Ok

En poursuivant votre navigation sur ce site, vous acceptez l'utilisation de cookies. Ces derniers assurent le bon fonctionnement de nos services. En savoir plus.

jeudi, 05 novembre 2015

Los caprichos fronterizos de Asia Central

asiacentrale.jpg

Los caprichos fronterizos de Asia Central

Hablar de fronteras nunca es sencillo, probablemente porque tras cada una de ellas se esconden siglos de gestación, en no pocos casos violentos. Lo que sí es fácil de aclarar es el hecho de que todas las fronteras del mundo son una construcción humana. Si por algo se ha caracterizado la humanidad desde hace miles de años es por haber superado los límites que la naturaleza le imponía, fuesen cordilleras nevadas u océanos. No obstante, también hay que considerar que en otros muchos casos la geografía ha facilitado la separación de distintas comunidades humanas, un distanciamiento que con el paso de los siglos se ha naturalizado y profundizado mediante el surgimiento de rasgos culturales diferenciados, caso de la religión, la lengua e incluso distintas formas de organización social y política.

Con la proliferación del estado-nación a partir del siglo XVII, los procesos de fronterización han estado a la orden del día. Cada estado debía, lógicamente, tener unos límites definidos para no crear malentendidos con los vecinos. Sin embargo, esta obsesión por marcar los límites de cada ente estatal, de profundo carácter occidental, ha llevado en muchos casos a cometer auténticos desaguisados. Y es que aunque en el mundo occidental haya una alta correspondencia entre los límites del Estado y la homogeneidad social y cultural, en muchas otras partes del planeta esto no es así. A pesar de ello, la imposición de fronteras por parte de países europeos ha llevado, a menudo buscando los propios intereses, a que hoy día podamos observar estados cuyas fronteras son altamente artificiales –partiendo de la base de que toda frontera estatal es de por sí artificial–, generando numerosos conflictos y tensiones, algo que con un trazado más sensible a cuestiones étnicas, lingüísticas o simplemente históricas podría haberse mitigado.

La región de Asia Central es una de esas zonas del planeta en las que la dictadura del mapamundi es tremendamente nociva. A las particularidades sociales, económicas y culturales que durante siglos han caracterizado a los pueblos de esta región se le añaden las injerencias de distintos poderes externos y su afán de modelado, dando como resultado estados más grandes de lo “nacionalmente lógico”, otros más pequeños, alguno inexistente y terceros surgidos de la nada.

Del nomadismo al homo sovieticus

La aparición del nacionalismo en los actuales “tanes” centroasiáticos es un suceso enormemente tardío. En un ángulo muerto de los acontecimientos globales de la época contemporánea, la región, al abrigo del Hindukush, los montes Tian Shan y la vasta llanura siberiana, no supo de potencias, nacionalidades ni estados hasta bien entrado el siglo XIX.

Hasta entonces, la mezcla étnica, lingüística y los distintos modos de vida eran la norma en aquel territorio sin nombre. Su importancia histórica radicaba en haber sido un núcleo de gran importancia en la primigenia Ruta de la Seda medieval. Ciudades como Samarcanda, Mirv o Bujará se convirtieron en centros del comercio de gran importancia para la región, con su correspondiente florecimiento artístico y político. Y es que la zona centroasiática, comerciantes aparte, se caracterizó por ser siempre de paso. Desde las etnias y tribus locales de carácter nómada o seminómada, dedicadas al pastoreo entre las llanuras centroasiáticas y el piedemonte de las enormes cordilleras que guardan Asia Central, hasta otros poderes imperiales como los árabes, los persas y los chinos, aquella región que puenteaba Asia oriental con Oriente Medio vio pasar todo tipo de poderes foráneos, con las correspondientes influencias religiosas y lingüísticas.

A pesar de haber evidentes señas distintivas entre los pobladores de la zona, las identidades no se basaban en las que actualmente se pueden considerar “normales” en muchas partes del mundo, como la religión, el idioma o la etnia de cada uno. En Asia Central todo se construía en torno a dos factores: el lugar de pertenencia –la ciudad o el pueblo de origen o residencia– y una división de tipo económica, en la que los distintos grupos étnicos –que se subdividían en tribus y éstas, a su vez, podían ser nómadas o sedentarias– realizaban mayoritariamente determinadas actividades productivas. Este factor hacía interdependiente a toda la sociedad en el plano económico. Así, lo habitual era que los kirguizos y los turkmenos se dedicasen al pastoreo; los tayikos de las ciudades al comercio y la artesanía; los eslavos a labores administrativas y de cierta capacitación; los uzbekos a los cultivos de trigo y algodón y los judíos a la medicina o la enseñanza. Además, todas estas comunidades vivían entremezcladas en muchos puntos de Asia Central, especialmente en las ciudades, si bien en otras zonas, las tradicionales para esa etnia, su presencia era mayoritaria.

Llegó sin embargo el siglo XIX, y con él los británicos y los rusos. La potencia anglosajona posó sus ojos en Asia Central, una región ignota para los ingleses y con la que Rudyard Kipling fantaseó recurrentemente –sirva de ejemplo ‘El hombre que pudo reinar’. Deseaban expandir el imperio desde India hacia el norte, a una región sin poder foráneo desde Alejandro Magno. Desde el norte se extenderían los rusos, poseedores de un vasto pero despoblado imperio y acechantes de cara a abrirse paso hacia el Índico. Por ello, la región centroasiática fue testigo de lo que se denominó como el “Gran Juego”, en el que rusos y británicos pujaron por sus intereses de manera tan decidida que a poco estuvieron de entrar en conflicto directo. La solución vino de un clásico de la geopolítica: un estado-tapón llamado Afganistán.

Al tiempo que el siglo XIX llegaba a su fin, Asia Central ya había sido convenientemente anexionada a la Rusia zarista. Los kazajos, turkmenos, uzbekos, kirguizos, tayikos y demás etnias de la zona quedaban así bajo el poder de San Petersburgo y lejos de los incipientes movimientos panturquistas y panislamistas, algo que la élite rusa consideraba enormemente peligrosos para sus intereses. Sin embargo, el imperio zarista no tuvo especial interés en promover el nacionalismo ruso. El hecho de que como tal no existiese en Asia Central un fuerte sentimiento identitario nacionalista, así como la ya asumida multietnicidad y multirreligiosidad del imperio –nada que ver los eslavos “europeos” con las etnias del Cáucaso o los rusos del extremo oriental–, fueron motivos lo suficientemente poderosos para no intentar encontrar solución a un problema que no existía. De hecho, no sería el régimen zarista sino su sucesor, el soviético, el que plantaría la semilla del actual y exacerbado nacionalismo centroasiático.

A principios de los años veinte del siglo pasado, con la guerra civil rusa a punto de acabar, se procedió al rediseño territorial de la URSS. Dentro de la lógica soviética, la consecución del socialismo requería irremediablemente de la superación del nacionalismo tradicional. Sin embargo, y con el fin de reconocer a los entes federados dentro de la Unión Soviética, las repúblicas socialistas se dibujaron en base a esos criterios nacionalistas.

Paradójicamente, la URSS quiso fomentar cierto nacionalismo para después vaciarlo y transformarlo en un sentimiento soviético. Esto, en las repúblicas del continente europeo o caucásicas sí fue relativamente sencillo al existir previamente un nacionalismo propio y diferenciado. Sin embargo, la cuestión en Asia Central distaba mucho de ser tan fácil. ¿Cómo superar un nacionalismo si este ni siquiera existe? La solución promovida por Stalin era simple: se crea.

Mapa étnico de Asia Central. Fuente: http://www.oocities.org/ethnics_of_central_asia/

Mapa étnico de Asia Central. Fuente: http://www.oocities.org/ethnics_of_central_asia/

En aquellos años, el pensamiento soviético asociaba de manera inseparable la idea de nación –cultural– con la idea de lengua. Así, un grupo étnico con idioma propio podía ser perfectamente una nación, lo que la podía convertir en República Socialista y de ahí pasar a subsumirse en la URSS y llegar al socialismo. Sin embargo, la cuestión lingüística en Asia Central no seguía unas pautas tan uniformes. Si bien existían grupos étnicos con su propia lengua, otros tantos no disponían de un idioma exclusivo, utilizando normalmente una lengua túrquica compartida con los uzbekos o los tayikos. Con todo, este factor fue obviado por los responsables soviéticos, y la nacionalidad –como comunidad singular dentro de la URSS– fue concedida a los grupos étnicos hoy convertidos en “tanes”, mientras que otros grupos de enorme peso, como los sartos, fueron diluidos en el nuevo entramado multinacional soviético.

Sin embargo, en Moscú redoblaron los esfuerzos para dotar a las recientes nacionalidades de un sustrato que acentuase las diferencias. El primer paso fue trazar las fronteras internas, de carácter administrativo, pero que ya establecían límites geográficos –y sobre todo mentales– a las comunidades centroasiáticas. A un diseño bastante arbitrario de estos límites se le sumó el hecho, bastante habitual en la URSS, de ir traspasando territorios de una república a otra con la única razón de equilibrar económicamente a los territorios o, como ocurrió con Crimea, hacer un simple regalo. Así, ciudades uzbekas como Osh o Uzgen pasaron en 1924 a estar en Kirguizistán por el único motivo de que esta última república carecía de núcleos industriales.

Tras la fronterización vendría la creación de un nacionalismo propio para cada una de las recién creadas entidades. Identitariamente se empezó a etiquetar a la sociedad centroasiática, ya que además de ser ciudadanos de la Unión Soviética, también eran identificados como miembros de una república y una etnia concreta. Así, este continente étnico-nacional, bastante vacío en sus inicios, fue llenándose paulatinamente a partir de la Segunda Guerra Mundial –Gran Guerra Patriótica en la retórica soviética–. Se promovió la simplificación folclórica para crear una historia y una cultura diferenciada. Esto irremediablemente llevó a la apropiación de la identidad centroasiática compartida por cada una de las nacionalidades. Así, el arte, la arquitectura, la historia o la etnia cada vez fueron haciéndose más homogéneas en las fronteras impuestas desde Moscú. Ahora sí, en Asia Central existían las naciones bajo el paraguas de la Unión Soviética.

MÁS INFORMACIÓN: Identidad y espacio en Asia Central

El escenario que probablemente no se plantearon los responsables soviéticos fue el de un Asia Central fuera de la URSS, o directamente los problemas derivados de la inexistencia del estado soviético. Así, para cuando en diciembre de 1991 la Unión Soviética se disolvió, en la región centroasiática no se había realizado ningún tipo de transición hacia el ideal socialista. De hecho, estos territorios se hallaban en un frenesí nacionalista, algo que aprovecharon y alimentaron los responsables soviéticos de la región, ahora reconvertidos en presidentes de las nuevas repúblicas.

Kazajistán, Uzbekistán Tayikistán, Kirguizistán y Turkmenistán nacían oficialmente como estados a finales de 1991. Desde el primer día los ilógicos trazados fronterizos heredados de la época soviética remarcaron las dificultades que iba a tener esta región para revertir aquella situación. Si a eso se le sumaba el declive económico en los años posteriores a la desaparición de la URSS y a la carrera nacionalista, el panorama no podía ser más desolador.

Desde entonces, no hay estado centroasiático que no tenga problemas con sus vecinos por la cuestión fronteriza por tierra, mar –el lago Aral– y aire. Cierres de fronteras, campos minados y conflictos étnicos han estado a la orden del día desde entonces, y sólo dos factores han evitado que los problemas fuesen a más: las etnias repartidas por varios países y la interdependencia económica. En definitiva, las variables que históricamente han sido el nexo de unión regional. No es casualidad. Así, que dos o más de estos países no hayan entrado en conflicto abierto responde a que una importante comunidad del país atacante viviría en el país atacado y viceversa, actuando éstas de potenciales “rehenes”, un coste político imposible de asumir. Del mismo modo, la organización agrícola, industrial y energética de la región provoca que en muchos casos las actividades estén diferenciadas entre las distintas repúblicas. Así, el país industrial necesita de la energía del país energético, al igual que del agrícola y este del que dispone de los recursos hídricos. Un conflicto en Asia Central significaría el derrumbe de toda la economía regional.

MÁS INFORMACIÓN: Las conflictivas fronteras de Asia Central

A día de hoy el gran punto caliente es el valle de Fergana, vergel y centro de producción agrícola de la región. Su composición multiétnica y la importancia zonal de este territorio mayoritariamente uzbeko hace que sea deseado por muchos. Por ello, el ejercicio de fronterización de este valle es exhaustivo; trazado milímetro a milímetro entre las montañas para no dejar a nadie descontento. Sin embargo, las tensiones entre estados –y líderes–; los habituales conflictos interétnicos, que han ocasionado cientos de muertos y miles de desplazados o la todavía no resuelta cuestión sobre el control de los ríos hacen poco halagüeño el futuro de estas repúblicas, que unido al desinterés de la comunidad internacional podría alargar este problema durante décadas.

ARTÍCULO RELACIONADO: Asia Central, región geoestratégica (Juan Pérez Ventura, Marzo 2013)

Mortimer Durand o el Salomón de los pastunes

En 1893, el funcionario colonial británico Mortimer Durand fue enviado a la frontera noroccidental de la India para negociar con el emir afgano Abdur Rahman Khan una solución al conflicto entre los británicos y las tribus pastunes lideradas por el emir. Los casacas rojas habían intentado durante medio siglo establecer un control efectivo sobre Afganistán, pero, para su desgracia, este apenas había llegado más allá de las ciudades, haciendo imposible llevar el control de la Corona a las agrestes montañas afganas. Por ello, las revueltas de caudillos y señores locales habían sido frecuentes, infligiendo severas derrotas a los británicos.

La finalidad de aquellas negociaciones no eran las de trazar una frontera al uso, sino demarcar hasta dónde podía llegar la autoridad del emir y de la colonia británica. En el fondo, lo que se dirimía era la influencia sobre las tribus pastunes establecidas entre el Hindukush y la llanura fluvial del río Indo. Durand, en vista de que el Imperio no iba a poder someter a los pastunes y para que el emir afgano no acaparase demasiado poder, optó por la vieja táctica de “divide y vencerás”. Para ello, en las negociaciones trazó una línea desde la cordillera del Pamir, entonces territorio del imperio ruso, hacia el suroeste, acabando en la frontera con Persia –hoy Irán. En dicho recorrido seccionó por la mitad las áreas tribales pastunes, quedando la mitad bajo control afgano y la otra mitad bajo control inglés. Esta división pasaría a la historia como Línea Durand.

Trazado de la Línea Durand, el “Pastunistán” y las zonas tribales. Fuente: Le Monde Diplomatique

Trazado de la Línea Durand, el “Pastunistán” y las zonas tribales. Fuente: Le Monde Diplomatique

Este trazado no produjo demasiados problemas en las décadas siguientes. Los pastunes, como la práctica totalidad de las etnias de la zona, no habían interiorizado ningún tipo de sentimiento nacionalista, y la porosidad de la frontera era tan elevada que a efectos prácticos no limitaba los movimientos de un lado a otro.

La idea de Durand se convertiría en un asunto espinoso cuando los británicos abandonasen el continente indio, dejando tras de sí dos estados abiertamente enfrentados, India y Pakistán. El estado pakistaní, autofabricado a partir de un acrónimo y la fe musulmana, se encontró arrinconado entre un país del que se declaraba enemigo, unas fronteras al noreste sin definir –la región de Cachemira– y la Línea Durand, que de un día a otro había pasado de ser un trazo en el mapa a ser la frontera entre los pakistaníes y los afganos.

Y es que esa frontera, totalmente naturalizada en los mapas y reconocida por todos los estados del mundo, no es del gusto de Afganistán ni de Pakistán. Consideran la Línea Durand como una imposición colonial que perjudica a ambos entes. Sin embargo, la resolución de la cuestión es tan espinosa que lleva décadas empantanada. Cada estado defiende la postura de recoger en su territorio a todas las zonas de mayoría pastún, lo que supondría tanto para Afganistán como para Pakistán perder importantes zonas de territorio. Por ello, tampoco desean alimentar un nacionalismo pastún que podría traer inestabilidad y conflicto a una zona que en la actualidad escapa al control de ambos estados.

Recordemos que este área pastún, las conocidas como “zonas tribales”, parte vital del concepto del AfPak, han sido el refugio de los talibanes desde la invasión norteamericana de Afganistán en 2001. La extrema porosidad de la frontera, la colaboración de los pastunes y la incapacidad –o desinterés– de Pakistán en realizar un control efectivo sobre esta zona han sido un factor determinante en la imposibilidad norteamericana de zanjar esa guerra, retirándose del país sin haber eliminado la amenaza talibán y con un estado afgano tremendamente frágil. Otro motivo más de la extrema influencia que tiene el trazado de una frontera.

La región centroasiática sigue abocada al reto de tener que vivir con unas fronteras que ellos no crearon, algo que ha provocado unas dinámicas nocivas para la región y tremendamente disfuncionales. El equilibrio existente hasta hace menos de un siglo fue roto por las potencias que ahora se desentienden, aunque los problemas no hayan desaparecido. El terrorismo islamista transnacional, por ejemplo, es uno de ellos, y creciente. Que en el mundo occidental las fronteras se den por sentadas y naturalizadas no implica que en otras partes del planeta deban ser repensadas.

Fernando Arancón

 
Nacido en Madrid, en 1992. Graduado en Relaciones Internacionales en la UCM. Máster en Inteligencia Económica en la UAM. Analista de Inteligencia. Especialista en geopolítica y entornos estratégicos.

Impossible de construire l'Europe sans se débarrasser de l'OTAN

Manif-anti-Otan.jpg

Habitués à obéir en se taisant…

Impossible de construire l'Europe sans se débarrasser de l'OTAN

Auteur : Manlio Dinucci
Traduction Marie-Ange Patrizio
Ex: http://zejournal.mobi

Un convoi spécial de TIR porte-containers est parti le 26 octobre de la base italienne de Poggio Renatico (Ferrare), où a été constitué le Centre déployable de commandement et contrôle aérien de l’Otan, première unité de son genre. Après avoir parcouru plus de 2.500 kilomètres à travers Autriche, République Tchèque, Pologne, Lituanie et Lettonie, avec aussi le soutien militaire de l’Allemagne, il est arrivé dans la base lettone de Lielv?rde, au bord du territoire russe, tout juste restructurée pour accueillir les drones Predator et autres engins volants militaires USA. C’est là, avec les équipements sophistiqués transportée d’Italie, qu’a été activé le Dars, « fer de lance » du Centre déployable Otan de Poggio Renatico. Jusqu’au 27 novembre, dans le cadre de l’exercice semestriel Ramstein Dust, le Dars effectuera des « missions aériennes sur le vif et simulées dans l’espace aérien baltique », c’est-à-dire des répétitions de guerre contre la Russie. Aux ordres du général italien Roberto Nordio, commandant du Centre déployable Otan de Poggio Renatico, lui-même sous les ordres du général étasunien Franck Gorenc qui dirige le Commandement aérien de l’Otan, lui-même sous les ordres du général étasunien Philip Breedlove, Commandant suprême allié en Europe nommé, comme ses prédécesseurs, par le Président des Etats-Unis.

Tandis que de Poggio Renatico part la mission aérienne dans la Baltique au bord du territoire russe, la première effectuée en dehors du territoire italien, toujours de Poggio Renatico sont dirigées les opérations aériennes tactiques de la Trident Juncture 2015, avec la participation de plus de 160 chasseurs-bombardiers, avions pour l’approvisionnement en vol, hélicoptères et drones qui opèrent depuis 15 bases aériennes en Italie, Espagne et Portugal.

La Trident Juncture est un exercice de guerre dirigé manifestement contre la Russie qui - a déclaré à Trapani Birgi le vice-secrétaire de l’Otan, l’Etasunien Vershbow, en renversant les faits- « a illégalement annexé la Crimée, soutient les séparatistes en Ukraine et est entrée dans la guerre en Syrie du côté d’Assad », en créant « une situation potentiellement plus périlleuse que celle de la guerre froide ». L’URSS disparue, présentée à l’époque comme puissance agressive dont l’objectif était d’envahir l’Europe occidentale, on crée maintenant à Washington le nouvel « ennemi », la Russie, en mettant en acte en Europe la politique du « diviser pour régner ».

Et l’Otan (qui s’est étendue à tous les pays de l’ex Pacte de Varsovie et à trois de l’ex URSS) se mobilise en préparatifs de guerre qui provoquent inévitablement des contre-mesures militaires du côté russe.

L’Italie se trouve à nouveau en première ligne, avec un gouvernement qui obéit aux ordres de Washington et une majorité parlementaire qui suit le vieil adage (à présent en désuétude même chez les Carabiniers) « usi obbedir tacendo ». L’opposition parlementaire (à part quelques voix dissonantes) finit souvent par faire le jeu de ceux qui sont en train de nous amener à la guerre. Emblématique le récent document d’un parti d’opposition, dans lequel on ne nomme pas la Trident Juncture ni l’Otan, mais où on attribue le dramatique retour de la guerre en Europe en premier lieu aux rêves de gloire et d’hégémonie de la Russie et, en sous-ordre, de la France, Grande-Bretagne, Turquie et aussi, en dernier, aux Etats-Unis. Sans un mot sur les graves responsabilités du gouvernement italien qui, derrière de fausses déclarations apaisantes, contribue aux préparatifs de guerre de l’Otan vers l’Est et vers le Sud. En ignorant que, par l’intermédiaire de l’Otan et des pactes secrets stipulés en interne avec les oligarchies européennes, Washington influe non seulement sur la politique étrangère et militaire, mais sur les orientations politiques et économiques de l’Ue.

Impossible de penser à une nouvelle Europe sans se libérer de l’étreinte suffocante de l’Otan.

mercredi, 04 novembre 2015

Brzezinski, Obama, l’Islamisme et la Russie

dr_brzezinski__sergii_fedko.jpeg

«Brzezinski, Obama, l’Islamisme et la Russie»

Auteur : Bruno Adrie 
Ex: http://zejournal.mobi
 

« Qui domine l’Europe orientale, domine le Heartland, qui domine le Heartland domine l’île mondiale », c’est à-dire l’Eurasie. C’est grâce à cette phrase, écrite en 1904, que le géographe Halford Mackinder est devenu célèbre. Or le Heartland (la zone pivot), lorsqu’on regarde la carte publiée dans l’article de Mackinder, c’est grosso modo la Russie actuelle, européenne et asiatique, le Caucase, l’Asie Centrale et l’Iran.

Dans le numéro de septembre/octobre 1997 du magazine Foreign Affairs, Zbigniew Brzezinski signe quant à lui un article intitulé « A Geostrategy for Eurasia » dans lequel il prétend pousser plus loin la pensée hégémonique de son prédécesseur.

Pour lui, la Russie vit actuellement recluse dans la nostalgie de son passé impérial, une nostalgie qui l’empêche de voir le présent et d’envisager l’avenir avec pragmatisme. Plutôt que de faire preuve de réalisme, la Russie est régulièrement tentée de « s’engager dans un effort futile afin de regagner son statut de puissance mondiale ». Or ça, pour Zbigniew Brzezinski, c’est du passé, et la Russie doit cesser de vivre dans la contemplation de ce passé doré comme les cieux des vieilles icônes. D’abord, la Russie souffre d’une perte de vitesse démographique qui ne lui permettra pas de continuer à gouverner un pays de 17 millions de kilomètres carrés. Ensuite, sa bureaucratie, trop lourde et centralisée, n’a pas permis à cet immense territoire de se développer. Aussi, pour que l’ensemble reste tenable et évolue, le pays doit-il « se moderniser » et se décentraliser. Zbigniew Brzezinski, que rien n’arrête et qui pense à tout, prend la carte de la Russie et, en deux traits pointillés, nous fabrique une « confédération » de trois Etats: à l’ouest, la Russie d’Europe, au centre, une République sibérienne et une République extrême orientale donnant sur l’océan Pacifique (voir l’image d’en-tête), un découpage qui, selon lui, permettra de libérer les forces vives trop longtemps contenues et d’accroître les relations commerciales de ces territoires nouveaux avec leurs voisins. Et il ne s’arrête pas là. Dans un ouvrage intitulé The Choice: Global Domination or Global Leadership (2004), il approfondit son idée en prétendant qu’« un effort international pour développer et coloniser la Sibérie pourrait stimuler un authentique rapprochement entre les Européens et les Russes ». Pour lui, la Sibérie est une nouvelle « Alaska », une nouvelle « Californie », « un Eldorado pour des pionniers aventuriers », une « source de grande richesse » et d’« investissements profitables ». Pris dans son élan géopolitique, il envisage même la transformation de la Sibérie en un bien commun eurasiatique exploité dans un esprit de partage. Pour lui, cette évolution aurait l’avantage de « stimul[er] une société européenne repue » grâce à cette « excitante nouvelle frontière » à conquérir. Une sorte de « Drang nach Osten pour le développement » en quelque sorte. Mais, précise-t-il, on n’y parviendra pas facilement car il faudra passer par un changement intérieur, par la consolidation d’ « un pluralisme géopolitique en Russie ». C’est d’ailleurs là que réside, selon lui, « une des principales tâches qui incombent à la société euro-atlantique » qui va devoir lutter contre les « ambitions impériales résiduelles de la plus grande partie de [l’] élite politique [russe] ». Par quel moyen? En plaçant « des obstacles à toute tentative de restauration impériale » (The Choice). Une idée très ancrée dans la tête du Doctor: une Russie décentralisée « serait moins susceptible de se mobiliser en tant qu’Empire » (Foreign Affairs).

En ajoutant quelques détails pris dans ses écrits, nous pensons pouvoir résumer ainsi le credo de Zbigniew Brzezinski. Il se décline en trois nécessités fondamentales que nous explicitons :

- La Russie doit cesser de vouloir être un challenger des Etats-Unis et se laisser inféoder par l’Union Européenne et par l’OTAN. Ainsi, elle ne constituera plus une menace pour les Etats-Unis qui pourront sans doute, on le devine, exercer leur pression militaire ailleurs, pourquoi pas en mer de Chine.

- La Russie doit se démocratiser, selon la définition qui confond démocratie et adhésion au système occidental du suffrage universel. Cette démocratisation permettra, on le voit partout en Europe et aux Etats-Unis, de porter au pouvoir des technocrates opportunistes, des membres des réseaux atlantistes, pas vraiment intéressés par la question des libertés fondamentales et plutôt indifférents aux questions environnementales. Ces agents agiront conformément aux intérêts des oligarques locaux et étrangers et seront rémunérés par leurs lobbies. Ils fermeront les yeux sur la régulation des opérations des marchés bancaires, accueilleront les délocalisations dans un cadre propice où le code du travail ne mettra pas de barrière à l’exploitation de la main-d’œuvre et feront pression pour que la politique fiscale ne nuise jamais aux profits de ceux qui ont toujours profité. Dit simplement, afin d’augmenter les bénéfices des actionnaires locaux et envahisseurs, ils répandront partout la corruption.

- La Russie doit accepter d’être démantelée et de devenir une terre d’accueil de pionniers pour permettre de tirer plus de profits des richesses que recèle un sous-sol inexploité qui deviendra, dès lors, puisque tous les hommes sont frères dans l’extraction, un terrain neutre, une sorte de zone de partage économique. Or, ça tombe bien parce la République de Sibérie, la partie centrale du découpage, correspond précisément au bassin de Sibérie occidentale qui détient, selon un rapport de l’USGS de 2003 (Petroleum, Geology and Resources of the West Siberian Basin, Rusia, par Gregory F. Ulmishek), le plus grand bassin pétrolier du monde, un bassin couvrant une superficie de 2,2 millions de kilomètres carrés, exactement situé entre l’Oural et le fleuve Ienisseï et délimité au nord par la mer de Karal. Comportant plusieurs dizaines de champs pétroliers et gaziers géants et super-géants, il produit les ¾ du pétrole et du gaz de Russie et, en dépit du forage de gros volumes, il reste modérément exploré. Si nous nous tournons maintenant vers le BP Statistical Review of World Energy de 2015, pour nous faire une idée de cette manne à l’échelon mondial, nous découvrons qu’aujourd’hui, la Russie possède 6,1% des réserves mondiales prouvées de pétrole (contre 2,9% pour les Etats-Unis) et qu’elle possède aussi 17,4% des réserves mondiales prouvées de gaz (contre 5,2% pour les Etats-Unis). Remarquons d’autre part que l’Iran détient 18,2% des réserves mondiales de gaz, 9,3% pour le Turkménistan. Inutile de préciser que ces deux pays sont situés dans le Heartland de Mackinder.

On sourit quand on voit la liste des abandons que le Dr. Brzezinski exige de la Russie, tant sur le plan politique (abandon du régime qui permet au pays de garder son indépendance pour le remplacer par un régime apparemment démocratique mais en réalité uniquement électif et, par conséquent, poreux à tout le lobbying et à toutes les corruptions dont sont porteuses les multinationales), qu’économique (abandon de sa souveraineté sur des territoires qui offrent de nombreux avantages économiques grâce à leurs ressources, à leurs infrastructures, et à leurs voies de communication) et stratégique (perte de bases militaires, de bases nucléaires, et d’ouverture sur les mers).

zb6.jpg

Il est donc difficile de garder son sérieux devant une telle plaisanterie si sérieusement adressée à un lectorat qu’on imagine uniquement préoccupé par l’accroissement de sa puissance et de ses revenus, plus précisément de sa puissance par ses revenus. Un lectorat à l’esprit « pionnier » et qui voit dans la Sibérie une nouvelle Californie, une nouvelle Alaska, l’occasion d’une nouvelle ruée vers l’or, d’une nouvelle Drang nach Osten qui n’aura rien de pacifique mais qui sera, au contraire, un pillage de plus, un pillage en grand, le pillage en technicolor d’un Heartland définitivement conquis et dont la soumission signifiera sans doute, pour ceux qui y croient encore, la fin de l’Histoire.

Rappelons-nous ce qu’a dit le président Obama au sujet du Doctor: que celui-ci a, pendant des décennies, formé les spécialistes de la politique étrangère dans les deux partis (c’est le cas de Madeleine Albright) et que cet universitaire exceptionnel, ce penseur exceptionnel, cet ami exceptionnel lui a personnellement beaucoup appris en plus de le soutenir pendant sa campagne présidentielle (les deux allant de pair, évidemment).

Il semble très cohérent que cet Obama-là, poupée politique façonnée et portée à la présidence par les puissants que représente Zbigniew Brzezinski, mène aujourd’hui une guerre contre la Russie, une guerre qui a commencé par un coup d’Etat en Ukraine, qui s’est poursuivie par l’application de « sanctions » et a fini par une tentative de déstabilisation de l’allié syrien, favorisée il est vrai par l’apparition opportune d’une organisation terroriste justifiant l’ingérence étasunienne dans un Etat souverain, à travers des bombardements et un soutien apporté à une armée de libération composée d’islamistes dits modérés, des islamistes bien utiles et peut-être pas si modérés qu’on le dit, comme ceux que le Doctor avait armés dès 1979 en Afghanistan afin d’offrir aux Russes leur « guerre du Vietnam ».

Le but de l’Amérique d’Obama, qui est celle de Brzezinski et qui est celle des élites qui décident de la politique étrangère depuis le Council on Foreign Relations, c’est de faire reculer la Russie, de l’enfermer dans ses frontières afin de l’assiéger, de la soumettre et de la faire éclater en trois blocs affaiblis, plus faciles à écraser sous les grosses pattes des dinosaures de la mondialisation.

En espérant que ces réflexions permettront au lecteur indécis de mieux comprendre M. Poutine, sa défense de la Syrie, sa résistance devant l’Ukraine, son invasion de la Géorgie et sa politique face aux mouvements « islamistes » dont il conviendrait de connaître les sources de financement avant de clore toute analyse.


- Source : Bruno Adrie

mardi, 03 novembre 2015

LE BLANC ET LE NOIR: un nouveau blog européen au meilleur sens du terme:

athena1001.jpg

LE BLANC ET LE NOIR: un nouveau blog européen au meilleur sens du terme:

Permalien de l'image intégrée

dimanche, 01 novembre 2015

Crise syrienne, paysage intellectuel français et «Grand Remplacement»

wolf_hero04a.jpg

Crise syrienne, paysage intellectuel français et «Grand Remplacement»

Entretien avec Robert Steuckers

Propos recueillis par Adriano Scianca pour « Primato nazionale »

1.     Que pensez-vous de la manière dont l'Europe a géré la crise de l'immigration suite à la crise syrienne?

L’Europe est inexistante en tant que puissance politique qui compte dans la région hautement stratégique qu’est le Levant. Elle n’a su ni impulser une politique de stabilité qui aurait joué dans son intérêt le plus légitime ni faire face aux catastrophes que l’intervention des Etats-Unis et de leurs alliés dans la région ont entraînées. Parmi ces catastrophes, la plus visible aujourd’hui en Europe, de la Grèce à l’Allemagne en passant par tous les pays des Balkans, est bien sûr cet afflux massif de réfugiés que les Etats européens ne sont pas capables d’intégrer à l’heure d’un certain ressac de l’économie européenne, perceptible même en Allemagne. L’intérêt de l’Europe aurait été de maintenir la stabilité au Levant et en Irak. C’était le point de vue du fameux « Axe Paris-Berlin-Moscou » qui s’était insurgé contre l’intervention de Bush en Irak en 2003. Les Etats-Unis, qui ne sont pas une puissance romaine au sens classique du terme et au sens où l’entendait Carl Schmitt, ne font donc pas comme Rome, ils n’apportent ni « pax romana » ni « pax americana » mais génèrent le chaos, auquel les populations essaient tout naturellement d’échapper, au bout d’une douzaine d’années voire d’un quart de siècle si l’on tient compte de la première intervention en Irak en 1990. Ces pays, jadis structurés selon les principes de l’idéologie baathiste (personnaliste, transconfessionnelle et étatiste), avaient le mérite de la stabilité et faisaient l’admiration d’un grand diplomate néerlandais, Nikolaos Van Dam, docteur en langue et civilisation arabes, qui a consacré un ouvrage en anglais à la Syrie baathiste qui mériterait bien d’être traduit en toutes les grandes langues d’Europe. Cette stabilité, maintenue parfois avec rudesse et sévérité, a été brisée : on a cassé la forme d’Etat qui finissait vaille que vaille par s’imposer dans une région, soulignait aussi Van Dam, marquée par le tribalisme et allergique à cette forme étatique et européenne de gestion des « res publicae ». L’Europe a fait du « suivisme », selon la formule d’un observateur flamand des relations internationales, le Prof. Rik Coolsaet. Elle a benoîtement acquiescé aux menées dangereuses et sciemment destructrices de Washington, puissance étrangère à l’espace européen et à l’espace du Levant et de la Méditerranée orientale. Elle paie donc aujourd’hui les pots cassés car elle est la voisine immédiate des régions où l’hegemon-ennemi a semé le chaos. Celui-ci cherche à éviter ce que j’appellerais la « perspective Marco Polo », la cohésion en marche des puissances d’Eurasie (Europe, Russie, Inde, Chine), par le truchement des télécommunications, des nouvelles voies maritimes et ferroviaires en construction ou en projet, du commerce, etc. Par voie de conséquence, l’hegemon hostile doit mener plusieurs actions destructrices, « chaotogènes » dans les régions les plus sensibles que les géopolitologues nomment les « gateway regions », soit les régions qui sont des « passages stratégiques » incontournables, permettant, s’ils sont dominés, de dynamiser de vastes espaces ou, s’ils sont neutralisés par des forces belligènes, par un chaos fabriqué, de juguler ces mêmes dynamismes potentiels. La Syrie et le Nord de l’Irak sont une de ces « gateway regions » et l’étaient déjà au moyen-âge car ce Levant, avec sa projection vers l’hinterland mésopotamien, donnait accès à l’une des routes de la soie, menant, via Bagdad, à l’Inde et la Chine. L’Ukraine est une autre de ces « gateway regions ». L’abcès de fixation du Donbass est un verrou sur la route du nord, celle empruntée, avant la première croisade d’Urbain II, par les Coumans turcs, tandis que leurs cousins seldjouks occupaient justement les points-clefs du Levant, dont on reparle aujourd’hui : cette tenaille turque, païenne au nord et musulmane au sud, barrait la route de la soie, la voie vers l’Inde et la Chine, enclavait l’Europe à l’Est et risquait de la provincialiser définitivement.

