of Bismarck’s scenario to prevent a war in Europe. Initially the Czarist Empire urged the renewal of the bilateral agreement with Berlin. The Kaiser took the view that the Reich could be better protected by its own military buildup than through alliances. And suddenly, Bismarck’s nightmare came true. Since Russia abruptly found herself with no international allies, and the German-Russian relations cooled more and more, it approached France and arranged the military convention of 1892. In 1894 a firm alliance was signed. It was not ideological. The liberal, Masonic, secular and republican France was allied with the Orthodox Christian, deeply conservative, autocratic Russian Empire. And Germany was in the middle. Bismarck always dreaded this sort of two-front alliance, which laid the foundations of the blocs of belligerent powers in World War I. You can see some current parallels in the policy shift of 1890.

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In what way?

Trifkovic: The often neurotic policy of Berlin after Bismarck’s dismissal reminds one of the aggressive style of the likes of Victoria Nuland and John McCain today. Looking at Germany from 1890 to 1914, one sees striking parallels with today’s U.S. neoconservatives. The obsession with Russia as the enemy is one similarity. After Bismarck’s dismissal, Russia was depicted in the media of the German Empire in darkest colors, as backward, aggressive and dangerous. If we take today’s Western mainstream media – including those in Germany – this image has just been reinforced: the dangerous, backward, and aggressive Putin Empire.

Bismarck was not a German Neocon?

Trifkovic: (laughs) No, he was the exact opposite! He was not a dreamer, nor an ideologue. He did not want to go out into the world to bring Germanic blessings to others, if necessary by the force of arms. Bismarck was always a down-to-earth Prussian landowner. While Britain as a naval power opened up trading posts and founded colonies all over the world, and British garrisons were stationed all over in India or Africa, Bismarck’s Germany was created as a classic land-based continental power. I would even suggest that Bismarck himself had an aversion to the sea. Very reluctantly he was persuaded in the 1880’s to agree to the acquisition of the first protectorates for the German Reich. On the whole, Germany’s colonial program was economically questionable. What Germany was left with in the 1880’s was what the other major colonial powers had left behind, especially the United Kingdom. Bismarck knew that, and he saw that all the important straits and strategic points, such as the Cape of Good Hope, were under British control. In Germany the colonial question was mostly about “prestige” and “credibility” – and Bismarck the master politician had no time at all for such reasoning.

Bismarck also had a clear position on the Balkans. In 1876, he said in a speech that the German Empire in the Balkans had no interest “which would be worth the healthy bones of a single Pomeranian grenadier.” This seems to have changed, however: Today German soldiers are in Kosovo, the Federal Republic of Germany was the first country to recognize the independence of Slovenia and Croatia from Yugoslavia in 1991…

Trifkovic: Otto von Bismarck was always weary of tying Germany’s fate to that of Austria-Hungary. His decision to steer clear of the conflicts in the Balkans was sound. After Bismarck’s dismissal Germany saw the rise of anti-Russian and anti-Serbian propagandistic discourse which emulated that in Vienna. Incidentally, there is another quote by Bismarck which was truly prophetic. “Europe today is a powder keg and the leaders are like men smoking in an arsenal,” he warned. “A single spark will set off an explosion that will consume us all. I cannot tell you when that explosion will occur, but I can tell you where. Some damned foolish thing in the Balkans will set it off.” In relation to Serbia there are parallels to the current situation in Europe. In 1903 a dynastic change in Belgrade ended Austria-Hungary’s previous decisive influence in the small neighboring country. The house of Karadjordjevic oriented Serbia to the great Slav brother, to Russia. Vienna tried to stop that by subjecting Serbia to economic and political pressure. But out of this so-called “tariff war” Serbia actually emerged strengthened. We recognize the parallels to Russia today: one can compare the Vienna tariff war against Belgrade with the sanctions against Russia. Sanctions force a country to diversify its economy, thus making it more resistant. In Serbia it worked well a hundred years ago, in Russia it may work now. When Austria-Hungary annexed Bosnia and Herzegovina in 1908, there was a serious emergency and only Germany taking sides with Vienna ended the Bosnian crisis. In the end Germany picked up the tab: After the outbreak of World War I Austrian-Hungarian troops failed to defeat Serbia. They needed military assistance from Germany. Prussian Field Marshal August von Mackensen finally defeated Serbia, and proved to be a truly chivalrous opponent: “In the Serbs I have encountered the bravest soldiers of the Balkans,” he wrote in his diary. Later, in 1916, Mackensen erected a monument to the fallen Serbs in Belgrade with the inscription “Here lie the Serbian heroes.”

When we in Germany think of Bismarck today, we come back time and over again to the relationship with Russia … [Trifkovic: Indeed!] … Is it possible to summarize the relations as follows: If Germany and Russia get along, it is a blessing for Europe; if we go to war, the whole continent lies in ruins?

Trifkovic:  The only ones who are chronically terrified of a German-Russian understanding are invariably the maritime powers. In the 19th century the British tried to prevent the rise of an emerging superpower on the continent, such as a German-Russian alliance. Looking at the British Empire and its naval bases, one is struck by how the Eurasian heartland was effectively surrounded. Halford Mackinder formulated it memorably: “Who rules East Europe commands the Heartland; who rules the Heartland commands the World-Island; who rules the World-Island commands the world.” Dutch-American geo-strategist Nicholas J. Spykman developed Mackinder’s theory further. It is the “Rimland” – which surrounds the heartland – that is the key to controlling the land mass. Spykman is considered as a forerunner of the U.S. containment policy after the war.

Spykman was focused especially on the communist Soviet Union, not so much on Germany…

Trifkovic: He was concerned with controlling the “Heartland” quite independently of the dominant land power’s ideology. Spykman wrote in early 1943 that the Soviet Union from the Urals to the North Sea, from an American perspective, was no less unpleasant than Germany from the North Sea to the Urals. A continental power in Eurasia had to be curtailed or at least fragmented – that is exactly the continuity of the global maritime power’s strategy to this day.

On sanctions against Russia, and U.S.-EU disputes, Germany is in the middle. What would Chancellor Bismarck do today?

Trifkovic: He would swiftly end the sanctions regime against Russia because he’d see that Germany was paying a steep price for no tangible benefit. He would also seek to reduce the excessive U.S. influence on German policymaking. But Europe does not necessarily need a new Bismarck: as recently as 50 years ago we had several European politicians of stature and integrity. People like Charles de Gaulle or Konrad Adenauer had more character and substance than any of the current EU politicians. Europe in its current situation is in great need of them.

Source: Chronicles

Le visage d'Eric Zemmour

par Julien Rochedy

Ex: http://www.rochedy.fr

Il faut regarder le visage d’Eric Zemmour de ces derniers jours pour comprendre que quelque chose s’est passé. Que quelque chose est passé. Sur lui, et aussi, par lui. Je me rappelle son visage lors de ses premières années en tant que star médiatique : Zemmour parvenait, en toutes circonstances, à conserver son air bon enfant, ses yeux rieurs et complices, y compris avec d’infâmes invités à qui il venait juste d’assener deux ou trois vérités. Zemmour, c’était le gentil mec, le sympathique, le seul qui pouvait faire rimer réactionnaire avec débonnaire, celui qui n’était pas d’accord avec la guimauve de la pensée télévisuelle, mais qui terminait toujours en riant, comme si, au final, tout cela n’était pas si grave. On a beaucoup glosé sur la judéité de Zemmour qui seule, semblait-il, le protégeait dans l’espace médiatique, compte tenu de tout ce qu’il pouvait y dire. On a beaucoup entendu que si Zemmour avait été un catholique blond aux yeux bleus d’un mètre quatre vingt, il eut été catalogué comme "nazi" et aussitôt exclu du PAF. Je crois que l’essentiel n’était pas là ; sa longévité, il la tenait plutôt de son côté accommodant, de son air bienveillant : il la tenait de son visage souriant.

N’importe quel personnage issu de son école de pensée (gaullo-bonapartiste, en somme : patriote), en face d’un BHL ou d’un Edwy Plenel, à l’écoute des mensonges des uns ou des naïvetés des autres, eut fini par sévèrement froncer les sourcils, par hausser la ton, par croiser les bras ou au contraire les déplier pour atteindre le nez de ceux d’en face. Pas Zemmour. Depuis 2003 qu’on le voit à la télévision jusqu’à aujourd’hui, jamais il ne fut grave, ou très rarement. On obtient tout avec une arme à la main disait Al Capone ; à la télévision, on obtient tout avec un sourire plaisant. Zemmour s’est battu des années contre la pensée moderne avec la meilleure des armes modernes, une arme féminine qui plus est : la gentillesse.

Grâce à elle, il est passé par toutes les mailles du filet, on l’a gardé, on l’a fait intervenir, on ne l’a pas vu venir, et au final, il les a tous battus. La société a changé, la gauche morale s’est écroulée – quelque chose s’est passé – Zemmour a triomphé chez les téléspectateurs. Et c’est alors que quelque chose s’est aussi passé sur le visage d’Eric Zemmour. Je le regarde depuis plus d’une semaine, tandis qu’il écume les plateaux télé pour la promotion de son livre Le suicide Français. Son visage s’est durci subitement, il ne sourit plus, ou moins, et il affronte avec une gravité nouvelle les attaques de tous les prêtres médiatiques qui sentent bien que c’est encore par aménité que Zemmour a parlé de suicide plutôt que de meurtre, sans quoi ils eussent tous été sur le banc des accusés. Le visage d’Eric Zemmour s’est transformé. Il parle désormais sans légèreté de la mort de ce qu’il aime passionnément, la France, son pays, son enfance, et ses rêves de maréchaux napoléoniens éclaboussant de gloire la grande nation. Il sait que tout cela est mort et n’a plus envie de le dire en riant pour faire plaisir aux Ruquier ou aux Domenach. Il parle désormais d’autorité, car il sait que les Français – je veux dire : ceux qu’il reste – sont avec lui et partagent, sinon ses vues, au moins son désarroi. Zemmour n’a plus à jouer désormais, il est devenu grave, plus sombre, plus solennel ; médiatiquement, il n’a plus de visage bon enfant ; c’est un homme maintenant. D’une certaine manière, ce visage est l’heuristique de l’époque dans laquelle nous sommes entrés, car le temps de la dérision est passé, révolu par la réalité dure et violente ; le tragique reprend peu à peu ses droits sur l’Histoire et le temps des hommes revient.

Zemmour, sans conteste, en est un.  

mardi, 24 mars 2015

Exdirector de la CIA: "Se ha producido la mayor ruptura entre Alemania y EE.UU. desde la II Guerra Mundial"

Exdirector de la CIA: "Se ha producido la mayor ruptura entre Alemania y EE.UU. desde la II Guerra Mundial"

 

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Figuras como el exdirector de la CIA Michael Hayden no ocultan su malestar e intentan que Berlín rectifique su posición sobre el conflicto ucraniano porque los alemanes están actuando como adultos y no como siervos subordinados a la alianza de los 'cinco ojos' (EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), sostiene el exoficial de la CIA Ray McGovern.

"La ruptura más significativa desde la Segunda Guerra Mundial entre Alemania y EE.UU. acaba de ocurrir", ha declarado el exoficial de la CIA Ray McGovern a RT. "Por primera vez en 70 años, los alemanes están saliendo de la adolescencia para entrar a la edad adulta; están dispuestos a hacer frente a EE.UU. y decirles 'mira, nuestros intereses no son los mismos que los vuestros, no queremos una guerra en Europa Central y vamos a evitarlo'", ha afirmado McGovern.

Asimismo, el exoficial ha revelado que el exdirector de la CIA está "muy instatisfecho estos días, especialmente con la actuación de la canciller alemana Angela Merkel porque ya no está actuando obedientemente al considerar en primer lugar los intereses de Alemania e impedir que empeore la situación en Ucrania".

"Hayden trata de decirle a Merkel y a todos los demás que están fuera de la alianza de los 'cinco ojos', que son ciudadanos secundarios y seguirán siéndolo mientras no obedezcan igual que lo hacen los otros cuatro (Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda)", ha advertido McGovern.