Par ailleurs, dans un avenir très proche, d’autres zones de turbulences pourront éclore autour de l’Afghanistan, non pacifié, dans le Sinkiang chinois, base de départ d’une récente vague d’attentats terroristes en Chine, en Transnistrie/Moldavie ou ailleurs. L’Europe, dans cette perspective, doit être cernée par des zones de turbulence ingérables, afin qu’elle ne puisse plus se projeter ni vers l’Afrique ni vers le Levant ni vers l’Asie centrale au-delà de l’Ukraine. L’Europe a la mémoire courte et ses établissements d’enseignement ne se souviennent plus ni de Carl Schmitt (surtout le théoricien du « grand espace » et le critique des faux traités pacifistes dictés par les Américains) ni surtout du géopolitologue Robert Strausz-Hupé (1903-2002) qui, pour le compte de Roosevelt et de Truman, percevait très clairement les atouts de la puissance européenne (allemande à son époque), que toute politique américaine se devait de détruire. Ces atouts étaient, entre bien d’autres choses, l’excellence des systèmes universitaires européens, la cohésion sociale due à l’homogénéité des populations et la qualité des produits industriels. Le système universitaire a été détruit par les nouvelles pédagogies aberrantes depuis les années 60 et par ce que Philippe Muray appelait en France l’idéologie « festiviste » ; l’homogénéité des populations est sapée par des politiques migratoires désordonnées et irréfléchies, dont l’afflux massif de ces dernières semaines constitue l’apothéose, une apothéose qui détruira les systèmes sociaux exemplaires de notre Europe, qui seront bientôt incapables de s’auto-financer. Les Européens seront dès lors dans l’impossibilité de consacrer des budgets (d’ailleurs déjà insuffisants ou inexistants) à l’insertion de telles quantités de nouveaux venus. L’Europe s’effondre, perd l’atout de son excellent système social et ne peut plus distraire des fonds pour une défense continentale efficace ou pour la « recherche & développement » en technologies de pointe. Avec le scandale Volkswagen, qui verra le marché américain lui échapper, un coup fatal est porté à l’industrie lourde européenne. La boucle est bouclée.

2.     Partout en Europe des mouvements hostiles à l'immigration ont beaucoup de succès. Dans bon nombre de ces cas, cependant, ces partis n'ont pas très clairement compris qu’attaquer l'immigration sans se battre contre la vision du monde libérale et les mécanismes du capitalisme est une bataille qui ne touche pas les racines du Système. Que pensez-vous?

Votre question pointe du doigt le problème le plus grave qui soit : effectivement, les succès récents de partis ou mouvements hostiles à cette nouvelle vague migratoire, considérée comme ingérable, sont dus à un facteur bien évident : les masses devinent inconsciemment que les acquis sociaux des combats socialistes, démocrates-chrétiens, nationalistes, communistes et autres, menés depuis la fin du 19ème siècle, vont être balayés et détruits. Le paradoxe que nous avons sous les yeux est le suivant : depuis 1979 (année de l’accession au pouvoir de Thatcher en Grande-Bretagne), la vogue contestatrice de l’Etat keynésien, jugé trop rigide et mal géré par les socialistes « bonzifiés » (Roberto Michels), a été la vogue néolibérale, mêlant, en un cocktail particulièrement pernicieux, divers linéaments de l’idéologie libérale anti-étatique et anti-politique. Une recomposition mentale erronée s’est opérée : elle a injecté dans toutes les contestations des déviances et errements politiques régimistes une dose de néolibéralisme, dorénavant difficilement éradicable. Quand ces partis et mouvements anti-immigration acquièrent quelque pouvoir, même à des niveaux assez modestes, ils s’empressent de réaliser une partie du vaste programme déconstructiviste des écoles néolibérales, préparant de la sorte l’avènement d’horreurs comme le Traité transatlantique qui effacera toute trace des Etats nationaux et tout résidu d’identité populaire et nationale. On combat l’immigration parce qu’on l’accuse de porter atteinte à l’identité mais on pratique des politiques néolibérales qui vont bientôt tuer définitivement toute forme d’identité. Le combat contre le néolibéralisme et ses effets délétères doit être un combat socialiste et syndicaliste musclé (retour à Sorel et Corridoni), pétri, non plus des idées édulcorées et dévoyées des pseudo-socialistes actuels, mais des théories économiques dites « hétérodoxes », dérivées de Friedrich List, des écoles historiques allemandes et de l’institutionnalisme américain (Thorstein Veblen). Parce que ces écoles hétérodoxes ne sont pas universalistes mais tiennent compte des contextes religieux, nationaux, civilisationnels, culturels, etc. Elles ne théorisent pas un homme, un producteur ou un consommateur abstrait mais un citoyen ancré dans une réalité léguée par l’histoire. Etre en rébellion contre le système, négateur des réalités concrètes, postule d’être un hétérodoxe économique, qui veut les sauver, les réhabiliter, les respecter.

3.     Que pensez-vous des positions actuelles, plus ou moins «identitaires» des intellectuels comme Zemmour, Onfray, Houellebecq, Finkielkraut, Debray?

Tous les hommes que vous citez ici sont bien différents les uns des autres : seuls les praticiens sourcilleux de la médiacratie contrôlante et du « politiquement correct » amalgament ces penseurs en une sorte de nouvel « axe du mal » au sein du « paysage intellectuel français » (PIF). Zemmour dresse un bilan intéressant de la déconstruction de la France au cours des quatre dernières décennies, déconstruction qui est un démantèlement progressif de l’Etat gaullien. En ce sens, Zemmour n’est pas un « libéral » mais une sorte de personnaliste gaullien qui estime qu’aucune société ne peut bien fonctionner sans une épine dorsale politique.

 

Michel Onfray - Cosmos.jpg

Onfray a toujours été pour moi un philosophe plaisant à lire, au ton badin, qui esquissait de manière bien agréable ce qu’était la « raison gourmande », par exemple, et insistait sur l’homme comme être de goût et non pas seulement être pensant à la façon de Descartes. Onfray esquissait une histoire alternative de la philosophie en ressuscitant des filons qu’une pensée française trop rationaliste avait refoulés ou qui ne cadraient plus avec la bien-pensance totalitaire inaugurée par Bernard-Henry Lévy à la fin des années 70, période où émerge le « politiquement correct » à la française. Plus récemment, Onfray a sorti un ouvrage toujours aussi agréable à lire, intitulé « Cosmos », où il apparaît bien pour ce qu’il est, soit un anarchiste cosmique, doublé d’un nietzschéen libertaire, d’un avatar actuel des « Frères du Libre Esprit ». Certaines de ses options le rapprochent des prémisses organicistes, dionysiaques et nietzschéennes de la fameuse « révolution conservatrice » allemande, du moins dans les aspects non soldatiques qu’elle a revêtus avant la catastrophe de 1914. D’où un certain rapprochement avec la nouvelle droite historique, observable depuis quelques jours seulement.

 

timthumb.php.png

Houellebecq exprime, mieux que personne en Europe occidentale aujourd’hui, l’effondrement moral de nos populations, leur dé-virilisation sous les coups de butoir d’un féminisme exacerbé et délirant, ce qui explique, notamment, le succès retentissant de son ouvrage Soumission aux Etats-Unis. Houellebecq se déclare affecté lui-même par la maladie de la déchéance, qui, qu’on le veuille ou non, fait l’identité européenne actuelle, radical contraire de ce que furent les fulgurances héroïques et constructives de l’Europe d’antan. L’homo europaeus actuel est un effondré moral, une loque infra-humaine qui cherche quelques petits plaisirs furtifs et éphémères pour compenser le vide effroyable qu’est devenue son existence. Pour retrouver une certaine dignité, notamment face à ce féminisme castrateur, cet homo europaeus pourrait, pense Houellebecq, se soumettre à l’islam, le terme « islam » signifiant d’ailleurs soumission à la volonté de Dieu et aux lois de sa création. Ce passage à la « soumission », c’est-à-dire à l’islam, balaierait le féminisme castrateur et redonnerait quelque lustre aux mâles frustrés, où ceux-ci pourraient reprendre du poil de la bête dans une Oumma planétaire, agrandie de l’Europe.

Le parcours de Finkielkraut est plus étonnant, dans la mesure où il a bel et bien fait partie de ces « nouveaux philosophes » de la place de Paris, en lutte contre un totalitarisme qu’ils jugeaient ubiquitaire et dont ils étaient chargé par la « Providence » ou par « Yahvé » (Lévy !) de traquer les moindres manifestations ou les résurgences les plus ténues. Ce totalitarisme se percevait partout, surtout dans les structures de l’Etat gaullien, subtilement assimilé, surtout chez Bernard-Henri Lévy, à des formes françaises d’une sorte de nazisme omniprésent, omni-compénétrant, toujours prêt à resurgir de manière caricaturale. Ces diabolisations faisaient le jeu du néolibéralisme thatchéro-reaganien et datent d’ailleurs de l’avènement de celui-ci sur les scènes politiques britannique et américaine. Finkielkraut a été emblématique de ces démarches, surtout, rappelons-le, lors de la guerre de l’OTAN contre la Serbie. Finkielkraut avait exhumé des penseurs libéraux serbes du 19ème siècle inspirés par le philosophe différentialiste allemand Herder, pour démontrer de manière boiteuse, en sollicitant les faits de manière pernicieuse et malhonnête, que deux de ces braves philologues serbes, espérant se débarrasser du joug ottoman, étaient en réalité des précurseurs du nazisme (encore !). Ce travail de Finkielkraut était d’autant plus ridicule qu’au même moment, à Vienne, un journaliste très connu, Wolfgang Libal, également israélite mais, lui, spécialiste insigne du « Sud-Est européen », écrivait un ouvrage à grand tirage pour démontrer le caractère éminemment démocratique (national-libéral) des deux philologues, posés comme pionniers de la modernité dans les Balkans !!

9782070415526.jpgAprès son hystérie anti-serbe, Finkielkraut, sans doute parce qu’il prend de l’âge, s’est « bonifié » comme disent les œnologues. Son ouvrage sur la notion d’ingratitude, qui est constitué des réponses à un très long entretien accordé au journal québécois Le Devoir, est intéressant car il y explique que les malheurs de notre époque viennent du fait que l’homme actuel se montre « ingrat » par rapport aux legs du passé. J’ai lu cet entretien avec grand intérêt et beaucoup de plaisir, y retrouvant d’ailleurs une facette de l’antique querelle des anciens et des modernes. Je dois l’avouer même si le Finkielkraut serbophobe m’avait particulièrement horripilé. A partir de cette réflexion sur l’ingratitude, Finkielkraut va, peut-être inconsciemment, sans doute à son corps défendant, adopter les réflexes intellectuels des deux Serbes herdériens qu’il fustigeait avec tant de fureur dans les années 90. Il va découvrir l’« identité » et, par une sorte de tour de passe-passe qui me laisse toujours pantois, défendre une identité française que Lévy avait posée comme une matrice particulièrement répugnante du nazisme !

Debray est un penseur plus profond à mes yeux. Le début de sa carrière dans le paysage intellectuel français date des années 60, où il avait rencontré et accompagné Che Guevara en Bolivie. Cet aspect suscite toutes les nostalgies d’une époque où l’aventure était encore possible. Jean Cau, ancien secrétaire de Sartre (entre 1947 et 1956) qui, ultérieurement,  ne ménagera pas ses sarcasmes à l’encontre des gauches parisiennes, consacrera en 1979 un ouvrage au Che, intitulé Une passion pour Che Guevara ; en résumé, nous avons là l’hommage d’un ancien militant de gauche, passé à « droite » (pour autant que cela veuille dire quelque chose…), qui ne renie pas la dimension véritablement existentielle de l’aventure et de l’engagement pour ses idées, fussent-elles celles qu’il vient explicitement de rejeter. Debray a donc mis, dans une première phase de sa carrière, sa peau au bout de ces idées. Peu ont eu ce courage même si d’aucuns ont cherché plus tard à minimiser son rôle en Bolivie.

51EqyovmguL._SX302_BO1,204,203,200_.jpgDans les années 80, Debray, devenu, plutôt à son corps défendant, faire-valoir du mitterrandisme ascendant, participera à toutes les mascarades de la gauche officielle, en voie de « festivisation » et d’embourgeoisement, où les cocottes et les bobos se piquent d’eudémonisme et se posent en « belles âmes » (on sait ce que Hegel en pensait…). Les actions qu’il mène, je préfère les oublier aujourd’hui, tant elles ont participé des bouffonneries pariso-parisiennes. Mais entre l’épisode du militant guevariste et celle du néo-national-gaulliste d’aujourd’hui, il n’y a pas eu que cette participation à la lèpre républicano-mitterrandiste, il y a eu le passage du Debray militant et idéologue au Debray philosophe et « médiologue » (une science visant à cerner l’impact des « médiations », des images, dont éventuellement celles des médias, sur la formation ou la transformation des mentalités et des aspirations politiques). C’est dans le cadre de ce statut de « médiologue », qui commence en 1993, que Debray va glisser progressivement vers des positions différentes de celles imposées par le ronron médiatique ou le « politiquement correct » des « nouveaux philosophes » (Lévy, etc.) « qui », dit-il, « produisent de l’indignation au rythme de l’actualité ». Debray, comme l’indique alors le titre d’un de ses ouvrages récents, Dégagements, se « dégage » de ses engagements antérieurs, l’espace de la gauche, de sa gauche, ayant été phagocyté par de nouveaux venus qui se disent « occidentaux » et participent à la pratique perverse de la table rase, notamment en Amérique latine : leur travail de sape serait entièrement parachevé si des hommes comme Evo Morales, qu’il qualifie positivement d’« indigéniste », ne s’étaient pas dressés contre son vieil ennemi l’impérialisme américain, appuyé par les bourgeoisies compradores.

Enfin, les révolutions socialistes (et communistes) sont d’abord des nationalismes, écrit-il en 2010 : en dépit de l’omniprésence du Front National dans la vie politique de l’Hexagone, Debray ne craint plus le mot, à l’heure où les nouvelles gauches « néo-philosophiques » perdent et ruinent tout sens historique et basculent dans la moraline répétitive et incantatoire, dans le compassionnel et l’indignation programmée. Debray se déclare aussi « vieux jeu » : ce n’est pas le reproche que je lui ferai ; cependant, l’abus, dans ses œuvres polémiques récentes, est d’utiliser trop abondamment le vocable (également incantatoire) de « République » qui, pour tout observateur non parisien, est un véhicule d’éléments délétères de modernité donc d’ignorance du véritable tissu historique et populaire. De même, sa vision de l’« Etat » est trop marquée par l’idéologie jacobine, figée au fil des décennies depuis le début du 19ème siècle. Ceci dit, ses remarques et ses critiques (à l’adresse de son ancien camp) permettent de réamorcer un combat, non pas pour rétablir la « République » à la française avec son cortège de figements et d’archaïsmes ou un Etat trop rigide, mais pour restaurer ce que Julien Freund, à la suite de Carl Schmitt, nommait « le politique ». Combat qui pourrait d’ailleurs partir des remarques excellentes de Debray sur la « représentation », sur le « decorum », nécessaire à toute machine politique qui se respecte et force le respect : Carl Schmitt insistait, lui aussi, sur les splendeurs et les fastes du catholicisme, à reproduire dans tout Etat, sur la visibilité du pouvoir, antidote aux « potestates indirectae », aux pouvoirs occultes qui produisent les oligarchies dénoncées par Roberto Michels, celles qui se mettent sciemment en marge, se dérobent en des coulisses cachées, pour se soustraire au regard du peuple ou même de leurs propres militants. Schmitt hier, Debray aujourd’hui, veulent restaurer la parfaite visibilité du pouvoir : nous trouvons là une thématique métapolitique offensive qu’il serait bon, pour tous, d’articuler en nouveaux instruments de combat. Debray est sans nul doute une sorte d’enfant prodigue, qui a erré en des lieux de perdition pour revenir dans un espace à l’air rare et vif. L’histoire des idées se souviendra de son itinéraire : nous jetterons dès lors un œil narquois sur les agitations qu’il a commises dans les années 80 dans les allées du pouvoir mitterrandien et vouerons une admiration pour l’itinéraire du « médiologue » qui nous aura fourni des arguments pour opérer une critique de la dictature médiatique et pour rendre au pouvoir sa visibilité, partageable entre tous les citoyens et donc véritablement « démocratique » ou plutôt réellement populiste. Derrière cela, les quelques « franzouseries » statolâtriques et « républicagnanates », qu’il traine encore à ses basques, seront à mettre au rayon du folklore, là où il rangeait lui-même le vieux et caduc « clivage gauche/droite », dans quelques phrases bien ciselées de Dégagements.

4.     Êtes-vous d'accord avec la thèse du Grand Remplacement?

Camus—Identitaires.jpgJe ne considère pas la notion de « Grand Remplacement » comme une thèse mais comme un terme-choc impulsant une réflexion antagoniste par rapport au fatras dominant, comme une figure de rhétorique, destinée à dénoncer la situation actuelle où le compassionnel, introduit dans les pratiques politiques par les nouveaux philosophes, évacue toute éthique de la responsabilité. Vous avez vous-même, en langue italienne, défini et explicité la notion de « Grand Remplacement » (http://www.ilprimatonazionale.it/cultura/grande-sostituzione-32682/ ). Vous l’avez fait avec brio. Et démontré que Marine Le Pen comme Matteo Salvini l’avaient incluse dans le langage politico-polémique qui anime les marges dites « droitières » ou « populistes » des spectres politiques européens d’aujourd’hui. Renaud Camus, père du concept, a le sens des formules, du discours (selon une bonne tradition française remontant au moins à Bossuet). Il est aussi le créateur de deux autres notions qui mériteraient de connaître la même bonne fortune : la notion de « nocence », contraire de l’« in-nocence », puis la notion de « dé-civilisation ». Renaud Camus se pose comme « in-nocent », comme un être qui ne cherche pas à nuire (« nocere » en latin). Les régimes politiques en place, eux, cherchent toujours à nuire à leurs citoyens ou sujets, qu’il haïssent au point de vouloir justement les remplacer par des êtres humains perdus, venus de partout et de nulle part, attirés par les promesses fallacieuses d’un paradis économique, où l’on touche des subsides sans avoir à fournir des efforts ni à respecter des devoirs sociaux ou citoyens. Les établis forment donc le parti de la « nocence », de la nuisance, auquel il faut opposer l’idéal, peut-être un peu irénique, de l’« in-nocence », sorte d’ascèse qui me rappelle tout à la fois le bouddhisme de Schopenhauer, le quiétisme de Gustav Landauer, but de son idéal révolutionnaire à Munich en 1919, et l’économie empathique de Serge-Christophe Kolm, inspiré par les pratiques bouddhistes (efficaces) qu’il a observées en Asie du Sud-est (cf. notre dossier : http://www.archiveseroe.eu/kolm-a118861530 ). Si la « nocence » triomphe et s’établit sur la longue durée, la civilisation, après la culture et l’éducation, s’effiloche, se détricote et disparait. C’est l’ère de la « dé-civilisation », du « refus névrotique de l’héritage ancestral », commente l’écrivain belge Christopher Gérard. Ce pessimisme n’est pas une idée neuve mais, à notre époque, elle constitue un retour du réalisme, après une parenthèse trop longue de rejet systématique et pathologique de nos héritages.

arton70.jpgJe mettrais en parallèle la double idée de Renaud Camus d’une « dé-culturation » et d’une « dé-civilisation » avec l’idée de « dissociété », forgée par le philosophe Marcel De Corte au début des années 50. Pour De Corte, monarchiste belge et catholique thomiste, l’imposition des élucubrations libérales de la révolution française aux peuples d’Europe a conduit à la dislocation du tissu social, si bien que nous n’avons plus affaire à une « société » harmonieuse, au sens traditionnel du terme comme l’entendait Louis de Bonald, mais à une « dissociété ». L’idée, en dépit de son origine très conservatrice, est reprise aujourd’hui par quelques théoriciens d’une gauche non-conformiste, dont le Prof. Jacques Généreux qui constate amèrement que les pathologies de la dissociété moderne sont une « maladie sociale dégénérative qui altère les consciences en leur inculquant une culture fausse ». Généreux, socialiste au départ et rêvant à l’avènement d’un nouveau socialisme capable de gommer définitivement les affres de la « dissociété », quitte, déçu, le PS français en 2008 pour aller militer au « Parti de Gauche » et pour figurer sur la liste « Front de Gauche pour changer l’Europe », candidate aux élections européennes de 2009. En mars 2013, les idées, pourtant pertinentes, de Généreux ne séduisent plus ses compagnons de route et ses co-listiers : il n’est pas réélu au Bureau politique ! Preuve que la pertinence ne peut aller se nicher et prospérer au sein des gauches françaises non socialistes, bornées dans leurs analyses, sclérosées dans des marottes jacobines et résistancialistes qui ne sont qu’anachronismes ou tourneboulées par les délires immigrationnistes dont l’irréalisme foncier est plus virulent et plus maladivement agressif en France qu’ailleurs en Europe.

Ceci dit, l’idée de « Grand Remplacement » est à mes yeux un des avatars actuels d’un ouvrage écrit en 1973, le fameux récit Le Camp des Saints de Jean Raspail, où l’Europe est envahie par des millions d’hères faméliques cherchant à s’y installer. Les grandes banlieues des principales villes de France étaient déjà occupées par d’autres populations, complètement coupées des Français de souche. Dorénavant on voit la bigarrure ethnique émerger, à forte ou à moyenne dose, dans de petites villes comme Etampes, Vierzon ou Orléans, où elle semble effectivement « remplacer » les départs antérieurs, ceux de l’exode rural, ceux du départ vers les grandes mégapoles où dominent les emplois du secteur tertiaire. La France donne l’impression de juxtaposer sur son territoire deux ou plusieurs sociétés (ou dissociétés) parallèles, étanches les unes par rapport aux autres. Personne n’est satisfait ; d’abord les « remplacés », bien évidemment, dont les modes de vie et surtout les habitudes alimentaires sont dénigrées et jugées « impures » (ce qui fâche tout particulièrement les Français, très fiers de leurs traditions gastronomiques) mais aussi les « remplaçants » qui ne peuvent pas reproduire leur mode de vie et manifestent dès lors un mal de vivre destructeur. Le plan satanique du libéralisme se réalise dans cette bigarrure : la société est disloquée, livrée à la « cash flow mentality », déjà décriée par Thomas Carlyle au début du 19ème siècle. Le néolibéralisme, amplification monstrueuse de cette « mentality », étendue à la planète entière, ne peut survivre que dans des sociétés brisées, de même que les « économies diasporiques » ou les réseaux mafieux, pourfendus par les gauches intellectuelles non conformistes mais non combattus sur le terrain, dans le concret de la dissociété réellement existante.

5.     Dans le parlement italien, on est en train de changer les lois sur la citoyenneté, en introduisant le principe de la citoyenneté par le lieu de naissance (jus soli) à la place de celui fondé sur la nationalité des parents (jus sanguinis). Selon vous quelles conséquences cela aura sur le tissu social de notre pays?

Le débat opposant le jus sanguinis au jus soli est ancien. Il remonte à l’époque napoléonienne. Napoléon voulait accorder automatiquement la nationalité française à toute personne vivant en France et ayant bénéficié d’une éducation (scolaire) française. Le but était aussi de recruter des soldats pour les campagnes militaires qu’il menait partout en Europe. Les rédacteurs du Code civil optent toutefois pour le jus sanguinis. Ces dispositions seront modifiées en 1889, vu l’afflux massif d’immigrés dans la France du 19ème siècle, essentiellement belges et italiens, dans une moindre mesure allemands et espagnols. Même visée que celle de Napoléon : la France de souche connait un ressac démographique, encore léger toutefois, face à une Allemagne qui, elle, connaît un véritablement boom démographique, en dépit des émigrations massives vers les Etats-Unis (plus de 50 millions de citoyens américains sont aujourd’hui d’origine allemande). Il faut à cette France angoissée devant son voisin de l’Est une masse impressionnante de soldats. De même, il faut envoyer des troupes dans un Outre-Mer souvent en révolte où les effectifs de la « Légion étrangère » ne suffisent pas. Dans Paris, sur les monuments aux morts de la première guerre mondiale, on lit plus de 10% de noms germaniques, allemands, suisses ou flamands, quelques noms italiens (ou corses ?), ce qui ne mentionne rien sur les immigrés romans de Suisse ou de Wallonie, parfois de Catalogne, dont les patronymes sont gallo-romans, comme ceux des Français de souche. La France s’est voulue multiethnique dès la fin du 19ème siècle, forçant parfois les immigrés européens, notamment en Afrique du Nord, à acquérir la nationalité française. Tant que cet apport volontaire ou forcé était le fait de peuples immédiatement périphériques, l’intégration et la fusion s’opéraient aisément. Après l’horrible saignée de 1914-18, quand les villages de la France profonde sont exsangues, une immigration plus exotique prend le relais de celle des peuples voisins. La départementalisation de l’Algérie et l’entrée, d’abord timide, de travailleurs algériens, puis subsahariens, colore la nouvelle immigration. Rien à signaler dans un premier temps. Ou rien que des broutilles. A partir du moment où certaines banlieues deviennent à 90% exotiques, le projet d’intégration et d’assimilation cafouille : pourquoi s’intégrer puisque l’environnement de l’immigré n’est en rien « Français de souche » ? Il lui est désormais possible de vivre en complète autarcie par rapport à la population d’origine. La société devient « composite » comme le déplorent les théoriciens indiens du RSS et du BJP qui estiment aussi que de telles sociétés n’ont pas d’avenir constructif, sont condamnées au chaos et à l’implosion. Pour les sociétés européennes, l’avenir nous dira si ces prophéties des théoriciens indiens s’avèreront exactes ou fausses. En attendant, l’introduction du jus soli, au détriment de tout jus sanguinis, en Italie comme ailleurs en Europe, est le signe d’un abandon volontaire de toute idée de continuité, d’héritage. Avec les théories du genre (le « gendérisme ») et les pratiques du néolibéralisme   ­-dont la délocalisation et la titrisation soit l’abandon de toute économie patrimoniale et industrielle au profit d’une économie de la spéculation boursière-   ce glissement annonce l’éclosion d’une société nouvelle, éclatée, amnésique, jetant aux orties l’éthique wébérienne de la responsabilité, pour la remplacer par des monstrations indécentes de toutes sortes d’éthiques de la conviction, prononcée sur le mode de l’hystérie « politiquement correcte » et travestie d’oripeaux festivistes et compassionnels. Bref, un Halloween planétaire et permanent.

Forest-Flotzenberg, octobre 2015.

samedi, 31 octobre 2015

Should We Fight for the Spratlys?

article-2134964-12C1FE96000005DC-962_964x642.jpg

Should We Fight for the Spratlys?

By

Ex: http://www.lewrockwell.com

Trailed by two Chinese warships, the guided-missile destroyer USS Lassen sailed inside the 12-nautical-mile limit of Subi Reef, a man-made island China claims as her national territory.

Beijing protested. Says China: Subi Reef and the Spratly Island chain, in a South China Sea that carries half of the world’s seaborne trade, are as much ours as the Aleutians are yours.

Beijing’s claim to the Spratlys is being contested by Vietnam, Malaysia, Brunei, the Philippines and Taiwan. While Hanoi and Manila have occupied islets and built structures to back their claims, the Chinese have been more aggressive.

They have occupied rocks and reefs with troops, dredged and expanded them into artificial islands, fortified them, put up radars and are building air strips and harbors.

What the Chinese are about is easy to understand.

Having feasted and grown fat on trade surpluses with the United States, the Chinese are translating their economic strength into military power and a new strategic assertiveness.

They want to dominate East Asia and all the seas around it.

We have been told our warships are unwelcome in the Yellow Sea and the Taiwan Strait. Beijing also claims the Senkakus that Japan occupies, which are covered by our mutual security treaty.

And not only is the South China Sea one of the world’s crucial waterways, the fish within can feed nations and the floor below contains vast deposits of oil and gas.

Who owns the islands in the South China Sea owns the sea.

Moreover, our world has changed since Eisenhower threatened to use nuclear weapons to defend Taiwan and the offshore islands of Quemoy and Matsu — and since Bill Clinton sent two U.S. carrier battle groups through the Taiwan Strait.

Now we send a lone destroyer inside the 12-mile limit of a reef that, until recently, was under water at high tide.

What China is doing is easily understandable. She is emulating the United States as we emerged to become an imperial power.

After we drove Spain out of Cuba in 1898, we annexed Puerto Rico and the Hawaiian Islands, where America settlers had deposed the queen, took Wake and Guam, and annexed the Philippines. The subjugation of Filipino resistance required a three-year war and thousands of dead Marines.

And the reaction of President McKinley when he heard our Asian squadron had seized the islands:

“When we received the cable from Admiral Dewey telling of the taking of the Philippines I looked up their location on the globe. I could not have told where those darned islands were within 2,000 miles.”

In 1944, General MacArthur, whose father had crushed the Filipino resistance, retook the islands from the Japanese who had occupied them after Pearl Harbor.

map-spratly-islands-philippines.jpg

At the end of the Cold War, however, Manila ordered the United States to get out of Clark Air Force Base and Subic Bay naval base. We did as told. Now our Filipino friends want us back to confront China for them, as do the Vietnamese Communists in Hanoi.

Before we get ourselves into the middle of their dispute, before we find ourselves in an air war or naval clash with China, we ought to ask ourselves a few questions.

First, why is this our quarrel? We have no claim to any of the Spratly or Paracel Islands in the South China Sea. Yet, each of the claimants — Beijing, Taipei, Manila, Hanoi — seems to have maps going back decades and even centuries to support those claims.

Besides freedom of the seas, what is our vital interest here?

If these islands are Chinese territory, Beijing has the same right to build air and naval bases on them as we do in the Aleutians, Hawaii, Wake and Guam. What do we hope to accomplish by sailing U.S. warships into what China claims to be her territorial waters?

While the ships of the U.S. Seventh Fleet are superior to those of the Chinese navy, China has more submarines, destroyers, frigates and missile boats, plus a vast inventory of ground-based missiles that can target warships at great distances.

In an increasingly nationalist China, Xi Jinping could not survive a climbdown of China’s claims, or dismantlement of what Beijing has built in the South China Sea. President Xi no more appears to be a man to back down than does President Putin.

Continued U.S. overflights or naval intrusion into the territorial waters of Chinese-claimed islands are certain to result in a violent clash, as happened near Hainan Island in 2001.

Where would we go from there?

China today is in trouble. She is feared and distrusted by her neighbors; her economy has lost its dynamism; and the Communist Party is riven by purges and rampant corruption.

If we believe this will be the Second American Century, that time is on our side, that Chinese communism is a dead faith, we ought to avoid a clash and show our opposition to Beijing’s excesses, if need be, by imposing tariffs on all goods made in China.

China’s oligarchs will understand that message.

L'Amérique en guerre contre la Chine. Et de ce fait contre l'Europe?

chine,états-unis,mer de chine du sud,océan pacifique,géopolitique,politique internationale,asie,affaires asiatiques,europe,affaires européennes

L'Amérique en guerre contre la Chine. Et de ce fait contre l'Europe?

par Jean-Paul Baquiast
Ex: http://www.europesolidaire.eu
 
La Chine a signé le 20 octobre une commande portant sur l'acquisition de 30 A330 et 100 A320 auprès d'Airbus pour un prix indicatif de 15,5 milliards d'euros, lors d'une visite de la chancelière allemande Angela Merkel . Ce voyage de deux jours de Mme Merkel intervient dans une période d'activité diplomatique intense entre Pékin et l'Europe, suivant un séjour très médiatisé du président chinois Xi Jinping au Royaume-Uni et à quelques jours d'une venue en Chine du président français François Hollande.
 
 
Celui-ci doit effectuer une visite d'Etat en Chine les 2 et 3 novembre à l'invitation de son homologue Xi Jinping, dans l'optique de la conférence de l'ONU COP21 qui se tiendra du 30 novembre au 11 décembre à Paris.  L'objectif en est de préparer le lancement avec le président Xi Jinping d'un appel pour le climat lors de cette conférence.

A l'occasion de ces deux visites, de nombreux contacts entre industriels de chacun des pays préciseront la volonté des Européens d'aider la Chine, sur sa demande, à sortir d'une économie exportatrice de main d'œuvre à bas coût et devenir une économie industrielle à haute valeur ajoutée, qui est celle de l'Allemagne et dans de nombreux secteurs de la France.

chine,états-unis,mer de chine du sud,océan pacifique,géopolitique,politique internationale,asie,affaires asiatiques,europe,affaires européennes

Précédemment,le 22 octobre, lors de la visite au Royaume-Uni du président chinois Xi Jinping, 55 milliards d'euros d'accords commerciaux avaient été été signés. Rappelons également que la Grande Bretagne, suivie de la France et d'autres pays européens importants, avaient décidé de devenir membres fondateurs de la nouvelle Banque asiatique pour les investissements dans les infrastructures AIIB fondée par la Chine.

Ainsi voit-on progressivement et sans tapage diplomatique s'établir une convergence euro-asiatique, incluant nécessairement la Russie. Elle est dans la logique d'une alliance stratégique indispensable des deux continents, face aux risques divers qu'affronte la planète. Dans certains cercles, on emploie le terme de convergence euro-Brics.

Guerre en mer de Chine?


Dans le même temps cependant, bien évidemment sans aucun accord des Européens, les Etats-Unis précipitent des affrontements militaires entre eux et la Chine en Mer de Chine méridionale, que nous évoquons depuis plusieurs jours sur ce site. L'offensive américaine prend actuellement de plus en plus d'ampleur, avec le soutien du Japon et de l'Australie qui sont au plan diplomatique complètement inféodés à l'Amérique.

L'incursion d'un navire lance-missile américain , l'USS Lassen dans les eaux territoriales de l'archipel des Spratley, depuis longtemps revendiqué par la Chine et reconnu de fait comme une extension de son territoire maritime, (voir notre article http://www.europesolidaire.eu/article.php?article_id=1950&r_id=) se révèle comme prévu être le début d'une offensive de bien plus grande ampleur contre la Chine, dont il ne faut pas oublier qu'elle est une puissance nucléaire dotée récemment d'armements sophistiqués modernes en matière d'affrontements aéro-navals et de guerre électronique. Le secrétaire à la défense Ashton Carter vient de rappeler qu'en défense d'un Droit à la liberté de navigation que la Chine ne menace en aucune façon, les actions militaires, aériennes et navales américaines s'amplifieront dans les prochaines semaines.

L'US Navy a de fait positionné depuis plusieurs mois en Mer de Chine deux porte-avions nucléaires et leurs escortes, l'USS Theodore Roosevelt (image) et l'USS Ronald Reagan. Elle pourrait prochainement missionner l'un deux, sinon les deux, dans la suite de l'USS Lassen. Cette offensive contre la Chine, qui était depuis plusieurs années réclamée par des forces politiques en militaires américaines très influentes, avait été jusqu'ici tenue en bride par un Barack Obama préoccupé de ne pas laisser grandir l'influence russe en Europe et au Moyen-Orient. Mais devant les échecs rencontrés sur ces deux terrains, le lobby militaro-politique anti-chinois avait repris toute son influence au Congrès et à la Maison Blanche.

Que cherche l'Amérique? Pour le Pentagone, autant que l'on puisse en juger à la lecture des nombreux articles qu'il fait publier, l'objectif est de précipiter une véritable guerre contre la Chine avant que les mesures de Déni d'accès et de couverture sous marine destinées à protéger les côtes chinoises n'aient atteint leur plein effet.(voir notre article http://www.europesolidaire.eu/article.php?article_id=1948&r_id=) Cette guerre devrait déboucher sur ce que le Pentagone nomme une large «  AirSea Battle strategy » prenant la forme d'un assaut dévastateur, aérien et par missiles, sur les côtes chinoises et les grands centres industriels s'y trouvant. Cet assaut serait déclenché très rapidement si les Chinois tentaient de s'opposer par quelque moyen militaire que ce soit, fut-il symbolique,contre les intrusions aéro-navales américaines.

L'objectif de Washington est manifestement que, confronté à cette menace de destruction, la Chine rentre dans le giron américain, partageant avec la Japon, les Philippines et bien d'autres, le statut de semi-colonie. Alors, grâce notamment au Traité de libre échange transpacifique que l'Amérique vient d'imposer, la Chine ne pourrait plus refuser les bienfaits de la domination des intérêts transnationaux américains.

Londres, Berlin et Paris devront pour ce qui les concerne renoncer alors à toute autonomie diplomatique et économique à l'égard de la Chine. Ainsi les contrats envisagés par celle-ci avec, entre autres, Airbus, seront très sainement reconvertis en contrats avec Boeing . Celui ci pourra retrouver le monopole quasi absolu qu'il exerçait jusqu'ici dans le domaine du transport aérien chinois.

Jean Paul Baquiast

Affrontements militaires aux frontières de l'Empire américain

d4bed9d4d2201478dbb60b.jpg

Affrontements militaires aux frontières de l'Empire américain

par Jean-Paul Baquiast
Ex: http://www.europesolidaire.eu
 
Partons de l'hypothèse optimiste qu'aujourd'hui les grandes puissances mondiales, USA, Russie et Chine, ne s'affronteraient pas (sauf accident toujours possible) de façon délibérée avec des armes nucléaires dites stratégiques (Bombe H) car ce serait la fin, non seulement des belligérants mais du monde entier.

Pourrait en envisager par contre que dans de futurs conflits, soit entre elles, soit avec des voisins jugés agressifs, elles emploieraient des armes nucléaires tactiques? Celles-ci peuvent être à courte portée, constituées de charges limitées et donc susceptibles d'avoir des effets locaux. Leurs effets seraient désastreux pour les zones touchées mais ne devraient pas en principe conduire à un recours aux armes stratégiques.

Là aussi, on peut supposer que les grandes puissances évoquées ci-dessus, et même d'autres puissances moyennes dotées de l'arme atomique, comme l'Inde, le Pakistan ou Israël, hésiteraient d'avoir recours en première frappe à des armes nucléaires fussent-elles très peu puissantes. La raison en serait que dans ce cas, elles s'exposeraient à des frappes en représailles bien plus puissantes, pouvant leur provoquer chez elles des dégâts humains et matériels considérables.

Dans les deux cas, ces perspectives n'empêcheraient pas ces différentes puissances de renforcer et améliorer constamment leur arsenal nucléaire. Ceci serait une conséquence de l'effet dit de dissuasion: les belligérants potentiels sont découragés d'utiliser des armes atomiques s'ils savent risquer des ripostes en retour de même nature. C'est pour cette raison que jusqu'à ce jour, les arsenaux nucléaires et leurs vecteurs sont considérés comme ayant permis d'éviter les conflits autres que périphériques.

Les armes conventionnelles

Qu'en est-il de l'utilisation des armes non nucléaires dites conventionnelles? Il est bien connu que celles-ci sont constamment utilisées, non seulement par les puissances grandes ou petites, mais par tous les pays et mouvements susceptibles de s'en procurer. C'est pour cette raison que les grandes puissances, pour conserver leur primauté, s'efforcent en permanence de les améliorer. Il en est de même de tous les pays disposant d'industries militaires, comme parmi de nombreux autres Israël ou l'Iran. Cet effort d'amélioration porte sur tous les systèmes d'armes dont ces pays sont susceptibles de se doter et d'utiliser, terrestres, aériens et maritimes.

Nous avons noté dans des articles précédents que la Russie a récemment surpris le reste du monde à l'occasion de ses interventions en Syrie. Elle a montré qu'elle dispose désormais de missiles de croisières à longue portée et de systèmes permettant de désarmer les divers moyens de guerre électronique susceptibles d'emplois contre ses forces en cas de conflits; sonars, radars, systèmes de guidage et autres. Évidemment, les Etats susceptibles de voir employer contre leurs unités de tels moyens feront tout ce qu'ils pourront pour de doter de moyens équivalents et si possibles supérieurs.

Dans le cas précis des relations entre Russie et USA s'engagera ainsi une course aux armements conventionnels. Il n'est pas certain que la Russie la perde, compte tenu des réformes importantes apportées récemment par le nouveau pouvoir aux capacités de son CMI (Complexe militaro industriel) au moment où le CMI américain peine à de moderniser, comme le montre le désastre industriel et militaire qu'est l'affaire du JSF F35. Est-ce à dire que les forces des deux blocs, USA et Russie, n'hésiteraint pas à s'affronter en utilisant leurs armements conventionnelles? L'hypothèse n'est pas à exclure, mais elle paraît peu probable, compte tenu des risques d'escalade pouvant conduire à une guerre nucléaire.

Guerre dans le Pacifique et en mer de Chine

La situation de paix armée, aussi fragile qu'elle soit, s'étant établie entre les USA et la Russie, ainsi qu'entre leurs alliées en Europe, se retrouvera-t-elle aux frontières occidentale de l'Empire américain, c'est-à-dire dans le Pacifique? Cette partie du monde voit s'affronter dorénavant deux coalitions armées, l'une menée par les USA et comptant de nombreux alliés puissants, notamment le Japon. L'autre menée par la Chine, comptant certains alliés asiatiques et potentiellement l'appui de la Russie, également puissance sur le Pacifique.

Pourquoi y aurait-il rivalité voire guerre entre les USA et la Chine dans le Pacifique? Pourquoi pas des partages d'influences? Pour une raison simple. De tels partages ne peuvent pas résulter d'une réflexion rationnelle au sein des blocs. Chacun pousse à l'expansion et le cas échéant à la guerre, laquelle bénéficie aux CMI respectifs. Le partage ne peut que résulter d'une paix armée.

 

F201403180832331315541827.jpg

 

Aujourd'hui, les USA semblent les mieux armés dans le Pacifique et en mer de Chine. La Chine a hérité de nombreuses faiblesses la rendant dépendante: nécessité d'accès aux routes de navigation, retard technologiques notamment en matière d'armements, facteurs internes tels que l'état sanitaire d'un bon quart de sa population. Néanmoins, elle a pris conscience de ces retards et s'efforce de les réduire. Autrement dit, elle ne se comporta pas comme l'ancien Empire impérial qui avait au 19e siècle pratiquement capitulé devant l'occident.

Pour être capable de peser dans la recherche d'un équilibre de paix armée, elle doit donc se doter d'un armement compétitif vis a vis des USA. Laissons à nouveau de côté le recours à l'arme nucléaire, au moins en première frappe, peu probable également de la part des USA car pouvant très vite mener à l'escalade. Il faut donc que la Chine perfectionne son armement conventionnel. Faute de temps et de moyens, elle ne peut pas le faire dans le domaine des grands porte-avions d'attaque. Non plus que dans le domaine des grands sous-marins nucléaires d'attaque. En termes de porte-avions, elle ne dispose que d'une seule unité, le Liaoning, actuellement utilisé pour des tâches de formation et de démonstration – comme la récente invitation faite à une délégation navale américaine le 21 octobre.

Il semble donc qu'elle se soit intéressée à la mise en place de sous-marins diesels dont les Russes ont développé une version très performance, ceux de la classe dite Kilo, dont ils ont concédé la licence à la Chine. La Chine a l'intention d'en construire dorénavant de nombreux exemplaires, complétant ceux de la classe Song, plus anciens. Pour une charge totale de 1800 tonnes,les Kilo embarquent 60 marins pouvant utiliser 6 tubes lance torpilles.

 

Opérant en « meutes » comme du temps de la Kriegsmarine, ils devraient pouvoir neutraliser un Carrier group. Encore faudrait-il que la Chine ait le temps et les moyens pour en construire un nombre suffisant, bien plus grand que la douzaine d'exemplaires dont elle dispose aujourd'hui.

Par ailleurs, comme la Russie, et sans doute avec la collaboration de celle-ci, la Chine a développé des missiles de croisière dernière génération capables d'être lancés à partir d'un sous-marin. Elle annonce également, comme la Russie, une gamme de systèmes évoluées de guidage ainsi que de systèmes de protection contre les moyens électroniques de l'adversaire. Il est difficile cependant de juger de l'état de maturité de ces systèmes, comme du nombre et de la rapidité de production prévisibles, car elle communique peu sur ces questions. Concernant les missiles, citons le missile antibunker DF15B, le missile DF-16, d'une portée de 1 000 kilomètres, et le missile antinavire DF-21D, d'une portée de 2 500 kilomètres, capable de transporter une ogive nucléaire.

Les futurs avions de 5e génération chinois, si l'on en croit les annonces, semblent par ailleurs pouvoir rivaliser, comme ceux des Russes, avec ceux des Américains. Le plus connu est le Chengdu J-20, développé par le constructeur Chengdu Aircraft Corp. D'autant plus que ceux-ci ont pris, avec le JSF F35, du fait d'erreurs incompréhensibles de leur CMI rappelé ci-dessus, un retard certain, se révélant actuellement en Syrie.

Ajoutons que sur le plan de l'armement terrestre, les Chinois, comme les Russes et peut-même davantage ont mis au point des systèmes évolués d'armement des fantassins, des blindés et de la guerre terrestre en réseau. Les Américains, d'ores et déjà, n'auraient aucune chance de réussir des opérations terrestres comme celles menées durant la guerre de Corée et au Vietnam.

Partages d'influence

Que conclure de ce qui précède au regard de l'escalade que mènent Américains et Japonais concernant la « liberté de navigation » autour des iles Senkaku et plus au sud,  des récifs désormais fortifiés du Cuateron Reef et du Johnson South Reef dans les iles Spratly. Pékin insiste sur le fait qu'il a des droits souverains sur quasiment l'ensemble de la mer de Chine méridionale, y compris près des côtes des Etats voisins, supposés être des alliés des Etats-Unis.

Aujourd'hui, si les USA y envoient des porte-avions d'attaque, comme ils ont annoncé vouloir le faire, les Chinois ne seraient pas sans doute en état de résister. Ils seraient donc obligés de laisser faire. Mais ceci pourrait ne pas durer très longtemps, avant qu'ils ne reviennent en force dans l'ensemble de la mer de Chine méridionale, et ceci avec des moyens militaires tels que les USA et leurs alliés ne pourraient pas s'y opposer de façon efficace, sauf à provoquer une guerre de grande ampleur, avec des milliers de morts de part et d'autre.

Alors il faudrait bien que des zones de partage d'influence faisant une large place à la Chine s'établissent en mer de Chine et plus généralement dans le Pacifique. Ceci serait alors un nouveau coup porté à la suprématie de l'Empire, cette fois-ci dans une partie du monde où ils se croyaient jusqu'ici les maîtres absolus.

Le concept de Brics, reposant sur une large alliance stratégique entre la Russie et la Chine, deviendrait une réalité indiscutable. Répétons le une nouvelle fois: que les Européens y réfléchissent et ne restent pas en dehors des Brics.

 

Jean Paul Baquiast

Les djihadistes de l’EI se sont rassemblés pour une Invasion MASSIVE de l’Asie Centrale

djihadiste.jpg

Renseignements russes : Les djihadistes de l’EI se sont rassemblés pour une Invasion MASSIVE de l’Asie Centrale

Auteur : Nick Gutteridge
Traduction Laurent Freeman
Ex: http://zejournal.mobi

Un grand nombre de combattants islamistes se sont rassemblés au nord de la frontière afghane et se préparent à entrer dans les états voisins, ont révélé des agents des services de renseignement russes.

L’espion moscovite en chef, Alexander Bortnikov, a mis en garde les Talibans, des combattants, dont beaucoup ont prêté allégeance à l’Etat Islamique, qui sont lourdement armés et préparés à pénétrer la frontière poreuse.

S’adressant à un congrès des services spéciaux des Etats Indépendants du Commonwealth, il a dit:

« La communauté internationale fait désormais face à un nouveau challenge géopolitique, un groupe criminel international du nom de l’Etat Islamique. »

« Ce projet, qui est la progéniture même du ‘Printemps Arabe’, a obtenu son élan à cause du deux poids deux mesures de certains pouvoirs mondiaux et régionaux, en utilisant ‘un proxy terroriste ravageur’ pour qu’ils atteignent leurs objectifs stratégiques en Asie et en Afrique ».

« Selon nos propres estimations, les citoyens de plus de 100 pays différents se battent actuellement dans les différents rangs de ces structures terroristes variées et les jeunes recrues représentent 40% de leurs forces ».

« L’escalade des tensions en Afghanistan a provoqué de graves dangers. Il y a de nombreux groupes criminels au sein du mouvement taliban au nord de ce pays en ce moment-même. Certains d’entre eux ont également commencé à opérer sous les ordres de l’Etat islamique, ce qui amène à une montée critique du niveau de menaces terroristes d’une potentielle invasion de l’Asie centrale ».

Le groupe de djihadistes haineux pourrait essayer de se frayer un chemin au nord de l’Afghanistan après avoir essuyé plusieurs raids aériens meurtriers de la Russie.

L’invasion serait comme un coup bas pour Vladimir Poutine, car elle emporterait avec elle plusieurs régions de l’ex-URSS à savoir le Turkménistan, l’Ouzbékistan, le Tadjikistan, qui sont toujours en bon terme avec Moscou.

Ils prendraient ainsi le contrôle des champs d’opium en Afghanistan qui sont entretenus par les forces occidentales. Une manne qui renforcerait l’Etat Islamique, car le produit une fois transformé en héroïne, serait revendu dans les rues européennes ou américaines.

L’Etat Islamique n’a cherché qu’à accroître sa présence en Asie et n’a cessé de recevoir du soutien de plusieurs cellules islamistes indiennes, pakistanaises et malaisiennes.

Tôt ce mois-ci, Poutine a dénoncé la situation en Afghanistan comme étant « proche du seuil critique » et a appelé les nations de l’ex Union Soviétique à se préparer à agir à l’unisson pour contrer une potentielle attaque de l’Etat Islamique.

Les fous islamistes ont été usés par les bombardements aériens russes et occidentaux, ce qui a amené plusieurs experts à reconnaître que leur économie est en panne et que leur structure de commande est sur le point de disparaître.

Les djihadistes ont précédemment annoncé leur intention de conquérir le monde et de soumettre tous les êtres humains à une seule idéologie, la loi de la Charia.

vendredi, 30 octobre 2015

«Cibergeopolítica, organizaciones y alma rusa» de Leonid Savin

Novedad editorial:

«Cibergeopolítica, organizaciones y alma rusa» de Leonid Savin

Ex: http://culturatransversal.wordpress.com

Cibergeopolitica_organizaciones_y_alma_rusa_Leonid_Savin.pngTenemos el placer de presentar a nuestros lectores una nueva obra que, como viene siendo costumbre en nuestras publicaciones, no tiene precedente alguno en lengua castellana. «Cibergeopolítica, organizaciones y alma rusa» de Leonid Savin, un prestigioso analista geopolítico y pensador ruso que lleva años haciendo importantes aportaciones en el ámbito de la geopolítica, una rama de la ciencia política con la que recientemente nos estamos familiarizando y cuyas categorías analíticas son del todo necesarias para comprender el mundo actual.Siguiendo la senda marcada por «La geopolítica de Rusia. De la revolución rusa a Putin» del gran politólogo y filósofo ruso Aleksandr Duguin queremos seguir explorando un campo del pensamiento político que consideramos poco conocido en España en general, y por extensión en toda la Europa occidental, donde desgraciadamente contamos con una visión limitada y con una escasa pluralidad de puntos de vista. Los mass media, desde su papel de difusores de las verdades oficiales, nos imponen un denso velo que actúa entre la realidad y nuestras percepciones de la misma.

De Savin, el autor que nos ocupa, cabe destacar su gran labor tanto como analista geopolítico como dentro del ámbito de la filosofía, que desde un denodado esfuerzo siempre está desarrollando nuevas obras sobre la situación geopolítica del mundo o sobre la situación de Rusia. Pluma y voz de diversos portales geopolíticos como geopolitika.ru y katehon.com, abiertos a la participación de nuevos analistas geopolíticos, filósofos, sociólogos, politólogos, etc., en ellos Leonid Savin escribe sobre los hechos actuales desde la perspectiva rusa y eurasianista, que cada vez resulta más conocida en lengua castellana por la gran expectación que levantan sus publicaciones, especialmente en distintos portales de habla hispana como «Página Transversal», donde han sido publicados algunos de sus trabajos. De modo que el pensamiento ruso ya no parece una cosa alejada del resto del mundo, sino un análisis diferente y completo de la realidad que concierne a todo el mundo por igual.

Entrando ya en la temática que sirve de propósito a este libro, esta es una obra que reúne elementos muy diversos, que pueden parecer heterogéneos, pero que sin embargo mantienen una unidad interna en su propósito y en la idea global de la misma: Desde la Cibergeopolítica —un concepto que puede resultarnos novedoso— Leonid Savin establece una serie de criterios e ideas entorno a la guerra y la geopolítica en un nuevo ámbito o espacio de combate, que no es otro que el de las redes sociales (englobadas en lo que se conoce como Web 2.0), medio desde el cual es posible llevar a cabo actividades muy efectivas tanto para dañar al enemigo como para controlar a la población. De modo que la irrupción del mundo cibernético (que no virtual, puesto que pese a no ser tangible, realmente existe) en el campo de la geopolítica está teniendo unas consecuencias decisivas en los nuevos enfoques de este campo de estudio. Las consecuencias de los nuevos usos tecnológicos y su papel ascendente lo vemos reflejado en la organización militar y el empleo de conceptos y técnicas como el «coaching» que nos descubren otras variables y elementos a tener en cuenta. No es casualidad que casos como el de Edward Snowden o Julian Assange hayan sido considerados tan relevantes para la geoestrategia norteamericana, sus aliados europeos occidentales y el resto de fuerzas que integran la órbita atlantista. Asimismo la regulación del ciberespacio y las leyes y normas internacionales que deben regir en el susodicho también han sido motivo de tensión y enfrentamiento entre las grandes potencias.

Podemos distinguir un segundo apartado, donde concurren una serie de reflexiones que podríamos ubicar más en un plano teórico, en lugar de aquel técnico del que nos hemos ocupado en el párrafo anterior, en el cual Savin profundiza en aspectos más intelectuales y culturales, y que se refieren a la lengua y espiritualidad de la Federación Rusa. Desde un interesante artículo donde nos remite a las teorías de Sorel y el sindicalismo revolucionario, hasta la geopolítica de la lengua rusa o la extensión y los matices que caracterizan al rico y variado universo de religiones y creencias del territorio ruso. En este contexto nos movemos más en el terreno de la geopolítica nacional de Rusia, de las confesiones religiosas y su particular relación con el Estado, las normas y regulaciones en el ejercicio de su práctica, la existencia de una pluralidad religiosa única en el mundo, o bien la importancia que es necesario conferir a esa religiosidad junto a la lengua, la genealogía de ambos conceptos, desde sus orígenes y posteriores desarrollos, la expansión por los vastos territorios que integran el territorio ruso y las relaciones existentes entre éstos conceptos y la propia configuración del poder político devienen como herramientas de conocimiento esenciales en la comprensión geopolítica de la Rusia actual. Evidentemente hay una mención especial del cristianismo ortodoxo, por ser la fe mayoritaria de los pueblos que integran Rusia, y las relaciones que vertebran la existencia de su jerarquía religiosa y eclesiástica respecto al estado ruso.

Igualmente podemos ver que en el contexto del análisis de los patrones religiosos y culturales de Rusia hay una dialéctica muy clara respecto al Occidente europeo —donde las formas de cultura y religiosidad se han visto notablemente erosionadas en su conjunto— el proyecto ilustrado, con todos sus atributos racionalistas y secularizadores, que han servido para vehiculizar toda una suerte de procesos destructivos en aquellos elementos más arraigados en la cultura de los pueblos. Dentro de este contexto, y entrando en la etapa de indefinición de la llamada posmodernidad, vemos cómo esta sociedad occidental se ha visto socavada por el multiculturalismo y la negación de aquellos patrones culturales y religiosos que formaban parte de las correspondientes identidades nacionales. El contraste entre el tratamiento del ámbito religioso en Rusia marca un importante contraste respecto a la Europa occidental, especialmente por las políticas activas desarrolladas por el estado ruso en ese contexto y la total integración de los preceptos religiosos a la cosmovisión de Rusia y los propios estamentos políticos.

Todo el conglomerado de artículos y reflexiones que integran el libro que presentamos a nuestros lectores cuentan con unas fuentes y conocimientos densos, bien pertrechados y que no están exentos de la carga ideológica que es inherente y característica de los postulados de la Cuarta Teoría Política, donde el propio Savin se alinea en la misma corriente de pensamiento que su homólogo Aleksandr Duguin, asumiendo un punto de vista crítico y el rechazo sin paliativos hacia la cosmovisión homogeneizadora que plantea el liberalismo y sus distintos apéndices y adláteres. En este sentido la dialéctica entre modernidad y antimodernidad también la vemos presente en el rechazo hacia la era actual de la Posmodernidad, una época de caos e indefinición, en la que la globalización y una serie de procesos derivados de ésta destruyen la esencia y fundamentos de cada cultura mediante el multiculturalismo, atacando cualquier vínculo profundo y enraizado con la idea de Comunidad, Tradición o Espiritualidad.

Por último, nos complace informaros que el libro ya está a la venta en Amazon o, si lo preferís nos lo podéis pedir por correo electrónico o comprárnoslo personalmente en las presentaciones del libro cuya celebración ya anunciaremos en nuestros canales habituales.

Fuente: Hipérbola Janus

Diplomaţia lui Stalin

Joseph Stalin and Vladimir Lenin.jpg

Diplomaţia lui Stalin

Istoria secolului nostru este învăţată din punctul de vedere american. La fel este şi în cazul celui de-al doilea Război Mondial, al Războiului Rece şi al Războiului din Golf. În optica americană, secolul XXI este “secolul american”, în care trebuie să se instaleze şi să se menţină o ordine mondială conform cu interesele americane, secol care este simultan “sfârşitul istoriei”, sfârşitul aventurii umane, sinteza definitivă a dialecticii istoriei. Francis Fukuyama, chiar înainte de războiul din Golf, afirma că odată cu căderea Cortinei de Fier şi sfârşitul “hegelianismului de stânga” pe care îl reprezenta URSS-ul, un singur model, cel al liberalismului american, va subzista secole de-a rândul. Cu condiţia ca niciun competitor să nu se zărească la orizont. De unde misiunea americană era aceea de a reacţiona rapid, mobilizând maximum de mijloace, contra oricărei veleităţi de a construi o ordine politică alternativă.

Cu câţiva ani înainte de Fukuyama, un autor germano-american, Theodore H. von Laue, pretindea că singura revoluţie veritabilă în lume şi în istorie era aceea a occidentalizării şi că toate revoluţiile politice non-occidentaliste, toate regimurile bazate pe alte principii decât cele în vogă în America, erau relicve ale trecutului, pe care numai nişte reacţionari perverşi le puteau adula, reacţionari pe care puterea americană, economică şi militară, urma să le măture rapid pentru a face loc unui hiper-liberalism de factură anglo-saxonă, debarasat de orice concurenţă.

Dacă hitlerismul este în mod general considerat ca o forţă reacţionară perversă faţă de care America a contribuit la eliminarea din Europa, se ştiu mai puţin motivele care l-au împins pe Truman şi pe protagoniştii atlantişti ai Războiului Rece să lupte contra stalinismului şi să facă din el un căpcăun ideologic, considerat explicit de către von Laue drept „reacţionar” în ciuda etichetei sale proprii de „progresist”. Această ambiguitate faţă de Stalin se explică prin alianţa americano-sovietică în timpul celui de-al Doilea Război mondial, când Stalin era supranumit în mod prietenos “Uncle Joe”. Cu toate acestea, de câţiva ani, numeroşi istorici revăd în mod inteligent poncifele pe care patruzeci şi cinci de ani de atlantism furibund le-au vehiculat în mass-media şi în cărţile noastre de istorie. Germanul Dirk Bavendamm a demonstrat în două lucrări meticuloase şi precise care au fost responsabilităţile lui Roosevelt în declanşarea conflictelor americano-japonez şi americano-german şi de asemenea care era duplicitatea preşedintelui american faţă de aliaţii săi ruşi. Valentin Falin, fostul ambasador al URSS-ului la Bonn, a publicat în Germania o lucrare de amintiri istorice şi de reflecţii istoriografice, în care acest briliant diplomat rus afirmă că Războiul Rece a început imediat după debarcarea anglo-americană din iunie 1944 pe plajele din Normandia: desfăşurându-şi armada lor navală şi aeriană, puterile occidentale duceau deja un război mai ales contra Uniunii Sovietice şi nu contra Germaniei muribunde.

O lectură atentă a mai multor lucrări recente consacrate multiplelor aspecte ale rezistenţei germane contra regimului hitlerist ne obligă să renunţăm definitiv la interpretarea istoriei celui de-al Doilea Război mondial şi a alianţei anglo-americano-sovietice după modelul convenţional. Ostilitatea faţă de Stalin după 1945 provine mai ales din faptul că Stalin înţelegea să practice o diplomaţie generală bazată pe relaţiile bilaterale între naţiuni, fără ca acestea să fie supervizate de o instanţă universală cum ar fi ONU. Apoi, după ce şi-a dat seama că cele două puteri anglo-saxone deciseseră singure la Casablanca să facă războiul excesiv cu Reich-ul, să declanşeze războiul total şi să ceară capitularea fără condiţii a Germaniei naţional-socialiste, Stalin s-a simţit exclus de aliaţii săi. Furios, el şi-a concentrat mânia în această frază bine ticluită, în aparenţă anodină, dar foarte semnificativă: „Hitlerii vin şi se duc, poporul şi statul german rămân”. Stalin nu considera naţional-socialismul hitlerist ca pe răul absolut sau chiar ca pe o esenţă netrecătoare, ci ca pe un accident al istoriei, o vicisitudine potrivnică Rusiei eterne, pe care armatele sovietice urmau pur şi simplu să caute s-o elimine. Dar, în logica diplomatică tradiţională, care îi aparţinea lui Stalin, în ciuda ideologiei mesianice marxiste, naţiunile nu pier: nu trebuie prin urmare să ceri o capitulare necondiţionată şi trebuie mereu să laşi poarta deschisă unor negocieri. În plin război, alianţele se pot schimba cu totul, aşa cum o arată clar istoria europeană. Stalin se mulţumeşte să ceară deschiderea unui al doilea front pentru a uşura misiunea armatelor sovietice şi a diminua pierderile de vieţi omeneşti în rândul ruşilor, dar acest front nu vine decât foarte târziu, ceea ce-i permite lui Valentin Falin să explice această întârziere ca pe primul act al Războiului Rece între puterile maritime anglo-saxone şi puterea continentală sovietică.

Această reticenţă a lui Stalin se explică şi prin contextul care a precedat imediat epilogul lungii bătălii de la Stalingrad şi debarcarea anglo-saxonă în Normandia. Când armatele lui Hitler şi ale aliaţilor săi slovaci, finlandezi, români şi unguri au intrat în URSS în 22 iunie 1941, sovieticii, oficial, au estimat că clauzele Pactului Molotov/Ribbentrop au fost trădate şi, în toamna lui 1942, după gigantica ofensivă victorioasă a armatelor germane în direcţia Caucazului, Moscova a fost constrânsă să sondeze adversarul său în vederea unei eventuale păci separate: Stalin dorea să se revină la termenii Pactului şi conta pe ajutorul japonezilor pentru a reconstitui, în masa continentală eurasiatică, acel „car cu patru cai” pe care i-l propusese Ribbentrop în septembrie 1940 (sau „Pactul Cvadripartit” între Reich, Italia, URSS şi Japonia). Stalin dorea o pace nulă: Wehrmacht-ul să se retragă dincolo de frontiera fixată de comun acord în 1939 şi URSS-ul să-şi panseze rănile. Mai mulţi agenţi au participat la aceste negocieri, ce au rămas în general secrete. Printre ei, Peter Kleist, ataşat în acelaşi timp de Cabinetul lui Ribbentrop şi de „Biroul Rosenberg”. Kleist, naţionalist german de tradiţie rusofilă în amintirea prieteniei dintre Prusia şi Ţari, va negocia la Stockholm, unde jocul diplomatic va fi strâns şi complex. În capitala suedeză, ruşii sunt deschişi la toate sugestiile; printre ei, ambasadoarea Kollontaï şi diplomatul Semionov. Kleist acţionează în numele Cabinetului Ribbentrop şi al Abwehr-ului lui Canaris (şi nu al „Biroului Rosenberg” care avea în vedere o balcanizare a URSS-ului şi crearea unui puternic stat ucrainean pentru a contrabalansa „Moscovia”). Al doilea protagonist al părţii germane a fost Edgar Klaus, un evreu din Riga care făcea legătura între sovietici şi Abwehr (el nu avea relaţii directe cu instanţele propriu-zis naţional socialiste).

În acest joc mai mult sau mai puţin triangular, sovieticii doreau revenirea la status-quo-ul de dinainte de 1939. Hitler a refuzat toate sugestiile lui Kleist şi a crezut că poate câştiga definitiv bătălia prin cucerirea Stalingradului, cheie a fluviului Volga, a Caucazului şi a Caspicii. Kleist, care ştia că o încetare a ostilităţilor cu Rusia ar fi permis Germaniei să rămână dominantă în Europa şi să-şi îndrepte toate forţele contra britanicilor şi americanilor, trece atunci de partea elementelor active ale rezistenţei anti-hitleriene, chiar dacă este personal dator instanţelor naţional-socialiste! Kleist îi contactează deci pe Adam von Trott zu Solz şi pe fostul ambasador al Reich-ului la Moscova, von der Schulenburg. El nu se adresează comuniştilor şi estimează, fără îndoială odată cu Canaris, că negocierile cu Stalin vor permite realizarea Europei lui Coudenhove-Kalergi (fără Anglia şi fără Rusia), pe care o visau de asemenea şi catolicii. Dar sovieticii nu se adresează nici ei aliaţilor lor teoretici şi privilegiaţi, comuniştii germani: ei pariază pe vechea gardă aristocratică, unde exista încă amintirea alianţei prusacilor şi ruşilor contra lui Napoleon, ca şi cea a neutralităţii tacite a germanilor în timpul Războiului Crimeii. Cum Hitler refuză orice negociere, Stalin, rezistenţa aristocratică, Abwehr-ul şi chiar o parte a gărzii sale pretoriene, SS-ul, decid că el trebuie să dispară. Aici trebuie văzută originea complotului care va duce la atentatul din 20 iulie 1944.

Dar după iarna lui 42-43, sovieticii au revenit la Stalingrad şi au distrus vârful de lance al Wehrmacht-ului, armata a şasea, care încercuia metropola de pe Volga. Partida germană a sovieticilor va fi atunci constituită de „Comitetul Germania Liberă”, cu mareşalul von Paulus şi cu ofiţeri ca von Seydlitz-Kurzbach, toţi prizonieri de război. Stalin nu avea în continuare încredere în comuniştii germani, din rândul cărora a eliminat ideologii nerealişti şi revoluţionarii maximalişti troţkişti, care au ignorat mereu deliberat, din orbire ideologică, noţiunea de „patrie” şi continuităţile istorice multiseculare; finalmente, dictatorul georgian nu l-a păstrat în rezervă, ca bun la toate, decât pe Pieck, un militant care nu şi-a pus niciodată prea multe întrebări. Pieck va face carieră în viitoarea RDG. Stalin nu visa nici un regim comunist pentru Germania post-hitleriană: el dorea o „ordine democratică forte”, cu o putere executivă mai marcată decât sub Republica de la Weimar. Această dorinţă politică a lui Stalin corespunde perfect alegerii sale iniţiale: pariul pe elitele militare, diplomatice şi politice conservatoare, provenind în majoritate din aristocraţie şi din Obrigkeitsstaat-ul[1] prusac. Democraţia germană, care trebuia să vină după Hitler, în opinia lui Stalin, urma să fie de ideologie conservatoare, cu o fluiditate democratică controlată, canalizată şi încadrată de un sistem de educaţie politică strictă.