Un livre collectif: «Maurice Bardèche l’insoumis»

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POUR CONNAÎTRE MAURICE BARDÈCHE

Un livre collectif: «Maurice Bardèche l’insoumis»

Pierre Le Vigan
Ex: http://metamag.fr
 
bardeche-l-insoumis.jpgPolémiste, écrivain politique, critique littéraire, Maurice Bardèche (1907-1998) a été tout cela. Son image reste sulfureuse. Elle l’est même beaucoup plus que dans les années 1950, preuve que nous avons fait un grand pas vers le schématisme, l’intolérance et l’inculture. Philippe Junod, aidé de sa femme, a voulu mieux faire connaître celui qui fut le beau-frère et l’ami de Robert Brasillach mais qui avait, bien entendu, son tempérament, ses goûts et son histoire propres. Le pari de mieux connaître Bardèche est tenu dans le cadre des Cahiers des amis de Robert Brasillach

Officiellement apolitique jusqu’en 1945, ses activités hors enseignement n’allèrent guère au-delà, sous l’Occupation, d’essayer de sauver Jean Cavaillès. Plus handicapé qu’aidé par ses liens familiaux trop voyants, il passe de maître de conférence à la Sorbonne à professeur à l’Université de Lille où il n’avait aucune attache.
 
Ce qu’il ressort des études consacrées à Bardèche, est l’unité de sa vision des choses, du politique au littéraire. Cela ne veut évidemment pas dire que l’on soit obligé d’être « fasciste » pour, en même temps, lui reconnaître d’avoir beaucoup apporté à la connaissance de Balzac ou de Proust.  Mais il faut reconnaître que ce qu’il appelle « fascisme » est en fait quelque chose qui va au-delà d’un épisode historique, aussi important qu’il ait été (et sachant qu’il fut définitivement clos en 1945). Au-delà : c’est-à-dire une critique de la domination de l’économie sur nos vies, et une critique de la domestication de l’homme par le monde moderne.

bardeche3.jpgBardèche était non pas un homme de concepts mais un homme de principes. Il  été pionnier en maints domaines dans une large mouvance intellectuelle : la critique de la « conscience universelle », c’est-à-dire l’appareil idéologique du nouvel ordre mondial américain, le refus de l’uniformisation planétaire par le règne des marchands, le souci de la liberté des peuples et de la continuité de ceux-ci qui doivent rester fidèles à leurs instincts (thèse assez rousseauiste), l’appel à l’indépendance de l’Europe. Pour des raisons parfaitement évidentes, il était conscient de ne pouvoir être à la bonne distance pour juger de l’action du général de Gaulle. Aussi demandait-il des avis autour de lui. Il faisait partie de ceux qui, à tort ou à raison (je m’interroge moi-même), ne prenait pas au sérieux la troisième voie gaullienne.
 
De la création du modeste Mouvement Social Européen, qui n’était certes pas un mouvement de masse, à novembre 1982, date de la parution du dernier numéro de sa revue Défense de l’Occident (elle accueillit quelques uns de mes premiers articles), fondée trente ans plus tôt, Bardèche a été le principal « doctrinaire » (mais on hésite à employer ce terme un peu trop sec et désincarné)  mais plus encore le principal écrivain du nationalisme européen.  Il a permis à beaucoup de ceux qui l’ont lu d’aller au-delà, ou ailleurs, preuve que c’était avant tout un homme libre, un rebelle non aligné. 

Les témoignages regroupés dans le cahier des ARB, souvent chaleureux, mais aussi bien sûr parfois critiques, aident à mieux connaître celui que l’on veut réduire à des caricatures, tant notre époque aime les idées simples, et fausses de préférence. Ce sont les idées les plus confortables, et notre époque aime son petit confort. Un excellent libraire, bibliophile de province, juif, et parfaitement (sic) de gauche me disait, à propos de la biographie de Balzac par Bardèche (Julliard, 1980) : « Il faut reconnaître que c’est quand même la meilleure des études parue sur Balzac ». 

Cahiers des amis de Robert Brasillach, 51/52,« Maurice Bardèche l’insoumis », courriel : brasillach@europe.ch

L’héritage calamiteux de la guerre d’Irak

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Entretien avec la géopolitologue et diplomate autrichienne Dr. Karin Kneissl :

L’héritage calamiteux de la guerre d’Irak

Sur la lutte contre l’EIIL, sur les questions énergétiques, sur le rôle des Etats-Unis, sur le clivage chiites/sunnites dans la région

Propos recueillis par Bernhard Tomaschitz

BT : Les Etats-Unis et la Turquie veulent soutenir les rebelles dits « modérés » de Syrie dans le combat qu’ils entendent mener contre l’EIIL. Est-ce à vos yeux la bonne stratégie à suivre ?

KK : Aucunement. Pendant les quatre années que dure déjà cette guerre, nous avons maintes fois vu que les armes, destinées à l’Armée Syrienne Libre (ASL) se retrouvaient plus tard entre les mains du groupe Al-Nousra. Celui-ci est un rival de l’EIIL, mais on peut le classer dans la même catégorie idéologique. Or, justement, en ce qui concerne la Turquie, nous avons beaucoup d’indices tendant à prouver que la Turquie, si elle n’agit pas directement, ferme souvent les yeux quand du matériel de guerre quitte son territoire pour être livré dans les régions septentrionales de la Syrie à des groupes islamistes. La Turquie joue ici avec des cartes truquées, si bien que la coopération entre Ankara et Washington apparait comme hautement contestable : comment faut-il armer les opposants syriens ? Quels matériels faut-il leur livrer ?

BT : Quels buts recherche la Turquie quand elle pratique une politique très ambigüe à l’endroit de l’EIIL ?

KK : Dès le départ, c’est-à-dire dès le printemps de l’année 2011, la Turquie poursuit l’objectif d’affaiblir et de renverser le régime alaouite d’Assad. Erdogan, qui était à l’époque premier ministre et non pas encore président, imaginait qu’il pouvait exercer une influence sur Assad. Cela s’est avéré une illusion : Erdogan a alors changé de stratégie, il s’est mis à soutenir les forces sunnites et à poursuivre des intérêts proprement turcs dans le conflit syrien. Erdogan s’est lourdement trompé, bon nombre de ses projets ne se sont pas réalisés ; aujourd’hui, il est coincé : les Pechmergas kurdes et le PKK se sont engouffrés dans la brèche et ont pris une position déterminante dans le vide de pouvoir qui s’est instauré entre la Turquie et la Syrie.

BT : La Turquie ne court-elle pas le risque que ces forces, qui reçoivent du soutien aujourd’hui, se retournent contre elle dans le futur ?

 KK : C’est myopie politique de croire qu'il faille à tout prix soutenir l’ennemi de mes ennemis, comme le préconise une stratégie militaire de l’Inde antique, car cet ennemi de mon ennemi pourra un jour se retourner contre la main qui l’a nourri autrefois.  Je pense que les milieux dirigeants et gouvernementaux turcs sont considérablement gênés aujourd’hui à cause du nouveau problème kurde, mais si, parmi les Kurdes, nous trouvons un vaste faisceau d’idéologies différentes, permettant éventuellement une marge de manœuvre. Les Pechmergas ne peuvent pas être classés dans la même catégorie que le PKK et poursuivent d’ailleurs d’autres objectifs politiques.

Syria_Obama-400x259.jpgBT : Pourquoi, à votre avis, les Etats-Unis sont-ils aussi obnubilés par l’idée de renverser Assad ?

KK : Sur le plan diplomatique, ce fut, de leur part, une décision inintelligente. Je me souviens encore qu’Hillary Clinton, alors ministre des affaires étrangères, avait exigé de son homologue russe Lavrov, de laisser tomber Assad. Lavrov avait réagi en affirmant que « ce n’était pas là la manière par laquelle fonctionnait la diplomatie russe qui, elle, respectait les traités conclus ». Il s’agissait surtout, à l’époque, de traités réglant des livraisons militaires. Les Etats-Unis défendaient un autre point de vue : ils estimaient qu’eux avaient laissé tomber leurs principaux alliés, dont Hosni Moubarak en Egypte, et qu’ils avaient ainsi permis les printemps arabes de 2011 auxquels ils avaient donné une impulsion décisive. En contrepartie, ils attendaient donc des Russes un geste similaire. Mais ceux-ci se seraient alors placés dans une position intenable.

Lorsqu’un attentat de grande envergure a eu lieu le 18 juillet 2012 contre le quartier général des forces de sécurité syriennes, plusieurs parents d’Assad ont trouvé la mort et les Etats-Unis ont cru que, pour le régime syrien, c’était le commencement de la fin. Les choses ne se sont pas passées ainsi : l’armée ne s’est pas disloquée, Bechar el-Assad n’a pas jeté le gant. Dans les hautes sphères du pouvoir syrien et dans les services secrets, la plupart des décideurs ont pris le parti de coopérer avec Assad. Le point de vue russe et aussi, partiellement, celui de l’Iran, s’est imposé. Les Américains ont donc dû se montrer un peu plus pragmatiques, d’autant plus qu’ils s’étaient déjà passablement embrouillés dans les affaires syriennes, notamment en invoquant des « lignes rouges » à propos de l’usage d’armes chimiques ou en exigeant au minimum le départ d’Assad.

BT : Peut-on avancer l’hypothèse que les Américains veulent toujours réaliser le vœu de Georges W. Bush, c’est-à-dire d’imposer un « ordre nouveau » au Proche Orient ?

KK : Quand on évoquait le « Greater Middle East », l’ancien ministre américain des affaires étrangères, Colin Powell, disait textuellement, en 2002 : « We have to reshape the map » (« Nous devons redessiner la carte »). Or les Français et les Britanniques l’avaient déjà fait immédiatement après la première guerre mondiale, entraînant des catastrophes pour toutes les populations de la région. Pourtant le monde était moins compliqué, il y a cent ans, que maintenant. Aujourd’hui, redessiner la carte de manière aussi systématique serait tout bonnement impossible.

BT : Alors on peut dire que les Etats-Unis font face à un dilemme…

KK : Oui, ils sont pris dans un véritable dilemme, parce qu’ils cherchent depuis longtemps à se désengager et à quitter la région. Jusqu’il y a deux ans, on disait à Washington : « ils ne nous aiment pas et nous n’avons pas besoin d’eux ». Dire que les autochtones du Proche et du Moyen Orient n’aimaient pas les Américain était un simple constat suite à l’occupation de l’Irak ; dire que l’Amérique n’avait pas besoin de ces autochtones était une déduction dérivée de la politique énergétique nouvelle qui misait sur le « Fracking », soit l’exploitation du gaz de  schiste sur le territoire même des Etats-Unis. Or la donne a changé depuis lors : avec le prix très bas du pétrole, le « fracking » ne s’avère plus aussi rentable que ne le laissaient imaginer les calculs d’il y a deux ans. Par ailleurs,  les décideurs politiques américains ont pris conscience du fait que quoi qu’il arrive au Proche Orient, le résultat aura d’importantes conséquences stratégiques sur le long terme ; d’où les Etats-Unis ne peuvent pas se désengager. Ces décideurs américains savent désormais qu’ils récoltent les fruits de la guerre menée en Irak et que celle-ci a provoqué la radicalisation en cours aujourd’hui.

BT :  En Irak, c’est dans les régions peuplées de Kurdes que l’on trouve les plus grandes réserves de pétrole ; ensuite, devant les côtes de la Syrie, il y a des réserves de gaz assez considérables. Par ailleurs, on envisage également d’acheminer du gaz naturel par gazoducs du Qatar jusqu’au littoral méditerranéen de la Syrie ou de transporter du gaz liquide, au départ des ports syriens, vers l’Europe. Quelle est l’importance des questions énergétiques dans ce conflit ?

kurdish_oil_fields.gifKK : Elles ont une importance cruciale. Les énormes gisements de pétrole dans le Kurdistan irakien sont la principale pomme de discorde entre le gouvernement régional des Kurdes et le gouvernement de Bagdad. En novembre, ces deux gouvernements irakiens se sont enfin entendus pour une exploitation conjointe, ce qui s’explique partiellement par la menace que fait peser l’EIIL. Quant aux gisements de gaz du bassin oriental de la Méditerranée, ils ont fait éclore les conflits entre Israël, la Turquie, la Syrie et le Liban. Les Libanais comptent nettement sur la participation des Qataris pour exploiter ces gisements mais ils ont tardé à accorder des concessions et à nommer les champs d’exploitation. Ces problèmes sont actuellement discutés au Parlement libanais. Cette problématique du gaz naturel peut à terme constituer un casus belli dans le triangle Liban/Israël/Turquie, mais aussi générer des nouvelles coopérations. L’avenir nous le dira. Mais nous pouvons d’ores et déjà constater que l’Egypte se rapproche d’Israël dans la question du gaz naturel. L’Egypte pourrait mettre ses terminaux à disposition pour liquéfier le gaz israélien. Il y a quelques mois le ministre égyptien de l’énergie avait déclaré qu’il pouvait parfaitement envisager d’importer du gaz israélien.