Britanicii şi americanii au fost surprinşi: ei crezuseră că „Unchiul Joe” va înghiţi fără probleme politica lor maximalistă, ruptă total de uzanţele democratice în vigoare în Europa. Dar Stalin, ca şi Papa şi Bell, episcopul de Chichester, se opuneau principiului revoluţionar al predării necondiţionate pe care Churchill şi Roosevelt au vrut s-o impună Reich-ului (care va rămâne, cum gândea Stalin, în calitate de principiu politic în ciuda prezenţei efemere a unui Hitler). Dacă Roosevelt, făcând apel la dictatura mediatică pe care o controla bine în Statele Unite, a reuşit să-şi reducă adversarii la tăcere, indiferent de ideologie, Churchill a avut mai mari dificultăţi în Anglia. Principalul său adversar era acest Bell, episcop de Chichester. Pentru acesta din urmă, nu se punea problema de a reduce Germania la neant, căci Germania era patria lui Luther şi a protestantismului. Filosofiei predării necondiţionate a lui Churchill, Bell îi opunea noţiunea unei solidarităţi protestante şi-i punea în gardă pe omologii săi olandezi, danezi, norvegieni şi suedezi, ca şi pe interlocutorii săi din rezistenţa germană (Bonhoeffer, Schönfeld, von Moltke), pentru a face faţă belicismului exagerat al lui Churchill, care se exprima prin bombardarea masivă a obiectivelor civile, chiar şi în oraşe mici fără infrastructură industrială importantă. Pentru Bell, viitorul Germaniei nu era nici nazismul nici comunismul, ci o „ordine liberală şi democratică”. Această soluţie, preconizată de episcopul de Chichester, nu era evident acceptabilă de către naţionalismul german tradiţional: ea constituia o întoarcere subtilă la Kleinstaaterei, la mozaicul de state, principate şi ducate, pe care viziunile lui List, Wagner etc. şi pumnul lui Bismarck le şterseseră din centrul continentului nostru. „Ordinea democratică forte” sugerată de Stalin era mai acceptabilă pentru naţionaliştii germani, al căror obiectiv a fost mereu crearea unor instituţii şi a unei paidei puternice pentru a proteja poporul german, substanţa etnică germană, de propriile sale slăbiciuni politice, de lipsa simţului său de decizie, de particularismul său atavic şi de durerile sale morale incapacitante. Astăzi, evident, mulţi observatori naţionalişti constată că federalismul constituţiei din 1949 se înscrie poate destul de bine în tradiţia juridică constituţională germană, dar forma pe care a luat-o, în cursul istoriei RFG-ului, îi relevă natura sa de „concesie”. O concesie a puterilor anglo-saxone…

 

note-der-sowjetregierung_plakat_2000-02-0281.jpg

 

În faţa adversarilor capitulării necondiţionate din sânul coaliţiei antihitleriste, rezistenţa germană a rămas în ambiguitate: Beck şi von Hassel sunt pro-occidentali şi vor să urmeze cruciada anti-bolşevică, dar într-un sens creştin; Goerdeler şi von der Schulenburg sunt în favoarea unei păci separate cu Stalin. Claus von Stauffenberg, autorul atentatului din 20 iulie 1944 contra lui Hitler, provenea din cercurile poetico-ezoterice din München, unde poetul Stefan George juca un rol preponderent. Stauffenberg este un idealist, un „cavaler al Germaniei secrete”: el refuză să dialogheze cu „Comitetul Germania Liberă” al lui von Paulus şi von Seydlitz-Kurzbach: „nu putem avea încredere în proclamaţiile făcute din spatele sârmei ghimpate”.

Adepţii unei păci separate cu Stalin, adversari ai deschiderii unui front spre Est, au fost imediat atenţi la propunerile de pace sovietice emise de agenţii la post în Stockholm. Partizanii unei „partide nule” la Est sunt ideologic „anti-occidentali”, aparţinând cercurilor conservatoare rusofile (cum ar fi Juni-Klub sau acei Jungkonservativen din siajul lui Moeller van den Bruck), ligilor naţional-revoluţionare derivate din Wandervogel sau „naţionalismului soldăţesc”. Speranţa lor era de a vedea Wehrmacht-ul retrăgându-se în ordine din teritoriile cucerite în URSS şi de a se replia dincolo de linia de demarcaţie din octombrie 1939 în Polonia. În acest sens interpretează exegeţii contemporani ai operei lui Ernst Jünger faimosul său text de război intitulat „Note caucaziene”. Ernst Jünger percepe aici dificultăţile de a stabiliza un front în imensele stepe de dincolo de Don, unde gigantismul teritoriului interzice o reţea militară ermetică ca într-un peisaj central-european sau de tip picard-champenoise, muncit şi răsmuncit de generaţii şi generaţii de mici ţărani încăpăţânaţi care au ţesut teritoriul cu îngrădituri, proprietăţi, garduri şi construcţii de o rară densitate, permiţând armatelor să se prindă de teren, să se disimuleze sau să întindă ambuscade. Este foarte probabil ca Jünger să fi pledat pentru retragerea  Wehrmacht-ului, sperând, în logica naţional-revoluţionară, care îi era proprie în anii 20 sau 30, şi unde rusofilia politico-diplomatică era foarte prezentă, ca forţele ruseşti şi germane, reconciliate, să interzică pentru totdeauna accesul în „Fortăreaţa Europa”, chiar în „Fortăreaţa Eurasia” puterilor talasocratice, care practică sistematic ceea ce Haushofer numea „politica anacondei”, pentru a sufoca orice veleitate de independenţă pe marginile litorale ale „Marelui Continent” (Europa, India, ţările arabe etc.).

Ernst Jünger redactează notele sale caucaziene în momentul în care Stalingradul cade şi armata a şasea este înecată în sânge, oroare şi zăpadă. Dar în ciuda victoriei de la Stalingrad, care le permite sovieticilor să bareze calea spre Caucaz şi Marea Caspică germanilor şi să impiedice orice manevră în amontele fluviului, Stalin urmează mai departe negocierile sale sperând în continuare să joace o „partidă nulă”. Sovieticii nu pun un termen demersurilor lor decât după întrevederile de la Teheran (28 noimebrie – 1 decembrie 1943). În acel moment, Jünger pare a se fi retras din rezistenţă. În celebrul său interviu din Spiegel din 1982, imediat după ce primise premiul Goethe la Frankfurt, el declara: „Atentatele întăresc regimurile pe care vor să le dărâme, mai ales dacă sunt ratate”. Jünger, fără îndoială ca şi Rommel, refuza logica atentatului. Ceea ce nu a fost cazul cu Claus von Stauffenberg. Deciziile luate de către aliaţii occidentali şi de către sovietici la Teheran au făcut imposibilă revenirea la punctul de pornire, adică la linia de demarcaţie din octombrie 1939 în Polonia. Sovieticii şi anglo-saxonii s-au pus de acord să „transporte dulapul polonez” spre Vest prin cedarea unei zone de ocupaţie permanentă în Silezia şi în Pomerania. În atari condiţii, naţionaliştii germani nu mai puteau negocia iar Stalin era din oficiu prins în logica maximalistă a lui Roosevelt, în vreme ce la început o refuzase. Poporul rus urma să plătească foarte scump această schimbare de politică, favorabilă americanilor.

După 1945, constatând că logica Războiului Rece vizează încercuirea şi izolarea Uniunii Sovietice pentru a o împiedica să ajungă la mările calde, Stalin a reiterat oferta sa Germaniei epuizate şi divizate: unificarea şi neutralitatea, adică libertatea de a-şi alege regimul politic după placul său, mai ales o „ordine democratică forte”. Acesta va fi obiectul „notelor lui Stalin” din 1952. Decesul prematur al Vojd-ului sovietic în 1953 nu a mai permis URSS-ului să continue să joace această carte germană. Hruşciov a denunţat stalinismul, a apăsat pe logica blocurilor pe care Stalin o refuzase şi nu a revenit la antiamericanism decât în momentul afacerii Berlinului (1961) şi a crizei din Cuba (1962). Nu se va mai vorbi despre „notele lui Stalin” decât înainte de perestroika, în timpul manifestaţiilor pacifiste din 1980-1983, când mai multe voci germane au reclamat afirmarea unei neutralităţi în afara oricărei logici de tip bloc. Unii emisari ai lui Gorbaciov vor mai vorbi despre acele note şi după 1985, mai ales germanistul Viatcheslav Dachitchev, care a luat cuvântul peste tot în Germania, chiar şi în câteva cercuri ultra-naţionaliste.

În lumina acestei noi istorii a rezistenţei germane şi a belicismului american, putem să înţelegem într-un mod diferit stalinismul şi anti-stalinismul. Acesta din urmă, de exemplu, serveşte la răspândirea unei mitologii politice false şi artificiale, al cărei obiectiv ultim este să respingă orice formă de concert internaţional bazat pe relaţiile bilaterale, să impună o logică a blocurilor sau o logică mondialistă prin intermediul acestui instrument rooseveltian care este ONU (Coreea, Congo, Irak: mereu fără Rusia!), să stigmatizeze din start orice raport bilateral între o putere medie europeană şi Rusia sovietică (Germania în 1952 şi Franţa lui De Gaulle după evenimentele din Algeria). Antistalinismul este o variantă a discursului mondialist. Diplomaţia stalinistă era, în felul ei şi într-un context foarte particular, păstrătoare a tradiţiilor diplomatice europene.

Bibliografie:

– Dirk BAVENDAMM, Roosevelts Weg zum Krieg. Amerikanische Politik 1914-1939, Herbig, München, 1983.

– Dirk BAVENDAMM, Roosevelts Krieg 1937-45 und das Rätsel von Pearl Harbour, Herbig, München, 1993.

– Valentin FALIN, Zweite Front. Die Interessenkonflikte in der Anti-Hitler-Koalition, Droemer-Knaur, München, 1995.

– Francis FUKUYAMA, La fin de l’histoire et le dernier homme, Flammarion, 1992.

– Klemens von KLEMPERER, German Resistance Against Hitler. The Search for Allies Abroad. 1938-1945,  Oxford University Press/Clarendon Press, 1992-94.

– Theodore H. von LAUE, The World Revolution of Westernization. The Twentieth Century in Global Perspective,  Oxford University Press, 1987.

– Jürgen SCHMÄDEKE/Peter STEINBACH (Hrsg.), Der Widerstand gegen den National-Sozialismus. Die deutsche Gesellschaft und der Widerstand gegen Hitler,  Piper (SP n°1923), München, 1994.

Traducere: Vladimir Muscalu

Sursa: http://robertsteuckers.blogspot.ro/2011/12/normal-0-21-false-false-false_29.html

[1] Statul autoritar (n. tr.)

jeudi, 29 octobre 2015

Cuba libéré ou Cuba enchaîné demain à l'argent?

OD-BG247_CUBA_J_20150506132904.jpg

Cuba libéré ou Cuba enchaîné demain à l'argent?
Michel Lhomme
Ex: http://metamag.fr

Nous n'en aurons jamais fini avec la liberté et la confusion du libéralisme philosophique, du libéralisme politique et du libéralisme économique et nous ne saurions le trancher si facilement. L'économiste américain Milton Friedman soulignait que, dans une société, les arrangements économiques jouaient un double rôle dans la promotion de la liberté politique parce que premièrement, les libertés économiques sont une composante essentielle des libertés individuelles et que par là-même, elles devraient être une fin en soi du politique et que deuxièmement, les libertés économiques sont aussi le moyen indispensable pour parvenir au libre-arbitre. Ainsi alors que pour beaucoup, les chemins de la liberté économique et de la liberté politique divergent et ne sont pas fondamentalement les mêmes, nous parlons d'une seule et même liberté. Choisir de produire sans coercition et sans aucune entrave, choisir de travailler et de financer sans règle, c'est effectivement une position foncièrement différente de la décision sur laquelle s'appuie l'Etat dans son programme politique autoritaire pour prélever l'impôt et les taxes. Nous nous retrouvons dans la pince de la « global-invasion ».


Cuba , le nouvel eldorado ?


Prenons Cuba. Cuba se libéralise mais Cuba n'est pas libéré. Le sera-t-il d'ailleurs un jour lorsqu'il sera totalement devenu capitaliste c'est-à-dire « libéral » au sens économique du terme ? La griffe française de luxe Chanel vient d'annoncer qu'elle présentera sa collection « croisière » du printemps, le 3 mai prochain, pour la première fois en Amérique Latine et pas n'importe où, puisque Chanel défilera à Cuba, l'île communiste qui vient de normaliser ses relations avec les Etats-Unis. Chanel va donc faire défiler à la Havane des filles vêtues de robes légères de luxe et autres tweeds ou maillots de bain à plusieurs milliers d'euros à Cuba, là où sur le Malecon, on se prostitue gayment pour finir les fins de mois de ! Une première pour la maison de luxe parisienne, qui n'avait même jamais organisé de show en Amérique latine et un choix plutôt étonnant sachant que la Maison de la rue Cambon ne possède pas de boutique à Cuba. C'est que la levée de l'embargo américain sur Cuba cet été, et le réchauffement des relations d'affaires avec le « bloc capitaliste », fait depuis quelque temps la joie des entreprises, en particulier françaises . Des fleurons hexagonaux des biotechnologies comme les alcools français profitent déjà de l'ouverture de Cuba aux échanges internationaux, un Cuba devenu en quelques mois le nouvel eldorado du business. 


Depuis cinq décennies, la perle des Caraïbes est sous l'emprise de la dictature communiste qui a plongé le peuple cubain dans un ostracisme international devenu avec le temps de plus en plus anachronique. Cuba, une île paradisiaque où deux frères « blancs » dans un pays nègre ou de métis, les frères Castro décident pratiquement de tous les aspects de la vie sur l'île et où la seule contestation possible s'appelle  « dissidence » puisque toute critique ouverte du régime y demeure interdite. Malgré cela, l'administration du président Barack Obama a récemment décidé de reprendre des relations diplomatiques avec Cuba, avec la volonté avouée de se réconcilier avec les latinos qui sont d'un poids électoral non négligeable pour les élections présidentielles américaines. Obama rêve aussi de laisser derrière lui avant de quitter la Maison Blanche les années d'embargo économique de Cuba comme l'image sépia d'un vieux cauchemar ridicule. La décision est historique pour une administration Obama quelque peu affaiblie actuellement par les problèmes afghans (le bombardement de l'hôpital de Médecins sans frontières) et l'offensive russe en Syrie. Mais de quelle libéralisation cubaine parle-t-on puisque la libéralisation économique de Cuba ne semble modifier en rien la nature du régime cubain ? Pire, le vieux Fidel, El lider maximo semble même en tirer les marrons du feu. C'est en tout cas ce qu'on entend beaucoup en ce moment dans les milieux des exilés de Miami même si Danilo Maldonado, le dernier prisonnier de conscience cubain a été libéré ce mardi 20 octobre.


L'échec des politiques d'embargo 

En fait, l'assouplissement des conditions économiques à Cuba ne sera pas suffisant pour mobiliser l'île vers la démocratie réelle. La libéralisation économique ne garantit pas la liberté politique. Il nous faut donc cocher négativement Friedman et tirer d'ailleurs les leçons du modèle chinois de l'« économie socialiste de marché » et de l'oxymore du « communisme libéral ». En tout cas, Cuba confirme une autre loi politique, l'échec manifeste des politiques d'embargo. L'embargo rend en réalité plus fort celui que l'on veut affaiblir. Pour avoir prétendument affaibli matériellement le gouvernement cubain depuis le milieu du siècle dernier, Cuba est toujours là. Certes, l'embargo américain a sapé durant des décennies l'économie des familles cubaines, les a maintenues dans une pauvreté scandaleuse mais l'embargo a aussi fourni à Castro et au régime cubain le moyen de se maintenir en justifiant ses piètres performances économiques en tant que gouvernant par l'affermissement de son patriotisme, la défense de la grande cause de l'unité nationale et de la lutte héroïque contre l'«ennemi extérieur». Il est curieux que les Etats-Unis n'ait tiré aucune leçon de Cuba reproduisant ainsi les mêmes erreurs mais à une toute autre échelle aujourd'hui avec la Russie de Vladimir Poutine.

n-CUBA-CARS-large570.jpg


Ainsi, timidement, certaines réformes amènent Cuba à une plus grande liberté dans le domaine économique. La téléphonie mobile presque inexistante jusqu'à récemment aurait déjà dépassé trois millions d'utilisateurs. Les marchés de l'automobile et de l'immobilier sont devenus plus ouverts et en 2015, plus de 3000 restaurants sont passés en gestion privée. L'espoir demeure que ces changements en matière économique permettent rapidement une prise de conscience des citoyens cubains vers l'obtention de plus de droits civils, et éventuellement une demande de réforme et de transformation politique. Mais en réalité les Américains le veulent-ils vraiment ? N'est-il pas préférable en effet de commercer à La Havane avec des Cubains blancs et sans parole politique ?


Paradoxalement, les assouplissements des règles de l'économie cubaine offrent un répit inattendu à la dictature de Castro qui en arrive même à légitimer son pouvoir par un slogan gauchiste pour ne pas dire bolchévique dans le genre « la liberté dans l'ordre », en quelque sorte la règle et même l'étalon du pouvoir capitaliste. Or, après plus d'un demi-siècle de régime communiste et toutes les tentatives extérieures, comme celles des exilés de Miami, d'étouffer sans succès l'administration cubaine, il faudrait « hacker », pirater Cuba, redoubler d'astuces pour permettre aux jeunes cubains de se donner les moyens d'échanger des idées, d'organiser et de progresser dans la voie d'un renversement politique du régime qui maintiendrait comme priorité la défense de leur identité. Cuba est l'un des derniers territoires de la planète non connecté, l'internet y est extrêmement limité et surtout pas libre à tel point que l'île est surnommée « l'île des déconnectés ». L'autonomie cubaine ne peut pas être qu'économique. Elle exige le politique, la représentativité populaire mais elle réclame aussi l'Etat et non sa suppression afin de contrer le rêve capitaliste d'en faire un gigantesque paquebot de croisière terrestre.  En réalité, l'Etat préserve les libertés, protège les individus contre ceux, les prédateurs, entrepreneurs et financiers, tous les requins du mercantilisme qui souhaitent contraindre les gouvernements au libéralisme économique sans libéralisme philosophique ou politique. La réflexion sur le cas de Cuba et sur beaucoup d'autres, comme la Chine communiste ou même l'assassinat de John F. Kennedy  nous pose ainsi en filigrane une autre question, celle de l'« Etat profond » de Peter Dale Scott, des responsabilités de la finance dans la dilution des Etats mondiaux et de la régulation juridique nécessaire de la mondialisation, l'anarchie libertarienne dans la « global-invasion ». Elle pose la question critique du néo-constitutionnalisme contemporain, de la dilution du droit, de l'extinction du droit dans l'économisme. Le libéralisme économique est ainsi enchaîné à des prémisses telles qu'elles présentent finalement Milton Friedman comme un naïf ou plutôt comme l'idiot utile du système qui ne saurait du coup être capable de reconsidérer métapolitiquement la liberté. Autrement dit et après tout, la vraie mesure de l'avancement politique de nos peuples sera non pas le grand remplacement mais le grand renversement à la manière stylée de la grande révolution cubaine idéalisée par le romantisme révolutionnaire du guérillero et de la lutte armée mais sans la violence des autocrates du prolétariat.


A noter un jeu de société très « cubain » pour petits et grands.

lundi, 26 octobre 2015

Obama‘s Strategien im Mittleren Osten

obama-redrawing-middle-east-isis-isil-2.gif

Obama‘s Strategien im Mittleren Osten
 
 
 
Ex: http://strategische-studien.com

US-Präsident Barack Obama verfolgt im Mittleren Osten zum gegenwärtigen Zeitpunkt eine sehr zurückhaltende Strategie, die teilweise durch diffuse Ziele bestimmt wird.[1] Dazu gehören vor allem die Beziehungen zum Iran. Während seine Administration durch den Nukleardeal mit dem Iran den engsten Verbündeten der USA im Mittleren Osten, das Königreich Saudi-Arabien, als Rivalen Teherans buchstäblich düpiert hat, unterstützen die Amerikaner bezüglich Logistik die Saudis bei ihren Angriffen auf die iranischen Verbündeten in Jemen, die Houthi. Gleichzeitig bekämpfen die USA im Irak beinahe Seite an Seite mit dem Iran und den schiitischen Milizen den Islamischen Staat (IS) durch Bombardierungen. In Syrien bombardieren die USA wiederum die Stellungen des IS, unterstützen aber durch Waffenlieferungen die sunnitische Opposition gegen den Alawiten Assad, der mit dem Iran eng verbündet ist und durch die Islamische Republik mit Beratern und Truppen unterstützt wird. Des Weiteren vermeidet offiziell die Obama-Administration jede Zusammenarbeit mit den Russen, deren Bombardierungen in Syrien primär auf die sunnitische Opposition gerichtet sind und weniger dem Islamischen Staat gelten. Bei ihren Bombardierungen in Syrien beschränken sich die USA auf den Einsatz ihrer Kampfflugzeuge und jener ihrer Alliierten gegen die Stellungen des Islamischen Staates.

Präsident Obama will unter keinen Umständen, dass die USA bei diesen Einsätzen Verluste erleiden. Deshalb werden auch keine Fliegerleitoffiziere zu den irakischen Truppen oder zu den kurdischen Verbündeten abkommandiert. Die Unterstützung der syrischen Kurden in ihrem Krieg gegen den IS wiederum liegt nicht im Interesse der Türkei, deren Luftwaffe nur sehr zurückhaltend Stellungen des IS im Irak angreift. Die Türkei selbst unterstützt die sunnitische Opposition gegen Assad. Ähnlich verhalten sich auch die Saudis, deren Kampfflugzeuge nur Ziele in Syrien angreifen. Auch Israel handelt nach dem Motto „der Feind meines Feindes ist mein Freund“, bombardiert Stellungen der schiitischen Hisbollah und auch der Armee Assads, aber nicht jene des IS.

Auf die Dauer dürften die USA mit dieser zwiespältigen und undurchsichtigen Strategie im Mittleren Osten, mit der nicht zwischen Feind und Alliierten unterschieden werden kann, scheitern. Obama oder sein Nachfolger wird in der Zukunft zwischen zwei Strategien mit eindeutigen Zielen wählen müssen. Wenn die USA weiterhin die geopolitische Lage im Mittleren Osten bestimmen wollen, müssen sie den Islamischen Staat durch einen massiven Einsatz von Bodentruppen im Irak vernichten. Mit dem Luftkrieg allein wird diese Organisation nicht besiegt werden können. Durch die Stationierung von 100‘000 bis 150‘000 Soldaten im Irak könnten die USA auch Russland zur Beendigung ihrer Unterstützung für Assad zwingen. Damit könnte vielleicht eine Voraussetzung für das Ende des Bürgerkrieges in Syrien erreicht werden.

obamamohamed_al_zawawi.jpg

Die zweite Strategie wäre der totale Rückzug der USA aus dem Mittleren Osten. Angesichts der Tatsache, dass die USA nicht mehr von der Versorgung mit Erdöl aus dem Mittleren Osten abhängig sind, könnten sie einen solchen Rückzug ohne weiteres durchführen. Nach diesem Rückzug würden sie die Region sich selbst überlassen und damit den Konflikten zwischen den Regionalmächten Saudi-Arabien, Türkei und Iran sowie den Einmischungen Russlands ausliefern. Den Preis dafür würden die Bewohner Syriens und des Iraks zahlen. Europa hätte eine Nachbarregion, die sich in einem ständigen Kriegszustand befinden würde, und würde weiterhin durch Flüchtlinge aus der Region überschwemmt werden. Angesichts dieses Chaos würden die USA in der Welt aber jegliche Glaubwürdigkeit verlieren. Die Folge wäre eine Destabilisierung weiterer Regionen.

[1] Trofimov, Y., and PH. Shishkin, Clashing Agendas Fuel Rise of Islamic State, Regional rivalries in Middle East trump fighting extremist group, in: the Wall Street Journal, October 19, 2015, P. A1/A6.

Le Sahel, une poudrière prête à exploser aux portes de l'Europe

Touareg.jpg

«Le Sahel, une poudrière prête à exploser aux portes de l'Europe»

Entretien avec Serge Michaïlof

Ex: http://www.letemps.ch

Les pays de la frange méridionale du Sahara cumulent explosion démographique et panne économique. Un cocktail explosif 

A l’heure où des foules de réfugiés quittent la Syrie et l’Afghanistan pour l’Europe, un ancien directeur de la Banque mondiale, Serge Michaïlof, lance un cri d’alarme: des vagues bien plus considérables encore de migrants pourraient affluer prochainement des pays du Sahel, avertit dans un livre choc ce spécialiste du développement à l’Institut de relations internationales et stratégiques (IRIS) à Paris. Explications.


Le Temps: Vous décrivez le Sahel comme un baril de poudre prêt à exploser aux portes de l’Europe. D’où vous vient cette conviction?

Serge Michaïlof: La démographie est un facteur d’insécurité fondamental. Or, elle échappe à tout contrôle dans les pays du Sahel. Les chiffres y sont hallucinants. Un pays comme le Niger, qui avait trois millions d’habitants à l’indépendance, en compte pratiquement 20 millions aujourd’hui et, quoi qu’on fasse, en aura plus de 40 millions dans 20 ans. La situation s’avère d’autant plus dramatique que son territoire est à 92% impropre à l’agriculture et que sur les 8% restants, le secteur est en panne. Cela pose non seulement un problème alimentaire mais aussi un très grave problème social: le manque d’emplois à disposition des foules de jeunes qui arrivent sur le marché du travail. Et le cas n’est pas isolé. Le Mali, le Burkina et le Tchad connaissent le même cocktail explosif de surpopulation rurale et d’absence de perspectives professionnelles.

- Vous comparez le Sahel à l’Afghanistan…

- Effectivement. Si la situation est aujourd’hui moins dramatique au Sahel, la région ressemble à l’Afghanistan à de nombreux égards. Comme lui, elle couve toutes sortes de fractures ethniques et religieuses, qui vont s’aggravant. Comme lui, elle souffre de la grande faiblesse de l’Etat, voire de son absence totale dans certaines zones reculées. Comme lui, enfin, elle possède un voisinage dangereux, entre un sud libyen sans foi ni loi et un nord nigérian sous l’influence des djihadistes de Boko Haram. Et ce sur fond de propagande islamiste radicale, de multiplication des groupes armés et de développement de tous les trafics.

 

sahel60fd7151b6db9d.png

 

- Quelles conséquences les malheurs du Sahel peuvent-ils avoir sur les pays avoisinants?

- La crise actuelle ressemble à un cancer. Il existe divers foyers cancéreux dans la région, du nord du Mali au nord du Nigéria. Et ces foyers développent des métastases sur leur pourtour. Les pays du Sahel ont été les premiers touchés mais la montée de l’insécurité ne peut qu’affecter tôt ou tard les pays du golfe de Guinée. D’autant que ces Etats sont fragiles. Preuve en est le très riche Nigeria, tenu en échec pendant trois ans par les djihadistes de Boko Haram.

- Et sur l’Europe? Quels effets attendez-vous?

- De nombreux jeunes Sahéliens vont être tentés par l’émigration. Comme ils retrouveront au bord du golfe de Guinée et en Afrique du Nord les problèmes d’explosion démographique et de sous-emploi qui les ont poussés à partir, nombre d’entre eux devraient pousser tout naturellement plus loin, jusqu’en Europe. Et là, gare à la vague! Quand on voit l’émoi provoqué par la déstabilisation de la Libye et de la Syrie, deux pays qui totalisent moins de 30 millions d’habitants, on a de la peine à imaginer les réactions que pourrait provoquer la décomposition du coeur du Sahel francophone, une région qui compte près de 70 millions d’habitants aujourd’hui et en aura quelque 200 millions en 2050. Cela n’est pas pour ces toutes prochaines années. Mais les évolutions démographiques vont devenir dramatiques dans 8 à 15 ans.

- Comment expliquez-vous que les gouvernements des pays sahéliens ne parviennent pas à mieux contrôler la situation?

- Les élites sahéliennes font ce qu’elles peuvent. Mais dans des pays souffrant régulièrement de déficit alimentaire, elles sont submergées en permanence par mille requêtes urgentes. Et puis, elles disposent de maigres ressources financières qu’elles se sentent obligées de consacrer en bonne partie au maintien d’un minimum de sécurité. Il ne leur reste dès lors presque plus d’argent à affecter au développement, un secteur où elles dépendent largement de l’aide extérieure. Or, les donateurs étrangers financent ce qu’il leur plaît, comme il leur plaît, quand il leur plaît.

- Quelle aide la communauté internationale peut-elle apporter aux pays du Sahel?

- L’expérience afghane a apporté divers enseignements, qui peuvent s’avérer utiles en Afrique. Elle s’est caractérisée par un engagement militaire et financier considérable qui a débouché sur un fiasco politique, économique et militaire. La première leçon à en tirer est que l’emploi prolongé d’armées étrangères n’a aucune chance d’assurer la sécurité, parce que de telles troupes sont rapidement perçues comme des forces d’occupation. Il est par conséquent impératif de renforcer les armées locales et, au-delà, tout l’appareil «régalien», soit la gendarmerie, l’administration territoriale, la justice, etc. Les efforts consentis dans ce domaine au Sahel sont très insuffisants.

La deuxième leçon est que l’aide internationale finit souvent par faire partie du problème, parce qu’elle se focalise sur les problèmes qui plaisent aux décideurs politiques et aux opinions publiques des pays donateurs au lieu de répondre aux besoins des populations locales. Des besoins qui sont d’abord le développement rural et le renforcement de l’appareil d’Etat.

 

sahel.jpg

 

- Le Mali et le Nigéria ont connu des percées djihadistes spectaculaires ces dernières années. Où en sont-ils aujourd’hui?

- Le cancer connaît des périodes de rémission. C’est ce qui arrive en ce moment dans l’un et l’autre cas. Au Mali, les djihadistes ont subi une grave défaite mais ils sont toujours là. On doit s’attendre à ce qu’ils changent de stratégie et qu’ils s’en prennent à l’avenir à des régions plus peuplées, où l’aviation et l’artillerie françaises auront plus de mal à intervenir. Au Nigeria, l’étroite collaboration de plusieurs armées africaines paraît en mesure de briser l’appareil militaire structuré de Boko Haram, ces blindés,ces pick-up équipés de canons de 20 mm et ces unités de plusieurs centaines, voire de plusieurs milliers d’hommes que l’organisation a pu aligner ces dernières années. Mais là aussi, le mouvement ne disparaîtra pas pour autant. Ses membres vont se disperser dans la nature, notamment au Niger, et continuer à sévir sous d’autres formes. Et allez empêcher des fillettes de tuer des dizaines de personnes en se faisant exploser sur des places de marché! Le problème sera d’autant plus difficile à régler qu’il est économique avant d’être militaire. Cela signifie que sa solution sera longue à mettre en oeuvre.

«Africanistan - L’Afrique en crise va-t-elle se retrouver dans nos banlieues?», Serge Michaïlof, édit. Fayard, 2015, 366 pages.

 

dimanche, 25 octobre 2015

LE PROJET CHINOIS “UNE ROUTE, UNE CEINTURE”

china-silk-road.jpg

LE PROJET CHINOIS “UNE ROUTE, UNE CEINTURE”
 
Des ambitions irréalistes ?

Auran Derien
Ex: http://metamag.fr

Il y a 100 ans, en mai 1915, les anglo-américains avaient chargé un paquebot de munitions, le Lusitania. Alors que les Allemands avaient rappelé que cela était prohibé par les lois de la guerre, ils le firent volontairement pour entrer en guerre avec le but final de faire mainmise sur le continent européen. En un siècle, les mêmes utilisent toujours les mêmes méthodes pour ramener l’Europe et tout l’Occident à un niveau d'inhumanité très comparable. Dans ce contexte, on a pu lire avec intérêt les nouveaux projets chinois qui pourraient ramener un peu de civilisation dans ce monde dirigé par l’association des Al Capone fanatisés. Le projet chinois s’intitule “une route, une ceinture” et l’on doit au site “Les crises”  d’en avoir publié une version française. Particulièrement surpris de l’obsession anglo-américaine pour la guerre, l’auteur chinois Qiao Liang reconnaît volontiers que l’astuce et le fanatisme de l’oligarchie occidentale l’a conduite à promouvoir deux grandes ignominies : le terrorisme aveugle et la guerre financière. Le premier devoir d’une élite consiste évidemment à bien comprendre ce que cela signifie en pratique pour ne plus en être la victime. 


Les impérialismes se ressemblent mais…


Dans les instituts d’études politiques, on enseignait que l’Impérialisme provenait d’une différence de potentiel qui incitait certaines puissances à en dominer d’autres. Le développement de la Chine répond à ce scénario traditionnel et ne surprend personne. Tant les Russes que les Chinois souhaitent en premier lieu obtenir une part du gâteau que les oligarchies anglo-américaines ont su s’approprier depuis la première guerre mondiale. Mais dans l’univers de la mafia, il ne faut pas “toucher au grisbi” surtout lorsque les chefs se considèrent comme une race élue destinée à administrer les richesses du monde à leur seul profit. Les oligarques occidentaux refusent en général de partager. Les impérialismes naissants doivent donc bâtir une stratégie de puissance originale tout en évitant une confrontation directe avec l’Occident qui ne rêve que guerres, destructions, pillages et génocides. 


L’art de la conquête s’avère primordial et l’auteur chinois propose deux pistes 

- Fixer des objectifs principaux sur terre et sur mer, puis des objectifs secondaires. La partie matérielle la plus connue est terrestre. La Chine souhaite construire des réseaux vers l’Europe, en particulier des trains à grande vitesse dont ils sont désormais les grands spécialistes, des pipelines et des oléoducs. La partie financière est encore plus fondamentale. Entre l’Internet et les échanges en ligne, le rôle de la monnaie américaine doit diminuer inexorablement. Les sites chinois permettent déjà des paiements sans utiliser de dollar. La lutte principale réside pour eux comme pour nous tous dans la libération de l’esclavage monétaire.


- Aider les fanatiques qui dominent l’Amérique à scier les branches sur lesquelles ils sont assis : l’innovation dans l’internet, les bases de données, les nuages ne doivent pas être monopolisés par les gangs anglo-américains et leurs serviteurs européens. La Chine se considère comme étant sur la même ligne de départ pour ces nouvelles technologies et entend progresser au même rythme pour éviter la dépendance. Surtout, ses élites apprennent à décrypter les pièges habituels des voyous de la finance car ils ne veulent pas demeurer niais et bêtes comme les européens face à leurs bourreaux. Qiao Liang détaille la guerre financière, observant le phénomène de l’accordéon. La finance anglo-américaine gonfle des créances puis les dégonfle. Il remarque avec subtilité que le dégonflement suit une crise organisée par l’oligarchie. Elle détruit les pays qui en sont victimes et enrichit Wall street et ses diverses activités financières car il n’y a désormais rien d’autre aux États-Unis en dehors de la finance. Il est fondamental pour les criminels en col blanc de contrôler les fluctuations de tous les marchés monétaires et financiers car sans cela ils ne peuvent plus maintenir leur niveau de vie et s’appauvrissent. Les crises sont fondamentales pour remplir les poches des employés de la finance et toute la politique occidentale vise à les provoquer à intervalle régulier. 


Sauf grain de sable, l’empire du néant va durer


Pierre Leconte, qui appartient à la tradition libérale autrichienne, propose sur son Forum de se dépouiller de toute illusion sur l’évolution à court terme du programme de terreur et de destruction massive piloté par le pouvoir. 


Comme libéral, Leconte défend deux thèses pour lesquelles on peut être en désaccord: la création monétaire à partir du métal précieux; la concurrence des monnaies. Par contre, nous sommes tout à fait convaincus du bien-fondé des réformes qu’il propose pour soulager les misères des populations victimes des néantologues financiers: casser les monopoles de la finance car ils font régner la terreur sur les hommes politiques; supprimer le FMI qui est un appareil prédateur; interdire l’escroquerie du grand marché transatlantique; sanctionner la publicité mensongère sur les actifs financiers; éliminer les armes de destruction massive que sont les marchés à terme. Quand aux USA, leur ressemblance avec l’ex-Union Soviétique est désormais frappante: le Plunge Protection Team est la main très visible chargée de manipuler les marchés. Pour construire cet autre monde, le chinois Qiao Liang se berce d’illusions sur son pays. Le dollar va rester encore longtemps la principale monnaie malgré le système de destruction massive qui le contrôle, le produit, l’agite. La chute d’un empire monétaire prend du temps. Il en sera de même à propos des organisations terroristes manipulées, contrôlées, entretenues par l’axe de l’inhumanité. Elles ne permettront ni à la Chine ni à la Russie de faire chuter l’horreur vétérotestamentaire. Il faudra des résistances multiples, des refus d’obéissance systématiques, pour que l’inhumanité retourne dans son lit… Sauf si, à la manière du grain de sable, divers phénomènes imprévus (épidémies?, aveuglements? …) favorisaient la dislocation des réseaux de la haine et de la corruption.


chinag150504b.jpg

 

samedi, 24 octobre 2015

Asia Central, región geoestratégica

asie_centrale.jpg

Asia Central, región geoestratégica

Muchas veces la división del territorio mundial en continentes no es suficiente para realizar estudios detallados de ciertas zonas del Planeta. Por eso, el mundo se divide en varias regiones o subregiones, aceptadas y diferenciadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Una de estas regiones del mundo es la zona de Asia Central. Localizada entre el Mar Caspio y la frontera oeste de China, esta región, antiguamente conocida como el Turkestán, está formada actualmente por cinco repúblicas ex-soviéticas: Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

Geografía física

Al norte de Irán, Afganistán y Pakistán se encuentran los países del Asia Central, una extensa región de más de 4 millones de kilómetros cuadrados. Los “Cinco -stán” se pueden dividir en dos grupos: los llanos y los montañosos. Mientras que Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán son extensas llanuras, Kirguizistán y Tayikistán son dos pequeños países montañosos.

Los tres primeros países tienen una superficie mucho mayor y deben su planitud a la gran Meseta de Ustyurt, de 200.000 kilómetros cuadrados. En esta zona el clima es árido y el suelo rocoso, siendo la altitud media de 150m. Tradicionalmente, la población de los alrededor de Ustyurt se ha dedicado a actividades relacionadas con el pastoreo, con rebaños de cabras, ovejas y camellos, sin llegar a asentarse definitivamente en ningún lugar.

National_emblem_of_KyrgyzstanPor otro lado, Kirguizistán y Tayikistán, mucho más pequeños, son dos países rodeados por importantes cordilleras montañosas. En el caso de Kirguizistán, el escudo del esta ex-república soviética simboliza el relieve que predomina en el país. Es en ocasiones llamado la “Suiza de Asia Central”, debido a que la región montañosa de Tian Shan cubre el 80% del territorio.

Tayikistán no es menos montañoso, ya que a las montañas del Tian Shan se une la cordillera del Pamir, lo cual hace que más del 50% de la superficie de este país se encuentre por encima de los 3.000 metros.

Las cordilleras de Tian Shan y del Pamir son dos de los relieves más importantes del mundo, junto con los Himalayas, las Montañas Rocosas y los Andes. Esta región del mundo está bajo la influencia de grandes relieves montañosos, lo cual hace que Asia Central sea un lugar inhóspito y de difícil acceso.

Aun así, en Kirguizistán y Tayikistán encontramos también tierras bajas y valles, donde se encuentran la mayoría de ciudades y donde se concentra la actividad económica. En en el noroeste de Tayikistán se encuentra el Valle de Ferghana, la zona más fértil de todo Asia Central.

Aral_mapLa región de Asia Central es atravesada por dos importantes ríos: el Syr Darya por el norte y el Amu Darya por el sur.

El río Syr Darya nace en las montañas de Tian Shan, mientras que el Amu Darya nace en la Cordillera del Pamir. Ambos llegan hasta el Mar de Aral y suponen la principal fuente de agua de la región.

El clima de Asia Central está marcado por una continentalidad extrema, que limita las posibilidades de explotación de la tierra y de asentamiento de la población. Con excepción de algunas zonas, como el ya mencionado Valle de Ferghana (compartido por Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán) con una tierra fértil, una buena provisión de agua y un alta densidad de población.

El resto de Asia Central se distingue por paisajes desérticos, desde el desierto de arena de Turkmenistán que forma parte de la depresión aralo-caspiana, hasta las herbosas estepas de Kazajstán que anticipan Mongolia, y por paisajes montañosos, como los que ofrecen las cordilleras Pamir y Tian-Shan, cadenas montañosas al norte del Himalaya.

El desierto de Karakum cubre el 80% del territorio de Turkmenistán, y el desierto de Kyzylkum una gran parte de Uzbekistán. Por otro lado, y como ya hemos dicho, el 41% de la superficie de Kirguistán y casi la mitad de la territorio de Tayikistán se encuentran a una altitud de más de 3.000 m. (fuente: casaasia.es)

ca_mn_map_top_xl

fuente del mapa: stantours.com

Geografía económica: ¿dónde se localizan los recursos?

Con casi 65 millones de habitantes, Asia Central es una región muy poco poblada. La densidad de población es de 16 habitantes por kilómetro cuadrado. Las ciudades más importantes son Almatý (1.400.000 hab.), Astaná (700.000 hab.), Taskent (2.100.000 hab.), Biskek (800.00 hab.) y Asjabad (1.000.000 hab.). Otras, como Dushanbe (Tayikistán) muestran este fantasmagórico aspecto.

800px-Киргизские_кибитки_на_реке_ЧуAl contrario que otras regiones como el Sudeste Asiático, que están superpobladas, la zona de Asia Central se ha caracterizado siempre, desde los tiempos de la Ruta de la Seda, por ser una región despoblada y utilizada principalmente como de paso.

La vida en la estepa y entre las montañas no es fácil. La mayoría de la población ha sido siempre nómada (en el dibujo de la izquierda, casas kirguizas fácilmente desmontables).

Las pocas ciudades grandes actuales, sin embargo, sí que representan centros de relativa importancia económica. Astaná se presenta como una ciudad moderna que puede llegar a ser un importante centro financiero y de negocios, líder de la región.

La población de esta región se concentra en dos zonas principalmente: el norte de Kazajstán (zona de la capital, Astaná) y el Valle de Ferghana (confluencia de Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán). El Valle de Ferghana es la zona más fértil de la región de Asia Central, y allí la gente se ha podido asentar gracias a los cultivos de arroz, patatas y algodón.

Pero aunque la agricultura es la base de la economía real para las gentes que viven en el Valle de Ferghana, en esas tierras existen recursos mucho más importantes que los agrícolas. Es una zona rica en petróleo, gas y minas de jade.

En Asia Central, aunque la mayoría de la población siga subsistiendo de la actividad pastoril y agrícola, los gobiernos han comprendido que el crecimiento económico y el desarrollo se basan en su capacidad para exportar materias primas. En otras palabras, con un rebaño de cabras uno puede vivir, pero con un yacimiento de gas uno puede hacerse millonario.

Por eso mismo los gobiernos de Asia Central quieren desmarcarse de la tradicional imagen de nómadas y agricultores, para pasar a ser potenciales exportadores de importancia mundial.

En relación al petróleo y el gas, son los países más cercanos al Mar Caspio los que se benefician de los yacimientos. Las reservas de petróleo de Asia Central se estiman en 50.000 millones de barriles. Kazajstán tiene el 3,2% de las reservas petrolíferas del mundo, y Turkmenistán el 8,7% de las reservas de gas.

TABLA: Países por reservas probadas de gas natural (Wikipedia)

TABLA: Países por reservas probadas de petróleo (Wikipedia)

Pero no sólo es importante el hecho de tener materias primas, sino también tener la posibilidad de moverlas y exportarlas. Y los países de Asia Central están sabiendo hacerlo. Por ejemplo, en Kazajstán, los importantes yacimientos de Kashagan (petróleo) y Karachaganak (gas), están conectados mediante oleoductos y gasoductos con Rusia, a través del Caspian Pipeline Consortium, un consorcio entre varias empresas privadas y públicas para la gestión de dicha ruta entre Kazajstán y Rusia. En 2008 se movilizaron 35 millones de toneladas de petróleo.

En el siguiente epígrafe analizaremos las distintas rutas que siguen oleoductos y gasoductos desde Asia Central hacia el resto del continente.

Las potencias tradicionales (Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos…) están dejando paso a las potencias regionales en el control de los recursos de Asia Central. De esta forma, los gobiernos ruso y chino, junto a los de Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán, están realizando el reparto de los yacimientos en el entorno del Mar Caspio. De forma que son los países de la región los que explotan y exportan las materias.

NOTICIA: La inglesa BP vende a la rusa Lukoil su participación en el yacimiento kazako de Tenguiz

Por otro lado, a parte de gas y petróleo, la zona de Asia Central es rica en recursos minerales. Como vimos en el artículo Minerales codiciados, Kazajistán es un país emergente en la exportación de estas materias primas. Dispone del 30% de las reservas mundiales de mineral de cromo, el 25% del manganeso y el 10% del hierro. Además, Kazajstán es el tercer productor mundial de titanio y el mayor productor de uranio del mundo.

INTERESANTE: El uranio en Kazajstán: Industria atómica (Invest in Kazahstán)

En el siguiente documento (hacer click aquí) el gobierno de Uzbekistán hace una llamada a inversores japoneses para que se adentren en la industria de la minería. El documento (una presentación powerpoint) es toda una publicidad del país, que se ofrece como gran socio comercial y como un lugar perfecto para desarrollar proyectos empresariales.

De la misma forma, Kirguizistán está realizando una reforma de la industria minera y en el año 2012 concedió más de 500 licencias a empresas para explotar sus recursos mineros.

NOTICIA: Kirguizistán promueve la reforma de la industria minera (Ministerio de Economía y Competitividad, Gobierno de España)

Todos estos recursos naturales suponen grandes oportunidades de negocio en Asia Central. La riqueza que ha llegado a países como Kazajstán al convertirse en exportadores de materias primas ha permitido que se desarrollen todo tipo de proyectos punteros y modernos.

También se puede observar el progreso y la modernización en fotos de la ciudad de Astaná, una ciudad que está siendo construida de nuevo, con arquitectura futurista gracias al dinero obtenido por la exportación de gas, petróleo y minerales.

Gracias a este redescubrimiento de Asia Central, han aparecido nuevas empresas que se localizan allí y realizan no sólo tareas de explotación de recursos, sino que se adentran en el sector terciario y algunas han aparecido como empresas de servicios, como la del siguiente caso:

INTERESANTE: La empresa Manuchar se encarga de asistir a los fabricantes de materias primas del Este a comercializar sus productos en Occidente, al mismo tiempo que ayuda a los fabricantes orientales a conseguir los materiales necesarios para poder desarrollar su actividad empresarial. Es una empresa que ofrece servicios desde el principio hasta el final de cada transacción e informa sobre las tendencias de mercado en la zona en cuestión. (web: www.manuchar.com)

Como hemos dicho, los de Asia Central son países que se han dado cuenta de la riqueza que tienen bajo su tierra, y están encantados con el libre comercio y la economía de mercado que predominan en el mundo. Tienen la oportunidad de establecer importantes lazos comerciales y no van a desaprovechar la oportunidad. Como muestra, esta carta redactada por el Ministerio de Petróleo, Gas y Recursos Minerales de Turkmenistán: abrir pdf aquí. Dice textualmente: “The aim of this event is to provide the Asian business community with a better insight into the wealth of investment opportunities available in Turkmenistan’s oil and gas sector, and to both reinforce and establish new business relationships between Turkmenistan and other countries.” Es decir, que el gobierno de Turkmenistán ofrece a empresas de otros países a que acudan a invertir en el sector del petróleo y del gas.

KAZAKHSTAN-ASTANA-AREALFotografía: vista de Astaná, la moderna capital de Kazajstán

Posición geoestratégica en el conjunto de Eurasia

Recogiendo el testigo de la época de la Ruta de la Seda, cuando el Turkestán era una importante zona de paso que comunicaba Europa con China, actualmente Asia Central sigue siendo un punto geoestratégico por su localización en el conjunto del continente euroasiático. Pero no sólo es una cuestión geográfica, sino también económica, ya que Asia Central se redescubrió en el S.XX como una prominente región en cuanto a las materias primas.

Como hemos visto en el anterior subapartado sobre Geografía Económica, bajo el suelo de Asia Central se encuentran millones de metros cúbicos de gas y petróleo, así como innumerables recursos minerales. Pero lo que vamos a analizar ahora es la ventaja de la localización geográfica.

Eduardo Olier, en su libro Geoeconomía: las claves de la economía global (2012), resume el contexto geoestratégico de Asia Central de la siguiente manera:

“En este complejo escenario, las rutas energéticas del área se presentan como un elemento geoeconómico esencial. Primero, hacia el Norte, favoreciendo a Rusia. En segundo lugar, hacia el Oeste, ruta pretendida por Azerbaiyán que favorece los intereses de Estados Unidos, Turquía e, incluso, Georgia, para facilitar el tráfico con Europa. Tercero, la ruta Sur, más viable económicamente que, sin embargo, pone a Irán en el eje estratégico y por lo tanto dificulta los intereses americanos. Cuarto, la ruta Este hacia China, una costosísima infraestructura que sólo en Kazajstán deberá atravesar 2000 kilómetros. Y, finalmente, la posibilidad de atravesar Afganistán por el Sudeste para llegar a Pakistán y la India. Un complejo escenario de intereses geopolíticos que convertirá esta zona en una de las más sensibles del planeta en los próximos años.”

Al ser una zona de paso y que conecta los mundos Occidental y Oriental, Asia Central está repleta de puntos estratégicos. La mayoría de ellos son pasos o corredores entre las montañas, que permiten llegar desde las llanuras de Asia Central hasta países importantes como Pakistán, China o India, donde el desenfrenado crecimiento económico requiere abastecerse de las materias primas que los países de Asia Central les pueden proveer.

Los principales pasos que conectan Asia Central

El Paso de Torugart, en las montañas Tian Shan, une la Provincia de Naryn (Kirguizistán) con la enorme región de Xinjiang, la más grande de China. Es un paso importante porque constituye la ruta principal para conectar los países de Asia Central con China.

Otra localización importante es el Paso de Khunjerab, un alto paso de montaña a 4.700m, en la cordillera del Karakorum, estratégicamente situado en la frontera norte de Pakistán con China. Es el cruce internacional de frontera pavimentada más alto en el mundo, además de ser el punto más alto de la famosa carretera del Karakorum, que une la ciudad de Kashgar (China) con Islamabad (capital pakistaní).

800px-Afghanistan_18El norte de Afghanistán, que también se puede incluir en la región geográfica de Asia Central, es una zona de importancia geoestratégica, ya que este país está, desde 2001, ocupado por tropas estadounidenses y de otros países. Afghanistán es un país en guerra.

Aunque las principales campañas militares se están desarrollando en el sur y en el este del país, controlar los pasos fronterizos del norte es un objetivo estratégico.

En la fotografía de la derecha se puede observar un tanque, símbolo de la presencia militar en la zona, y al fondo la gran cordillera del Hindu Kush, que domina la mitad norte de Afghanistán.

El Corredor de Wakhan es uno de los lugares geoestratégicos más importantes de Asia Central. Situado al noreste de Afghanistán, se encuentra en la Cordillera del Pamir, haciendo frontera con Tayikistán al norte, China al este y Pakistán al sur. Este corredor fue abierto por el Imperio Británico a finales del S.XIX para impedir que Rusia llegara a la India durante el Gran Juego.

También entre Afghanistán y Pakistán se encuentra el importante Paso de Khyber, uno de los pasos más antiguos de la historia, que ya era utilizado en la época de la Ruta de la Seda. Situado en la parte noroeste de las montañas Safēd Kōh, es una ruta comercial entre Asia Central y el Subcontinente Indio, además de una localización militar estratégica.

Geoestrategia energética: petróleo y gas

En el mapa Asia Central: una posición geoestratégica se observa de manera simplificada las cuatro direcciones principales que siguen las exportaciones desde Asia Central. Aunque hay importantes socios comerciales en Europa, el Golfo Pérsico y la India, el mayor receptor de minerales, gas y petróleo está siendo el gigante asiático, China.

Las proyecciones indican que en un futuro más cercano que lejano China consumirá 7 millones de barriles de petróleo al día. Necesitará abastecerse no sólo de Arabia Saudí y de Irán. Asia Central es y será cada vez más un socio exportador para China.

AsiaCentralMapaEn esta región, las reservas de petróleo y gas suelen estar en el entorno del Mar Caspio, de forma que los pequeños Kirguizistán y Tayikistán no se benefician de estos recursos. Desde Asia Central parten varios oleoductos y gasoductos en todas direcciones.

Por ejemplo en 2005 se inauguró un oleoducto de 1000km entre las ciudades de Atasu (Kazajstán) y Alashankou (China).

Otro oleoducto une los campos petrolíferos de Tenguiz (Kazajstán) con el puerto ruso de Novorosslysk, através del Mar Negro.

También existen gasoductos que unen los yacimientos de la costa este del Mar Caspio con el Mar Mediterráneo, a través de Rusia, Azerbaiján y Turquía.

Esto pone de manifiesto que, aunque no tengan salida al mar y estén situados en zonas remotas, los países de Asia Central se mantienen vivos y activos en el mercado internacional de exportaciones debido a las buenas comunicaciones que se han desarrollado gracias a la inversión de países poderosos como China o Rusia, que ayudan a que las materias primas consigan llegar desde Asia Central hasta Europa, la India y China.

MUY INTERESANTE: Las rutas del petróleo en Asia Central (Real Instituto Elcano)

Además del petróleo, el otro recurso que se mueve a través de tuberías por las llanuras de Asia Central, en todas direcciones, es el importantísimo gas natural, muy presente entre los yacimientos que rodean el Mar Caspio.

INTERESANTE: KazMunayGas, empresa kazaka dedicada a la exportación de gas desde Kazajstán hacia Rusia y China principalmente.

transportation_map_eng

La India también está interesada en Asia Central, tal y como muestra el proyecto Trans-Afghanistan Pipeline (TAP), que supondrá un enorme gasoducto que unirá los yacimientos del Mar Caspio con Pakistán y la India, a través de Turkmenistán y Afghanistán.

TAP-pipeline-3El proyecto TAP podría transportar 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año, una cantidad muy importante. Este gas sería utilizado por los superpoblados y emergentes Pakistán e India, dos países que consumen cada vez más recursos.

El gasoducto trans-afghano transportará gas desde el yacimiento de Dauletabad, en Turkmenistán, hasta la ciudad india de Fazilka, en el estado de Punjab (30 millones de habitantes). Un recorrido de casi 1700km.

INTERESANTE: Turkmenistán-Afghanistán-Pakistán-India Gas Pipeline: South Asia’s Key Project

Desde el yacimiento de Dauletabad en Turkmenistán también parten otros importantes gasoductos en otras direcciones, como por ejemplo el Dauletabad-Sarakhs-Khangiran Pipeline, inaugurado en 2010, que llega hasta la ciudad de Khangiran, en Irán. Este gasoducto transporta 12.000 millones de metros cúbicos de gas cada año.

En los últimos años, Turkmenistán, poseedor del 8,7% de las reservas de gas del mundo, ha comprometido toda su exportación con tres países: Rusia, China e Irán, lo cual supone una derrota de las potencias occidentales (Estados Unidos y Europa). En la guerra geoestratégica por los recursos, se puede decir que la “batalla de Asia Central” la está ganando el bloque oriental.

ARPF_Overview.jpg

Con China realizando inversiones multimillonarias y con Irán cerrando pactos con países como Turkmenistán, queda por analizar qué movimientos está realizando Rusia.

La empresa rusa Gazprom, líder mundial en la extracción y distribución de gas, no ha tardado en ocupar una posición privilegiada en la zona de Asia Central. Actualmente controla un sistema de gasoductos que van desde Turkmenistán hasta Rusia, pasando por Uzbekistán y Kazajstán.

Esta red de gasoductos controlada por Gazprom se alimenta de los campos de gas del sudeste de Turkmenistán y de los yacimientos de la costa este del Mar Caspio. Además de llegar hasta Rusia, está planeado que los gasoductos lleguen un día hasta China.

MÁS INFORMACIÓN: Central Asia-Center gas pipeline system (Wikipedia)

Los expertos en Asia Central, Marlène Laruelle y Sébastien Peyrouse, resumen la situación de esta manera: “Se trata de países rentistas que funcionan principalmente gracias a la exportación de materias primas (petróleo, gas, algodón, uranio, oro, minerales raros…) y a la importación de productos manufacturados, principalmente de China, pero también de Europa. Situados entre Rusia, China e Irán tienen dificultades para encontrar su lugar en el contexto de la economía mundial, y se ven frenados en su globalización por un entorno geopolítico inestable y una fuerte caída del capital humano.”

MUY INTERESANTE: Asia Central en el contexto de la economía mundial

image002

Mapa superior: principales gasoductos y oleoductos de la región (fuente: realinstitutoelcano.org)

Las principales potencias mundiales y su relación con Asia Central

EEUU y Europa han extendido la OTAN hacia el este europeo incluyendo antiguas “democracias populares” y repúblicas soviéticas. La expansión hacia el oriente no ha parado ahí y, a partir de 2002, la OTAN ha creado los Planes de Acción de Asociación Individual (Individual Partnership Action Plans) con otras antiguas repúblicas soviéticas como Georgia, Azerbaiján, Armenia, Kazajstán y Moldavia. Por último, en el marco de la invasión de Afganistán, EEUU consiguió establecer bases militares en Kirguizistán y Uzbekistán. El mundo occidental ha movido sus piezas en una zona controlada por la URSS durante la guerra fría. (Fuente: www.historiasiglo20.org)

Como respuesta a estos movimientos de las potencias occidentales, la presencia de China en Asia Central ha aumentado considerablemente en los últimos años, lo cual ha generado ciertos recelos hacia el gigante asiático por parte de Kazajstán y Kirguizistán, que temen sobre sus posibles aspiraciones hegemónicas.

China está extendiendo su influencia económica a lo largo de su frontera de 2.800 kilómetros con Asia Central para compensar la presencia estadounidense y rusa, en una región con enormes reservas minerales y de recursos energéticos, como ya hemos visto.

NOTICIA: China expandirá su presencia en Asia Central con una inversión de $10.000 millones (Reuters)

En Asia Central se han desarrollado importantes organizaciones intergubernamentales, como la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), una de las iniciativas de cooperación regional más prometedoras de Asia. Esta organización incluye a China, Rusia, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán. Además, otros socios son Pakistán, Irán, Mongolia e India (estos últimos tienen un estatus de observadores).

China lidera la OCS y, por tanto, las cuestiones energéticas y comerciales de la región están muy influenciadas por los intereses chinos. No es de extrañar, pues, que la mayoría de los nuevos oleoductos y gasoductos estén proyectados en dirección este, hacia territorio chino.

Aunque en la declaración fundacional de la Organización de Cooperación de Shanghai se afirma que no es una alianza hecha contra otras naciones o regiones, la mayor parte de los analistas coinciden en que uno de los objetivos principales de la OCS es hacer de contrapeso a la OTAN y a EEUU.

INTERESANTE: Página web oficial de la Organización de Cooperación de Shanghai

Además de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), otros proyectos intergubernamentales se están poniendo en marcha. Por ejemplo, en 2012 el ministro de Asuntos Exteriores de la India habló de que su país iba a comenzar una política de conexión con Asia Central, con el objetivo de reforzar las relaciones políticas y económicas con países como Kazajstán o Turkmenistán, así como apoyar a las tropas internacionales en el conflicto armado de Afghanistán.

Una de las bases para la cooperación entre India y Asia Central tendrá que ver con el intercambio de materias primas por tecnología y equipamientos médicos. La India es un país puntero en los campos de la tecnología y la medicina, y Asia Central, como hemos visto, es una tierra rica en recursos naturales. La cooperación y el entendimiento entre países se apoyará en las necesidades de cada parte, para construir una importante relación comercial y política.

INTERESANTE: La importancia de Asia Central

Presencia militar en la zona de Asia Central

pipelineEstados Unidos tiene bases aéreas desplegadas por toda la región: en Uzbekistán, Kiguizistán, Tayikistán, Pakistán y, cómo no, en Afghanistán. Con Rusia vigilando desde el norte, China apretando desde el Este, e Irán atento en el Sur, la zona que rodea al Mar Caspio se convierte en un tablero de ajedrez en el que cada movimiento genera tensión en el contrincante. Hay muchos recursos en juego.

En la infografía de la derecha podemos ver una clara relación entre yacimientos petrolíferos y presencia militar. Es una zona donde convergen los intereses de las potencias tradicionales (Occidente) y las nuevas potencias emergentes (países asiáticos como India, China, Irán o Pakistán).

VER MAPA: Inestabilidad en Oriente

En Kirguizistán, Estados Unidos tiene la base de Manás, a pocos kilómetros de la capital, Bishkek. Esta base tiene el objetivo geoestratégico de vigilar la inestable zona de Afghanistán.

Por su parte Rusia también quiere mantener su influencia en la zona. Tiene en Kazajistán una base de lanzamientos espaciales en Baikonur, y está construyendo otra base de lanzamiento en Baiterek. También tiene bases en Kirguizistán y en Tayikistán.

Pero tanto Estados Unidos como Rusia están perdiendo esta guerra geoestratégica ante el poder de China, que, mediante la Organización de Shanghai, promueve sus intereses y recorta territorio a sus vecinos Tayikistán y Kirguizistán, obligándoles a firmar nuevos tratados fronterizos. China, con el poder del dinero, ha conseguido lo que Estados Unidos y Rusia no han podido con el poder militar.

NOTICIA: EEUU busca crear su mayor base militar en Asia Central (RT.es)

NOTICIA: Rusia toma medidas para no perder más terreno en Asia Central (elpais.com)

Gustavo Sierra, escribiendo para el diario argentino Clarín, hace este interesante resumen de la situación en Asia Central: (fuente: Clarín.com)

Asia Central fue escenario del “Gran Juego” que practicaron Rusia y Gran Bretaña en el siglo XIX. Ahora, vuelve a ser el terreno de una disputa aún más grande de la que participan no sólo los antiguos contrincantes sino Estados Unidos, China, In dia y las otras grandes potencias europeas.

En el centro de la disputa están las inmensas reservas petroleras y gasíferas de la región. Y para obtener ventaja en “el juego” las potencias aumentan su presencia militar en todo centroasia. En el aeropuerto de Dushanbé, la capital de Tayikistán, se puede ver una escuadrilla de modernos bombarderos franceses. No muy lejos de ahí, los ingenieros indios reconstruyen una enorme pista soviética. Los rusos mantienen aún en ese valle rodeado por las míticas montañas del Panshir una unidad de 10.000 soldados. En la vecina Kirgyzstán, sobrevuelan los KC-135 estadounidenses, los Sukhoi-27 rusos de la base cercana de Kant, y los bombarderos chinos.

Y las repúblicas “stán” (todos sus nombres tienen esa terminación) reciben presiones de todos lados. Kazajstán debe decidir si continúa sacando su petróleo por la red de oleoductos rusa o si se conecta con la nueva línea Baku-Ceyhan, recientemente construida con el apoyo de EE.UU. China compró una de las petroleras más grandes de ese país y construyó un oleoducto de 2.000 kilómetros para transportar el fluido a Beijing.

Claro que la región es un polvorín donde no para de crecer el radicalismo islámico. En particular en el valle de Fergana que cruza las fronteras de Uzbekistán, Tajikistán y Kirgyzstán. Allí es poderoso el movimiento de Hizb ut-Tahrir, que forma parte de Al Qaeda.

Pero las potencias cuando necesitan de algo o alguien no tienen reparos.Y para continuar recibiendo gas y petróleo al tiempo que mantienen a raya al radicalismo islámico, siguen apoyando a los regímenes autoritarios de la zona, desde el tadyico, Imomali Rakhmon, hasta el brutal kazako, Nursultan Nazarbayev. (fuente: Clarín.com)

MUY INTERESANTE: Geopolítica petrolera en Asia Central y en la cuenca del Mar Caspio

Tian_Shan_PanoramaFotografía: panorámica de las montañas Tian-Shan

Si te gusta nuestra web puedes ayudarnos a crecer con una pequeña donación a través de:

Juan Pérez Ventura

Autor y Director de la web 'El Orden Mundial en el S.XXI'. Graduado en Geografía por la Universidad de Zaragoza y Máster en Relaciones Internacionales Seguridad y Desarrollo por la Universitat Autònoma de Barcelona. Inquieto por comprender cómo funciona el mundo y apasionado de la divulgación de conocimiento. Además de blogger, soy un viajero incansable.

Regard sur l'actu: La géopolitique pour les Nuls

AaaaaaaozrMzx37H_1400483400854.jpg

Regard sur l'actu: La géopolitique pour les Nuls

Ex: http://cerclenonconforme.hautetfort.com

Le Nouveau Contexte Mondial pour les Nuls

Dur, dur la géopolitique... C'est ce qu'on pourrait penser à la lumière des événements récents. Pour mémoire, on nous annonce depuis des années le début de la Troisième Guerre mondiale autour de la question iranienne. Pourtant, après plus d'un an et demi de pourparler entre l'Iran et le groupe 5+1 (Etats-Unis, Russie, Chine, France, Royaume-Uni et Allemagne), le dégel entre l'Oncle Sam et la Perse 2.0 a eu lieu, y compris sur le nucléaire, et ce malgré l'hostilité des Israéliens et d'une partie du Congrès des Etats-Unis. Cet accord, qui permettra entre autre le retour de General Motors en Iran, est un des éléments qui correspond à ce que Brzezinski et ses proches nomment sur Foreign Affairs « The New Global Context » (NGC), expression utilisée à Davos 2015 et qui désigne la nouvelle ère économique qui s'ouvre. Cette nouvelle ère est également une réalité géopolitique. Les Etats-Unis, sous l'administration Obama, ont mené une politique qui se révèle différente de celle de l'administration Bush au Moyen-Orient. Une partie non négligeable de l'opinion publique reste pourtant bloquée à la politique étrangère néo-conservatrice de Bush et au NWO (New World Order), c'est à dire à la situation en 1991 à la suite de la chute de l'URSS où les Etats-Unis étaient devenus une hyperpuissance. Cette politique hégémonique, renforcée par les velléités de Bush Jr à partir du 11 septembre 2001 est arrivée à son terme. Depuis 2011 cette parenthèse se referme et ce pour plusieurs raisons.

Les Européens ont traité seuls le cas libyen (avec le désastre qu'on connaît) et ont été des acteurs majeurs des accords de Minsk dans le conflit ukrainien. De leur côté, les Etats-Unis ont revu leurs rapports avec Israël et sous traité aux Irakiens, puis aux Kurdes et aux Iraniens la lutte contre l'Etat Islamique. En 2012, les Etats-Unis ont lancé le « US « pivot » to East Asia », théorisé dès 2011 sur Foreign Policy (lire un article du Figaro). Il consiste à replacer les troupes et les forces vers l'Asie-Pacifique plutôt qu'au Moyen-Orient. Le Pacifique, l'océan qui borde la Chine, deuxième puissance économique et première puissance commerciale mondiale, mais aussi le Japon, Taïwan, les Philippines ou l'Australie est en effet un enjeu majeur pour les Etats-Unis, comme l'illustre le traité de libre-échange transpacifique. Les Etats-Unis se considèrent comme une puissance Pacifique. En revanche, les Yankees ont eu une politique très timide au Moyen-Orient. Obama sera le président qui n'aura pas mis les pieds en Israël lors de son premier mandat et qui aura permis le dégel avec l'Iran. Sur son propre continent, il aura mis fin à l'embargo avec Cuba, ce qui n'est pas vraiment anecdotique... Les Etats-Unis se perçoivent comme une puissance Pacifique et considèrent le Pacifique comme la clef du XXIeme siècle. La Russie, quant à elle, a renforcé sa politique en direction de l'Asie et du Moyen-Orient, et les BRICS se sont peu à peu renforcés même si leur puissance est relative et leur modèle économique peu enviable (voir et ). Pour faire simple : la multipolarité coïncide à mon sens avec une réorientation des préoccupations « américaines » en direction du Pacifique. Les Etats-Unis lâchent donc du lest un peu partout pour contrer la Chine, leur principal rival.