BT : Dans les conflits qui secouent la Syrie et l’Irak, l’Arabie Saoudite et l’Iran jouent tous deux leur part. Quel rôle joue en réalité la rivalité entre Saoudiens et Iraniens donc entre Sunnites et Chiites ?

KK : Cette rivalité joue de fait un rôle essentiel. Dans les médias arabes, l’ennemi est stigmatisé et déclaré « infidèle ». Ce conflit remonte au VIIème siècle et a commencé immédiatement après la mort du Prophète Mohammed et a été réactivé il y a une trentaine d’années, surtout en Irak mais aussi, de manière analogue, en Syrie, où le gouvernement d’Assad dominé par les Alaouites se heurtent aux sunnites qui composent la majorité de la population. On retrouve ce clivage au Liban entre, d’une part, le Hizbollah, chiite, et, d’autre part, les fractions sunnites de la population. Nous avons affaire à des conflits par personnes interposées que l’on peut comparer, sans toutefois oublier le contexte proprement proche-oriental, à notre guerre de Trente Ans au 17ème siècle. Nous avons connu en Europe aussi des guerres de religion du même ordre, entre protestants et catholiques, derrière lesquelles se profilait un conflit opposant une noblesse devenue protestante au pouvoir de la Maison des Habsbourg.  Dans le monde musulman d’aujourd’hui, nous observons de nombreux conflits entre Chiites et Sunnites, en Irak, au Liban, en Syrie mais aussi plus loin, au Yémen par exemple, où une milice chiite contrôle la capitale Sanaa. Le choc entre les deux formes d’islam se repère également en Arabie Saoudite même. Dans ce pays, qui abrite les lieux saints de l’islam, quelque 10% de la population sont chiites. Ces derniers temps, ces chiites saoudiens ont subi une forte répression. Ils habitent des régions du nord-est du pays, à proximité de la frontière irakienne. Ils y forment la majorité de la population dans ces régions riches en gisements pétrolifères.

 

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BT : Comment les Saoudiens perçoivent-ils les négociations en cours sur le programme nucléaire iranien ?

KK : La rivalité qui oppose l’Iran à l’Arabie Saoudite, deux puissances qui se considèrent comme hégémoniques dans la région, explique aussi l’immense suspicion qui tenaille les Saoudiens quand ils s’aperçoivent qu’Iraniens et Américains négocient. Il n’y a pas que les Israéliens qui crient au loup : en effet, pour les Saoudiens, ces négociations laissent supposer un rapprochement entre Washington et Téhéran et une nouvelle politique de compromis. Bien sûr, beaucoup d’événements peuvent encore se produire d’ici la fin des négociations mais tous noteront toutefois que l’on travaille assidûment à leur dernière tranche (prévue pour le 31 mars, date où l’on espère une issue définitive, pas à pas, conduisant à la levée des sanctions ; note BT). Cette échéance imminente jette un vent de panique en Israël, qu’illustre fort bien le dernier voyage de Netanyahou, début mars à Washington. Pas seulement en Israël, aussi en Arabie Saoudite.

yemenççç.jpgBT : Le Yémen deviendra-t-il un nouvel « Etat failli », un de plus, qui sera un havre pour les terroristes islamistes ?

KK : Les nouvelles ne nous parlent que trop rarement du Yémen, alors qu’il est stratégiquement très important ; pourtant, ces dernières semaines, plusieurs ambassades ont fermé les unes après les autres : Américains, Britanniques, Français ont tous quitté le pays parce qu’il n’est plus sûr. Ce qui est dramatique, c’est que personne ne sait au juste ce qui se passe au Yémen, alors qu’il pourrait devenir une zone de repli supplémentaire pour des extrémistes de toutes sortes, ce qu’il était déjà pour Al-Qaeda ; dans l’avenir, il pourrait abriter des formes encore plus extrêmes de terrorisme. Mais à ce risque-là, bien réel, s’ajoute encore celui de voir la situation yéménite se répercuter sur l’ensemble de la péninsule arabique. Il ne faut pas négliger cette éventualité : les tribus du sud de l’Arabie sont sans doute les plus importantes de la péninsule et la famille des Saouds, qui a donné son nom à l’Arabie Saoudite, est toujours potentiellement la rivale d’autres tribus, en dépit du fait qu’elle exerce le pouvoir. Si les fidélités des tribus subissent une mutation et quoi qu’il arrive au Yémen, cela aura des répercutions sur l’Arabie Saoudite.

(entretien paru dans « zur Zeit », n°10/2015, Vienne ; http://www.zurzeit.at). 

The Well-Bred Zombies

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The Well-Bred Zombies

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Art is individualism, and individualism is a disturbing
and disintegrating force. Therein lies its immense value
For what it seeks to disturb is monotony of type, slavery
of custom, tyranny of habit, and the reduction of man to
the level of a machine.
 

- Oscar Wilde

For untold centuries, mankind has experimented with plant and animal life in an effort to produce organisms that might prove beneficial not only for human survival, but just for living well.  Playing around with various grasses, our ancient ancestors produced grains that provided alternative forms of food. The grafting of tissues from one plant to another has helped to create and/or alter trees that produce varieties of fruits that would likely not have come into existence without such human midwifing.

Through trial and error, testing, and other creative processes, hybrid plant and animal forms have been generated to serve our diverse tastes. Cattle, chickens, sheep – along with cats and dogs – have been bred for numerous desired qualities. The quality of wool or mutton drive the breeding of sheep, as the breeding of dogs has for qualities that allow them to protect sheep from their natural predators. Variations in the shapes and colors of roses and tulips have served primarily aesthetic preferences while, in doing so, provided Holland with a robust economic base. That this interplay between humans and other life-forms has created symbiotic relationships beneficial to both, has been well-developed in Michael Pollan’s delightful book, The Botany of Desire.

It is when human beings seek to promote their purposes by forcibly transforming other humans, that mankind heads down the path to its own extinction. Such is the role played by institutions – abstract systems that insinuate themselves into our species, generating conflicts between and among various categories of people. Having learned how to manipulate other life forms to serve the interests of humans, institutions have substituted themselves for people as ends in themselves, thus making individuals subservient to the organizational collective.

Until recently, the established order has had to rely on formalized practices to condition minds into accepting their submissive role in the institutional hierarchy. The forced-feeding of geese and ducks in order to produce the elite’s luxury food, foie gras, has long been recapitulated in most schools and the mainstream media. But now taking a lesson from the history of the breeding of plants and animals, the state has undertaken the Human Genome Project, in order to identify and locate the myriad genes – be they beneficial or detrimental – that make up individual human beings.  

Eugenics has long been popular among men and women who see in such practices the means for forcibly improving the production of people whose skills and other attributes would be most serviceable to their collectivist dispositions. At least as early as Plato, the idea has persisted that the state should decide, on the basis of the opinions of government officials, who should and should not have children. The evils of the Third Reich went beyond Hitler’s atrocities against Jews, but embraced the notion that genetic research should be encouraged, and its results implemented by the state, to improve the quality of human society. In America, Margaret Sanger became the most vocal advocate of sterilization, giving the state the power to decide who was “fit” or “unfit” to reproduce children.

More recently, the Human Genome Project has undertaken the task of identifying the genetic makeup of the human species. While, on the surface, such research is sold to the public as a tool for helping to select blue-eyed versus brown-eyed children; or – as an end that would serve the interests of Big-Pharma – discovering genetic dispositions for various diseases, its attraction for the institutional order is more akin to the cattle rancher’s preferences for modifying his product for the market. But it is the hidden agendas – and the unforeseen implications – of such applied research that should trouble us.

The institutional order has always benefitted from the presence of men and women whose range of thought and behavior can be restrained within boundaries that serve systemic interests. Might corporate-state interests find it useful to their purposes to discourage such traits as independence and resistance to authority in much the same way that modern schools war against students with “attention-deficit disorder”? Could “genetic engineering” become accepted as an alternative to such drugs as Ritalin?

There are other eugenicist-inspired attacks upon human characteristics that are inconvenient to some.  The U.S. Supreme Court, for instance, long ago upheld state laws for the forced sterilization of the “feeble-minded,” persons “unfit for continuing their kind”, a practice also followed by Nazi Germany. Those who might support government campaigns against genetic predispositions for cancer, might pause to consider that the Third Reich looked upon Jews as a “cancer” upon Germany, a fact documented in Robert Proctor’s book, The Nazi War on Cancer.

Genuine diversity, spontaneity, variation, and individual autonomy, upset the formal organization’s desire for uniformity and standardization. But, as historians have told us, it is the structuring and restraining of the systems of creativity and production – in the name of the stabilization and equilibrium conditions desired by institutional interests – that contributes most to the collapse of civilizations. Life and growth are characterized by change, not by enforcing uniform and standardized practices upon the living. When students of evolution tell us to “cherish your mutations,” they are reminding us of how the creative process depends more upon inconstancy than regularity. If, in 1900, Congress had enacted legislation to standardize the nature and design of systems used for human transportation, such regulations may have served the short-term interests of carriage manufacturers who might have been looked upon as “too big to fail.” This action, however,  would likely have hindered the development of the automobile and airplane.

To bring the point back to the irregularities and unpredictabilities associated with the development of individual human beings, how might the advocates of eugenics responded to a fifteen-year old boy who clashed with school officials when he opposed such teaching styles as rote learning? Ought he to have been forcibly treated for “attention deficit disorder” or, worse, been sterilized as “unfit for continuing his kind?” And what of another boy who, in later reflection on his experiences with schools, commented that their efforts to impose their authority upon him “came close to really beating any curiosity out of me.” Would some form of genetic engineering have been appropriate to instill institutionalized discipline upon his descendants? Would your initial response as to these two individuals change if I were to inform you that the first boy was Albert Einstein, while the second was Steve Jobs?  Whether we are considering those who wish to remake individuals in order to benefit society, or to direct society itself, might we reflect on Leo Tolstoy’s admonition: “What an immense mass of evil must result . . . from allowing men to assume the right of anticipating what may happen.”

Institutions thrive on the conflicts they induce us to believe we have with one another. Such contrived squabbles generate fears among people who might otherwise have no reason to distrust their neighbors. They demand security, which turns out to consist of little more than preserving the conditions that are most conducive to the interests of the ruling institutions. Those who equate security with permanency would do well to remember that life thrives on adaptability and change; that the only genuine security is to be a changing person in a changing world.

The institutional order sees most human beings as little more than resources to be exploited on its behalf. If people can be trained – or bred – to perform tasks useful to organizational purposes while, at the same time, avoiding traits that might be disruptive of such ends, the appropriate techniques will be developed. The corporate-state establishment will need men and women who can think analytically, as long as they are dissuaded from thinking outside the circle of permitted inquiry. As we are witnessing with the current campaign against the Internet, the established order will insist upon being “gatekeepers” regarding what individuals may communicate to one another; of being the keepers of the questions humans may ask. Those who regard others as serviceable resources whose physical and mental energies are to be constrained on behalf of exalted structures, may recall the brutal methods used to prevent slaves from leaving the plantation, as well as the crime of teaching slaves to read.

That such an assessment is more than just exaggerated hyperbole is found in the U.S. Army’s slogan to “Be All You Can Be” to young men and women being asked to join military forces to kill and be killed in foreign lands. Having unquestioning obedience and loyalty to the authority of a system to which one has accepted a subservient role is essential to the health of the state. It is in this sense that the corporate-state requires, and feeds upon, what can best be referred to as “zombies.” This is the “Brave New World” envisioned by the institutionalists; to create a mass of animated – but otherwise lifeless – brain-dead humanoids to be mobilized for purposes that do not benefit the conscripts.

Until the eugenicists can provide the science and genetic engineering to fulfill the institutional longing for a permanent class of zombies, such efforts will continue to be made by the government schools and the mainstream media. Whatever successes they achieve can be seen in flags flying on homes; bumper-stickers on cars that read “my child is an honor student” at a given school, or “proud parent of a Marine”; or the election-day wearing of a sticker that reads “I voted.” Those who cling to the illusion that their servitude is designed to benefit humanity should recall The Twilight Zone episode in which the promise “to serve mankind” was finally interpreted as “a cook book.”

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J. Rochedy: pour un discours communautariste

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POUR UN DISCOURS COMMUNAUTARISTE
Julien Rochedy*
Ex: http://www.rochedy.fr

Pendant des années, je me suis convaincu que le meilleur message à porter était celui de l'assimilation. Plusieurs raisons m'y poussaient. D'abord, ce principe était abandonné par les autres, la gauche et la droite, lesquelles prirent le parti de l'intégration voire de « l'inclusion », c'est à dire autant de systèmes laissant aux personnes d'origine immigrée le privilège de conserver, sinon l'entièreté de leur culture, au moins la fierté de leurs origines et tout ce qui va avec. La nature ayant horreur du vide, il y avait là un principe on ne peut plus républicain à récupérer et à porter d'un point de vue politique. Ensuite, je pensais que ce principe correspondait particulièrement à, disons, l'âme française. La France étant une nation singulièrement culturelle, et les français n'ayant, par nature, presque aucune conscience ethnique (contrairement aux allemands, anglais et autres italiens), nous ne pouvions que demander aux habitants de France de respecter une culture majoritaire.

Ce message, me semblait-il, non seulement pouvait être entendu et apprécié par les français, mais il présentait de plus l'avantage – considérable – de ne pas prêter le flanc, ou très peu, aux accusations de racisme qui ont toujours plu sur le mouvement national. Je supposais aussi que l'arbre français était capable de supporter de nouvelles branches, et que, perdus pour perdus, le mieux qu'il nous restait à faire était de transformer un maximum de personnes d'origine immigrée en parfaits français « culturels », c'est à dire prenant en eux-mêmes, le plus qu'ils le pouvaient, une partie de notre héritage civilisationnel afin de le transmettre, eux-aussi. Ce discours de « l'assimilation », avec tous les avantages qu'il procurait, devint celui que choisit Marine Le Pen pour parler d'immigration. C'est toujours le sien aujourd'hui, et, en tant que l'un de ses portes-paroles pendant des années, je véhiculais avec lui dès qu'un micro ou un auditoire m'étaient offerts. 

Aujourd'hui, je dois le dire, je veux faire mon « coming-out » communautariste. Là encore, plusieurs raisons m'y poussent. 

D'abord, même si je tentais d'y penser le moins possible, je savais très bien qu'il est impossible d'assimiler dix à quinze millions de personnes. L'argument est banal mais il est valable : on peut assimiler des individus mais pas des peuples. A l'échelle de ces chiffres, nous avons à faire à des peuples, non plus à des individus ayant été transférés dans des familles d'accueil. Cela ne s'est jamais produit dans l'Histoire, et puisqu'elle est, pour nous, notre seule véritable école politique, nous ne voyons pas comment un tel exploit serait possible aujourd'hui, d'autant que les conditions, ne serait-ce que pour essayer, sont désormais les pires possibles. 


En effet, la puissance d'attraction de la culture et de la civilisation françaises a fortement diminué. Nous ne sommes hélas plus au 18ème ou 19ème siècle. Nous avons cédé face aux cultures anglo-saxonnes depuis déjà trop longtemps, et, tandis qu'un certain nombre de Français de souche n'ont déjà quasiment plus beaucoup d'attirance pour leur propre civilisation, on voudrait que des français de fraîche date devinssent des Jean Gabin et récitassent du Corneille ou du Racine ? Cela paraît hautement improbable. Et puisque de toute façon nous n'avons pas commencé, depuis trente ans, par l'assimilation, nous nous trouvons en face de gens déjà formés par leur propre culture. En somme, c'est déjà trop tard. Ajoutez à cela des cultures profondément différentes des cultures européennes, parce qu'africaines, musulmanes, etc, et vous vous retrouvez dans une situation impossible.  En définitive, désormais, l'assimilation relève du rêve ou de la gageure. Les communautés se forment déjà sur notre territoire, tout à fait naturellement. Un million de hussards noirs, sveltes et sévères, qui ressusciteraient, n'y pourraient rien. Et de toute façon, nous ne les avons pas. Le sort est donc jeté. Mais puisque nous parlons de « messages politiques », venons-en. Les plus malins du Front National ne croient pas plus à l'assimilation de quinze millions de personnes que moi, mais rétorquent habilement que ce discours reste le plus utile à tenir. Il rassure les français sur une vieille illusion de paix sociale garantie par une forte culture commune, et peut même agréger au mouvement des personnes d'origine immigrée qui aurait fait le choix personnel de s'assimiler parfaitement. Oui, ça peut marcher, et d'ailleurs, dans une certaine mesure, ça marche. Toutefois, je crois qu'il est possible que le Fn ait un coup d'avance en assumant une donnée qui sera la réalité incontestable de demain. En vérité, puisque le communautarisme tiendra lieu de système social dans la France – voire l'Occident tout entier – de demain, la question qu'il reste à trancher est celle de son application : sera-ce un communautarisme larvé et conflictuel ou au contraire ordonné ? 

Les intérêts politiques d'un tel discours seraient les suivants : 

Déjà, il serait plus proche des réalités et du possible. Alors certes, dans la « politique com », ce n'est plus vraiment l'essentiel, mais pour celui qui voudrait se préparer à exercer, effectivement, le pouvoir, intégrer à son logiciel la vérité et les éléments du possible n'est pas chose superfétatoire.Il réaliserait aussi l'équation assumée de ce qui est déjà, à savoir que le Front National est le parti des français, de ceux qui se ressentent et se respirent comme tel, et dont la plupart, qu'on le veuille ou non, ne sont pas d'origine immigrée. De plus, ce message serait loin de faire fuir les voix des personnes d'origine immigrée.

Je m'explique : j'ai été frappé de constater qu'un tel discours responsabilise et rassure les français musulmans ou simplement d'origines étrangères. Il ne leur somme pas de devenir de « parfaits français », ce qu'ils n'ont pas envie d'être, à de rares exceptions, mais leur permet de rester ce qu'ils sont, organisés, respectés, avec comme seules conditions d'honorer les lois du pays en n'étant pas à sa charge. En clair, il rehausserait le drapeau et l'Etat au dessus des communautés, lesquelles seraient, le plus possible, encouragées toutes à leur porter allégeance. Nous aurions là des français, tous rassurés dans leur manière de vivre, mais travaillant de concert pour leur bien propre. Alors certes, on va me dire que ce modèle est celui des Etats-Unis. Oui, c'est vrai. Là-bas, dans l'archétype, les communautés existent et vivent plus ou moins comme elles l'entendent, du moment qu'elles respectent les lois de l'Etat et soient capables de le servir dans une conscience rehaussée de servir quelque chose qui les dépasse et les garantit dans leurs modes de vie.

Ce n'est pas l'idéal, bien entendu. Mais nous n'avons plus quinze ans : l'idéal est derrière nous. Nous devons faire au mieux avec les conditions sociales qui sont les nôtres, et tant pis si celles-ci ressemblent désormais aux sociétés multiculturelles anglo-saxonnes. Ce n'est pas de notre faute si c'est ainsi. S'il n'en avait tenu qu'à nous, il n'y aurait pas eu d'immigration et tous ces problèmes ne se seraient jamais posés. De toute façon, quelle est l'alternative ? Entendu que quinze millions de personnes, sans doute vingt demain, ne deviendront jamais, tous, des auvergnats et des bretons classiques, il va bien falloir organiser un peu tout cela. Ne serait-ce que – parce que nous y tenons – pour conserver le type classique de l'auvergnat et du breton. Restes des solutions de guerre civile, de remigration massive ou de génocides, mais personne, en l'état, en raison et en morale, ne peut proposer de telles solutions. Dès lors, organiser en vue de la France des communautés qui de toute façon existent et existeront encore plus demain, semble la seule solution d'avenir à la fois pacifique et salutaire. Le reste n'est qu'illusions, anarchie et sang.

 PS : J'ajoute, pour ceux qui rêvent de "remigration", que celle ci ne pourrait être envisageable que dans un contexte de communautés clairement identifiées. Tous les exemples de mouvements de populations dans l'Histoire en témoignent.


*Source

Gerd-Klaus Kaltenbrunner’s Work and Thought

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Gerd-Klaus Kaltenbrunner’s Work and Thought
 
An Interview with Martin J. Grannenfeld

by The Editor

Ex: http://traditionalbritain.org

Gerd-Klaus Kaltenbrunner (1939-2011) was an Austrian Catholic Traditionalist philosopher who was influential among conservatives and traditionalists in the Germanophone world. He is particularly well-known for his extensive corpus of works dealing with conservative, traditionalist, and religious theories and portraits of numerous thinkers involved in these philosophies.

by Lucian Tudor

Introductory Note: Gerd-Klaus Kaltenbrunner (1939-2011) was an Austrian Catholic Traditionalist philosopher who was influential among conservatives and traditionalists in the Germanophone world. He is particularly well-known for his extensive corpus of works dealing with conservative, traditionalist, and religious theories and portraits of numerous thinkers involved in these philosophies. However, his works and thought are, unfortunately, not well- known in the Anglophone world. In order to help introduce Kaltenbrunner to the English- speaking world and to encourage further studies and translations, we have chosen to interview Martin Johannes Grannenfeld – a German Catholic Conservative and editor of the website Geistbraus – who is among those who have studied Kaltenbrunner’s works in depth and has been inspired by them.

Lucian Tudor: How did you first become acquainted with Gerd-Klaus Kaltenbrunner and his work?

Martin J. Grannenfeld: It happened by mere chance. Around 2003, I read about the mythological figure of Prester John, a mighty oriental Christian priest-king during the Middle Ages, who was prepared to help the crusaders with a great army. I was somewhat fascinated by this figure, thus I looked for literature about him – and in the Bavarian State Library in Munich I found a book named Johannes ist sein Name. Priesterkönig, Gralshüter, Traumgestalt by an author I didn't know then – Gerd-Klaus Kaltenbrunner. From the very first sentence I was thrilled. Unlike many other scholars, Kaltenbrunner didn't demystify the legend. Quite on the contrary, he revealed its metahistorical core, and outlined a fascinating, rich, and deeply symbolic cosmos of ways to see our world and the beyond. I understood immediately that I had found an author whose writings were different from everything I had read before, and who would certainly keep me occupied for quite a while.

Lucian Tudor: Kaltenbrunner has written extensive studies on Dionysius the Areopagite, Prester John, and Anne Catherine Emmerich. Can you tell us about these figures and what you found most significant about them in Kaltenbrunner’s books on them?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner wrote two large books about Dionysius and Prester John. His work about Anne Catherine Emmerich is much shorter and less complex. He intended to write another extensive study about Melchizedek, the mysterious priest-king from the Old Testament, but there exist only drafts of this work.

His book about Prester John was written in 1989 and published in 1993. Its first sentence, “Prester John has never lived and is nonetheless one of the most influential figures of the Middle Ages,” can be regarded as a motto: the mystical, invisible world can be more real than the visible everyday life. Subsequently Kaltenbrunner drafted a complex picture of this metahistorical

“John” – comprising not only Prester John himself, but also his spiritual ancestors John the Evangelist, his disciple John the Presbyter, and the esoteric school of “Johannides” – which is not primarily meant as a historical fact, but rather as a “Johannide,” i.e. a mythologic-symbolic way of thinking. In the second half of his book, Kaltenbrunner linked Prester John with the other great myth of the High Middle Ages: the Holy Grail – and interpreted some of the Grail epics against the background of the Johannide philosophy.

The other book, Dionysius vom Areopag. Das Unergründliche, die Engel und das Eine, was published in 1996. It is even more voluminous, comprising more than 1000 pages. Like the book about John, it focuses on one figure – Dionysius the Areopagite – and draws a specific theology out of this encounter. Like John, the figure “Dionysius” is composed from several single persons by the same name: a) Dionysius the Areopagite from the Bible, b) the author of the famous writings, c) the bishop of Paris from the 3rd century, d) the Greek God Dionysos, to whom the name Dionysius is dedicated. Starting with multifarious reflections on the Greek and Christian spiritual background of these figures, Kaltenbrunner finally sketches – inspired by Dionysius’ negative theology – a great picture of a hierarchical world, which comprises everything from the ugliest scarab up to the nine spheres of angels, and above all, the inexpressible and incomprehensible God – the “One,” as Dionysius calls Him.