La « russophobie » pour les Nuls

Certains comme Gabriele Adinolfi ont parlé de « nouveau Yalta » dans le cas ukrainien. Il est certain que la Russie de Poutine a réussi à s'octroyer une région complète (la Crimée) et à en rendre une autre ingérable pour Kiev : le Donbass. Si certains considèrent que Poutine a échoué en Ukraine, je fais partie de ceux qui pensent qu'il a plutôt réussi. Quel pays pourrait prétendre aujourd'hui ne pas respecter des accords internationaux sur les frontières sans que cela ne suscite de réaction militaire réelle ? Quant on voit de quoi est parti 14-18, on pourrait penser qu'une telle annexion aurait pu déclencher une déflagration mondiale à une autre époque. L'embargo sur la vodka pour les uns et sur le camembert pour les autres, c'est tout de même gentillet comme réaction. Le niveau d'hystérie que manifestent certains alors que les relations internationales entre puissances sont plutôt correctes, quoi que viriles, me laisse assez pantois... Les Russes font leur retour sur la scène internationale avec l'accord, pour ne pas dire l'assentiment, des Etats-Unis. Brzezinski, malgré sa ligne anti-Kremlin, préconise d'éviter les stratégies frontales avec les Russes et de les convaincre d'agir avec les Etats-Unis pour régler les différents problèmes, dont la grave crise syrienne. Moscou est donc parvenu à s'entendre avec la coalition étatsunienne pour éviter des incidents dans la lutte contre l'Etat islamique. Ces frappes russes, qui font tant rêver les poutinôlatres ont été possibles, ne leur en déplaise, que grâce au dégel avec l'Iran, et aux discussions avec Israël, la Turquie et l'Arabie-Saoudite. Sur ce dernier point Serguei Lavrov a déclaré lors d'une rencontre avec le ministre saoudien de la défense: « Nous travaillons avec l'Arabie saoudite sur la question syrienne depuis plusieurs années. Aujourd'hui, le président a confirmé que les buts que l'Arabie saoudite et la Russie poursuivent en Syrie coïncident ». Autant dire que personne ne semble vraiment réagir aux frappes russes, pas plus les Etats-Unis, qu'Israël et la Ligue arabe... Impressionnante « russophobie » ... Plus qu'un nouveau Yalta, qui correspondrait à un partage, je dirais que les événements actuels ne font que confirmer que la multipolarité proclamée constitue plutôt une phase de mutation du mondialisme.

Ottomans et islamistes à nos portes : l'eurasisme pour les Nuls

L'armée russe revient donc aux affaires en Syrie mais cela n'est pas une nouveauté. Elle est proche de l'Etat syrien et multiplie les contacts dans la région depuis plusieurs années. Récemment un événement a suscité des réactions contrastées : l'inauguration de la Mosquée de Moscou par Poutine, accompagné du président turc Erdogan et du président de l'autorité palestinienne, Mahmoud Abbas. La mouvance nationale, pourtant si prompte à bouffer du Turc lorsqu'il s'agit de se rappeler de Lépante ou de s'indigner du meeting d'Erdogan à Strasbourg est resté très mesurée sur la présence d'Erdogan à Moscou. Comme si s'adjoindre le soutien du président turc, dont les prétentions ottomanes sont évidentes, était anecdotique lorsqu'on s'adresse aux musulmans de son pays. A ma connaissance, seul Julien Langella, dans une tribune que je considère courageuse, est monté au créneau sur ce sujet. Aymeric Chauprade, dont on connaît les sympathies pour la Russie poutinienne, fut prompt à s'indigner pour Strasbourg, où Erdogan proclamait en filigrane qu'il fallait une cinquième colonne turque dans notre Parlement, autant qu'il fut muet sur la Mosquée de Moscou. Poutine a pourtant déclaré à cette occasion que « La Russie est un pays multiconfessionnel dans lequel, je tiens à le souligner, l’islam est une des religions traditionnelles ». Récemment Novorossia.today se faisait le relais d'un article d'un certain Alexandre Artamonov, de Rossia Segodnia, nouveau pôle média officiel de la Russie pour l'international. Celui-ci déclare : « Donc il faut que la Russie renoue avec ses origines et se reconnaît un pays multiethnique et multiconfessionnel, porteur d’un message d’amitié pluriethnique et culturel basé sur les grandes religions du monde, à savoir l’orthodoxie et l’islam. » Tout un programme.

Cette politique qui place l'islam au cœur de l'identité de la Fédération de Russie n'est pas du tout incompatible avec une axe « droitier » valorisant la Patrie, la Famille et l'Armée. Encore une fois, seule la question ethnique permet de déterminer qui est sur une position identitaire européenne et qui ne l'est pas. Poutine semble avoir entamé depuis au moins 2011 un virage clairement eurasiatique, qui correspond à l'émergence de l'union économique eurasiatique et au renforcement de l'OCS (Organisation de Coopération de Shanghai). Poutine fait-il un bon calcul en s'associant avec Erdogan ? Pas sûr. Il est contraint à cette politique, car c'est probablement la seule possible pour faire passer les gazoducs et contrôler les populations musulmanes, notamment dans un Caucase toujours aussi instable. Mais d'un autre côté, la Turquie est une puissance versatile. Erdogan est embourbé dans des problèmes internes avec les élections et la rébellion kurde. Au-delà, il se verrait bien profiter d'une Europe divisée et submergée pour placer ses pions. Surtout, la politique turque vis-à-vis de la Syrie favorise le développement d'un islam fort peu « humaniste » en Syrie et en Irak qui pourrait à terme contaminer les républiques caucasiennes de la Fédération de Russie. Encore une fois, les permanences géopolitiques vont replacer les relations russo-turques et l'avenir pour toutes les populations qui en dépendent, au cœur des débats. Le génocide arménien, en arrière plan de conflit russo-turc, c'était il y a un siècle...

La bataille navale pour les Nuls

Cette redéfinition des aires d'influence est pourtant perçue par certains comme le prélude d'un conflit mondial. Pour preuve ? Les Chinois ont envoyé un porte-avion et les Etats-Unis en ont retiré un ! L'ours du Kremlin, nouveau messie cosmique, a fait fuir la marine US ! Sauf que tout cela n'est qu'un énième tissus de mensonges. Il n'y a pas plus de renfort chinois en Syrie que de débâcle US. Voila ce que nous pouvons lire au sujet du porte avion chinois sur sputniknews : « Récemment, plusieurs médias ont annoncé qu'un porte-avions chinois se dirigeait vers la base militaire de Lattaquié (dans l'ouest de la Syrie) afin de lutter contre l'EI. Cependant, ce matin la Chine a démenti cette information: "Ce ne sont que des rumeurs erronées", a déclaré à ce sujet l'expert militaire et membre de la marine chinoise Zhang Junshe cité par la presse chinoise. »

Des medias ? Une rapide recherche Google nous permet de trouver les trois premiers résultats en français à la recherche « navire chinois syrie » qui mentionnent un prétendu porte-avion chinois, il s'agit sans surprise de www.wikistrike.com , lesmoutonsenrages.fr et reseauinternational.net . Je ne sais pas combien je dois encore écrire d'article pour qu'enfin je ne trouve plus dans mon fil Facebook des camarades postant du wikistrike ou du reseauinternational... Bref. Un autre site, http://www.meretmarine.com indique entre autre que « Des sources militaires occidentales, qui surveillent en permanence les mouvements dans la région et plus particulièrement ce qui se passe en Syrie et au large de ses côtes, confirment que le Liaoning ne s’y trouve pas. » Le reste de l'article permet de se faire une idée du comique de la situation.

Mais comme une rumeur n'était pas suffisante, il en fallait une autre ! Jamais rassasié, le pro-Kremlin a besoin de nourrir ses fantasmes. Le départ de l'USS Theodore Roosevelt a été considéré entre autre sur Breizatao.com comme une défaite géostratégique pour les Etats-Unis. Sauf que... un article de CNN du 6 août 2015 indiquait que l'USS Theodore Roosevelt allait quitter le Golfe Persique en octobre pour subir des travaux de maintenance et que son successeur, l'USS Harry Truman, ne le remplacerait pas avant l'hiver. Cette manœuvre, prévue de longue date, n'a donc rien à voir avec l'offensive russe. On peut même imaginer le contraire : les Etats-Unis auraient pu changer leur fusil d'épaule suite à l'intervention russe. Mais ils ont maintenu leur plan de rotation, quitte à retirer un bâtiment à proximité de la zone de conflit et à se priver pendant deux mois d'un porte-avion et ce malgré l'offensive russe en Syrie. Au final, on pourrait penser que les Etats-Unis sont sûrement plutôt satisfaits de laisser ce nid de frelons aux Russes. Conformément au « Pivot vers l'Asie » affirmé en 2011 et acté en 2012, le Moyen-Orient est aujourd'hui une région secondaire pour les Etats-Unis. Israël pour ne citer que ce pays cherche donc de nouveaux partenaires, parmi lesquels la Russie et la Chine.

Et nous ?

Cette nouvelle ère géopolitique qui est désormais ouverte et que nous sommes peu nombreux à décrypter avec toute la distance nécessaire est source de nombreux rebondissements depuis plusieurs mois. Les positions des uns et des autres ne sont pas figées mais des tendances se dessinent. Plus que jamais, la question nous est posée de savoir comment nous positionner vis à vis des velléités turques, russes et du « Pivot vers l'Asie » des Etats-Unis ? Quelle place dans le Nouveau Contexte Global pour la France et plus généralement, pour l'Europe ?

Jean / C.N.C.

Note du C.N.C.: Toute reproduction éventuelle de ce contenu doit mentionner la source.

vendredi, 23 octobre 2015

Géopolitique. Le Web. Interprétation technique. Interprétation géopolitique

visibilité-internet1.jpg

Géopolitique. Le Web. Interprétation technique. Interprétation géopolitique

par Jean-Paul Baquiast

Ex: http://www.europesolidaire.eu

La domination américaine sur le monde était déjà forte après la seconde guerre mondiale à la suite de l'explosion industrielle ayant permis le succès de la guerre contre l'Allemagne. Elle s'était renforcée dès la mise en place de l'Union européenne, expressément voulue par l'Amérique pour servir de débouchés aux produits économiques et financiers de ses activités.
 
Mais elle se heurtait, notamment en Europe, à la survivance de ce que l'on avait défini en France comme l'esprit du Conseil National de la Résistance: reconnaissance du rôle des syndicats ouvriers, affirmation de droits sociaux et de droits dans le travail, se concrétisant sous le terme d'Etat-providence, renforcement du rôle de l'Etat dans la vie économique et sociale, prenant notamment la forme des nationalisations et du développement de services publics industriels et commerciaux.

Cette tradition que l'on peut qualifier de social-démocrate, s'était généralisé en Europe, y compris en Grande Bretagne sous le Labour, pourtant obligé de tenir compte dès la fin de la guerre du régime dit« special relationship » faisant du Royaume Uni une dépendance de l'Amérique. La social démocratie s'opposait, bien imparfaitement, aux exigences du capitalisme libéral. Celui-ci exige de soumettre toutes les activités économiques et social aux intérêts des actionnaires des entreprises privées. Ces entreprises, dans le domaine industriel et financier, avaient après la guerre pris la forme de quasi-monopoles américains cherchant à dominer l'ensemble du monde. Or le communisme en Russie, la social démocratie en Europe, faisaient obstacle, bien que de plus en plus faiblement, à cette entreprise de domination.

L'Amérique se devait d'inventer une révolution technologique dont elle se donnerait entièrement la maîtrise, et qu'elle pourrait imposer, au prétexte de nouveaux services rendus, à l'ensemble du monde. Mais les services rendus par cette révolution se devaient d'être marginaux en ce qui concernait le reste du monde. Ils devaient au contraire être entièrement mis au service des objectifs de domination américains. Cela aurait pu être le cas concernant la révolution du nucléaire. Mais très vite d'autres Etats, notamment la France de Charles de Gaulle, avaient décidé de réagir et de se doter de la bombe atomique.

La Silicon Valley

Ce fut donc dès les années 1970 la révolution informatique, suivie de celle des réseaux numériques et de l'Internet, le tout symbolisé par le terme de Silicon Valley. L'ensemble était conçu pour donner à la domination américaine de nouveaux domaines où s'imposer, cette fois-ci de façon inéluctable. Les autres Etats, en Europe notamment et même en Russie non communiste à ses débuts, ne furent pas assez avertis technologiquement ni indépendants politiquement pour favoriser chez eux le développement de Silicon Valley non américaines susceptibles de contrebalancer le poids des maîtres américains de la révolution numérique.

Cette révolution pris deux formes, toutes les deux dominées aujourd'hui encore et pratiquement sans contreparties par l'Amérique. La première fut l'informatique, celle des grands, petits et mini-ordinateurs. Elle est suffisamment connue, il est inutile d'y revenir ici. Ce que l'on connait moins pourtant sont les multiples formes que prend aujourd'hui l'informatique dans la vie sociale et celle des individus. Un rapport du Gartner Groupe en analyse les principales tendances pour 2017.

Il s'agit d'un véritable filet enserrant toutes les activités humaines, de la naissance au cimetière. Personne ne gouverne d'une façon centralisée la mise en place des éléments de ce filet. Néanmoins la source en est majoritairement dans la Silicon Valley, pour reprendre le terme utilisé ci-dessus. Il s'agit donc d'un élément majeur d'une domination américaine polymorphe et universelle. Actuellement, seule la Chine et marginalement la Russie entreprennent de s'en affranchir.

Strategic-Trends-2016.jpg

La seconde domination américaine s'exerce dorénavant dans le champ des réseaux numériques, que l'on appelle pour simplifier le web. Nous l'avons également analysée ici depuis ses origines. Elle est désormais bien connue, notamment sous la forme de l'emprise qu'exerce dans la vie quotidienne le poids des grandes plateformes du web, dites GAFA, le terme désignant : Google, Apple, Facebook, Amazon. Mais des dizaines d'autres gravitent dans l'orbite de celles-ci.

Aux origines, ces firmes vivaient de la revente aux régies publicitaires des données personnelles qu'elles prélevaient sur leurs clients. Mais elles ont considérablement diversifié leurs activités, notamment dans les domaine de l'intelligence artificielle visant à devenir autonome. Comme personne ne l'ignore désormais, elles sont intimement liées aux agences de renseignement et de défense de l'Etat américain. Cela ne décourage pas leurs milliards d'utilisateurs qui continuent à leur convier leurs intérêts.

Deux ouvrages récents à lire

Cependant, si les activités de ces plate-formes sont à peu près connues du grand public, celui-ci ignore pratiquement les secrets de leurs techniques, recherches et activités nouvelles. Cette ignorance est partagée par les services publics et gouvernements censés dans certains cas exercer une tutelle sur elles afin de protéger certaines activités publiques et privées de leur pouvoir de plus en plus envahissant. Le domaine il est vrai est très technique, sous une apparente facilité d'accès.

En France, deux ouvrages récents ont tenté d'en déchiffre les arcanes. Il s'agit de « La Gouvernance par les nombres » (Fayard, 2015) d'Alain Supiot et de « A quoi rêvent les algorithmes » (Seuil 2015) de Dominique Cardon. Tous deux sont d'excellents connaisseurs des aspects nouveaux du web mondial et des nouvelles formes de contrôle s'y exerçant, notamment provenant des Etats-Unis, dont l'on a beaucoup parlé à l'occasion de la découverte de l'existence des Big Data.

Le premier est un gros ouvrage de près de 500 pages, le second ne dépasse pas la centaine de pages. Nous ne pouvons que recommander à nos lecteurs de les lire. Cependant, il faut savoir qu'ils sont tous les deux difficiles à comprendre pour un non professionnel. Les auteurs considèrent comme acquises des connaissances qui ne le sont pas, et ne prennent pas le temps de les expliquer. Ils font référence par ailleurs, et c'est tout leur mérite de scientifiques, à un nombre considérable d'auteurs que le lecteur ne pourra évidemment pas consulter. Si nous devions cependant conseiller la lecture d'un seul de ces deux livres, ce serait celle de « A quoi rêvent les algorithmes ».

Les deux auteurs n'évitent pas de situer leurs analyses dans une perspective géopolitique, marquée notamment par ce que nous nommons ici la domination américaine sur le monde. Néanmoins, ils restent très mesurés dans leurs criques et analyses. En explorant les sources américaines dites alternatives, il est possible de trouver des analyses beaucoup plus virulentes. Elles n'ont pratiquement pas d'équivalent en France.

Critique politique

Grâce à Rue89, relayée par le site Les Crises, on peut trouver ces jours-ci un exemple très parlant de telles analyses critiques, souvent virulentes, mais frappant juste. Il s'agit de celle de Evgeny Morozov chercheur et écrivain américain d'origine biélorusse, spécialiste des implications politiques et sociales du progrès technologique et du numérique .

Nous pouvons en retenir ici deux passages:

La Silicon Valley va au-delà de tout ce qu'on avait connu auparavant en termes d'impérialisme économique. La Silicon Valley dépasse largement ce qu'on considérait auparavant comme les paragons du néolibéralisme américain – McDonald's par exemple – car elle affecte tous les secteurs de notre vie.
C'est pourquoi il faut imaginer un projet politique qui rénove en fond notre conception de la politique et de l'économie, un projet qui intègre la question des infrastructures en garantissant leur indépendance par rapport aux Etats-Unis.
Mais si je suis pessimiste quant à l'avenir de l'Europe, c'est moins à cause de son impensée technologique que de l'absence flagrante d'esprit de rébellion qui l'anime aujourd'hui.

Ainsi que
.....
Il faut considérer la Silicon Valley comme un projet politique, et l'affronter en tant que tel. Malheureusement il n'existe pas d'alternative à Google qui puisse être fabriquée par Linux (lechampion des logiciels libres). La domination de Google ne provient pas seulement de sa part logicielle, mais aussi d'une infrastructure qui recueille et stocke les données, de capteurs et d'autres machines très matérielles. Une alternative ne peut pas seulement être logicielle, elle doit aussi être hardware.

Donc, à l'exception peut-être de la Chine, aucun Etat ne peut construire cette alternative à Google, ça ne peut être qu'un ensemble de pays.
Mais c'est un défi gigantesque parce qu'il comporte deux aspects :

- un aspect impérialiste : Facebook, Google, Apple, IBM sont très liés aux intérêts extérieurs des Etats-Unis. En son cœur même, la politique économique américaine dépend aujourd'hui de ces entreprises. Un réflexe d'ordre souverainiste se heurterait frontalement à ces intérêts et serait donc voué à l'échec car il n'existe aucun gouvernement aujourd'hui qui soit prêt à affronter les Etats-Unis ;

- un aspect philosophico-politique  : on a pris l'habitude de parler de « post-capitalisme » en parlant de l'idéologie de la Silicon Valley, mais on devrait parler de « post-sociale-démocratie ».

Car quand on regarde comment fonctionne Uber – sans embaucher, en n'assumant aucune des fonctions de protection minimale du travailleur –, quand on regarde les processus d'individualisation des assurances de santé – où revient à la charge de l'assuré de contrôler ses paramètres de santé –, on s'aperçoit à quel point le marché est seul juge.

L'Etat non seulement l'accepte, mais se contente de réguler. Est complètement oubliée la solidarité, qui est au fondement de la sociale-démocratie. Qui sait encore que dans le prix que nous payons un taxi, une part – minime certes – sert à subventionner le transport des malvoyants ? Vous imaginez imposer ça à Uber....

mardi, 20 octobre 2015

Divide and Conquer: The Globalist Pathway to New World Order Tyranny from an International Perspective

divide-and-conquer-devices1.gif

Divide and Conquer: The Globalist Pathway to New World Order Tyranny from an International Perspective

By

Ex: http://www.lewrockwell.com

The idiom “divide and conquer” is said to have originated with the Latin maxim “divide et impera” meaning divide and rule. Julius Caesar used it in reference to defeating the Gauls during the Gaelic War. While its first usage in the English language began circa 1600, through the centuries it’s carried a commonly understood meaning. The retention of power by utilizing a deliberate strategy of causing those in subordinate positions to engage in conflicts with each other that weaken and keep them from any unified effort to remove the status quo force from power. This policy of maintaining control over subordinates or potential opponents by encouraging or causing dissent between them, thereby preventing them from uniting in opposition to pose any serious threat to the existing power structure is a very familiar story throughout history. It’s an age old formula having multiple applications, most commonly used in the political arena but also in the military, sociological and economic realm as well.

Machiavelli formulated the divide and conquer strategy as an axiom in his Art of War where the enemy can be forced to break up their forces or where the mutual trust between the opponent’s leader and his men can be sabotaged and broken. Economically in the corporate world it’s used to gain advantage by triggering smaller competitors to take business away from each other and in effect canceling each other out, leaving the larger corporation to move in to reap greater profits, an indirect way the bigger fish eat the littler fish. Business models also use it to successfully tackle a large project by breaking it down into smaller, more manageable components. Sociological application of the divide and conquer strategy involves causing discord and conflict amongst racial/ethnic groups, or exploiting class, religious, age or gender differences to divide and diminish power of various groups according to these sociological classifications.

History is ripe with examples of its successful implementation. One illustration of its sociological application was during the 17th century when the Virginia elite quelled a rash of uprisings from ex-indentured servant white men unified with black slaves by enacting race laws that elevated the rabble status of poor whites so far above the slaves that it effectively eliminated the threat of their ever joining forces in armed rebellion again. This divide and conquer stratagem was frequently repeated by European colonial powers typically pitting competitive tribal, ethnic and religious factions against each other to ensure they would not conspire revolt against the ruling imperialists. In Asia the British took full advantage of Moslems versus Hindus in India as well as creating conflict between Indians and Pakistanis. In the African colonies of Rwanda and Burundi Germany and Belgium created conflict between the Tutsis and Hutus that’s continued right into the genocidal 1990’s. For centuries the Rothschilds made it a family tradition funding both sides in a long series of wars in Europe and America guaranteeing them as the sole benefactors of waging war over the long haul.

This constant thematic thread of divide and conquer permeates the twentieth century on an epic, never before seen scale. The globalist-internationalists intentionally instigated both World War I and II as well as every major rise and fall of the stock market. The German militarization that led directly to WWI, the Bolshevik Revolution that violently evolved into both the Soviet and eventual Chinese Communist regimes along with Hitler’s rise to power (compliments of the likes of globalist George H.W. Bush’s father Prescott) were all examples of how the ruling elite directly funds and willfully creates conflict amongst competing powers, thereby covertly consolidating and expanding their own power base. Their heinous crimes against humanity for their own selfish gain resulted in the two most destructive, bloodiest conflicts in human history. And as such, the global elite also played a sinister yet crucial role financing the three most murderous dictators in human history – Mao Tse-tung, Josef Stalin and Adolph Hitler. And with all that blood on their hands, their thirst for more blood soaked power and control only continues with their call for both hard and soft kill methods to cull the human population from its present 7.3 billion people down to just half a billion.

As an outgrowth of World War II, the globalists devised the diabolical scheme of carving up the world by political ideology, promoting a relatively permanent, ready-made solution. The so called free world’s chief nemesis would be the Communist enemy. Thus, the despot Josef Stalin was intentionally allowed to seize vast amounts of the European continent. And so Eastern Europe as the Communist Iron Curtain was deliberately sacrificed as the West’s concession to Soviet Empire expansion and the convenience of a readymade enemy and the Cold War was born.

Fervent anti-Communist and noted New York-Hollywood writer, director and producer Cecil Fagan in the late 1960’s recorded The Illuminati and the Council on Foreign Relations:

The idea was that those who direct the overall conspiracy could use the differences in those two so-called ideologies [marxism/fascism/socialism/communism v. democracy/capitalism] to enable them [the Illuminati] to divide larger and larger portions of the human race into opposing camps so that they could be armed and then brainwashed into fighting and destroying each other.

Using these same divide and conquer tactics elsewhere in Asia, at the end of WWII the globalists using longtime Council on Foreign Relations (CFR) member and future Secretary of State Dean Rusk [1961-1969] to arbitrarily split Korea at the 38th parallel (a nation and people that for centuries had always been unified) into two separate enemy camps. South Korea remained under US control complete with an installed bloodthirsty dictator puppet while very similar to a cockfight the Soviets were grooming their Communist tyrant to the North. The ensuing cold war set the stage for yet more violence with each side vying to wage war to win back reunification from the other. Instead, the three year conflict dragged on finally grinding to a bloody stalemated halt after killing over a million Koreans along with plenty of dead Chinese (well over 100,000 Chinese estimate to 400,000 US estimate) fighting with Communist North Korea and about 36,000 dead Americans fighting as a UN coalition force alongside South Korea.The internationalists discreetly gave away American technology and large sums of cash to the Russians while Senator Joe McCarthy domestically led his Red Scare inquisition. To ensure this Communist scare really got off the ground guaranteeing the rise of the military industrial complex and more unstoppable war, the Rockefellers and their fellow Western globalists also saw fit to secretly finance and back Mao’s power grab taking control over China’s mainland, conveniently splitting the Chinese people into Red Communists while covertly undermining yet publicly supporting Chiang Kai-shek’s island retreat to Formosa (later Taiwan).

divide-and-conquer.jpg

And to this day the US maintains a strong military presence in South Korea despite sentiments voiced last year by South Korea indicating it desires reunification. But in this polarized geopolitical world compliments of the globalists’ re-installment of Cold War 2, NWO puppet Obama’s been busily militarizing East Asia in his feebly aggressive “pivotal” push toward military confrontation with the East. As a result, tensions are heating up with Beijing asserting its emerging leadership role in the region taken by the Washington neocons as a direct threat and challenge to Empire’s global hegemony.

Within a decade after the Korean War was over, the globalists were at it again replicating this same proven lethal formula fueling another cold war wedge in Asia, this time with the divided Vietnamese population. Again with the Communists in the North and another corrupt US supported puppet in the South, once the globalists got rid of Kennedy who’d vowed to return all US military advisors and thereby avoid war in Vietnam entirely, less than a year after JFK’s murder, co-conspirator Lyndon Johnson plunged the imperialistic Empire into its longest running war in US history under the pretense of yet another false flag lie in the Gulf of Tonkin in August 1964. Nine years later, three more million Southeast Asians lay dead along with 58,000 more Americans. But this time America suffered its first humiliating military defeat in its exhaustive warring history (at war 93% of the time).

But military defeat nor heavy loss of human life would ever phase psychopathic globalist-bankers always out to make their greedy killing feeding their imperialistic greed and Empire’s hegemonic control. After all, war profiteering in Asia had become an American pastime and big business for the globalists. At the turn of the twentieth century as the first Asian bloodbath ended, the Spanish American War witnessed the US military brutally slaughtering close to a million Filipinos (per Filipino historians). This level of violence was meant to send the chilling message to the Third World that nothing would stop US imperialism from having its way with lesser powered nations. By the way, the internationalist robber barons were behind the false flag excuse to start that war too. Media mogul Randolph Hearst knew yellow journalism – “Remember the Maine?” Fact: each and every war in the bloodiest century known to man was initiated by yet another premeditated globalist false flag event.

Unsurprisingly, pro-New World Order globalists’ true but largely hidden ideology has always leaned far closer to their supposed Communist totalitarian enemy than any real democracy. They’ve always been about killing off all competition for the sake of maintaining monopolized control of an anything but free market. They’ve used their secret fraternity to retain their global power into the fewest hands. And their lust for Third World exploitation, theft and violence is so insatiable that any foreign national leader who actually attempts to practice democratic principles directly benefiting and uplifting their native population is simply not tolerated and through the globalists’ secret private army the CIA that answers to no one in government, that leader is quickly assassinated and/or overthrown. Iran’s Prime Minister Mohammed Mossadegh in 1953 and Chile’s President Salvador Allende in 1973 are but two among many examples of international leaders who were violently cut short from continuing their noble work improving the economic lives of their people. Because they were loyal to their own citizens and nations and United States business interests were not given high enough priority, the CIA made sure they were eliminated from power.

Again straight out of organized crime’s playbook, the message to all nations on earth is either you play ball allowing the mighty US bully to come rape and pillage your country or your leader will suddenly be gone in a heartbeat. With near total impunity for more than 60 years the CIA’s been covertly deployed around the world engaging in state sponsored terrorism as the globalists’ mercenary death squad constantly violating every international law, UN Charter and Geneva Convention rule in order to subversively wreak havoc around the globe, again protected with complete impunity by US’ deep state exceptionalism.

Indeed there are very few regions on earth where US Empire has not actively supported or organized coup d’états or otherwise overthrown and/or assassinated foreign leaders and governments. One readily can see that the alphabetical shortlist that follows is actually very long:

Afghanistan, Albania, Angola, Argentina, Bolivia, Bosnia, Brazil, Cambodia, Chile, China, Colombia, Colorado, Congo, Cuba, Dominican Republic, Egypt, El Salvador, Germany, Greece, Grenada, Guam, Guatemala, Haiti, Hawaii, Honduras, Indonesia, Iran, Iraq, Korea, Kuwait, Laos, Lebanon, Liberia, Libya, Macedonia, Mexico, Nicaragua, Oman, Pakistan, Panama, Philippines, Puerto Rico, Russia, Samoa, Saudi Arabia, Somalia, South Dakota, Sudan, Syria, Turkey, Uruguay, USSR, Ukraine, Venezuela, Vietnam, Virgin Islands, Yemen, Yugoslavia and Zaire

And the list above doesn’t even include assassinations committed by government insiders inside the US of such prominent American leaders as JFK, Malcolm X, Martin Luther King and RFK. With thousands of murderous hitmen posing as federal agents undoubtedly never serving even one day in prison for committing so much murder, mayhem and chaos over so many years on such a colossal global scale, it’s mind boggling to even fathom how their sins go unpunished. Speaking of getting away with murder, despite the CIA getting caught red-handed committing unlawful acts of torture (euphemistically called enhanced interrogation techniques) on a regular basis during the Bush-Cheney years, Obama refused to prosecute because he more than likely allowed it to continue on his watch. So says the imprisoned CIA officer turned whistleblower John Kiriakou who ended up doing serious time because he did the right thing courageously exposing the widespread inhumane practice while the perpetrators got away with their crimes. But then consistent with history, good deeds go punished and evil ones don’t.

Despite each US president paying lip service to both domestic and international law explicitly prohibiting political assassination, the exceptional Empire-crime syndicate’s track record proves that through the CIA the US government regularly engages in tampering with other nation’s sovereignty to the extent that coups de tats, murders, at least 50 attempted murders and 600 assassination plots of foreign leaders in the last 50 years are commonplace. The divide and conquer strategy is easily met by separating another sovereign nation from its deposed leader, thus conquering and subjugating both the people and the next US installed handpicked puppet. The two examples Shah of Iran and General Pinochet as selected past US puppets were both infamous tyrants and war criminals guilty of viciously killing thousands of their own people. But since birds of the same criminal ilk flock together, they gave the predatory US vultures everything they wanted and demanded.

While war criminal-globalist with the rock star status Henry Kissinger was being selected as Nobel Peace Prize winner, similar to Obama years later, Kissinger was busily orchestrating Allende’s death on Chile’s own 9/11. Bottom line reality, globalist-led US Empire neither encourages nor permits independence and prosperity to reign in any nation, especially ones endowed with a wealth of natural resources that must be milked, mined and stolen by the elite.

Active membership in the globalist dominated Council on Foreign Relations or any number of other globalist organizations like the Bilderbergers, Trilateral Commission, Yale’s Skull and Bones Society automatically places you at the head of the class as a prime mover and shaker of world events and developments. Since 1921 CFR globalists have remained a permanent, very visible fixture in Washington operating at the power pyramid pinnacle within all branches of the federal government, over-stacked especially in the executive and legislative branches. Over the last century most US presidents and nearly all heads of their State, Defense, Treasury and Justice Departments as well as the key Congressional powerbrokers have all been CFR plants pushing relentlessly toward their New World Order.

Famed American historian, John Kennedy’s award winning biographer, confidant and globalist Arthur Schlesinger Jr. in 1995 remarked in the CFR publication Foreign Affairs, “We are not going to achieve a New World Order without paying for it in blood as well as words and money.”

With a bloody full century behind them of blatant dividing, conquering and destroying other peoples and nations at will, at the start of this century the geopolitical stage was already set for globalists to step up their despicable low-bar standards by sinking even lower, committing unprecedented, unthinkable acts of evil. Since 9/11 they’ve been turning to their tried and true divide and conquer methodology at an accelerated clip paving the way to their endgame scenario – a New World Order complete with a one world government and a cashless, micro-chipped feudalistic society. At this late stage in their game, 2015 so far has been the year they’re smelling blood and closing in for the kill.

divide-and-conquer-avvvvv.jpgFor many years the US Empire has been employed to do the global elite’s dirty bidding. After using Osama bin Laden’s al Qaeda originally to defeat an overextended Soviet Empire in the world’s empire graveyard Afghanistan throughout the 1980’s, forcing the breakup of the Soviet Union nearly a quarter century ago, the US Empire then used its clout as the world’s only superpower to ensure that Russia and China would never challenge US hegemony and full spectrum dominance again. The globalists proceeded on an ambitious worldwide quest to increase dominance and control by embarking on an agenda to destabilize the entire world. Though the US has focused its most destructive power on the Middle East and North Africa, the sheer madness of destabilization has spread deeper into the sub-Saharan African continent as well.

Their favorite method of achieving this objective involves employing their divide and conquer strategy that’s embodied in the imperialistic operational term “balkanizing.” It most accurately describes the Modus Operandi by which the elite’s quest to global destabilization has been accomplished. But as Pebe Escobar aptly says, ”Empire of Chaos isn’t working out too well for them.” For all its destructive power to destroy other nations, the US appears to also be self-imploding. Of course that’s what empires do, just like the sun, they rise and they fall, and currently the sun’s fast setting on the American Empire.

This presentation aims to address the cold hard reality that it’s clearly no accident but purely by globalist design that as the US powers-that-be so zealously and willfully export their most dubious, most skilled commodity – bombing other nations around the world into oblivion – the global elite also desires to simultaneously bring down America as the most powerful country on earth. The modern roots to this tragic tale with such a seemingly sad ending for so many is conspicuously embedded in plain sight in the not so distant past.

Fresh off the cold war with the Soviet breakup, in the 1990’s globalist Bill Clinton used NATO’s dirty bombs to soften the resistance for Osama’s US mercenary band of al Qaeda terrorists that had been hired to move Afghan heroin from the Balkans into the West while killing demonized Serbs in Bosnia and Kosovo. The end result was the systematic destruction of the former Yugoslavia, balkanizing the country by breaking it up into a half dozen separate ineffectual pieces as failed nation-state puppets for US transnationals to divvy up their predatory claims with first dibs reserved for US military expansion. Thus, the US quickly installed yet more killer machine airfields and military bases (near a thousand dot the Empire occupied planet) as part of a strategy to seal off Russia’s borderland nations, quickly turning them into anti-Russian, pro-NATO vassal enclaves. Next came the proliferation of installing warhead missiles aimed directly at Moscow from such close doorstep vantage points as Poland and Romania with the strategic goal of stretching them into Central Asia. As suicidal insanity, currently the neocons are both prepping and pressing US-NATO for a preemptive nuke strike against Russia.

The location hub of Eastern Europe in Russia’s backyard has always served empires well for nearby military incursions into the Middle East and Central Asia. US military bases in Croatia, Romania and Bulgaria along with the strategic Eurasian gateway ally Turkey offered the necessary precursor launching pad for the neocons’ Project for the New American Century’s (PNAC) post-9/11 US invasion-occupation-destabilization-regime change-failed state endgame war agenda scenario across the Middle East and North Africa.