Lucian Tudor: From your reading, what are the most important principles of Kaltenbrunner’s religious philosophy?

Martin J. Grannenfeld: 1. The Invisible is real. 2. History is full of symbolic meaning. 3. Legends, myths and tradition are important keys to the Eternal. 4. The esoteric core of all religions converges.

How does Kaltenbrunner believe we should understand the Sacred and the mystical experience?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner is strongly influenced by negative theology and Platonism. God only discloses Himself through the hierarchy – the great Jacob’s Ladder where the angels descend and ascend, and our knowledge of the Eternal with them. We can ascend the Ladder, but we can never reach God: the inner core of His essence is beyond our thinking and our language. Kaltenbrunner insists that Buddha, Lao-Tse, Shankara, and Meister Eckhart would have been able to communicate, because they were very far in their hierarchical way of understanding the divine mysteries.

Lucian Tudor: Kaltenbrunner appears to have been very knowledgeable about a variety of religious beliefs and sects; what led him, in particular, to Catholic religiosity?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner, born 1939 in Vienna, was raised as a Catholic. However, after he grew up, his belief took a back seat, and his interest in politics, history and culture became more important. Catholic thinkers like Franz von Baader remained important for him, but it was only in the mid-nineties – after the publication of his Johannes and before his Dionysius – that he rediscovered his faith. Father Georg Alois Oblinger, a Catholic priest who accompanied Kaltenbrunner during his last years, told that one day, while strolling in his garden,

Kaltenbrunner suddenly understood that God really existed. He had always had sympathy for the Catholic Church (at least in its traditional form, since he didn’t like the modern liturgy and the Popes Paul VI and John Paul II) – but he had looked to it simply in a cultural way, not in the way of a believer. His Dionysius is a striking testimony of his newly discovered faith: For example (inspired by the Old Testament story of Balaam’s donkey), he asks in all naivety if some sudden, irritated movement of our domestic animals might be caused by sudden encounters with angels, invisible for humans...?

Lucian Tudor: We often encounter nowadays people who ask for "scientific proof" that God and the supernatural exist. How does Kaltenbrunner address this kind of mentality?

Martin J. Grannenfeld: Mostly he ignores it. His Dionysius, the only major book he wrote after he became a believer himself, is obviously addressed towards an empathic, traditionalist reader. Kaltenbrunner’s concern was not primarily apologetics, but the conveyance of his spiritual insights to like-minded persons.

Lucian Tudor: Kaltenbrunner discussed in his works a vast variety of philosophers with differing viewpoints, some of them not even Christian. How did he reconcile his Catholic beliefs with his interest in the works of “Pagan” intellectuals such as Ludwig Klages and Julius Evola?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner had an exceptional knowledge of Occidental thinkers, writers, and artists – some famous, some less known, some virtually forgotten. He wrote several hundred essay-portraits about them, most of which have been collected in his six “Europe” volumes, consisting of two series: Europa. Seine geistigen Quellen in Portraits aus zwei Jahrtausenden (three volumes, 1981-85) and Vom Geist Europas (three volumes, 1987-92). Kaltenbrunner had always pled for an “inspired Christianity” (“geistdurchwehtes Christentum”) without any ideological blinders. This explains why even after his rediscovery of faith he continued to be interested in all the different thinkers he had known and portrayed before. However, Julius Evola and the “Traditionalist” school founded by Rene Guenon held an exceptional position in Kaltenbrunner’s philosophy. Their concept of Integral Tradition, the Sacred, kingship, and priesthood was very close to Kaltenbrunner’s own views. Leopold Ziegler, the Catholic exponent of the Traditionalist school, was especially influential to Kaltenbrunner. His book about Prester John can in fact be read as a transformation of Guenon’s and Evola’s philosophy into the spiritual cosmos of Christianity.

Lucian Tudor: What are essential principles of Kaltenbrunner’s theory of Conservatism?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner pointed out that conservatism cannot be a synonym for intellectual idleness. Referring to a poem by Goethe on breathing in and breathing out, he described conservatism as a sophisticated balance between things that stay and things that change. He thought that the real conservative has to be un-conservative in some matters, open to new solutions in order to prevent destruction of human culture and society as a whole. For example, nowadays, with war and poverty being absent from Europe, the contemporary conservative has to develop new ways of struggle, battle, heroism, and asceticism.

Lucian Tudor: How does Kaltenbrunner understand Tradition, specifically, and how does he believe that traditional values can be revived in the modern world?

Martin J. Grannenfeld: The concept of “Tradition” became important for Kaltenbrunner in the 80’s. As mentioned before, he got more and more influenced by Integral Traditionalism as taught by Guenon and his followers. Parallel to the shift from “conservatism” to “traditionalism,” Kaltenbrunner’s concern in changing today's world declined. He focused more and more on the single, remote individual, who preserves Tradition during the “spiritual winter” – a human network scattered through space and time, but unified in spirit. During the last fifteen years of his life, he took the most radical consequence of this world-view, becoming a hermit, living on his own in the countryside, without a telephone, without even a door bell, just with his books and his large garden.

Lucian Tudor: Traditionalists are often associated with a "cyclical" view of history in which the world goes through lengthy stages, beginning with a Golden Age and ending in a Dark Age. This is opposed to the "linear" and "progressive" views of history, although there are arguably other perspectives. Considering his Traditionalist influences, could you tell us if Kaltenbrunner held the cyclical view of history or did he offer another view?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner certainly never held the cyclical view in a strictly “pagan” or “Indian” sense that after a huge fire everything starts again. Nevertheless, Kaltenbrunner was a cultural pessimist – his favourite centuries lay a long time in the past: the Greek antiquity, the High Middle Ages, the Baroque Period or the days of Goethe. Unlike Guénon and Evola, however, he was not very interested in speculation about a prehistoric “Golden Age.” As a literary person, an era without written documents did not concern him too much – with the only exception of the first chapters of Genesis, especially about the Nephilim and Melchizedek, with whom he dealt in his Dionysius.

Lucian Tudor: What are the fundaments of Kaltenbrunner’s theory of culture?

Martin J. Grannenfeld: Kaltenbrunner never sketched an explicit theory of culture. Culture meant for him rather a never-ending dialogue with thinkers and poets from all times. He did not approach thinkers from a modern, patronizing, “enlightened” position, but as equals, at eye level, no matter how ancient and strange they may be. In the beginning of his Dionysius he even wrote a personal letter to his hero. Kaltenbrunner is certainly more attracted by non-mainstream authors, individuals, and often forgotten thinkers, but he also adored well-known and famous writers like Goethe, Novalis, and Angelus Silesius.

Lucian Tudor: What did Kaltenbrunner say about social ethics, the individual’s role, and holism?

Martin J. Grannenfeld: A common topos in Kaltenbrunner’s philosophy is, as abovementioned, the remote individual preserving knowledge for the society. Kaltenbrunner often mentioned that the world as a whole is threatened by nuclear, ecological, and spiritual destruction, and that the effort of an elite is required to prevent or at least attenuate the upcoming catastrophe. Hence his sympathy for ascetics, hermits, mystics, monks, thinkers and writers in general. Particularly, the ecological concern is quite special for Kaltenbrunner and distinguishes him from many fellow conservatives, who abandoned environmental issues after the political left took possession of this complex in the late 80s. In his last years, living in harmony with nature became more and more important for Kaltenbrunner – he grew ecological food in his own garden and did not even possess a car. But all this was not condensed into a theory (he did not longer write texts during his last 15 years), but mere practical exercise.

Lucian Tudor: What did Kaltenbrunner conclude about the problem of secret societies and conspiracy theories?

Martin J. Grannenfeld: Frankly speaking, Kaltenbrunner did not see secret societies as a “problem” at all, but as an important means for the conservation of ideas rejected by the mainstream. He wrote a short text on the matter in 1986, entitled “Geheimgesellschaften als exemplarische Eliten” (“Secret Societies as Exemplary Elites”), which was included into the second edition of his book Elite. Erziehung für den Ernstfall. In this sketch, he did not only describe Freemasonry, Rosicrucianism, the Illuminati, etc., but also secret societies which managed to grow large and usurp a whole state – like the Bolsheviks in Russia, or formerly the Jesuits in Paraguay. However, he pointed out that this can be a possible escape from the typical loyalty conflict between the secret society and the state which every member has to face; his true sympathies lie without any doubt with the small, hidden groups without any political power. Kaltenbrunner’s text about secret societies could be regarded as a link between his earlier “conservative” and his later “traditional” views: getting less and less interested in changing the world in respect to the political, and more and more concerned about its spiritual renewal.

Lucian Tudor: Can you please summarize Kaltenbrunner’s position on political forms (monarchy, republic, democracy, etc.)? What political form did he see as ideal and did he believe that political corruption could be minimized in a certain system?

Martin J. Grannenfeld: In his heart of hearts, Kaltenbrunner was an aristocrat. Although he was sceptical about a restoration of the traditional nobility, he felt the necessity of a skilled elite in government, culture, and warfare. He did not directly reject democracy, but warned of the mediocrity which often accompanies it. In his early works, no specific sympathy for republic or monarchy is visible – aristocratic republics like Venice are approved by him as well. In the 80s, however, culminating in his Johannes, he is more and more absorbed by the idea of a universal Christian monarchy, with a supra-national emperor exercising spiritual-metapolitical leadership over the occidental Christianity – like it used to be in the best times of the Middle Ages, e.g. under the rule of Frederick Barbarossa or Emperor Charles IV.

Lucian Tudor: We are aware that very little of Kaltenbrunner's work is available in English and he is not well-known in the Anglophone world. In your opinion, what is the best starting point from Kaltenbrunner's works? Also, what would you suggest is the best book to translate first out of works?

Martin J. Grannenfeld: I would suggest the same book which happened to be my first one:

Johannes ist sein Name – Kaltenbrunner’s great essay about Prester John. This is in my opinion his best written and most inspiring book, comprising everything that makes Kaltenbrunner so unique. It is shorter, more concise and also more optimistic than his later opus magnum Dionysius vom Areopag, and yet more intriguing and unconventional than his earlier political and cultural writings. I really hope that one day an English translation of this work (and of other works by Kaltenbrunner) will be available! This will be a big step to make this great thinker of our time better known.

Lucian Tudor: Thank you very much for the interview.

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Knut Hamsun : Pan

Knut Hamsun: Pan

Ex: http://www.legoutdeslettres.com

 
livre-hamsun.pngLu Pan, de Knut Hamsun. Livre assez extraordinaire, qui reflète la personnalité hors-norme de son auteur. J’ai rarement vu une telle liberté d'esprit, liberté qui touche parfois à la folie, comme dans La Faim, son roman le plus connu. Il m’est toujours un peu difficile de parler de cet écrivain, et je constate à quel point, malheureusement, il est plus aisé de dénigrer que de louer. C’est que les romans d’Hamsun (ceux que j’ai lus du moins) ne ressemblent à rien de connu. Les mécanismes psychologiques s’y montrent à nu, dans leur instantanéité, sans le moindre commentaire, sans le moindre filtre d'un rôle social à jouer. Mais loin de tomber dans le monologue profus et un peu indigeste à la Joyce ou à la Céline, Hamsun, qui appartient à la génération précédente, conserve la forme épurée, presque elliptique, du récit classique. On a donc à la fois le plaisir d'un style classique et la surprise d’une psychologie tout à fait atypique. Et ce qui est admirable, c’est que, contrairement à Dostoïevski qui fouillait les côtés louches de l’âme humaine, Hamsun, doté d’une grande et noble personnalité, se maintient toujours à cette hauteur pour observer le monde. Il voit parfaitement les ridicules des hommes, mais il ne s’attarde pas, son regard reste distant et détaché. Il n’est pas étonnant que Bukowski, après Gide et Henry Miller, le cite parmi ses romanciers préférés. Après l’avoir lu, on se sent plus libre, et on lui a de la gratitude d’éprouver un tel sentiment.