The major players in the international crime cabal government occupying Washington when not at their home away from home Tel Aviv, that infamous neocon Bush-Cheney gang holding so many dual US-Israeli citizenships as both the 9/11 and war-on-terror architects (in cahoots of course with Israeli Mossad and the Saudi royals) are clearly responsible for carrying out the bloodiest, most ambitious and diabolical false flag in history on 9/11. Their Project for the New American Century from a couple years earlier prior to 9/11 was the blueprinted plot laying bare their new century’s aggressive foreign policy-on-steroids. Under the false pretext of their war on terror, they’ve engaged in multiple regime changes (their plan called for seven in five years per General Wesley Clark) after executing their “new Pearl Harbor event,” they’ve consistently employed their divide and conquer strategy to destabilize, weaken and destroy targeted Muslim nations throughout the Middle East and North Africa. And those very same treasonous Washington neocons holding dual US-Israeli citizenship who pulled off the 9/11 coup are incredibly still driver-seated in power still plundering the globe today. But make no mistake, all along they’ve been receiving their marching orders directly from the globalists in charge, representing the 1% wealthiest people on earth that own more than the rest of us 7 plus billion combined!

divide-and-conquer-how-to-control-a-nation.jpgThe growing list of US victimized nations-turned-war-ravaged failed states include Iraq, Afghanistan, Somalia, Libya, Syria, Yemen, Sudan, Central African Republic, Congo, Ukraine and a few others we likely still don’t know. By using oil rich, corrupt Muslim monarchy Gulf states as their co-conspiring vassals – namely Saudi Arabia, Qatar, United Arab Emirates, Kuwait and Jordan along with Turkey, together creating the scourge of well-funded, well-trained, well-armed and well-supplied proxy mercenary terrorists ISIS, the US-Israeli-NATO alliance controlled by the globalists have – again by design – pitted Muslim nation against Muslim nation, Shiites against Sunnis, Western white Christians against Muslims worldwide. And that’s not even counting the thousands of Muslim family members who’ve lost relatives due to US war and drone strike transgressions over the last decade and a half that’s acting as an ideal recruiting station for Islamic extremism. Undoubtedly many vowing to avenge the death of their loved ones are now fighting against the US as ISIS jihadists. But then that feeds right into the globalist strategy to keep fresh angry recruits fighting their manufactured war of terror.

As if this tragic mess created in the Middle East and North Africa isn’t enough for the bloodthirsty globalists, in 2014 enter Hillary and Soros’ NGO-led coup in Ukraine and the globalists with one illicit stroke reignited Cold War 2 that currently has the Western world on the brink of triggering a possible nuclear war against the powerful Eastern alliance of Russia-China-Iran. By their shameless demonic design, the globalists’ deceitfully delivered war of terror with its $6 trillion price tag and counting has bankrupted the globalist-created Ponzi scheme of a house of cards economy, made our only planet the most armed and dangerous in recorded history, and is now rapidly pushing humans toward yet another world war and/or human-induced mass extinction that might well spell the end of all life on earth. With the stakes never higher, the lethal culmination of their divide and conquer strategy being fulfilled through this century’s escalating events and developments are unfolding upon us now at breakneck speed.

At the behest of Israel, the US seized the opportunity for more dividing and conquering by “balkanizing” the entire MENA region into weakened failed states for superpower’s global hegemony and further blood-for-oil plundering. Subsequently Iraq has been partitioned off by ethnic-sectarian divide reserved for more manageably designated Sunni, Shiite and Kurd states. Of course the destabilizing presence of ISIS invading Iraq in June 2014 seizing an undefended Mosul conveniently allowed the US excuse to reinstall its military posts back in Iraq, something the then quickly deposed Maliki had obstinately refused when US military departed Iraq in December 2011. But two weeks ago this Middle East quagmire by globalist design compliments of US Empire of Chaos just got jolted by Putin’s game-changing wakeup call at the UN.

Until Putin’s recent no nonsense interventions to start snuffing out ISIS in Syria where Obama for over a year was playing his pretend game to “hunt them down,” the determined US agenda for over four years had been to regime change Assad, destabilize and balkanize Syria a small nation into weaker factions so the oil-gas pipeline war against Russia could be won on the way to claiming the final grand prize in the region – taking down Iran as Israel’s and hence Empire’s foremost thorn in its side. Just months before the US-P5-Iran nuke agreement, the CFR’s Foreign Policy was still frothing at the mouth calling for an Iran regime change.

The same globalist/US design to destabilize through balkanization is either in process or been deployed in Libya, Yemen, Ukraine, Pakistan, Congo, Sudan, the South Caucasus,Myanmar, Thailand and other places where Black Ops go that we don’t know. But regardless of where, we do know America’s destabilizing agenda has everything to do with its transparently futile attempt to cut off, isolate and weaken renewed cold war adversaries Russia and China as well as nemesis Iran. With US Special Operations Forces secretly deployed in 135 nations around the world, terrorism-r-us comes in the form of a destabilizing meat cleaver gone global. After all, the US Empire of Chaos is carving up yet more of the geopolitics chessboard using divide and conquer tactics straight out of its favorite Machiavellian playbook “the art of war.”

divide-and-conquer-thats-how-they-work_std.original.jpgAnother alarming consequence of this NWO agenda that’s never been more glaringly obvious is the out of control refugee migration crisis presently spreading throughout Europe. Unfortunately by globalist design the failed foreign policy of Western governments spearheaded by the United States Empire has also led directly to this manufactured human crisis. The neocon plan to destroy the Middle East and North Africa through prolonged military occupation, continued air strike bombing and forever war spilling blood into its second decade along with the fabrication of the fake enemy ISIS has singlehandedly created the migration crisis in Europe.

But with Obama’s open door policy operating for nearly seven years now along the southern US-Mexican boundary line, last summer’s 50,000 kids from Central America converging at the border fueled the immigration crisis that was capturing all the headlines in America. A similar policy in the Western Hemisphere concocted a long fake war on drugs that’s been maintained by an illicitly covert US-Latin American crime cabal. Washington has been in partnership with the Latin American drug cartels, their criminal gangs and their national governments when not staging coups. Recall the numerous failed attempts in Venezuela and the one Obama and Hillary pulled off in 2009 when they overthrew another democratically elected leader in Honduras. Obama is simply following orders from the globalists to carry out a border policy that’s allowing millions of illegal aliens to enter the United States. The refugee migration crisis in both America and Europe is part of the globalist divide and conquer agenda, specifically designed to create racial tensions and conflicts between the native populations and the new arrivals. It also conveniently provides the perfect cover for yet more false flag terrorism in both the US and Europe.

Too many ignorant distressed Americans and Europeans latch onto the old blame the victim game, increasingly resenting and scapegoating darker-skinned outsiders as the mistaken cause of all their perceived problems such as lack of jobs they insist illegals are stealing and paying high taxes to support a welfare state the illegals are allege to be abusing. Obviously this globalist mixing of races and religions is causing mutual distrust, enflaming racial discrimination and open hostilities triggering massive protests and an alarming rise of racially motivated hate crimes across both North America and Europe.

A sizeable portion of the largely white Westerner holds the foreign migrant population in total contempt for forever literally changing the complexion and national and cultural identity of their homeland. Europeans are justified in their complaints citing wealthy Middle Eastern nations like Israel, Saudi Arabia and other oil rich Gulf states that have largely caused the crisis are adamantly refusing to take in any refugees. To take some of the political heat off, the Saudis just pledged Jordan that’s overrun with Syrian refugees $10 billion. As dire conditions unfold, many Europeans’ concerns are legitimate but as the crisis grows, so are people’s intolerance and anger. Yet too many out of ignorance and kneejerk reactivity may simply be giving the globalist culprits another free pass despite the elite’s premeditated agenda to spawn this ongoing deepening mess carrying  untold heavy long term consequences.

Last year globalist Peter Sutherland, former BP CEO, non-executive chairman of Goldman Sachs International and active Bilderberger and Trilateral Commission member, speaking before the British House of Lords, candidly disclosed the globalist plan a full year ahead of today’s full blown crisis:  

The European Union should do its best to undermine the homogeneity of its member states, because the future prosperity of many EU states depends on them becoming multicultural, [adding]… migration is a crucial dynamic for economic growth in some EU nations however difficult it may be to explain this to the citizens of those states.

The ruling elite intentionally pursued a horribly violent, criminally inhumane policy that knowingly would create dire conditions in war ravaged nations that would ensure that hordes of fleeing, displaced outsiders flood into nearby nations and eventually begin spilling over into Western countries to specifically create the racial and religious divide using the deceptively benign excuse of “multiculturalism.” In turn, the elite can exploit a new source of cheap slave labor that results in bringing down wages across the boards for workers. The globalist agenda is all about raising profits at the expense of human beings, inducing conflict, crisis and civil unrest amongst different population groups that in turn only opens the door for increased government oppression. This self-feeding, circular dynamic of the Hegelian dialectic combined with the divide and conquer strategy simultaneously moves nations closer toward the ultimate globalist agenda of a one world government. Enter the final diabolical piece to this horror show, the so called “free trade” agreements TPP and TTIP that will totally undermine and completely destroy whatever national sovereignty is left and their sweet dream becomes our nightmare come true.

Only by becoming aware of the pervasive grip that globalists wield in promoting their emerging New World Order can we citizens of the world come together to make every effort to thwart the elite’s sinister design. A good start is crushing the trade agreements. The Trans-Pacific Partnership was recently agreed upon by the twelve trade ministers representing the nations involved. Within about four months it will reach US Congress for the all-important vote to ratify or not. Fortunately numerous organizations have long been admirably and actively opposing the trade agreements and will welcome all the help and support we can give them. Since they’ve been toiling away in the trenches and already accomplished some remarkable results, let’s learn from their experience and knowledge so that we can cohesively come together to produce optimal results. Citizens from their respective countries need to mobilize as activists and ensure their voice is heard by their governing representatives. Together we must and will stop these Trojan horse enemies dead in their tracks.

Regarding a strategy to best deal with the existing and coming migration crisis and its array of adjunctive issues, the same committed drive and collective resolve we take to generating constructive action to defeat the trade agreements, we must also bring to responding to this formidable humanitarian crisis as well. Attempting to resolve the complex, multi-tiered issues and challenges facing all citizens, we will need to work in close partnership together with an ever-cognizant awareness as much as we humanly can to transcend the negative, powerfully divisive forces intended to divide, weaken and even break us. We need to come together as open-minded problem solvers recognizing that what we face isn’t a refugee problem or an immigrant problem, nor an outsider vs. insider problem, nor a “him or me” problem. What we collectively face is a shared human problem not of our making that requires a meeting of open, overlapping minds and values. We’ll need to think creatively outside the box both practically and judiciously, as much as possible always with humanitarian understanding and compassion.

Finally, we will need to interface and work with those at all levels of our governing bodies, exercising patience and tolerance when encountering negativity, incompetent bureaucracy and the systemic dysfunction so pervasive in institutional settings. Finally, many of the individuals we encounter hold positions aligned with the elite diametrically opposed to working in our best interests. Again, approach the challenge of finding solutions to our human problems, knowing where there is a will, especially goodwill, it’s always possible there is also a way.

La Turchia, il PKK e lo Stato Islamico

Il conflitto siriano e l’avanzata dello Stato Islamico premono ormai anche sulla Turchia di Erdoğan condizionando sempre più i suoi orientamenti geopolitici. Le posizioni turche sono dipese, e continuano a dipendere, da un’attenta valutazione delle proprie priorità strategiche dovendosi destreggiare tra due minacce altrettanto pericolose per i propri interessi vitali. Se con un occhio i centri decisionali turchi guardano infatti al terrorismo di matrice jihadista, con l’altro non possono ignorare la minaccia decennale proveniente dalle ambizioni curde. Il dilemma sembra dunque essere quello tra il combattere lo Stato Islamico, favorendo in questo modo la causa curda, o declassare la minaccia jihadista al secondo posto concentrandosi sulla trentennale lotta contro i curdi. Tale dubbio strategico sembra aver infettato i centri decisionali turchi almeno fino all’estate del 2015 quando il Partito per la Giustizia e lo Sviluppo (AKP) di Erdoğan ha dovuto affrontare anche una crisi interna legata alla perdita della maggioranza la quale ha necessariamente condizionato le scelte di politica estera.

La di per sé difficile gestione della tregua1 firmata nel 2013 tra Ankara e il PKK è stata progressivamente messa in crisi da due eventi fondamentali, uno esterno alla Turchia e l’altro relativo agli equilibri politici interni, i quali intersecandosi hanno reso sempre più difficili i rapporti tra Ankara e la minoranza curda fino a sfociare nei fatti di Suruc del 20 luglio.2

Il fattore esterno riguarda, come è logico intuire, la guerra in Siria. Proprio quest’ultima ha rafforzato il ruolo dell’Unità di protezione del popolo (YPG), braccio armato del Partito dell’Unione Democratica (PYD), partito indipendentista curdo vicino al PKK fondato nel 2003 nel nord della Siria. L’YPG ha sostanzialmente preso la guida delle operazioni di terra contro lo Stato Islamico in Siria, appoggiato da una coalizione internazionale refrattaria ad intervenire direttamente. Più la guerra in Siria prendeva forma e i curdi consolidavano le proprie posizioni, tanto più le tensioni tra Ankara e i curdi si esacerbavano. Da un lato, le accuse dei curdi nei confronti di Ankara si sono fatte più pesanti e pressanti, arrivando ad accusare i vertici turchi di aver fatto il doppio gioco appoggiando i jihadisti in funzione anticurda; dall’altro, quanto più l’YPG si presentava come il principale braccio armato di terra nella guerra contro lo Stato Islamico, tanto più la preoccupazione di Ankara diventava percepibile fino a raggiungere il suo punto massimo quando l’YPG ha proclamato la nascita dello Stato curdo vicino al confine meridionale della Turchia. Unendo i territori che da Kobane arrivano a Qamishli, il gruppo siriano curdo si è garantito una continuità territoriale la quale rappresenta, de facto, un primo tassello per la realizzazione del grande sogno trentennale curdo. Agli occhi di Ankara una simile entità politico-territoriale, situata per di più lungo i propri confini, non è tollerabile in quanto rappresenta chiaramente un pericoloso polo di attrazione per i curdi che vivono nella Penisola Anatolica.

La situazione così creatasi ha messo Ankara in una posizione scomoda costringendola ad una certa ambivalenza di intenti. Se, infatti, la Turchia non può di certo dichiarare esplicitamente guerra ai curdi, gli unici a farsi carico della lotta contro lo Stato Islamico sul terreno, è tuttavia altrettanto vero che la Turchia non può neanche impegnarsi in una guerra su larga scala contro lo Stato islamico poiché potrebbe essere l’unico vero freno alla costituzione di uno stato curdo al confine con la Turchia. In questo delicato scenario si inseriscono anche i rapporti tra la Turchia di Erdoğan e la coalizione internazionale anti-Stato Islamico capitanata dagli USA.

Fin dal 2014 gli USA hanno cercato l’appoggio della Turchia, considerandola il vero pivot militare nella strategia di indebolimento dello Stato Islamico. Pur di ottenere il sostegno turco e soprattutto le basi militari turche da cui attaccare le postazioni dello Stato Islamico, gli USA sembrano aver ceduto sulla possibilità che Ankara continui, senza troppe proteste da parte della comunità internazionale, la sua guerra su due fronti. La base militare di Incirlik sembra essere stata dunque barattata idealmente con una sorta di “chiudere gli occhi” in riferimento alla reale strategia di Ankara e materialmente con l’accettazione della richiesta turca di una No-fly zone nel nord della Siria. La No-Fly Zone, lunga 90 km e profonda circa 50, consentirebbe alla Turchia di raggiungere due principali obiettivi: da un lato ridurre la potenza militare di Assad, unico in campo a detenere una forza militare aerea, e dall’altro la zona cuscinetto così creata eviterebbe l’ulteriore avanzata dei miliziani curdi siriani dell’YPG volta a ricongiungere nuovi cantoni alla striscia di territorio già controllata. Sebbene celata dietro ragioni umanitarie legate soprattutto alla questione dei profughi siriani, la No-fly Zone permetterebbe, infine, alla Turchia di avere maggiore peso politico nel momento in cui si dovrà ricostruire la nuova Siria.

La delicata partita che si gioca tra i curdi e la Turchia di Erdoğan potrà, come è logico intuire, rafforzare, piuttosto che indebolire, le posizioni dello Stato Islamico. Quest’ultimo uscirebbe, in definitiva, come il grande vincitore nello scontro tra la Turchia e i curdi, traendo enormi vantaggi da un rinnovato clima di instabilità nelle regioni della Turchia a maggioranza curda. Lo Stato Islamico, infatti, direttamente minacciato sul terreno dall’YPG, vedrebbe in un simile scenario una dispersione delle forze nemiche curde su più fronti e soprattutto un rallentamento dei rifornimenti che giungono ai curdi siriani.

La Turchia non può attaccare lo Stato Islamico per non favorire il PKK, né dichiarare guerra ai Curdi che contengono l’espansione di ISIS. Ma il grande vincitore dello scontro tra Turchi e Curdi non potrà che essere lo Stato Islamico

Passando invece alle questioni interne, le elezioni parlamentari del 7 giugno e il risultato elettorale ottenuto dal HDP3 hanno significato per Erdoğan la fine, o perlomeno una battuta d’arresto non prevista, del suo sogno di modificare la costituzione così da trasformare la Turchia in un regime presidenzialista puro. Dopo aver sabotato la formazione di un governo di coalizione, il Presidente Erdoğan ha annunciato nuove elezioni anticipate per il prossimo primo novembre. Il presidente turco spera, dopo lo stop di giugno, di poter ottenere il massimo rendimento dalla delicata congiuntura, internazionale e nazionale, che si è venuta a creare.

In particolare, Erdoğan sembra voler sfruttare la difficile situazione esistente tra le varie anime del movimento indipendentista curdo al fine di poter recuperare i voti necessari per ottenere la maggioranza. Benché vi sia, infatti, una base comune tra l’HDP, il PKK e i gruppi curdi siriani, in realtà le tensioni tra tutte queste diverse fazioni non sono meno pericolose di quelle esistenti in generale tra i curdi e i turchi. Il PKK rischia di essere emarginato dai successi dell’YPG siriano ma anche di essere considerato un fattore meramente destabilizzante se paragonato al più pacifico HDP; la tenuta di quest’ultimo, reo, secondo i gruppi più estremisti, di aver mediato la tregua del 2013, è invece messa in pericolo dalla crescente instabilità nelle regioni a maggioranza curda a causa della ripresa della lotta da parte del PKK. In sostanza, la situazione creatasi pare fare il gioco di Erdoğan in quanto sembra potersi prospettare un possibile indebolimento dell’HDP e un conseguente recupero per l’AKP dei voti persi a giugno. Ma il partito di Erdoğan sta cercando di attingere voti anche da un altro bacino elettorale: il vero obiettivo degli F16 schierati contro lo Stato Islamico e le postazioni curde sembrerebbe essere in realtà, non tanto l’annientamento militare dei terroristi, quanto il recupero dei voti dei nazionalisti turchi persi dall’AKP a favore dell’MHP, il partito ultranazionalista turco. Occorre sottolineare a tal riguardo che in Turchia una forte maggioranza dell’opinione pubblica vede nel PKK una minaccia alla sicurezza superiore rispetto a quella proveniente dallo Stato Islamico.

La ripresa della lotta armata del PKK e gli F-16 schierati in Siria dovrebbero garantire a Erdoğan il recupero di voti nazionalisti e, con essi, della maggioranza parlamentare necessaria a modificare la Costituzione e introdurre in Turchia un sistema presidenziale puro.

La Turchia, insomma, è chiaramente schierata su due fronti: se da un lato attacca lo Stato Islamico, dall’altro non perde di vista la minaccia curda che si fa sempre più pressante. I curdi, infatti, difficilmente si lasceranno sfuggire l’occasione, oggi concreta più che mai, di realizzare il sogno di un Kurdistan unito e indipendente. L’impressione è dunque che Erdoğan stia sfruttando la situazione in Siria a proprio vantaggio in funzione anticurda sia all’esterno, contro la formazione di uno stato curdo unito, sia all’interno, contro lo straordinario risultato elettorale raggiunto dall’HDP. Gli effetti sull’intero contesto regionale di questo “secondo fronte” di guerra, sempre più caldo e carico di incognite a livello interno, non possono essere trascurati. Emblematico in questo senso il tragico attentato che ha avuto luogo ad Ankara il 10 ottobre 2015. La situazione regionale, già fortemente precaria e instabile, è ora esposta ad un ulteriore pericolo di escalation. È infatti evidente che nello scontro tra Turchia e PKK sia in gioco non soltanto l’evolversi di una guerra civile iniziata nel 1984 quanto piuttosto il futuro stesso della lotta contro lo Stato Islamico.

NOTE:

1È sicuramente innegabile che i limiti del cessate il fuoco del 2013 fossero già evidenti prima che la situazione siriana provocasse nuove tensioni. Una delle condizioni della tregua era che i miliziani del PKK abbandonassero la Turchia stabilendosi in Iraq; in cambio il governo turco avrebbe dovuto portare avanti alcune riforme costituzionali e provvedere ad una sorta di amnistia. L’esecuzione di questi passaggi è avvenuta lentamente e tra la sfiducia reciproca delle parti; di fatto non tutti i miliziani si sono ritirati dal territorio turco e l’amnistia non è mai stata promulgata così come non sono mai state portate avanti le riforme politiche richieste dai curdi. Inoltre, PKK e governo di Ankara, non hanno mai cessato di scambiarsi accuse reciproche di violazione degli accordi.
2 Il 20 luglio la città di Suruc, città al confine con la Siria a maggioranza curda, è stata scossa da un attacco suicida. L’attentato è stato apparentemente organizzato dallo Stato Islamico ma i curdi hanno accusato il governo turco di aver supportato i jihadisti. L’accusa è ormai sollevata dai curdi da mesi; l’attentato a Suruc non è stato altro, infatti, che la scintilla che ha dato il via formale a quel processo di accuse e recriminazioni reciproche tra il PKK e Ankara che fino all’estate del 2015 era spesso comparso soltanto fra le righe. I concitati eventi che ne sono seguiti, la risposta armata del PKK a Ceylanpinar e le successive contromosse turche, hanno definitivamente posto fine al cessate il fuoco provvisorio firmato da Ankara e dal PKK nel 2013.
3 Il PHD, il partito che si batte ormai da anni per l’uguaglianza dei diritti politici della minoranza curda, ha raggiunto il 13% nelle elezioni, superando quindi la soglia di sbarramento del 10% pensata proprio per evitare l’entrata in parlamento dei partiti filo-curdi.

lundi, 19 octobre 2015

Turkey: Slow-Motion Crash

crashturk.jpg

Turkey: Slow-Motion Crash

Turkey, once a pillar of Mideast stability, looks increasingly like a slow-motion truck crash.   What makes this crisis so tragic is that not very long ago Turkey was entering a new age of social harmony and economic development.

Today, both are up in smoke as this week’s bloody bombing in Ankara that killed 99 people showed.  America’s ham-handed policies in the Mideast have set the entire region ablaze from Syria to South Sudan and Libya.  Turkey sits right on top of the huge mess, licked by the flames of nationalist and political conflagrations and now beset by 2 million Syrian refugees.

As Saddam Hussein predicted, George W. Bush’s invasions of Afghanistan and Iraq opened the gates of hell.  Attempts by Washington to overthrow Syria’s Alawite regime – a natural US ally –  have destroyed large parts of that once lovely nation and produced the worst human disaster  since the ethnic cleansing of Palestinians in the late 1940’s and 1967.

Washington’s bull-in-a-China-shop behavior in the fragile Mideast came just as the Turkish government of Recep Erdogan had presided over a decade of stunning economic growth for Turkey,  pushed the intrusive armed forces back to their barracks, and achieved friendly relations with neighbors.  No Turkish leader in modern history had achieved so much.

Equally important,  the Erdogan government was on the verge of making a final accommodation with Turkey’s always restive Kurds – up to 20% of the population of 75 million – that would have recognized many new rights of the “people of the mountains.”

This was a huge achievement. I covered the bloody guerilla war on eastern Anatolia between Turkey’s police and armed forces, and tough Kurdish guerillas of the Marxist-Stalinist PKK movement.  By 1990, some 40,000 had died in the fighting that showed no hope of resolution.

Thanks to patient diplomacy and difficult concessions,  PM Erdogan’s Islamist –Lite AK Party managed to reach tentative peace accords with the PKK and its jailed leader, Abdullah Ocalan in spite of fierce resistance from Turkey’s generals, violent semi-fascist nationalist groups and equally dangerous leftist revolutionaries.

Peace with the Kurds went down the drain when the US intensified the war in Syria and began openly arming and financing Syria’s and Iraq’s Kurds.   Various Kurdish groups became involved in the Syria fighting against the Assad regime in Damascus and against the Islamic State – which had been created by Saudi Arabia and the CIA to attack Shia regimes.  Turkey struck back,  and the war with the Kurds resumed.  A decade of patient work kaput.

Turkey’s prime minister – and now president – Erdogan had led his nation since 2003 with hardly a misstep.   Then came two disastrous decisions.  First, Erdogan dared criticize Israel for its brutal treatment of Palestinians and killing of nine Turks on a naval rescue mission to Gaza.   America’s media, led by the pro-Israel Wall Street Journal, New York Times and Fox News have made Erdogan a prime target for savage criticism.

Second, for murky reasons, Erdogan developed a hatred for Syria’s leader, Bashar Assad, and allowed Turkey to serve as a  conduit and primary supply base for all sorts of anti-Assad rebels, most notably the so-called Islamic State.  Most Turks were opposed to getting involved in the Syrian quagmire.  Doing so unleashed the Kurdish genii  and alienated neighbor Russia.

Turkey’s blunder into the Syrian War has enraged the restive military, which has long sought to oust Erdogan and return the nation to Ataturkism, the far-right political creed of  Turkey’s anti-Muslim oligarchs, urban and academic elite.  Now, Turkey’s long repressed violent leftists are stirring trouble in the cities.  Fear is growing that Turkey might return to its pre-Erdogan days of bombings, street violence, and assassinations – all against a background of hyperinflation, soaring unemployment and hostile relations with its neighbors.

One hears rumbles of a Turkish conflict with Armenia over its conflict with Turkish ally, Azerbaijan.  Greece is nervous and moving closer to Israel. Oil and gas finds in the eastern Mediterranean are heightening tensions.

With the biggest and best armed forces in the region save Israel, Turkey may yet intervene in Syria – which used, before 1918, to be part of the Ottoman Empire.

The US often accuses Erdogan of wanting to be an Ottoman Sultan, yet is pushing him to use his army in Syria.

dimanche, 18 octobre 2015

Syrie – Un nouvel axe Moscou-Pékin

presentation110.jpg

Syrie – Un nouvel axe Moscou-Pékin

Michel Garroté
Politologue, blogueur
Ex: http://www.lesobservateurs.ch

En mai dernier, le Parti islamique du Turkestan (TIP), organisation djihadiste des musulmans ouïghours du Turkestan oriental, le Xinjiang, situé en Chie occidentale, a publié une vidéo montrant le rôle de ce groupe dans la bataille pour s’emparer de la ville syrienne Jisr Al-Shughur. En outre, divers médias ont évoqué le rôle de la Chine, aux côtés de la Russie, dans le conflit syrien (concernant ces deux événements, voir les nombreux liens vers sources en bas de page).

Dans ce contexte, sur lepoint.fr, Caroline Galactéros écrit notamment, le jeudi 15 octobre 2015 (extraits adaptés ; voir lien vers source en bas de page) : Les Chinois tirent parti du mouvement russe en le rejoignant dans une démonstration de puissance et de contre-influence inédite vis-à-vis de Washington. Pékin affiche aussi sa détermination à éradiquer à la racine la menace séparatiste ouïghour, comme les Russes le font vis-à-vis du Caucase avec les Tchétchènes. Leur porte-avions Liaoning est désormais à Tartous, porteur de chasseurs bombardiers J15, d'un millier d'hommes et d'hélicoptères d'attaque. Il y a retrouvé le sous-marin géant russe Dimitri Donskoi, doté de 20 missiles intercontinentaux (200 têtes nucléaires, portée 10 000 kilomètres) et le croiseur lance-missiles Moskva. La Méditerranée orientale est donc sanctuarisée.

Ei-combattants-chinois.jpg

Djihadistes de l'EI: parmi eux, des Ouighours, citoyens chinois

Caroline Galactéros : Un déploiement de puissance qui vise une démonstration d'ordre stratégique, bien au-delà de la Syrie et même du Moyen-Orient. En déployant des vaisseaux de guerre dissuasifs au propre et au figuré, en tirant depuis la Caspienne des missiles de croisière Kalibr, Moscou (et Pékin) démontrent non seulement leur renaissance militaire, mais adressent à Washington un avertissement tangible : l'Eurasie n'est plus sous contrôle américain. L'axe Moscou-Pékin, avec leurs clientèles associées en cours de consolidation, consacre la montée en puissance d'un challenger sécuritaire à l'Otan : l'organisation de Shanghaï.

Caroline Galactéros : Le leadership américain sur l'Orient a vécu. À cet égard, la centralisation de la coordination opérationnelle entre la Russie, l'Iran, l'Irak, la Syrie, et le Hezbollah de manière plus informelle, que certains appellent « l'axe 4+1 », marque une convergence d'intérêts sans équivoque, même si chacun conserve son propre agenda et ses arrière-pensées. Le gouvernement irakien vient d'ailleurs de donner à Moscou l'usage de sa base al Taqadum de Habanniyah, à 75 kilomètres de Bagdad, qui permet d'ouvrir un corridor aux avions russes vers la Syrie, mais pourrait aussi servir de base pour des missions russes de bombardement au nord de l'Irak même.

Caroline Galactéros : L'installation de la Russie comme acteur majeur au Moyen-Orient, arrière-cour américaine traditionnelle, est aussi une « réponse du berger à la bergère » aux actions diverses de déstabilisation américaines et occidentales dans sa propre arrière-cour : ex-satellites soviétiques mais surtout Ukraine, Géorgie, et désormais Azerbaïdjan qui subit de croissantes pressions américaines. La Russie sera donc au cœur de tout accord politique futur, pour le garantir ou le compromettre si elle n'y trouve pas son compte. Les États-Unis et leurs alliés, qui ne peuvent plus s'opposer à l'offensive russe, en sont réduits à jouer désormais Moscou contre Téhéran, probablement en marchandant avec les uns ou les autres la levée des sanctions en échange d'un affaiblissement de leur alliance de circonstance en Syrie et en Irak.

Caroline Galactéros : Moscou réalise un rêve vieux de cinq siècles, celui d'une puissance militaire russe durable en Méditerranée, mais surtout poursuit une ambition majeure : celle d'un monopole russe des routes et de la distribution de gaz vers l'Europe via la démonétisation énergétique de l'Ukraine par le nord, avec notamment la bénédiction allemande, et le contrôle de la concurrence iranienne ou qatarie qui pourrait emprunter les pipelines du nord de la Syrie. La Méditerranée orientale regorge de gaz et les enjeux énergétiques en arrière-plan de ces grandes manœuvres ne doivent pas être oubliés car, comme toujours, les grilles de lecture économiques du conflit, soigneusement éludées par les acteurs, sont en fait premières.

 

Syrie-Russie-Chine-4.jpg

 

Caroline Galactéros : Si l'on prend un peu plus de recul encore, on voit se confirmer le basculement du focus stratégique américain vers la mer de Chine orientale. Le président Obama, qui ne peut « être au four et au moulin » militairement parlant, paraît contraint de laisser faire les Russes au Moyen-Orient pour pouvoir redéployer sa flotte en Asie et venir au secours de ses protégés locaux qui s'inquiètent des ambitions de plus en plus tangibles de Pékin de faire de la mer de Chine sa mare nostrum, conclut Caroline Galactéros, le jeudi 15 octobre 2015, sur lepoint.fr (fin des extraits adaptés ; voir lien vers source en bas de page).

Michel Garroté

http://www.memrijttm.org/jaysh-al-fath-affiliated-group-exhorts-westerners-foreign-fighters-to-come-to-syria.html#_edn2

http://www.express.co.uk/news/world/610286/China-preparing-to-team-up-with-Russia-in-Syria-Boost-for-Putin-in-battle-against-ISIS

http://english.alarabiya.net/en/views/news/middle-east/2015/10/06/Are-the-Chinese-coming-to-Syria-.html

https://www.facebook.com/SCOCooperation?fref=nf

http://lainfo.es/en/2015/10/06/china-could-join-russias-action-against-terrorism-in-syria/

http://english.farsnews.com/newstext.aspx?nn=13940706000731

http://www.debka.com/article/24926/Chinese-warplanes-to-join-Russian-air-strikes-in-Syria-Russia-gains-Iraqi-air-bas

http://www.europe-israel.org/2015/10/syrie-des-enfants-ouighours-chinois-apprennent-a-combattre-dans-les-camps-dentrainement-de-letat-islamique/

http://www.lepoint.fr/invites-du-point/caroline-galacteros/galacteros-syrie-les-enjeux-caches-de-l-intervention-russe-15-10-2015-1973777_2425.php

   

jeudi, 15 octobre 2015

Pourquoi le suicide de la Turquie?

369159868_B976122140Z.1_20150722113403_000_GCP4T8ER1.2-0.jpg

Pourquoi le suicide de la Turquie?

par Jean-Paul Baquiast

Ex: http://www;europesolidaire.eu

On peut se demander par quelle pathologie sociale un peuple de 77 millions d'habitants, jouissant de potentialités qui pourraient faire envie à la plupart des Etats européens, se laisse emporter par des réflexes venus du fond des âges, dont on pensait qu'avec Ataturk et surtout depuis les dernières années, quand il postulait l'entrée dans l'Union européenne, il avait commencé à se débarrasser.

La question se pose plus particulièrement à l'égard des 15 à 20% de turcs occidentalisés qui auraient parfaitement leur place dans l'Union européenne, et qui se laissent entrainer comme les autres au désastre.


Lors d'un séjour au Japon le 7 octobre, suivant un passage en France et en Belgique, le président Recep Tayyip Erdogan avait affirmé qu'il était préparé à se confronter avec la Russie, non seulement au sujet de violations supposées de son espace aérien, mais concernant l'intervention russe en Syrie, coupable de soutenir Bashar al Assad dans sa lutte contre l'Etat islamique (EI). Erdogan aurait ce faisant, a-t-il dit, le plein soutien des Etats-Unis et de l'Otan. Entre les lignes, on pouvait lire qu'il était ainsi prêt à provoquer un affrontement entre les deux plus grandes puissances nucléaires mondiales.