Renaud Camus nous lit un conte prémonitoire d’Andersen

Discours de Renaud Camus (écrivain et président du Parti de l’In-nocence) aux assises de la liberté d’expression à Rungis le 15 mars 2015

Renaud Camus nous lit un conte prémonitoire d’Andersen

L'art du vin grec

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L'ART DU VIN GREC: Quand il a conquis les Celtes

François Savatier*
Ex: http://metamag.fr
 
Les objets découverts dans l'extraordinaire tombe princière celte de Lavau nous renseignent sur la façon dont les Celtes ont commencé à boire du vin : à la grecque !

Qui eût cru cela encore possible ? La « tombe à char » celte fouillée par  Bastien Dubuis et son équipe de l’INRAP à Lavau, près de Troyes, s'avère d'une importance comparable à celle de la princesse de Vix ! Située à deux kilomètres de la Seine, la chambre mortuaire de 14 mètres carrés a déjà livré un char à deux roues, deux céramiques, un poignard et son fourreau ainsi que de très nombreuses traces de bois et de tissus. Toutefois, c’est l’extraordinaire service à boire qui lui confère son rang de découverte exceptionnelle et invite les archéologues à penser qu’elle date du début du Ve siècle avant notre ère.


La pièce maîtresse du dépôt funéraire est un chaudron en bronze de près d'un mètre de diamètre, ce qui rappelle la tombe de Vix, où se trouvait un énorme cratère en bronze. Le bord du chaudron est décoré par huit têtes de félins, tandis que ses quatre anses circulaires sont ornées de têtes d’Acheloos, l’esprit-dieu du fleuve grec Achéloos. Au centre du chaudron se trouve une ciste, c'est-à-dire un contenant à objets sacrés qui est l’un des éléments bien connus du culte de Dionysos, le dieu du vin et… de ses excès. La ciste de Lavau a la forme d'un seau cylindrique en bronze. Un vase de bronze – un contenant à liquide selon Bastien Dubuis – se trouve aujourd'hui dans cette ciste, mais la stratigraphie (l'ordre des strates archéologiques) indique qu'il se trouvait à l'origine dans, ou sur le chaudron. Finalement, une œnoché (œnochoe), c'est-à-dire une cruche utilisée dans le rite dionysiaque pour puiser le vin, se trouve au fond du chaudron, accompagnée d'une passoire en argent destinée filtrer le liquide.

 
L’intérêt intrinsèque du chaudron et des objets qu'il contient est dépassé par celui de la seule œnochoé. Une œnochoe, littéralement, une « puiseuse à vin », est une cruche à panse large, à une seule anse et à bec verseur trilobé. Généralement en céramique, les œnochoés peuvent aussi être en métal, et être décorées ou non. La décoration de celle de Lavau met en scène Dionysos couché sous une vigne (une grappe de raisin est visible, ainsi que ce qui semble être du lierre) et parlant à une femme. Pour Dominique Garcia, président de l'INRAP, cette femme pourrait être Ariane, une mortelle censée avoir épousé Dionysos. Pour Bastien Dubuis, en revanche, ce pourrait être Déméter, la déesse grecque de l'agriculture et des moissons, souvent représentée avec Dionysos sur les œnochoés. Les deux personnages sont représentés par des figures noires sur fond rouge, un type de céramique produit dans la région d’Athènes jusqu'à la moitié du Ve siècle avant notre ère.

Pour Dominique Garcia, il est vraisemblable que l’œnochoé de Lavau a été importé de Grèce en Italie, où un habile artisan a recouvert le bord verseur et le pied d’une couche d’or agrémentée de filigranes. Cet artisan se serait employé à «customiser» un objet de luxe fréquent, peut-être même produit en série, pour s'adapter aux goûts celtes. En faisant travailler cet artisan spécialisé, le marchand méditerranéen qui a vendu ou offert le service à boire de Lavau à un prince celte aura ainsi cherché à s'adapter aux goûts exotiques des Celtes, un peu comme les marques de luxe françaises adaptent aujourd'hui des produits bien français aux goûts orientaux ou asiatiques…

Pour Bastien Dubuis, cette hypothèse, qui correspond à ce que l'on sait de la circulation des biens de luxe entre les peuples antiques, est séduisante, mais les princes celtes, grands amateurs de joaillerie, ont aussi pu faire appel sur place un artisan étrusque ou ibère. Peut-être cet artisan a-t-il est-il aussi l'auteur du magnifique torque (collier en forme d'anneau) décoré de chevaux ailés et d'une sorte de filigrane retrouvé dans la tombe de la princesse de Vix ? La tombe de Vix et celle de Lavau sont en effet très proches dans le temps et l'espace, et les relations entre ces deux tombes devront être étudiées en détail.

Quoi qu’il en soit, au début du Ve siècle avant notre ère, c'est-à-dire de la fin du Hallsttatt ou premier Âge du fer (de 800 à 450 avant notre ère), un prince celte (Lavau) et une princesse celte (Vix) se sont fait enterrer avec un service à boire destiné à célébrer les rites grecs de l'orgie dionysiaque. Or selon les indices archéologiques, l'élite celte ne connaissait pas le vin avant sa rencontre avec les marchands méditerranéens. Le fait qu'elle semble avoir repris à son compte le rite dionysiaque suggère qu'elle était en voie d'acculturation en reprenant les usages grecs. À moins que les élites celtes aient possédé depuis longtemps leur propre version des célébrations orgiaques grecques, de sorte que sous l'impulsion de marchands héllénisés, la mode du luxe grec se serait imposée aux élites celtes à la fin du Hallstatt. Une seule chose est sûre, tranche Dominique Garcia, cet œnochoe ornementé d’or et de filigranes est unique au monde. Le kitsch du luxe, c'est sûr, est très ancien.

Pour en savoir plus :

Michael Dietler, L'art du vin chez les Gaulois, Dossier Pour la Science N°61, octobre-décembre 2008.
François Savatier, Le trésor du Keltenblock, actualité Pour la Science, en ligne le 4 avril 2012.
Stéphane Verger, La Dame de Vix : une défunte à personnalité multiple, dans J. Guilaine (dir.), Sépultures et sociétés. Du Néolithique à l’Histoire, Paris 2009, p. 285-309.

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lundi, 23 mars 2015

France, départementales: manipulation des sondages?

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DÉPARTEMENTALES : MANIPULATION DES SONDAGES CONTRE LE FN ?
 
Sarkozy va gagner le second tour, le FN remporter le premier

Raoul Fougax
Ex: http://metamag.fr

Le Front National est, dans les chiffres réels, le vainqueur du premier tour des départementales.Or, pendant toute la soirée électorale, les médias ont tenté de prouver le contraire.


Le Fn aurait été au-dessous de ses espérances et aurait perdu sa place de premier parti de France, un premier coup d’arrêt grâce à Manuel Valls ou à Nicolas Sarkozy, selon les commentateurs.
Comment une telle présentation, qui fait partie de la stratégie de barrage de l’idéologie médiatique, a-t-elle été rendue possible ? Tout simplement parce que le score du Fn à près de 26 % n’était pas celui prévu par les sondages entre 28 et 30 %. Depuis 15 jours, les politiques du système et leurs clones médiatiques ont joué sur ces chiffres pour faire peur aux électeurs. Cela n’a pas marché, mais cela  a permis d’agiter un leurre.


Il est probable que les sondeurs aient volontairement -ils sont aussi des organismes idéologiques- surestimer le Fn pour provoquer un effet déception. Cette hypothèse de manipulation est analysée de très près au Fn bien sûr mais pas seulement. Il y a des indices concordant dans ce sens. Ce sera sans doute un sujet dans les prochains jours. Il y a des questions à poser aux sondeurs sur leurs méthodes mais qui les posera ? Libération en tout cas note que les sondeurs ont été des alliés objectifs de l'Ump sans aller encore plus loin.


C’est le différentiel, connu à l’avance par le pouvoir, qui a permis à Manuel Valls de se lancer dans une campagne anti-Fn dont il espérait être le grand bénéficiaire. Les résultats du Ps au premier tour et le désastre annoncé au second font capoter cette stratégie, encore plus fragilisée par l'émergence d’une gauche à la gauche de la gauche. 


En ce qui concerne  le titre de premier parti de France, là encore la manipulation est évidente. On a tout regroupé pour  que le total de la Gauche soit presque au niveau du total de la Droite et que le Fn soit troisième.


Mais cela ne correspond à rien. Comment peut-on additionner les suffrages de ceux qui soutiennent la politique de Valls et de ceux qui veulent sa peau ? Quand à l'Ump, elle n’est premier parti de France qu’avec l’Udi et le Modem sans parler des divers droites dont certains candidats sont plus proches de Marine Le Pen que de Nicolas Sarkozy. Or, comme l'Udi et le Modem, sauf preuve du contraire, sont bien des partis, le Fn reste la premières formation de France, hors alliances électorales. C’est pourquoi la joie des médias audiovisuels a été de courte durée, car il a bien fallut ensuite parler des vrais chiffres qui confirment la poussée et l'implantation, du Fn. Le deuxième tour risque d’ailleurs, avec le ni-ni, de lui être plus favorable que prévu. 


On a désormais le chiffre définitif : il y aura 314 triangulaires au second tour et même une quadrangulaire en Haute-Vienne. Il y aura aussi 1536 duels.


Nicolas Sarkozy, lui, peut se frotter les mains. Au soir du second tour, il aura gagné et il aura donné à l'UMP une victoire électorale. Ce sera peut être le vrai départ d’un retour qui était pour le moment assez raté. Même si Alain Juppé explique que c’est sa stratégie d'ouverture au centre qui a finalement gagné – c’est vrai- mais celui qui a remporté la bataille, ce n’est pas le stratège Juppé mais le tacticien Sarkozy. 


Quand à Valls, il peut continuer à avoir peur. Valls, gardez vous à droite, Valls gardez vous à gauche !

Destituer Dilma Rousseff, liquider Lula, le PT [et les BRICS]

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Destituer Dilma Rousseff, liquider Lula, le PT [et les BRICS]

Auteur : Eric Nepomuceno
Traduction Florence Olier-Robine
Ex: http://zejournal.mobi

Des appels à manifestations dans tout le Brésil ont été lancés pour ce dimanche. L'objectif : la révocation de la présidente Dilma Rousseff, réélue en octobre dernier pour un second mandat, qui prit effet il y a exactement 73 jours. Il y a deux jours, des manifestations avaient déjà eu lieu pour réclamer le maintien en fonctions de Dilma, dans 23 des 26 capitales de provinces brésiliennes, de même qu'à Brasilia, capitale fédérale. Elles avaient rassemblé quelques 150 mille personnes à travers tout le pays. Celles de dimanche prévoient des chiffres beaucoup plus élevés, bien au-delà de centaines de milliers.

C'est en réponse à l'appel de la CUT, la Centrale Unique des Travailleurs (Central Única de Trabajadores), des fédérations syndicales, des mouvements syndicaux, tous plus ou moins liés au PT, parti de Lula da Silva et de la présidente, que se sont déroulées les protestations de vendredi. Celles de dimanche se vantent d'être « spontanées », autrement dit, représenteraient le véritable ressenti de l'immense population brésilienne.

Mensonges. Elles ont été organisées, et même de manière grossière, par les perdants des élections présidentielles d'octobre dernier. Et, par perdants, il faut entendre non seulement les partis politiques et les candidats, mais surtout, les intérêts. Le système politico-économique qui a dominé le pays pendant de longues années se refuse à admettre un fait concret : il a été tenu en échec de façon accablante et répétitive aux présidentielles de 2002, 2006, 2010, et 2014.

Par delà les défaites successives des représentants de l'élite, on peut parler d'échec d'un système de contrôle de la société. D'un projet de classes sociales face à une ambition de nation, de société, de pays. Et, pour ces élites, c'est un phénomène inadmissible.

Le Brésil connaît une période de nervosisme et de tension où un curieux mélange de contradictions et de révélations voit le jour. Un exemple de prise de conscience : jamais auparavant les plaintes pour corruption n'avaient été autant prises au sérieux. Conclusion : c'est comme si le pays découvrait la nouveauté de la corruption alors qu'elle règne en maître depuis toujours, quelque soit le gouvernement.

Un exemple de contradictions : les manifestations de vendredi dernier. D'un côté, elles soutenaient Pétrobras (compagnie pétrolière), tant contre les accusations de corruption révélée, toujours objet d'une enquête approfondie, que des pressions qui tentent de détourner la législation mise en place par Lula da Silva et conservée par Dilma.

Revenir en arrière reviendrait à, non seulement faire le jeu des multinationales de manière quasi absolue, mais plus encore, dans les faits, ouvrir une brèche à la privatisation de l'entreprise. Par ailleurs, les manifestants défendaient une évidence, à savoir, que le résultat des urnes soit respecté et que Dilma aille au bout de son mandat présidentiel. Mais, d'un autre côté, ils protestaient aussi contre certaines initiatives prises par le gouvernement de la même Dilma, qui, selon les organisateurs, portent atteinte aux droits du travail, et plus particulièrement, contre les mesures prévues dans le cadre du remaniement budgétaire annoncé.

C'est ainsi que l'on proteste contre le gouvernement que l'on défend. Certains pensent que c'est cela qu'on appelle démocratie. Que c'est une chose de se plaindre ou de revendiquer, et que c'en est une autre, totalement différente, d'attaquer les institutions.

Ce dimanche, ce sont les opposants déclarés au gouvernement constitutionnel de Dilma Roussef et au maintien du PT au pouvoir, qui descendront dans la rue. Derrière ce mouvement se cache, outre les principaux partis d'opposition et les groupes radicaux de droite, le gros des élites, principalement dans les villes où le néolibéral Aecio Neves était parvenu à l'emporter l'année dernière.

Mais avant tout, et par-dessus tout, on y trouve les grands conglomérats des médias oligopolistiques. Le Brésil n'avait jusqu'alors qu'en de rares occasions, manié à ce point l'art de la manipulation.

Personne ne peut nier qu'il existe concrètement une bonne dose d'insatisfaction générale dans la société brésilienne, y compris chez ceux qui ont porté Dilma au pouvoir au mois d'octobre.

Cependant, c'est la première fois depuis le retour à la démocratie, après la période du régime civilo militaire qui étouffa le pays entre 1964 y 1985, que jaillit en pleine lumière un sentiment jusque-là assez éloigné de la scène politique : la haine.

Ou, plus exactement, la haine de classe. Le préjugé de classe. Les élites et les classes moyennes traditionnelles se dressent, indirectement, avec une fureur débridée, contre l'objet de leurs préjugés : cette classe sociale ignare et mollassonne qui soudain envahit les aéroports, achètent des frigos neufs, submergent les rues avec leurs petites « citadines », exigent des normes de qualité en matière d'éducation, de santé, de transports, et donc contre ceux qui ont permis ce bouleversement drastique du cadre social brésilien.

Si le Brésil a su ou a cru savoir dissimuler des doses massives de préjugés raciaux, en revanche, personne ne se soucie de contenir ses ardeurs de préjugés sociaux. Les élites brésiliennes haïssent la pauvreté, et plus encore, ceux qui ont cessé d'être pauvres. Les élites brésiliennes revendiquent le maintien de leurs privilèges de toujours, et prétendent être menacées par une crise économique déclenchée par des gouvernements qui ont gaspillé des torrents d'argent à faire en sorte que les misérables deviennent pauvres, et que les pauvres accèdent à l'échelon supérieur, de citoyens intégrés à une économie de consommation, c'est-à-dire, au marché.

En fin de compte, il ne s'agit que d'une seule et unique chose : Dilma, dehors, le PT, aux orties, exit Lula ! Aux oubliettes le projet de pays ! Le peuple, au rencart !


- Source : Eric Nepomuceno-Traduction Florence Olier-Robine

Les secrets de l'avalanche de milliards de dollars sur l'Égypte

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Les secrets de l'avalanche de milliards de dollars sur l'Égypte

Auteur : Nasser Kandil
Ex: http://zejournal.mobi

Du 13 au 15 mars courant s'est tenue à Charm el-Cheikh « la Conférence sur l'avenir de l'Égypte ». Quatre pays du Golfe ont promis des investissements et une aide de 12,5 milliards de dollars, et le Caire aurait signé des contrats d'investissements directs d'un montant de 36,2 milliards. Plusieurs ministres occidentaux ont fait le déplacement, dont le chef de la diplomatie américaine John Kerry.

Certains analystes se sont demandé quel était le but de ce soutien financier, éminemment politique, des Pays du Golfe et de l'Occident, notamment des États-Unis. Éviter le rapprochement entre l'Égypte et la Syrie dans leur lutte commune contre le terrorisme et les Frères Musulmans ? Éloigner l'Égypte de la Russie ? Empêcher l'Égypte de jouer son rôle historique dans la région du Moyen-Orient et le Monde arabe ?

Pour M. Nasser Kandil, sans nier toutes ces hypothèses qui pourraient paraître contradictoires, ce qui s'est passé en Égypte est en relation directe avec ce qui se passe actuellement au Yémen [NdT].

Comprendre les raisons de l'avalanche de ces milliards de dollars sur l'Égypte exige que nous envisagions les deux dimensions de cet événement :

- La relation de cette manne consentie à l'Égypte par les Pays du Golfe avec les problèmes auxquels ils font face au Yémen [depuis la prise de Sanaa par la rébellion houthiste le 21 septembre 2014, NdT].
- Le pourquoi du soutien occidental sans lequel les Pays du Golfe n'auraient pas pu placer leur argent pour redresser la situation politique et financière de l'Égypte.

En réalité, nous sommes devant une équation bi-factorielle égypto-yéménite, à la fois, géographique, démographique et économique. Car, si le Yémen est au cœur des pays arabes du Golfe, l'Égypte est au cœur des pays arabes d'Afrique, avec entre les deux la Mer rouge.

Par conséquent, lorsque nous parlons des Pays du Golfe, nous ne pouvons que tenir compte du Yémen. La preuve en est que l'Arabie saoudite, qui ne semblait se préoccuper que de la Syrie et du Liban, n'a plus d'yeux que pour ce qui se passe au Yémen. Les Saoudiens se sont battus avec tous leurs moyens financiers et relationnels pour que leur capitale, Riyad, soit le siège du dialogue entre les yéménites. Ils ont échoué.

Dès lors, comment faire alors qu'ils ne disposent pas de la force militaire nécessaire pour imposer leurs exigences comme, par exemple, la reconnaissance de Mansour al-Hadi [Le président yéménite démissionnaire qui a subordonné la poursuite des négociations nationales inter-yéménites au transfert du siège des pourparlers de Sanaa vers le Conseil de Coopération du Golfe Persique à Riyad, NdT] ou la qualification d'Aden en tant que capitale yéménite ? Comment faire face aux forces des Houtis rendues à leur frontière avec des incursions au-delà?

D'où le pari sur l'Égypte. Le président égyptien, Mohammad al-Sissi, n'a-t-il pas déclaré, au quotidien Al-chark, que la sécurité du Golfe faisait partie de la sécurité de l'Égypte ? Alors, payons ce qu'il faudra pour que les Égyptiens dépêchent leurs forces au Yémen et nous aident à imposer notre domination.

Mais voilà que les Égyptiens se comportent comme les Turcs. Les Saoudiens ont bien tenté de les réconcilier dans l'espoir de les pousser à coopérer au Yémen. Mais la réponse évidente du Turc fut : « Quand nous serons prêts à intervenir militairement quelque part, nous irons en Syrie ». Et la réponse, tout aussi évidente, de l'Égyptien fut : « Quand nous serons prêts à intervenir militairement quelque part, nous irons en Libye ».

Ne restait plus qu'à leur proposer d'assurer une sorte de « siège maritime » du Yémen par une alliance « locale » turco-égypto-saoudienne. Pourquoi ? Parce qu'il faut absolument étrangler Sanaa et empêcher les Houtis d'en faire la capitale du Yémen, alors que l'Arabie saoudite en a décidé autrement et a invité les États à transférer leurs ambassades à Aden. Une telle pression sur les régions acquises aux révolutionnaires est censée les amener à négocier une solution à Riyad et non entre yéménites, ce qui lui permettrait de les empêcher de consolider leur relation avec l'Iran.

C'était sans compter sur la colère du peuple égyptien suite à l'exécution de vingt-et-un de leurs compatriotes par Daech [EIIL, ISIS ou État islamique], en Libye ; colère qui a imposé aux autorités égyptiennes d'envisager une riposte militaire [5] et de pousser le Conseil de sécurité à mandater une intervention internationale spéciale contre le terrorisme en Libye, appuyées en cela par la France [6], l'Arabie saoudite et les Émirats arabes unis. Ceci, alors que l'Égypte avait refusé d'intégrer la Coalition internationale décidée par les États-Unis suite à l'invasion de Mossoul, faute d'avoir obtenu que la guerre contre le terrorisme inclut la lutte contre les Frères Musulmans.

Mais quelle ne fut la surprise du ministre égyptien des Affaires étrangères, une fois rendu à l'ONU [Conseil de sécutité du 18 février 2015, NdT], de constater que le Qatar s'opposait à qualifier la demande égyptienne de « demande formulée par les États arabes » et que, vérification faite, l'Arabie saoudite soutenait le Qatar !

Ici, la décision a été dictée par l'administration américaine, et cette décision est liée au Yémen : « Laissez agir les Frères Musulmans. Qui d'autres vous restent-ils pour défendre vos intérêts au Yémen ? ». Par conséquent, l'Arabie saoudite mise devant le fait de choisir entre la volonté de l'Égypte et les Frères Musulmans, qui l'aideraient à rétablir l'équilibre des forces escompté au Yémen, a choisi ces derniers.

D'où la déclaration du ministre saoudien des Affaires étrangères, Saoud Al-Faisal, se résumant à dire : « Nous n'avons aucun litige avec les Frères Musulmans ». D'où le rétablissement des relations entre l'Arabie saoudite et le Qatar. D'où la volte-face des Saoudiens contre l'Égypte et en faveur du Qatar.

Ainsi, et nous devons l'admettre, l'Égypte a été maîtrisée par le refus de sa demande d'une intervention internationale spéciale en Libye, l'administration US lui ayant fait savoir que la solution devra être politique. Laquelle solution passe par les Frères Musulmans et la recherche d'un accord entre l'Arabie saoudite, la Turquie et le Qatar.

Le régime égyptien s'est donc incliné en dépit du soutien de la Russie prête à coopérer, la coalition contre le terrorisme en Libye n'a pas eu lieu, mais instruction a été donnée aux Pays du Golfe d'ouvrir les tiroirs-caisses pour distraire le peuple égyptien par la manne financière à venir. Et les voilà tous rendus à Charm el-Cheikh pour claironner des chiffres de 10, 18, puis 30 milliards de dollars, qui pourraient atteindre les 100 milliards si l'année prochaine il s'avérait que les investissements étaient profitables.

Alors qu'en réalité, il s'agit essentiellement de projets et de prêts dont les intérêts iront aux nantis, et de placements bancaires destinés à éviter l'écroulement de la monnaie égyptienne ; ce qui ne modifiera pas grand-chose du revenu réel des citoyens égyptiens écrasés par la pauvreté.

Partant de là, nous pouvons donc répondre aux questions suivantes :

- L'équation yéménite penchera-t-elle en faveur de l'Arabie saoudite ? NON.
- L'équation libyenne penchera-t-elle en faveur de l'Égypte ? NON.
- L'Égypte, acceptera-t-elle de s'aventurer dans une guerre contre le Yémen ? NON.
- La Turquie, acceptera-t-elle de s'aventurer dans une guerre contre le Yémen ? NON.
- L'Arabie saoudite, se trouvera-t-elle obligée d'accepter de revenir au dialogue inter-yéménite qui devrait déboucher sur un Conseil présidentiel, avec les Houtis comme interlocuteurs de poids ? OUI.
- Le gouvernement égyptien se trouvera-t-il obligé à une confrontation, car si les Frères Musulmans arrivaient au pouvoir en Libye, même au sein d'un gouvernement d'union nationale [actuellement, deux gouvernements et deux assemblées législatives, NdT], ils se renforceront en Égypte ? OUI.

Autrement dit, la situation évolue dans un sens qui ne sert pas les intérêts de ceux qui se sont embarqués dans le sillage des USA, que ce soit du côté saoudien ou du côté égyptien.

Ceci, alors que le destin de l'Égypte est de s'associer avec la Syrie dans la guerre contre Daech, Jabhat al-Nosra et les Frères Musulmans, et que le destin de l'Arabie saoudite est de reconnaître humblement que les Houtis sont désormais un facteur obligatoirement déterminant dans les négociations, ainsi que dans le dialogue inter-yéménite, et que leur relation avec l'Iran, au cas où elle se concrétise, ne peut les affecter en tant que force patriote yéménite capable d'apaiser les tensions, non l'inverse.