Mais dans quels buts? Les attentats ayant frappé des manifestants pro-kurdes du parti Démocratique du Peuple (HDP), les 10 et 11 octobre peuvent peut-être suggérer quelques réponses. Il a été peu observé par la presse internationale que la police turque avait dès après les attentats puis lors des défilés de deuil ultérieur , attaqué aux gaz lacrymogènes les militants du HDP. De même le premier ministre intérimaire Ahmet Davutoglu avait interdit tout reportage sur ces attentats, ce qui ne fut d'ailleurs pas observé.

Manifestement, pour Erdogan, l'ennemi à combattre sont les Kurdes. C'est d'ailleurs contre eux en Syrie qu'il réserve ses frappes aérienne, ménageant soigneusement les combattants de l'EI.  Il a été dit que ce faisant, il espère rallier les éléments turcs les plus conservateurs en vue de redonner une majorité absolue à son parti, l'AKP, aux prochaines élections du 1er novembre. Mais faire porter à Erdogan, autocrate mégalomane, la responsabilité du désastre menaçant aujourd'hui la Turquie, ne suffit pas. Ni Erdogan, ni son parti l'AKP, représentant les intérêts des riches industriels simultanément avec ceux des musulmans les plus arriérés, ne suffit pas. Il faut voir dans tout ceci la main, non comme l'on disait jadis de Moscou, mais de l'Amérique.

La main de l'Amérique

Là encore, comme dans d'autres parties du monde, notamment en Ukraine, la responsabilité de cette descente aux enfers repose essentiellement sur la politique américaine. On dira qu'il est facile de faire des Etats-Unis la cause de tous les maux qui accablent l'Europe et le Proche -Orient. Cependant, il est difficile de nier que depuis la fin de la seconde guerre mondiale, l'Empire américain avait décidé de lutter par tous les moyens, hors l'affrontement atomique, contre l'URSS d'abord, la Russie ensuite.

Ce furent d'abord la création de l'Union européenne puis de l'Otan, utilisées comme bastion avancés pour contenir puis faire reculer la Russie. Ce fut plus récemment l'embrigadement de la Turquie dans cette lutte. Si celle-ci, avec sa position géographique et ses richesses potentielles, avait rejoint la couronne d'Etats musulmans plus ou moins sensibles à l'influence de Moscou, une bonne part de la ceinture de sécurité, potentiellement offensive, dont l'Amérique avait réussi à entourer la Russie s'effondrait.

Pour cela la diplomatie, l'armée et la CIA firent tout ce qu'elles pouvaient pour soutenir en Turquie des archaïsmes dont la plupart des Etats européens avaient réussi à se débarrasser: illusion de pouvoir créer un Etat islamique turc lointain successeur de l'Empire ottoman, refus d'une fédéralisation entre l'Etat turc et le Kurdistan turc, maintien de l'influence d'un islam rétrograde, anti féministe et anti-ouverture, acceptation de la domination au plan gouvernemental de partis directement représentants des maffias, répression de la minorité sociologique moderne proche de l'Europe à tous égards...Ajoutons que sous la pression américaine la Turquie avait du renoncer à servir de "hub" au gazoduc proposé par la Russie, prématurément nommé Turkishstream.

Plus récemment, l'Amérique avait quasiment obligé la Turquie à servir de base arrière à l'Etat islamique (EI) lorsqu'il lui était devenu impossible de financer ouvertement celui-ci. Ceci au moment où les Kurdes du Parti de l'Union Démocratique, le PYD - le parti kurde syrien, qui administre le Kurdistan syrien depuis trois ans et qui est proche du Parti des Travailleurs du Kurdistan, le PKK en Turquie - combattaient l'EI à Kobané.

Les Etats-Unis acceptèrent de laisser faire les bombardements turcs contre les positions kurdes en Syrie au moment où ils avaient prétendu inclure la Turquie dans la coalition d'Etats arabes initialisée par Obama et prétendant frapper l'EI en Irak et en Syrie. Dans le même temps, la Turquie était implicitement encouragée à faire passer renforts en matériels et combattants djihadistes destinés à l'EI, par sa frontière plus que poreuse avec la Syrie. Il y a tout lieu aussi de penser qu'elle a été incitée à abriter plus de 2 millions de réfugiés, non pas en vue de sauver ces derniers, mais d'en faire à terme la source de flux de migrants destinés à déstabiliser ceux des Etats européens qui montraient, telle l'Allemagne et la France dans la formation dite « Normandie », des velléités de rapprochement avec la Russie.

Quant aux causes précises des derniers attentats, elles demeureront sans doute toujours ignorées, même si certains groupes manipulés les revendiquaient dans quelques jours. Disons que les manifestants démocratiques à Ankara, il est vrai petite minorité pourchassée, en butte elle-même à des attentas fomentés par le régime, comme l'est Selahattin Demirtas, co-dirigeant du HDP, tiennent clairement Erdogan et ceux qu'ils appellent sa clique de tueurs en série, responsables d'avoir provoqué l'attentat. Ceci afin que les forces conservatrices, effrayées , se rapprochent de l'AKP, le parti « islamo-conservateur » d'Erdogan, notamment lors des élections du 1er novembre, ou mieux encore, afin que ces élections soient reportées indéfiniment.

Comment, a dit Demirtas, admettre qu'un Etat tel que l'Etat turc, disposant d'un réseau d'informateurs considérable (ndlr. directement informés du reste par la CIA et la NSA), n'ait pas eu vent de la préparation d'un attentat de cette ampleur. Aucun orateur du HDP, non plus qu'à ce jour du PKK, n'est allé cependant jusqu'à mettre en cause, comme nous le faisons ici, sinon directement, du moins indirectement, la responsabilité de Washington. Une certaine prudence reste nécessaire en Turquie.

Notes

Pour mieux s'informer sur la Turquie et sur le Kurdistan turc, on lira les articles de Wikipedia, qui semblent à première vue très objectifs

Jean Paul Baquiast

mercredi, 14 octobre 2015

Is the European Union a U.S. Puppet?

angela-merkel-marionette.jpg

Is the European Union a U.S. Puppet?

The architects of the European Union argue that their construction is an unprecedented achievement following the fratricidal conflicts of the World Wars. Indeed, never before have sovereign nation-states freely consented to forming such a trade bloc and currency union. Furthermore, advocates of European integration argue that the Union’s common citizenship, promotion of regional identity, and open internal borders have softened the harsh lines between national identities. Many Identitarians have welcomed these aspects of the EU as a healthy manifestation of “implicit whiteness.”[1]

The EU, however, has more often been an object of contempt for most nationalists as impotent or as a destructive emanation of American power.[2] Indeed, for them the EU is not a manifestation of European sovereignty, but is rather an enforcer of the blank-slatist and globalist ideology which is leading to the physical replacement and reduction to minorityhood of indigenous Europeans in their own homelands. In this article I hope to shed light on this complex problem, disentangling the American role and indigenous European agency in the emergence of the EU as a decidedly “liberal” project.

The Traditional Critique: An Americano-Globalist Project

USA-UE-W-161x300.jpgThe traditional nationalist critique of existing European integration is that, far from reflecting European identity and interests, the project is a fundamentally anti-European one based on globalist ideology and American power.

This critique would cite the interwar Austro-Japanese writer Count Richard Nikolaus von Coudenhove-Kalergi, who argued that European unity would pave the way for the genocide of the indigenous peoples of Europe through universal miscegenation and the creation of the “Eurasian-Negroid race of the future, similar in its appearance to the Ancient Egyptians.” This would be an Endlösung to the racial question, so to speak.[3] Coudenhove-Kalergi specifically praised Jews for their leading role as “a spiritual nobility of Europe.” These feverish speculations were not merely those of a marginal, alienated half-caste, given that Coudenhove-Kalergi was formally recognized for his decades of activism by being awarded the first Charlemagne Prize by the city of Aachen in 1950, the official honor for mainstream Europeanism.

The nationalist critique could further cite the French cognac salesman and CIA-funded political operator Jean Monnet, no doubt the most influential postwar advocate of European integration and the first president of the European Coal and Steel Community. Monnet was not only clearly an expression of American and corporate power – European unity as the destruction of borders restraining international capitalism and getting the West Europeans in marching order for eventual war with the Soviet Union – but also saw the “European Community” as a mere intermediary step to a kind of global government.[4]

Nationalists would further argue that the European Union has used its power to undermine the homogeneity and sovereignty of European nations. In particular, the EU’s so-called “European values” are based on an anti-national and neoliberal ideology, hell bent on promoting blank-slatist and politically-correct censorship legislation, tearing down national borders, deracinating national bourgeoisies, and making states beholden to financial markets under the euphemistic label “market discipline.” The most symbolically shocking recent example of this has been the big Western European states’ decision during the current migrant crisis to impose a redistribution of Afro-Islamic settlers across Europe, including against unwilling and innocent Central European nations.

The EU’s geopolitical impact in this respect is undeniable. There are strong economic incentives for poorer nations to join the “European club,” with carrots such as access to the Common Market, funding from the EU budget (with net transfers of up to 2 percent of GDP), and unlimited immigration opportunities to the wealthier countries. These promises, which can be considered a form of bribery, have had a considerable effect in undermining nationalist regimes in southern Europe and Russian influence in Serbia, Moldova, and Ukraine.

French Attempts to “Turn” the European Project

The European Union however cannot simply be reduced to an American emanation, if only because European politicians – and in particular French ones – have sought to turn it into a genuinely independent power. This was evident in President Charles de Gaulle’s push for an almost non-aligned foreign policy based on cooperation with the Third World, rapprochement with West Germany, and emancipation of Europe from the United States of America.

In practice however, the General failed to pry the insecure West Germans from the United States and the achievements for Europe were singularly modest: The exclusion of Great Britain – considered to be an American Trojan horse – from the European Economic Community, the securing of substantial mostly German-funded subsidies for French farming under the Common Agricultural Policy, the maintenance of moderate tariffs at about 0.5 percent of GDP,[5] and the blocking of any further “Atlanticist” integration with the veto. De Gaulle was clearly more successful in securing some narrow French interests rather than broader European ones.[6]

De Gaulle’s failure is indeed humbling. Francis Parkey Yockey no doubt said more in a passing comment on the ambiguities of the General’s career and his brand of French nationalism than many hundreds of pages of official Gaullist hagiography: “De Gaulle wants more: he wants to be equal to the masters who created him and blew him up like a rubber balloon.”[7]

Later, President François Mitterrand would go further than ever in pushing for European integration – above all the creation of a common currency, the euro – in a kind of grand experiment meant to finally and really establish a European sovereignty, make Franco-German war impossible, and emancipate Europe from the “exorbitant privilege” of the U.S. dollar.[8] This was a rare example of visionary, almost transcendental politics, at least by the standards of these otherwise lifeless bourgeois regimes concerned with no more than money-chasing (although, characteristically, this materialistic ambition largely reduced “European unity” to . . . money, and was based on the lie that this would increase GDP, and hence, lead to more money). The French also persistently pushed to create a “Europe de la défense” as a rival to NATO in the 1990s, but in practice this rather nebulous concept amounted to a few, mostly minor, EU military operations and more-or-less inspired multilateral military-industrial projects.

Thus, many of the specifics of European integration were not designed by the Americans, notably on agricultural and monetary[9] policies, but rather reflected Franco-German compromise. More broadly the project is also one of Europe’s indigenous national bourgeoisies seeking to rationalize relations between their capitalist economies.

Apologists of the European Union then argue that it is a genuinely independent power. This has often been grossly exaggerated, no doubt in a crude attempt to legitimize the entity and dull Europeans’ awareness of their rapid and programmed decline in power and influence around the world.[10] Nonetheless, there is truth to the EU’s claims of economic power as a trade bloc, wherever there is consensus. This has arguably given Europeans certain advantages of scale not available to their smallish nation-states. American and Asian companies must respect the Common Market’s regulations (consumer, health, environmental . . .). Brussels directly negotiates trade agreements with other capitals (notably with Washington[11]), conducts anti-dumping/anti-subsidy investigations against China, and imposes sanctions against Russia. Finally, even the largest multinationals (Google, Goldman Sachs . . .) may fear the injunctions and potential multi-billion euro fines of the European Commission’s Competition authorities.

Most significantly, the EU has occasionally used its power against U.S. interests. In 2001, the European Commission blocked the merger of GE and Honeywell, two American firms, to prevent an aerospace oligopoly. The firms respected this ruling, despite the fact that U.S. authorities had approved the merger, so as to not be excluded from the European market. In 2002, the EU retaliated against U.S. tariffs on steel, leading the Bush Administration to back down the following year. What’s more, the euro has emerged as a rival reserve currency to the U.S. dollar[12] and has been used as a trading currency by various anti-American regimes – such as Cuba, North Korea, and Syria – instead of the dollar. The EU is also financing Galileo, a satellite navigation project meant to give Europeans strategic autonomy from America’s Global Positioning System. The European Union is then not wholly American in its origins and has taken some, albeit modest, anti-American actions.

“The small, miserable Europe of today”

On the whole however, we would have to admit that the European Union’s achievements as a Weltmacht, especially with regard to independence from the U.S., are a very thin gruel indeed. In practice, the EU’s theoretical status as “soft economic superpower” (if that is not already a contradiction in terms) is mitigated by the fact that the participating nation-states are ultimately sovereign, insofar as they have armies and administrations, and so could in principle withdraw or disobey at any time.

The European Union then functions somewhat like the United States did under the Articles of Confederation, the German Confederation, or the Polish-Lithuanian Commonwealth under the liberum veto. No consensus – because a foreign power (the U.S., China, Russia . . .) bribes or intimidates a national government to provide a veto or because of any national unilateral action – and the thing falls into irrelevance or outright collapse. One wonders what Carl Schmitt would have made of all this . . .

A rather miserly form of “power” indeed. Belgian Rexist leader and Volksführer der Wallonen Léon Degrelle’s assessment [2] from the 1970s appears as relevant as ever: “The small, miserable Europe of today, of this impoverished Common Market, cannot give happiness to men.” Again a National Socialist critique, in a single sentence, gets to the heart of a problem and cuts through so much of the turgid theological prose to be found in “EU studies.”

What’s more, the singular attempt to create a kind of European sovereignty, the euro, has thus far proved a continuous embarrassment and at times even an existential problem. In practice, while the European Central Bank is in some respects a worthy rival to the U.S. Federal Reserve, the Eurozone ultimately has thus far increased Europeans’ dependency on financial markets and vulnerability to speculation by Wall Street, the City of London, and others. The Eurozone has neither the solidary community of a nation nor the power and responsibility of a state. Instead, there is a kind of perpetual leaderless chaos and constant recrimination between peoples. An anti-Führerprinzip and anti-Volksgemeinschaft, if you will. This is indeed a startling illustration of the power and relevance of the nation-state.

America: Forger of “European” Consensus

The European Union – often termed an usine à gaz – is then little more than an enabler and reflection of consensus among its nation-states. But what shapes the cultural and political consensus in Europe? It is obvious that, above all, cultural and political consensus in Europe, insofar as these exist, has been largely shaped by American military, cultural, and diplomatic power. This is evident both historically and up to the present day.

Eurmerica [3]

The Transatlantic Market . . . “Help!!!”

Above all, it is the United States – in alliance with Joseph Stalin to whom Franklin Roosevelt gave half of Europe at Yalta –  which destroyed the native French and German governments during the Second World War and imposed bourgeois and anti-nationalist regimes. The Gaullo-Communist coalition won the “Franco-French civil war” against the French State of Vichy on the back of Anglo-American bombing and invasion, purging the Right in France. The Allies “reeducated” the Germans towards anti-Nazism and self-hatred through a systematic campaign of total war against the German people (including incineration of hundreds of thousands of innocent civilians, the ethnic cleansing of 9 million Germans, the mass rape of German women, systematic political persecution of National Socialists and historical revisionists, and ongoing military occupation). The corrupt French Fourth Republic and the traumatized German Federal Republic, both born from the loins of a corrupted America, founded the European Communities on a particular anti-national and Atlanticist basis at the instigation of U.S.-funded agents like Jean Monnet and in the shadow of the Soviet threat.

In fact, the immediate postwar regimes of Europe – while formally “antiracist” – only fully lost their ethnic consciousness over many years.[13] This reflected the steady rise of the blank-slatist, individualist-egalitarian, and multiculturalist Left, on the back of the ’60s cultural revolution and  American cultural power. This modern liberalism is a kind of auto-immune disorder: Europeans’ otherwise healthy instinct to purge “the bad,” necessary in any society, is channeled against those very people, patriots, who would preserve the organic integrity of their societies. This ideology – whatever weight one ascribes in its origins to indigenous French and American liberal trends or to Jewish cultural power[14] – has metastasized and achieved a certain autonomy in the European Union, and in particular in the Western states, as synonymous with the fameux “European values.”

The United States is, depressing as this may be, the single biggest contributor to “cultural consensus” among European nations today, through the profound influence in both elite and mass culture of Hollywood, the Ivy Leagues, pop music, prestigious print publications, and so on. Common European culture today stems not from our Greco-Roman and Indo-European myths, not from Christian religion and the churches, not even from our Renaissance and Enlightenment philosophy, but from the lowest American culture, produced by a notoriously deceitful elite. Nor is our common culture provided by Europe’s official multilateral cultural projects like the Franco-German TV channel Arte and the channel Euronews, which have markedly limited audiences. The steady, and now almost complete, rise of English as the European lingua franca, however useful the language of Shakespeare might otherwise be, has also furthered Anglo-American cultural hegemony.

Indeed, the center-left Jewish historian Tony Judt has observed that the Shoah has emerged as the central focal point of historical remembrance in Western European nations:

Far from reflecting upon the problem of evil in the years that followed the end of World War II, most Europeans turned their heads resolutely away from it. [. . .] Today, the Shoah is a universal reference. The history of the Final Solution, or Nazism, or World War II is a required course in high school curriculums everywhere. Indeed, there are schools in the US and even Britain where such a course may be the only topic in modern European history that a child ever studies. There are now countless records and retellings and studies of the wartime extermination of the Jews of Europe: local monographs, philosophical essays, sociological and psychological investigations, memoirs, fictions, feature films, archives of interviews, and much else. Hannah Arendt’s prophecy would seem to have come true: the history of the problem of evil has become a fundamental theme of European intellectual life.[15]

This centrality – which not coincidentally serves to stigmatize European ethno-nationalisms everywhere and apologize for Jewish ethno-nationalism in Israel and Jewish privilege in general – unquestionably reflects both American victory in the Second World War and the influence of American culture, rather than indigenous European trends.

Finally, the United States shapes the political consensus in the European Union through its unparalleled diplomatic power. Washington thus can typically block any major joint European action against American or Israeli interests (see the divided European reaction over the 2003 Iraq War and the failure to pass significant EU sanctions against Israel). What’s more, to the extent Europeans do adopt a common foreign policy, this tends to be shepherded by Washington and thus serve American geopolitical imperatives (e.g. the still-existing project of Turkish EU membership and the EU sanctions against Iran and Russia).

Conclusion: Towards a European Europe

The European Union then is not a counterweight to American power and, on the contrary, substantially reflects a European political consensus shaped by the United States. All that said, the history of the EU makes me rather optimistic about the prospects for our Continent if only the American Empire’s influence could be eliminated and we could become psychologically and culturally sovereign. Then Europeans would actually start thinking about their survival, rather than dully going along with their decline on the back of Hollywoodian propaganda and the false sense of security provided by NATO.

Europe alone, I dare to hope, would be able to forge a new cultural consensus[16] which would allow us to flourish again. We can easily imagine a new Europe in which our nations would organize to defend their sovereignty, notably in the economic sphere, to create cultural projects promoting European civilization and pride (a retooled Arte), to create a genuine European spiritual and cultural elite (a reformed Erasmus student exchange program going beyond an academic pretext for drunkenness abroad), and to use the European ingenuity of Airbus to defend our southern borders rather than those of corrupt Arab oligarchs [4]. Yes, the European is a creative breed and, once he identifies a problem, few are so idealistic and ingenious in reaching solutions.

Notes

1. See Guillaume Durocher, “Is the EU ‘racist’?: Implicitly White Themes in EU Ideology & Propaganda,” North American New Right,  July 2, 2015. http://www.counter-currents.com/2015/07/is-the-eu-racist/ [5]

2. This theme has been most successfully popularized in France by the anti-EU and anti-American nationalist François Asselineau, who leads the Union Populaire Républicaine. Asselineau has also sought to portray the EU as a kind of crypto-Nazi construct on the grounds that Walter Hallstein, the first president of the European Commission, was a “Nazi lawyer” under the Third Reich . . . See also Guillaume Durocher, “Is the EU ‘fascist’?,” North American New Right, June 15, 2015. http://www.counter-currents.com/2015/06/is-the-eu-fascist/ [6]

3. Another prominent miscegenationist theory was that of Mexican thinker and politician José Vasconcelos who called for the creation of la Raza Cósmica, a kind of a super-race composed of the best of European, African, and Asian blood. Vasconcelos believed that European blood would be more prominent in such a race. This theory can be considered a mystical rationalization for Mexico as a failed nation and continues to lend its name to the National Council of La Raza, the leading Hispanic ethnic lobby. See also Matt Parrot, “Cosmic America,” North American New Right, December 13, 2010. http://www.counter-currents.com/2010/12/cosmic-america/ [7]

4. Monnet’s American connections and the wider context of the heady days of postwar European federalism are discussed in detail in Richard J. Aldrich, “OSS, CIA and European unity: The American committee on United Europe, 1948-60,” Diplomacy & Statecraft, 8:1, March 1, 1997, 184-227. http://www2.warwick.ac.uk/fac/soc/pais/people/aldrich/publications/oss_cia_united_europe_eec_eu.pdf [8]

5. Gabriele Cipriani, “Financing the EU Budget: Moving Forwards or Backwards,” Centre for European Policy Studies (2014), 5. http://www.ceps.eu/system/files/Financing%20the%20EU%20budget_Final_Colour.pdf [9]

6. In this respect, we can also cite French semi-withdrawal from NATO, eviction of U.S. troops from French soil, and the creation of an independent French strategic nuclear deterrent (the force de frappe) – that at least France might survive the eventual Soviet-American nuclear war.

7. Francis Parkey Yockey, “The World in Flames: An Estimate of the World Situation,” February 1961. http://www.counter-currents.com/2011/07/the-world-in-flames-an-estimate-of-the-world-situation/ [10]

8. Discussed at length in Guillaume Durocher, “François Mitterrand: European Statesman, anti-American, & Judeophobe,” North American New Right, August 18, 2015. http://www.counter-currents.com/2015/08/francois-mitterrand/ [11]

9. Indeed, elite American economic commentators – whom we have to observe are largely Jewish – were overwhelmingly skeptical and even bemused by the Eurozone project, which we might deem to be yet another example of typically goyishe impractical idealism.

10. The postwar founders of the European Communities had incredible “federalist” pretensions despite an almost total lack of sovereign powers, their resources being reduced to the good will of national governments, U.S. support, and a secretariat in Brussels. Unbelievably overstated claims of the EU’s power and influence as a Weltmacht have been made in recent years, typically by Atlanticist pundits and professors who know they will be rewarded for going with the grain and flattering Eurocratic pretensions. See for example, Mark Leonard, Why Europe Will Run the Twenty-First Century (Public Affairs, 2006) and Andrew Moravcsik, “Europe, the Second Superpower,” Current History, March 10. https://www.princeton.edu/~amoravcs/library/current_history.pdf [12]

11. Namely with the famous Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), formerly known as TAFTA, which has attracted opposition from a wide array of leftists and nationalists, seeming to revive an old undercurrent of anti-Americanism in Europe for whom the U.S. is synonymous with unbridled corporate power and capitalist materialism. This same undercurrent has driven opposition to genetically-modified organisms (GMOs) and the “investment firm” Goldman Sachs. Incidentally, in one of his more inspired moments, Bernard-Henri Lévi argued that Danish opposition to  Goldman Sachs was “anti-Semitic” and indeed has argued that anti-Americanism in general is “anti-Semitic” . . .

12. The euro is today a distant second to the U.S. dollar as reserve currency, but nonetheless far ahead of any other.

13. In particular, President de Gaulle privately justified the abandonment of French Algeria on ethno-nationalist grounds, arguing that France could never assimilate tens of millions of Arabs. He remarked that Frenchmen and Arabs would never mix: “Try to integrate oil and vinegar.”

In West Germany, postwar leaders encouraged ethnic German immigration (Aussiedler) back to the fatherland and were highly skeptical of Turkish immigration, with Chancellor Helmut Kohl even having a proposal of halving the Turkish population in Germany through remigration. See Guillaume Durocher, “Merkel’s Betrayal: From the Ethno-National Principle to Afro-Islamized Germany,” The Occidental Observer, September 16, 2015. http://www.theoccidentalobserver.net/2015/09/merkels-betrayal-from-the-ethno-national-principle-to-an-afro-islamic-germany-part-1/ [13]

14. See the pioneering work of Professor Kevin B. MacDonald: The Culture of Critique: An Evolutionary Analysis of Jewish Involvement in Twentieth-Century Intellectual and Political Movements (1st books library: 2002) and “Understanding Jewish Influence I: Background Traits for Jewish Activism.” http://www.kevinmacdonald.net/understandji-1.htm [14]

15. Tony Judt, “The ‘Problem of Evil’ in Postwar Europe,” The New York Review of Books, February 14, 2008.  http://www.nybooks.com/articles/archives/2008/feb/14/the-problem-of-evil-in-postwar-europe/ [15]

16. Incidentally, there is a precedent in European Christendom, which created a cultural consensus among European elites across nations and states. This was a powerful factor of unity, especially against Muslim invasions, whatever one thinks of the wider problems and long-term effects of Christian doctrine.

 

 

 

Article printed from Counter-Currents Publishing: http://www.counter-currents.com

 

URL to article: http://www.counter-currents.com/2015/10/is-the-european-union-a-u-s-puppet/

 

URLs in this post:

[1] Image: http://www.counter-currents.com/wp-content/uploads/2015/10/USA-UE-W.jpg

[2] Léon Degrelle’s assessment: http://www.counter-currents.com/2015/06/for-our-part-we-dreamed-of-something-great/

[3] Image: http://www.counter-currents.com/wp-content/uploads/2015/10/Eurmerica-e1444667159371.jpg

[4] corrupt Arab oligarchs: http://www.unz.com/isteve/germans-build-anti-arab-fence-for-arabs/

[5] http://www.counter-currents.com/2015/07/is-the-eu-racist/: http://www.counter-currents.com/2015/07/is-the-eu-racist/

[6] http://www.counter-currents.com/2015/06/is-the-eu-fascist/: http://www.counter-currents.com/2015/06/is-the-eu-fascist/

[7] http://www.counter-currents.com/2010/12/cosmic-america/: http://www.counter-currents.com/2010/12/cosmic-america/

[8] http://www2.warwick.ac.uk/fac/soc/pais/people/aldrich/publications/oss_cia_united_europe_eec_eu.pdf: http://www2.warwick.ac.uk/fac/soc/pais/people/aldrich/publications/oss_cia_united_europe_eec_eu.pdf

[9] http://www.ceps.eu/system/files/Financing%20the%20EU%20budget_Final_Colour.pdf: http://www.ceps.eu/system/files/Financing%20the%20EU%20budget_Final_Colour.pdf

[10] http://www.counter-currents.com/2011/07/the-world-in-flames-an-estimate-of-the-world-situation/: http://www.counter-currents.com/2011/07/the-world-in-flames-an-estimate-of-the-world-situation/

[11] http://www.counter-currents.com/2015/08/francois-mitterrand/: http://www.counter-currents.com/2015/08/francois-mitterrand/

[12] https://www.princeton.edu/~amoravcs/library/current_history.pdf: https://www.princeton.edu/~amoravcs/library/current_history.pdf

[13] http://www.theoccidentalobserver.net/2015/09/merkels-betrayal-from-the-ethno-national-principle-to-an-afro-islamic-germany-part-1/: http://www.theoccidentalobserver.net/2015/09/merkels-betrayal-from-the-ethno-national-principle-to-an-afro-islamic-germany-part-1/

[14] http://www.kevinmacdonald.net/understandji-1.htm: http://www.kevinmacdonald.net/understandji-1.htm

[15] http://www.nybooks.com/articles/archives/2008/feb/14/the-problem-of-evil-in-postwar-europe/: http://www.nybooks.com/articles/archives/2008/feb/14/the-problem-of-evil-in-postwar-europe/

 

 

 

lundi, 12 octobre 2015

Threat of Terrorism in Central Asia

Terrorism Central Asia.JPG

Author: Sofia Pale

Threat of Terrorism in Central Asia

Following the speech of Russian President, Vladimir Putin, which he delivered before the General UN Assembly on September 28, 2015, and the latest developments in Syria it evoked, global mass media engaged in a heated debate over the topic of international terrorism, which is associated these days with the activities of militants of the Islamic State (ISIS). It should be noted that Russia has a well-grounded reason to have concerns over this issue, as it directly involves the integrity of Russia’s eastern border it shares with the post-Soviet states of Central Asia.

Central Asia is a vast region, which includes Afghanistan, Mongolia, the northern regions of Iran, India and Pakistan, the western outreaches of China as well as part of the southern outskirts of Russia and five former Soviet republics: Kazakhstan, Kyrgyzstan, Tajikistan, Turkmenistan, and Uzbekistan. Since any upheaval in the post-Soviet region of Central Asia would inevitably affect Russia, it is no surprise that this sub-region is regarded as vital as far as Russian strategic interests are concerned. This is why Russia’s geopolitical rivals (the US and the member countries of NATO, which often benefit from destabilization of the situation in the post-Soviet Central Asia) strive to spread their influence to that region.

According to experts, radical movements in the post-Soviet republics of Central Asia are apparently being funded and managed by some international powers. For example, since the beginning of the 21st century, the authorities of Uzbekistan and Kyrgyzstan had to deal with the Islamic Movement of Uzbekistan. Today this terrorist group, considered to be one of the most notorious, is seen as a threat to all countries of the Central Asia region. Originally, its objective was to achieve the separation of the Fergana valley from Uzbekistan, Kyrgyzstan, and Tajikistan and to form an independent Islamic state in its territory. The Fergana valley is a densely populated district with a high unemployment rate, which makes it a perfect “breeding ground” for all sorts of radical organizations and the recruitment of new supporters. If the initial militants’ agenda involved just the establishment of an independent state in the Fergana valley, today they harbor an even more ambitious plan: they want it to become a part of the Islamic Caliphate, which is supposed to include the entire territory of the Middle East and the Caucasus.

In August 2015, the Islamic Movement of Uzbekistan integrated into ISIS. This organization is proving to be more and more influential in the region and it is continually expanding, taking other smaller militant groups originating from the countries of Central Asia under its wing.

The threat it poses is so intense that on October 1, 2015 Tajikistan’s border patrol guarding the border with Afghanistan was put on full combat alert after Taliban militants, who are members of these terrorist organizations, stormed and seized the city of Kunduz.

Modi_IS_2457351a.JPG

In recent years, there was a noticeable upsurge in the activities of the agents of international terrorist organizations in Kazakhstan. They recruit and train militants. There are militant bases in the territory of the country, where they plot acts of sabotage against neighboring states. Citizens of Kazakhstan participated in the acts of terrorism in Uzbekistan and Kyrgyzstan.

To add insult to injury, those who come from the former Soviet republics of Central Asia fight in Syria and Iraq in the ranks of ISIS. Outlook for the future is rather grim since the worst consequence of this situation for the countries of Central Asia is that sooner or later militants will return to their home countries, and the chances are high that having gained experience in war, they would engage in terrorist activities at home.

The threat of terrorism in the post-Soviet republics of Central Asia is exacerbated due to the wide support the radical Islamic movements receive from the local population, who are being “brainwashed” through the massive extremist propaganda. In Russia, this situation is perceived as potentially dangerous because propaganda campaigns are also being conducted among the Muslims residing in the Russian territory. According to some sources, a substantial number of militants originating from Central Asia and currently fighting in the ranks of terrorists in the Middle East were recruited in the Russian Federation, while temporary living in its territory as migrant workers. Adverse living conditions, low wages and discontent with the government in their home countries contribute to the recruiters’ success.

Therefore, the worst-case scenario for Russia (in the context of activities of terrorist organizations) would be the flaring up of armed conflicts, which, causing a stream of refugees to cross Russian borders, would put the country’s stability at risk and disrupt the established trade and political relations with its eastern neighbors.

Should that happen, all those, who fear a “strong Russia,” including the US, would be reaping the fruits. Some facts (and there are plenty) suggest that the US and NATO intelligence agencies were involved in the establishment of some of the most aggressive terrorist organizations. Evidently, there are occasions when geopolitical interests of the US require for “the dirty work” to be done by somebody else, and Islamic terrorists are perfect candidates for this role. It happened more than once that the US, striving to spread its influence to some region, would extend its support to the local extremist and terrorist organizations to overthrow the disfavored regime with their hands.

There are grounds to believe that the West is worried about the growing affinity between Russia and China and could potentially use tension in Central Asia to undermine the positions of the two countries and increase own influence in the region. As it has already been mentioned, Russia would be greatly troubled should a military conflict be sparked in the region. It would also hit China, especially, if the Uighur separatists from the Xinjiang Uyghur Autonomous Region of the People’s Republic of China (more than 15 million people live there, out of which 60% are of Turkic origin and practice Islam) would become active. The US and its NATO allies can (should the circumstances be suitable) promote extremism in the region to reinforce their influence and exert pressure on Russia and China.

What differentiates the contemporary approach of the US intelligence services in their dealing with terrorist groups from the methodology they used to apply in the past is that today terrorists are supposed to be liquidated after they complete their task. But the confidence of western intelligence services in that they can keep terrorists under control is profoundly erroneous. As the Russian President pointed out in his speech at the General UN Assembly, “…those, who flirt with terrorists, deal with cruel but not stupid people who also have their own ambitions and know how to implement them. The Islamic State did not come out of a clear blue sky: it was initially nurtured as an instrument against disfavored secular regimes.”

The threat to the global security is also heightened by the fact that even when NATO and the US publicly declare an uncompromising war on terrorism, they still continue pursuing their own geopolitical interests, and this notion was demonstrated in Iraq and Afghanistan.

By now, ISIS has developed into such a powerful force that it would take joint efforts of all countries to counter it.

Speaking before the General Assembly of UN, Vladimir Putin once again appealed to all countries (and, first of all, the countries of the western hemisphere) to put their ambitions aside and join Russia and its partners in their struggle against the common threat. Will the West accept this invitation or not? It is obvious that if the US and the countries of NATO do not reconsider their positions, terrorism will not be eradicated any time soon.

Sofia Pale, Ph.D. Candidate of Historical Sciences, Researcher with the Center for South-East Asia, Australia and Oceania of Institute of Oriental Studies of the Russian Academy of Sciences, exclusively for the online magazine “New Eastern Outlook”.
First appeared: http://journal-neo.org/2015/10/10/threat-of-terrorism-in-central-asia/