Note : Monsieur Nasser Kandil est libanais, ancien député, Directeur de TopNews-nasser-kandil, et Rédacteur en chef du quotidien libanais Al-Binaa.


- Source : Nasser Kandil

USA zahlten al-Qaida Millionen von Dollar

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New York Times: USA zahlten al-Qaida Millionen von Dollar

Kurt Nimmo

Wie die New York Times (NYT) berichtete, hat die amerikanische Regierung al-Qaida »im Wesentlichen aufgrund fehlender Aufsicht und mangelnder Kontrolle der Finanzen« Millionen Dollar zukommen lassen. Laut verschiedener Medien wie Fox News und anderer Medienkonzerne ist dies kein Einzelfall, sondern fügt sich in eine ganze Reihe anderer Fälle von Korruption und Missmanagement der Regierung ein.

Das Geld, das mutmaßlich aus einem geheimen CIA-Fonds zur Bezahlung von Entführern stammt, wurde von al-Qaida zur Finanzierung ihrer Operationen und Waffenkäufe genutzt. Die USA und Bahrein behaupten weiterhin, kein Lösegeld an Terrorgruppen zu bezahlen.

Einzelheiten zu den Geldzahlungen tauchen angeblich in den Papieren Osama bin Ladens auf, der, zumindest nach der offiziellen Darstellung, 2010 in Pakistan von amerikanischen Spezialkräften getötet wurde. Laut zahlreichen anderen Quellen starb der frühere CIA-Aktivposten, der die arabisch-afghanischen Mudschaheddin im Krieg der CIA gegen die Sowjetunion in Afghanistan anführte, bereits Ende 2001 und nicht erst 2010, wie die Regierung und die Mainstream-Medien behaupten.

Weiterlesen:

http://info.kopp-verlag.de/hintergruende/geostrategie/kurt-nimmo/new-york-times-usa-zahlten-al-qaida-millionen-von-dollar.html

De la conquête européenne du pouvoir. Stratégie pour une refondation continentale

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De la conquête européenne du pouvoir

Stratégie pour une refondation continentale

par Thomas Ferrier

Ex: http://thomasferrier.hautetfort.com

Constat.

Les pays européens sont confrontés à la montée des mêmes périls auxquels ils sont incapables d’opposer un front commun. L’Union « Européenne » actuelle est impuissante à les enrayer et en nie même l’existence, tout comme chaque Etat « national » pris séparément. Depuis un demi-siècle l’Europe vit sous la coupe de l’idéologie mondialiste, sur l’utopie universaliste mortifère, que ce soit sous le masque du libéralisme américain ou celui de l’internationalisme prolétarien. La Russie, libérée en 1991 de la dictature communiste, est seule aujourd’hui à tenter de s’opposer à ce diktat, mais elle est elle-même bien impuissante, ne pouvant offrir qu’une résistance symbolique. L’hiver démographique n’épargne aucun pays européen et même lorsque le taux officiel est satisfaisant, il masque le fait qu’il s’agit en partie d’une natalité d’importation, obtenue par le biais de flux migratoires post-coloniaux. Ces flux sont en passe de submerger littéralement la vieille Europe sans que celle-ci ne se dote des outils pour y parer, bien au contraire. Nombreux sont les relais internes à s’en féliciter. A cela s’ajoute une crise du chômage qui ne diminue que par une plus grande précarisation du travail. L’islam, qui était réduit en Europe dans les années 50 au Caucase et aux Balkans, est également apparu par le biais de ces flux dans tous les pays d’Europe occidentale, posant des problèmes de fond en matière de laïcité, d’identité et de sécurité.

La montée des populismes « nationaux », des souverainismes et des indépendantismes, est la conséquence logique de cette situation mais en aucun cas le signe d’une prochaine guérison, bien au contraire. L’égoïsme national est une chimère. Taper sur l’€ ou sur l’Union Européenne ne changera rien à la situation. Se replier sur des cadres nationaux dévoyés est un faux remède. Les nationalités ont perdu toute valeur, depuis que leur accès a été grandement facilité, même en Allemagne, jadis gardienne farouche de la sienne, tout comme a été dénaturée l’institution du mariage. Les constitutions enferment les peuples au lieu de les protéger. Un droit devenu fou restreint nos libertés.  Et les Églises appellent à l’ouverture à l’autre au lieu de prôner la réaffirmation des valeurs européennes ancestrales.

AthenaStanton.jpgDans un tel contexte, s’imaginer arriver au pouvoir à l’échelle d’un seul pays pour y changer quoi que ce soit est parfaitement naïf. Outre les carcans juridiques qu’il serait quasiment illusoire de faire sauter, les autres gouvernements, sans parler des USA, auraient tôt fait d’exercer des pressions économiques redoutables sur ce nouveau pouvoir récalcitrant. On a vu Syriza en Grèce, mouvement élu sur un programme démagogique, se coucher très vite devant la fameuse « Troïka » même si en paroles Tsipras fait croire à son peuple le contraire. Et ce serait la même chose si en France un mouvement de « droite nationale » par exemple s’imposait à l’issue d’élections démocratiques. Il se heurterait immédiatement au Sénat et au Conseil Constitutionnel qu’il ne serait en mesure de vaincre qu’en gagnant toutes les élections pendant cinq ans, alors qu’il aura déçu ses partisans les plus acharnés par son incapacité à agir immédiatement. Et je ne parle pas là des condamnations internationales qui mettraient l’économie française à genoux en une semaine à la moindre velléité d’un changement radical de paradigme.

Les problèmes étant européens, ils ne peuvent être résolus qu’au niveau européen. Ce n’est qu’à l’échelle de l’Europe qu’un pouvoir disposerait de la masse critique donc des moyens réels de réorienter le continent dans un tout autre sens, sans avoir à tenir compte des constitutions, des traités ou des pressions internationales. L’Europe ne pourra être refondée sur une base démocratique et authentiquement européenne que par une forme de « putsch », par une révolution. Valéry Giscard d’Estaing et Helmut Schmidt ont évoqué la nécessité d’un tel « putsch européen », dont l’antichambre ne pourrait être que le parlement européen. En clair, on ne peut réorienter l’UE que de l’intérieur, après en avoir forcé les portes par le soutien des électeurs, et ainsi l’amener à ce qu’elle aurait dû être et qu’elle n’a pas pu ou su devenir. L’Union Européenne sera ainsi « malgré elle » l’antichambre de l’Europe Nation.

Solution.

Qui dit problème européen, dit solution européenne. Qui dit solution européenne, dit programme européen. Qui dit programme européen, dit parti européen, car une coalition de partis nationaux serait incapable d’opposer un front uni, et on le constate avec l’incapacité des partis souverainistes à s’entendre (quatre groupes au moins à Strasbourg), sans parler des querelles de personnes. Qui dit parti européen, dit enfin leader européen.

Bâtir un programme européen qui aurait à cœur la défense de l’identité européenne (européanité) et de toutes les identités subsidiaires de l’Europe (régionales et nationales), c’est donc le proposer aux électeurs européens par le biais d’un parti identitaire européen, un mouvement d’union et de défense des Européens indigènes, un mouvement d’opposition au mondialisme et au « multikulti » en provenance des USA.

La seule stratégie possible c’est de s’appuyer sur les électeurs européens, donc de les convaincre, et de jouer la carte des élections européennes. L’objectif est d’obtenir un maximum de députés à Strasbourg, au moins 30%, élus dans toute l’Union Européenne sur la même ligne programmatique. A ce moment là, la droite et les derniers nationalistes ou souverainistes se rallieront, par opposition à une « gauche » de plus en plus étrangère aux intérêts réels des Européens et pactisant avec ce qui détruit notre civilisation.

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Avec plus de 50% des députés, élus ou ralliés, les institutions européennes deviendront ingouvernables. Le président de l’assemblée ne sera plus élu par une union factice entre PPE et PSE. Le parlement sera clivé entre le camp de l’Europe et le camp de l’Anti-Europe. La majorité parlementaire pourra alors s’autoproclamer assemblée européenne constituante, élaborant la constitution d’un nouvel Etat qui s’appellera l’Europe. Cet Etat, vierge juridiquement par nature, puisque créé « ex nihilo », ne sera pas engagé par les constitutions et les traités d’Etats qui auont à ses yeux cessé d’exister, comme en 1789 les parlements régionaux ont disparu. Bien sûr certains gouvernements tenteront de s’y opposer, d’entrer en résistance. Mais la plupart céderont, abandonnés de l’intérieur, et de leur propre chef se démettront. Ils sont incapables de résister au mondialisme. Ils seront encore moins capables de s’opposer à cette vague révolutionnaire européenne.

Ainsi verra le jour un gouvernement européen provisoire, une sorte de comité de salut public destiné à fonder l’Etat européen unitaire et à proposer une constitution aux citoyens européens. Il devra avoir à cœur de défendre comme point de départ ce que je nomme le « projet Périclès ». Il s’agit de la mise en place d’une nationalité européenne indépendante des nationalités des (anciens) Etats, bien trop dévoyées, par application de critères de convergence, par exemple une date de référence, une époque où les nationalités des Etats avaient encore un sens. Cette nationalité européenne reposerait sur le principe du ius sanguinis intégral, un principe d’ascendance, par patrilinéarité et matrilinéarité associées.

Un autre principe sera celui de l’exclusivité citoyenne, qui existe au niveau du droit de vote ou de l’accès à la fonction publique dans la plupart des pays européens. En démocratie, le citoyen est en effet lié à des droits et des devoirs exclusifs. Cette exclusivité devra être élargie à plusieurs domaines sociaux clé, par exemple le droit de propriété du sol ou le droit au travail, afin d’encourager un phénomène remigratoire.

C’est ainsi qu’un Etat européen, que la nation européenne dans un sens politique, pourra voir le jour. Une fois la constitution adoptée par référendum, des élections européennes auront lieu dans le cadre de la nouvelle organisation politique du continent.

Cet État invitera les autres pays européens non membres de la nouvelle Europe, et notamment la Russie, à envoyer des représentants afin de s’associer et de la rejoindre à plus ou moins brève échéance. Ils intégreront alors la première puissance mondiale et se verront immédiatement traités des maux que leur Etat « national » était incapable de résoudre, à supposer qu’il en ait eu l’intention. Il faudrait considérer cet Etat européen comme un remède continental dont l’application guérira notre civilisation et nous donnera les moyens d’une nouvelle renaissance. Un droit européen au service des Européens se sera substitué à d’anciens droits « nationaux » devenus des étaux. Les anciens traités, les anciennes constitutions, auront alors disparu. L’Europe pourra enfin envisager un avenir rayonnant, alors qu’en 2015 il est plus que sombre.

Le sacrifice des anciennes souverainetés nationales, qui avaient été vidées de toute réalité objective depuis des décennies, fantômes qu’on invoquait comme tant de fétiches, aura été le prix à payer, un prix à payer symbolique. L’OTAN aura cessé d’exister au profit d’une armée européenne et la géopolitique américaine visant à diviser l’Europe et à rejeter la Russie en Asie aura alors été rendue vaine. Ainsi l’Europe, qui aura alors échappé à l’extinction que le mondialisme lui promet, et qui aura su trouver en elle cette unité que les souverainistes lui refusent, sera sauvée. Et son identité plurimillénaire avec elle.

Thomas FERRIER (PSUNE)

Mircea Eliade et la Redécouverte du Sacré (1987)

 

Mircea Eliade et la Redécouverte du Sacré (1987)

Évocation de la pensée de Mircea ELIADE (1905-1986) à travers son œuvre, avec des textes sur ses conceptions, dits par Pierre VANECK.


- Interview de Mircea ELIADE sur le sens du sacré chez l'homme, sa découverte des cultures primitives, sa passion pour les religions, la valeur sacramentaire dans tout acte chez l'être humain, le sacré qui se trouve dans le rite, la pensée symbolique, la mythologie de l'homme. Il aborde ensuite la crise de l'homme moderne avec la désacralisation du cosmos, la pensée théologique occidentale dérivée, il dit son optimisme malgré tout car il croit en une nouvelle génération de créativité culturelle.

Jean-Luc Addor (UDC) aux assises de la liberté d’expression

Discours de Jean-Luc Addor (avocat et député UDC du Valais) aux assises de la liberté d’expression à Rungis le 15 mars 2015